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ENSAYOS CRITICOS te El arte del olvido y tres ensayos sobre mujeres Nicolas Rosa BEATRIZ VITERBO EDITORA ose, Nicolas . Fi lars del olvido y tres ensayo sobre mujer! 1° Rosaria ‘BearinVierbo 2006 = ae 2569 20eldem. = Bnaajon eee) - ISBN 95085 2, Bosayo Argentino. Tila pp abs CREPEAY eras REF 2ooF Primera edieign de BY arte del olide y tree ensayos sobre majere: Bertris Viterbo, jan 2006, (Primers ediidn de Bt arte del oloide: Punta Sur, 1090) © Nicolés Rosa © Beatriz Viterbo Eaitors Espana 1180 (S2000DEN) Rosario, Argentina srr bentrariterbo.com ar [nfeObestrieviterb.comar Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente probibids, sin In autorianein eserita de ios titularee del “Copyeight, ba lag sancionos eatablecdas an lt lees, In reprodueetin parcial 6 total do asta vbra por cualquier medio o procedimienta, ineluidos IMPRESO EN ARGENTINA / PRINTED IN ARGENTINA Queda hecho el depésite quo previene Is ley 11.723 El arte del olvido (SIT Hem ¢70 782% Bots libro ~este trabajo- es el producto-de una consti: cia y de una intermitencia: la constancia es insistencia y 1a intermitencia desazén, rolimpago dol sentido o intervalo de ln eritiea. Del lado de la constancia estan también y por su puesto, 1a repeticién, el fragmento escogide, la copia, plagio de uno mismo, wna monotenta y Ia desalteracién del decir Del lado de Ia intermitencia estan la fugacidad del dicho, la reconversién del género, la vacilacién del juico, el régimen pulsatil del deseo, Ia diseminacion en campo del abjeto de la Critica, Blegirse eritico, amén de Ia presuposicién pulsional suporyoica que funda la eloccién, es ubicarse del ladode una cierta indigencia semigticn ~vivie del gentido y del “valor” de los otros- y del lado de Ia incomodidad del abjeto: nadie abe bien qué cosa aea Ia eritiea, Por lo menos el ensayo re conforta el narcisismo del eujoto, la eritica lo desconciorta: slempre pide mas “objetos"y siempre son més “otros” Ios ob Jotos. Blegirse critico es, por lo tento, ubicarse en lo ubicuo, 's deci, estar on todas partos y on ninguna, entze cl sujeto y ol objeto, o entre Ia necesidad y In demands, siempre dis: puesto al placer pero reacio al reconosimienta del gace que ° lo sostiene, Posicién que, a fuer de incémoda, acaba siendo do poco beneficio ~secundario- para el sujeto y devaluada tocialmente: vivie sin gloria ni reeonocimiento para decirlo ‘on palabras y consideraciones de Freud: sélo una destreza Este trabajo fue redactado entre 1987 y 1989, entre ‘Montréal y Buenos Aires y debe mucho al apoyo y constante colaboracion de mi amigo el profesor Wladimir Krisynski y ela ayuda de Mare Angenot y Antonio Gémez-Moriana y a Ja eélida amistad de las doctoras Enriqueta Ribé y Annie Bri Nicolés Rosa Montréal-Buenos Aires-Montréal 10 Parte primera Los fantasmas de Ie critica . “tows exribn as coma sive ‘ajo iitancia de esas: eqpesioa la paiva (hare dela pov La erates da olde Noeres ti quien hablord deiaeldsasire hablar en ‘Gra por elude poralencin®” Mourice Blanchot, Useritar dy deates Roland Barthes Ka puntualizado el yalor performative del verbo éscrito en li-modernidad, Si escribir ee ha vuelto autorfeferencial no quita que obstinadamente, imaginaria. mente,ée sostenga lacreencis de que siempre se escfibe para alguien 0 almengs para algo En slgunos casos éscribin ef cibir erties ponjamos como ejemplo, es el producto de un alto corto fisico--la escritura ee un capitilo de-la Fisica Cusmtiea pero también lo ex de Ia Fisiologia y ensi una ca tastrofe psiquiea~. Eseribir algo, hacer del verbo exeribir un verbo transitive. Yarno #e trata de saber'quién escribe,o por qué te escribe, sina saber qué cova es eseribidle, progunta quel deshumanizaraos, nos enfrenta al desierto de la Fis toria. Sostenemos, siempre hemos sostonido, que escribir es smerodear alrededor del“coraxn maligno de tod relato” (ef. Blanchot, Maurice, Ze livre d veAir), alrededor de la Cota Jiteraria, a falta de ferminos nienos enigméticos.« = Hemos considerade siempre -siompre vale aqutno por uit presunto durativo de constancia sino por las intermitencias itinerantes que insisten como un yo-que te debe hacer de la critica un discurto auténomo, La eritica no debe mantener tuna relacign de suberdinacién con réspecto alos objetos Ii ‘terarios, sino que, revalorizando una relacién dialogica con n sllos debe admitir su misino nivel reconster a midnioan- 0 de fesionslidad. Se podria dect’ém general, que toda er Sen clentficita (postin) « incluso squella gue postala alguna forma de interdiscipinaridad® ropone em ef aeto tus propas catogorinny no da cuenta del sbeto miomo, de sxe objeco-no ober, tama ail de multiples relacionostox- fonles. Este objtosn objeto “inestabl,indecible, ale 0b- servable fot sue efectos, radicalmente hsterogénco~ genera sh aujeto de un.saber tambisn exeéatricoy ubieuo, taxe fivamente rujeto en perpotuo deevanecimiento y fading Creer fingin que lalteratura es um cbjctorne leide por en sujoto unitario es una formacin deolienclaramente dli- iniada, cp Ig hstria. La historia que sueede -y granafor sia~ al gueto dela lectura no co producto do les marcas Tirtoriogifics do geperfite, sino de una historia potuada dal regifry do le-imaginaviy alli donde-ye-alolan Ins fantarmationctonet del desc quando ex rechacay orl sim Balicoy negado por In replidad (negseion fandanto)Sujeto producte deune nogecion fundante (aquollapropuogta por Freud en 1928.-Die Veneinane-)¥ por lo eval ta faneion timblice sor la copeecuencia de #8!oyorciy al trabajo de a unitienién, de fp incorporasins Ia Toncion imbolica.ve tuiraontoncte come, lugar paterao dela Le, del Otro thasluto-Si se tratq do tina historia do los totes (itera. Fon no cs uo hstgria de lax formas aque puede dgr cuenta della, por grande y potente que set el valor que le otoreve tnoaaNo cela formaipi ol sistema (aloes pritives) lo que Asfine ale literatura, sino one menos doudo-se alta y fanda, Une falta histérica, sociolégiea,psicoanalities.-para mencionar.los saberes dominantes~ que la -revela como. lo, [attante do. diners stig, como To novdicho del digcyrse Golecivizad, como bord exrecenca doo plete disgursivo. Palabra muda sla hay conyoen oon sordos a a resgnan: finde lo “atic, ala-palabrrsa” de las Tengu convo Sosa ln‘charlataneria de os discurvon stiles para abriree 2 a Ja significacién profanda de aguello qué Ta inaugura: 1a palabra negada, areaiea, del débeo. Pero el deseo no es una Categoria epistemiea, et un dato originario, no esta someti do-a ninguna operacién logiea, Esta afirmacion no implica ‘deseonocer Ia dialéctiea fundante que da nacimiento al suje to del deseo siempre oscilante entre soma ¥ payehe, entre cuerpo imaginario y cuerpo simbslico, ontre deseo y ne fad, entre deseo y satisfaccién, ontre placer y goce, entre creer y saber, entre verdad y saber y entre ser y pensar. Bl Sujoto del psicoandlisis exeentriza.la relacién entro el ser,y fl pensar: alli donde yo soy bo puodé pensar (en-ell),y af Gonde yo pienso no puedo sex, Fl sujeto de la Lectura est muy proximo a sujeto del psfebandlisis, siempre en busque- da de una verdad (toxtual) ue i aleanza, siempre en wi chastante cuestionamiento di'To Simbélico del toxtoy siein- pre dividido y en continua Tatha edatra' sn propio imagina- Tio y'la cercanfa de lo real que"iS doja de inquictarlo’ El texto literati exige una leetira'tFansferencial en donde el sujeto se aniquila en el objeto “ a ‘Alli donde la palabra del deseo te hace oftadvienela sig? hificacidn de la obra! Recortar este expacio en lo’ discursos sociales es difiil pero no impotible: La firieion do laroseri fura os Teer le hegado por Ia misina literatura “literatura es cengura~: lab dterituras silenéiadas,lasTobras excluidas de los sistemas, las voces acallada’s o aquello de cada tdxto que hha sido entombrecide por las lecturas oficiales: igiello intersticial; entre el exilio y el"Gestierro. ¥ os aqui dotde aparoce la fimeién politica dela éritiea: si 08 tar saberes técniegs sobre los que'apoyar'laFeflexion tebtt ca, et imposible generar un discur¥ erftico.fuera del entra- mado social donde se ejerce, puce ton espe objetos propios del campo social donde hanside préducidos los unicos “ae. cundos” para ser los soportes de ua traiisferencia positiva, de una reincidencia dialogica auficiente. Somos loctores de lo universal, Pero a6lo somos esctitares de lo-particila. a En el imaginario de Ia eritiea contempordnea toman cuer pp trea fantasmas que se enlazaa y desenlazan alrededor de ‘yicleos probleméticos que se manifiestan generaimente éon Ja forma,retsrica del Interrogante: el de ls especificidad del texto de la literatura (jqué cora es?), el de Ia paternidad fextual (ide dénde viene? gquién Ia origina?) y el de la lect ra como categoria articuladora de las competencias inter- pretapivas (,aué significa y cémo gabemos que significa?) ii fantasma de Ja cepecificidad del texto "Bap ints jor la literatura “ya sea desde la porspctt} i esene{alidad ntica, o desde la perspectiva de su gonstrvetiva,o ineluso desde el punto de vista de, su identidad socio-ideologica en una secie- ad y on una historia determinada, y ya sea entendida como epécficldad (formaliamo y estractualismo), pertinencia (es tilistiga estrictural) 0 como singularidad (Bajtin, Volo shinoy),formulada a partir de los formalistas rass esplagado.a partir de los fos 70 con Ia extensidn ¥ Broraor ion. dbl concepto de intertextualidad (ef. Angonot, M., “Intertextualts, interdisgyesivite, diseouts social, en Zéxte) ‘nadia. dos snterrogantes que, en ultima instancia, ‘ili fide Bajtiniano) de diterarie ‘idamente como mostrativo atiyoterdiendo a “Fepoga shora sobré ol e/écto de (2a) lecturg; en segundo Is iitroduccion del concepto de eaeritufa en senii Vcecrifura:comio inaeripefon, trata, husl provenientes dol'psicoanslisis y de Is nea, ¥ en sentido restringido, literario-semistico. La ese ‘tufa como un sistema ospecifico de produccién del’ signo Ii terario y la consideravioh historica de eate signe-dentro de précticas significantes eapecificad’ Este deeplatamiento hi briginado una nueva reserva tebriea que conviené conside- rar en gus aspectos fundacionales pare'determinar cémo hha venido orgdnizando,en un espacio de alta labilided teori- ca y-de una por momentos exuberante exposicién de concep: tos que bordea Ia proliferacion, el registro de “una produe- cidn" y de “una comusticacién* ~en el sentido extensional del término- que se articulan al registro del imaginario social de nuestea cultura, entondida como trama de distursos don- de se soporta el sujato de una enunciacién siempre oscilante entre lo particulary lo genera, lo individual y lo universal entree parte y el todo, entre Ia sociabilidad de los discur- 50s del mundo y-In al¥eridadl que lo-funda como aujeto en ‘menos de lo social. Eh suma, pensamos que este registro {maginario eaté articulads por dos obsesiones correlativas ‘que podriamos exponer sxicmiaticamente: Zeémo son produ cidos los textos? (una Zear‘a de'la eceritura) donde a través de toda gonealogia, generatividad, engndramiento, é trans parenta el fantasina de [a filiacién textual: 1a pregunta por ol padro'y su renegacién coextonsiva, organizada sobre Tégica do la motéfora paterna (aliteacién, separacién, susti- tucién) y jeémo'son recibidos los textos? (unarteorta 2 la lectura) donde detiés de lis formulaciobes de las eategdrias de auditor, escucha, recepciéa! lector, intérpr pretante, et. so porfila el mismo dbjeto fantasthtica, el d61 crigen: origen desde la escritura, origen desde la lectura, los ‘mitos del origen (wt6picos y u-ceénieos) y él combate por'la posesién del mito; responden, én’divérios nivéles, & dos {interrogantes que so entreeruzan Quiasinicamente; todo texto {escrito a partir de of70 toxts, todo texto és lefdo a partir de otro texto: Bl otro, el Otro, 4 radicalmenté elfantasma 4s (que alinienta el registro imaginario de la Teoria Contempo- rates. : e Bajtin no dojé nunca.de aprobar sin reserva la voluntad especificadora de los formalistas. Nacido histéricamente de lla necesidad de detinir con preciaién el objeto de una posible ‘iencia dels literatura, el formelismo renovs profundamen- te los estudios literarios tanto en Rusia como en el exterior Hoy dfa, luego de la expansion estructuralista yiposes: tructuralista, podemes fijar con mayor claridad y siguiendo 4 Bajtin, las limitaciones ideolégicas, epistémicas y meto lolégiens de sus, propuestas. Desde ef plaho,de una‘mayor Iweneralidad, las teorias formalistasireducen a-rango de ele ‘mento neutro y por ende indiferente, los constituyentes ideo- lgicos,éticos y cognitivos de la obra de arte y retoman, en {forma invertida, como lo sefalan Bajtin-Medvedery, la dico tomfastradicional del fondo y la forma y reducen Ia literatu: a auna pura funcién, dejando de lado su sentido y sobre todo-su lugar en el conjunto de los discursos sociales. Para Bajtin, el fracaso ~parcial- del formalismo proviene de su positivismo, tanto mas peligrosos.cuanto que nunca es for: mulado explicitamente. El formalismo integra sobresalien- temente Ia formula bajtiniana, de “estética material", une forma sutil de recaer en el idealismo de la forma concreta _bajovl pretoxto de atenerse solo a los hechos y de desslojar {loos estudios literarios toda eepeculacién abstracta sobré Jo bello-y més genéricamento todo a prior filosico, los for- “Imalistas pretendieron,deducir las leyes de Ia creacién artis- tica de In sola propiedad de los materiales. Los formalistas se enfrentaban, por primera ver quizé en In historia de le literatura, no ya al, diffe problema de dafinir Jo lterario -Ade,hecho la estética roméntica,ya lo habiavinéentado:.cf, cLacowe-Labarthe, Ph, Nanes, JL. Liebsulu liteéraire), sino simultdneamente a a necesidad epistemica de constituir un ‘objeto material y un objeto de conocimiento, Este objeto nun- ‘a pado ser definido claramente, indeciso siempre entre un 6 objeto material y un objeto formal, quizaa el “fracaso" for malista haya sido precisamento esta imporibilidad de cons, tituir un objoto formal como “superador” copnitivamente de sg-propias contenidos formales y materiales. Estg probe, matica sigue vigente en.Jas consideraciqnes teérieas.de pragmética textual y en toda aproximacion textualista: la Imposibilidad de.deti nueva operacién epistémiea para,lograr, up objote lo sufi onsigtonto paza que no se desvanezca, intimidad de los digeursos cirsulantas; objeto inters: aciales pata algunos, ob ‘10g quis te copstituya comg un objeta puramente negative (en, speaicién al texto pragmético, pura positividad) no for maligablo a partir de sug ofeclog, efectos de texto ajtin, intentando escapar al abjpto lierario entendide ‘como objeto material, fundaré gu erftica a Jos formalistas retomando el concepto de,odje¢o estético, reponiendo la tra- dicion de lavestétien alemana de la époea, pero aceptando el necesarie reconorimienta de una dialéetica interna entre el material-y ws grticulasién on.gl interior,de la obra yj 41 interrelacién canjel abjefo, abi como au extensién, la neces ria interrelacién con los-edjetoe del,munda y su historia Baiti insiatiré siempre en Ja unidad del fendmeno cultural 4y la unidad del proceso histérico de su deyenir. La-historia no reconove series aisladas y 4 Bajtin postula todavia el problema.en térinineé de fala: cidn compleja entre la vida y ol art, ld exitica dShtémpsra ‘ea lo hard en términos de una relacién también altamenite compleja pero donde se reemplazaré'el término HidaBor-el, de realidad, referente, funcién referencial. Ilusién refé- tencial, real, loreal, lo Real, El arde abandona por si cuchta el campo eatético y se dosplaza vertiginosamente haci@ ido ‘ampli registro de'la experiencia humana en t6rinino diseurso. Pero Bajtin' nd deja de'preciaar'los térintfos 6Rae- ts del problema: la posicién torriente enfré la realidad’ ol arte y la“aspiracién de encontrar entre ello¥*i.Izt vrelacidn, os perfectaments logitima poro exige wna feist cidn ciontifica mas precisa. Do entrada’ osa Vida y & dad que constituyen Ia ecuacién son ya Sha reptesel trai sion yn ede psttan Ena Doi de Bajtia al reconoeiiniento de la e de los diseursos sociales. Su fundamen vva d-operaf una extension de I literar tuna éxclsioh d6 la dterariedat él ‘eteraildvid Vo Is ¥ en-tohseeucheia Tidad Ai ningoé de-sus elements pueden eer entsiididos ilo A partir de Ialeyes que tiger el edKocimicnts'y el acto, 4 ravine satecitametite signifieante no enisloba’el Va podrian captar la sinewlaridad de Ia obra, Bs ahora éviden- ‘tg, que, Baitin proponta log términos exactos del problema Sin por'ello rgsolverlo.‘Las'ya clasiéas catactorizaciond de Ii diterariedad son enuncindas ahora come propieda discurso literario: i atitiva Keterofeneidad deausienatcel ogy don omy ln eon testi Se pda ‘eoeegcesirm nga nine tai iacttretie bron fee on ie) Y¥ tambisi, casi con Ins mismas pi Ocecchioni mit ntenieds won ene across ew it tate ‘ise sfenaanssecanca eotnnon a an Estas caracterizaciones cumplen Ia funcidn imaginaria de crear un objeto uno, pasiblé de Una lectura, o al menos de {ogra la compactacion tambien imaginaria de un objeto que se presenta radicalmente hetorogénea cintraducible en los téeminos de igieas monovalenteso paivalentes. Sila esen; tial exinafera del objeto literario es conustancial al objeto tmismo (su insita ficionalidnd que lo enfrenta a toda Toferencialidad.y a lox istemas de valores de verdiceon, 0 bu sospechosa labilidad ideologies, que Io separa, 1o tacentriza, delos otros discurios sociales y de su exaluacién Socal) qu singularidad es slempre relacional$ contraiicto. ‘ia Bajtin al considera la postbilidnd de um objeto estétio Spartir de.una distineion que ae pretende clara pero nunca Toves, entre normas arquitectonicas y normas coiiposi- cionales, debe necesariamente construir un cbjeto(esttico) fenomenclogicamente orientado por una valicién intencio- hal y foleoldgica, Esté sufisientements claro on Bajtin que tl regonocimiento de 1s phiealidad de campos (estetico,etico ¥ cognitivo) esta presidido siempre por una revaloracin del Componente intelectivg en la reaizacion y reeepeidn (con- templacidn, dice Bajtin), donde su rocusacién dela psicolo- fn se inclina por la evaluacign de le obra nna on ‘is sino cn i concinci setaanie ecamente oeientadn. (Op El probleme de la unidad de las actitudes artistes, ética yy cognitiva y de lor hechos artiaticos en la masa de los die ‘cursos sociales planteaba un problema que el horizonte te6- rico de Bajtin no permitia postular en sus términos preci- sos: el de la unidad en la diferencia-y el de Ia diferencia en Jn unidad, problema que la reflexiéa actual sobre la diferen: cia (sobre, la.repeticign_ que la engendra) instaurada en,el Aiscurso taérico contempordnes intenta explicitar. Sila di (ferencia estructuralista es generalmente un elemento que define el apartarse de Ia norma, de la rogla, de la grama calidad, y permite fundar laregla, el tipo ia tipotogia, la diferencia posestructuralista (Derrida, Deleuze, Barthes) ed radical y ov excedencia discursiva es irreductible, no desig nna la individualidad, la especificidad, Ia ingularidad, sino que se articula sobre el rogistro infinitista de los textos, de Tos lenguajes,do'los sistemas y s6lo es definible, segan R. Barthes, en relacién al valor positivo de lo escribidle y su contracara, el valor negative de lo legible. ‘No obstante Bajtin es el primero que establece claramen- te una posibilidad de distineién entre los elementos de la realidad, su procedencia, y os elementos que configuran la obra, Esta distincién no pasaré nunca por la considerscién de una posible teoria de Ia ficcionalidad,-rino que, cone- ‘ructivamence es cl rasgo comin que lo acerca alos forma- listas-, pasaré por la constitucién de wna erguitectdnica ge zeralizada ~vinculable a Ia categoria de crondtopo quo per- hnitiia, sepia Bajtin, el estudio del estilo en el dominio de a ostéticn- et cocniats x dace ico qu,y seca y ead, serch nl ama Seen ener eETEEerETIETITSS (eiimeas ouantine dh cgen sl cs eos COperaciones de individuatizacién, concretizacién, aisla siento y acabamiento: elaboracion artistiea multiforime son, fperaciones sno procedimientor, que corresponds & la gos: tacidn del objeto estético, todos tienden a una particulariza cin de los elementos extraidos de la vide social, polities, eondmica, idealégiea, qué sufren estas operaciones de ais Tamiento del conjunto social, de individualizacign de la'ge- neracién significante, de coneretizacién frente a‘la abstrac. ‘idm ideclogica que los significa toclalmente y de acabamiente “siempre infinito y postorgablé- y que, en iltima initancia producen ese imaginario de unidad aue-presenta Is obéa y ‘que siempre reclama el ebpectador. 1 fantasma de la paternidad del texto El fantaama do la paterhidad textual posee por lo mons dos versiones relevantes: el reconocimiento y por ene Ia busqueda de las fuentes originarias (Ii intertextualidéd), lugares utdpicos donde se dio cupuestamente el nacimienté de'ln obra, una especie de transmigracién textual donde lat “esencias textuales” se transfunden en la eadena de padiés s hijos, 0, en su version antagénica y més activa: el quasimitologema de a diseminacién y 1a deconstruccién. Ruptura def original y simultaneamente de.la copia, el protopadre textual es una reconstruccién imaginaria pfodue- to de la lectura que Is escritura reslita nochérdglitest. In- certidambre patorna, operacién légiea de las fltacionee que se piensan en las gonealogias para encontfarse en el srigi- Pn nario mito de fundacign yelexcdndalelgico equivatente: et fFandador ose] hijo (et. Borges, J. 1. Kafka yous precursores, también Le literatura gauchesco). Oscura;paciente, persia: tentemepte, los padres reaparecen, ya no como generadores ‘textuiles en'gu reconstruida a7jé, sino'come los'autores que incontan vindicar su presencia en Ia bio-geatia de los texto autor como marea dl registro juridico de Ia escritara El fantarma de la paternidad textual cintiene peraddj- samente ox su geno y quizd como conformacign nucloas, el suet de una partenogénesia textual, de un auto-engendra- riento donde se convoca simulténeamenta la violoneia de la Zutonothia parricida, lucha contra el padre Textual Simbeli- co'en busta dé una separaciOn, y el deseo imposible de wita sustitueién ~Aicesigni- imaginaria, que en este caso serd siempre el efeéto de una lectura histérica que efectuara el atto,y de sha cancelaciéa definitiva de la deuda paterns. Siguiond la'teorizacign freudiana y lacaniaha, empleamos eleoncepto do paterpidad como un aperedor de relacion con ‘radictoria: Preud-setaléclaramente Ia relacion de patriar ‘ado ~reconocimiento de Ia fiiacién paterna~ como conch sine inferencia Idgiea, en oposicion al fesdimonio de fos sen ‘Fidos, propia def Fecénocimiento de la'relacién de wiatriarca: do. Lacan retoma esta posiciény confirma Ia funcién lgica fet Nombre“del Padre como Otro Simbilieo, como lugar de la Ley, que para nosotros constifuye la Ley Textual. La fencion ‘paterna permite In articulacién entre la sucesin diacrénica {intertertualidad) j siultaneidad sincréaica intratextua lidadBsta funeign de a Ley comé operador legito'de rela. ‘cin nos permite fundat la intertextualidad sobre las opera fones estructuralon de alienacion (identificacién) 3 separa. on (austitucign) entre los textos ancestros 9 Tos texton que fae filian'y aflian en‘esa relacin, La categoria de Otro Tex: ‘tal implica, por To tanté el reconocizpiento de las articula- _siones del texto en'au reldei6n de filigcién textual como lee- turd de-os ancestros y por lo tanto la constitucion de las 2 genealogfas, os linajos y'las estirpes. La relacign de los ‘Ancestros Textuales con sus deseendientea se da en Ia doblé relacién de determ{nacién intra-textual (Kriteva): lo que el texto recuorda de otros textos, romemoracién,eitacién, pero tambien dquello que el fexta o/vida, la destectura Bl euefio latente de auto-engendramiento reaparece en la revaleracin, ex el nivel de Id praxis eserituraria, de las es Grituras dol Yo, yen el nivel del discurso eritico, en 1a ey sicidn de eategorias eriticas como las de conthato (de leet ta) } pacto (fceional, autobiogéafico, ete) doside la contra tticeidn fanidante oh la que se asienta la relacién con Jos-pa- tires textuales, seve desplazada por una versién pacificado. rae imaginariamehte solidaria que tlene corto fneién ol borat Ta tonsién qué todo texto mantione con al Otro Tex- tual, fuente de una ilusopia'zonstatacion.y de une logitime: ‘in Siempre euestionada por la historia y por la historia de los textos, oa ‘Ln nocish de éatertexualtdad puede ser pensada como una de Tas formas por las que el aujeto dela eritica tiende a dar teuenta de los productos literarios en el registro imaginario y simbélico do la ascendencia y por ende pliede ser conside- Fada como un intento valida de histérificar las relaciones tentre los textos, siperando las relaciones ideol6gicamente dentificstorias (sven potente,e} de igualar a todos los tex- tos on Un Testo) de las prucbas filolégice’’y documentarias. Si la Jiterariedad es, como hemos visto, un odo do're=pon- der la pregunta por Ia cosa literaria ei su Sspecificidad, corriende siempre el riesgo de alionarse @h Ja empiria de bus constituyentés ® en 1g ideologia téenocratica de los procedimientos (estética material) la sntertextuglidad debe necesariamente recondeerse como una nueva forma, ahora maa acebada y métodolégicamente mas, definida, de ia pre igunta por el origen ~y.el origen'de la prégunta~ de Joa tex- tos. Desde nuestes persnectiva, quelnd iacluye'nipguna defi bo niin de la intertextyslidad, las razones por las que ign ha podido generarse y ha logrado una manifiesta ex- ppansidn en la teoria de Ia-iieratura y de la diseursiva, son do indale diversa pero concurrentes En principio, la nocign forma una primora constelacién ¢08 otras nociones que han eobrado importancia en la tearia, ‘ontemporinea del discurgo: reserva, monumento, archivo, funcién conservatoria, que mas alla de su precedencia cronolégica o de su jgrarquizacién categorial intenta dar cuenta de una memoria textual, ya_propwesta por Bajtin (ef, Bajtin, M., “Les earnets 1970-1971", an Zethetigue de la eration verbale);y con una segunda constelacién de nocic- nes (engendramicnto, produccién, generatividad, ete.) que Aiende a responder por 1a génesis individual y social de los toxtos. Si bien es posible considerar que la inéerextualidad fen su forma radical descarta las nociones de genésis o de fengendramiento, es visible en Ta précticn eritien la impos Dilidad de desprendorse de una explieacién genético: ‘ransformativa 0 de una explicacién genstico-evotutiva, don- de el Th, on el régimen do la temporalidad diacréniea, apa. roce sienipre como generador del 72. : ‘Su propia consistencia, dentro.de un campo categorial que primitivamento estaba integrado por las nociones de Paragramatismo (estructura tabular de los textos y doble ‘onexién do los significantes) la rolacién de coextensividad entre las operaciones de leeturayy escritura, la ambfvalencia como coexistencia de contrarios opuestes, la-légica no- Divalente y transgresiva 0.2: 1a “estética” kristeviana es una estética transpresiva de los lugares de la Ley, y mas genéri- camente, por una concepeién de la rupture de la represents- cidn ~on Ta teoria y el texto modernos, desplazada luego de fee campo en sucesivas restricciones: retérica, repre tacional o dentro de una fenomenologia textual donde el ¢9n- conto de intertextualidad aparece rcortado dentro de la nocién genérica de traseendoncia textual o transtextualidad, Ea mas sumasiamente, reducida involutivamente a las filia- ciones docutnentairias de la lologia. En sus formas mas v Iiotas, es decir, cuando aparece con mayor rigor epistémico y ‘er realmente operativa en los anlisis, ea cuando se ve subsumida on el fenémeno de Ia interdiseursividad (et ‘Anitenot, M., “Lintertextualité, enquéte sur Temergence et la-diffusion d'un champ notionnel” en Reoue dee sciences humaines; Volland, M.,"De Vintertextualité: métacritique™ fn Text) El campo imaginario donde se inscribe la novién de ‘intertestualidad, entendida ahora como la operacisn espe- culativa que intenta dar cuenta del funcionamiento liter rio y discursivo pero que simultdneamente escribe Ia histo- rin imaginaria de la eritica, es una historia que forma parte fe la “novela familiar” de 1a teoria contemporanea. Segin Freud (cf, “Le roman familial des névroses" en Névrose, peychose et perversion) la funcién del fantasma en la novel familiar es conseguir la separacién de Ia autoridad paterna ‘partir del rechazo y cuestionamiento del saber paterne. Se pone en tsla de juicio la ereencia y ol aber para obtener un ‘nuevo saber que se propone come original (mito del origen) y Como propio, ejeinplar articilacién de tres ideclogemas fandantes dela teoria, la novedad y originalidad de las too ras y la propiedad de la teoria. La ajenidad es por lo tanto ‘una’ construceién nacida de un rechazo del-Otro, del Otro sbsolutizado en la Ley Si la’construccién de la “novela fora 1", a engendramiento como estrsctura, se produce a tra ‘vés de la dada y elrechato, un epistemé individual, #4 pro yecciéa fundaria el épiatemé social on el nivel de lo imagina- rio, Las“influencias”, las relaciones intertextuales", "bio arafias" de la literatura traman una novela familiar de 1a literatura donde se originsiy siasignan filiaciones, ascen- dencias y gencalogias, pero al mismo tiempo, traman una novela familiar de la eritica y de la historia literaria. ‘Tynianov repone Ia metéfora familiar y parental, precisa monte cumpliendo la ley del desplazamiento, al setialar que Ja relacign de los textos se realiza de tio a sobrino y no de padre a hijo . ‘Sobre los procesos de alienacibn/eeparacion ae geneian sistemas 0 modelos de gnalisis, nociones o conjuntos de no- ‘clones de mayor 0 menor potencia tesriea, pero donde se puc- dion verificar las relaciones de autorizacion sobre el otra sa ber y/o as relaciones do separacién: sustitucién de un saber por atro saber, wuttituctn de una croencia por otra creencia, Eustitucion de una ley por ofra ley. Los grados de fuerza de estas sustituciones ~que pueden articularse entre ellas~ di terminan el grado de valides de las hipétesis, fuertes o debi: les, eon ol grado de consistencia interna, la esheroncia ¥ cohesién con otras catsgorias del mismo sistema, el grado probable de igtercategorizacién con otzaa nociones de otros sistemas afines y la potencia de aplicabilidad. La inter ‘extualidad, por su grado de fuerza tebrica, participa simi tineamente del imaginario dg Ja,teoria y deb imaginario mayor de Ja Cultura, Las teor‘ad o nociones literarias cum- plen un cireuito que funde Jo simbélico ¥ To imaginario en él intento de hacer pasar por superacién aquello que aél ob gonsisteicia o degalojo histérico produeido porta incidencia {elo real en el imaginario social. Pero este prpegxo 68 el. que permite reconocer que Ia Teoria eé un con/untp de fieciones fh el sentido de eatructuras djecursivas donde el fujeto 9 el predicado de los enuneiddas “cientifieos” no poseen estruc- tura de enugciados abjetivamente ldgicos,regidos por la exi- gencia de posibilidad, de realidad referencial y de valor'de verdad de la predicacién qite"repone le’ verdad det sujeto, 4 ino que ton, verdaderor sizhufacros de axiomas légicos, dos jnccidn y de inferencia logiea son sini lados por las estratogias del diseurto: Conjunto de afirma cioned, de semiafirmaciones'y de pegaciones fundantes:los ‘asi lamados “sistemas” Yeriosjo hociones toérieas de 1a voor y dol anisis itraro son los mismon un inode del fiecién literaria. En rolacién al iniaginario de Ia Cultura, la nocién de intertextualidad forma parte de un conjunto de idedlogemiie estructurados en formaciones discursivas que forman el $0- porte de dos operaciones fundantes de la cultura: leer, escri bir Si deede ol punto de vista Iogica hace funcidn de cause} Aesde el punto de vista histérico es lare-posicién del’ mito Togema de la memoria colectiva,en wn intento por resolver {magiariamonte aquelle que aconteze com obstaciilo en lo Real: el olvide. Bete cénjunto-de ideologemae, este éonden- sade histérico, hunde aus raices en el parade (ef. Derrida, J “La pharmacie de Platon” en La Dissémrination) y ba resn. contrado una resolucién historica en todos los niveles de la produceion textual contempordnea: desde la Blib/roveca come repositori, reserva c infinite de la Caltura (ef-Borges, J. Ln ‘ba Biblibtece de Babel) fasands por o} Libro, el libro como fespejo, éomo ropreentacion del mundo, el Liber Mundi, el Liber Naturalis, el Liber Dei ef, Curtigs, &. R. Ensayas 20 Gre literatura europea medieval) y si consustancial false: ad de simutaero (ef. Borges, J. L:, “BE! Quijate de Pierre Ménard”), Ia Enciclopédia, deade In cireuleridad médieval de los speculum mundi: Ia Encielopedia como taxonomia fantasinatica del saber (Diderot, D'Alambért) hasta Ia enc clopedia contemporsnea como universo en expansién que forma nudos y rizomas y 1a Enciclopedia como estadio dela Fccién cultural que genera otror aniversos de ficéién (cf Rorges, JL, "Tl6n, Ugbar-Orbis Tertius"), Si Ia enciclope! 4ia es monos un eiteulo do eirculos como To deseaba Hegel ‘gue un sistema que pone a'prueba-la totalidad tenazmente infinita de tas remitencias y por ende se rige con la Togica imposiblo de la ubicuida'd; es potque encierra el laberinto — ahora cibernético- de Ia cultura. Quizé el punto generador de este condensado sea ol sued latente de Ia cultura ace dental; la ereacién de la lengua universal, sin fondo de of a en, Ursprache esencial, ol primer gran lenguaje fondador fin interferoncias y sin exigencias de traductibilidad. La infertertuolidad, en el sentido originario del vérmino, des- articula los completos imaginarios de la Biblioteca, de Ta En- ciclopedia, del Lenguaje Primero y Universal, de la Obra Cunieidad, originalidad, complotud), para desplazarios hacia la Obra Infinita y el Fragmento (Nietzche, Blanchot, Borges). Que a obre ~su destrucciGn= manifieste al mismo tiempo la muerte de au Creador, noes max quo wna respuesta ala pre- sencia necesaria del Otro Textual. Que Roland Barthes ex: tienda la noci6n hasta disolverla on el texto infinite (*Y en dofinjtiva eso es la intertextualidad: la imposibilidad de vi- vir fuera del texto infinito, ya rea Proust 0 l diario ola pan: talla del televisor: 1 libro hace el sentido, el sentido hace la vida") (ef Bl placer del texto), no et més que una consecuen- tia ideoligica del intento de superarel otra texto, en el nivel de Ina teoriag, También la Teoria, reconoce hoy su Otro tex 4 trual contra el que se'especulariza; el Mefodo (y el régimen do su apliesbilidad), et Logoandlisis (M. Serres), el Sema- nélisis (J, Kristeva, M. Riffatorre), la Desconstruccién (. Derrida) son las operaciones histéricas por las que el Méto- dodmaginario vuelve en To Real de Is eiencia, aunque ahora be presenta como una eseritura de escrituras (arcaicas 020), ‘ocomo una lectura de lecturas (infinitud y desorganizacién fel primer gran texto). La dnterrextuatidad como afirmacion yy negacion simultaneas de La pateriidad textual es una're- lacion triddica donde se ejecutan Tas articulaciones de los ritos del parentesco textual, sometida a las determinaciones historicas y sociales en el registro de lo imaginario y sobredeterminada simbolicamente por el Otro Textual. El su Jeto de Ia escritura-lectura, y su doble imaginario leetur: eseritura, sufre la determinacién mayor del régimen do la | Ley Textual ~el Otro Textual eon la que mantione dos ela se desrolaciones: ) Logicas: diferenciacion-diatagcigeiin, - y 3) Bstructorale:aienacién-separscién [os procesos idontiticatoring del ejeto de Ia eseritura se establecen on el nivel imaginaro con el atroextual (2) 3} Iectog como, texto fgburo yuo el njvelsimbélice (identifica thon simbolica)~ con el Otro Textual Texto pagadg)-E,0%ep toxtual (4) -Io yaleido, lo.ya-eerito, lo yarfjeionalizadon hace figura de insstencia signtieante en el texto y slomprd yetorna como un pasado textual en la memoria-olvide de los textos ectura-deslectuta), Bl lector “retorna” en el texto desde ol futuro, como texto del faturg: es lo que vaa exist, Io gribible, o que estén edpera de ar cerita (a inn nnencial hace figura de utopia en ol text. “oda resolucin textual poke un rlgtr utépic, el tx to del futuro, futurile,la literatura por venir, lo inenarra ble. Pero las Ieeturas que la eseriturn realiza de-ese texto imposible soa multiples; sesalemos por Io menos dos; Ia teeritura hace como que el texto utépico no existe y ae pre fende cecrta on presente absoluto(aguty con el miamo ges tee ronioga (el futuro y 40 deniegs el pasado escribir sin fncestros ni descendientes (ueno fatwo de partenogénesi) tseribir lo inescribible ola eseiturafige que el texto futur yo no existe como tal lo carga a Ta eventa del pasado: mi futuro on un pasado, dice, estirpe filicida que we eliena en el deseo de lon prdres textuales la Copia absolute “escribir lo ya definitivamenteexerito~ wet El Autorsetorna como anterigridad imaginarig on la ope: ration do oetura, hace figura de ensistencia yeosiate comp yo, como narrader, como personaje-autor, como personaje-na: rador La disparidad do la /uneion Autor y de In funcion Zecfor hace que la operaciones de excritura ye lectura no sean simétricas: ae lvida el texto anterior (el Otro Textual) en la operacion de eacritiray ae recuerda -ao rememora~al Otro Textual en la lctura. Bata disimeteia radical funda la intertestuntidad. Lasescriturasdelyo Bs sabido: lando alguien eseribe yo escribé alyo"en wu cescrituray al seme tiompo escribe la eacritura dl yo. De, tir yo-ylas paradojas del mentir'gs lo prucbanes reunitt y por onde et el Aeto fimbolea por dofinietdn que funda la tlocusin ome aeta, al sujeta con la propiedd de sy enuncia® fo, Yonoes un shferni es un atibutivo af us determinative, ts‘un acto de expropiacion del longuaje que instaura a Foemoe de las lengua. La piolicracton del Yo sitaa lop tu- fgarer dela entneiai6n (th €l/ nosbts / ellos; los offs), Feparte las propiedades dé los biene® eloeutivos (lo pérmit do Io exctuid /1g vedado, lo ue se puede -y'cdmo ae dvbe— Yrlo que no se pudte der, asigna os génoresy los eparte (imasculino, fmtenino, neato) y anegura, aunque mée no fue momentanesinents, Ia pas eugdata de loe'lenguajes (la trerra Ia pee -Ia paz tone valor do interValo, os una tre fiue-) de lon discursos. Siosipre, puntualment, solap famente os otros tendorén a confsear al yo para cercarlo fn au propia elocucia, primer encuentro (pridero en el Fgistroiinaginavi) 4 ces elencuanfo aforvunado/defafortunado cone ot0-¥0, 1 far de ua privacidad erpecolarprofwhdamedte Indie Tenclada donde se onergizan los tropienfos de una eneraia liberada del objeto donde el tunts del Yo séla consiste om la sobrovivencia frente’al agujero enutiVante del no; fo avian bay enpeo; segundo (én el orden imagindtio sien pre) el enfrentambento al otro-ta drganiga la prinierd gran elation, el primer gran relatd Gué el sujeto 6 cdeita'ait Inismo cofng yo. través del otro Tero, el encuonts fon et Gran Qiro (A) de la Loy del sentido que dictaminaié"a tes yee doin cotyoimperioao dela verdad ofalsedad; dela gf ‘ong oincertduinbro, do ta lefalidad o jlegalidad de los Fe- tates que el Sujeto xe cuenta st misino'y los tris. Qu sujeto tea nada mds que ecb: un corpus de Flatos qi ee origina a través dodas instancias nada tone de extrato on Ia Logica del sujeto, alli precisamente donde se argumenta fom Yo, come Superyé o como Ello, donde cada une de cllas Se manifertan comp tujetos envaciativos de suseslvas ¥ multiples enuncincions de relator, derlacione, de dichon. Eatas relatos extn rogidos siempre por in Ley -paveiers gue ante Ia Lay ablo re pede hacer evo elotar~ Estamos Sgegnte dy la Ley” del Seatid, frente a unadblgatoriedad simbdlich's Ia que nadie puedo eacapar so pons de racaer en in atomioriaenquizofrénia on ln altra-tomiosi parame. Dentro de aquello que Ie Tengva -y la tteratura somo horizontonegativ, nel sentido harthesian del termine hor permite deci, in dutobiografa, como enero, como ma tri formal genérice, ocupa da lugar do desentramtenta ne. table: come mares de una esrituraque ee arenta sobre el. pronombre de primera persona ct desir gyo compatte la DPertivularidady la univereaidad do lo paticlar fe todon, Toe sujetos~ no pada reclamar, & principio, ln idealidad tipolgien de rogistrofaxonémico siempre itinerante entra, inv eeritaras del yoy ln ecritas dole torcora poor Gon realidad entre oP sujetoy el abel), entre lon géneroe tlacursives memoriliticos yo,ccicalan siempre npare Cid intersticatmente entre el digcurso de la ffstria (er tfecto memorialistice, su elaegn con un.clego pasado y s- tro todo por au fision do eredibilidad)y ol discurse del Su jo, por el espacio exocbtrige qug pare ingtaurar. Como ‘enero iteraro, ado tardaimete partie ae siglo XVI Cuando la copeencia-y In clengia~ moderna del Yo estaba Punto de aleansarav apogeo pu reclamar ah esfatuta sem pre inciorto. Bats incertidishre, gonérien iubstancily or Ima pata michow critica, ef pat soxotros contingent in- Subatoncal e informal: nace dl ange into de ig autobo trafia que, al evacuar, at suéto do propie produccién y Petenciando In gonsistensia del yo autobingréfco, nos hace Greer simula que Ta fiecign se adsontd de ou diceurso y a ‘que aquello que'y0 cuchta eété invariablemente'dometido & tuna refutabitided dada por la verificacign de la existencia del autor y a la existencia ~real o no- de los hechos que so ‘cuontan, En el regimen’ de certeza-incertidumbre que ins- taura todo relato, la autobiograffa simula ~simulaeién mit yor~ que éodo lo narrado es fede lo acontecido. Este efecto vincula Ta autobiografia con la Historia como discurso, eb donde también lo narrado y Io acontecido no reconocen ~des- ‘conocimionto imaginario- el valor constituyente de In ver ‘dad toxtual que siempre inter-iore y no reflere, entre la ver~ dad de lo que se relata y la verdad do lo acontecido. Es valor de interferencia® es para nosotros capital; la fuerza qué Aesaloja la fceién referencial y propane ua régimen de valo: rea fiecionales que rigen Tos postulados de todo relato, Estos valores puoden ser enunciados asf: “el relate fiesionaliza tanto el tiempo ~una eronolégica~ como elespacia ~una topo-lozica-, ambas jueden sor pens, das como la “eiencia’ ata que aspiraba Bajtin y en otros ter! tinos Peirce: an saber sobre Ia cronofop/a, que hoy puede ser pensado sin retiduos kantianos Jel relat fccionaliza elrégimen del discurso: orden, ac- { cides, actaites, como pars objetos discursivos, } elrelato ficcionaliza él'égimen de la historia: acontec- riontod; hechos yraucesos discursives: la logica de la peri- * ~el relato ficcionaliza el régimen de saber del sujeto en tuna fcein de sujoto “aqui focinos el simmtaerot sabre fs términos de lo conocido, dosconoidoicognoveble, 10 sabi fovToneveabidoy To que eetaonarperad ner abido, acer {eta la intertidumbro y lo probable lo pasado lo presente ¥ To futuro lo predecble to impredecibe yo impreviibe, i tupueato, lo presupuestoy To poapuesto,n Ia operacion dincorsiva que es un puro presente en acto Tecscritura es pro prevnte de letra / esritia, Cut do dja de eseribino), Lo reslamon del undo In desertan, 2 ‘euando deja de leer(se), las solicitaciones del mundo Ia.apa- isan: puro fulgor, como solemos decir, y pura exerecencia en ‘luniverso de los discursos actuales y posibles de la semiosis muadana. ‘ha literatura sutobiografice es aquella parte de la litera- tara, de Ia literatura tedriea y de Ia teorta de la literatura, fque no osa decir su nombre,” desde la perepectiva del weno” +o, de las taxonomias ompiricas 0 eategoriales, no os posible eterminar si preside el genero -Ia literatura del yo- lo com- parte ose subardina alas Memorias, las Confesiones, et Dia- Fio Tatimo, la Biograffa, los Recuerdos de Tnfancia, y mas Tejanamente, 1a novela biogeéfiea y la novela en primera persona. Quizds of aporte fundamental do Bajtin a nuestra proble- imética consista en no establecer una separacion entre bio srafia.y autobiografia, pues en términos'de valores, la auto- biografia siempre tiende a-realizar un valor bio-tratico. Es importante sefalar, para contrastar los valores bejtinianos con Ta teorizacién de Lejeune, la importancia que Bajtin le fcuerda a la memoria y por ende al tiempo; en la construe: ‘in del "yo" en ol eserito biogeatice:"La memoria del pasado fest4 sometida a un procesamiento eststice, la memoria del foturo es siempre de orden moral". La categoria bajtiniana, de autor-contemplador-exotdpico tiende a desconstruir el cardcter unitario dela ehtidad aufor y de la entidad perso- rnaje, ya través de ellos, atenta contrs el contenido unitario de conciencia. Al mismo tiempo, sus consideraciones sabre tl ectoy el accionar del héree, hos permiten postular el re: conocimienta de una edcisign entre el sujeto yl acto que, en los términos fenomenolégicos de Bajtin, se express como "I berted ética del acto" Bn dposiclén a las entidades trad clonales de autor-narrador-protagonista, el principio cons fructivo sehalado por Bajtin es presisamente la construccién de wn x0 como forma, donde la auty-objetivaciéa incluye si ‘multineamente al 7a. Si bien es cierto que Bajtin os ambi 38 rao al respecto (en el caso de la introspeccién—confesién da! Gl cjempla de San Agustin) en tanto presupone una fusion entre autor y héroe (protagonista) que no incluye al narra: Tonto extonsin del eoncepto do exatapta permite suponerio Tundante de todo dialogismo, hecho que si en las eserituras idol yo aparece atentiado o disfrazado, ex precisamente este ‘Giaives el que constituye su registro imaginario: se escribe Como uno (1), cuando en realidad se escribe como otro (2), Grincipio que simulténeamente fonda Ia alteridad y toda Cetructura comunicativa: “El autor por supuesto, en cuanto Go un elemento constitativo de Ia obra de arte, no coincide Jamas con el horee; son dos. i nos situamos en un punto de vista discursive, es desir dade mu proceso de enuncinein, las terizacones do F.Bruss $ bh, Lejeune le otorgan un rnago mayor: Ia eongruencia, Je ve premupone exacta, entre autor, narrador 9 personal, | SUSque Ion otros rasgon~formael lengua, tema tratado, esleibn del narrador, homodiégess, te no parccen Se Fes Gictivos ni domarcativos . Bross establece clara automticamente una analog entre genero acto ilocutorio:™. Todo diseurso literario es Gh sistema de tipe locutorio o género™? Esta analogia 5 Hindaria ‘on un isomorfismo de gquivalencias entre “actos Hocutories lingdfsticos y actos locutorios literarios™ 8) ilvon ton el reflejo de situgcione lingisticasreconocibles, Shestanaltuacones estén yainstitucioalizadas en una de ferminada comunidad; «) todo acto implica ciertos,gontex envclertas condiciones, y certasintenciones, #108 que ey {an asoviados por convencign social yf iteraia ‘Dejando de lado el problema dg una ceracterizacién'y sinifencton dels género, x vidente que, ain desde la pers: pletiva de los actos de habla, os imposible caracterizar # Eton, por endo a los acs terarios, com “reflejo™. Pr Samente ail teorfa de les atos de habla presenta aspoctas ptuitiveges el haber evacuado~por lo menogen au toria de los performativos restringida o goneralizadé~ta separacién entre acto lingttstico y “reflejo" de tina situaciéa que le se- Ha previa o simulténes. El acto linglstigo se define, prag- initicativente, como acto on su propii Broduecién del aconte- Cimiento (mamentum). Es aabido quo esta earacterizacién serd usio de los puntos débiles de la tedria, puck el efecto de ‘epeticion y\a extension temporal que ésta presupone -cual- Guiera ¢ea la tomporalida que le acordemos- atenta contra GLeardeter puntwal del acto, Desde tsa’ pefSpestiva litera: snalogia de Brus ignora las diferenciaa que entende intrinseces, ontre eseritura y oralidad. or otra parte, Bruss observa con mayor cautela La posi bitidad de la instauracion de un conerato de lectura.en rela ion al género autobiografico: i Sr SU i earn ee at Desde el punto de vista de Ia lectura, el problema de atribueién genérica va desde el reconocimiento formal por parte del lector de las mareas del género, reconocimiento dé ‘une competancia aplicable a cualquier lector de evalqui sgénero, hasta las propuestas mayores de Ph. Lejeune sobre Inexistencia de un contrato de lectura eapecifico que engen: draria a partir del pacto autobiagrdfice. Lejeune no distin. sue explicitamente entre pacto y conérato, aunque pareciera ‘que, por una exigencia de rigor, deberfamos acentuar la di- ferencia entre las relaciones laxgs y lexibles;no totalmente proscriptivas que puedo tener,un pacto, sus connotaciones neutralizantes y simbélicas, sus implicaciones logtsticas y sus evocaciones de Ia lateralidad y la colateralidad del régi men de relagiones horigontales que generalmente lo pres den y su remitencia a solidaridades no consensuales y fun- 3 damentalmente emotivas y quizés anteriores a la capacidad Inicial de comprometorse en un pact subsidiariamente con‘ respecto a una temporalidad no extensa ni continus-en el tiempo, yelconiare ave prestipone un orden dejerarquay subordinasion y un desarrollo del vineulo en et tempo. De i hecho este andlisis formal del término consrato es evacua. do," pues Lejeune emplea ambos términos en un sentido ordinario,no definido extensional nj intenatonalments. En | todo cao, dados las precisiones que aporta ol autor y la po. sibildad no enuncinda de recusar rechgearelcontrato y por end el pacto, podriamos proponcr Ia existencia de un con ‘rato alegtorio, no de un contrato consensual. {| Esto contrato aleatorio,regido por igs leyes del eéleulo csinjetural del sujeto on relacién a oro, estableceriareglas tho consonsuales que slo se articularfan de acuerdo con las ‘stratogias de cada sujto, por ejemplo el principio de cert dumbre anticipada de Lacan. Uncontrato de ese tipo pre ‘supone la existencia do un imaginario social y le un ges ren de intercambio de valores simbicos, pero no implica lin eontrato de veridieign y un contratofiducario, camo Lo propane Greimaa sobre el contenido enunciative y eestats to-veridictivo del discurso enunciado, Serfa un contrato do la fence, donde ol juego imazinario de la simulacion del su. | {oto eotnria eostenido ecbre las leyes simblicas del simul | to. Ya no se trata de las regla del juego semitico, etable Cimento, aptara y reestablecimiente y ejecucien del ce trato, sino feinte do establecimiento ode ruptura: so finge ‘romper pata unis (en ta identificacion oa fnge extablecet para romper (en lwresistencia) iy Por momentes la hipotosis do Lajoune sobre-l entra de lectura propone exigencias mayores pues se To eonstruye “Eomo el objeto de una Postica Historica que estudtorfa Ia conatitucién de diversos contratos do lectura on sna hits | fia de la literatura. La propueata més que aensita ex intl fente yfasinante, pra dene el punto de vst istrien 7 36 i 4 ' | cot posible dejar de seftalar que se vincula a Ta exaltacion de Is funcidn de In lectura que se-advierte en la teoria conten, pordnea, tanto en sus vertientes hermenéuticas y fone. ‘menoldgicas como desde las propuestas postestructutalistas, Solidariamente emerge una eategoria, la de con?rato, que también puede entenderse como la reposicion imaginaria on la teoria de las categorias de eonsenso social, acuerdo, pac. ta, concordancia y cooperacién que se han elaborado on el Aliseurso politico contemporsneo tanto como en el filoschiea y en las. corrientes tedricas de la pragmatica textual tributarias dela filosofia snalitica Bnfrentado ante la nocesidad de explicar los rasgos dife: renciales que existen entre Ia autobiogralia yl novela autobiografica, y al reconocer que ambas emplean lot mis: ‘mos provediinientos para convencer al lector de la autentic. dad'del texto; Lejeune propone una diferencia que pretendé dar cuenta dé lasingularidad del "pacto autobiogratico”. cote consiste on la afirmacién textual de la identidad estre-el autor, el narrador y el pertonajé,identidad que, en ultima instancia, estaria certificada por el ninbre del autor on la tapa. Dejando de lado un cierto delirio de Ia empirin en Lejeune, euya nosologia geria interesante recortarniitere sedalar Gue el pacto autobiogrético fundante del eontrato de lectura ditaria basado'en laidentidad del autor, medialo por ‘1 narrador y/o personaje. Nuines.se da cuenta de tata me: Giacion aunque si se sefialan los conflictos-que puciden apa wecer si el nomére del autor, en sit valor civil y jue dico,desapareee, Ao permite ‘ser -feconoeido 0 sé exprecan dudas sobre su origen: anoniinato; seudoanonimato, ator atribuido'¥ aunque Lejeune'no fo menciona, la hetetonomia, El contrats, por endo, determina la actituld det lector. El lee tor establecé las semejanzas etre'los hechos relatados ob? 4etos del discurso— y los hechos acontecidos'-objetos de la Vida o estidos del mundo~. Reta actitud del lector provocal 4a por In rubrica del autory 6c eidencia con el'narradar ar 1 yyel personaje, hecho que fundaria también la autobiografia. fictiia, es siempre una busqueda de identidad entre los he thos. Lo que Lejeune no sofala os que esa identidad ~de los hhechos reales con lor hechos referidos y del nombre de autor con el nombre propio, un valor logico-, en el plano del lector slo puode ser buseada a través.de Ia \dentificacion, un va- lor imaginario, De aht que los problemas de fidelidad (seme: janza) y los de autenticidad (identidad) serfan los que debe yesolver el lector. El pacto es por lo-taiito una.conviccién.—y luna estrategia para obtencrla~ alrededor dela identidad det ‘sufor ~garantia sitima- que puede soriestablecida en dos formas . Tmplfeitamente, por medio de titulos que no dejen ningu- nna dulda (aqui el-delirio.de la empiria dé Lejeune setha des plazado del nombre de autor aFttulo) sobre ol hecho.de que Ta primera persons romite,al nombre de autor, tipo "Histo de la vida", Autobiografia",ete.,o por medio deestrate- tins discursivas preliminares que desde el comienzo asegu- tren al lector que el yo del texto es, 0 debe.sor identificado, como elyodel autor. Menuda tarea para ol lector de Stendhal, de Pessoa, de Kierkegaard o del Borges de “Borges y yoy “Borges yrel otro", Por supuesto, se fodria akguir que éstas rio son autobiografias en sentido estrictodpero no lo son por ‘el hecho de-que.no poseen en la fepa el nombre devautobio tratis, o porque desestiman la identidad que'se presupoie fen Ia constitucién del autor-personaje o del ator narrador, fo més profundamente, porque destruyon Ia.conviceién del Tector devoréndolo'en su:propio aparato ficeional? =.= “"Mambign, segun’ Lejeune, podemos constatar la identidad ne- cesaria sl paste cuando el nombre que sedéal narrador‘persona” jeesel mismo que figura como nombre del autoren las tapas det libro, Nuevainente las tapas del. ibro sin lugar’a dodas, espacio de una juriiecign donde so juogavsimolténeamenté el rogistr, Jjuridico del.nombre, au eardctorestigmatizante.dé ribrieay-la posesitn de un derecho yde un objet pero todos llosenel orden imaginario de a ley que si, en el caso dela eseritura lama lite ‘aria, no encuentra su restitucign en el orden simbslico no podré tjercor su poder couctivo oincoactivo sabre el lector, Ba wa ensayo The Logical Status of Fictional Discourse (1979), Searle earacteriga el discarso ficeional como un acto Sslocutorio que pretende (Finge) realizar una serie de actos Sloeucionarios do tipo asertivo. Ocurre que este fingimiento ro poseo marcas textuales, sintdcticas 0 seménticaa, espect- ficas. ¥ si lo que permite earacterizarlo es la actitud del fautor frente a su propio discurso, xeaparece aqui su cardcter inteneional (intenciones del autor) Ba evidente que en el fandlisis de Searle el acento esta puosto sabre el autor: os precisamente lo que-se loa criticado, el minimizar la pre- Sencia discursiva del interlocutor. En palabras de Searle, el {que decide si una obra es no fccional;es el autor. Sin smbar- go, mas allé de esta carencia; pero sobre todo de la endeble ‘onsistencia descriptiva de un-enunciado coma “intenciones Gel autor", el hecho de que la ficciGn no eonstituya un orden cerrado (l tentido.*comiin y corrionte” ex'el que, de acuerdo fs fuerza ilocucionaria de la intencién del autor, se puede tomar “seria” o “fcticiamente") pormite suponerle.un régi men de logalidades mas amplio , et decir, que es posible mpliarloa varios o multiples “mundos"posibles. Lo que aqui se sugiere como es ol caso de Warning (cf. Warning R.,“Pour ‘une pragmatique du discours'fetionnel” en Poefigue), es que fl diseureo ficcional no posee ningsn rasgo textual, ni sintactico ni seméntico; en sentido restringido, que permita caracterizarlo, definirlo o incluso tipifiearlo, Dechecho, des de la perspectiva de In-tooria de losactos de habla”, el curso ficcjonal-no oftece ningin aspecto “interesante” para su andlisis y descripcion: Esto pone sobre el tapete varios problemas: 1) la imposibilidad de hacer congruir discurso ficticio ydiseurso-ficeional, caracterizacién que no coincide con la ded. Landwehr (ef. Text und Fiktion).quien distingue centre fictividad (FiAtiovtad) y ficsionalidad (FiRtionalitae)* 8 9 y tampoce l discurso ficeional con 1 literatura, en tanto la Literatura se ve abrogada idealégicamente por ia Ficcién, yf 2) la Fieeién entendida como simulacro, no recae sobre la mera representacién que preeupoye siempre la existencia’ previe de lo representable, y ni siquiera sabre la idea de re- if presontacién que de alguna manera.es una operacién de'la Fepeticién:-ya'no es una. representacidn dela repeticion sino. ‘que, como en Borges, es a repeticisn misma propuesta como 4 ‘modelo. Lo fieticiey to fceional.son el registro de toda letra, Ta letra histérica, suciolégica, antropoléglea, psicoanalitica, | La letra, como anterigridad ldgica de todo diseurso, os lacon- dicion que permite postular una hipétesis a ~substancialista: 4 ‘dado que la fccin es propia de todo aparato discursivo ele imental (topoelocutiva), literatura dibyja losbordes de los Gtros discursos: sila literatura roporta la hipétesis'de maz Ina ficcionalidad frenta a la minima ficcionalidad del dis, ‘curso ciantifio,en el imaginario fantasmatico dolacritica In letra~ aparece como el's. rmulacro especular donde se constata y se-dirime la legali dad de los otros discursos sociales... — Si el discurso cientifico intenta dar.cuenta del objeto; de la.cosa cientifies, el discurse histérico intenta verosimilizar los Aechos o reproducit discursivimehto las /eyes de los acon- tecimiontos (sistema de deteFmihaciones econémicas, sotia les y politiens). El discurso historicooscila siempre entre Tag Ioyes del discurso yas leyes dol acontecimiento. La “ver dad” del discurso histérico puede-o no coineidir con la “ver dina” del discurso de la ficeiGn,sélo qe esta “vordad” consis: te en el poder del diseurso para manifestar Is articulaciéa, dol rogistro imaginario del sujeto, mientras que la “verdad” ‘del discurse histrico consist en verosimilizar ese imaging’ rig para hacerlo pasar por roal. Este hecho contribuye tam: bign a borrar laa fronteras que establecen los génerowy Is tipplogtas. Vincent Descombes sefala 2 40 tra dco see eo Ge a nee oni a vs ora dl ref de convalaiones de eisai las sc sn ce ic in rar etc ‘feline megan Arattle, pero ue avs al inte el limcr el aenteciicate (4, Sitombee Ws Linomnent male 77 4. L, Borges, en una perverea codificacién, sugiere: “que Ja historia hubiese copiado a Ia historia ya cra suficient monte pasmoso; que la historia copie. la literatura es in. concobibles..” ("Tema del traidory del héroe", p. 497), donde- los teoremas intornos de la axiomatica soslayan -eliden. los tearemas ideolégicos que Ios soportan: Astoria > copia <———Vide |, Historio—— copia — Historia Historia copia — Literatura Literatura— copia. — Histeria Literatura—— copia. — Literatura Literatura ——> opi <& ida) 1a referencia alos sores de ecin (la conviccidn ficcionel ~Zos personajes de flecion existen on el mundo de ficcidn-), es posible segtin Searle (Los actes du langage, p. 122), graci ‘Ia division entre discurso-normal y discursos pars (covets texto, te), Bs evidente que el pasa dein univer 20 del discurso 4 gtro universo del di fe discurso es propio de 1a Dréctiea linguigtica, pero on el mundo de la figeiGn lacrefe. a 4a es sempre al mundo de le-fiecién donde se construye +o, formalizablo en algiin sentido, se vuelve incontrolable sete Tmepmario-en clara oposicién alo Real. La opera: cuando se trata do la ficcién. By arte hecho el quo elude ex ‘Yon de loctura no consiste. en aceptar como “real” quello plictamente Ia tentativa de Lejeune, pues el presunto pact {Que es imaginario; sino en imaginarizar aquello que es pro- ‘outobingréfico ¥ su correlative conérato de lectura, aunque Alesto como Real en el'texto. En Ta teorfa de “los actos'de Se admita un pacto fiecional, efecta una evacuacion de este Fable, la ficeién afarcee como una secundariedad Logice tlemento put te. confunde la-biisqueda de,certficaeién de aoa ee eeet a uontea porspectivg, la instauraciot del fuga verdad con la verdad misma, Quel sujoto dela letra, (iscarse donde se engendra el sujeto.de Ia enunciacién es por el hecho mismode la leetyra intente desesperadamente Cinsuctancial ale fieeiOn y por ende ésta se inscribe como Teer una verdad del texto,-qo quiere. decir que cea verdad Gato primario y no como una formacién posterior-0 Id exis exista, ni en el texto nj on el leetoryni por supuesto en ql tencia de la “realidad” ("En una conversacién normal referi: Sulor Precisamente prueba tode lo contrario,no te busca to (da ald realidad, 7, Les actos du‘ langage, 122). “ell que se tiene, o8i se quiere, s@ busea en_el otrolo que se tiene La eredibilidad os un fundamento de las reglas efocutiv pero sin saber que se lo-tiene, : ‘en in prayrmdtien'de lo actos de habla. Esta credibilidad se ‘Todo contrato de lectura osté fallado-do entrada; s eso le dain eran tttir de wna confianza emia interlocuein y-xis I lamamoa cotrato aleatorio: pl sujeto de la eseritura prope faglas (cf BI principio de cooperacién de Grice). Desde" ne, el sujeto do la lectura acepta, asiente, consiente, disiente, sree cou Raconel, no basta rsonocer sespendidas estas ff rechaza polomizabatinjanamente«inversamente dela de perro creabiidadyconfabilidnd, poet iesién es an- ff) tanda del Otro se nutrep los fuegos de mi esriture, La Ley ree oe creaieifine» por ende siempre las contamina, Lagi textual el Otro textual, recupera siempre sus derechos cua cere eet cots fovmacign imeginaria: el sujeto exédulo- fl do provoce en el lector el oeuerdode la incierta genealogta credo logon de las erecnciaa del sujeto que sof) de Ios textos que-log precedieron; en eaaincierta genealo- woditchuatrion efecto deus pulsones y de lor delée eal git el sujet lector recupera.svr propias-iliaciones, sus onatitucion de-enas ereencias. ' propias identifieacionos. La Ley textual es rigurose porque ‘Shauiendo os pasos de Searle, Ph. Lejeune nos propone'ls como toda ley es coercitiva.e intangible: Si para nosotros, el aaeerectammacto noveleaco 0 pacto ficional, aunqudl imaginario textual oscila siempre entre Io ya eseritafl ya existencia de un Poet von que te manifestaria a través ddl ledo (que puede figurarse como una paramnosia de lnya hace eanecton . visto/lo ya contado) y por lo tanto como pasado absolute par ') prictica patente de ta no-identidad entre autor y'pe l lector, e]eseritor funde au utepfa en relacién-eon aquello sonaje,w'entre autor y darredor; : ‘que estd en espera de ser escrito, que retora siempre desde wi") Ia atestacién 0 testimonio de fiesionalidas futuro, como un futuro antorior, Entre estas fronteras, fron- heeupay terns ytordestxtuales, coi Scop pot el nuitolo novela ona tapae =e y se origingnyeabran forma los ima emo, pote abitlo neem alganvibode coshotel earns aestivon Em entaperspectvg lo contato de ee 5 Sieh Dut novelas Freer ma nl deta lsterade Ml ture aquelo que puedo ser leldey aslo qe no pede er ciaesonal de pat oper Lejeuoaingue evxistenlfgl lido~ slo puede ser pensadon como contratn de nterea 1ape nes urae-Pero aun at, lfcoipotencia de géaf™] No, Tepdoe por una lay que adviene ysobrevieen sls st 4 43 {etos: los constituye en un lugar como lectores. Estos inter ‘cambios ton el producto de una economia y por ende de un sistoma de equivalencias que transporta Ia irreduetibilidad del deseo la instancia de la eirculacién del deseo: transfor- ‘ma la ley simbélice en la imaginaria satisfaccién, placer de la lectura. Esta fatal intersccei6n entre deseo prometido-im: ginado y deseo prohibido-simbotizado, entre lo ‘natural® yo | Imaginario desbarata el fel de todo contrato, Hl contrato barthesiano(ef.“Les récits-contrats",en Barthes, Roland, S/ Z, p. 92), para poner un caso, vale para algunos relates y es ‘un sistema de intercambio regido por la esonomta libidinal que metaforiza -ei ello es posible. el intereambio oconémi- 0, En sma: si el relate vafe por'un euerpoo si el soeroto (Ia Tectura, el desciframiento) vale por la vida, es porque ese contrato es siempre un contrato donde la ley Ia establece un tercero, ni el autor el Teeter, sino el deseo o si se quiere, la Interrogacién por el Deseo. El coatrato regide por el deseo =pacto amoroso'en definitiva- yl contrato ragide porlo eo: ‘cial, pueden acordarae, concordar en tanto la maleabilidad el deseo hace del placer y de la prima de placer un valor constante. Pero el confra‘o aceptadofvechazado, en la logica de la renegucion, se funda, for prineipid, en el goce del Otro, fs goce perverso,alionade absolitaménte al deseo del-Otro. iQué instrumento de goce os el‘cont¥ato do lectura? Para ‘qué y por quign se goza on Ta loetuta? Y el paicto-auto- biogréfico: qué lo furidamenta 6 le legaliza? Ya no quién goza sujeto deslefdo, sind.Qué goza: (hi seinejante, mi Hermano, ral hipéerita leceoe? Citando Ph. Lajéuiie evoca, en £2 expacio autobiogréficé la *tooria”sogiin lé cual la novela seria verdaderariente ma profunda, mad auténtica que Ia autabiografe, segun la opi- nigh de grandes @scritores, procisamente: aquellos novelis- tas que han escrito autobiografias o.memorias (Gide; Mauriac, Sartre) la seiala como una ilusign ingenua, Al re tomar las opiniones de éttos escritor segin lor lectores, sus “ obra de ficciOn serfan mas reveladoras que sus propias auto- biografias, Lejeune deduce la ereacién del espacio aut. Diogréfico, alli donde seguramente eo aloja el secrete deseo do estos eseritores, que en todo #u obra, aun aquella de fc cidn, 6 lea la verdad de au eseritura y por ende de su vida Esta inversion de los términos parece correcta a primera vista, pero se nos ocurre que la perspectiva de Lejoune eie ra el paso para colocar el problema en sus verdaderos 80. portes:el de Ia verdad come ficeién y de Ia ficein de la vers dad. Si las novelas ~generadoras de la ficeién— son mas ver daderas que las autobiografias de lo verdadero del seereto 4e Ia vida, es porque dicen lo que deben decir y como se debe decir:Ia verdad no puede ser dicha toda, slo puede decirse ‘a medias y transformada, la verdad siempre se dice indiree- tamente,y los novelietas ton profundos cuando dicen que no dicen, y cuando dicen Ia forma dél no decir, no cuando dices! ‘que dicen y Io dices. Bl “inisterio" de la ficeién esta siempre en todo discurso y ai vordad de simulacro es ubicua, apie ce por doquier,y sobre todo cuando uno se empeia en neat. la: cuando se quiere decir la verdad mas se miente y cuando mis so miente més cerewostamos de la verdad. Bata forma. clon de ocultamiento, de desciframient slo surge porque no posee ningtin sistema de Velamients, encubritniento, en- masearamionto deélaredo: solo ogurre que cuando més se quiere mostrar la verdad es euando menos se la qiiere ver: nuestra sistemaétien de verdades -muy cerca de la sistemé- tice paranoica~ preside nuestra Tectura de la verdad en el otro, y en Ia sistemstica de verdades del otro programa la lectura do nuestra propia verdad. No ex verdad lo jue se quiere hacer pasar por la verdad, es verdad aquello que ad- mitimos como verdad para nosotros, y ei esa admision s¢ instaura una légica férrea que deralaja cualquier subje tivismo solipsista pues constituye el orden de eéleulo del fujeto que desea. En esta encrucijada -trivial pues entre: ‘ruza las tres vias del saber" aaber del sujéto que es saber 4s del objeto, saber del otro (a), y saber del Otro (#9-, se juega {a copstruceién del acto autobiogratico, El acto autobiogréfico Yq decir del autbigraf det Preidnte de Sala ‘Slncez que olbelya dlrs cto oto oncoands Jodas ls planes tye Yoy fs teceaten inetaarand ee sionco absolut alsdedor dela ptabre det Oro que ‘eunda desert paronara Otro escrito a eseritura antobiogeign teratura,autobiogréfica— implica una “teorética® {ide nudiamo del termino, es decir de icin tworiea, una {Ronin ficconal el acto autobigrdficey dl texto que es SSnuceuencigsactoy texto son simltaneos y solidagion en su composicion y formali gene Tl Gadgingui de construreln de una personatided o de ‘un ea*deter (el caracter es lo Real del Yo: es aquelio que en tl'vo alempre vuelve a su lager. para,cl otro) sobre at Yo Ghetto saporta Este procene puode Ilaarte autoanlisn, SMamisinos que tofo autoanslisjg ct sempreen anaisis. Gost un thro'La eceritura desta temporalidad pobre lon $eedcaon dela pemoria,e recuerdo y¢1 avid, sabe ate Tomemoraciéa y de rememoracin, es el complejo que funda oh hey toe pact Beste suobegaieo tpie ypa topoelocutiva de relaciones, no un contrato de lectura. ee cncamante we dice it. Benveniste, B Proflemes de ingssngce genera) ddlgo proce y funda e ondlg. eGctaementeefaparaofovmal dela enuncactaimplica vn Tone yal 7a de a intrlocacén y exe Uno (el BD, ot, no {gu manifestacién como li- a en el sen- “6 én, El acto gonera una tempo- | i i persona, teréerp eluido de Ia ceremonia, det ritual comunica- tivo. Estames'lejoa, pues, de toda comnicacion expresiv referencia y miméticafeibernética, Inexistenela, pues, del mon logo, impotiblidad del Terero: Sin embargo, Lecan, retomande estructura interlocutiva del wits freadiano, investiré cl rango do ese tres -tercer lugar como el Otro (la Ley) detoda interloucicn, l eonjunto vaeio (0) que marca no tanto lo incompleto sino el pleno virtual de ta significanca, eso pleno incompletado por el casillero vacto de objato pect a. Caida dela completud, fsura, fall fractura; resto, Poro ese Otro (A), lugar de toda posibiidad comunicativa es al mismo tiempo el lugar de la imposbilidad, de 1a interrogacion, dela “perturbacion’, de la hostilidad del deseo, el deseo fundante, que para Freud os slo uno deseoincestuoso y como tal imposibleE1Tridlogo,aquello que llamamosfapoelacutia, puede ser peneado como a estructura profunde, le maa profunde: (y dobemos precavernos -recordando a Freud de los términos «que convocan figuraciones,dlagramatizaciones Pelreo),tpicas que son solo tépicas, como el espacio doméstio (Aeimdich) donde s¢ Soporta una coremonia privadtsima ugar dt rtual del parentec, Ge [a PALABRA come interleucidn edipica que induce «la con grucncis de una formacién histéria y una experiencia humana intransferble, jada en la estructura arcaica del sujeto: las voces ~polifona, rifonfa matricial- donde se deroga toda posibilidad de ‘sentido Gingutstieo)yseinstaura el signficante imperial a fun «idm Togica del falo) como el diferencial seméntico que.merea los dugares del drama (edipiga) y traza ls veetores del diseurso (del deseo) Alf donde la flta de marca e6le puede ter pansada como el vaco de toda representacisn,o mejor donde comienza ajugarae «l drama-représentacién del sentido. Recordemos que Julia Kristeva, acentuando t6picafreudiana,intenta dar cuenta dela constitucén del proceso de la significancia por ende del sujeto: lyre ee spac ited nin tensa pacha panda cate Sle spinnin, Pata min nos iteduce en cones tengo eo Fe ” ett quest de ia embargo, por ocho de eatarprivada de aida, de inn doshas oe spite sone areianente Las‘pobiciones del eujeto, ef poiletosamionto del sujeto frente alas articulaciones del lenguaje (Dada la frecuencia deenunsiados de topico demostrativa ¢n las primeras frases tgramaticalmente construidas, podriamos adelantar que’ a ‘entrada en fa siitaxgs eonstituye una primera vittoria sobre Ta madre... ‘Nombres de lugar’ren Pofylogie;p. 488), 1a Alova a soctenék simulténeamente hipétetis Hngafatiens (l texto como objeto ertructurado lingasticamente, jerarqui camente) y posiciones diseursivas (el zexZo"como artefacto Semistico y sistema de relaciones interdiscursivas), donde fl peso parece reeaer en tina homologia estructural entre estratos del lenguaje y estadios del proceso de subjetivacién Sobre la base de las etapa peicosexwales freudianss. Por nuestra euienta, el espacio preenunciativé (el sieip como'co-relotorde la segunda tépica) ox €l luhr dé la farchieseritura donde el sujeto se eseribe'come dialégico en Felacién a la pkimera gran treqgo materne, soporte de todas las identificacionts posteriores. Este espacio no puede’ ser considerado significante, pero tampoco a-significante, sino Oberador de la significancia (a ‘menos que la historia traumatica del sujeto lo destine a la derogaci6n' lingtistica fesquizofrénica, al silencio eataténico, o°a la potenciacién ‘megalomantaca del apa¥ato interlocutivo exaltado én cl de- lirio parancico), lugar donde el objeto esta ausonte'y fo pert mite la distincion entre lo simbolic y lo real” Bste“espacld hho sométida a Ia ley (simbélica)'es homogéneo, indiserinil prado, continuo, no estructurado, sin bifurcacion y por ende ‘Fin relato posible. No'est4 estrubtirada pero sf sometido al ‘ordeivde ln pulsin liberada, donde demanda ysatisfacién 6 no son discriminadas como pares interactivos sino vividas como.pura proyeccién continua, en suma, lugar del narcisis: mo absoluto, donde es posible enlazar el gace jubilatorio del cstadio del expeja, antes de que el sujoto pueda objetivizarse tena daléctica de la identifieacisn ab otro. Bs el apoyo nece sario de la investicién ineonsciente que gracias ala libertad de Ia onergia condense los significantes y los desplaza sin (quo ae constitayan como representacign signica, tarea que ‘corresponderia al Pes. Lalibertad del sistema es constante “Cuando un determinado proceso primario puede desplegarse sobre los elementos del preconsciente, resultaedmico'y pro vvoea la visa” (ef. Freud, S., £2 chiste y su relacin con el im conscionte). Y si esta articulactén laxa tiene reglas, Freud lae mares nitidamente: condensacién y desplagamiento. El fenémeno de la transposicién (Zineteung) nos permite pen sar una fermacian de lenguaje (dentro do wn modelo de Len: ‘paa) come Isomorfa a la del proceso primario, Fl didlogo especulay, oblado sobre el dislogo amoroso con la madre como abjeto total inceatuosd; induce la posicigy del abjeto separado, la constitycin de la alteridad y por endela primera gran alicnacién en el otro. El Jenguaje queda, de ontratla, alienado en el deseo, pero para eonstituirse como tal, como digcurso, como Zopoe/orntion ~camo trama de liga: ros de la eloeucion;debera soportar la mayor eatdstrofe que sufre la historia del sajeto: In eaatracion, entendida como el rogimon de le Ley que permite laconatitucién del eujeto como intorlocutor viable a través dewu entrada en el campo sim- Délica porila cireulacién del Significante falco, pasando de {idlogo a trislogo, Si la lengua es materna, ol discurso es paterno, y el lenguaje, como el falo, debe ser recibido dos ‘veces para que se constituya como tal. El aparato formal de la interlocueién,régimen matricial’ dellengusje, ser4 siem- Pre una estructura fragil e inestable (siompre wnheimlich) Pronta a recaer-en ta rogrosién esquizofrénica o-ep Iq for slusion psicstica. Emergent de la lucha entre-Narciso ¥ 49 Edipo y sometida al combate indestructible de Bros ¥ ‘Thanates, es, no obstante, ol lugar el inico lugar donde al. significdnte.puede, atentando contra si mismo, es deci, ro- sgresando alla literalidad absoluta, renegar de la ley paterna ¥ alienarse ~como ‘ex‘o- en-la ley salvaje que mas allé del placer eseribe el goce de la escritura sobre el borde mismo dela muerte, Esta fopoelocutiva se ordena sogin los siguientes jes registro asimético de una estructura de relacién no con tractu; ~planos asintoticos, de doble asintotismo, entre los luga* res de la emisiom y de la recepeién de los discursos de los styjetos implicados; ‘augerande el texto de wn intradicho de un interdicho ‘que se convierte en entredicho, es decir, un equivoco sustar- tivo, ubstancial, es decir, fondante, que evacua toda posibi liad de concordancismos exegéticosio hermenéuticos. 1» El acto autobiogrético sobre el que repora el texto obiogréfico origina la excritura de Ta vida de af miamolde I mismo. Sies una escritura del Yo, ese yo den excritura ot producto de una constante vacilacién entre el Yo auténomo (yo literario: yo autor/ yo narrador/ yo personaje) que cobra figura de consistencia y el yo eseriturario que se auscnta.Y s ovidente que este raago es comin a todas las exerituras del yo (diario intimo, memorias, eartas, autobiogratie fit cia, novela biogréfica)-lo-propio de la autobiografia es au gentar al sujoto de la escona do Ta escritura ocupada tota- litariamente por el yo condensado del eutor-narrador-perso raje. Bl imaginario escritural de la auto-biografia produce sa densificacién del yo que so simula continuo en una es- critura que por definicién =como toda excritura, ex pura dis- continuidad. La continuidad de la presencia del Yo imaging rio que subsume al otro especular y desaloja al Otro simb lico (Jo niega en Ia autobiografia oen los recuerdos de infan 0 cia, To potencia en un Real jrreductible en lag Confesiones, 0 lo.constituye como Ley Absoluta de la Causa en las Meme- ras), Se ve interrumpida por sucesivos desgarrones en st imagen, desgarros por los que el otro ae hace ofr: donde 26 sitsa una consistencia tarde o temprano ae hace oft la die Continuidad que la soporta. En la autobiografia esa discon- tinuidad tiene un nombre: la memoria y su fundamento, el vido, otra forma de la pequesa muerte, La muerte por la tseritura inaugura la vida della literatura. De abt que eecrh bir, no importa qué, siempre presenta obetdculos, por esa, imposibilidad de renegar del'Yo en el mismo momento en {que éste se convierte en el soporte del sujeto, Bl acto autobiografico se instaura cuando el yo escribe sw, biograti: lo biografico de la autobiografia, Pero evando cl yo se escribe a si mismo como otro oviginando el acto auto- biogréfic, adviene un hecho singular que trastorna el con: trato de ezcritura: no es otro el que se aleja como él (como ‘Tersero),e8 yo quien se dice como él. Esta singuleridad, qui- 24 Gniea y por ende fundante dela autobiogratin, que podria ser formulada axiométicamente en la légieg del sujto: *Yo-e eseribe a sf misspo come otro” se transforma en E10) excrbe al (en eD otro comp sf mismo" La extrafiera de Rimbaud: ‘Je est un autre’ presupone la cextratieza del sujeto que ge ve como otro de si mismo y es la premiaa de toda egcritura del yo. Pero la formulacion auto- Diografica completa es Ja que proponemos: aquella que mar- ala profunda exterioridad del sujeto en su méxima interio Fidad que instaura a su,propio yo como otro, como 41, como objeto, en el propio espacio de su escritura-Que ese otro re torne desde algun lugar, y exe lugar sea lo Real, nos permite 51 pensar que las formas extremas de esta posicién subjetiva, las confosiones, y quiza los reeuerdos de infancia, eo insta lon come el Otro radicalmente extraiio en la potenciacion de Ya interlocueién paranoica. Las confesiones's, ante el Juez, ante el Magistrado, ante el Sacerdote, ante el falso sf mis. mo, ante el Lecter, todas figuras de Ia Ley, son posicio- namientos ~al decir de Derrida- ante fa Ley. Esa ley, que prefigura'y confirma la ley del intercambio eocial, es tam: bign la Ley del Torta: el texto hace la ley ante el lector el critic) ¥ en las con/esiones ~donde la Voz hace ley de Ia le- tra- sespone on evidencia precisamente Ia confusién entre la ley de la Vida y la Ley del Texto, entre aquello que hace funcién de Reel y lo Simbslico.. Sila ya larga pero actual. teorizacién sobre el deadoblamionto (Tos deadoblamientce)y Ja dialéetica del sujto cuestiona el aufos dela sutobiogra fia, norinteresaria reparar ahors en ol resto del sintagma la blografi. Por endo y en principio, Ia autoblograia no ef més que un biografa: Ia etcritura de una vida que por su fintema de expansiéa y reroaccién puede aleanzar «amis: tno, al otro Zodo ef mundo, com lo pretende la fru do Gertrude Stein, esa deseubridora -como todos lo saberos dela mirada de soslayo y de Ia alteridad de (en) Ia excitara contempordnea de Bajtin. Pues junto Is disoluedn del yo Imaginario puesta en evidencia en auestro trabajo como fandante del acto autobiogratico, Ia biografla de Ia aute-blo srafia pone on relacign la eeeritura del éyoe com el euerpo de Ta eaeritura, y valga una vex mas la vailacin del genitivo ahjetivoy subjetiv, y por ende, con la muerte, La muerte ‘Thorizonte que define Ia vida. Una gratia del Byes, una eritura dela vida, loos pensable en el horizontto-a veces ‘no confesado~ do una eacritura de Ia verte, si es que esto 8 posible. Por oso, J. Derrida en gu ‘Autobiogratia de Nietzsche" instaura la Zonotolagia como el erpacio donde se inscribe le escritura del byos. Es obra del azar, ode las le yes regladas del azo, ol que la autol sgrafla'se potencie 52 ‘como género literario eh el siglo ef que ios discursos de fos ‘zéner0s y las especies permitieron el entronizamiento de la (flogénesis, que perduratia ain en Froud y en Niotzache bajo 1a figura de la goncalogia? 2Bs la autobiografia una respuesta fla pregunta por la Bio-grafia de Ia especie humana? Si el recondcimiento del Yo moderno a partir de Descartes, sepa- ra Ia autobiografia moderna de las vidas y autobiografias hhagiograficas, segin lo demuestra Paul Zumthor (cf. ‘Autobiographio au Moyen Age, en Langue, texte, énigme), lproblema de la evolucién de la espécie coloca ala autobic- tgrafia en relacin con Ia letra del linaje humano que-vomos forecer simultdneamente en ol folletin, en las novelas de familia, en los deliios de filincién y autoengendramiento de Jos locos de los siglos XVIII y XIX y nos permite poner en funcfonamiento nuestra categoria de eruza textual: La evo Iueién de las especies de Darwin deria una respuesta a las Confesiones de Rousseau, Si sostenemos que la autobiogra fia mas que cualquier otra escritura se inscribe a partir de su relacia con el cuerpo, el cuerpo de la letra, y por ende Gel acabatniento de exe cuerpo despojado, resto definitive que Mamamos cadaver, forma materializada de fa muerte en el delirio bioldgieo, es porque ese cuerpo ~cuerpo de la obra y cuerpo del sujeto™ tiene en In autobiografia una posicién muy particular: es s6lo cuerpo recordado, euerpo alvidado y por To tanto cuerpo reinvestide en la operacion de recuerdo dela plain de escriturs, El acto autobiogréfico ea simulténes- rente acto de eseritura y acta de nacimiento de esa escritu- ra: todo nacimiento ~figura de origen- reinte siempre a los recuerdos de ese nacimiento.A menudo los Hamamos recuer dos de-la infancia, - ‘Los recuerdos de la infancia (Plelide foudiano ee una forma dela memoria, ‘forma misma, mde prose, +t Lac, Seminati Xi Problemaserwialsa pura el picandlics 7 "Texto a reviendo poe tar Los recuerdos de infancia no ferman parte necesariamente ‘de Ia autobiogratia, De hecho, si no# gtenemos a una percep tin de los,rasgos pertinentes eatablecidos por las clasifien. cones def género podriamos dudar. Nuestra posicién e= la siguienté: eonsideramos que lod recyerdos de infancia cons tituyen la oscona arcsica, primaria, primitiva, que funda el acto autobiogrdfico, Por letants, ne habria autobiografia ein testa oscena arcaics."* Como tal, esta ercena implica su pro; pia busqueda. En el rocorrido de eaa busqueda es donde 20 produce la oscona arcaica. No es solamesite un efecto de posteriori fundante de todo recuerdo, sina que es’ escena ‘lucinada en Ia repeticidn.que la eacriturn produes en esa basqueda. Generalmente, luoge de enconcrada ~s6l0 seyen- ‘eyentra lo que ya ae eonoce- se revela como el dispositive slereto dol deseo dé la eseritura. Su acentuncién de fijeza, Ae cuadro, de episodio, est dada por au valor de,ccontec. ‘miento. PranstempoFal, gengra.la temporalidad de la’ vida escrita y os la temporalidad de la eierituta. Bnunciade oh 1a fijeza del fantasia ya no puede,ser evitada: la lucha cons tante contra el o/vido nos sugiere que el olvido no es. 14 con- trapartida ni el efeeto del recuerdo, ni siqiiera.su figtra 16 ica antitetica, sino que el olvido es fundante de la metao ria. La escena primitiva funda en su retrospeccién In con temporaneidad dol acto de eseritur de Ia vida con el acto de recordarla en funcién del olvide necesario p 1 reconacerls ‘como tal, La forma retorica que la soporta y In construye et ry 1 episodio.™ Este episodio.veraadero.constructo del rela to- sobreviene ~y es el nombre que le conviene de acuerdo fon su filiacién retérica-ven.el texto como espacialidad y como femporalidad. Comoe sobreviene como frag- mento recortado (et una het fen Th irotopia exer turaria); como temporalidad, sobreviehé como reve/acién, es tuna heteroeronia on Ia isoeronia-textuil. Dé esta heterotopia ¥y de esta heteroeronia ge.nutre el-acontecimiento de la in- Fancia; aquel que héedtafiamente existe para cumplir la fie- cidn de phiicipio ei eltexto yen el relatode la vida. Cuando el texto no prodaice motive de Ia causa.no puede fancionar como autobiegrafia:aqut lafiecisn construye la legalidad del texto autobiogréfico. La dscena primaria es aquella simul sion dela maquina programadera, o8i'se quiore del-engen: Gramiento, simulacto de produccién, simulacion de fuente, ¥ por ende, de enorgia.cs¢tituraria. Sostener que tod auto- biografia ee excribe pard sostinér y sdstenerse-en el episo: dio, devia excesivo, péro.si funei6n'de-causa la instaura! a) ‘como origifiaria dela eseritura; b) como originaria del suje 40, ©) como originaria del actS'dé recordar. -3~." En las Memorind.Ia recotdaclén:es precisamonte memo: Hiolistz, we fade 61 recusrdd.de.la historie:subjetiva y su verdad patquica con el'recuerdovde la. Historia y-eu'verdad hist6rica: as Mensorias generan grandes honibrés, verdade- 6a personajes donde'autot, poFsonaje y Harrador'son absor* bidas por el acontecimiento dea Historia.-El recuerdo de la Infancia en la abtobiografia: que eé también uns “teorfa" del conliehio, y 1s infuneia pritnigénia'del recuerdo, subsume al stor, arrador y personaje en tu temporalidad.retroactiva, donde so.enigmitiza lavvacilacion.cfitre aquello:que deses- ‘mos sé (ahora), aquello.que-deseariamos scr (en,ol futuro) Y¥ agiello que'desamos-haber.sido (en-el pasado). Las Me- ‘morias fondan vn'sujeto que no vacila: afirma y simula'aeti- vamenté escribir la:verdad de los hechos;eree recordar todo ¥ de todo, lo-mojor;lo nds provechoso para‘eh-relato dela 55 verdad: Le-memoria de Ia autobiografia, ab mismo tiempo ‘gue recuerda:(rememora), oscila entre ol recuordo exfeub ‘dor, eledeseo de saber, In magnificencia'y Ia atraéeién de Ta! tausa:y el poder diligente de la eserituFa: SaBido résiémora comienza'a olvidar, . : + Freud nunca establecis claramente la distineién entre vido y represion. Las diversas alusiones que apareceri en sus textos siempresos vincula pero nunca los confinde. Bs evi dente que, en-el-plano més general, tanto elalvido como 1a reprerién aon conatituyentes del eujeto diidide, dela Tchspaltung feendiana, En un “Trastorno de In métboria en In Acropolis” (ef Froud, S:, Trastorno de la menforia en a Acropolis, O.C tomo I, p. 754) esa divisioh apatece sitida mente dibajada entre el sujeto-que enuncta su duda y's! su jeto que descubre este cnunciado y lo critica (unciéa ‘superyoica): Te que se. veva (las ruinas de Ia Acrép3lis) “io podia ser objeto de duda: Sujeto-de Ia aida eujeto ineré Sulo- el que.ve,-sujeto de la renegacion de la duda, G6 no hhace mas que confirmarla (eso'sujeto que recordal ido). Més allé.de la oposicién verlotr (présencial fn el recuardo) vineulada al acto de rememors podemos verificar.en el texto de'Freud ox Ta nécesidad del Yo -algoren el yo en su relacién eon lo Real de-extofidér la cconviceién hasta lo inconsciente”Aqui el yo del sijeto poser tuna fuerza-ineretble, intenta dominar, cerear, invadir la bordura inconseiente ~clalvido quiza sea esa bordufa~ para ‘que el desco inconsciente(visitar Atenas) sea un cuilimien- to de deseo (estarren Atenas) interceptado'por la décepéién (Gatar en Atonas vista no es la Atenas'cida en la memoria) Vemos agate! poder de sostén alucinatorio-dél desea que posee tlreuerdo y por endo el cuestionamiento de wna rea" Uidad siempre en telacién asintstica con la verdad. Sila te- presion retorna, el olvida conserva. Extrafa paradoja: no és Ia momoria-la quezcohserva, sinotel elvido. El olvido es la condicign tgica de:larmemoria y.de eurememeradién 6 56 feetuacién tiene una condicidn imaginaria quiakméticé? ‘cuando mas se quiere recordar mas se olvida, y cuando mas se olvida mas se recuerda. El'saber del olvido es saber-aé repeticidn, como et de la represin, pero en el nivel de Tos urteils freudianos, su marea ea siempfe enunciativa ¥ denegativa: nadie sabe qué reprime ni qué cosa repriine pero todo el mundo sabe qué olvida aungiue'no sepa qué cosa oli 4a, generalmente un nombre propio, pero también el nor bre dela llave, 0 el nombre del objeto. En'el momento en que recordamos el nombre (en sue propiedades de nomina- Tisaéidnslocalizacién*determinacién) ehcontramos el objeto Lo que el sujeto dice cuando ae hace cargo de #u olvido es lo ‘ue dice el paciente de Freud: "En verdad, siempre he sabi do todas estas cosis, s6lo que las he elvidado”:es:el saber ‘que se llama casi gozosamenteasenerlo-en fa punta de fa len ue, como una malicia do la linguisteria, El olvido, en fsutebiografia, genera Ta escena primitiva ~due s6lo es tal potque ha sido olvidada, recordada* que genera la memoria Gel comienzo. BI comienzo er la forma que cobra la utopt invertida delsujeto: pone en el pisado aquello que ne puede realizar en el presente perb que desea que ya no espera ef el futuro. Nadie eacribe #u'infantia én su infancia, siempre se la escribo ~cuando se puede~ en la vejez. El infante no puede escribir Ia infaincia porque no.sabe nada de la infan- ‘ia: et un saber imposible porque todavia no ha vido olvida: do. El olvido, a diferencia de Ia represion que esté regida por el principio del placer-displacer, esta determinade por el oce y por lo tanto-vs lo tinico que puede fundar a ‘anatagrafia y Io biogratico de ta autobiografia. La repre: 16m no rige todas las opofacioies logicas del édleulo del eu jeto y por endo no proside la vacilacisn de le certezs del mis- ‘mo. El olvido como borde de Ia represién~en el sentido to- Pologico del término-—es decir como envés refractado de la represién~cauciona el sistema de los enunciados logicos del svjeto que constituyen el campo de su verdad. En contra de a

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