Un aniversario de bodas, tragico
La Babysitter de la hija del CEO
Karerina
Un aniversario de bodas, tragico
Cuando Nolan recibio aquella noticia, su corazon dio
un salto al vacio. No podia creer lo que aquella mujer
al otro lado del auricular, le decia:
—Debe ser una broma Vanessa. Si fue Aurora quien te
pidié que me dijeras eso, no me parece nada gracioso,
es de muy mal gusto a decir verdad —la voz
comenzaba a temblarle.
—Sr O'Brien, no es un juego, su esposa acaba de
ingresar sin sefiales de vida a nuestra clinica y su
hija aunque esta con vida, la tienen en observacion.
Para Nolan esa noticia excedia el limite de lo irreal.
Minutos atras habia conversado con Aurora gCOmo
ahora ella iba a estar muerta? Aun tiene en su cerebro
grabadas aquellas palabras y su voz.
—Amor, voy rumbo a casa, no te preocupes estaré alli
antes de la cena. Llevo vino para celebrar nuestro
aniversario. Te amo.
A diferencia de otras tantas veces, Nolan olvidé
responderle “También te amo”
1/10Un aniversario de bodas, tragico
Esa frase se repite constantemente en su cabeza,
mientras conduce a toda velocidad hacia la clinica
donde é] mismo trabaja como CEO de Health and life.
Baja de su auto apresuradamente, corre por el pasillo,
las lagrimas en su rostro continuan su recorrido
incesante. Su coraz6n sigue acelerado y el terror en
su mirada. La recepcionista, el vigilante y algunas
enfermeras se topan con él sin poder ocultar su
desconcierto ante la noticia del fatal accidente. “Lo
siento” “Lo lamento” “Mis condolencias” el eco de
cada frase llena los pasillos de aquel lugar.
Justo del quiréfano viene saliendo el Dr Hessen,
quien al verlo se detiene y le ofrece un abrazo. El
gesto en el rostro del galeno, evidencia que ya nada se
puede hacer.
—Lo siento mucho Nolan, no sabes como lamento la
muerte de Aurora.
—No, ella no puede estar muerta, por favor Mark dime
que es mentira, ella no.
—Entiendo por lo que debes estar pasando, no ha sido
facil para ninguno de nosotros tener que darte esa
noticia. Por suerte, Samantha esta sana y salva,
algunas escoriaciones, pero nada que no se pueda
curar.
—iMi hija, donde esta mi hija? —pregunta con afan.
2/10Un aniversario de bodas, tragico
—Esta en observacion, la joven que logr6 sacarla con
vida, esta con ella.
—Qué joven, de que me hablas, Mark?
—Es la chica que llam6 a la ambulancia y quien sacé a
Samantha del auto a tiempo.
Las palabras de Mark aturden aun mas a Nolan
éQuién era esa chica y por qué estaba con su hija?
Caminé6 por el largo y amplio pasillo sin detenerse,
entr6é al area de observacion. Al ver a su hijaen la
camilla se acerc6 angustiado.
La pequefia de apenas tres afios, estaba dormida
producto de los medicamentos y analgésicos que le
colocaron, tenia un hematoma visible en el lado
derecho de su rostro. Parada a pocos metros, estaba
una joven delgada, alta, vestia un suéter gris y jean
desgastado, llevaba el cabello recogido en una coleta
y un bolso en su espalda.
—~Quién eres? —pregunt6 con voz ronea Nolan.
—Soy Violeta —respondié en voz algo grave y con
gestos pocos femeninos, metiendo sus manos en los
bolsillos traseros de su pantalon— Vi cuando el auto
se estrellé contra la barda de la autopista y aunque
traté de ayudar a la senora que manejaba, ella ya
3/10Un aniversario de bodas, tragico
estaba sin vida. Cuando pretendi llamar ala
ambulancia, escuché el llanto de la pequefia me tuve
que meter rompiendo el vidrio de emergencia para
poder sacar a la nifia.
—Supongo que debo agradecerle, no. —Sacé de su
bolsillo, su mévil.— Digame cuanto es y su numero de
cuenta.
—Esta usted equivocado. No me debe nada. Yo sélo
hice lo que debia hacer. —responde parcamente.
En ese momento, la pequefia Samantha abri6 los ojos
y le sonri6 a Violeta.
Ante el gesto de su hija, Nolan se sintié desarmado. El
era un hombre rigido, recto y muy controlado; sdlo
Aurora y su hija despertaban en é] sentimientos
nobles.
—Sami, mi amor —se acercé a la pequena, quien al
verlo no pareci6 reconocerlo.
—_Quién es usted? —pregunt6 echandose hacia atras
y extendiendo los brazos hacia la chica extrana.
—Mi amor, soy yo, papa.
—Sr Nolan, recuerde que la pequefia acaba de ser
victima de un accidente, ella puede estar pasando por
un episodio de amnesia —dijo la enfermera, mientras
terminaba de colocarle el medicamento.
—iQué dice? Dice que mi hija no me recuerda a miya
4/10Un aniversario de bodas, tragico
esta extrafia si. —Violeta sintié enojo al escuchar a
aquel hombre dirigirse hacia ella de aquella manera
tan poco amable.
—Creo que mejor me voy —dijo en tono hostil e
intent salir, pero la pequeha Samantha comenzé a
Norar.
—No te vayas Violeta, no te vayas.
Ante las suplicas de su hija, Nolan tuvo que pedirle a
la chica que no se fuera.
—Aguarde, mi hija la necesita. Solo digame cuanto
debo pagarle.
—Usted, cree que todo puede resolverlo con dinero,
éno es asi? —lo mir6 fijamente, con el entrecejo
fruncido.
—Violeta, no te vayas, por favor. —Pidio la pequefia, la
chica se regres6 y tom6 su manita.
—No me iré, Sami. No hasta que salgas de aqui. —se
inclin6 y bes6 a la nifia en la frente. El beso de Violeta
fue tranquilizante para la pequefia, quien se recost6 y
cerr6 sus ojitos. La chica acaricié su cabello y
Samantha volvi6 a quedarse dormida.
—Necesito hablar con el médico, :puedo dejar a la
nifia con usted? —La pregunta parecié ser mas una
orden que una peticion, atin asi, Violeta asintio. Para
ella era terrible saber que la pequefia Samantha habia
5/10Un aniversario de bodas, tragico
perdido a su madre como para abandonarla ella
también.
En tanto, Violeta camina de un lado a otro de la
habitacion. Ansiosa, mira una y otra vez su reloj. No
podia creer que llegaria tarde, justo en su primer dia
de trabajo, en el lujoso restaurante donde tantas
veces son trabajar.
Comienza a impacientarse. Pronto ve a lo lejos, al
padre de la nifia acercarse.
—Que bueno que regres6. —dijo visiblemente
estresada.
—Si, estaba conversando con el médico sobre la
situaci6én de mi hija.
—iQué le dijo? ,Va a estar bien? —pregunt6 ansiosa.
1
—Si, dice que puede ser momentanea la pérdida de
memoria.
—Me alegro mucho —colocé su mano en el brazo de
Nolan, quien la mir6 a ella para luego dirigir su vista
hacia la mano de Violeta. Ella apenada retiré su
mano.— Hasta luego, debo irme.
En un raro instinto, Nolan la tom6 del brazo.
—Aguarde. —Ella lo miré y luego miré su mano
sujetandola con fuerza; imit6 la mismo accién que él
segundos atras.— Disculpe, retir6é su mano. Sacoé de su
6/10Un aniversario de bodas, tragico
bolsillo una tarjeta y se la entregé—. Cualquier cosa
que necesite, estoy a su orden.
Violeta tom6 la tarjeta, la mir6 por ambos lados y la
guardo en el bolsillo de su suéter. Salid
apresuradamente de la habitacion, corrio por el
pasillo, sali6 hasta la calle y detuvo un taxi.
Como suele suceder, siempre que estas apurada, todo
se presta para que llegue el caos. El trafico era
terrible, ya eran mas de las 6:00 de la tarde, Violeta
prefirié bajar del auto y correr hasta el restaurante.
Entro por la parte trasera para tomar su uniforme y
cambiarse, pero la gerente la detuvo. 1
—No puede pasar, lleg6 tarde y ya todos los
empleados tienen asignadas las mesas que deberan
atender.
—Pero apenas estoy llegando cinco minutos tarde.
—Debe estar aqui diez minutos antes. Lo siento pero
si lleg6 tarde el primer dia, no quiero imaginar luego.
—Pero... —la gerente le mostré la puerta de salida,
Violeta tuvo que morderse la lengua para no insultar
a aquella déspota mujer.
Enardecida y ofuscada salio de aquel lugar. Lo unico
7/10Un aniversario de bodas, tragico
que tenia de dinero lo habia gastado en el taxi. Revisé
sus bolsillos, apenas encontro la tarjeta que minutos
atras le entreg6 aquel hombre tan frio y arrogante.
“Ledo. Nolan O’Brien CEO” leyé su nombre en voz alta.
Si algo no deseaba Violeta era volver a toparse con
este hombre. Rompi6 la tarjeta en dos, y la lanz6 al
bote de basura. Era mejor no tener que ver nada con
un hombre tan mal agradecido y envanecido como
Nolan O’Brien.
Nuevamente miro su reloj, en unos treinta minutos
deberia estar en su casa. Eché a andar, la noche
estaba fria y la brisa helada la hizo estremecerse.
Mientras caminaba recordaba aquel accidente.
kek
Ella acababa de bajarse del bus; se detuvo a mirar a
ambos lados de la amplia avenida, aguardando que
algtin coche se detuviera y le diera paso para cruzar.
Justo en ese instante, Aurora frené para que la chica
cruzara, pero repentinamente el auto de atras nunca
se detuvo e impacto fuertemente con el parachoque
del automévil de Aurora, dirigiéndolo directamente
contra la barda de la avenida. E] conductor eché de
retro y paso al lado de la chica huyendo del lugar.
8/10Un aniversario de bodas, tragico
Al ver aquello, Violeta corrié hacia el auto, la mujer
que conducia tenia el rostro ensangrentado y parecia
inconsciente. Violeta traté de despertarla, pero ella
nunca reaccion6, buscé su pulso, estaba muerta, se
alej6 para llamar, pero al oir el llanto de un nino,
regres6 al auto.
—jMamaéa! jMamita! —lloré la pequefia.
Violeta intento abrir la puerta de atras, pero esta no
abria; por lo que tuvo que golpear con fuerza el vidrio
usando su codo para estrallarlo sin que este pudiera
quebrarse y lastimar a la nifia.
Logr6é hacerlo, tom6 a la pequefia y la sacé del auto. La
carita de la preciosa rubia de ojos grandes y pestanas
largas, conmovié a Violeta. En el fondo, Violeta se
sentia culpable, si aquella mujer no se hubiese
detenido para darle paso, nada de eso habria ocurrido,
piensa. 7
La brisa es cada vez mas fria, Violeta apresura el
paso, posiblemente llueva y no desea mojarse, eso
seria cerrar con broche de oro aque! dia tan terrible,
lleno de incidentes tristes y enojo.
Un auto pasa a su lado, se detiene un poco mas
adelante, ella se pone algo nerviosa, su corazén se
acelera y su respiraci6on es rapida y entrecortada. Ve
aun hombre abriendo la puerta del auto, piensa si es
mejor correr hacia adelante o regresarse. Decide lo
segundo y amaga a correr cuando aquella voz la
9/10Un aniversario de bodas, tragico
detiene:
—jEspere! —ella se detiene en seco, voltea y se topa
con la mirada de Nolan O'Brien.
10/10éQuién tuvo la culpa?
éQuién tuvo la culpa?
—Suba al auto, la llevaré a su casa.
—No es necesario, falta poco... —Nolan la sujeta del
antebrazo y la jala hacia el auto, ella iba a reaccionar
golpeandolo, mas se detiene al ver a Samantha, quien
la saluda emocionada desde el asiento de atras.
—jVioleta! —agita sus manitas.
—Suba —le ordena. Ella abre la puerta y entra al auto.
—iEs ella? —pregunta la hermosa mujer que va
sentada en el asiento del copiloto y quien observa de
arriba abajo a Violeta.
—Si, tia, ella es Violeta. —responde la nifia.
Esther se acomoda en el asiento y mira a Nolan,
mientras él conduce. Esther, es la hermana mayor de
Aurora y siempre habia estado al lado de ellay su
cufiado. Esa noche debian reunirse para celebrar el
aniversario de la pareja y ahora debian prepararse
para el funeral de su hermana.
—Aun no puedo creer que esto esté pasando Nolan —
coloca la mano sobre su hombro. E! voltea verla.
—Por favor, no hables de eso —dice, mirandola de
reojo para que guarde silencio delante de su hija.
1/11éQuién tuvo la culpa?
—Lo siento —responde y seca con su pafiuelo las
lagrimas.
Nadie mas habla durante el trayecto, excepto cuando
él se dirige a Violeta para preguntarle su direccion.
—iDonde vive? —pregunta él. Ella un tanto apenada
por dar su direccion, le responde:
—Puede dejarme por aqui si lo desea, ya estoy
bastante cerca.
—No se me quita nada con dejarla frente a su casa.
Asi me sentiré mas tranquilo.
—Le repito, no es necesario, puede dejarme alli en esa
esquina.
Nolan no soporta que le lleven la contraria, pero no
puede negar el dolor que esta sintiendo por la muerte
de Aurora. Aunque parecia incélume, tenia el coraz6n
destrozado.
—Como quiera —él frena repentinamente; como un
gatillo mental se dispara en la pequefia Samantha el
recuerdo de lo ocurrido. La nifia comienza a llorar
desesperadamente.
—jMama, mamita! —Violeta mira hacia el retrovisor
con odio al padre de la nina.
—No llores mi amor —La chica la cubre con sus
2/11éQuién tuvo la culpa?
brazos y la arrulla intentando calmarla.
—Violeta, no te vayas —dice entre sollozos, Samantha.
Nolan apreta con fuerza el volante, quisiera poder
volverlo afiicos de la rabia y frustracion que siente en
aquel instante. Echa a andar el vehiculo, mientras
Violeta no encuentra que hacer. Impositivamente, el
hombre comenta: 1
—Ira con nosotros a casa. —Esther lo mira
sorprendida.
—No creo que sea necesario —interviene.
Violeta no sabe que decir, no quiere hacer sufrir a la
nifia, pero tampoco estar al lado de aquel hombre.
—Dije que Ira a casa con nosotros Esther. Si deseas
puedo pedirle al chéfer que te lleve a tu casa, luego.
Esther traga en seco, aquella situacion provoca en
ella incomodidad.
—Bien, Nolan, como tu digas.
Minutos después el auto se detiene frente a la lujosa
mansion. Violeta no puede evitar mirar con asombro
aquel lugar, era una casa como la que veia en las fotos
de los artistas famosos de hollywood.
3/11éQuién tuvo la culpa?
—Baje —le ordena él, ella obedecio.
Esther bajo del auto, arregl6 su vestido y camino en
direccién a la entrada. Nolan en tanto, sac6 ala
pequeinia, Violeta cerro la puerta del auto y camin6é
detras de él.
—Esta noche se quedara en la habitacién de
huéspedes de arriba. Necesito que esté pendiente de
Samantha. Ya mafana me encargaré de pagarle por lo
de hoy.
Esta vez, Violeta no quiso discutir, no delante de la
pequefia. Entraron a la casa, la chica recorrié con la
mirada la decoraci6n, nunca habia estado en un lugar
como ese. Todo era ostentoso y prolijamente
ordenado.
La empleada doméstica salié a su encuentro, pero al
mirar el rostro de Nolan, se cohibid de decir algo.
—Prepare la habitacién de huespedes, Camelia.
—Si sefior. —subio apresuradamente las escaleras.
Nolan miré a Violeta y nuevamente con tono
imperativo le dijo:
—Suba —Violeta obedeci6 a su lado, Mientras Esther
los observaba desde el salon principal, agitando el
vaso de licor en la mano.
Mientras Nolan llevaba a la nifia a su habitacién
continu6 dando instrucciones a la chica.
4/1éQuién tuvo la culpa?
—Necesito que esperes que se duerma. Yo debo
resolver varios asuntos. Luego la espero en la
biblioteca. Usted y yo debemos hablar. —Violeta por
primera vez, sintié temor ante las palabras de Nolan.
Tal cual lo acordado, luego de dejar a la nina junto ala
pelicastafia bajo hasta la biblioteca. Al verlo, Esther
fue hasta donde estaba él. Abrio la puerta del salon,
cuando se disponia a cerrar, su cufada se lo impidio.
—Ahora no, Esther. Necesito y quiero estar a solas —
dijo, mirandola con los ojos cristalinos.
—Esta bien, Nolan. Pero recuerda que yo también
perdi a mi hermana.
Ella se gira y él azota la puerta con furia, se lleva las
manos a la cabeza con desesperacién y se quiebra
por completo, camina hasta el escritorio, barre con
ambas manos todo lo que esta sobre él y llora, llora de
dolor y de tristeza. Se desploma sobre el sill6n.
—jAurora! gPor qué mi amor? ¢Por qué me haces esto?
—se recuesta sobre el escritorio— jAjaja! jNo puede ser
verdad! jNooo, Dios! Carajos no...
En tanto, Violeta le pide a Camelia que la ayude a
cambiar a la pequena.
—iPuede traerme una pijama para la nina?
5/11éQuién tuvo la culpa?
—Si, claro. —la mujer revis6 en el guardarropas y sacé
del gavetero la muda de ropa para la nifia.
Violeta cambi6 a Samantha y luego la acost6 en su
cama. Camelia permaneci6o junto a ella hasta que la
nifia se durmio.
Ambas salieron del dormitorio y fueron a la
habitacion de huéspedes.
—Esta es su habitacion —Violeta sonrié en
agradecimiento. —;Puedo preguntarle algo?
—Si, digame.
—iQuién es usted? Digo no creo conocerla y la verdad
es que el Sr O’Brien no deja entrar a todo el mundo a
su casa. Es bastante exigente y rigido.
—Soy Violeta, yo vi el accidente y fui quien saco6 a la
nifia del auto.
—jSanto Dios bendito! —se persigna la mujer frente a
la chica.— Es terrible todo esto. La peor tragedia en
esta casa. Hoy mi Sra Aurora debia celebrar su
aniversario de bodas, no puedo imaginar como este el
Sr Nolan.
—Aniversario? —pregunt6, aturdida con aquella
noticia.
—Si, iban a cumplir cinco afios de casados. Eran una
hermosa pareja.
6/11éQuién tuvo la culpa?
—Es terrible todo esto que esta pasando. Siento tanto
pesar por la nifa, aunque imagino lo que debe estar
pasando su jefe.
—No, no creo que se lo pueda imaginar. Ellos eran el
uno para el otro. El] St Nolan desde que conoci6 ala
Sra Aurora, se transform6 en otra persona. Se
amaban, eran tan felices. jEsto es terrible! —se cubre
los ojos con ambas manos.
—iCree que pueda lavarme el rostro? No he ido a mi
casa y estoy asi, desde temprano.
—Si, por supuesto. Si desea puede ducharse. Yo le
conseguiré algo que ponerse.
—No se preocupe, usaré lo que traigo puesto.
—Bien, como guste. ,Ya cendo? ;Quiere que le traiga
algo?
—La verdad es que no he comido nada.
—Voy a prepararle algo y ya le traigo.
—Gracias, Camelia. —respondi6 Violeta.
—Tienes buena memoria, muchacha. Pocos se
aprenden mi nombre facilmente.
Mientras la mujer salid, Violeta aproveché de
ducharse rapidamente. Estaba agotada. Necesitaba
descansar, pero aun debia darle explicaciones a aquel
hombre. Eso le preocupaba, podia notar el mal
7/1éQuién tuvo la culpa?
caracter de Nolan y ahora que sabia lo de su
aniversario no podia dejar de sentir compasion por él,
aunque fuese un sangron.
Salio del bafo, envuelta en la toalla, mientras frotaba
su cabello humedo. Sintié pasos acercarse, se
apresuroé a vestirse, cuando escuché el golpe seco en
la puerta, su coraz6n se acelera rapidamente.
—Aguarde un minuto —respondi6 ella en voz alta,
mientras se colocaba el suéter y abrochaba su jean.
Pero la puerta se abrié abruptamente.
Frente a ella y con una mirada repulsiva estaba
Esther.
—Dime qué es lo que andas buscando aqui. Vi como
quieres envolver a mi sobrina y sé lo que son las
mujercitas como tu.
—No entiendo a que se refiere. Yo no tengo ningun
tipo de intenciones, por lo que le agradezco mida sus
palabras.
—Para ser una salrapastrosa te expresas muy bien.
Pero te dejo bien en claro, mafiana mismo te vas de
esta casa.
—Sefiora no entiendo por qué me trata de esa manera.
—Es lo que te mereces, eres una arribista y puedo
olerlo por encima.
8/1éQuién tuvo la culpa?
—Se equivoca, usted ni nadie tiene derecho a tratarme
de esa manera —cuando Violeta quiso pasar por su
lado y salir de la habitacion, Esther la jalé del brazo
con fuerza.
—iA donde crees que vas? —Violeta se zafé de su
agarre y la mir6 con enojo.
—Voy a reunirme con el Sr Nolan.
—No va a atenderte. Me dijo que no desea ver a nadie,
entiendes.
Justo en ese momento, Camelia se asomo en la puerta
para darle a la chica el mensaje de su jefe.
—Violeta, el Sr Nolan te esta esperando.
—Si, ya voy para alla.
Esther apret6 con fuerza los pufios, no podia creer
que Nolan prefiriera hablar con aquella chica, que con
ella. Violeta salié de la habitacién y Esther detras de
ella, tropezando su hombro contra la empleada.
—Desaparece de mi vista, Camelia.
—Disculpe Sra Esther —dijo la mujer apartandose
hacia un lado del pasillo.
Luego que la empleada la vio bajar las escaleras,
sonrié de forma burlona. Esther siempre le habia
parecido una mujer insoportable y traicionera.
Siempre vio como envidiaba a Aurora y como se
9/11éQuién tuvo la culpa?
moria de celos al ver lo feliz que eran Nolan y ella.
Nunca le dio buena espina.
Violeta en tanto, se qued6 esperando que Camelia
bajara las escaleras y le indicara hacia donde
quedaba la biblioteca. La mujer al verla encogerse de
hombros, le sefial6 el pasillo de la izquierda.
—Segunda puerta —le contesto.
La pelicastanha se acercé, tocé la puerta y oy6 la voz
roneca de Nolan ordenandole pasar.
—jEntre! —ella movio el picaporte con nervios, estaba
realmente ansiosa por lo que aquel hombre podia
decirle.
—Con permiso —dijo ella y entro. Violeta observ6 con
asombro el caos que habia en aquel lugar, papeles,
libros, cenicero y un portalapiz en el piso, parecia que
un huracan habia pasado por alli, arrasando todo a su
paso. El, también la mir6 de arriba hasta abajo. El
estilo un tanto amachado de la chica, le
desconcertaba en gran forma.
—{Mi hija se durmié? —pregunt6 visiblemente
enojado. 1
—Si, sefior. Ya esta dormida. —respondi6 ella, levando
sus manos hacia los bolsillos traseros de su pantalon.
—Siéntese —Nuevamente le ordeno. Violeta sentia el
10/1éQuién tuvo la culpa?
rostro arder cada vez que oia la voz de Nolan tratarla
como a una de sus criadas. Aun asi, termin6
obedeciendo una vez mas.
—Digame qué es lo que desea hablar conmigo. —dijo
exasperada por la actitud de aquel hombre.
—Quiero que me cuente que fue lo que ocurrié —el
corazon de Violeta dio un salto como quien lanza una
pelota de tenis al suelo y al rebotar la golpea con
fuerza.
—~A qué se refiere? —dijo en tono tembloroso.
—Al accidente, a mi Aurora. Quiero que me diga lo que
ocurrid, carajos —golpeo con fuerza el escritorio.—
~Quién tuvo la m*****a culpa del accidente.
El rostro de Nolan se endurecio y su mirada se hizo
oscura. {Qué debia decirle? ;Seria capaz de contarle
la verdad?
n/1Verdad a medias
Verdad a medias
Las manos de Violeta sudaban, nunca se sintié tan
acorralada como en aquel momento; no desde hace
cinco afios atras cuando estuvo a punto se ser
ultrajada por su tio Bob. Pasa ambas manos por sus
piemas, mientras piensa la respuesta que debe darle
a Nolan.
—Todo fue muy rapido, realmente yo estaba cruzando
la avenida cuando escuché el frenazo y el golpe del
auto estrellandose contra el a coche de su esposa.
—Un auto dices? —pregunta con asombro.
—Si, el auto de atras chocé a su esposa y el carro se
fue directo hacia la barda. Cuando corri hacia ella, el
conductor huy6. Me acerqué traté de ayudarla —la voz
de Violeta es cada vez mas temblorosa y baja— Yo
quise ayudarla, pero ella no contest6, fue cuando oi
que la nifia lloraba y desesperada traté de sacarla del
auto. —termina respondiendo entre sollozos, con
lagrima en los ojos.
Nolan se cubre el rostro y golpea con el pufio una y
otra vez el escritorio.
—jMaldita sea! No puede ser. Ella no puede estar
muerta, ella no. —llora desconsolado. Violeta siente
compasion por él, quisiera poder consolarlo pero no
/8Verdad a medias
puede, no puede porque ella misma se siente culpable
de lo que pas6 y contrariamente a lo que debia decir,
prefiri6 mentir en parte de su relato.— Voy a descubrir
quién lo hizo, ese malnacido, lo voy a meter en la
carcel hasta que se pudra. —mascullé entre insultos.
Violeta abrié los ojos como platos al oirlo hablar de
esa manera.
—Lo siento, de verdad siento mucho lo que paso con
su esposa —él se levanté abruptamente y se dirigié
hacia ella, la tomé nuevamente del brazo y la oblig6 a
levantarse.
—iLo sientes? —le pregunt6 salpicando de saliva su
rostro.— Has perdido a alguien a quien amas con
todo tu ser? —la tom6 de ambos brazos y la
estremecio con fuerza.— ~Dime? gSabes lo que es
perder a quien amas? —ella negé con su cabeza. 1
—No senior, no. —respondio y Nolan la mir6é con ganas
de desaparecerla con la mirada.
—Entonces no digas que lo sientes. Nadie, me oyes,
nadie puede imaginar lo que siento dentro, nadie —la
solt6 abruptamente.
—Disculpe, debo irme. —dijo ella y él la jalé con fuerza
acercandola hacia él. Ella colocd sus manos en su
pecho para evitar chocar contra su cuerpo.
—No se puede ir, Necesito que se quede. Mi hija la
2/8Verdad a medias
necesita. —a pesar de ella evitar el roce de su cuerpo,
se estremecié por completo cuando su mano sintié el
corazon de él, latir con fuerza.
—Sefnior, me esta lastimando —dijo al sentir la fuerza
con la que apretaba su brazo. El reaccioné y la solt6
lentamente.
—Disculpe no fue mi intencién. —ella lo miré, podia
imaginar por lo que él estaba pasando. Podia ver la
tristeza en sus ojos claros.
—No se preocupe. Pero yo no puedo estar todo el dia
con Samantha.
—Le pido que se quede dos dias, mientras entierro a
mi esposa, ,Puede? —por segunda vez, su rostro se
endurecio, no queria mostrarse débil y vulnerable
ante la chica.
—Esta bien, solo seran dos dias —aclar6.
—Le pagaré por ello, si tiene que ausentarse de su
trabajo, le pagaré el doble.
—No lo hago por dinero, lo hago por Samantha. —
respondié con firmeza.
—Como sea, usted esta faltando a su trabajo para
quedarse con mi hija.
—No tengo trabajo —respondio ella.
—iCémo? —ella bajé el rostro.
3/8Verdad a medias
—Hoy era mi primer dia de trabajo en un restaurante
y llegué tarde... —hizo una pausa— me despidieron—
agrego.
—Fue por mi culpa, ¢verdad?
—No, yo debi llegar a la hora, pero todo se complico.
—Voy a recompensarle por ello. OK? —ella asintio.
Tampoco podia darsela de digna cuando sabia que
debia pagar la habitacion de la pension donde vivia.
—jGracias! —respondi6 ella.
—Puede irse, descanse. Manana sera un dia dificil en
esta casa.
Violeta salio de la biblioteca, subio las escaleras y fue
hasta su habitacion. Se sentia muy mal, ahora se
habia convertido en una mentirosa. Abrio la puerta,
en ese preciso momento escuché el llanto de
Samantha y fue hasta el dormitorio de la nifia, quien
se habia despertado sobresaltada con la imagen del
accidente.
—Mi mama, quiero a mi mama, Violeta. —se refugiéd en
el pecho de la chica. 1
—Mi amor, mama esta cuidandote desde alla arriba. —
dijo, intentando calmarla.
—No, Violeta, yo quiero verla. Llévame a verla —llora
4/8Verdad a medias
desconsoladamente.
—Calmate mi amor, calmate —la acurrucé6 entre sus
brazos y comenz6 a mecerla, hasta que la nifia se fue
quedando tranquila. Para Violeta aquella escena le
rompia el coraz6n, ver a la nifia llorar por su madre,
eso era injusto. Ningun nino deberia vivir aquello.
Aprovechando que Violeta salid, Esther fue hacia la
biblioteca. Toc6é la puerta un par de veces. Nolan se
puso de pie para abrir, habia cerrado con seguro para
que nadie lo molestara; pero pensando que podia ser
la chica, se aproximé para abrirle.
—jEres ta! —dijo con desdnimo.
—Quién esperabas que fuera? —pregunt6, elevando
una de sus cejas.
—Nadie, Esther, nadie. Te dije que quiero estar solo. —
ella se acerco a él, lo miré y tom6 su mano entre las
suyas.
—Nolan no puedes tratarme asi, yo no tuve la culpa de
lo que paso. —dijo llevando su mano hasta su pecho.
—Lo sé, Esther. Pero qué quieres, verme llorar ges eso?
—pregunté con un nudo en la garganta.
—No... quiero que me dejes estar a tu lado. —se enlazé
a su cintura, pegando su rostro a su pecho, mientras
5/8Verdad a medias
lloraba.— Sabes que Aurora era mi hermana, me duele
tanto como a ti, lo que pas6.
Nolan la abrazo con fuerza. Esther tenia razon, ella
también estaba sufriendo como él. Habia sido un
tanto cruel al pedirle que se alejara.
—No puedo creer que ella no esté. La amaba, la amo
con todo mi ser —dijo él entre sollozos.— Me dejo solo,
Aurora me dej6 solo.
—No, no estas solo. Sabes que siempre estaré a tu
lado. —sostuvo su rostro con ambas manos— Nunca
voy a dejarte solo. Me tienes a mi y tambiéna
Samantha.
Las lagrimas se deslizaban sobre el rostro de Nolan,
aquel era el fin de la historia de amor que habia vivido
durante esos cinco afios al lado de Aurora.
—jGracias! —terminé6 diciéndole, ella lo abraz6 y
acaricié su amplia espalda.— No sé que haria sin ti, en
este momento.
—Sabes que siempre voy a estar a tu lado. —Esther se
refugié en su pecho.
Violeta bajé las escaleras apresuradamente, debia
decirle a Nolan que la nifia tenia calentura, al
asomarse en la biblioteca, aquella escena la perturb6,
una extrafia sensacion de enojo la invadio por
completo al ver a Nolan abrazando de forma
exagerada a su cufiada. Iba a retirarse cuando é1 se
6/8Verdad a medias
percat6 de su presencia.
—jVioleta! —ella se detuvo y giré hacia él— ¢Qué
ocurre?
—Disculpe la interrupcion, Samantha tiene mucha
fiebre. —Nolan se apart6 de Esther. Y salié de la
biblioteca.
Ambos subieron a grandes pasos las escaleras
dejando atras a Esther, quien sonri6 satisfecha de sus
avances con Nolan. En tanto, él se acerc6é ala cama,
tomé a la nifia en brazos y comenzé a desvestirla.
—Hay que bajiarla. Por favor, dile a Esther que llame al
médico de la familia.
—~Yo? —pregunté con asombro e incomodidad.
—Si, tu. —Violeta salié de la habitacion de la nifia y se
dirigié hacia las escaleras. Por suerte para ella,
Esther venia subiendo las escaleras y ambas se
toparon de frente. 7
—El Sr Nolan dice que llame al médico de la familia.
—zQuién te crees para darme 6rdenes? —la increp6 y
continu6 caminando hacia el dormitorio de su
sobrina.
—~Llamaste al médico? —pregunto angustiado,
7/8Verdad a medias
mientras cubria a la nina con la toalla.
—No. Nadie me dijo qué...
—Mierda, le dije a Violeta que te avisara. Llamaa
Griffing.
—Si, mi amor. Ya lo hago. —salio de la habitacion,
sonriendo.
Cuando Violeta entré a la habitacién, Nolan la miré
con odio y espeto contra ella:
—Si le ocurre algo a mi hija, todo sera por tu culpa.
—¢De qué esta hablando?
—Te pedi que le avisaras a Esther para que llamara al
médico. —le reclam6 en tono alto.
Aunque Violeta quiso defenderse, prefirié quedarse
callada; mucho mas, después que los eencontro a ély
a su Cufiada en una actitud un tanto sospechosa en la
biblioteca. Era obvio que él le creeria mas esta que a
una desconocida como ella.
Por una extrafia razon, desde el primer momento que
Violeta subio al auto, sinti6 que Esther no la
soportaba, ni la queria cerca de Nolan; ahora parecia
entender las razones de su comportamiento hacia
ella...
8/8¢Babysitter?
Babysitter?
Minutos después lleg6 el médico de la familia.
Camelia lo recibié y lo acompan hasta la habitacion
de la pequefia. Violeta estaba recostada de la pared
mientras Nolan cuidaba de la pequenfia, quien estaba
temblando de frio.
—George, por fin llegas. —se puso de pie, el hombre de
unos cincuenta afios, cabello platinado y sonrisa
afable se acerc6é y estrecho su mano.
—Vine lo antes que pude Nolan, lamento todo lo que
estas pasando.
—Gracias, George. —se abrié paso para que el médico
pudiera revisar a la pequena.
El médico se quité el estetoscopio y llevé a Nolan a un
lado de la habitaci6n.
—Nolan, la nifia fisicamente esta bien. Pero... su fiebre
es emocional.
—No me digas que tiene, dame soluciones. Qué debo
hacer?
La nifia miré6 a Violeta y extendié sus manos. Violeta
se acercd, se senté en la cama y abrazé a la nifia.
Tanto Nolan como Griffing observaron la emotiva
escena.
1/11¢Babysitter?
—iQuién es ella? —pregunto.
—Es la chica que la sacé del auto.
—Creo que por ahora ella es la soluci6én. La pequena
sufrid un trauma algo severo, y en esa situacion cred
un nexo con la muchacha que la rescat6. Por ahora,
mi sugerencia es que ella permanezca a su lado. —
Nolan no parecia muy agradado con la noticia, pero
de ello dependia la estabilidad emocional de su hija.
De igual manera, ya le habia ofrecido quedarse un par
de dias. 1
Mientras el doctor termin6 de verificar la temperatura
de Samantha, él se aproxim6 a Violeta. Ella se sentia
incémoda con la proximidad y la presencia de Nolan
O'Brien.
—Quiero ofrecerle trabajo, —ella lo miré con asombro.
—Qué dice? —pregunté ella, frinciendo el cefio.
—Lo que escucho. Necesito que se quede a trabajar en
esta casa como la nifiera de mi hija.
—Pero yo... —nuevamente él la interrumpi6.
—Voy a pagarle muy bien. Mas de lo que pudo haber
ganado en el lugar donde iba a trabajar. jPiénselo! —
regres6 hasta donde estaba el médico.
Violeta realmente no tenia que darle muchas vueltas
al asunto. Necesitaba el dinero, tenia una larga lista
2/11¢Babysitter?
de cuentas por pagar, eso sin contar que sus padres
dependian del envio mensual de dinero que ella les
hacia llegar todo fin de mes. Lo otro, era que la culpa
la asediada sin detenerse.
Samantha necesitaba ser cuidada y protegida, su
madre ya no estaba para darle su amor. Ella debia
aceptar aquella propuesta a pesar de que la presencia
de Nolan la perturbaba sin ella entender las razones y
Esther no la soportaba.
Luego que el médico termin6 su trabajo, Nolan lo
acompanié hasta la entrada. Asi, Violeta tendria
oportunidad de evaluar su propuesta y darle una
respuesta afirmativa.
Violeta se senté al lado de la pequena y la nifia se
quedo recostada en su regazo. Ella acaricio la
cabellera suave y fina de la pequejia, la observ6 con
detenimiento, era realmente hermosa, tenia rasgos
finos y debia parecerse mucho a Aurora. La pequefia
se qued6 dormida y ella aunque trataba de
mantenerse despierta poco a poco termin6 vencida
por el cansancio.
Nolan subi6 de regreso para hablar con Violeta, abrid
cuidadosamente la puerta, cuando miré hacia la
cama, la chica estaba recostada al lado de la pequenia.
Por primera vez, en todo ese tiempo transcurrido,
miré con detenimiento y en detalle a la joven. Era una
3/11¢Babysitter?
chica muy linda, su rostro era delicado, nariz
puntiaguda, labios semi gruesos pero perfectamente
delineados y su piel era suave. Se acerco hasta ella, la
tocé del hombro y Violeta reaccion6 sobresaltada.
Miré a todos lados intentando reconocer aquel lugar
edénde estaba? Qué hacia alli? Al mirar el rostro de
Nolan, todas sus dudas se aclararon.
—Violeta, debe ir a su habitacion —le dijo en voz baja.
Era la primera vez que él se dirigia a ella con sutileza.
El tomé la nifia y la acomod6 en la cama, mientras
Violeta se ponia de pie con sumo cuidado para no
despertarla.
—Disculpe, me quedé dormida.
—Vaya a descansar. El entierro de mi esposa sera
mafiana y necesito que usted se encargue de Sami. —
respondio él. Ella asinti6, camino hacia la puerta y
volteé a verlo.— jGracias Sr. O’Brien! —finalmente dijo.
Violeta entro a la lujosa habitacion, se tendio sobre la
cama y quedo rendida como piedra. Cuando Camelia
subi6é para darle de cenar, vio que estaba
profundamente dormida y no quiso despertarla. Dejé
la bandeja en la mesa de noche y salié de nuevo.
Nolan venia saliendo de la habitacion de su hija y se
encontr6 con la empleada.
4/1¢Babysitter?
—~Violeta, ya esta dormida?
—Si, sefior. La pobre cay6 como piedra. No siquiera
ceno. Pero le dejé la comida a un lado de su cama.
—Gracias, Camelia.
—Con su permiso sefior. —la mujer se giré para irse y
él la detuvo.
—Aguarde Camelia, —ella volteé de nuevo hacia él—
Es posible que la Srta Violeta quede a cargo de mi
hija.
—Eso seria muy bueno Sr Nolan. La chica de verdad
se ve que es muy buena.
—~Lo crees? —pregunt6 ya no con enojo, la mujer
asintio.
Nolan fue hasta su dormitorio, se meti6 a la ducha,
necesitaba liberarse de todo aquello, de la tristeza, de
la ansiedad, del miedo y del dolor que le provocaba la
partida de la mujer que tanto amo. El] agua se
deslizaba por su rostro confundiéndose con sus
lagrimas. Apoyo la frente en la fria baldosa y lloré
desconsoladamente, como si en cada lagrima que
brotaba de sus ojos se escapara un pedazo de su vida.
Finalmente amaneci6, Nolan despert6 con la alarma
de su reloj despertador. Se puso de pie, aquel seria el
5/11¢Babysitter?
dia mas terrible de su vida. Debia despedirse para
siempre del rostro, del cuerpo de la mujer que amo.
Nolan habia vivido momentos inolvidables junto a
Aurora. Cuando la conoci6, ella estaba ingresando
como asistente administrativo al hospital. Desde el
primer momento que la vio, qued6 prendado de eu
belleza. Ella era alta, esbelta, su cabellera oscura y
ojos de un azul grisaceo que envolvia a cualquiera
que la mirara. Era espontanea y excesivamente
extrovertida. El] en cambio, era mas reservado e
introvertido, pero eso justamente fue lo que le fascino
de la pelioscura.
Al inicio, ella trabajaba directamente con el director
del Healt and life. Pero, un mes después, fue
trasladada a la parte administrativa y all8 qued6 a
cargo de Nolan. El seria su nuevo jefe y también su
nuevo amor. La convivencia entre ellos crecio de
manera inmediata. Todas las veces que él debia
quedarse horas extras, ella se ofrecia a apoyarlo y en
dos meses ya eran mas que jefe y empleada, un par de
ardientes amantes.
Los limites que él consideraba estrictos en un primer
momento dejaron de serlo prontamente y sus
encuentros sexuales, eran cada vez mas intensos y
extravagantes, como el momento en que hicieron el
amor, en el depdsito de la enfermeria. Aquel huracan
de pasién que provoco Aurora en él fue la razon
6/11¢Babysitter?
perfecta para que él se casara ese mismo mes con
ella.
No falt6 quien murmurara en los pasillos sobre la
intempestiva relacion, pero si de algo estaba seguro
Nolan era que queria permanecer el resto de su vida
al lado de ella. Mas, el destino cruel y despiadado le
arrancé de un solo golpe la felicidad. Nolan estaba
devastado por completo. Un huracan de tristeza
ahora lo arrastraba hasta el mas profundo dolor.
Se arregl6 para ir a la funeraria, por peticién de
Aurora, ella no deseaba ser cremada. Nolan salié de
su habitacion y tubo tentado al pasar por el pasillo,
tocar la puerta del dormitorio de Violeta. Justo
cuando iba a golpear, se detuvo.
—Deseaba algo Sr O’Brien? —la voz de ellaasu
espalda lo estremeci6 por completo. Se volte6 hacia
ella.
—No, solo queria saber si habia despertado.
—Si, llevo un rato despierta.
—~Como esta Samantha?
—Aun duerme —respondi6 ella, sefialando hacia la
habitacion de la cual venia saliendo.
—Bien, le agradezco me tenga al tanto de cualquier
cosa. Voy saliendo a la funeraria.
—No se preocupe, asi sera —respondio ella
7/11¢Babysitter?
parcamente.
—Pens6 sobre mi propuesta? —ella asinti6.
—jSi! Pero creo que ya habra tiempo para conversar
sobre ello.
—Si, tiene razon. —sac6 su movil y le pidio el nimero
de ella— ,Me da su numero para Namarla?
—No tengo mévil por ahora. Creo que lo perdi junto a
mi mochila.
—Esta bien. Entonces cuando regrese hablamos.
Nolan bajo las escaleras, mientras Violeta lo
observaba. No podia negar que a pesar de ser
insoportable, él era un hombre sumamente elegante y
apuesto. Su espalda era amplia y su cuerpo atlético
sin exagerar musculatura, su perfume era envolvente
y sus ojos color miel, hacian juego perfecto con su
rubio cabello ondulado. Lo siguid con la mirada hasta
ver que salié de la mansion.
La voz de Camelia a la orilla de la escalera la volvi6 a
la realidad:
—jVioleta! Baja a desayunar.
—Si, en seguida bajo.
Minutos después, la empleada le sirvid una taza con
café y tostadas con miel.
—Hacia mucho tiempo que no comia tostadas. —
8/11¢Babysitter?
refirié al morder la crujiente rebanada de pan en su
boca.
—Son mis preferidas, Si deseas algo mas, sélo dime.
—No, esta bien.
—~La nifa Samantha ain duerme?
—Si, justo venia de verla, cuando me topé con el Sr
O’Brien.
—Me dijo que trabajaras con nosotros.
—Eso me propuso, la verdad es que me urge trabajar
por lo menos un par de meses, mientras comienza la
universidad.
—Ah, gestudias?
—Si, llevo el sexto semestre de literatura. —mordio
nuevamente la tostada y lamio sus dedos llenos de
miel.
—Entonces, si aceptaras?
—Creo que no tengo mas opciones. Mucho mas
sabiendo que... —de pronto guard6 silencio, por poco
se le iba la lengua y le decia lo que realmente la
obligaba a permanecer alli.
—~Sabiendo qué? —la incito la astuta mujer a
continuar.
9/11¢Babysitter?
—Nada, sabiendo que la nifia perdié a su madre. No
me imagino lo que debe ser eso.
—Me alegra mucho que te quedes. El Sr Nolan vaa
necesitar tu ayuda. Samantha es lo mas importante
para él, bueno ella y mi Sra Aurora que en paz
descanse. Pero... debes tener un poco de cuidado —
bajé la voz un poco, como si alguien pudiera
escucharla— Debes cuidarte de la Sra Esther, ella si
que no anda con rodeos para fastidiar a las
empleadas de la casa, se cree la duefia de esto.
—Debe tener sus razones —dijo en un tono irritable.
—¢Por qué lo dices de esa manera, muchacha?
—Creo que ella y el Sr Nolan se la llevan bastante
bien.
—No, yo no diria eso. Es ella la casquivana que se le
quiere meter por los ojos, desde que mi Sra Aurora se
caso, ella no sale de aqui.
—Yo no vi que fuera ella quien lo obligara, el Sr
O'Brien se veia muy contento con eso. —esta vez la
voz de Violeta demostraba cierto tono recriminatorio.
—iNo me digas que estas celosa? —pregunta
sonriendo la mujer.
— Yo, celosa? No para nada. Por qué iba a estar
10/1¢Babysitter?
celosa yo de tu jefe?
—Querras decir de nuestro jefe.
—Bueno, eso, Jamas me fijaria en un hombre como
ese, obstinado, arrogante e insoportable. —Camelia
movio su cabeza de lado sin dejar de sonreir, era
capaz de percibir facilmente lo que estaba pasando.
En tanto, Violeta termin6 de tomar su taza de café y
subio para ver a la nina, dando pasos firmes y fuertes
mientras se decia a si misma “Celosa yo, de ese
hombre, jamas”.
Mas, la palabra “Jamas y nunca” no existen cuando
un corazon comienza a sentir los primeros sintomas
de enamoramiento. Eso es algo que Violeta no
conocia, pero que terminaria en descubrirlo muy
pronto...
n/1Una dura realidad
Una dura realidad
Nolan entr6 a la funeraria, hasta ahora no habia
enfrentando aquella terrible realidad. La mujer de su
vida, ya no seria la luz de su amanecer. Al verlo,
Esther se acerco a él, aunque parecia estar tranquila,
rompio en llanto cuando vio a su cufiado entrar ala
capilla funeraria.
Se lanz6 entre sus brazos y él tuvo que tratar en seco
para no romperse. Esa fortaleza apenas le duré
algunos segundos, al acercarse al ataud y ver el rostro
palido de su amada Aurora, detras del frio cristal que
la cubria, las lagrimas y un grito de dolor, provocé la
tristeza en el resto de personas que estaban reunidas
para dar esa despedida a la hermosa mujer.
—jNooo! —su rostro repos6 sobre el frio cristal
mientras abrazaba el atatid como si fuese el cuerpo
de su esposa.
—Calmate Nolan —dijo Esther acariciando la espalda
de él. Algunos colegas de la clinica también
intentaron consolarlo y darle fuerzas, en especial
Dailen Warren, la psicéloga mas prestigiosa de Health
& Life.
—Vamos Nolan, es en estos momentos que tienes que
mantenerte fuerte, por tu pequefa Samantha, por el
fruto de ese amor incondicional que hubo entre tu y
Aurora, que descanse en paz. —comenté la seductora
1/10Una dura realidad
mujer, mientras le brindaba un abrazo.
Nolan nunca pens6 que seria él quien despidiera a su
gran amor, mucho menos que seria él quien diera el
discurso de despedida al amor de su vida. El
murmullo de las personas era ensordecedor, secando
sus lagrimas, sacudio su nariz con su paniuelo y salio
afuera para tomar un poco de aire. Tal como lo dijo
Dailen, é] debia ser fuerte aunque estuviese roto en
mil pedazos su alma.
Minutos después regreso. El padre de Aurora, Fabio
Sansonetti acababa de llegar de Lombardia para
despedir a su hija al igual que despidié a su ex esposa
Alba y madre de Aurora.
—Esto es una pesadilla, nunca pensé que deberia vivir
el mismo dolor dos veces. Mi Aurora siempre alegre y
humilde, voy a extranarte —Nolan volte6 a mirarlo y
ambos se dieron un fuerte abrazo y un palmadas que
les recordaba a ambos que los hombres deben tener
coraje ante cualquier adversidad.
Las horas siguientes estuvieron realmente llenas de
mucho dolor y tristeza, nada parecia consolar a
Nolan.
En tanto, Violeta cuida a la pequefia Samantha que
instintivamente pareciera saber lo que esta
ocurriendo en esos momentos.
—¢Quieres que salgamos al jardin a pasear?
2/10Una dura realidad
—No, Violeta. No quiero, s6élo quiero ver a mi mamita.
—Sami, ella siempre estara cuidando de ti desde al
lado de papito Dios.
—Pero yo quiero verla, sentir que me abrace —dijo con
un tono lleno de absoluto pesar.
—Vamos a hacer algo. gSabes orar? —la pequefia neg6
con su cabeza.— Bien, yo te voy a ensefiar, asi podras
conversar con Dios y con ella cuando lo necesites.
Violeta la ayudo a ponerse de pie, luego se arrodillo
junto con la pequefia a la orilla de la cama y le mostro
como poner sus manitas en posicion de rezo.
—Ahora vas a repetir conmigo, ¢vale? —la nifia asintié
y Violeta inicio con la oracion.— Querido papa Dios,
hoy quiero pedirte —Samantha repitio junta a ella
cada una de las frases— que protejas ami mamita
Aurora alla en el cielo y que cada vez que la necesite,
me hagas saber que ella esta a mi lado...
La pequefia Samantha parecia entender cada palabra
de Violeta, sus ojitos se hicieron cristalinos y
comenzé6 a llorar. En ese mismo instante, en la lujosa
necropolis, el ataid descendia a lo profundo de la
tierra y el corazon de Nolan se iba junto a ella.
Como suele suceder ante una pérdida fisica o
emocional, el ser humano pasa por cinco etapa de
3/10Una dura realidad
duelo, y é]1 se encontraba en la segunda fase, después
de la negacién, la ira. No podia evitar sentir rabia y
frustracion, aquello era injusto, Aurora ni merecia
morir, asi como é1 no merecia perderla.
Regresaron a la mansion, él subid hasta su
habitacion, queria estar solo y desahogar aquella
frustracién sin ser molestado. Mas, Esther no quiso
separarse de é] ni un segundo. Eso lo hacia sentirse
mas ahogado e incluso obstinado de su presencia.
Cuando iba a cerrar la puerta de su cuarto, ella se lo
impidio.
—Nolan... —la mirada de él, esta vez estaba llena de
rabia y de indignacion.
—Ahora no, Esther, ahora no.
—No puedes estar solo.
—Dije que quiero que te vayas, sino lo entendiste, ni
tus palabras ni tu compafiia me hacen sentir mejor.
jLargate! —la forma tajante y las palabras fuertes de
Nolan, la obligaron a desistir. Dio media vuelta y bajo
las escaleras dirigiéndose al salon principal para
servirse un trago.
Esther era una mujer seria y muy diferente a Aurora,
a pesar de que no eran hermanas de padre y madre,
se criaron juntas. Cuando Fabio se separé de la madre
de Esther apenas ella teniendo un afio de nacida,
Gloria se convirti6 en una alcohdlica y eso parecié
4/10Una dura realidad
queda grabado en ella. Cada vez que enfrentaba una
situacién dificil, recurria a la bebida como via de
escape. Fue por ello, que Alba la madre se Aurora, se
ocupé de cuidarla muchas veces y quererla como a
una hija.
Sin embargo, Esther siempre sintié celos por su
hermana, siempre quiso tener una madre como Alba,
una familia como la de Aurora, incluso un marido
como el de su hermana. Fue entonces que se mantuvo
al lado de la hermosa pareja. Pero, ahora que su
hermana no estaba, no seria un impedimento para
ella conquistarlo. Finalmente podria ocupar un lugar
en la vida de Nolan que ser la simple cufada.
En ese instante, Violeta baj6 con Samantha en brazos,
al verla Esther se llen6 de enojo, aquella chica le
causaba incomodidad y envidia. Violeta era mucho
mas joven y hermosa, incluso le recordaba a Aurora,
su cabello largo oscuro, alta, esbelta y rebelde. Eso lo
percibi6é desde el instante que la vio forcejear con
Nolan la noche anterior antes de subir al auto.
—Samantha, mi nifia —dijo con emocion, arrebatando
de los brazos a la pequefia. Violeta frunci6 el cefio al
ver la actitud déspota e irrespetuosa de la fina y
elegante mujer vestida de negro.
—Tia, Esther. —repos6 su cabeza sobre el hombro de la
mujer que estaba acostumbrada a ver todos los dias
conviviendo con ellos.—;Dé6nde esta mi papa?
5/10Una dura realidad
—Esta en su habitacién zQuieres que te lleve a verlo?
—la ingenua nifa asintid emocionada.
Esther dejo le entreg6 el vaso a Violeta, tratando de
humillarla como si de una sirvienta se tratara.
—Lleva eso a la cocina. —Violeta la mir6é con enojo, era
evidente que su estadia en aquel lugar no seria nada
agradable si Esther se lo proponia. Mas, ella recordo
las palabras de Camelia y sonrié haciendo que Esther
se llenara de rabia.
Violeta fue hasta la cocina, dejé el vaso sobre el
meson de marmol y Camelia pudo notar que estaba
enojada.
—Ocurre algo, Violeta?
—Es esa mujer, creo que me odia.
—Dofia Esther, es una mujer muy arrogante, muy
diferente a mi Sra Aurora, si la hubieses conocido,
serian grandes amigas, ella era risuefia, amable y
desprendida con todo. —Violeta record6 la sonrisa y
amabilidad con la que Aurora le hizo sefias para que
abriera la puerta del auto. Sabia a que se referia la
empleada y sobre todo la razén de su muerte...
Esther tocé la puerta de la habitacioén de Nolan, al
escuchar que tocaban, se puso de pie para ver de
quien se trataba. Al ver que era ella, amag6 a cerrarle
pero la voz de su pequejia hija lo detuvo.
6/10Una dura realidad
—Papi... vine a verte. —Nolan bajé el rostro y se top6
con la mirada de ternura y aquella sonrisa unica de
su pequena, la levanté y cargo entre sus brazos.
—Mi Samantha, mi nina. —El hombre no pudo evitar
que algunas lagrimas se escaparan de sus ojos,
aunque trato de disimularlo frente a ella.
—Papito, estas triste —dijo y limpio con sus dedos las
mejillas de su padre.
—No, mi amor, es que me emociona verte. —la
pequefnia rodeé con sus brazos el cuello de su padre y
peg6 su rostro a su mejilla aan himeda.
Esther observaba la escena, mostrando una sonrisa.
—Es maravillosa mi Sami —E] se sorprendi6 al
escucharla referirse asi a la nifia, aunque ella no
trataba mal a la pequefia, tampoco solia ser
excesivamente tierna con su hija.
—jGracias por traerla! —dijo y le dio la espalda. Se
sent6 con su pequenia en la cama y la abraz6 con
fuerza.
Sdlo se tenian el uno al otro. Record6 las palabras de
Dailen, horas atras, aunque estuviese devastado tenia
una razon para continuar adelante, esa razon era su
pequena hija.
—Siempre estaré a tu lado mi nifia.
7/10Una dura realidad
—{TU no te vas a ir, como mi mama, verdad?
—No mi amor, no. —bes6 su frente con ternura.
Al sentirse excluida de aquella escena, Esther
entrejunto la puerta y se dispuso a retirarse; iba dar el
primer paso cuando escuché que su sobrina
mencionaba a la intrusa, entonces se detuvo y acercé
su oido a la puerta para escuchar lo que la nina decia.
—Violeta me ensefié a orar para hablar con mi
mamita. —Nolan se sorprendié con las palabras de su
hija, aquella chica parecia ser muy especial.
—Si, que bueno que hayas aprendido a orar. Me
ensefias luego? —la nifia asintié emocionada.
—{Papi, Violeta se puede quedar a vivir con nosotros?
—pregunt6 la nina y Esther sintié como se le retorcia
el est6mago.
—Si, mi amor. Gracias a ella tu estas bien.
—Entonces vamos a decirselo. —baj6é de la cama y lo
tome de la mano, Nolan no podia decirle no a su hija,
ella era su talon de Aquiles.
—Esta bien mi amor, pero vamos con calma.
Nolan, se quit6 la chaqueta, desat6 la corbata y doblo
las mangas de su camisa hasta los codos.
—Asi te ves muy guapo —dijo la nifia y él sonrio.
8/10Una dura realidad
Samantha era una nifia muy inteligente, de eso no
habia dudas.
Al escuchar que se acercaban, Esther camino
apresuradamente hacia las escaleras, topandose justo
con Violeta, quien regresaba a la habitaci6n.
—Quitate del medio, estorbo —choc6é con su hombro a
la chica, Violeta.
—~Cual es su problema? —esta vez no se qued6
callada.
Pero Esther escuché los pasos de Nolan acercarse y
trat6 de disimular frente a él, su ira.
—Disculpa, Violeta. No te vi, no me siento bien. —dijo
colocando su mano sobre el hombro de la joven, quien
se retir6é con brusquedad.
Nolan percibio aquel gesto de Violeta como algo de
mal gusto.
—Ocurre algo? —pregunt6 con voz ronca y Violeta
palideci6é al escucharlo, mir6 hacia arriba y se
encontr6 con su fria mirada.
—No, sefior —respondio.
Samantha extendio sus brazos hacia Violeta, ella
subi6 un par de escalones y la tom6 la levanto. Para
Nolan aquel momento result6 un tanto desagradable,
pero la emocion de Samantha dispers6 aquella
9/10Una dura realidad
atmosfera de tensién.
—Violeta, mi papa dice que te quedaras a vivir con
nosotros. —Ella le sonrié a la pequefia pero levant6 la
mirada para verlo y él, asintié brevemente.
—Asi sera mi nifia. —la pequefia la rode6é con sus
brazos y estamp6 un beso en su mejilla.
Nolan bajé las escaleras sin decir nada, Violeta lo
observ6 por segunda vez desde arriba y vio cuando se
dirigia hacia el salon donde estaba la esbelta rubia.
Por segunda vez una extrafia sensacién de enojo la
invadio.
éQué era lo que le estaba pasando? ¢Por qué se
enojaba al ver a Nolan junto a Esther?...
10/10jNina malcriada!
iNifia malcriada!
Luego del entierro de Aurora, Nolan se sentia
devastado, el sentimiento de orfandad y soledad en
su corazon parecia crecer segundo a segundo. Los
recuerdos como dardos agujereaban su pecho
causando el mas intenso dolor. Aunque queria
fingirse fuerte frente a su pequeiia hija, detras de la
puerta de su habitacion, se deshacia en pedazos.
Esa noche no lograba conciliar el suefio, el rostro
palido y gélido en el atatid lo perseguian.
—Aurora, mi amor {Por qué, por qué tuviste que irte y
dejarme solo? —repite una y otra vez, esperando una
respuesta que nunca Ilegara.
Como un flash back, recuerda el momento en que le
pidio casarse, al comienzo Aurora no tenia muchas
intenciones de hacerlo, para ella el amor no debia
estar sujeto a leyes, ni ataduras que no fueran las de
sus sentimientos.
—Aceptas casarte conmigo? —pregunté él,
mostrando el hermoso anillo de brillantes y
colocandolo en su dedo anular. Ella contemplo la
costosa joya puesta en su dedo.
—Nolan, mi amor —lo abraz6 con fuerza y bes6 sus
labios. Sabes que te amo, y no es necesario que nos
casemos para estar juntos.
1/10jNina malcriada!
—Lo sé, pero también sabes que son un poco mas
tradicionalista y que deseo verte a mi lado bajo las
leyes divinas. Ademas quiero que cuando al fin
tengamos un hijo, nazca bajo un hogar legalmente
instituido. —ella rié y él la observ6 sin entender.
—~Qué te provoca tanta risa? —ella se colg6 de su
cuello y lo bes6 escuetamente.
—De la manera en que hablas mi amor, “un hogar
instituido”, pareces un abogado o un profesor de Etica
y moral.
—~De verdad te parezco un abogado? —ella mordi6é su
labio inferior al escuchar el tono seductor y picaro
con el que la interrogaba. Aurora disfrutaba de aquel
juego de roles que ambos usaban cuando deseaban
tener horas de sexo hard.
—Si, sefior juez, bien sabe lo arrepentida que estoy por
cometer ese crimen —Sonri6 con picardia. El] la tomé
de la cintura, levantandola con fuerza, y Aurora rodeo
su cadera con sus piernas, mientras se contoneaba de
forma sensual.
—Entonces debo castigarla y condenarla a cinco
orgasmos de cadena perpetua sin posibilidad de
libertad condicional hasta dentro de cinco afios. —la
pego de la pared, y la azot6 con su pelvis, ella gimié al
sentir su dureza.
—Tiene usted un mazo bastante fuerte —brome6 y sus
2/10jNina malcriada!
palabras acrecentaron el deseo en Nolan, quien se
giré con ella entre los brazos, la dejo caer sobre la
cama y comenzo a desvestirse desesperado por
poseerla.
Nolan y Aurora hicieron el amor esa noche como si
nunca antes hubiesen estado antes juntos, pero esa
noche en particular, hicieron una promesa de amor.
—iMe prometes que nunca dejaras de amarme? —le
pregunt6 ella, con un rostro algo serio que no era
usual en ella.
—Te prometo amarte hasta el final de mis dias.
—Nolan, nunca, nunca pienso alejarme de ti. Ta eres
mi gran amor.
—No sabria vivir sin ti, Aurora. Eres literalmente la
luz de mi vida.
Aquella frase, duele y pesa en el corazén de Nolan.
Aurora no habia cumplido con su promesa {Era él
capaz, de cumplir con la suya? ;Realmente la amaria
hasta el final de sus dias?
Secé sus lagrimas por enésima vez, respiré una y otra
vez intentando controlarse. Caminé6 por la habitacién
dando pasos firmes, sin dejar de moverse, ansioso.
Frotando sus manos una contra la otra. Su vida habia
cambiado en fracciones de segundos y sin previo
aviso.
3/10jNina malcriada!
Salié de la habitacién, bajé las escaleras y fue hasta la
biblioteca, era el lugar en el que solia despejarse
leyendo y bebiendo un poco de vino, pero al bajar, vio
una silueta en la cocina y se aproximé6 hacia ella.
—iCamelia? —pregunt6, sin distinguir bien en la
oscuridad, cuya respuesta se dejo escuchar tras el
ruido del vaso estrellandose contra el piso.
—No, sefior, disculpe —respondio Violeta, nerviosa por
haber dejado caer el vaso de cristal.
—~Qué haces a estas horas, por aqui? —dijo sujetando
con fuerza su brazo.
—Vine por un poco de agua —dijo con voz temblorosa,
mientras Nolan la miraba fijamente en la oscuridad.
Ella movio su brazo con fuerza intentando zafarse de
su agarre y empujando con su otra mano el cuerpo
inamovible de Nolan.
—jSuélteme, animal! —solt6 aquel improperio sin
imaginar la reaccién de él.
—{Qué dijiste? —pregunté en tono hostil y lugar de
soltarla, la tom6 de ambos brazos y la estremecié con
fuerza, haciendo que ella se lastimara con un trozo de
vidrio en el pie.
—jAuch! —se quejo y él reacciono repentinamente.
4/10jNina malcriada!
—Lo siento, lo siento —dijo levando sus manosala
cabeza, Violeta, salté en un solo pie y se recosté del
meson, él se inclino y sujet6 la pantorrilla de la chica.
Ella llevaba puesto un camis6n de algodén que
llegaba una cuarta por debajo de su cadera, ese
camis6on se lo habia facilitado Camelia, para que ella
no durmiera con la unica ropa que llevaba puesta
desde el dia del accidente. 1
La piel de ella era suave y su pantorrilla bastante
firme, Violeta sintid un escalofrio recorrerle por
completo cuando sintié su mano sujetarla y levantar
su pierna ligeramente.
—Suélteme —volvi6 a decirle.
—Déjame ver tu pie, nifia malcriada. —jalé con fuerza
su pierna e intenté retirar la astilla de vidrio pequefio
que se habia incrustado en el contorno de su pie, al
retirarlo comenz6 a sangrar un poco.
Ella lo miraba con enojo, pero a la vez sentia algo
indescriptible dentro de si. Nolan presiono con fuerza
el pie para evitar que continuara el leve sangrado.
—Es todo, estaras bien —respondio y coloco su pie de
regreso al piso. —,Qué haces descalza? —pregunté
con asombro.
—No he tenido tiempo de ir por mis cosas a la
pension. —respondié parcamente.
5/10jNina malcriada!
—~Vives en una pensién? —hasta ese momento, Nolan
no se habia detenido a pensar sobre quién era Violeta,
y cual era su pasado.
—Si, senior {tiene eso algo de malo? —pregunt6 un
tanto indignada.
—No, realmente no.
Violeta sentia que temblaba ante la presencia de
Nolan. Al comienzo pens6 que su reaccién era propia
del comportamiento arrogante de él, pero ahora
percibia que aquello era una constante. Bastaba verlo
o sentirlo cerca para que su corazon latiera
apresurado y sus manos sudaran.
El se limpié la mano con una servilleta, mientras la
chica intento mirar en la oscuridad hacia el piso para
no volver a lastimarse. Al verla saltando de un lado a
otro, sac6é su movil y encendi6 la linterna para
iluminarle el camino.
La luz de la linterna, hizo que su silueta quedara al
descubierto ante la mirada atonita de Nolan. Sus
piernas eran largas y bien torneadas, sus muslos algo
gruesos. Si bien la complexion de ella era atlética, é1
la veia algo masculinizada, sus gestos eran toscos y
su vestimenta incluso, poco femenina.
—jGracias! —respondio ella, mientras se dirigié al
depésito para tomar la escoba y recoger los restos de
vidrios en el piso.
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