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ge Historias =F ¢ BAJO 4 oe a Enel corazén de Ciudad Northon, en la sala VIP del ultimo piso del Hospital Sherratt... "Senor Sherratt, hemos encontrado a alguien con un tipo de sangre compatible para su prometida, pero... es un infante de tan solo seis anos", confes6 el personal médico. Howard le dirigié una gentil mirada a la palida mujer que yacia en la cama. Luego, respondié con calma: "No me importa. De todos modos, sera un honor para él donarle sangre a Ann". La fragil mujer que descansaba en la cama era Ann Russell, su prometida. Y Howard era el presidente del influyente Grupo Sherratt, con sede en Northon. Ella tiré de la manga de su prometido y hablé con voz débil: "Estoy bien, Howard”. El asistente que estaba detras de él comenté con precaucion: “Sefor Sherratt, laseforaRussell estd fuera de peligro. Se recuperara con unpoco 4 de descanso”. Ann lo miré, con una ligera molestia en su expresion. "Howard... De verdad, estoy bien. Solo descansar un poco y estaré como ne 4 foee we necesario causar problemas a otras personas por mi culpa. Cof cof...”. Pero en ese momento, no pudo dejar de toser. Howard estaba iracundo y arremetid: ";Crees que Ann puede seguir aguantando?". "Traigan al donante de sangre ahora mismo. Necesito suficiente sangre para satisfacer las necesidades de Ann en media hora”, ordena "De inmediato", respondid el asistente, temiendo decir una palabra mas que irritara al director mas poderoso de la ciudad. Luego, se dirigié apurado ala sala de extraccion de sangre. Mientras tanto, en la sala de conferencias del Ministerio de Defensa, la maxima autoridad en el Pais Z. Diversas figuras de alto nivel esperaban con ansias la on de otra importante persona. uniforme de eoeilsine irrumpié preci ipitaddanseaae enlasalacon las siguientes noticias: "Teniente, la general Dorothy expreso que hay un asunto urgente que necesita ser atendido, por lo que no podra unirse a nosotros hoy". = ee El ancionoque ocupaba el asiento principal pregunté de inmediato: ";Algo grave ha sucedido?". ":El hermano menor de la general Dorothy, un nifio de apenas seis anos, ha sido llevado por el presidente del Grupo Sherratt para una transfusién de sangre forzada!". La sorpresa se apoderé de todos en la salade conferencias: ";;Qué?!". “zAcaso el presidente del Grupo Sherratt tiene plena conciencia de lo que esta haciendo?". *iIncluso ha osado involucrar a la general Dorothy!". El soldado continu6é con su explicacién: "Howard Sherratt, el presidente del Grupo Sherratt, esta en una situacién de emergencia debido a su prometida, quien sufrié una pérdida masiva de sangre en un accidente automovilistico. Tan pronto como descubrieron que el hermano menor de la general Dorothy es compatible, se lo llevaron para una transfusion”. El anciano recordé haber visto al nino acta pokes tiempo. Era un pequefio realmente encantador, de tan solo seis anos. ":Una transfusion de sangre? :Acaso estan locos? jEs un nino pequeno!”, el hombre expresosu $edgrtiielpotpeando la mesa antes de ponerse de pie. El pecho del anciano estaba decorado con numerosas insignias que tintinearon cuando se levanto. El soldado mostré una expresién de amargura al seguir: "La general Dorothy ya se ha dirigido al Hospital Sherratt. Si algo le sucede a su hermano menor, las consecuencias son inimaginables... No solo la ciudad de Northon estaria en aprietos, sino que también afectaria gravemente a la familia Sherratt...". Aunque el soldado dejé de hablar en ese momento, todas las importantes personas presentes comprendieron claramente el mensaje subyacente. Dorothy ostentaba el titulo de ser la general mas joven en la historia del Pais Z. A pesar de tener solo diecinueve anos, habia logrado numerosos éxitos militares notables y habia alcanzado un alto rango. igs El Ministerio de Defensa representaba la aie autoridad militar en el pais, y tenia un poder absoluto e indiscutible. El Teniente General, por su parte, ejercia el liderazgo en el Ministerio. a Bajo la autoridad de este Ultimo, se encontraban distintos rangos: General de Division, General de Brigada, Coronel Mayor... (siendo el primero el de mayor jerarquia) Apesar de su juventud, Dorothy ostentaba el titulo de General de Divisién, solo superada por unos pocos tenientes. Su reputacién como «la diabla» era ampliamente conocida debido a su implacabilidad y falta de clemencia. Si algo malo le pasara a su hermano menor, no seria sorprendente que tomaria medidas extremas, incluso si eso significara poner en peligro toda la ciudad. Mientras tanto, el soldado recibio una comunicacion en su dispositivo y su expresion mostré6 ansiedad. Su rostro se tensé cuando reports: “Teniente, la general Dorothy ya ha llegado al Hospital Sherratt”. El rostro del anciano se oscurecié aun mas: "ES hora de que nos dirijamos a Ciudad Northon." yp oe Capitulo 2 En la camara de extraccion de sangre. el delicado cuerpo del nifio de seis afios se encontraba inmovilizado por un hombre robusto y musculoso. Sus pequefos brazos estaban firmemente sujetados sobre la superficie de la fria mesa. Clavaron en su brazo una aguja de transfusion disefiada para adultos, lo que parecia desproporcionada para su fragil figura. “Director, la bolsa de sangre XL HP esta llena. Temo que si continuamos...", comenzé a explicar un preocupado miembro del personal médico. “Contintien. Una cantidad tan reducida de sangre no sera suficiente para la prometida del presidente", ordend el director del departamento de recolecci6n, sin mostrar emocion alguna. "Duele...", se quejé Frederick Rogers mientras luchaba débilmente, su voz era apenas mas alta que un susurro: "Suéltenme, por favor...”. “Es demasiado ruidoso. Tapenle la boca", dijoe! director con impaciencia. a) El hombre que mantenia a Frederick en su lugar se liberé una mano para cubrir la boca del nino con firmeza. Alobservar el miedo en los ojos de Frederick.la ' enfermera que estaba realizando la extraccién de sangre sintié que su coraz6n se apretaba de dolor. Intenté consolarlo con ternura: "Terminaremos pronto, carifio. Tu tipo de sangre es unico, y lo necesitamos para Salvar la vida de alguien. Eres una persona amable, ;verdad?". Para su sorpresa, Frederick se calmo y dejo de moverse. Sus largas y rizadas pestanas temblaron un poco, y sus ojos eran candidos y cristalinos. Ella contemplé con una mirada brillante, como si preguntara: «;De verdad?». Al ver la esperanza en sus inocentes ojos, la enfermera no pudo evitar sentir una punzada de angustia por él. No obstante, opto por ignorar esos sentimientos de compasién, recordando la cuantiosa suma de dinero que recibiria una vez que la prometida del presidente del Grupo Sherman se recuperara, “Vamos, carino. Esto terminara pronto. Sipuedes — soportar un poco de dolor, podrias salvar la vida’ — de alguien. Eres realmente valiente, gsabes?", animé la enfermera, sonriéndole a Frederick, quien asintié lentamente. No temia al dolor. Estaba dispuesto a ror a 5 sieso significaba salvar una vida. La gruesa aguja perforé nuevamente sus finos vasos sanguineos, y su sangre roja y brillante fluyé a lo largo del tubo de transfusién hacia la bolsa de tamafio XL. El punzante dolor que irradiaba desde su brazo hacia que el cuerpo fragil y menudo de Frederick se retorciera involuntariamente, y sus largas pestafias temblaban continuamente debido al dolor. Se mordié los labios con fuerza, consciente de que solo faltaban unos pocos segundos para que pudiera contribuir a salvar una vida. Recordé lo que su abuela le habia dicho: su hermana mayor ya no estaba viva y nunca volveria a estarlo. Anhelaba tanto a su hermana... pero no pudo salvarla. En ese momento, con la posibilidad de que su sangre pudiera salvar a otra persona, estaba completamente dispuesto a hacerlo. Una vez mas, no temia al dolor, siemprey cuando — su sacrificio pudiera preservar la vida de otro. Ya habia perdido a su hermana y no podia soportar que nadie mas experimentara esa pérdida. } - ia lal se volvia gradualmente palido mientras la bolsa de sangre transparente se llenaba. Sus labios también palidecian cada vez mas, a medida que la pérdida liquido vital avanzaba. Poco a poco, perdia fuerzas, y dejo de luchar. La enfermera, con cierta conciencia, pregunto: “Director, desea continuar? Si seguimos extrayendo, él...". El director respondié con resolucién: ";Preferirias que él muera, o morir tu? Estaremos en aprietos si no tenemos suficiente sangre para la prometida del presidente. Continua con la transfusién mientras él esté con vida’. Por lo tanto, a pesar de la empatia que sentia la enfermera, no tuvo mas opcién que continuar. Después de todo, la orden habia sido dada por el presidente del Grupo Sherratt, y desobedecerlo no era una opcion. Ademéas, estaban motivados por la promesade — una generosa recompensa econdmica si cumplian adecuadamente con su tarea, aunque sabian que las consecuencias serian graves si fracasaban. La sangre continud fluyendo desde el cuerpo de Frederick a través del tubo de transfusion, y su _— I respiracién se volvia cada vez mas débil, como si al borde de un inminente colapso. jBAM! Entonces, con un estruendo, la puerta de la sala de extraccion de sangre fue violentamente pateada, abriéndola de par en par. Antes de que Frederick y la enfermera pudieran reaccionar, ya habian sido arrojados varios metros atras. Todos sintieron como si una rafaga de viento hubiera atravesado la habitacién. En ese instante, una joven de diecinueve afios, vestida con un atuendo negro, tomo suavemente a Frederick en sus brazos. “Esta bien. jYa estoy aqui!", lo consold. Capitulo 3 "Aaaaay...", la sala de extraccién de sangre se llené de inmediato con gritos de angustia que resonaron en todos los rincones del recinto. Mientras tanto, Dorothy Rogers parecia ignorar todo lo demas. Su rostro se llend de ira mientras miraba a su hermano menor en sus brazos, quien habia caido enun estado de coma debido a la pérdida excesiva de sangre. iCémo se atrevian a lastimar a su propia familia de esa manera? Si algo le ocurriera a su hermano, estaba decidida a hacer que pagaran por ello. Nadie en esa sala escaparia de las consecuencias de sus acciones. Con suavidad, sostuvo a su hermano en brazos y retiré cuidadosamente la aguja que tenia clavada. Luego, preparé la sangre en el procesador e inserté un nuevo tubo de transfusion panes ay la devolucién de la misma. La sangre roja y brillante comenz6 a fluir lentamente de regreso al cuerpo de Frederick. Cuando ella levanté la cabeza, los a — a pudieron evitar sentir un escalofrio recorrer sus espinas dorsales. A algunos incluso les costé respirar... Lairade larecién llegada era abrumadora y aterradora. Fue el director quien logré recobrar la compostura primero. La senalé con furia y le reproché: ";Quién eres? {Tienes idea de dénde te encuentras? ;Vete de aqui!". "iAuch-!", Antes de que pudiera terminar su frase, un fuerte golpe lo envié contra la pared, por la cual rebotd, cayendo frente a Dorothy. Nadie pudo ver exactamente como sucedio. Ella pisoteé sin piedad el rostro del director y lo aparté con disgusto, como si hubiera pisado algo repugnante. Su mirada permanecié fria e indiferente durante todo el proceso, y solo hubo un breve destellode calidez en sus ojos cuando miré a su hermano. "3D... Dorothy?", la llamo, En ese momento, un leve rastro de color aoateetl enel palido rostro de Frederick a medida que la sangre fluia de nuevo a su cuerpo. Su vozera suave y su visién comenzo a aclararse poco a — Bl < ¥ La figura ante él parecia ser su hermana mayor... Aunque era diferente de lo que su abuela habia descrito y solo la habia visto en fotografias. Aun asi, estaba seguro de que se trataba de ella. ";Si?", le respondié suavemente. Con ternura, Dorothy acaricié la cabeza de Frederick, y su mirada, que antes habia sido gélida, se suavizé como un calido rayo de sol. En la entrada, los tres subordinados de Dorothy, quienes habian trabajado a su lado durante anos, se miraron con confusién al presenciar la escena. jEra esa la misma Dorothy que conocian? A pesar de que siempre los saludaba con una sonrisa, se daban cuenta de que todo era una fachada engafosa. ¢Quién habria imaginado que «la diabla», a quien se referian como un lobo con piel de cordero, tenia ese lado tan calido y amigable? De repente, un grupo de fornidos guar vestidos de negro rodearon la entrada delasala — de extracci6n de sangre. Casi de inmediato, se apartaron para dar pasoa alguien. Howard emergid de entre ellos. Surostro se a pF cid al ver que la sangre regresaba al cuerpo de Frederick, y declaré con determinaciéne ironia: "jBien!”. Era evidente que esas personas estaban buscando problemas al atreverse a entrar en su territorio. Con un gesto, ordené friamente: "|Saquenlos de aqui!". El grupo de guardaespaldas se adelanté al unisono. Se frotaron las manos y se dirigieron hacia Dorothy y los demas. Ella ni siquiera se digno a mirarlos. Sus tres subordinados alzaron las cejas con desdén y se prepararon para actuar. "| Ahbh!", exclamé alguien. ";jAh!!! ;Mi mano esta fracturada!". "Mi pierna... |Necesito ayuda!", se escuchaba. Pasados treinta segundos, la habitacién se sumid + en el caos. Los guardaespaldas que inicialmente * a mostraban arrogancia yacian en el suelo, ees emitiendo gritos de dolor. Un destello de asombro cruzé los oscuros ojos de Howard. No habia anticipado que las tres personas fueran tan capaces en combate. si a a. Los observé con calma y pronuncié con indiferencia: "Poseen habilidades impresionantes. Es una lastima que sigan a esa mujer. A partir de ahora, podrian trabajar como mis guardaespaldas”". "Les pagaré diez millones al afio. Qué opinan?", ofrecié. Los tres individuos intercambiaron miradas y soltaron risas burlonas, como si hubieran escuchado el chiste mas grande jamas contado. Incluso Dorothy, que habia estado concentrada en su hermano menor, no pudo evitar fruncir levemente el cefio mientras lo miraba, como si lo considerara un completo tonto. Entre los tres, se encontraba un hombre de alrededor de veintitrés anos. Poseia hermosos ojos que irradiaban una intensidad severa. Erauno de los tres subordinados de confianza de Dorothy en «El Guardian», conocido como Celestine Todd. Separé los labios ligeramente, revelando una @ sonrisa maliciosay desafiante mientras = respondia: ";Diez millones al aho? ¢Con quién crees que estas hablando?". Capitulo 4 Los ojos de Howard destellaron con malicia, junt6 fuerza en sus pufos sin que nadie lo notaraa. “Si asi seran las cosas, jtodos ustedes iran al inflerno!", rugid. Se movié ligeramente, pero justo cuando estaba a punto de pasar a la accion, Celestine actué con una velocidad asombrosa, siendo mas rapido que unrayo. “Ah...”. Howard sintié un agudo dolor en su brazo derecho. De manera instintiva, miré hacia su extremidad, para encontrarse con que su elegante camisa estaba rasgada desde el hombro, dejando su piel expuesta. En su brazo, habia una herida profunda que se extendia desde el hombro hasta el dorso dela mano, revelando los huesos y manchaaaees, a atuendo de sangre. Ademias, por el tamafio de la lesion, también habia sangre acumulandose bajo sus pies. La frente de Howard se cubrié instantaneamente de'sudor frio, y fruncié el cefio mientras murmuraba: "jEres increiblemente rapido!". Su rostro se volvid serio, dandose cuenta de que estaba envuelto en una compleja situacién, Celestine jugueteé de manera casual con un pequeno cuchillo elegante en su mano y desafid con un resoplido: ";Crees que puedes enfrentarme con tus mediocres habilidades? ;Y qué fue eso que dijiste antes? ;Diez millones al afio? j|No seas tan arrogante!”. Howard los miré con una expresion sombria y pregunto con frialdad: ";Quién eres?”. Habiendo practicado artes marciales desde los tres anos y siendo aprendiz de un maestro altamente respetado, Howard no habia descuidado su entrenamiento un solo dia. Su habilidad marcial era mas que suficiente para situarlo entre los mejores diez warriors de la ciudad. Creia firmemente que incluso si se enfrentara al — numero uno de laciudad, no seriaheridotan, facilmente. Sin embargo, la persona frente a él lo habia dejado completamente vulnerable, y ni siquiera habia visto como lo habia logrado. : ; im es Enreali habria perdido si no fuera por la sién de Celestine. Este ultimo lo observo con desprecio y comenté con sarcasmo: “Ni siquiera mereces saber quién soy”. Después de expresar su descontento, procedié a atar las manos de Howard. ";Qué quieres hacer con él, Dorothy?", inquiris. Dorothy, al escuchar eso, fruncié el ceno y exigid: "3No ibas a traer atu prometida? jTraiganla aqui!". Dado que Howard estaba realizando todas esas acciones para salvar a su prometida, no podia ausentarse en el momento crucial. Ademas, queria averiguar quién tenia la intencién de utilizar la sangre de su hermano. jRealmente la prometida de Howard merecia dicha intervencién? No mucho después, Celestine escolté a Annala sala de extraccién de sangre y la dejé caer al suelo. i, Aellano le importaba nada mas en ese momento; corrié hacia Howard y se aferré a su pierna como si fuera su Unica oportunidad de salvacion. No se percaté de la sangre en el suelo ni desu ah m we — herido, rf Con voz temblorosa, expresé su temor: "Howard, estoy demasiado asustada... ;Quiénes son estas personas?". Alobservar el rostro palido y los ojos llorosos de la joven, Howard sintié un dolor profundo en su corazén. Una sensacién de impotencia que nunca habia experimentado surgi6 en su interior. Finalmente, Dorothy alzo la vista y examiné a Ann durante un momento antes de lanzar una burla: "Nunca imaginé que la prometida del presidente del Grupo Sherratt fuera una z*rra como esta. Pensé que seria una gran belleza”. ":Cémo pudo caer en trucos tan burdos?”. Aesas alturas, el rostro de Howard, que habia estado sombrio, se volvié aun peor. Nadie se atreveria a hablar de esa manera sobre su mujer. Ann nego vehementemente con la cabeza. re palida como un fantasma y protesto: “Howard, no entiendo de qué esta hablando... ;Estoy pert demasiado por los golpes que recibi!". Pens6é que Dorothy era como esas otras mujeres de las que Howard se desharia si ella most eatin & d - Z vulnerabilidad frente a él. ot Pr ¢Cémo $e atrevia a menospreciarla? Deberia estar plenamente consciente de las consecuencias de sus palabras. Howard estaba furioso mientras observaba a Ann, tan vulnerable. Sus manos se crisparon en punos, y lanzé una mirada casi esquizofrénica a Dorothy. "iEstas poniendo a prueba mis limites!", advirtid. Por su parte, Celestine y los otros dos hombres negaron con la cabeza y miraron a Howard con desdén. iCémo se atrevia a mencionar la palabra «limites» delante de Dorothy? ;Quién le habia dado la audacia de hacerlo? Hablar de limites era innecesario en presencia de esa mujer. Incluso si ella destruyera el Grupo Sherratt en un solo dia, deberia seria un honor para ellos. Dorothy se rio ante su comentario. Incliné ligeramente la cabeza hacia Celestine. - + jBAM! De repente, un estruendo reson6 en la habitacién, y las piernas de Howard cedieron instantaneamente, haciéndolo caer de rodilla nm & * + Capitulo 5 Observando a Howard postrado en el suelo, Dorothy hablé con indiferencia: “Curiosamente, uno de mis pasatiempos preferidos es poner a prueba los limites de las personas”. En ese momento, el dolor que recorrié el cuerpo de Howard palidecié en comparacién con la humillacion de estar de rodillas. Sus ojos destilaban furia mientras contemplaba a la mujer ante él. Su Unica obsesién en ese momento era vengarse y deshacerse de ella de la manera mas despiadada posible. Howard juré en su interior que nunca olvidaria ese agravio y que buscaria venganza en el futuro. Ann, quien se encontraba a su lado, qued6 completamente perpleja. iCémo era posible que Howard Sherratt, el influyente presidente del Grupo Sherratt de Ciudad Northon, se encontrara arrodillado ante una jovencita? i Eso desafiaba toda ldgica. Después de todo, Howard era conocido por hacer que los demas se postraran ante él, no al revés. ":Cémo deberiamos proceder ahora, ae - se pregunté Celestine con indiferencia. Dorothy dejé escapar un resoplido y tomdé una bolsa de sangre de la mesa, la arrojé frente a Howard y propuso: "Si a uno de ellos le gustaba tanto extraer sangre ajena y el otro la necesita, entonces saquemos toda su sangre y transfiramosla al cuerpo de esa mujer”. Haciendo una pausa, agregé con sarcasmo: ";No se amaban mucho?". ~Por qué no ayudarlos con eso? Incluso al morir, estarian siendo un par de tortolitos. Ella, por su parte, solo tomaba justicia por mano propia. "De acuerdo!", respondio Celestine. ¥ con un movimiento, le propiné una patada a Howard en la espalda. El rostro del segundo se estrellé contra el suelo, y un gemido apagado escapo de sus labios. Celestine presiondé con fuerza la espalda de Howard para evitar que se retorciera de dolor. Luego, con gran habilidad, inserté la aguja en la vena del brazo izquierdo del hombre, y la sangre fluyo inmediatamente hacia la bolsa dora. ae - Eneser nto, Ann finalmente se percaté de la situacién. Hizo un intento desesperado por detenerlos, pero las dos personas que la custodiaban la lanzaron a una distancia de cinco metros, pateandola. Howard, con el rostro pegado al suelo, experimentaba un profundo dolor al ver como maltrataban a su prometida. Estaba haciendo esfuerzos sobrehumanos por liberarse, pero la presién y la fuerza que sentia en la espalda eran insoportables, y apenas podia moverse. La mente de Ann se Ileno de incredulidad al presenciar la derrota de su prometido. ¢Cémo era posible que alguien hubiera logrado someter a Howard? ¢Cémo pudieron derrotarlo? Siempre se habia mostrado invulnerable y astuto. iCémo habia llegado a esa lamentable situacion? Su psiquis empezé a sufrir un colapso. Mientras tanto, la bolsa de sangre que Celestine sostenia ya estaba Ilena de liquido vital. La retiré sin tomar precauciones y se dirigid directamente hacia Ann. Enese instante, Howard se encontraba en un estado depanico absoluto. Sus ojos brillaban con ira cuando le reclamé a Celestine: ";Como te atreves!". Pero el segundo, sin prestarle atenci6n, dejo escapar una leve sonrisa ante tal pregunta. zCémo se atrevia? Teniendo en cuenta los asuntos relacionados con Dorothy, ;c6mo no se atreveria a hacerlo? Mientras tanto, el cuerpo de Ann temblaba de terror a medida que Celestine se acercaba lentamente. Se agachd y sus manos, delgadas pero huesudas, encontraron rapidamente el brazo de Ann, quien luchaba con desesperacién. "No, por favor...", suplico. "Por favor, no hagas esto... Nuestra tipologia de sangre no coincide. Moriré... Por favor, suéltame...”, continué forcejeando, pero no tenia fuerzas para liberarse. Justo cuando se disponia a insertar la aguja’ enel | brazo, Howard grité desesperadamente: ";Dejala_ ir! Haré lo que me pidas. jPor favor, déjala ir!”. Pero Celestine se burlé de él y continué con su accién sin detenerse en lo mas minimo. ":Detente!", siguié vociferando. ae 0 a ae “Slatpol@sucede, pagards un precio inmenso”. "Cualquiera que esté vinculado a ti también enfrentara graves consecuencias”, amenazaba. Dorothy, observando a Howard, quien se comportaba como un animal acorralado, pronuncié con ligereza: “Si ese es el caso, no tengo razon para dejarte con vida”. Un destello de incredulidad cruzé6 los ojos de Howard al escucharla, y su coraz6n se apret6 al ver la expresién imperturbable de Dorothy. Luego, en medio de la tensién, dejo escapar una risa amarga: "jNo podras evitar las repercusiones si me haces dano!”. Dorothy torcié la boca con desdén: “Oh, ide verdad? Me pregunto si existe alguien en este mundo que esté fuera de mi alcance”. jLunatica! jEsa mujer estaba completamente desquiciada! Dorothy mostré una sonrisa mientras observaba la mirada llena de odio en los ojos de Howard. Lanz6 con desenfado otra bolsa de sangre XL frente aél. ";Drénenle toda la sangre!", ordend. Dado que parecia disfrutar tanto de las transfusiones de sangre a terceros, por qué no experimentarlo de primera mano? Uno de los subordinados asintié educadamente, agarré la bolsa de sangre e inserté la agujaenla vena de Howard sin titubear. Pronto, la sangre empez6 a fluir hacia el contenedor. Al mismo tiempo, Celestine también habia insertado la aguja en las venas de Ann. La sangre de la bolsa fluia lentamente hacia su cuerpo. a z «jNo!», penso. El temor de Ann alcanz6 su pico maximo. jNo queria morir! speradamente: "; Howard, salvame! |, no quiero morir! ;Sdlvame!". Grito d iHow Yano era la mujer delicada y gentil que solia ser. EI miré ala angustiada y asustada Ann, iracundo. ¢Cémo no iba a querer salvarla? Pero no habia nada que pudiera hacer... Giré la cabeza y fulminé a Dorothy con la mirada. jEra mejor que no le diera la oportunidad de vengarse, 0 la haria pedazos! Sin embargo, ella no le presté atencidn. Su Unica preocupacién era Frederick, que estaba en sus brazos. En ese momento, un hombre de 36 afios entré en la habitacion. A su lado, al menos veinte guardaespaldas lo seguian. ";Quién eres?”. “iSuelten a Howard!", exigid. El recién llegado se enfurecié al ver a Howard y Ann, quienes estaban lamentablemente presionados contra el suelo. = $ Su enojo era palpable. Cuando Howard escuché la voz, hizo un esfuerzo Para girar la cabeza hacia la puerta. Al ver al hombre, sus ojos se iluminaron es 1 7 i im 8. i ee de alegria. ";Tio Thomas?", atinéda : Thomas Sherratt le devolvié una mirada tranquilizadora. Asi era, el hombre que habia aparecido de manera abrupta era el lider del Grupo Sherratt. El y Howard tenian una cooperacién estratégica. Mientras el mas joven tenia el control del imperio financiero de Northon, el hombre mayor supervisaba la zona gris de la ciudad. Ann, al ver a Thomas, quien parecia su salvador, siguié gritando: "| Tio Thomas, salvanos!". "Vana transfundirme la sangre de Howard, pero nuestros tipos de sangre no coinciden y todos moriremos! j Tio Thomas, salvanos!". Thomas miré con determinacion a Ann y ordenéa Dorothy: ";Déjalos ir!”. “;Dejarlos ir?”, repitio ella. En todo el Pais Z, nadie se atrevia a pedirle algo asi a Dorothy. La intensidad en su mirada se hizo aun mis evidente mientras enfrentaba a Thomas. Este ultimo sintié que la temperatura dela habitacién bajaba cada vez mas. a. ae "Crees que ese pedido es viable?", solts Dorothy. No pudo contener una sonrisa malvada: "Eres demasiado soberbio”. ;Por qué de repente todos querian faltarle el respeto? El rostro del hombre se oscurecié. iCémo se atrevia alguien tan joven a desafiarlo de esa manera? La mirada asesina en los ojos de Thomas no se pudo ocultar mientras avanzaba hacia Dorothy. Cualquier persona comun y corriente habria cedido ante su presién, pero ella era una excepcion. Al contrario... Lo enfrenté con calma, y hasta se podia percibir un toque de desdén en sus ojos. La distancia entre los dos se redujo a menos de dos metros, y en ese momento, la joven realizé un movimiento sutil y rapido. iF fffst! Se escucho un silbido, y una aguja plateadasalio a disparada a la velocidad del rayo. Thomas instintivamente traté de esquivarla, pero, antes de que pudiera reaccionar, la agujaya se habia clavado en un punto de acupuntura en su i . Enun. brir y cerrar de ojos, sintiéd que el poder en cuerpo parecia estar sellado, dejandolo impotente. Si no fuera por su fuerte voluntad, habria sido derrotado en ese mismo instante. Dorothy lo miré con desdén y declaré: "Todavia puedes retirarte en este momento. Solo quiero que estos dos estén muertos”, senalé a Howard y Ann con un leve movimiento de la barbilla. “Pero por supuesto, si quieres unirte a ellos, no me importa”. Sus ojos se posaron en Frederick, que descansaba tranquilamente en sus brazos, mientras amenazaba: "Y si asustan a mi hermano pequeno, no dudaré en hacer caer a toda la familia Sherratt”. Un brillo asesino paso por los ojos de Thomas al escuchar las palabras tranquilas pero arrogantes de Dorothy. "No hay nadie que se atreva a desafiar ala familia Sherratt en esta ciudad", afirmd con valentia. 7 Dorothy sonrié con desdén: ";Quieres apostar?"> . ~ Ann estaba temblando visiblemente mientras exclamaba: ";Tio Thomas, por favor, salvame! Tio Thomas...”. Ya habian inyectado la mitad de la bolsa de sangre XL en su cuerpo, y sentia una creciente opresién en el pecho y un entumecimiento en el cerebro. Tenia la sensacién de estar al borde de la muerte. Thomas le lanz6 una mirada irritada por su clamor y luego dirigié su atencién hacia Howard. La tez de este ultimo era palida y sus labios habian perdido todo color. El hombre mayor observé alos guardaespaldas de la familia Sherratt tendidos en el suelo. En ese momento, se dio cuenta de que no era rival para Dorothy. Miré directamente ala joven y, luchando internamente, se humillé al preguntar: "gQué deseas? Silos liberas, podemos negociar", - Dorothy respondié con una sonrisa casual: "Si hubieras adoptado esta actitud desde el principio, quizas habria tenido misericordia de ellos, pero ahora es demasiado tarde". a me eQuién pedia clemencia después de causar tanto caos? éQué tanta piedad esperaban de su parte? Thomas no esperaba esa arrogancia de su parte, iCémo podia no tomarlo en serio? Ya habia dejado a un lado su orgullo como el patriarca de la familia Sherratt para suplicarle que negociaran. Estaba furioso. "Podemos hacerlo de la manera facil o la dificil. La eleccién es tuya”, ultiméd. Dorothy lo miré con determinacion. Su sonrisa se desvanecid, y en su lugar surgié una escalofriante intencién asesina. En ese preciso momento, movié su mano una vez mas. Dos diminutas agujas plateadas salieron disparadas simultaneamente y se clavaron en las rodillas de Thomas. Un fuerte «jplaf!» resond cuando sus piernas flaquearon y cayé de rodillas frente a ella. _— Los guardaespaldas que resguardabanla entrada se precipitaron hacia él: ";Sefor Thomas!”, Dorothy se burld de ellos y agité lamano nuevamente. Varios proyectiles plateados se dispararon en simultaneo y perforaron con Ranipitn 7 uk Brecisioael pecho de cada uno de los hombres. En cuestién de segundos, todos yacian en el suelo, Al presenciar esa escena, tanto Thomas como Howard quedaron estupefactos. Las habilidades de Dorothy habian superado sus expectativas. Por otra parte, los ojos de Ann se llenaron de miedo. éCémo era posible? Su prometido era la persona mas poderosa en toda la ciudad. ¢Cémo habian sido derrotados por esa joven antes de que pudieran reaccionar? Parecia inconcebible. jlmposible, incluso! Sin embargo, la verdad era que en ese momento, Thomas estaba arrodillado ante esa joven. La conmocidn en los ojos de Ann gradualmente se desvanecid, reemplazada por una fuerte sensacion de desesperacidn e insatisfacci6n. No podia morir de esa manera. Era jovenytenia &* un futuro por delante. No podia permitirse perecer alli. No podia permitirse morir tan facilmente. No, no podia... ' férrea la impulsé a luchar. De oleada de ferocidad la inundd, dandole el impulso para enfrentarse a Dorothy. Haciendo uso de todas sus fuerzas, se incorporé y grité: ";Por favor, déjame ir!”. "No fui yo quien extrajo la sangre de tu hermano. No fui yo", declaré en tono firme. Inmediatamente, sefalé a Howard y exclamé, al borde de las lagrimas: "jFue él!". Insistié, con angustia evidente en su voz: "El insistié en hacerlo. Intenté detenerlo, pero no me escucho. Esto no tiene nada que ver conmigo. jPor favor, déjame ir!". "i Todo fue culpa de é!!", agregé Ann, entre sollozos y visiblemente afligida. Howard, que yacia en el suelo adolorido, la miré con horror. gEra esa la mujer ala que conocia, su amable y hermosa prometida? {Qué estaba diciendo? ;Cémo podia decir semejantes cosas? iS Observando a Ann implorando clemenciadeesa manera, Dorothy sonrid satisfecha y comento: — “Howard, ;escuchaste eso?". “Llamarla z*rra fue un halago", ahadid con crueldad. Claro, los se desesperarian al estar en las puertas de la muerte. Howard se qued6 aténito ante lo que estaba presenciando. ¢Cémo era posible? ;C6mo podia su prometida, a quien amaba profundamente, decir eso? Sin embargo, Ann continué desesperada, gritando: “Si, tienes razon. Soy una z’rra. Soy una desvergonzada. jPero por favor, te lo ruego, déjame ir! ;Déjame ir!". Sus suplicas se volvieron cada vez mas desgarradoras. Dorothy la miré con una expresién burlona en su rostro y comenzé a hablar: "Bueno, en ese caso...”. Un destello de éxtasis cruz6 el corazén de Ann cuando la escuchd iniciar su frase. Sin embargo, habia una crueldad sutil en los ojos de Dorothy que no paso desapercibida para ella. Juré en silencio que haria que pagara por sus acciones, que la haria sufrir y que suplicara clemencia mientras estuvieracon vida, ~ Pero la voz de Dorothy cambid de tono en un instante: “Entonces, debo asegurarme de que mueras. Una p*rra como tu solo seria una molestia para la gente". Capitulo 8 La expresién de Ann se volvid rigida al instante. zAcaso Dorothy acababa de intentar engafarla? Al comprender que estaba jugando con ella, reprimié su resentimiento y traté de convencerla con un ultimo destello de esperanza en su corazon. Imploré: “Por favor, déjame ir". “El asesinato es ilegal. No puedes quitarme la vida. Segtin la ley, tienes que pagar con tu vida. iRealmente vale la pena?". Dorothy la miré con una expresion divertida y nego con la cabeza. Parecia que la gente estaba dispuesta a decir cualquier cosa para salvarse. ";Por qué no pensaste en la ley cuando extrajeron la sangre de mi hermano? ;Crees que te tengo miedo?", se burld. Tan pronto como termin6 de hablar, una voz 7 severa y gélida se escucho desde atras: "Nina, hablas con mucha insolencia, ni siquiera respetas la ley". La voz resoné antes de que la persona que hablé- apareciera. te - Dorothy fruncié el cefio con impaciencia. {Por qué todos Illegaban de repente? «Clac, clac, clac», resonaban los pasos. Poco después, un hombre de unos cuarenta afios, vestido con uniforme de policia, entré enla habitacién acompanado por varios oficiales. El jefe Barnett quedé momentaneamente sorprendido al ver a todos los guardaespaldas en el suelo. ": Jefe Barnett! ;Ayudame! jElla quiere matarme! jMatala! jRapido! ;Matala!", grit6é Ann desesperada al verlo. Pens6 que era su ultima esperanza. El Jefe Barnett extrajo su arma de inmediato al escucharla. El personal que lo acompafiaba también saco sus armas y apuntaron a Dorothy en simultaneo. Celestine y los otros dos fruncieron el cefio y se volvieron extremadamente serios al observar sus acciones. 5, = Al ver al recién llegado, Thomas hablé de ae inmediato en un tono profundo: “Eliminenla. Yo me haré cargo de las consecuencias”. Apesar de enfrentarse amultiplesarmas apuntdndola, Dorothy no mostré temor en lo r minimo, Incluso exhibié una sonrisa de desprecio ensurostro. “Michael Barnett. eras solo un guardia de prisién cuando sali de la Penitenciaria de Northon hace cinco afios, ¢y ahora eres el jefe?". “Parece que has olvidado muchas cosas después de tu ascenso”. El Jefe Barnett quedé momentaneamente paralizado al escuchar sus palabras. Luego, record6 quién era ella. Sus ojos se abrieron de par en par y expresaron incredulidad: "Tu eres... ti eres...”. Dorothy, quien habia permanecido en silencio, esboz6 una sonrisa. Michael Barnett tembl6 involuntariamente y soltd el arma que tenia en la mano. No estaba seguro de si su emocidén era de miedo o asombro. Ann grité ansiosamente: "|Jefe Barnett, matela! jHagalo ahora!”. Sin embargo, le tocé observar como Michael + dejaba su arma. ee El oficial, por otro lado, seguia mirando a Dorothy en estado de shock: ";Lograste escapar de alli?". Dorothy no le dio una respuesta directay,en — cambio, planted una pregunta: “El asittone ae Nas 1 esentre los Sherratt y yo. Estas seguro de que quieres involucrarte?". Michael se quedo aténito por un momento, luego se volvié lentamente hacia Thomas y hablé con indecisién: "Sefor Sherratt, temo que hoy no puedo ayudarlo”. "Le sugiero que busque una reconciliacién si es posible”, aconsejé. Sabia que la joven ante ellos no era alguien con quien quisieran tener problemas. Michael tembl6 al recordar lo que habia sucedido en el pasado. En ese momento, solo tenia catorce anos. Después, la habjan enviado a un lugar incluso mas peligroso. Cualquier individuo que lograra salir con vida de ese lugar sin duda era una figura de primer nivel con el potencial de transformar el mundo. Habian transcurrido cinco anos desde entonces, y ajuzgar por la situacién en ese momento, ni siquiera los dos miembros de la familia Sherratt — podian igualar sus habilidades. Era seguro concluir que habia alcanzado un nivel de dominio increiblemente alto. ";Reconciliacién?", cuestiond Thomas con “> ia A pesar de que habia colaborado con Michael durante muchos anos y ambos conocian profundamente las fortalezas y estrategias del otro, le estaba pidiendo que buscara una reconciliacién con Dorothy. iQuién era realmente la joven frente a él? Thomas se dio cuenta de que Michael no solo estaba asustado, sino completamente aterrorizado por su presencia. Reflexioné profundamente mientras observaba a las personas en la habitacion. Luego, miré a Dorothy con seriedad y su tono se suavizo: “La familia Sherratt esta dispuesta a pagar cualquier precio si liberas a Howard y Ann". Dorothy se rio con desdén: “;Cualquier precio?”. "Destruir la familia Sherratt es algo sencillo para mi, asi que ambos deben pagar con sus vidas”. Capitulo 9 Howard fijé su mirada en Dorothy y dirigié sus palabras a Michael: "Sila eliminas, obtendras la mitad de los activos de la familia Sherratt". El oficial dejé escapar una sonrisa amarga ante la tentadora oferta. Sin embargo, respondié con firmeza: "Sr. Sherratt, temo que prefiero marcharme antes de poder disfrutar de eso”. La expresién de Thomas se oscurecid al escuchar esas palabras. Después de un breve silencio, volvié su atencién de nuevo hacia Dorothy: “No sé quién es usted ni por qué el Jefe Barnett la teme tanto. A pesar de su poder, ;puede realmente compararse con el Ministerio de Defensa?". “El padre de Howard es un Coronel Mayor en el Ministerio de Defensa y ha hecho innumerables contribuciones al Pais Z", continud. "Cree que podra escapar de las consecuencias si_ algo le sucede a Howard hoy? EI no causédafio significativo a su hermano menor. Haré que se disculpe y me aseguraré de que la familia Sherratt compense la situacién. ;Qué opina?". Dorothy entrecerré los ojos al escuchar las os i palabras de Thomas. Apesar de que no le temia al coronel mencionado, ya que su rango era significativamente inferior al suyo, reconocia la valia de todos aquellos que habian alcanzado altas posiciones en el pais. jEso implicaba que habian dado mucho por la nacion! Cada general o coronel era un héroe, y eso no debia subestimarse. Tras unos momentos de duda, asintid levemente hacia Howard, quien parecia tan palido como un cadaver. Casi de inmediato, los dos individuos que lo sostenian interrumpieron el procedimiento y retiraron la aguja. Howard dejé escapar un suspiro de alivio en silencio. Afortunadamente, habia algo que inquietabaala mujer frente a él, lo cual le dio una oportunidad de salvacidn, sin importar cuan alto fuerael titulo de Nickel Sherratt en el Ministerio de Defensa. Justo cuando Howard pensé que podria finalmente exhalar aliviado, la voz de Dorothy resurgid: ‘aia “Puedo perdonarle la vida por consideracién a su padre, pero debido a su audaz amenaza y los dafios que caus6 a mi gente, quiero que le rompan ambas piernas”. Esa declaracion dejé a Thomas estupefacto, incapaz de reaccionar a tiempo. Antes de que pudiera hacerlo, los dos hombres que lo sostenian respondieron al unisono: "iEntendido!". Lo que siguidé fue el sonido de huesos partiéndose. Sin clemencia, los dos golpearon con fuerza, y el crujiente sonido de los huesos al romperse lleno el aire. Howard emitié un alarido de agonia. El dolor intenso lo despertd de su aturdimiento. Los pufios de Thomas se cerraron con fuerza mientras lanzaba una mirada feroz a Dorothy y exclamaba: “;Cémo te atreves!”. Habia confiado en que liberaria a su sobrinoy se disculparia después de enterarse de la ideticadd de su padre. “ 7 Nunca se habria imaginado un desenlace asi. i¥ mucho menos que le romperia las piernas a Howard! Mientras tanto, Ann estaba al borde dela muerte, ae . _4 gimiendo y pidiendo ayuda: "Ayuda... Ayuda...”. Sus manos cayeron alos costados antes de que pudiera terminar su suplica. La prometida de Howard, a quien alguna vez habia valorado profundamente, acababa de fallecer. Dorothy los observé con desdén: "Mi hermano necesita descansar. Dejemos esto por hoy". “Aunque el asunto ha llegado a su fin aqui, eso no significa que el dafio causado a mi hermano por su parte pueda ser simplemente pasado por alto", advirtio. “Sera mejor que la familia Sherratt presente algo, ya sea una compensacién o una explicaci6n, dentro de tres dias. De lo contrario, no me importa ir personalmente a su puerta”. “Eso es todo". Tan pronto como Dorothy pronuncid estas palabras, los dos hombres que estaban juntoa Howard lo levantaron y lo arrojaron fueradela — habitaci6n. oz Después de observar a Dorothy y Thomas, quienes estaban visiblemente furiosos, Michael acompahé con precaucién al segundo mientras abandonaban la sala de extracci6n oa 1 ? i Cuando estaban a punto de salir, el hombre se detuvo abruptamente y se volvié para encarar a Dorothy, sus ojos eran como pozos oscuros que parecian ansiosos por engullir a alguien: “Seguro que quieres una explicacion, verdad? Encuéntrame manana a las cinco de la tarde al pie de la Montafia Mammoth. Quién sabe, quizas tenga una sorpresa preparada para ti’. Ella asintié con determinacién: “De acuerdo”. "Si tus palabras no me satisfacen, te mostraré el precio de herir a mi hermano. No me importa si hay un Coronel! Mayor en la familia Sherratt, haré lo mismo incluso si es un mariscal”. Thomas lanz6 una mirada de desprecio a Dorothy. Estaba decidido a ensefarle las consecuencias de desafiar a un Coronel Mayor del Ministerio de Defensa. Estaba ansioso por mostrarle cuanto tiempo podria mantener su arrogancia. Una vez que Thomas y los demas se retiraron, Celestine se volvié hacia Dorothy y pregunté con respeto: ";Qué deberiamos hacer con estas personas?". Ella los miré con indiferencia y respondié con calma: “Eliminenlos”. " Capitulo 10 Con las dos palabras de Dorothy, aquellos que yacian en el suelo experimentaron un escalofrio, y algunos se asustaron tanto que perdieron el control y se humedecieron los pantalones al escucharla. Nadie cuestiondé la seriedad de sus palabras, y Ann era prueba de ello. Celestine ofrecié una sugerencia titubeante: "Dorothy, no seria un problema si los eliminamos fuera del territorio, pero estamos actualmente en el Pais Z. Matar a tantas personas aqui podria acarrear complicaciones". Dorothy escaneé con la mirada a todos los que yacian en el suelo cuando escucho eso. Luego, cargé a su hermano menor, a quien ya habian transfundido toda su sangre, y emitié una orden: “Entonces, fracturales las extremidades y arrastralos afuera”. Celestine acato. a ¥ "Ay...", at. oat “{No!, por favor...". "No te acerques...". Ellasacé a su hermano menor de la ee prestar atencién a los lamentos que quedaban atras. Con cuidado, lo colocé en una camillaenla habitacién contigua, como si manejara algo extremadamente delicado. En ese momento, alguien llamé6 a la puerta. Erael soldado que previamente la habia ayudado arastrear la ubicacion de sus objetivos. Se adelanté apresuradamente, asegurandose de no perturbar al nifio. Con voz suave, susurr6: "Dorothy, al fin hemos localizado el sitio exacto del objeto que estabas buscando”. Al escuchar estas palabras, Dorothy, quien normalmente mantenia una calma imperturbable, finalmente mostr6 una pizca de emocidon en su rostro. ";Doénde esta?". El motivo detras de su regreso apresurado del campo de batalla fuera del dominio no se limitaba Unicamente a su participacién en la confananes mas importante del Pais Z, niasu busquedade venganza en honor a su querida abuela... En realidad, habia vuelto porque habia descubierto algo que le permitiria dominar el escenario en el campo de batalla exterior. eS Laoportunidad se encontraba justo en el Pais Z. Si lograba asegurarla, podria llevar a sus soldados alas tierras de otros paises y, con eso, amenazar las fortalezas de esas naciones. Tal logro podria cambiar radicalmente la posicién pasiva en la que se encontraba su naci6n en ese momento. En ese escenario, podria dar una leccidn a todos aquellos que habian menospreciado a su pais. Sonrié al recibir la respuesta de que el objeto se encontraba en posesién de la familia Clark. "iQué casualidad!", brome. Dicha coincidencia la llevé a planear una visita a su residencia. La duefia original de su cuerpo pertenecia a esa familia, y Dorothy albergaba un profundo resentimiento hacia ellos. Asi es, jella provenia de otra realidad! jNo era de este mundo! Cinco afios atras, bajo la presién de la matriarca_ 7 de la familia Clark, la duefa original de su cuerpo. fue obligada a casarse con un anciano de la familia Crawford que rondaba los sesenta anos. Sin embargo, ella se negé a aceptarloy, en tragico de los eventos, acabé matando accidentalmente al viejo pervertido. Dorothy revivid en ese cuerpo en mediode la golpiza que la matriarca de la familia Clark estaba propinando a la duefia original por su desobediencia. Luego, esa misma mujer la envio a prisidn, tomando el control de la vida de recién reencarnada mujer. Dorothy luchdé incansablemente para liberarse de la prision y finalmente ascendio al rango de General de Division. Mientras reflexionaba sobre su pasado, se volvid hacia Frederick, quien dormia tranquilamente en la cama. No pudo evitar esbozar una sonrisa burlona. En efecto, la matriarca de la familia Clark era excepcionalmente malvada. No solo tenia la capacidad de acabar con la vida de su propia nieta sin piedad, sino que también vendid a su nietoala familia Sherratt para que le drenaran lasangre. SU comportamiento era realmente despreciable... +, "General Dorothy, ;como esta su hermano?", — pregunto William Sherman. El era un individuo legendario que estaba a punto de alcanzar el rango de Coronel Mayor ala Pe 1 as sorprendente edad de veintiocho afios. La miré con inquietud y profundo respeto. Observé a la joven frente a él. Se habia unido al Ministerio de Defensa a los catorce afhos, participé en la guerra al afo siguiente y, posteriormente, lideré a algunos de sus generales mas confiables para establecer «El Guardian», una de las fuerzas mas influyentes en el mundo, en las afueras de la region. Sus ojos reflejaban un profundo respeto y admiracién. En aquel momento, Dorothy ostentaba el titulo de General de Divisién No. 1 del Ministerio de Defensa, acercandose cada vez mas ala cima. William era uno de los soldados que habia fundado Guardian junto a ella. Después de un breve silencio, hablo con indiferencia: “Debemos visitar a la familia Clark". “Entiendo", asintié William de inmediato y se apresur6 a ordenar a sus subordinados que contactaran con dicha familia: "Informenala ; familia Clark que esta noche asistiré ala —S cumpleanios de la vieja senora”. En laresidencia Clark. "Mama, tengo buenas noticias", exclamo un ee hombre de mediana edad. La Sra. Clark, que ocupaba el asiento principal en la sala de estar, fruncid el cefio con descontento mientras lo observaba. Reprendié con severidad: ";No sabes qué dia es hoy? ;Cémo te atreves agritar y hacer un escandalo asi?". "No es una sorpresa que el grupo Sherratt esté dispuesto a darme un millon de délares. Después de todo, fue a cambio de mi nieto, jy tu tuviste parte en el trato!”, solto. "Noes por el dinero, madre", se apresuré a corregir él. El hombre sin aliento era Leslie Clark, la cabeza de la familia. Se inclind, jadeando mientras decia; “Madre, hoy alguien muy influyente del Ministerio de Defensa vendra a tu fiesta de cumpleanos”. La sefiora Clark dejé el rosario que sostenia en sus manos y pregunto con interés: ‘vee - alguien importante del Ministerio?”. a "Si, la persona que me dio la noticia trabside William Sherman, el coronel del Ministerio de Defensa". De repente, se escuché un crujido en el aire aa | rosario en manos de la ancianase cayendo al suelo. Sin embargo, ella parecia indiferente a eso, Se levantd, entusiasmada e incapaz de ocultar su emocidn, y exclamé con alegria: ";gDe verdad?!". "Estoy seguro de que es el enviado de William Sherman. No puedo estar equivocado”. La respiracién de la senora Clark se aceleré al instante. Si William realmente visitaba a la familia Clark, la posicién de su familia en Northon se elevariaen una sola noche. La idea de finalmente lograr lo que habia deseado durante tanto tiempo la llenaba de emocién, haciendo que su cuerpo temblara con ansiedad. jEstaba extasiada! Capitulo 11 ";Apurate! ;Diles a todos que espero que mi cena de cumpleafios sea perfecta! jNo toleraré ningun error ni que me hagan quedar en vergiienza!”, indicé la sefiora Clark a Leslie. La cumpleafera apenas habia tomado aire cuando ya le estaba dando mas instrucciones. ";Saca la silla de marfil de mi cuarto y ponla en el comedor! ;Aseguirate de que se sirva nuestro mejor vino!". "También quiero que todas las hermosas y distinguidas mujeres que son parte de esta familia vengan hoy, sin importar su estado civil. ¥ si alguna logra convertirse en la cita del Coronel Sherman, jle daré el 10% de nuestra fortuna!”, agrego. Leslie asintié ante cada indicacién y rapidamente abandoné la estancia para asegurarse de que todo estuviera al gusto de la festejada. Por su parte, la sefiora Clark, quien se habia @ quedado sola, junté las manos y repitié una yotra vez: ";Dios bendiga ala familia Clark! jDios bendiga a la familia Clark!”. En menos de media hora, Leslie regres6 ala habitacion de la sefiora Clark y le informé: he es A's “Madre, todo esta listo y arreglado como lo solicité. Se informé a todas las mujeres dela familia que su asistencia es obligatoria, a excepcién de mi cunada”. ";Quién se cree esa desgraciada para ignorar mis érdenes? ;Se atreve a desafiarme?", respondid la cumpleafera, fulminando con la mirada asu vastago. “Madre, ha sido imposible contactarla. Parece que hoy es el dia en que su hija saldra de la carcel y varias personas aseguran que se fue de su casa antes del amanecer”, explicé Leslie, con la vista clavada en el piso. ": Justo hoy! Bueno, pues envia a uno de los empleados por ella. Quiero que me traigan aesa mujerzuela y también a su hija. jLleg6 la hora de que acabe con ella de una vez!", exclamd la sefhora Clark. Como respuesta, Leslie asintid. “Acompaname a la puerta. ;Tenemos que estar — listas para darle la bienvenida al Coronel ~ Sherman! Y¥ mas te vale que todo salga comote pedi. Si alguien ofende al coronel o me hace quedar en ridiculo, lo Unico que conseguira sera la muerte”, advirtié la matriarca. Po = Media tatitee mas tarde, todos los miembros de la familia Clark esperaban a William en la puerta de la casona. "Mama, ;de verdad crees que el Coronel Sherman vendra?", pregunté en un susurro Martha Clark, la hija de Leslie. La joven de aproximadamente 25 afios estaba vestida con telas finas y ligeras que le daban el aspecto de una mariposa. Sim embargo, la pregunta no habia sido para Leslie, sino para Margaret Crawford, la esposa de Leslie, quien estaba vestida y maquillada acorde a la ocasion. Margaret miré a su hija y respondid: "No creo que tu abuela arme tal alboroto por nada”. Adiferencia de Margaret, quien tenia una belleza natural, Martha era una mas del monton. Sin embargo, para infundirle confianza, su madre le dijo: "Recuerda que la apariencia no es lo mas importante en la vida. Y no se te olvidé poneren practica todo lo que te ensené, ;de acuerdo?", Leslie escuché lo que le decia su esposa a suhijay se sumo. "Hazle caso a Margaret, Martha. Tienes que causar una buena impresién en el Coronel Sherman. Si logras ganarte su aprecio, podria permitir que te cases con él. itmeginaases 7 cambiaria tu vida! Tus primos, que ahora te desprecian, te admirarian y respetarian”. Martha asintid. ";Cuantos anos tiene el Coronel Sherman? No me digan que es un viejo feo", comenté preocupada. Si ese fuera el caso, entonces ella preferia... "Martha, ya te he dicho que no debes juzgar un libro por su portada", respondié Margaret, dandole suaves palmaditas en el hombro. “Ademias, escuché que el Coronel Sherman ni siquiera tiene 29 afios. Antes de unirse al Ministerio de Defensa era un chico bastante popular. Seguro te enamoraras de él apenas lo veas”, ahadio. Al oir eso, Martha suspir6 aliviada. Ya queria ver lo que sucederia. Media hora después, una lujosa camioneta negra y blindada se estacion6o frente ala casa dela familia Clark, cuyos integrantes esperaban al distinguido invitado con expresiones de alegria. — No era para menos: jno todos los dias recibias al Coronel Superior William Sherman, una de las” principales figuras del Pais Z, en tu propia casa! Los Clark estaban profundamente honrados de que un hombre tan importante como aquel se” 1 ‘’s J acién de la matriarca de la Eso sin olvidar que con esto se afianzaba su camino al éxito. Era cuestién de tiempo para consolidarse en las grandes esferas. Frente alas expectantes personas, la puerta del vehiculo se abrié lentamente. Primero aparecié una larga pierna y luego dos pies se posaron firmemente en el suelo. Una figura, vestida elegantemente, descendio de la unidad. Enel rostro de los invitados apareci6 la incredulidad. ; Todos estaban boquiabiertos por lo que veian! Capitulo 12 ":¢Qué haces aqui, p*rra?!”, chillé la sefiora Clark, tras superar su sorpresa inicial. Habian pasado cinco afios y Dorothy habia cambiado mucho, pero la sefiora Clark habia sido capaz de reconocerla casi al instante. Dorothy era la causa de todas las desgracias de la familia. M*t6 al senor Crawford, lo que ocasiond que sus parientes le guardaran rencor alos Clark: no solo acabaron con los acuerdos de cooperacién que tenian, también se aseguraron de bloquearlos de la alta sociedad. Desde entonces, la familia Clark habia perdido toda su influencia en Ciudad Northon. Las palabras de la sefiora Clark ayudaron alos demas a reconocer a Dorothy, a quien miraron con desdén antes de comenzar a insultarla. "3Cémo es posible que esta p’rra salga del auto del Ministro de Defensa?", exclamé alguien. "Escuché que hoy salié de prisién. Tal vezla_ $ enviaron aqui porque es una Clark", se sum@otro, "Como tiene la audacia de volver? jMe repugna verla!", agrego un tercero. Una estoica Dorothy pas6 su mirada le por todos los Clark y luego se concentré en! matriarca, que tenia una expresién horrible en el ":Qué pasa con la bienvenida? ;No te alegras de verme?", pregunté Dorothy, con una sonrisa. La sefiora Clark se estremecid. Tenia un mal presentimiento. Antes de que pudiera poner ala recién llegada en su lugar, Margaret dio un paso al frente y miré con asco a Dorothy. Su expresion era como si hubiera descubierto que habia pisado caca. Con toda la compostura de la que era capaz, la mujer hablo. ";Alegrarnos de que vuelvas? ;Cémo te atreves a burlarte de nosotros! Por tu culpa, la familia ha pasado miles de penurias. Después de que m'‘taste al senior Crawford, su familia se ensahd con la nuestra y ahora quieres que te recibamos con bombo y platillo?", la acusé Margaret. “Si no fuera por ti, la familia Clark seria de las mas influyentes de la ciudad!", remato. “Dorothy, jla abuela te pidié que te casaras con > uno de los Crawford porque confiaba enti! Site — hubieras comportado, no solo serias la senora Crawford, sino que tendrias una vida lleno de lujos y comodidades, en la que nadie te trataria como una rata”, intervino Martha. es - "Si fuera td, se me caeriala cara de vergiienza nada mas de pensar en volver con mi familia. Si tuvieras algo de dignidad, te habrias su*cidado, pero lo tuyo es ser descarada", afiadio la joven, Acto seguido, la joven sacé 200 dolares de su bolsa y se los aventé a Dorothy. Sin embargo, los billetes no llegaron a su objetivo y terminaron en el suelo. "Recoge el dinero y largate. jNuestra familia nunca aceptara a una b*starda como tu!", ataco Martha. Al principio, los otros Clark se quedaron callados, pero en cuestién de segundos se sumaron al ataque. "Ingrata, eres la causa de las desgracias de nuestra familia, zy asi te atreves a volver? jLargate!", dijo alguien. “La familia Clark esta en la ruina por tu culpa. {No te basta con eso?", se sum6 un segundo. "jRecoge el dinero y no vuelvas!", ahadié un tercero. ; 2 Al ver que todos la respaldaban, Martha se irguid y el desprecio en sus ojos brillé con mayor intensidad. Sin embargo, se enojé al percatarse de que a Dorothy no le afectaban los insultos, de hecho jla inf*liz sonreia! es "\Arrodillate y recoge el dinero, p*rra!", atacé la veinteafera. lanzando una patada a la rodilla de la oveja negra de la famila. Dorothy se movié tan rapido que los demas apenas lo percibieron. Lo siguiente que escucharon los presentes fue el sonido de una fuerte cachetada. Alinstante, Martha solto un grito horrible, por la humillacién que sentia y por el dolor del golpe. La multitud, que hasta hace unos momentos habia estado muy animada, callo. Todos estaban en shock y tenian los ojos desorbitados y la boca ligeramente abierta por la sorpresa. La primera en reaccionar fue Margaret, quien troté hasta su hija. “Martha, jestas bien?", pregunto. Al escuchar la preocupacidn en la voz de aquella madre, los miembros de la familia Clark salieron de su trance y volvieron a lanzar improperios contra la recién llegada. = * ":Cémo te atreves a pegarleaunachicatan buena como Martha?", comento alguien. "P*rra, no solo llevaste a la ruina ala familia, también tuviste el descaro de cachetear a Martha, que lo unico que hizo fue ofrecerte dinero", dijo un segundo. ";Cémo puedes ser tan inconsciente?", pregunt6 un tercero. Por su parte, la sefora Clark estaba tan furiosa que todo su cuerpo temblaba. Sefalé a Dorothy y grité: ";C*brona! ;Alguien puede darle una leccién a esta inf*liz por mi? ;Asumiré la responsabilidad sila m*tan a golpes!". Al darse cuenta de que los guardaespaldas detras de ellano se movian, se volted hacia ellos. ";Estan sordos? ;Ponganse a trabajar! La familia Clark no los contraté para que nada mas estén ahi parados", se quejé la matriarca, Los guardaespaldas no se movieron ni un centimetro. La sefiora Clark estaba a punto de insultar al personal de seguridad cuando la calmada voz de un hombre joven sond en el lugar: “No son los guardaespaldas de la familia Clark. Estos guardaespaldas fueron contratados temporalmente por el Ministerio de Defensaysu_ nica responsabilidad hoy es protegernos”. Apenas terminé de hablar, el duefio de la misteriosa voz salid del auto, con los ojos fijos en la ilia Clark. 4 familia Clar’ Ls fi = Capitulo 13 La sefiora Clark sentia un nudo en la garganta. A pesar de que lo intentaba, no salia ni una palabra de su boca. Miles de preguntas le rondaban por la cabeza. éQué hacia William en el mismo auto que esa p*rra? ;Acaso ese vehiculo se usaba para trasladar prisioneros? Y lo mas importante: zquién se creia Dorothy para viajar en el mismo carro que William? La familia Clark hubiera tenido que hacer esfuerzos sobrehumanos para tener el privilegio de conocer a alguien tan distinguido como el Coronel William y esa m*jerzuela llegaba con él. A pesar de su asombro, la sefora Clark no era ninguna novata en sobreponerse a la adversidad, asi que se forz6 a sonreir, inhalé profundamentey hablo. "Coronel Sherman, por favor no se preocupe por: mis palabras. Sé que sonaron duras, peroes el ¢ sentir de una abuela preocupada por el bienestar de su nieta", explico. Dorothy miré fijamente la mano con la que habia cacheteado a Martha y comenz6 a reirse tras escuchar a la matriarca. ho “3Por opio bien?", pregunt6, mirando fijamente ala sefiora Clark. Acto seguido, camind hacia ella y declaré: "En ese caso, jpermiteme que te devuelva el favor!". La sefiora Clark sintié una opresién en el pechoy que el aire asu alrededor intentaba aplastarla. “P*ta m‘lagradecida...", comenz6 la anciana. El fuerte sonido de una cachetada resono en el lugar. El golpe dio de Ileno en el rostro de la sefora Clark, cuya cabeza salié despedida hacia un lado. La cara de la victima estaba roja y por la fuerza del impacto varios dientes salieron volando de su boca. "Esto es por tu egoismo y por despreciar la vida de tu propia familia!", sehalé Dorothy, seriamente. El ruido de una cachetada volvié a resonar en el sitio. Todo pasé tan rapido que la sefiora Clarknotuvo tiempo de reaccionar. a 4% "iY esto es por ser una pésima abuela que solo se preocupa por el dinero!", continuo la chica. Un tercer golpe aterrizé en el rostro de la anciana. ee at ‘Esto es por... siguié la joven. Los ecos de las cachetadas resonaron en los oidos de los presentes. Dorothy le dio diez bofetadas consecutivas asu abuela, quien termin6 sin dientes y con el rostro hinchado. La anciana estaba tan débil que era incapaz de mantenerse en pie y cayo al suelo. Eso no impidié que sefalara con el dedoa Dorothy y con una expresién entre la incredulidad y la ira, le reclamara por sus acciones. ";C*brona! ;;Como te atreves a cachetearme a mi, que soy tu abuela?!”. Los miembros de la familia Clark seguian estupefactos por lo que acababan de ver. Nadie daba crédito alo sucedido. iQué habia pasado con la obediente y sumisa Dorothy? Hace cinco ajios, la joven ni siquiera era capaz de hablar sin tartamudear y ahora jse comportaba como una salvaje! Ademias, como se atrevia a cachetear a aor Clark, su abuela bioldgica, en publico? iQuiénse creia que era? Por su parte, Dorothy miraba a todos con desprecio. ai ee ":Dorothy?’, llamé una voz en la que sonaba la duda. Lajoven se volteé y qued6 frente a una mujer extremadamente delgada que tenia lagrimas en los ojos. "Mama...", solté la chica, instintivamente. Elizabeth Rogers, la madre de la duena original del cuerpo de Dorothy, se acercé temblando ala que creia que era su hija. Por los movimientos erraticos de sus brazos parecia que queria abrazarla, pero nose atrevia. "Dorothy, de verdad eres tu...", comentd Elizabeth, antes de romper en llanto. Dorothy le enjugé las lagrimas a su madre, la abrazo y le dijo: "Soy yo, mama. Volvi y no me volveré a separar de ti". Al sentir la calidez del cuerpo de su hija, Elizabeth lloré con mas fuerza, correspondié el abrazo y contestd: "Bienvenida. No sabes lo feliz que estoy de que hayas vuelto". De repente, la mujer sintié una pesada presencia $ detras de ella. Volted hacia atras y se encontré con la gélida mirada de la senora Clark. Por costumbre, se estremecié y retrocedié. ";P*rra, qué clase de hija criaste!", la the - ' matriarca A pesar de que las palabras apenas y fueron entendibles, pues la anciana no podia articular muy bien sin dientes, un escalofrio recorri el cuerpo de Elizabeth, quien tomo la mano de su hija. “Dorothy, lo mejor es que nos vayamos de aqui", comenté la madre, con la intencién de escapar de la ira de la sefiora Clark. Elizabeth sabia que Dorothy era percibida por el grueso de la familia como una piedra en el zapato y lo ultimo que queria era darle pretextos aesa gente para que atacara a su hija. En el momento en que las asperas palmas de Elizabeth se presionaron contra la piel de Dorothy, una oleada de tristeza invadio ala joven. Por unos segundos sintié a flor de piel las emociones de la duefa original del cuerpo. “Mama, estoy aqui contigo. No dejaré que nadie te lastime", comenté Dorothy, con la vista clavada ensu abuela, mientas acariciaba la mano de su 4 madre. 2 Al notar la seguridad con la que se comportaba la joven, la sefiora Clark se puso nerviosa. Sin embargo, la duda le duré poco, pues recordé que Dorothy no era mas que una cobarde t- _ 7 acababa de salir de la carcel. No e pudiera hacerle algo. = “Elizabeth, Dorothy es tu hija, iy llegd el momento — de que la eduques!", comenzé la anciana. "Quiero que le rompas las manos y las piernas en este instante, o las desterraré de la familia Clark y las correré de la casa!", amenazo. Capitulo 14 «;Desterrarnos de la familia Clark?», pens6é una afligida Elizabeth. {No podia permitir eso! Dorothy acababa de salir de la carcel y tenia que inscribirse ala universidad. Si su propia familia la repudiaba, tendria que conseguir trabajo, cuestién que no seria sencilla por sus antecedentes penales. Y ni siquiera podria mantenerla. A duras penas podia darle lo basico a su hijo menor, pues no tenia una fuente de ingresos, como para sumar una boca mas que alimentar. Sin su familia, serian incapaces de sobrevivir. Ademias, conocia de sobra la crueldad de la senora Clark, jlo mas probable era que los mantuviera en la ciudad para torturarlos! Consciente de la situacién, Elizabeth solté la mano de su hija y comenzé a suplicar. “Mama, todo es mi culpa. jNo eduqué bien a Dorothy! Ademas, ella es muy joven. ;Te suplico quela s perdones! ;Castigame a mi en su lugar! Hazmelo que quieras: regafame, enciérrame en un cuarto por afios o rompeme las extremidades, pero por favor, jten piedad de mi hija!". La desesperada madre estaba a punto de 2a) arrodillarse frente a la sefiora Clark, pero Dorothy la detuvo. La joven tenia una mirada gélida en el rostro yno le quitaba los ojos de encima a su abuela. ";Qué bueno que sacaste el tema a colacién! No pretendia que mi madre y mi hermano siguieran enesta familia”, dijo la joven. "Y sobre lo que dijiste de romperme las extremidades...", solté, con una ligera sonrisa y una mirada enigmatica. Se escucho el chasquido de sus dedos e inmediatamente el ruido de huesos rompiéndose. "iAy!", grité la senora Clark. Acto seguido, la anciana comenz6 a gemir de dolor. A pesar de que el malestar tenia que ser indescriptible, no se desmay6. "Hija de p*ta, ;gcdmo te atreves?!", grité una furiosa sefora Clark. “zNo que ibas a romperme las manos y las piernas? Agradece que yo no soy tan despiadada como tu y unicamente te rompi las piernas”, resoplo la joven. ";Dorothy, es tu abuela bioldgica!", interrumpio Margaret, quien hasta hace unos segundos estaba revisando el rostro de Martha, para —~ al Por su parte, Martha ya estaba mucho mas tranquila, aunque en su mejilla seguian las marcas de los dedos de Dorothy. "Dorothy, a mi no me importa si me pegas, pero gcémo te atreviste a ponerle la mano encima a tu abuela? jEs una persona de la tercera edad! Incluso si cometio errores, siempre buscé lo mejor para ti", declaré la veinteafera. Acto seguido, los miembros de la familia Clark se sumaron al ataque. “Dorothy, pensamos que cambiarias tras estar en prision, pero jvolviste peor! ;Golpear a tu propia abuela! No tienes respeto por nada ni por nadie", dijo alguien. "En aquel entonces, la sefora Clark negocié para que solo te dieran cinco anos, pero de haber sabido que te convertirias en un monstruo, jhubiéramos dejado que te dieran la pena de muerte!", agrego un segundo, "Una basura como tu deberia m*tarse!”, nee un tercero. Al escuchar esas palabras, el humor de la seniora Clark empeor®. {Todo habia sido su culpa! Si tan solo no hubiera sido tan considerada ‘a hubiera deshecho de su problematica nieta en la carcel, se habria ahorrado esa humillacion. También estaba la cuestion de las nuevas habilidades de la muchacha. ;Dénde habia aprendido a romper huesos con el simple chasquido de sus dedos? Entre mas vueltas le daba al asunto, su mal humor aumentaba. Y de repente recordé la presencia de su invitado de honor. Con su seguridad restaurada, lloro y gritd. “Coronel Sherman, usted vio todo! jEsta inf*liz quiere m*tar a su propia abuela! jAyudeme, por favor!". William suspiré internamente. Habia hecho todo lo posible para que nadie lo notara, pues no queria intervenir, aunque sus esfuerzos no habian rendido frutos. «;Ayudarla? Como podria? Practicamente no puedo hacer nada frente ala General Dorothy», reflexioné el hombre. Por supuesto, la senora Clark no tenia la menor a idea de esto. De hecho, seguia mirando a William, con expresién solemne. Por su parte, el militar permanecié en silencio. La anciana herida creyé que era porque estaba pensando en el escarmiento que le dariaa ee ea

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