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INSTITUTO ESPANOL DE PREHISTORIA be CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS DEPARTAMENTO DE PREHISTORIA DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE TRABAJOS DE PREHISTORIA VOLUMEN 36 MADRID, 1979 > INDICE PILAR LOPEZ y CARMEN CACHO: La cueva del Higuerén (Mélaga): Estudio de sus materiales... M.* ISABEL MARTINEZ NAVARRETE: El yacimiento de “La Exgaravita” (Alcala de Henares, Madrid) la cuestién de los llamados “Fondos de Cabarita" det Valle del Manzanares M.* DOLORES ASQUERINO FERNANDEZ: “Fondos de Cabana” del Cerro de la Cervera (Mejorada del Campo, Madrid) MARISA RUIZ-GALVEZ PRIEGO: El bronce antiquo en la fachada atlntica peninular: Un ens ‘yo de periodizacion a inn ne MARTIN ALMAGRO BASCH: Los oigenes de a ToreticaIbérca JOSE M.* LUENGO: EI tesoro de Blvina y tres torques conuneses GONZALO RUIZ ZAPATERO: £1 Roquizal del Rullo: aproximacion ata secuencia cultural y cronolo- ‘gica de los Campos de Urnas del Bajo Aragon JUAN PEREIRA SIESO: La cerimica ibérica procedente de Toya (Peal de Becemro, Jaen) en el Museo Arqueologico Nacional MANUEL FERNANDEZ-MIRANDA y WILLIAM WALDREN: Periodifcacin cultural yeronologiaab- soluta en ta Prekistoria de Mallorca FERNANDO FERNANDEZ GOMEZ: Un tesorilo de plata en el Castro de “El Raso de Candle da” (Avila) NOTICIARIO ARQUEOLOGICO ANTONIO DE LA PENA SANTOS: Frecuencias de aparicion y asociacién en los grabados rupestres al aire libre de la provincia de Pontevedra (Galicia) : JORGE SANZ: Dos idolos ovoides en Santa Cruz de la Palma G. DELIBES y J FERNANDEZ MANZANO: Une pads de lngur de cre exepciona procaderte de Bierzo TERESA CHAPA BRUNET: La eajafunerria de Villrgondo (Jaen) FRANCISCA HERNANDEZ HERNANDEZ: Tonel ibérico procedente del Castro de "a (Ciceres) oes ae eee nen Pigs. u 83 119 151 173 213 247 289 349 379 407 429 439 445, 459 CRISTOBAL VENY: Nuevos materiales de Moro Boti 465 DOMINGO CAMPILLO y ELISENDA VIVES: Mutilaciones dentarias en un individuo procedente del yacimiento de Cabrerizos (Segovia) 489 ARTURO MORALES MUSIZ: Informe sobre los restos faunisticos de la cueva del Cuartamentero | (Asturias) 497 BIBLIOGRAFIA , su LOS ORIGENES DE LA TOREUTICA IBERICA POR MARTIN ALMAGRO BASCH Los primeros hallazgos que comenzaron a descubrimnos la cultura ibérica, fueron las obras de sus broncistas. Fue en 1860 cuando aparecen los interesantes bronces del cortijo de Maquiz, en Menjibar Jaén), que unos afios més tarde, en 1871, fueron dados a conocer en una breve noticia por el arqueélo- g0 espafiol Amador de los Rios y que describiremos mas adelante!. Luego no se tratara de las creacio- nes de la toreitica ibérica hasta que Pierre Paris publica, en 1904, el segundo volumen de su obra fun- damental consagrada a la valoracién internacional del arte ibérico?, En ella se recogieron muchas y variadas piezas de los toreutas ibéricos por las que sin embargo no mostr6 Pierre Paris la admiracién que le produjo la escultura ibérica en piedra’. Después tampoco dedi- caron especial atencién a las creaciones de la toreiitica ibérica, ninguno de los arquedlogos que fueron estudiando el arte ibérico. Asi no debe extrafiarnos el que slo esporidicamente se hayan publicado al- ‘gunas series de las esculturitas ibéricas de bronce, pronto coleccionadas con aff por museos y particu- lares. Entre las colecciones de estas pequefias esculturitas de bronce destaca la variada y rica serie que posee el Museo Arqueologico Nacional, que fue publicada, aunque no totalmente, por Alvarez Osso- riot, También a veces se ha mostrado singular atencién a determinados objetos de bronce ibéricos por alguna especial circunstancia. Asi, en 1956 se analizaron las series de braseros de bronce con manos en el enganche de las asas, estudiados por E. Cuadrado*. En otro trabajo Garcia y Bellido analizé la serie de jarros de bronce que él lamé “tartésicos”®. A estos trabajos debemos afiadir los estudios consagra- * José AMADOR DE LOS RIOS: Caberas de bronce de Magu, término de Menjbar.“Bolein de la Real Academia de la Histo- ria", 1871. A esios bronces dedicaron un corto estudio, poco acertado, Clarisa MILLAN y Gaspar DE LA CHICA: Dos bronces Mspano-romanos dela Bérce. “Rev. de Arch, Bibl. y Mustos”, tomo LXV. Madrid, 1958, pgs. $9 & 605. Los bronceshallados fueron cinco. Los dos trabajos ctados sé se refieren a dos de ellos conservados en la Real Academia dea Historia. Lo otros tres permanece ‘on inétos en manos de un parcular hasta queen 1970 pasaron al Museo Arqueoligico Nacional. Es curiososeialar que feeron exhib dos en la Exposcin de Paris de 1867, donde recbieron una medall, pero no fueron valorados por el mundo centfico de aquellaépoca. ‘A ellos hemos dedicado un extenso rtculo titulado Los broncesibéricos de Magulsy su signcado. Apatecerh en “Trabajos de Prehisto tia” proximamente. 2 Pierre PARIS: Essa sur art et lindustrie de 'Espagne primithe. Pars, ol I, 1903; vo. Il, 1904 » Piere PARIS: 06, cts vol. I, en las pgs. 153 a 240, publica varias esculturtasy algunos otros broncesibricos pero mezclados “Francisco ALVAREZ OSSORIO: Cardio de los exvotos de bronceibérico del Museo Arqueoligico Nacional. Mactid, 1941. + Emeterio CUADRADO: Los reciplente lamados “braserilos”pinicos. “Arch, Esp. Ara", Madrid, 1956, pigs. 52.088. * Antonio GARCIA y BELLIDO: Materiales de arqueologia hispanoptnica Jaros de bronce.“Arch. Esp. Ara.", 1956, pags. 86 @ 106, Trabajo ampliado en “Arch. Esp. Ara.”, 1960, gs. 44 ys. 174 MARTIN ALMAGRO BASCH dos a otras diversas piezas de bronce como los restos de tripodes y lebes hallados en una tumba de Cas- tulo’; a los carros votivos de Mérida y Almorchén*; a los thymateria de bronce®, y mas recientemente se han publicado los hallazgos de la necrdpolis de La Joya de Huelva, con los anzlisis metalograficos de los varios e interesantes objetos de bronce a los que nos referiremos mas adelante. Pero han sido sobre todo los llamados “exvotos de bronce ibéricos”, pequeiias esculturas de variados tipos, las que siempre han recibido un interés especial. A ellos les viene consagrando en estos iltimos afios diversos estudios el colega Gerard Nicolini". ‘Ciertamente el estudio de las diversas creaciones de los broncistas ibéricos creemos offece un ¢s- pecial interés por las ensefianzas que nos aporta a la nueva vision que en los diez afios iltimos nos veni- ‘mos formando los arquedlogos espafioles sobre el origen y desarrollo de la cultura y del arte ibéricos. Nosotros hemos dedicado varios trabajos a esta debatida cuestién y creemos haber probado que las primeras creaciones del arte ibérico proceden de las corrientes orientalizantes que a lo largo de la cuen- ca del Mediterraneo fueron fecundando y transformando a partir del siglo IX y VIII a. C., primero al arte griego, como lo han probado Demargne y Akurgal, luego también originan el arte etrusco como sostiene M. Pallottino y otros colegas italianos, y finalmente desde el siglo VIII inspiran las primeras creaciones del arte ibérico. Este nacié de aportaciones culturales orientalizantes, que legan desde el mundo neo-hitita, de Siria y de Fenicia, de Egipto y de Chipre, antes que se hagan presentes los influjos de la Grecia misma. De ellas se crea no s6lo el original arte ibérico sino también muchas de las manifes- taciones religiosas de la antigua Iberia; diversos mitos de la Hispania prerromana; la llamada escritura ‘bérica; un urbanismo y una arquitectura monumental pronto desarrollada; y. en fin, un gran enriqueci- ‘miento en todos los aspectos de la cultura material de los antiguos iberos. Es nuestra intencién ofrecer en este trabajo los resultados que nos aportan los hallazgos arqueol6- ‘gicos en el campo concreto de la torettica ibérica, pues ayudan grandemente, como ya hemos dicho, a esclarecer el origen, formacién y cronologia del arte ibérico. ‘Sélo nos referiremos en las paginas que siguen a los productos de bronce de caracter artistico que supieron fundir los antiguos broneistas ibéricos. Entre ellos figuran los carros votivos; las cabezas 0 conteras de lanzas o timones de carro de bronce; las conteras de bronce para terminar el eje de los ca- ros y otros arreos de carro del mismo metal; los bocados de caballo; los thymeteria de bronce: los lla- mados “braseros” de este metal; los jarros de bronce; los bronces de cardcter religioso; los soportes do- blecdnicos yuxtapuestos; lebes y recipientes de bronce diversos; los tripodes y, finalmente, la serie de vol 19, pigs.7 y ss. y en “Arch, Esp. Arq”, vol. XXXVI, Madrid, 1963, i Sone Mt BLAZQUEZ: Bronees de la Mérida pre-romana. En “Augusta Emirita. Actas del Bimilenario de Mérida”, Madrid, 1976, pigs 1 a 18: En est trabajo se halla Ia bibiografia anterior del autor sobre este tema y se corrigen y completan sus ideas sobre e "Martin ALMAGRO GORBEA: Dos thymateria chpriotas procedentes de la Peninsula Ibérica. “Miscelanea Arqueclesica”, I ‘Barcelona, 1974, pigs. 1 ys "© No queremos deja de reconocery admirar el esfuerzo consagrado estos dlimos aos al estudio de estos broncesibéricos, pore ‘olega Gérard NICOLINI: Les bronces vot iériques de la "Prahistorische Staatssammlung”. “Masrider Mitteilungen”, 7, 1966, pigs 116-158 reimpreso con el itulo Die Iberschen Bronze votive. “Katalog der Prachistorischen Staatssammlung”. n? 10, Kalleinz, 1967. G. NICOLINI! A propos de larchatsmethérigue: une statuette inélite dela collection B. Le Corner. “Mélanges dels Casa de Ve lizquer", 3,3, 1967, pags 301-502. G. NICOLINI: Gestes et attitudes cultuels des figurines de bronze tbériques.“Mélanges dela Casa te Velizguer®, 4, 1968, pigs. 27-50. G. NICOLINI: Algunos aspectos de la vestiua ibérica, a propdsito de las exvotos de la Colecciin ‘Hallemans (Madrid), Revista “Oretanis", 1968. G. NICOLINI: Les bronzes igurés des sanctuairesibériques. Pars, 1969. G. NICOLL Ni Les Iberes, rt et Chilsation. Pass, Librairie Archéme Fayard, 1973. G. NICOLINI: Sources Orientals et Grecques de la treut- (que Barique, Actes du 4 Colloque International sur les Bronzes Antiques. Lyon, 1976, pigs. 131-140, G. NICOLINT: Quelquesexem- ses de Miyluence de Varchaisme grec sur la plastique ibrique. Actas del V Congreso Espafol de Estudios Clisicos, Madrid, 1974 Pais 1916, pige 809 « 834. 0. NICOLINI: Les bronzes tbériques de Castellor de Santsteban au Musée de Barcelona, “Ampurias, vl. 38, ‘Barcelona, 1976 (en prensa) LOS ORIGENES DE LA TOREUTICA IBERICA 175 esculturillas llamadas “exvotos de bronce ibéricos”. Son éstas masculinas, femeninas e incluso de ani- males y genios extrafios. ‘Vamos a intentar con brevedad analizar el origen y cardcter cultural de estos productos de la to- reiitica suntuaria que se van hallando en la Peninsula, sobre todo en los tiltimos afios, para deducir del conjunto de todos ellos una conclusién de caracter histérico y cultural sobre el origen y cronologia de todo cuanto llamamos arte ibérico'’. LOS CARROS RITUALES ‘Comenzaremos nuestra exposicién por los dos carros rituales procedentes, uno de la regién de Mérida, conservado hoy en el Museo de Saint-Germain en Laye. y el otro hallado en Almorchén, hacia Cabeza de Buey, al este de la provincia de Badajoz (laminas Ia y Ib). Forrer"? primero y Blazquez'? después, en dos ocasiones, y nosotros mismos, nos hemos ocupado de estos objetos"*, Tuvieron un caracter ritual y de su andlisis se deduce su origen sitio-fenicio con pa- ralelos en Chipre, donde conocemos los ejemplares de Enkomi y Athienu (Kamina 11) y otros dos ejem- plares sin lugar seguro de su hallazgo. Otro de estos carros votivos fue hallado en Ugarit'®. Por su es- tructura los dos carros ibéricos son claramente paralelos a los hallados en Chipre y las escenas que se nos ofrecen en el carro de Mérida de un jinete, acompaiiado por perros, atacando con lanza a un jabali, y un jinete solo en el de Almorchén, debe relacionarse con cultos solares y de la fecundidad. Forrer vio en el jinete del carro de Mérida una representacién del mito de Meleagro. Ello no es posible darlo por seguro pero si es evidente que tanto en Chipre, donde hallamos los mas directos paralelos para la es- tructura que ofrecen estos carros ibéricos, como en Espaiia, debieron representar cultos relacionados con la fecundidad de la Iluvia y también cultos solares del mismo cardcter, imposibles por ahora de es- tablecer. Nosotros nos inctinariamos a ver en el jinete del carro de Mérida al “dios jinete” que se ve en los discos de terracota fenicios y pinicos de Ibiza, de Tamuda y otros lugares, sobre todo en Cartago, nor- te de Africa y el sur de Italia. Los ha estudiado primero H. Fantar para el cual serian una representa- cién del dios Yam, un dios marino cananeo, del cardcter del Poseidon griego, que se sincretiz6 con Mel- kart en Tiro y que aparece en monedas de Tiro y Sidén'®. Nosotros creemos hallar representaciones re- lacionadas con esta divinidad en los grabados que decoran la superficie de los bronces de Maquiz que estudiaremos a continuacién. "En os trabajos siguientes haar el lector Ia bibografiaesencal sobre el origen del arte ibtico. Martin ALMAGRO BASCH Las races del Are Ibrico, *Papeles del Laboratorio de Argueologia de la Universidad de Valencia, vl. 11. Valencia, 1975, pags. 151 179, Idem, Resistencia yasimilaién de elementos culturals del Medterrneoorlental en la Iberia prerromana. "Te International d'Etudes Classques", Madr, 1974, Pris, Editions Les Bells Lettres, 1976, pig. 117-130. Idem. Lorine de art bi ‘que a la lumiére des récentes découvertes. “Revue Atchéologigue vol. 2. Pars, 1977, pigs. 275 y ss En especial hemos tratado de los ‘exvotos de bron ibéricos, su orig ysignificacion, en Martin ALMAGRO BASCH: Eine orientlisierende Bronzeskulptur aus der Ge- {gerd von Sevlla."Festschrit zum 30 jahringen Bestehen des vorgeschchlichen Seminars Marburg”, Band 1, 1978. Sobre todo véase, em, El problema de Tartessos sep los documentos arqueoldgicos. "Quadern él Centzo di Studio er I’Archeologia Etrusco-talca”, 2. Roma, 1978, pigs. 11 a 28, laminas Ia VIL. Idem. Uber einen Typus Iberisches Bronze-Exvotos Orientalischen Ursprang. *Madrider ‘Mitllungen”, vo. 20, 1979, igs. 133 a 183, ims. 13 26. 17'R-FORRER: Les chars cultuelspréhistoriques et leur surivances aux époques historiques.“P réistire, 1 Paris, 1932, pigs. 19 ys. "J. M. BLAZQUEZ: En “Zephyrvs" 6, Salamanca, 1955, pigs. 1 y ss. Idem. Bronces de la Mérida prerromana."“Augusta Emé- ‘ita Actas dl Bimllenario de Mérida”. Madrid, 1976, pigs. 1-14. Manin ALMAGRO: Las estelas decoradas del Suroeste peninsular. Madrid, 1966, pgs. 189 y ss "© Véase J. M.* BLAZQUEZ: Bronces de la Mera prerromana, pas.12-13. Sobre este tipo de representacion del “dios nee” vease, J. M* BLAZQUEZ: Dios inte pico sobre un disco de Ibiza. Imagen _» mill. Madkid, 1977, pigs. 27-31; y sobre todo el trabajo de H. FANTAR, clado en la nota 20 y la restane bibliografia ala que all se hace eferencia a MARTIN ALMAGRO BASCH ‘Mas no vamos a extendernos ahora en este escurridizo tema del significado de estos bronces voti- vos. Lo que si queda claro para todos los investigadores que han estudiado los carros votivos ibéricos ts su origen y paralelos en Oriente, a los que nos hemos referido antes. Sobre todo los hallamos en Chi- pre, isla de la que vamos a hacer mencin en diversas ocasiones al estudiar los paralelos de otras mu- cchas creaciones de la primera toreutica ibérica. CABEZAS DE BRONCE DE TIMON O LANZAS DE CARRO ‘Después de referirnos a los carros rituales de bronce de Mérida y Almorchon, vamos a analizar las ‘cuatro cabezas de lanzas de carro halladas en 1860 en el “Cortijo de Maquiz” (Jaén), que hemos citado anteriormente, y que se conservan dos en la ‘Real Academia de la Historia y otras dos inéditas, mas un cinturon de bronce, en el Museo Arqueoldgico Nacional!” (Lam. III a VIII y Fig. 1 a 5). Se trata de unas piezas de perfil aproximadamente semicircular que debieron reforzar los timones centrales de carros, seguramente de valor religioso. Los podemos relacionar con los carros votivos cita- dos de Mérida y Almorchén y sobre todo con otro ‘hallado en una tumba de Chipre, y en la Tumba 17 de la necropolis de “La Joya”, de Huelva. Las astas o timones de estos carros terminaban en una fuerte contera de bronce representando cabezas de lobo con la boca abierta y con la lengua hacia afuera cayéndoles delante de la mandibula inferior, ala vez que muestran de manera muy realista sus dientes, fo que les da una acusada expresién de ferocidad. En su parte superior se conserva en una de estas pie- zas un apéndice de asa circular. En las otras se ha roto pero se aprecia la huella de otros apéndices pa- recidos. Unos y otros los debemos interpretar como pasarriendas o instrumentos de amarre de los ani- males de tiro al asta del carro. ‘La manera de sacar la lengua y la representacién de las mandibulas abiertas, con los dientes bien acusados en su volumen, dando una expresion de fiereza son caracteristicas propias de otras creaciones paralelas del arte neohitita como los vemos en otros muchos bronces de aquella cultura que pasaron al arte griego"®. ‘La expresién y caracteristicas de estas cabezas de carniceros han sido repetidamente analizadas por diversos autores y les han dado un origen oriental, sobre todo al estudiar los leones ibéricos en pie- dra y otras representaciones de fieras en bronce que creé el arte ibérico™”. ‘Estas conteras o cabezas de timén de bronce de carro halladas en el “Cortijo de Maquiz” tienen ademas grabada en su superficie una composicion que creemos de interés. La pieza mayor, que llamaremos cabeza de lanza de carro de Maquiz nam. 1, nos ofrece grabadas dos escenas a cada lado (figura 1). Primero se ven dos tritones enfrentados. Tienen cabeza de caballo, cuerpo de pez con acusadas y grandes aletas y cola; las dos patas delanteras de caballo las levantan en 7 Véase note 1. NIST RE GODFROID: Contribution a étude de fluence du lon neohtite sur fa consttution diye Ieonin dans Vart grec orientalsent,“L'Antquié Classique”. Bruselas 1972, XLI, § a 48. W. LLEWELLYN BROWN: The etruscan lion, Oxford, 196). GEBELMANN: Studien sum fritgriechischer Léwenbild. Berlin, 1968. M. YON: Les llons archaigues. “Anthologi Salaminienne”, TV. Paris, 1973, pgs. 19-47, mings $-12. +s br a realidad hemos isisigo en Martin ALMAGRO: Las raices del Arte brio. “Papeles del Laboratorio de Arqueciogit dela Uannadnd ce Valencia" 1975, pig. 274 Idem. Assimilation e resistence ala culture greco-romalne dans e Monde Ancien. “Tra- see du Vi Congrés International d'Etudes Classiques”. Madrid, septiembre 1974, Paris, 1976, pigs. 117-130. Cae cont jose Met BLAZQUEZ: Figuras animalistioasturdetanas. “Homenaje a Pio Belén”, Madrid, 1974, y, sobre todo lot paride els leone de "Pozo Moro” etlados por M. ALMAGRO GORBEA: Pozo Moro. dnatoliche Wurceln eiche Runs Pos ol Coupes of Classical Archaeology”. Ankars-lamir, 1973. Idem, £! monument de Pozo Moro yel problema dels rat. arene aiardel Ane Tbvce, “Congreso Luso-Espaol para el progreso de las Ciencias, Ci". Madrid, vol. XL» 1975, 10 pigs y Foe tae, Lor rleres mtoipcosolentalizantes de Pozo Moro, Tabajos de Prehstra vol. 35. Madi, 1978, pigs 251-278. Mem. Paes ore laformactén dela cultura ibérica, “Saguntum”, 13. Valencia, 1978, pags. 227 a 246, téminas 1a 1V. LOS ORIGENES DE LA TOREUTICA IBERICA 17 Figura 1. Cabeza de bronce de Maguls n® 1y escenas grabadas que la decoran. 178 MARTIN ALMAGRO BASCH actitud de galope, Sobre ellos cabalgan sendos personajes como atacindose, Un9 de ellos lleva una lan: seven alto que parece arrojarla contra el otf0 personaje que cabalgando también sobre otro tritén, le- vanta sus manos hacia arriba aunque en la mano izquierda lleva como va ;pequefio escudo. Incluso en vane clas representaciones se podria interpretar que ha arrojado un dardo al personae del mismo tipo que levanta la lanza amenazando. Nosotros creemos que se trata de una representacion del dios Yam, especie de Poseidon cananeo sobre el cual insistiremos mas adelante, ie oe ro de esta doble composicion se repiten otras dos composiciones también paralelas. En am. bas se ven sendos Lobos luchando contra dos jabalies al parecer en torno a unos pequeiios arbolitos que podemos considerar representan el arbol dela vida. Estos animales serian a su vez genios destructores rela misma, sobre todo el jabali. Tal vez el lobo podria ser un genio benéfico ¥ vital. Otro lobo aparece trabado en el centro, ya ai extremo de la pieza, detris de las orejas misints de la contera de bronce de earns o timon de carro que deseribimos y que también representa una eabeza de Jobo con las fauces abiertas. Aas. amos a tratar aqui del valor ritual, seguramente de caracter benéfico que debié tener el lobo centre Ios antiguos iberos y en general en el Mediterraneo Occidental pero tal significado simbélico se ‘manifiesta evidente en los bronces de Maquiz”. Debajo de un reborde curvo que se oftece al extremo de estas cabezas de brones de un timén de carro, aparecen alin grabados dos personajes desnudos con las manos en alto como en actitud de ado- racién (laminas III y IVs y figura 1). 1 etna pieza que denominaremos cabeza de lanza de carro de Maquiz nim. 2. muestra grabada una composicisn mas simple formada por dos tritones contrapuestos, uno a cada lado (lamina V3 y fi- gura 2). Su cuerpo de pez es bastante alargado, aunque se puede relacionar oon las figuras de tritones ates deserts, pues se parecen mucho por sus aletas y cola bien acusadas, si embargo su cabeza es tumana al parecer varonl, pues nos oftece bien representado su cabello ensortijado en Ta cabeza y bien indicada la barba, Delante se ven sendos arbolitos que debemos interpretar com representacion de ar- bales de la vida y al otro lado de ellos frente a Ia representacion de los genios con Cvetre de pez y con port numana hay dos figuras con las manos en alto en actitud de adoracin. Van vestidas con un kilt orto de tipo neohitita que se cifie con un ancho cinturén. ‘Ex de sefalar que tanto los personajes en actitud de adorar que vemos en el Bronce de Maquiz rim. 1, como los que acabamos de describ del Bronce de Maquiz nim. 2, son ‘casi idénticos. Visten el Tnismo tipo de kilt corto y en el Bronce de Maquiz nim. 2 vemos con claridad coro sujeta esta pren- sraarie eintura, al menos con clara evidencia en uno de los personajes, con un ancho cinturon. acererte cinturdn que vemos tambien en varios broncesibéricos antiguos debié tener un Make do carfeter ritual 0 al menos jerérquico. Ahora podemos conocer e6mo era uno dé sos cinturones pues con los bronces de Maquiz aparecié una de estas piezas, Ello nos gArmnNEE el realismo de estas re- presentaciones. Es un pesado cinturén formado por cinco placas paralelogramicas de bronce que se tinen por charnelas bien organizadas. Todas las placas estin por Ia parte cxtesit decoradas con zonas etrigngulos que limitaban el desarrollo de un fiso de roleos (figura 3 ay [amine vb). vTejavia debemos resefiar para completar el hallazgo de Maquiz Ia existencia de us pequefio bron- ce ovalado que seguramente debio servir para reforzar como remache una de las asas de los pasarrien- das, Ingresé en el Museo junto con las otras piezas que hemos desert. Nos parcee seu) Git formaba parte de este conjunto de ricos ¢ interesantes bronces y para completar convenientemente la composi- Pign de todo el hallazgo hemos creido necesario incluiry deseribir también esta pequefia pieza de bron- ce aunque sea escaso su valor y muy simple su estructura (Hgura 3b.) > ou ena sere de manifetacioes sobre valor rotetr del obo ete lo bers oso fess lesa ln saber i Got aor Canta se agar oe Taragon, Wik Grinhage, Notas sobre retre de Minera dee Messi Oe rma ree geste dea Rea Sosedad Arguclin Tarraconenssfasciuos 13-140, Taragona, 1976 197, pigs: 87 ys. $ LOS ORIGENES DE LA TOREUTICA IBERICA 179 Entre ambas escenas ya descritas se ven dibujadas en el lomo curvado de esta pieza unas espirales y foleos a base de lineas curvas de puntos,de un arte y cardcter afin a la decoracién que nos ofrecen las placas de bronce que formaban el cinturon. La representacién de una divinidad relacionada con la fecundidad y con un marcado caracter ma- rino que vemos en los grabados de esta pieza, nos parece debemos interpretarla con valor idéntico al que hemos dado a las composiciones grabadas en la pieza antes descrita. Nosotros en ambas creemos FFigura2. Escenas grabadas on la cabeza de bronce de Maguiz n® 2 MARTIN ALMAGRO BASCH \ | Figura 3.) Cinturén de placasartculadas y grabadas, hallado con los bronces de Magulz.) Refuerzo de remache de uno de los ipasarriendas que ofecen los bronces de Magu LOS ORIGENES DE LA TOREUTICA IBERICA 181 ver representado al dios Yam, divinidad que sabemos que estaba sincretizada en Tiro con Melkart. Asi aparece en las monedas de esta ciudad y también en las de Sidén. Fue adorado en Cartago y en Cadiz, ciudades fundadas por Tiro”'. Ademas ia actitud de atacar que oftece esta figura nos recuerda la de las representaciones del dios Reshef, que sabemos se sincretiz6 con Melkart. como lo prueba la inscripcion de Ibiza, que hace referencia a una imagen dedicada a Reshef-Melkart™. Los arbolitos y el personaje con los brazos en alto como en actitud de adoracién nos esta denun- ciando las relaciones que estas divinidades tenian con la fecundidad. ‘Asi, tanto las cabezas de lobo que se representan en estas conteras de timén de carro como las re- presentaciones que las adornan, nos hacen ver su claro origen orientalizante y debemos relacionar estas escenas grabadas con la religién cananeo-fenicia traida a Espafia por los colonizadores fenicios. A estas dos piezas ahora descritas brevemente por primera vez y que se conservan en el Museo Arqueolégico Nacional de Madrid, debemos afiadir otras dos que fueron entregadas a la Real Acade- mia de la Historia y publicadas con no mucha fortuna en sus juicios por Amador de los Rios, en 1871, Una que distinguiremos como cabeza de lanza de carro de Maquiz nim. 3, tiene forma de media caiia para cubrir o reforzar el asta del carro y al final de la misma se cruzaban contrapuestas una cabe- za humana a otra de lobo. La pieza ofrece una idéntica estructura a las ya descritas en las conteras de bronce antes analizadas. La pieza no muestra ninguna decoracién grabada en su superficie como las antes descritas (lamina VIL fig. 4). Pensemos que ambas representaciones de cabezas de lobo y de hombre tuvieron un cardcter sim- bélico tal vez apotropaico. Aparecian en el extremo del timén o lanza del carro pues la media cafia de bronce de la que forman parte y a la que se cruzaban, muestra en el lado mas largo los restos del ama- re de un pasarriendas hoy roto, el cual ya hemos indicado se nos ofrece en las cuatro piezas que esta- ‘mos estudiando, La otra pieza que denominaremos como cabeza de lanza de carro de Maquiz nim. 4, se hallé jun- to alas otras tres y nos oftece una cabeza de lobo algo més alargada con la misma estructura y buscan- do lograr ofrecer un aspecto de ferocidad como ya hemos sefialado (lamina VIII y fig. 5). Tiene esta pieza el interés de conservar detras de la oreja del lobo un fuerte aro a modo de asa que debemos consi- derar sirvid como pasarriendas. Las otras cabezas de bronce nos conservan sélo la sefial de estos ama- tres. Se ven muy bien en todas las piezas ya descritas y debieron servir de pasarriendas, como lo prue- ban las piezas del carro que se hallé en la Tumba 17 de La Joya (Huelva). Alli aparecieron cuatro pasa- rriendas, también circulares, dos para las riendas de cada caballo, a los cuales y a sus paralelos nos re- feriremos mas adelante (Figs. 6 y 7). % Hassine FANTAR: Le covaller marin de Kerkouane, Altice, vol I, Tinez, 1966, pigs 1932. Véase también DONNER-W. ROLLING, H.: Kanaanische und aramische Inscriten. Wiesbaden, 1962-1965, pig. 11. René DUSSAUD: Melgar, “Syria”, XXV. 1946-1948, pigs. 203-230 y del mismo autor Astarté, Pontos et Baa, en “Comptes rendus Acad. des Inscrp.", 1947, pigs. 215 y ss ‘Compte du MESNIL DE BOISSON: Origine et evolution du pantheon de Tyr. “Revue de VHisoite des Religions”, CLXIV, 2, 1963, pigs. 133-163. D. VAN BERCHEN: Sanctuaires d’Hercule Melkart. Conribution a étude de expansion phéniienne en Mediterranée, “Syria”, 44, 1967, pigs. 77 y s. C. GROTTANELLI: Melgart e Sal fra Egto,Libla e Sardegna, “Studi Feici", 1, 1973, pags. 153 y 88 E LIPIUSKL;: La fe de Fenseésement et de la resurrection de Melgar, en “Actes dela XVII Rencontre Assyriologiqueinternatio nal”, Bruseas, 1970, 38. E. WILL: Au sanctoire dHerakles a Tyr: olivier inflammé, les stées et les roches ambrosiennes. “Berytus 10, 1980-1951, pigs.1y ss. W. CULICAN: Melgart. Representations on Phoeniciens Seal. “Abr-Nalrain”, 2, 1960-1961, pi. 1 ‘Concretamente sobre el culto de Melgart en Cartago, 8. GSELL: Histoire Ancienne de Afrique du Nord. Pars, 1920, pigs. 301-13 ¥ 88. G. CHARLES PICARD: Les Religions de 7ique du Nord. Paris, 1920, pags. 301-13 y ss. G. CHARLES PICARD: Les rel sions de 'frique Ancique. Pats, 1984 2 Martin ALMAGRO: Uter einen pus [beriscken Bronze Exvotos Orlentalischen Ursprung. Madrider Mitellungen, vol. 20, 1979, pag. 175. MARTIN ALMAGRO BASCH Figura 4. Cabeza de bronce de Magus n° 3. Se apreca ene omo dela media cata el amarre para el pasarrendes. LOS ORIGENES DE LA TOREUTICA IBERICA Figura 5. Cabeza de bronce de Maguiz n® 4. Es tania peza del grupo que conserva el pasarriendas cirewlar. 183 184 MARTIN ALMAGRO BASCH ‘Aceste tipo de cabezas de asta de carro de origen orientalizante pertenece también la conocida Ca. beza leonina de bronce hallada en la necrépolis de El Portichol de Ampurias (lamina IX a) Sirvid como Tos bronces de Maquiz para contera 0 cabeza de la lanza de un carro y la creemos ya de época algo posterior de finales del siglo VI a. C. Nos parece obra del arte griego arcaico aunque ‘también inspirada, pmo otros productos paralelos etruscos, en obras de origen orientalizante sobre todo derivadas del arte neohitita’®. CABEZAS DE EJE DE CARRO Son de la misma estructura y significacién, aunque més antiguas, otras dos cabezas leoninas de bronee que se hallaron en la Tumba 17 de la necrépolis onubense de La Joya (lémina IX b y c). Perte- necen junto con otros diversos elementos @ un carro de guerra que no ha podido ser reconstruido, pero Si es seguro que iba tirado por dos caballos cuyos sendos bocados 0 frenos de bronce también serén analizados a continuacién. ran con toda seguridad las conteras del eje del carro y aparecieron al exterior y al centro de los sendos cubos de las ruedas en que el eje se insertaba. El tipo de carro y el rto que lo llevé a la citada tumba, ha sido estudiado por Garrido Roiz, exca- vvador de aquella rica necrépolis y debe hacernos pensar en su relacién con los carros votivos de Mérida y Almorchén antes mencionados. “Aunque el carro de Huelva puede offecer paralelos con la Europa Central, es mas certero relacio- narlo dado el ambiente historico y cultural de muchos de los objetos aportados como ajuar, no solo por ‘eta Tumba 17 sino por toda la necrdpolis, con hallazgos similares a los de la necropolis de Salamina en Chipre, excavada por K arageorgis™. Los mismos elementos que enriquecian aquel carro de guerra, so- bre todo unas chapas de bronce caladas, representando flores de loto entre palmeras estlizadas y a las que nos referiremos mas adelante, nos prueban con evidencia su origen fenicio-chipriota. Entre tales partes del carro son de gran interés las dos cabeza leoninas de bronce a las que nos va- ‘mos a referir. Representan sendos leones o felinos con la boca abierta, los dientes realistas y expresivos J ia lengua fuera. Por su espiritu atistico resultan muy cercanos al bronee de Ampurias ya citado y a ius caberas de lobo de Maquiz descritas anteriormente. Como estas piezas, las cabezas leoninas de La Toya, son claramente de origen oriental como sostiene su descubridor Garrido Roi, quien eseribe “El tratamiento de los ojos y las orejas recuerdan al arte minorasiatico lidio oriental del siglo VI a. C. rartiano o neohitita pudiéndose adscribir estas piezas de la Tumba 17 con bastante certeza al periodo neohitita medio mas que al reciente donde vemos claro y directo paralelo™*. PASARRIENDAS DE CARRO También de la Tumba 17 de La Joya, ya mencionada, proceden cuatro piezas iguales circulares con un mango en su base que deben interpretarse como pasarriendas del carro hallado en dicha sepultu- 7 Marin ALMAGRO: Ampurias. Histota de la cudad y guia de las excavacioes. Barcelona, 1951, pig, 223, fig. 98. Véanse so bre todo las obras citadas en la nota 18 y 19. So oe vases KARAGEORGHIS: Excavations inthe Neeropots of Salamis 1, Nicosia, 1967. Idem. Une tombe “royal” of Sala mine, “Dak Conopondance Helenique”, LXXXVIT, 1963, pigs. 373-80, dem. Salamis in Cyprus. Londres, 1969. Idem. Excavations In the Necropolis of Salamis (1967). 11 (1970), 4 (1973-1974) Serene GARRIDO ROIZ y M- Elena ORTA GARCIA: Excavaciones en la Neerépols de “La Joya”, Husiva 1 (304° y ‘st cansehan sxe arg. en Eapaie”, 96, Madrid, 1978, pigs, 169-70. Oscar WHITE MUSCARELLA: Ancien! dr. The Norio? Scams linn Maia, 1978, C. DEUSMORE CURTIS: “Saris, XII. Roma, 1925.D. G. HOGARTH: Exeamatlons of EPI Sn cos Vesas sobre todo igal qe para los leonesibrios sculpidos en piedra la obra de J. NIZETTE GODFROMD: Cy su Londres 198 Fiuonce dion neoie sur a constttion type leonin dans Vart grec ovientalisan.“L’Antguté Clase’, Brusels, 19, LX1, $y as obras citadas en i not 18. scala ——— st LOS ORIGENES DE LA TOREUTICA IBERICA Figura 6. Pasarriendas de carr dela Tumba 17 de La Joya (Huelva). 185 186 MARTIN ALMAGRO BASCH Figura 7, Pasrrendas de carro ibéricas: ) Colecién Vives sin procedencia;b) Ateacer do Sal Poraigal y«) Museo Arqueolieo de ‘Barcelo ia LOS ORIGENES DF LA TOREUTICA IBERICA 187 +a (figura 6). Su descubridor no nos da paralelos para las mismas*, pero podemos citar un pasarriendas parecido al de La Joya publicado como pieza de amés, decorado con palmetas entre capullos de loto (figura 7a). Esta decoracién es muy semejante a la que offece un pendiente procedente de Andalucia, hoy en el Museo Arqueolégico Nacional. Ambos objetos fueron de la Coleccién Vives aunque hoy del pasarriendas no tenemos referencias de su situacién mientras la joya se conserva en el citado Museo. El pasarriendas de la Coleccion Vives ha sido fechado en el siglo VII a. C. y es de evidente origen oriental © al menos esti directamente inspirado en el arte fenicio aunque Blizquez lo considera espafiol””. Una pieza cercana (figura 7b) procede de Alcacer do Sal”* donde se hallaron otras importaciones orientales bien conocidas como el escarabeo de Psamético I, faradn que reiné del 615 al 609 a. C.®. Otra pieza de estructura semejante se conserva inédita en una vitrina del Museo Arqueolégico de Barcelona, sin referencia alguna sobre su procedencia, seguramente espafola (figura 7. c, lamina Xa). PLACAS CALADAS DECORATIVAS DE LA ESTRUCTURA DEL CARRO DE LA TUMBA 17 DE LA JOYA (HUELVA) Atin queremos sefialar que el mismo motivo de palmetas y flores de loto que nos ofrece el pasa- rriendas de la Coleccion Vives hoy perdido, aparece en dos placas caladas de bronce que debieron adornar la caja del carro ya citado de la Tumba 17 de la necropolis de La Joya (Huelva) (figura 8). Su ‘ornamentacién de capullos abiertos estilizados de la flor de loto es claramente idéntica a objetos de la orfebreria hallados en el Sur de Espaiia, de plena inspiracién orientalizante®, Un paralelo con el mismo ‘motivo adorna el thymaterion de La Caleta de Cadiz, conservado en el Museo de aquella ciudad y un paralelo chipriota para tales elementos incluido el carro mismo parece debe admitirse sin dudas, como ya hemos sefialado antes”. Figura 8. Placas de bronce,caladas con motivus orientalizantes del carro de la Tumba 17 de La Joya (Huelva). % Juan Pedro GARRIDO ROIZ y M: Elena ORTA GARCIA: Excavaciones en la Neerdpolis de “La Joya”, Huelva I. (34,42 y ‘5*campaias).“Excavaciones Arqueoosicas en Espafa", 96, Madrid, 1978, pig. 76, fg. 46. José M+ BLAZQUEZ MARTINEZ: Tariessos, pigs. 137 y 271. Lams. 1028 y 50. GARCIA y BELLIDO. “Arch. Esp. de 43, pags. 38 yss. W. CULICAN: “Arch. Esp. Ara, 44, 1971, pgs 156 ss ‘3 W. SCHULE: Die Meseta-Kultures der Iberischen HalBinse. Belin, 1969. Lam 108, nim. 8 Véase en P. BOSCH GIMPERA: Etnologia de la Peninsula Ibérica, Barcelona, 1933 fg. 216, pigs. 265-6, 2 Véanse sobre todo los peadientes dl tesoro de Aliseday otro halado en Andalucia, con la bbliografa sobre estas piezas en J. M. ‘Blizque. Tartesos.. Pig. 122, lim. 40 y pig. 136 y 271, lim. $0, y A. Blanco. A. £. Arg, 29, pig Ll 88 En estos trabajos se recoge toda la biliografia sobre esta pezas, Jost Mt BLAZQUEZ: Tartessos..Lim. 101, By C. 188, MARTIN ALMAGRO BASCH BOCADOS DE CABALLO ‘Ya hemos hecho antes mencién a los dos bocados de caballo que aparecieron en la Tumba 17 de La Joya. Son del tipo de bocado quebrado con cafiones o partes del mismo retorcidas. Es éste un tipo de bocado oriental que paso a Creta, Grecia y Etruria més o menos transformado y cuyo origen sitio, fenicio o chipriota debe set admitido como supone con buenos argumentos su descubridor’ (figura 9)- Figura 9, Bocados de bronce de caballo de a Tumba 17 de La Jaya (Huelva) (sein Garrido Rot). 3 Juan Pedro GARRIDO ROIZ y M-Elena ORTA GARCIA: Excavaciones en la Neerdplis de “La Joya" (Huela)» pi 170 PLR S MOOREY. Catalogue of the Ancien Persian Bronzes in Asmoleam Museum. Oxford, 1911, pig. 101. Idem. Ancien Persian eae ee ddan Collection. Londres, 1974, pigs 869 ss. F. CONCIANT: Bronzt orientate orientallzani a Creta nel VII € V1 s are toma, 19109 DD. DECHELETTE: Manuel de Archéologie Prékstorique vol 11 Pari, 1924, pgs. 278 ss. LOS ORIGENES DE LA TOREUTICA IBERICA 189 Otra cama lateral de otro bocado de caballo es el llamado “Bronce Carriazo”. Procede de la re- gién de Sevilla y ha sido repetidas veces publicado y siempre considerado de marcado caracter oriental. Se fecha entre el 625 al 575 a. C. con bastante posibilidad. Representa una diosa de la fecundidad que aparece entre dos aves y con simbolos hathoricos (lamina Xb). Se ha relacionado con representaciones semiticas de Ashtart aunque tal vez sea mas justo relacionarla con Anat. Sus paralelos con el marfil del Fuerte de Salmanasar son evidentes. También es justo paralelizarla con otras piezas orientalizantes etruscas como el bocado de caballo de Vetulonia que seria otro producto de la misma corriente orienta- lizante®. THYMATERIA DE BRONCE ‘Mas completo y mas instructivo es en el campo de la toreittica ibérica, el estudio que de los thyma- teria de bronce ha realizado Martin Almagro Gorbea al dar a conocer el thymaterion de Safara’, Este autor ha distinguido tres grupos en los candelabros de este tipo hallados en la Peninsula. Primero, las piezas importadas como las del “Cerro del Pefién” de Vélez-Malaga (figura 10a). Otro grupo lo forma- rian los thymateria de Despefiapertos, del Museo Arqueolégico Nacional y el de Sevilla, con claros pa- ralelismos también orientales en San Veromils (Cerdeita), Tas Silg (Malta) y varios en Chipre y en don, Otras piezas como el de Castulo (figura 10b) pueden ser obra de talleres occidentales, seguramente de Cadiz, a cuyo taller se debe atribuir aiin con mas seguridad el de Huelva y tal vez tambien el de Ibi- za, publicado por Maria Josefa Almagro, aunque también podria ser obra local", Para M. Almagro Gorbea se podria establecer un tercer grupo de estos objetos propio de los bron- cistas indigenas que en el siglo VI a. C. trabajaron en la zona periférica de la Baja Andalucia, al cual pertenecerian los thymateria de Safara (figura 10c) y sus paralelos de la Codosera y de la Coleccién Calzadilla. Esta escuela puedo crear esculturas como el guerrero de Medina de las Torres, fechado a fi- nales del siglo VI; el carrito votivo de Mérida y el de Almorchén, ambos de mediados de esta centuria, elllamado “guerrero de Mérida” y otros varios, como la cierva del Museo Britanico. También ante estos objetos vemos que su origen esta en los prototipos de area Fenicia-Siria- Chipre. Son evidentemente importaciones orientales los que sirven de modelo a las creaciones ibéricas de estos candelabros cuyo valor ritual debemos relacionar con los cultos de las regiones de donde pro- cedian pues evidentemente deben considerarse mas bien objetos rituales que de uso corriente. A la misma conclusién nos llevé hace afios nuestro andlisis de los thymateria de oro llamados “Candelabros de Lebrija” cuyos paralelos orientales pudimos probar, lo mismo que su significado reli- ‘i080 unido a los cultos semiticos* (lamina XI). “BRASEROS" VOTIVOS Igual que vemos en los thymateria, ya Emeterio Cuadrado al estudiar en 1956 los recipientes 0 “braseros” con soportes de asa terminados en manos pudo diferenciar dos tipos: el oriental y el ibérico laminas XII ay XII b). Las piezas del tipo primero segiin este autor “fueron iportadas de Chipre 0 de Fenicia por piinicos a través de Cadiz 0 Huelva o por griegos desde Mainake e introdu- 2 Véasebibiografia y paraelos de esta pezarecogida en José M.* BLAZQUEZ: Tartessos.. pigs. 102, $5 imt.27 Ay B. ™ M, ALMAGRO GORBEA: Dos thymateria chiproias procedentes de la peninsula ibérica, "Miscelinea Arquedl6gce”, I, Barce- ona, 1974, pigs. 41 y ss '" M Josefa ALMAGRO GORBEA: Un quemaperfiumes en bronce del Museo Arqueoligico de Ibiza “Trabajos de Preistoris vol. 27, Madrid, 1970, pég. 191, % Manin ALMAGRO: Los thymateria lamados candelabros de Lebrija (Sela). “Trabajos de Preisori”, vol XIII, Madrid, 1964, pigs. 47 y s. y 61, 63,64 y ss. Véase tambien José M+ BLAZQUEZ: Tarterscs... lim. 94 fig. 10 y pig 263, once estuia con os miamos resultados orientales que exponeros, el thymaterion de Cistul, 190 MARTIN ALMAGRO BASCH Figura 10. Thymatera de broncehallados nel sur de Espaia y Portugal: ) "Cerro del Pein” (Mélaga} 6) Céstule ae)» ©) Safara (@ortigal). Escala 1/3. cidas en el mundo celta del Occidente peninsular. Estas piezas fueron el prototipo de las del segundo ‘grupo, repartidas en la zona netamente ibérica las cuales debieron fabricarse en Espafia”®”. Hoy su vie sion es valida aunque en algiin detalle hallazgos como Vinarragel y Los Saladares permiten una vision mas amplia de la colonizacién fenicia en Levante. Pero lo que resulta evidente es que estos “braseros” de bronce a veces incluso de plata son de claro origen chipriota o fenicio igual al que vamos establecien- do para todos los otros objetos suntuarios de bronce que vemos crearon los broncistas ibéricos entre los sighos VII al VI a. C. Ello es evidente sobre todo tras el trabajo que a estos recipientes ha consagrado recientemente W. Culicam® a base de compararlos con tres piezas halladas en Nubia pertenecientes a tuna época entre la XXV y XXVI dinastias (730-530) de un tipo algo diferente”. Estos objetos no fal- tan en el area de Cartago pues uno se hallé en Utica". 2 meterio CUADRADO: Los recipients llamados “braserllas” pinics." Arch. Esp. de Arqueologia”, 1956, pigs. 52-85. 3 W. CULICAN: Quelgues aperpu sur les atlersphenictens."Syria”, XLV, 3y 3 pag. 1968, pig. 275, ss > RC GRIFEITH: Oxford Excavations en Nubia, “Annals of Anthropology of Archaeology of Liverpool", X, 1923, pig. 92, lms. XVI y LXVI-. “op. CINTAS: Manuel d'Archéologte puntgue. Paris, 1970, pi. 292, lam. IV. fig. 13. LOS ORIGENES DE LA TOREUTICA IBERICA 191 JARROS DE BRONCE En el mismo afio de 1956 a la vez que Cuadrado estudié los “braseros” rituales, Garcia y Bellido reunié y analizé la serie de jarros de bronce entonces conocidos, con asa sujeta con una palmeta y cuer- po de forma piriforme, los cuales no han cesado de ir apareciendo en el suroeste peninsular" (lami: na XII c y d). Garcia Bellido crey6 que estas piezas de bronce no tenian paralelos en el Mediterri neo Oriental ni siquiera prototipos, lo cual es totalmente erréneo". Nosotros sostuvimos siempre que los habia en Etruria y sobre todo en Chipre, donde tal ver esta su origen en nuestra opinion, como lo prueban las palmetas de las asas sobre todo, aunque alli debieron inspirarse en modelos egipcios de la Baja Epoca faradnica como ha sostenido Culicam recientemente"’. Su nomenclatura al llamarlos piinico-tartésicos nos pareci6 confusa, pues obedecia a considerarlos obra indigena, lo cual basicamen- te es erréneo aunque su andlisis permitira admitir un dia que algunos pueden ser ya obra o creacion his- pana como se ve en los thymateria y en los “braseros” de bronce. Su cronologia se inicia con el jarro de vidrio de La Aliseda que seria el mas antiguo, igual a los vasos de cuarcita de la reina Khensa cuyo se- pelio se realiza en el reinado de Taharaa, a finales del siglo VIII. Los demas serian producto de los si- glos VIT al VI a. C. en que se coloca el de Villanueva de la Vera que parece ser es mas moderno., En nuestra opinidn estos recipientes de bronce son una manifestacién mas de las penetraciones culturales fenicio-chipriotas en el suroeste de la Peninsula que vemos reflejadas en otros varios objetos ‘mas 0 menos ricos pero todos clara expresién de la corriente civilizadora orientalizante que dio origen a Ja cultura ibérica", BRONCES VOTIVOS Entre los productos de la toreutica ibérica debemos mencionar las representaciones votivas de una divinidad femenina con cuatro alas y con una cabeza con peinado hathorico. Se la ha considerado como Astarté. Algunos autores la laman Astharth-Anat lo cual me parece sincretizar dos divinidades diferentes sin base alguna. Los simbolos hathoricos van generalmente mas unidos a la diosa Anat, espo- sa de Baal, y también a su equivalente en el mundo pinico de occidente: la diosa Tanit, esposa de Baal- Hammon, el dios supremo de Cartago. Los romanos identificaron a Anat en Oriente y a Tanit en Car- tago con Juno concibiéndola con un marcado cardcter de divinidad celeste y solar. Ya hemos hecho mencion de que esta divinidad aparece en el llamado “Bronce Carriazo” que es la cama lateral de un bocado de caballo. También Ia hallamos representada en los bronces votivos de El Berrueco (Avila) (fi- gura 11b). De este yacimiento se dio a conocer primero una pieza que pasd a la Real Academia de la Historia. La estudio y publicé J. Riafio en 1899. Luego se dieron a conocer dos de estos bronces voti- Yos que se conservan en la coleccidn de antigtiedades del Instituto de Valencia de Don Juan en Madrid, Estos han sido repetidamente estudiados y publicados*. Ain podemos citar otro del mismo tipo apare- Antonio GARCIA y BELLIDO: Materiales de arqueologia hispano-pintca.Jarros de Bronce, “Archivo Espafol de Arqucolo- 1956, pigs. 86-104, © Antonio GARCIA y BELLIDO: Inentaro de los jaros pinico-tartéscos." Arch. Esp de Arq”, 1960, pg. 60."Lafalta de ver \daderos prottipos oejemplares hermanos en al resio del Mediterrineo. No se conocen por hoy ierrs iguals a los hispano-pinicos.” © W. CULICAN: Phoenicien metalwork and Egyptien tration. “Revista de la Universidad Complutense”, vol. XXV, nim. 101 Madi, 1976, pigs 83.89. “ "Un minucioso e instructvo trabajo confrmando nuestros puntos de vista, mantenidos ya hace aos, acaba de pubicar Birbara GRAU-ZIMMERMANN: Phénikische metalikannen in den Orientalsierenden Horizonten des Mielmeerraumes. *Madridet Mitten een”, vol. 19, 1978, pags. 161 a 18 . Para el rigeny cronologa de estas piezas véanse pags. 185 ys. 209. 's J. RIARO: Efigie Gnéstca de Bronce. “Boletin dela Real Academia de la Historia vol. 34. Madrid, 1899, pgs. 124 y s. José Maria BLAZQUEZ: Tartesses... pigs. 93 y a8 lam. 25 B. eee 192 MARTIN ALMAGRO BASCH l ons a) Cds; b) Cero det ria (Al) Figura 11. Representactoneshathéricas de la diosa Anat otal vex su parlelo pi Myrtacs lo) 6)9)Pesbles aeons de Hoyo des Cabra LOS ORIGENES DE LA TOREUTICA IBERICA 193 cido en la necrépolis gaditana de “Punta de Vaca” hace unos afios"* (fig. 11b). Estos bronces pueden set fechados en los siglos VII 0 VI a. C. y se relacionan con una placa de marfil hallada en el Fuerte de Salmanasar en Nimrud, hoy en el Museo Metropolitano de Nueva York, fechada en la segunda mitad del siglo VIIa. C.", También otras dos piezas cercanas a los bronces de El Berrueco y de Cadiz se dice proceden de Hoyo de los Calzadizos de Castroftio (Avila). Se hallaron en una mina de cobre y fueron publicadas por F. Fita y P. Paris, Hoy se han perdido, pero nos ofrecen una figura tetraptera con un disco sobre el vientre y as manos tocandose la parte superior de la cabeza (figura IIc y d). ‘Aunque podrian interpretarse como nuevas representaciones paralelas a las antes estudiadas y asi se citan por algunos autores, han sido con razén considerados estos bronces abulenses como posibles falsificaciones. En estos bronces aparecen unas esvasticas estilizadas y otros elementos de dudosa au- tenticidad. A la vez vemos en la parte posterior de estos bronces inscripciones ibéricas de marcada tipo- logia monetal que deberian fecharse hacia el siglo II 6 I a.C. Todo ello aconseja considerar estos bron- ces como posibles falsificaciones realizadas al publicarse el primer hallazgo de los bronces del Berrueco por J. Riafio. Si las recogemos es para indicar sus nulas garantias de autenticidad aunque ninguna obje- cién histérica plantea tan dudoso hallazgo". SOPORTES DOBLE-CONICOS YUXTAPUESTOS De especial interés son los soportes de bronce para recibir recipientes sin base que aparecieron en la Tumba 17 en la necrépolis de La Joya (Huelva) (figura 12), en El Carambolo (Sevilla) y en Setefilla (Lora del Rio, Sevilla). Se pueden fechar en el siglo VII a. C. en estos tres yacimientos", Figura 12. Soportes de broncedoblecdnics yyuxtapuestes dela Tumba 17 de La Joya (Huelva) (segin GARRIDO ROIZ). “Este bronce fue adguirido por el Estado para el Museo Argueoldgico de Sevilla cn 1975 con referencia exacta desu hallargo y ha sido recientemente pubicado por Concepcion FERNANDEZ CHICARRO: Bronce gaditano de la tipologia de Tos del Berruevo en el ‘Museo Arqueoligico de Sevilla, en “Segovia la Arqueclogia Romana”. Bercelona, 1977, pag. 18S. “Jose M.* BLAZQUEZ: Tartessos.» pigs. 9495, “Fidel FITA en “Boletin de la Real Academia de la Historia", 63, 1913, pigs. 357 y ss, y P. PARIS: “Arch, Anz. 1914, pigs 358 y 554 fig 40. “ ‘Toda la bibiografia de estos broneesy la critica sobre los de Hoyos de los Calzadizos puede verse reunide en Marin ALMA- GRO GORBEA: E! Bronce Fina y el Periodo Ortentallzante en Extremadura, “B.P.H.”, val. XIV. Madrid, 1977, pigs. 254 y 55. lim. LI. 3, % Juan Pedro GARRIDO ROIZ y M+ Elena ORTA GARCIA: OBr. cit, pis, 82. 194 MARTIN ALMAGRO BASCH Fueron repetidos en ceramica en varios yacimientos de la Peninsula pertenecientes al Bronce Final y ala Edad del Hierro. Lo que nos interesa resaltar es su origen fenicio pues aparecen abundantes en Biblos con diferentes perfiles, tamafios y caracteristicas. Del Area sirio-fenicia pasaron pronto a Grecia donde los hallamos en los niveles del final del Periodo Geométrico en Aetos (Ithaca), datables en el siglo VIII, TRIPODES, LEBES Y RECIPIENTES DE BRONCE DIVERSOS ‘Debemos hacer también mencion entre los productos de la toreittica ibérica de la existencia entre los iberos de grandes recipientes de bronce. En una tumba de Castulo aparecieron los restos de, segura- mente, dos tripodes y dos grandes lebes de bronce que se adornaban con figuras de Anat o Tanit que se han interpretado como Astarté”. Llevan estas esculturillas peinado hathorico y simboios orientales como la flor de loto y tambien figuras de caballitos (figura 13, a), semejantes al thimaterion de Castulo que hemos descrito antes (figura 10 b). Es ‘evidente que todos estos bronces deben tener época cercana dentro del siglo VII a. C. y son de claro origen oriental sirio-fenicio. ‘Otro vaso de bronce, también de origen oriental, es el que conteniaos torques de oro del tesoro de Berzocana. Nosotros nos inclinariamos a darle un origen centro-europeo*’. Otros autores, sobre todo Almagro Gorbea, lo consideran de origen egipcio, tal vez imitacion chipriota®* del que se derivarian ‘otros vasos metalicos en Occidente donde también se copiaron con rustica factura otros grandes reci- pientes de bronce de los prototipos orientalizantes hititas y sirios**. ‘También debemos recordar el origen sirio-chipriota de los escudos con escotadura en V que hemos estudiado nosotros al analizar las estelas decoradas del suroeste peninsular’. EXVOTOS DE BRONCE IBERICOS ‘Una informacion especial, para comprender el origen de la torettica ibérica, nos la aportan las es- culturitas de bronce de pequefio tamajio que se vienen denominando “exvotos de bronce ibéricos”*’. Constituyen una de las mas personales producciones del espiritu artistico de los antiguos iberos y como es sabido nos ofrecen gran variedad de tipos no slo humanos sino de animales y hasta de algun ser extrafio. Su cardcter religioso es evidente pues han aparecido la mayoria en tres conocidos santua- rios rurales. El de Santa Elena, cerca de Despefiaperros; el de la cueva de La Lobera en Castellar de Santisteban, ambos en la provincia de Jaén; y el de La Luz, cerca de Murcia. ‘Al intentar aproximarnos a su correcta valoracién historica, nos parece justo sefalar que existen “depositos” de estos pequefios bronces, aparecidos en un mismo lugar, como ocurre en los santuarios ‘espaiioles, de donde proceden la mayoria de nuestros exvotos de bronce ibéricos, en otros lugares del Mediterraneo como Ras Shamra, Biblos y otras ciudades sirias y fenicias; en los santuarios de Chipre; #1 M. DUSSAUD: Foullles de Byblos. Pais, 1959, pag. 916, pl. CLXIL y CLXV. W. A. HURTLEY y M. ROBERTSON: Bxoara tion in Ithaca V. The Geometrie and later fnds from eos, pig. 47, fg. 32, pl. 1S. Blanco FREUEIRO: “Arch. Esp. de Ara”, vol. XXXV, 1963, pig. 6 ® Manin ALMAGRO: De orfebreriacéica. El depdsito de Berzocana y un brazaete del Museo Arqueoligico Nacional, “Traba: {jos de Preistria™: Madrid 1969, pigs. 275 y ss, Idem. Inventaria Arqueologica. Espafa E. 7.11. Madrid, 1967. % Marin ALMAGRO-GORBEA: El Bronce Final }e! Perodo Orientalizante en Extremadura. “B.P.H.", vol XIV, Madrid, 1977, pigs. 28-28, fig. 6. fg OFC HAWKES: Tress “Symp de Preis Pein” is 188 y 5s. y José M* BLAZQUEZ: Tartesso5n. i. 5 Manin ALMAGRO: Las extelas decoradas del Suroeste Peninsular. “B. PH. #7 Véanse los trabajos ctados en las nota 10 11, *,yol. VIL. Madrid, 1976, pigs. 156 y ss. LOS ORIGENES DE LA TOREUTICA IBERICA 195 en los estratos antiguos de Heraion de Samos; del santuario de Olimpia y de la misma Acrépolis de Atenas. Aparecen también estas creaciones en el mbito etrusco y suritilico, en Cerdefia y en Mallorca. Hecha esta observacién de que los bronces ibéricos no son un fendmeno aislado sino una manifes- tacién paralela a otras semejantes del area del Mediterréneo con las que siempre debemos relacionar esta produccién artistica ibérica, diré que falta por estudiar con la atencién debida el problema del ori- gen, significado y cronologia de estos pequefios bronces ibéricos. ‘Nosotros hemos analizado un tipo muy frecuente que representa a un guerrero en actitud de arro- jar una lanza con su mano derecha mientras lleva un escudo redondo y pequefio en la izquierda. Apare- ‘ce unas veces vestido y otras desnudo y en alguna ocasién con marcado cardcter itifaico (lamina XIID). Sin que vayamos a analizar ahora en su conjunto toda la serie de bronces ibéricos de este tipo, ciertamente de aspecto y valor artistico muy diverso, si diremos que representan a una misma divinidad popular entre los antiguos iberos, que nosotros hemos creido probar sea el dios Reshef-Melkart**, En todo caso es evidentemente una cteacidn plastica de origen oriental como lo prueba la variada serie de esculturitas de bronce hititas, sirias y fenicias que han aportado los hallazgos de la region que se extien- de desde Anatolia hasta Palestina, sobre todo la zona costera de Fenicia. Estas esculturitas se extendie- ron por el Mediterrineo hasta Espaiia, seguramente con la propagacién de las ideas religiosas que re- presentaban, tras sincretismos que estamos lejos de poder precisar. Sin embargo para estos y para otros tipos de exvotos ibéricos masculinos y también femeninos, de animales o de imagenes simbélicas, como las de cabeza simiesca estudiadas por Jodin® es posible esta- blecer un origen oriental que ademas ayuda mucho a poder interpretar su significado religioso superan- do la simple y cémoda denominacién de exvotos que es como siempre denominamos a éstos bronces ibéricos. Concretamente nosotros hemos podido probar cémo el tipo de guerrero ibérico atacando es de origen oriental. Algunos los creemos importaciones sirio-fenicias (lamina XIII a), otros los debemos considerar como réplicas indigenas directas de originales fenicio-sirios del citado dios, tal vez. creadas en Cadiz (lamina IIT b). Otros muchos exvotos ibéricos de este tipo son sin ninguna duda claras crea- ciones indigenas (lamina IIIc y d). Me he inclinado con buenos argumentos a considerarlas a todas como representaciones del dios si- rio Reshef, sincretizado con el Melkart tirio. Ambos se ven unidos en una inscripcién de Ibiza®, en Ti- ro" y en Chipre donde ademas Herakles se sincretizé con Mikal que es sélo una version de Reshef. Su iconografia hacia Occidente tal vez refleje posibles y aiin oscuros sincretismos que como vemos ocu- rrié en Fenicia, Chipre y otros lugares, debieron también realizarse en Espaita, donde como hemos di- cho en Ibiza vemos adorado a Reshef-Melkart. Incluso este tiltimo pasé a ser en época helenistica y ro- mana simplemente el Herakles griego y luego el Hércules latino que tuvo en Gadir uno de sus mas pres- tigiosos santuarios. Ademas del tipo masculino de exvoto de bronce ibérico, al que nos hemos referido, un estudio atento de la mayoria de otros exvotos ibéricos nos induce a paralelizarlos con esculturas minorasiaticas que representan divinidades cananeo-fenicias. De ellas y de sus creaciones transformadas en Occidente, se originaron en nuestra opinién muchos y variados idolillos ibéricos. Incluso para ilustrar el origen de estas creaciones de la toreiitica ibérica, debemos también tener Marin ALMAGRO. Uber einen Typus Tberisches Bronze-Fxvotas Orlentalischen Ursprung. “Mader Miteilungen”, vo. 20, 1979, pig. 17S y 28 5 Andre JODIN: Statutes de tradition phonefennetrousées au Maroc. “Rev. Arch. Marocaine” 4, 1960, pigs. 432 ss. * Jean FERRON: Las insripciones vottas de la plagueta de “Es Cuiram” (Ibiza). "Teebajos de Prehistria, vol. 26, Madrid, 1969, pigs. 295 y 55. 38°M. A. LEVY: Siege und Gemmen. Breslau, 1869, lim. I, nim, 17,y pig. 31, nim. 18. © CLS. 150. Véase también René DUSSAUD: Melkart. “Syria 24-25, 1944-1948, pigs. 224.29,

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