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Marina Canedo, Propletaras, ocupants y pbladores ¢ CGupo de Ivesigacien en Hoa Rut Rioplotonse } Propietarios, ocupantes y pobladores. San Nicolds de los Arroyos, 1600-1860 ‘982 03 CAN pro | FHCE/170418 ANU ——— Proper, ecupantesypbladore Mariana Canedo (Mariana Gangdo ‘Grupo de nvestigacién en Historia Rural Riplaense Factlad de Humenidades ~ Universidad Nacional de Mar de Plats preset io fe impreso mediante un sbsidioctorgao pra Secrets Propietarios, ocupantes y pobladores. In sur Tel delve Nn San Nicolis le los Arroyos, 1600-1860 LSBN.0°987-913697-7 Hecho depésto Ley 11.723, Ante ‘rea de Diseie Imagen Insttcional. UNMP, Impreso ‘Departamento de Servicios Grificos de la UNMP. Sepiembre de 2000 ‘Universidad Nacional de Mar del Pata Ding. 1B Albert 2695/ Te, 492-1700 Fax. 492-171 7600 Mar el Plata, 2 3 Mariana Caneo ‘Titalos aparecidos: Rail Fradkin, Mariana Canedo y José Mateo (compiladores) Tierra, poblacién y relaciones soclates en la eampaiia bonaerense (Giglos XVIII y XIX) Mariana Canedo Propietarios, ocupantes y pobladores. San Nicolés de los Arroyos, 1600-1860 Poblacién, parentesco y red social en Ia frontera Lobos (provincia de Buenos Aires) en el siglo XIX Valeria Ciiberto Aspectos socio—demogrficos del crecimiento peri-urbano. San José de Flores, 1815-1869 Alejandra Mascoli Productores y propietarias en. 1a frontera bonaerense, Dolores, 1798-1860 indice reentacin de Juan Carls Garavaghis Agradecimientos Inwectuccin:Problemas,objetivose hiptesis Capitulo 1, Los Aroyos, un ecosistema socal agrario Capitulo 2, El proceso coloizador. Capitulo 3. La tera: de reslenga a manos de patculares Capitulo 4, Acceso y tansferencia de las propiedades Capito 5. Los prodvcores de Los Arroyos 1700-1850 Capitulo 6. Tierra y poblacién, Dos siglos y medio de una articulacién compleja Conctusiones Apéndice, Fuentes y metodologia Bibliografia Propietarins, ccupontsypubadares 18 7 al 9 83 13 161 207 239 253 269 ‘Marina Canedo, ‘Unas palabras de presentacién ‘Conozco a Mariana Canedo desde hace unos quince afos, es de- cis, desde aquellos aos -que hoy me parecen tan lejanos- en que era sor én Tandil y estSbamos fundando allel IFES. En ese enton- ‘es, Mariana Canedo y José Mateo hacfan casi todas las semanas ¢l Viaje desde Mar del Plata para seguir algunos de los seminarios y clases de la licenciatura en historia que, en ese entonces, estabamos tratando de poner en pié en Tandil junto con muchos otros amigos y colegas, Desde nuestras primeras conversaciones, Mariana demostré po sect unas ganas enormes de hacer cosas y de hacerlas bien 0, dadas Jas condiciones en las que uno trabaja en la Argentina, de hacerlas lo mejor posible, Este libro que el lector tiene ahora en sus manos es ‘una buena prueba de ello, Quisiera poder mostrar en unas pocas I reas cuales son, a mi juicio, algunos de los aspectos més relevantes| de este trabajo. Mariana comenzé sus investigaciones sobre San Nicolds de los [Arroyos pattiendo de un examen pormenorizado del censo de 1815 se trataba en ese momento de un estudio pionero, pues casi nadie habia realizado seriamente un andlisis de esos censos- y ademés, este trabajo de Mariana se ernmarcaba en una serie de investigaciones microregionales que habiamos iniciado en aquellos afios para esca- par a la aporar evidentes en las que estaban encerrads los escudios sobre la vida agraria de la regia pampeana. Con Jorge Gelman he ‘mos hecho un balance bastante exaustivo de esa historia y a ella re- ‘mito para no abundr en cosas que son hoy harto conocidas!. Des és de trabajar el-censo de 1815, Mariana extendié hacia atrés y Gawain F629 Gc, JR sony ofthe Rio de Pls, 16001850: Rens of| { Mnggophcal Rear Lain Aron Racor asin vo 8D (3), 1985, pp 78 Toy moctanes nun detewopindo grgcamete Mada ea pea ee eh eve tle tet decors tl ens (1750180), No oa Agri 1S, Une de Mii, 198 Mariana Canedo, hacia adelante su periodo de andlisis recortiendo minuciosamente Jos siete censos y padrones que han legado hasta nosotros sobre San Nicolis y que se extienden desde 1726 a 1854, dindonos de este moxio una imagen bastante comple del desarrollo demogesfico det rea estudiada, Tenemos asf, un momento inicial centrado sobre Ia poblacién que ocupa la primera parte de este libro, junto con el and: lisis de los aspectos ambientales y geogrificos mis destacados. Sus principales conclusiones (altas tasas de crecimiento, presencia im: portante de los migrantes del Interior hasta fines del XVIUL y algu hos aspectos sociogmnicos, como el paulatino "blanqueamieato" de ly poblacién migrante) pueden ser generalizadas a otras éreas de la ‘ampafa; en cambio, ls tasas de masculinidad igualitatias 0 negati- ‘tal clcaso de 1815 y 1854- y el papel de mayor dinamismo de ls xlad” de San Nicolés en el contexto del partido a mediados de! XIX, parecen ser tipicas, aunque seguramente no exclusivas, de la historia de la poblacién en Ia mieroregiGn estudiada, ‘Peto, detengmosnos tn poco en el capitulo 3 del libro. El encars cl problema de la tierra y lo hace de la tinica forma posible: estudian 66, parcela por parcel, toda Ia evlucién de la temencia legal de la terra durante el periods en el dren. Esto se dice Fcil, pero creo que el lector ‘no puede comprender cabalmente, sino ha intentado hacer una par- te de este camino, lo complejo que es el problema, La primera mer- ced de tetras en la regién es la ororgada por Hetnandatias a Alonso Fernindez Montiel en 1603 y las simas mensuras, wstamentarias 0 ‘expedientes sobre conflictos de tierras analizados por Mariana CCanedo, pertenecen a las décadas del sesenta y setenta del siglo XIX. “Trabajar con las mensuras de tierras del eatastro bonaciense, es Io ‘mismo que intentar armar un gigantesco rompecabezas, sabiendo ademas que hay piezas que faltan y que, casi con seguridad, nunca podremos tenet. Por ello, acudir a los expedientes civiles y a los inventarios de sucesiones ¢s tna de las formas de “fabricar” ls piezas faltantes y asf, tapar los agujeros del rompecabezas con trozos de papel que, en general, no coinciden exactamente con las restantes piezas "originales", Y asi la mayorta de las veces, vamos construyen: Prpizavos seupantesy pobladores ddo un mapa que se parece mucho a esas mantas remendadas que tnvestras abuelas hacian para poder darle vida titi a todos los pedac- tos de tejidos de fina que habfan ido dejando en el caj6n de la cémo~ {da durante aos. Pero, Mariana trabajé incansablemente y consiguis ‘treteje tna manta casi perfecta; el mapa 3 del capitulo 6, pégina 216 es el resultado de ese esfuerzo de varios afos. Permitanme decir algo fuerte: es la primers vec queen ln binringrafia argentina (0 sobre Ia Argentina) on bistoriador hace um trabajo como este. Y por supuesto, i es el inico camino que yo veo como via factible para poder co- enzat a decit algo serio ~ y no meramente a hacer proyecciones hacia attés de nuestras opiniones 0 deseos - sobre la historia de la propiedad dela icra en la regi6n pampeana. Y ese mapa se comple- menta con los datos del cuadre 23 de la pigina 211 y de los gréficos 15, 16 y 17 de las piginas 212 a 213. “Tanto ese mapa, como los cuadtos y los grificos citados dan para cortar mucha tela, pero yo quisiera solo sefalar unos pocos datos: en 1780 el 70,296 de las propiedades del entonces partido de San Nico- lls tenfan menos de 1000 ha. (lo que daba apenas para vivir decente- mente sila familia del propictario era abundante en varones en edad laboral) ocupando una extensién de alrededor del 32% de la sopeif- cie estudiada, En 1850 eso ocurrfs cam el 84.4% de las propiedates {que ahora cubrian el 5696 del otal de superficie del partido ~sin que las condiciones de explotacién hayan cambiado en forme radical, pues ‘estamos todavia lejos de la extensién del alambrado a nivel local. Y es mis, 2que pasarfa si tomamos las propiedades hasta 1500 ha.? Le recuerdo al lector desprevenido que la "suerte de estancia" eenfa 2025 hha, y sta era considerada en la época a la que hacemos referencia ccomio la wnidad econimica de la familia de campesinos pastores, tal ‘cotno nos os recuerda José Marfa Jurado en un articulo aparecido en 1875 : "La suerte de estancia era caleulada para quinientas ocho- cientas vaeas al corte, y sin duda se pensaba que ese miimero era, en tl Sd Ravel Argent, UX, Bose Ais 1875, p. 187 st aro ou I (ita ely oes de sla, Serr ca condoos i pe ‘Sinen as er sigue ° Mariana Canedo bastante 4 sic] produce pra llenar las necesdades y aun hacer pros) perar una familia de campesinos con las sencilisimas costumbres ‘gue les eran peculiares". El autor habla justamente del periodo que finaliza, segin él, después de la caida de Juan Manuel de Rosas. Y ‘bueno, en 1850, el 96,2% de las propiedades de San Nicolis de los ‘Arroyos tenia menos de 1500 hectireas y éstas ocupaban cl 844% ‘dela superficie del partido, Esta es na conelusion importante y ella esti apoyada en datos sdlidamente fundados (demés esté decir que ‘cualquier critica a esa conclusién debe transitar el mismo camino y referitse a la validez 0 no de esos datos). No hay aqui nada que se parezca al dominio de la gran propiedad. ‘Por supuesto, hay algunos unos pocos propictarios (Lucio Mansila, Leonardo Pereyra) que poscen también tierras en otros partidos de la provincia, Eso no invalida en lo més minimo este aniisis. Tam- bién es cierto que no hay que hacer extensivo sin més las conclusio- res de este estudio microregional al resvp del 4rea pampeana, pero él confirma lo que nos decfan muchas otras fuentes acerca de la estruc tara de la propiedad de la tierra en las dreas de vieja colonizacion al interior del Salado (y en algunos casos, incluso en ciertas ‘microregiones que se extienden mis alli del Salado). Los diversos trabajos que ahora se estan haciendo permitin seguramente com- pletar, redisefar y enriquecer los resultados de esta primera investi- fgacidn para darnos un panorama regional mucho més abarcador*. Pero, que en San Nicols las cosas fueron asf, no quedan das. Yi por favor! espero que nadie venga ahora con que “un viajero, inglés” que pasé por al, dice lo contrario. A una investigacién como la que comentamos s6lo se la puede discutir crtic{ndola como se debe, es decir desmenuzando los datos cuantitativos y_cualiativos fen la que ella se apoya; no con “opiniones” de testigos, por mas pre~ senciales que étos sean © por més perspicaces que ellos parezcan. El trabajo sobre la evoluciéa de la propiedad de la tierra se completa Races coupon de clo en Bet, G. y Quinto, GLa xa de a eae trom cere en de Canin 17791820» Eu ae Hora Ra, hy La Tm 1992y Marly Ay osm yrcoes vcs del Sl, Delores a fora mie eso Xd Lars, Universidad Nacional de Mar el Ta, oot ese tae ao el Sado. 10 Propictaris, ocupantesy pobre: ‘con un andlisis de tos diversos eaminos que permiten Uegar a lla ~cs ‘decir, compras y herencias- dando asf muchos elementos para un ¢5- tudio futuro acerca del problema clave de las formas de transmisin y anseroactn del patrimonio durante ee periodo y también, para conocer tnujor el proceso contradicora y complejo de formacin regional de un mercado de tierras. Después de este trabajo, decir en forma tjante {que "bo hubo mercado de tierras', es abusar de las palabras, pues el tmatiz regional se impone ya en este tema, Peto, hemos hablado hasta aquf de propidad y bien sabemos que cen la regia pampeana en la época no habia homologia entre los Conceptos de propiedad y de explataciin producti. Mariana Canedo To sabe perfectamente y ba intentado presentarnos en su libro algu hos datos al respecto, Claro ests, este sun problema que, por def icin, es terriblemente dificil de estudiar, pero, las paginas que ella le dedica al tema nos muestran algunas de las posibilidades que nos ddan las fuentes cualitativas. Agut, casi siempre los datos cuantitai- ‘vos son exiguos ~en algunos censos de la época tenemos la suerte de {que se distingan los propietarios de los arrendatarios, pero, cllos son iu escasos y no existen para San Nicolis- y sélo la obstinacién de Radl Fradkin, quien hace afios corre detris de los dispersos datos sobte el problema, nos permite hoy conocer mejor este aspecto cen tral de nuestra dindmica agraria para el perfodo que finaliza a me- dliados del siglo XIX En fin, creo sinceramente que tiene e! lector en sus manos uno de Jos trabajos de investigacin més serios que se han realizado en los "Ya" Sepin contre py comb y rede camp Bao Ais JE VIL pn Insane Fitri degen y morc "Dr io Favighn, 2 er 11,1995 pp. 3964, Fuad de loa y Ltn, UBA, Bao ies, taba diane acne cee sender en Buenos esos {ta eyes cola In Berp Mey Rept Ay (Comp) Pome i pei ‘Nay rei de signi IES, Tl 1995 Ene ay yh pec {Srrmbee ch camps Conscrense de primera td dl sip XIX, enol doit ‘Donnie y mann Ro ela pampeana co pier ad dl sigh ES mu SS, 1,197, Tl u Mariana Canedo ‘kimos aftos en nuestro pals sobre este tema; tema central para end tender un pedazo importante de la historia agraria de esa regidn, pampeana que posibilité que la Argentina transitara por una rela: ‘ida tan peculiar con el mercado mundial como la que tuvo hasta los alios treinta de este siglo. Pero, este trabajo muestra también fa madurez de una forma de hacer historia agraria en nuestro medio (y en una universidad rela vamente nueva). Espero honestamente que est libro, y los que ima- gino vendrin en un fururo proximo producto del mismo grupo de Jnvestigacidn marplatense, inciten a los miembros de esa comunidad ‘universtaria a ponderar -con toda la equidad que sus magros recur: 05 lo permitan- fa validez de los trabajos que se estén realizando en su seno. Todos los que hacemos historia agraria argentina ya lo sabe- ‘mos desde hace tiempo y consideramos a ese grupo como un refe- rente obligado en nuesteas discusiones. Juan Carlos Garavaglia, Paris, febrero de 2000 2 Propitri, sap y blades ‘Agradecimientos [Este libro fue antes una tesis de doctorado. Durante su elabo- acion, varias veces pensé que legarfa el momento para agradecer a quienes, de diferentes formas, me ayudaron a conseguir concreara [Esos momentos me generaban optimismo, pues implicaban que la ‘esis estarfa terminada y también me faciltaban la evasién transito- ria de lo que tenia por delante para analiza (en varias oportunidades material mis drido del que hubiese deseado). Alora que el libro y los agradecimientos se van a hacer piblicos, tomo concicncia de! tiem po vivido y de la cantidad de personas con quienes me involucré en ‘camino de su produccién. Juan Carlos Garavaglia ha sido mi director de tesis y la perso- ina con quien comencé a trabajar siendo todavia estudiante, Me resul- ta dificil sintetizar los gratos momentos compartidos durante més de 10 afios. Evoear mi relacién con Juan Carlos me lleva a recordar ‘un seminario de licenciatura cursado los sibados en la Universidad del Centro, en Tandil, donde se comenzaban a plantear problemas ‘nuevos sobre a historia rural rioplarense colonial y contébamos como invitados a Carlos Mayo o a Jorge Gelman. Vienen a mi mente los Imates que compartiamos eras las clases en la entonces vital cocinita| del IEHS, junto a Sergio Maluendres (quien viajaba toda la noche desde La Pampa para asistir al seminario) y a José Mateo (con quien rmadrugdbamos para compensar los limites de nuestro 2CV, frente al viento en contra y a las lomas de la ruta 286 que une Mar del Plata y ‘Tandil). También se sumaban oportunamente, haciendo una pausa| fn sus tareas, Zacarias Moutokias, Rail Mandrini, Joan Carlos Grosso, Susana Bianchi, Eduardo Miguez, Norberto Alvarez. Nos resultaba apasionante mezclar discusiones historiogriicas con el re- Jato de otras épocas vividas. Durante estos afis, con Juan Carlos y rauestras familias, seguimos compartiendo mates, charlas y afecto en Buenos Aires, en Villa Gessell, en Mar del Plata, en Chantilly, en Bole, en Barcelona, en Llanfrane. En todos estos afios nunca falta- ron consejos, seguimicnto pormenorizado del trabajo, propuestas, B Bie Mariana Canedo et io" en ot Sa iq i os an ars oma "| Juan Carlos Grosso fue mi co-director y primer vineulo con el octorado de la Universidad de Buenos Aires. Pero Juan Carlos fue ‘macho mis, y mantengo muy vivid todo su afecto y cordialidad, Enrique ‘Pindeter, co-director de la tess, nexo con la UBA, ade ims de mi director de CONICET como becaria fue, en la etapa final de elaboracién de la misma, quien me aconsejé y estimulé para que lograra coneretar esta etapa profesional, consiguiendo - entre otros logros- que limitase mi perenne dispersion Rati Frackin y Jonge Gelman son dos personas que tengo muy presentes desde hace varios aos en el plano profesional y tambign 3 través dest amistad, Valoro mucho sus acertados coniejos, que no siempre logro soguir, pero que trato de capitaliar. Otro tanto para José Luis (Pepe) Moreno, a quien agradezco el afeew y apoyo brin dados, y para Mariela Inesta por su cordialidad y sus pontilloss sugerencias “ténicas que slo lla puede da. Desde el afio 1983, en que comencé la earrera de historia en Mat del Plata, la presencia de Diana Mazzanti ha sido fandamental. Nues- tra telacin se ha ido incrementando en el plano académico y petso- nal, hasta convertise en reconfortante y fiel amistad. De forma si- ilar, todo lo compartido en estos afios con Beatriz Ruibal y sus avenureros viajes a la Facultad de Humanidades de Mac del Plata ‘Con Beatriz comparto el poder disfrutar del sabor de la "Historia de América’, junto con su amistad, ‘Conté durante estos aos -y espero seguir haciéndolo-,conel apoyo fundamental de la Facultad cle Humanidades de la UNMDP (prime- ro como becaria y después como docente) y del CONICET (también como becaria y ahora como investigadora). Formar parte del Grupo, de Investigacién en Historia Rural Rioplatense (GIHRR) de la Fa a Propicaaris,ccupantesy obladres ccultad de Humanidades de Mar del Plata y de la Red de Estudios Rurales (RER) con sede en el Instituto Ravignani, me permitié con- tar con contextos de pertenencia y enriquecimiento profesional en un ‘marco de cordialidad y trabajo no muy frecuentes en el ambiente ‘También en varias oportunidades compart! trabajos y experiencias| igeneracionales" con, entre otros, Griselda Tarragé de la Universi dad de Rosario, y con Herndn Otero, Orieta Zeberio, Andrea Re- sgnera y Monica Bjerg de la Universidad del Centro. ‘Una vez finalizado el doctorado en abril de 1997, pude tomar distancia de lo que venia realizando € introducirme en otras expe- riencias académicas y culturales. Durante un afio y medio, Barcelona nos acogié con toda la riqueza de sus posibilidades y con la amabili- dad y ealidez de su gente, que no fue poca. En el plano académico, el Institut Jaume Vicens i Vives de L'Universiar Pompew Fabra (con sx ‘estupenca biblioteca) fue la sede donde centralicé mi actividad post- doctoral. Josep Fontana, con su calidad de maestro, fue la persona insasttuible. Mi agradecimiento por haberme acogido en un Ambito privilegiado, por baberme comentado la tesis, haberme permitido participar de su curso 0 por compartir recuerdos y experiencias de dlistintas etapas de su vida profesional, que se convirtiron en conse- jos dignos de acopio, ‘También considero a Ramén Garrabou, de I ‘Univesitat Autdnama de Barcelona, un referente necesatio en el plano académico y afectivo. Ene varios recuerdos se encuentran sus esfuerzos culinarios por demostrarnos, en teorfa y en préctica, la riqueza de la dieta meclte- tinea. El eabsjo heurstico emprendido no hubiese sido posible sin fa bbuena voluntad y la generosidad brindadas a través de los aos por Liliana Crespi Fabiin Alonso, Alejandro, Nelly y el resto det perso nal del Archivo General de la Nacién en Buends Aires, mas ali del funcionamiento 6 no del ascensor y dela fotocopiadora, de los hon 405 0 las goreras, ahora ya controlados. Tambiéa.mi,agradecimiento 170418 Mariana Canedo al plantel del Archivo Histérico de Geodesia y Catastro en la ciudad) de La Plata, y demés archivos recorridos. A Francisco y su gente, det Ia ciudad de Mar del Plata, gracias por todo el apoyo "éenico" y por) sa comprensién ante mis urgencis. Dedico el libro al igual que la tesis,a José, a nuestrashijas Makén| yy Corel, a mis padres y a Pablo por todo el amor gue me brindan y brindaron. Mariana Canedo Mar del Plata, octubre de. 1998 Propietario, cepts pobre Introduceién: Problemas, objetivos ¢ hipétesis Sihicieramos un breve repaso mental de las obras fundacionales de la historia rural de Buenos Aires -cuando no de la Argentina- Focalizadas en los siglos XVIII y XIX, aunque sea por sus titulos, bservarfamos el destacado homenaje que dicha historiografia ha hhecho, casi de manera preceptiva, ala propiedad de la tiera, al gana- do y al emblemético gaucho.! Cualquiera haya sido la vie clegida para el andlss, Ja vida rural fue mostrada como fuerremente ligada t estos tes pilares y a sus connotaciones: tierras inconmensurables de tinico defo, cabezas de ganado bovino que se contaban por cien- tos de millaes, y el gaucho, oscilando entre el trabajo y coc. ‘iin todavia existen quienes rinden adhesin militante a aque 1a tradicibn, el universo socal y la complejidad econémica de aque! ‘mundo raral en el perfodo colonial y postevolucionario son hoy tan- ‘to mejor conocidos, como consecuentemente generadores de nuevos interrogantes. Se ha roto el paradigma de la "estancia colonial tfpica” por efecto de una produccién historiogréfica que vinculé la reflexion fedrica a tna asidua visita a los archivos, en el marco de intensos bares en encuentros y publicaciones académicas. ¥ con cierto re- ‘aso con respecto a ly historiografia hispanoamericana, a historia rural de Buenos Aires ha madurado vertiginosamente en la itima ddécada y media. FE conocimiento mis cabal en esta materia ha planteado una amplia gama de incerrogantes. Dentro de ellos, una arista relevante "Clean, MEA, Ell iin fiend tee pie, 16101916, Benes ies, ODER, 170 (1917, Carta A, La ppd ero fd Ras, Duo, ‘ie, Et Clo, 1972 Cony red bl ofa de Rev, Bos ies, Trp dee neo, 1997 Corn se re call oa, Buss ‘i, Pee, 1985; ier H, Hira sed gemndee tina, Noa ein ‘lets comity, Boor Ae So, 198](954) Moya, Cw lac It Seaton ove cn roenat, bse Aes, Ed, Ps Ulta 1970; Oone, Jy Lt ‘tycoon op, Boos Ae Ea Liter, 197 (1930), Rodrigues Maks, [Re Brisa ae, Bacos Nes, Mar, 1968. "ay, Aegon aia i propia ripen, Buns ies, a ea Cts Caco, 185, Aas Ameghino, By G Marthe: Doug, ia y | mde lcm Bus Ae nr Coa te Hd 178, Boos Nh 6 TIES, 1999 v re Marina Canedo ha sido abiera y has comprensnapunt mi trabjo El objet dui prt Hbg een el ands del acceso a a propiedad ya us flac da er en camp de Buenos Aires dete el siglo hasta mediados del siglo AIX, a pari el eso del partido del ‘oye El renovado imerd sobre el entorno rural del Buenos Aire tardcolnial etm déeada ha genetado un aproimacin mi sShdameme fandada temas tes como la produc, ala fa de tao, al funcionanento de os meres, la poli yl Gloria. Como un aspect sida al pnpo, pero Qe frenvamente eae agin eniad os tabajos han comenzadel aston ls progresion “lige” dela product ra propiag Sion de teas (generalmene en grandes censione),pobamieat de das (por dstinas, aunque atorada,jrarqlas de tabajadore furl) ys puesta en producin (mediante el contol por pre de tos povos peones 0 gauchos de cantidadessignifatas de vac no). rome eta suction de prooos homogeneamene unlnae) {hs comprobado suc la ers en el eeuso mis abundant y mi Farnto del oes productiv, polo menos dante el period clo tial y primers shoe posrevolucionaros, que los terenos eral Couficuados con dessa jurios que a producti (le cereale, horezas,ovinos, mult, eqns, ademis de bovinct) un pn pure sronada por uidades doméstias, definidas in hts eb compoesas por eampesinos pastors y brads. Todo Groen un mares de inva mowed de invidees, hombres y de mujer, poo fandamentlmente de fails que, provencntes eo tu mayor del interior de logue fue el Vrwinat del Rio del Plat, Reon semandose ens disinas 2onas de a cana? El [Renita «ov ead dea cin plc imo ss sb os emis ‘rake rplcnes, nd is biogrts epecis ps el Jest de ea ems, El ‘rice pbs: Carri, 16 Migr dee Rar rar aon Ina, SLE tae de tee es ume ise piesa Se eo XE, tos ‘Comte Inermaimal de Clana Hen, saa etn (19581988), Barns ‘Mies 990, pp Sst gp 427-485, txpecvamene: D Sf, Ry Bl mudora ‘plicit ssa en Rs act de Hire Aetna Amon Dee: Ravignmis 3, Dares Aes ppl, Gestey G.y Grae Doug," tom «i conosco cn gio NVI. Dee iro trie Ch, 1.8 1992, ped7 105; Fain, ena: La Ber gr i | Prieto, opty pbs tema de las combinaciones generadas a nivel de los migrantes entre Jos procesos de asenamientos ls relaciones sociales y juridicas eon fa terra est atin pendiente y genera el marco de este trabajo. Se ha destacado en varias oportunidades el impacto ejercido sobre los estudios rurales de Hispanoamerica por lineas historiogréficas de gran desarrollo en Francia acerca del mundo ru- ral de antiguo régimen. Este, pese al desigual desarrollo regional de fos estadios (donde el peso de las investigaciones sobre Nueva Espa- fia es desequilibrante), ha influido en la consticucién de lo que Eric "Van Young denomind un "campo de conocimiento" que comparte conceptos, metodas y fuentes [-] y los modelos que aplican, refi tan 0 modifican,... Ua recorrido por este Ambito historiogrético permite realzar la importancia del objetivo perseguido, Por un lado, porque el estudio de los procesos de ocupacién y apropiacién de la fierra participa en los grandes debates historiogrificos de Hispanoamerica colonial y del siglo XIX. Por otto, porque éstos ‘marcos permiten poner en evidencia la manera en que las investiga- cones sobre la campatia de Buenos Aires se han integrado en dichos debates, junto a ls singularidades del mundo rural que analizamos, ‘Un primer problema historiogrifico asociado al andlisis de la propiedad y uso de la tierra se relacionan con la presencia de los latifundios colonials. La forma de interpretar el fendmeno y los al- cances de la gran propiedad, remiten al trabajo clisico de Frangois Chevalier, y exeden el marco geogrifico novohispano para tefit 2 toda una historiografia que cubrié con sus estudios a gran parte de Hispanoamerica (incluso a las fértiles campafias de la Manvra ppampeana). Como apreciara David Brading, dicho trabajo sobre la formacisn de los latfundios en México "..continuars siendo clésico precisamente porque resume y concluye un siglo entero de investga- {os eos de fn elitr pots en Hispaoamdc clei: una mide ‘Gadel io ds hom en Pra compa) La ara a Ri Pa ‘mi Lr nln practi, Baan is, CEAL, 1993, 7-44; Tee Er fe clonal en aso tenon hen, Beene Rete Fs, bn 6, 199% pp 67-64 Garage [JG "Ral Tisry of th Ro ‘a, 16001880" Recs te Miscrogptice Renin on Lat Amen Ree as sl 30, 3,195, pp. 75-108. ‘ean, Ey Mev hurl Hy ne Cherie: The Hiexiggghy ofthe Cao sen Lan Amen Roach Rese, Wl XVI, N',1985, pp 50 ro es Propictris cupntey polars Mariana Canedo ci6m e incerpretacién" Si bien explicitamente inpirado en los taba jos de Mare Bloch, el estudio de Frangois Chevalier puso a su vez ‘manifesto la influeacia de libersles mexicanos como Andrés Moli Enriquez. Esta aparece sms solapada pero parecer sr iguealmen cevidente en Ia caracterizacion que realizaron sobre la propiedad ra fal en Bucnos Aires, autores del mis amplio especo ideobbgico 4 ‘como Miguel Angel Carcano y Jacinto Odonne-y que fue sinttizadg, para el perfodo colonial por Horacio Gibert* En la actaliad exis} fen pocos argumentos que sustenten que el desarrollo de las grandey tunidadesagrcols y/o ganaderas en Hispanoamética haya represent tado una fenoncia sefiorial a incorporarse a la actividad econémicg por la bisqueda de un ideal de autosuficiencia del modelo medieval femprano, Las grandes, medianas y pequefas unidades de produc: Ciéa aparecen integradas dentro de los mercados de las reas circum! dances de los cents mineros, portuaros, poico-administrativos, m Para la campatia de Buenos Aires la cuestién de la estructura ne wa Ta oO de fonera!” Ademas, en os ttimos aos, nacras vias de andl Zita Lr Ret ies 9ST IOC, ped hhan rtomado la earacterizaci6n de las misanas. Ast, por ejemplo, los En lnin cor shuns isa le rad sca mince emit be ‘i rej logatay dons power Arg Maca en Br, My studios sobre las migraciones intemas han puesto el acento en los "=, lowly dsm aes G8 et Tey wa 196 feces Ane eto orn, eis Frem), “us Figs dea ore ir mein n Cec He) emg msn Dal fs ind a a Seg ed tr Ba Tr, Bacos Ais CEAL, 2988 Vos cific y ores fines x 000 #1 Pam, 15000, ee edo San Mar, Unita deh Sx 198; Mat} Foe ee cy ef A Tot tone pen ray epee) ce pipes Lex corpses nits se hte bonne CoM “nn cmte rV,Mesl Clep de sn 197, Nee) 71M tS Ey cen. Gai (Come), Fc meta. OD y aac Whe ele met, fot in tin nto cy, Joga Books, Wa, Sn a, lr, proto mn art Laer era is) USA io i . ‘Siliguri Ine de Ai Hoh, 97. + es Conte, Alanon ago cps el en Agee spl ppc trina ct in en ah aes pro, ‘ied el igh Ic esa mai, 29,1968, Gri, lan Ie era os ee Faso Ge Qt, Une en a {Broo et fomeren ein enpess (700185577 Mayo, (ta},"Aerers peso: Boh, Gy“ eprodston fale en es we Compan Exes none amis. Lssopico ee Ne y Rath Am eae gure fa” en Anal BC, arma 4 198, pp.al 81 fonencas pacts cnc Per Congo lacs &e Emolora,Bacnos Ae Tana pra lr de Eaops a iveigacones Austin, C Gnome pein) {GRaoed erent bss compe rc gin Cz ae n't otis a puree, Nae 198, tli irr slercospr ior scl de esses aeons 494 pp Ee been Geen oe dics agar Troma Ne {feo 1880/28, 12 cer ar), 1989, May J MiG oer Nar Mui, "Camposin y cantor de is de So Ps Bel {et mar Las campesinos arsed ors orcs ice lo (Loto 1870, yea, Ala "La aay ia al Slo Pa, Sata de Jake: Mon, y 1 Cragin (Cop), rn fy min 0 aa, LTB BE, cr: Gna Ar, By abel (comp), La fon it pas ips gis XV y XD, B. Car, Benn ie, 1992, pp BEL. mune names, Meco, UNAM, 199% Zea, B. “Lega de por, 5 Sinisa sles gin pea yaa lo Fama yen detain ete sacs tr Bao Ae 16. VII MS) en Ar TIS, vol, Tn, 1986, Ear Ge wr oid 1950", ce Beg, My A Regu cp) Pl de tri Agari, Nu ty ame, hese Seen’ ua TNS i 98 pomein eu Tel e, 19E ppO,Cae open reps ‘Cory footer panes ion XVTXEN). Bunce perspec oy ame Lay fai en camp Ge Banos Res pag de x A, 2 B zadas, los estudios sobre las fronteras se han ramificado con distin, tos enfoques manteniéndose su discusién en otros términos? ‘Los estudios sobre el desarrollo agrario bonaerense utilizaro cscasamente el concepto turneriano de frontera, si bien se ha pl ‘Mariana Canedo bin un dilema historigréfico para aquellos que intentan este ya qu, como ha sinttizado James Lokhart, "el mestiaje}.es ‘una funcidn de otros procesos que un proceso autdnomo y ben d nido en sf mismo." En fronteras como la de la zona sur de Bue ‘Ales sucle sefalarse una suerte de progresivo blanqueamicato & ‘0 -y por lo tanto socil- que pareciera querer ocultar lo mestizo dicha socicad, Mis allé de las categorias de mestizae, con conor cones cultures fuerts, pero dindmicas, ccemos necesario caac rizar a estos "espafoles, "blanco, ‘pardos,"mulatos,"indios’ gros’, con sus diversos grados de integracidn, con sus posibilia de movilidad socal, que se relacionaron de dstintas formas con tas deers, accediendo a los mereados con sus products, et: 1 q permitré na mayor comprensiéa dela sociedad que estamos dando y brindar explicaciones mis integradoras de los procesos colonizacidn y apropiacin dela tera | “Hemos sefalado que el tema de la gran propiedad rural y consecuencias ha sido medular en el desartolo historiogrfico de campafa de Buenos Aires. Sin embargo, ante as evidencias de que regin no era un 4rea deshabitada, poblada exclusivamente por nado vacano y dominada por una dite de poderosos estancieros- tifundistas y ausentistas, ottos problemas de la historia rural de His panoamérica se van instalando ca los studios historcos. Uno d ‘llos es cl de los mercados de irra. Pimeramente asociado a aque las hipétesis que sefalaron a la estructura agraria centrada en I _tan propiedad como el mayor obsticulo al desarrollo econsimico | social de Hispanoamérica, el mercado de terra fae visto como & contrapeso posible a las desigualdades 0 limites econdmicos que s agaostcaban. La bisqueda val menos te6eica- de liberar del pest, institucional alos procesos de transmision y concentracién de a ie zea que permitrfa el fancionamiento pleno de ls fuerzas del merea do y, consccuentemente, I dsolucin del stifundio,explica en part Ravan N7, Boe Aes, UA, 1955, p30, yea ncn Berg, Oreo y Zero (tp, ers Sly Sion Fini ow om ‘ogc compara sr Dis Nae go XVI af XD, Tal, TEHS, 1998 ‘Tatar, Ornate wc en tes cll ps Reh (cl, Hs emir Latin, Roos, EAC, 1990, a 8 4 pcr pnb te cena del enfoqe juridio en los estuos sobre Hispano- toni as gus hemos ao aneronmene* Can post soot. ae pod de pregonar a neceidad del fnconamiemto dl ott ibe de Gers rele esadonhstricos que pei ee Gcrminycuno con us cacti pdr habla dl e Para el caso de Buenos Aires el tema de la formacién del mer- cao de dens asd eenent entdado, Roberto Cores Con- GEG he comiderao,planteando qe "ata aad el 0, debida sie tmtaones fs sconénicasy juris, ol meted de Se toa fie muy lima, inpereco o prince iexsent” Por pre, ia Sbat ha stall combinatoria de of or Emel operatra mscand del perodo 18361890 endo is ‘Stouerbcar I conoldacion dela propia privad, I rant teci de rs picasa mans evades ya expan de a on- tem” Ba el mato del eaaio sobre los precios de os productos funlesen ft empata de Buenos Airs desde 1750 hasta nes de 16, Juan Cares Gasvagln ha analzado el componamicaro de io presen de acer, concidiend en a exinencia de mercado imperfect’, po land asec sobre lx elementos gue ee tien har des formacn, Et anno, sin mba, pe ‘Ena lnea,pusto que cacntanor cans ranted a ‘Hodemos namrar ue ove a Ose, Wistno Te, aici y pada mire teromsBi, Mie, 98S, res Me Bad, GM, The Land Sis of Mei, Nea {Gur Ioan, Gu Capo) hi, Eder de pop en mars nga de a ufone iat Der Eel, Madi 193, y Hime de ln er en ft Amin Bal ne lr i, Til, Ed. Monto, 1946, Zara, Sch De ‘item y poids etc naga repooes de a Ame pul, en Be ‘van, Aten 1948, pp 208-07 Palco e Beoos Ae er ha & Resa iene ven ras edo sae capo grr, sii ‘hs de por iter ye ren de a apacn en cea ene [Ease Ce emo cenplo compl de acs ela pot Donec, J ec) mn ones ems Hw Mp rs, jae, 1995, Nes poe samp, Vn Young, E, Hass and Mark. Obit. ‘hore pric tn ar nr ca Mah, ‘ann pe asd 252 Cones Conde, Robo, Hl rapes atptng, 18501914, Buenos Ais, Suamescas, 1979, pS Sibu Ha, Copan gonads om esa feb de or 10" 1890, Buenos Aes ual Soaescin, 198, 9920.21 2 Mariana Canedo ictra comportamientos complejos que buscamos profundizar en desarrollo de este trabajo." El objetivo elegido para este libro, deudor indudable de la tes de doctorado presentada en la Universidad de Buenos Aires en abr tie 1997, es entonces la dindmica de acceso ala propiedad y al usu de 05 acto de la tierra en la campafa de Buenos Aires durante los siglog_ rindon i {CVTL,XVITT y primera mitad del siglo XIX. Son numerosos los proy 2 de Buenos Aires. {Cémo se articulan las diferencias hlemas que surgen en torno al mismo. Bajo la perspectiva de undfintrartegionales de la campafa evidenciadas en los trabajos realiza- historia social de los ecosistemas agratios,” focalizamos nuestro es 408 ea los titimos afios? Durante el desarrollo del libro, aportamos tno emt deomina "Paid deo roses corespond cements que conibayen 2 demear que anid de ase én eeminos generles- con el espacio comprenlido por el actual par} miento fue central en la conformacién histérica de esa zona norte en io de San Nicolis de le Artoyosy patte norte del de Ramallo, Log Particulas,y de la campafa de Bucnos Aires en general y es vilida Arroyos fue “colonizado” tempranamente, en kérminos relativos a l,c0mo wa eje explicativo de las diferencias socio-demogréficas pasa de Buenos Aires, y st orientacion productiva fue fandayintarregionales. El primar capitulo tiene por objetivo ubicar al Pari mente ganadera, Present un proceso de apropiacién juridica 40 d& 10s Arroyos en tiempo y espacio, presentando las caracteris: {hela tira por particalare, tcativamente, ambign temprano, Esta geomorfolSBias y el proceso histérico constitutivo a partis de caracteristicas nos han Hevado a establecer ¢! marco temporal a aa cde distinta naruraleza y bibliografa especializada. debates historiogrificos sobre Hispanoamérica en un drea de tietras frvles € inicialmente excéntrico de las zonas més dinémicas del sis- ‘ema colonial, y, también implica detenernos en las particularidades ‘procesos ocurridos en la regién de Buenos Aires. ‘Comenzamos refiriéndonos a la heterogeneidad de la eampa- tir del siglo XVI, epoca en que la tera realenga de ‘Un segundo problema, que consttuye el eje central del libro, 22 ers 4 parce a parr del oorgamiento de meee coneténexstente eee el procs clonzador el de acto y ides, Extendimos nuestra investigacién hasta mediados del siglo XIX, "ansferencia de la propie-dad de la tierra durante los siglos XVII, {ntentando englobar el proceso estudiado hast a constinacin de u>*V UE primera mitad del siglo XIX. Conjeturamos que ambos se tera equiibrls condinicey sea, plaenado sgn los exuding mayen matuamente en dindmica cambianes durante el perfodo del petfodo- en la estancia como unidad funcional productva y en a STudiado, restindole cl carécter estructural y determinante que se le "ha asignado a la propiedad de la tierra. La desripcién y earacteriza- Iegemonia ganadera.® fie. Tate priner eoudio que se reali sobre los proceso de oc 8" cas uno de estos procesos nos permite contar con elementos _paciOn y apropiacin de la tierra en la campafia de Buenos Aires dug _ ‘ante dos siglos y medio permite, como hemos sefalado,retomar lo§» pra Dong Ty Rosy Gurr, Baeaos As, Siglo XKI, 1993 (1972, 3 [ai pp 31-2; ars LC Proc ees y rodin gears Cs —————— [arent ets In rnc yf Gn, am ies arg, JG" de spoon ua y eso dea ero camp die deo enn ur rept} me cr Bote A, ide, cs he 8b I a tsi ain FET ea Pai Agha Se see, cPacons paces pl mel eh {Boy es eta de omer een pa oe ton [0901654 cone ea crc ea ents Ate, Wily UR, nena pee ‘Sey A Regu, Pell dels Hire Ago Nan Sy pnp foc a 1 Jars nerecsary Baran de Hato, Moe el Pac, 198 oii, Tn IBS, 195, pp.7025, apein Dongh Tema yger, Burs Ais, gh 10,193 1972}, endig. che cooe repo de din cpl arog, vers Garg, J.C oct 31-32: Guar LC. I Prodaion eee prea ganar ea capa yelp” Obs pore; 700193, en Gaal J.) Gl mand rar lane i de 2 pect Don Ta cxusin de afore Banos Aes (1810-185, cn JARA fee oll : ae miele Poa J mane, Reon Aes By boy 198. Tg Nh: ag tora i ion nt it OT, Ms BR Aig ean elas ppl a ek Cac de Mescn 19785 Saba Caption, Ode conforma dem este eur Horns Azo, EVI y XE, pen pees m cur Jona ntsc y Bearer e Tie, Mar del Pam, 1985 7 Mariana Canedo Propitarin, seypantesy obladres sélios para clans corespondiene. En el capil seundo de nbees e vorno a a propiedad esto en la sociedad de a cam- trols cl pros de clonzscin el aro de os Arroyo. Aa ye Buenos Ares noevarena par del aso de los Ao. ramos ls indica soco-demogrifia de una poblacdn ques cog" 5 pablemasanterionmenteplateadosyelobjetivopropucst forums son lat caractersins de una fontera para consis hilyan go sbondads a paris de un enfoque de largo plazo que busca go en goncradora de emigrances hacia otras nas de Buenos Aire fe" coena el desarello de un complejo fsjo de dos sigs y meio $ as pobiidadesy limites que positron lo proces de mest ena medida que a sido posible, ha sido complementado con ico de blanqueaiviento, Ei eleapinlo rere focazamos una paces craesverales del mismo, que a modo de “Fotografias petmi- dad det partido de low Arroyo en el contesto de Buenos Alor cy qucer a expicacgn de los procesos. Esta elecin nos han tes dl proceso de apropiacon juriica de la tera, que precede @yjyado ¢ wealizar un nutsio y divesifeado trabajo heuestico, que casi un siglo al de colonzacin.y caracterizamos los comportamiee decal en ss caracterscas y su tratamiento metodoligico en el tos de los propictarios durante cl siglo XVILy los cambios produd apéndice correspondiente (padrones, restimenes de poblacién, dt tloven tomo 41720 en Toque respect Ta indica de tasftend ado de mensur, "mensras aia” y "documentos ago", yy ala estructura de las propiedades. El cwarto capitulo complement proto-colos notariales, sucesiones, expedientes de Tribunal Civil, dy amterion haccado mayor hinapi¢ en el incemento de transfered -omandancia de Fomca, etc) Gia por herenciasy venas que se genera avanzado el igo X Planteados hasta ag los problemas, objetivo hipéess que concyendo el ands en la dada de 1850, guia el present libro, queda por tim dar cwenta def ausencia de En clesptu cna incorporamos aspectos dela produccin ana perspective comparativa fuerte con ots casos dela eampaa de via de la campatia de Buenos Aires a partir de I forma en que K-Buenos Aires para el perfodo estudiado, ane a no exstencia de tae proxiuctore control los recursos basicos para Hvar a cabo st prj que vincularan poblamiento y apropiacén de la tera al mo- clon, Consieramos algunas earactriias del aces, In incide mento de Finazar est investigacion. Sin hugar a dud, la posi Cia ccondmica elo patsimonios y In utilzacin de los medios pea ertra de contr con ells en un farero cereano,enigueces os dluctivoso bienes rurale con que contaron los productoes del Pat reulados aga expucstos. do de is Arroyos (undamentalmente los dfrenescipos de gank dos, a ieea yl mano de obra, recutsos modulares del ipo de pe diccién del priodo} | Tor iltimo, en el capil sis exponcmos visonesartculadas| de siwesis de os procesos de colonzacin y de apropiaciény transit fencia de aera eno partido, destscando los cambios yr vnuide {esque os mismosFaeronpresntando durante ls dos siglosy medi analizados. Por ello nos detenemos en Jos cambios que la estructad dela propiedad present en la zona y eh una primer visién de cod junto de as exploracionesagrarias y demse atentamienos interne {hel marco de dichaestractara (con fos mapas eatstles corre pondientes). Por imo, inoducimos un aspect complement ‘del tema central: la coexistencia de distintos derechos, normas y cob 8 | » ‘Maciana Canedo 30 Propitris ccpantey polars CCapiealo 1. Los Arroyos, un ecosistema social agratio ‘Durante as, camp de Buenos Aires fe considerate cero lad trp emogénea co empoy pac Exe Co ls eqvetieamene como una ee plane Sin Net iont soi signienives duran el erode colonial ¥ ‘ends cel siglo IK. Sin enbugo, saa de iver Hoe ov herogtnct composi cnweaye uno elon gen 20 et Sls en os ein vans durante los limos us Some cl roe las 20s rarles de Hispanoamesics que ceva ars lt needs del dear os pubes Seton onfmacion dela campata de Buenos Arse sole Teeotens deans sbaeer, Ea el igo XVITE. cba cae onbs con un conor few sobs Ia Bane Octal TUT den Pa, coy ancho momo sa cleo en uns 90 {Eh ost s ebsban en toro lo Slad ac ua Moyo del Meo hace note Sin embargo, es cel comprener ruben of oo se denen en cunea oes clememos ent clos, tr conformacén colonial dl espacio penne topaerse dente fe nutacdn de Powsy alr de blondes ce tT pueno de Buenos Ay econo nr, gos ponen de man | ato los vnc geneados ene aos Tabi fay gue cone | fils stad scone y soil de os dos gros enone [1S zona qu sucen denominae de omer con varads ines? | dad de intercambios sociales de distintos tipos (incluyendo alos" | ropeos’, *blancos, "mestizos", etc). Tis pocuridaes ira d rep ve denominamos an pata de Mocnos ites se maniestan joa anal su enuctta | Romorlogice: dee ly sues leioes de tereno ono {Eta pwnpe nda, wbicaos al note de capil porasia,hse Ji guy pas Noa dea pnp spon | Mos i cy na es A eo el | SAAT bo Sant cl ose yes en? em om a Mariana Canedo p tes retomado por Juan Carlos Garavaglia con un enfogue més especii- ‘Co. A partir de sus trabajos, basados en distintostipos de fuentes, se puso en evidencia una mayor complejidad en ls diferencacionesse- Faladas por Halperin Donghi. Son conocidos os que a partir del ané- fisi de la recaudacion del diezmo, han permitido especificar para fines del siglo XVIII la actividad predominante en cada uno de los partidos decimals de la campafia (zonas de especalizaciOn cerealera, ‘ganadera, de quintas y chacras). La incorporacién del andlisis de los padrones y cientos de inventarios precisaron aun més las zonas con firmando, por ejemplo, diferencias en Ia composicién interna de las zonas ganaderas, Jos partidos decimales de Magdalena y Arrecifes y sus modificaciones en el tiempo. Este ilkimo tipo de documentacién permitid avanzar en aspectos relacionados con el control de los re- tursos y los distintas sectores de propietarios y productores de la campasa (en general y por zonas).* Un enfoque propuesto, particu larmente adecuado para el estudio de las variaciones intrarregionales, fue el de la historia social de los ecosistemas agrarios que, no carente de complejcad, ha sido escasamente aplicado.* Para el estudio del caso de los Arrayos, buscamos que el mismo se consticuya tanto en |a_misma, Si bien estas caractersticas han sido las menos descui das en los estudios, pocos investigadores han ido mis all, integr do estos rasgos con los procesos histricos. ‘Uno de los pocas que si lo ha hecho ha sido Talio Hal Donghi hace ya més de dos décadas. Su descripcién de la zona) partir de "ls huellas det largo proceso a través del cual fue poblad agrega la impronta de la actividad humana a la dejada por la histo geoldgica de las zonas de Ia campafia al norte del rio Salado. lograda descripcin, lejos de haber perdido valor, ha sido piedra ‘oque de gran parte de la historiograia reciente sobre el rea. Re ‘damos algunos pasajes donde se describia que: "aloe (San Nicos, an Rao, Pg, Arco.) shan mad sane intact slag comin cps adr] tora ‘Sot (ord, Lajn, Cards de an) er de prodomino gol de prope ‘Sd generale mis dvi (explora esd necsariamete) ‘does (Lats, Navarro, Monte) sed rans facia formas de expoacien fn chunks eens gue eel nore, mientras sl (San Vice te Caves, Magdalena) el preominio ce gamer” Come Halperin Donghiaclaraba, estas dsinciones eran sariamente esquerdtcas, marcando una tendencia hacia la diered el marco como en el objeivo a alsiae. iacidn local ads que oposiione tras. Pero también, ponfan qa diversiad de staaiones ahora regisradas se manifesta evidencia fa complejdad socal econdmica que presenti la crf cada vez ms como un problema a resolver en el marco def confor tinaci de as dss variables: " macin histriea de Ia estructura regional bonarens. Rail Fradkin | brinda una sei de reflxiones hips para avanzaren cl desafio. “Eno caota mayor enensn dels popicnesnc/su dean clon: | de In aclci ineraregional qu fos estos de los kimos 280s wind resenelanges un copes Aecommacn guenreteacnes | Co 4 Wtcnlcion inarregional quel de los eee ee oT | Ganagis 1c Tomeatn crete y poten pte ca np porch re ramet esti ecgustin spol mk wens) | 10183 a Gangs) © 71 Goa Ham fol ps» afore paar beirrietimariony | ove a i yan sy Bases El, 19, ‘SShogn). "strana ere i ee pre | GHOUnIgH ce ran Compra Se go a Ro Ma En los primeros afios de Ia déeada de 1980, el ema fi teins pin, ae A Com Ee et ain 198589 L GEeS mc apes pc es hcp a Rs a 5 engl syn pa in 9 Hae STN Sch Chl ‘Sobre el “modelo de esracuracin regional” de Haperin Donghi y sus aporcs al CAM EHS, 1993, pp. 91-120 y 121-146. También fos estuios de casos reaizados 2 partir de Eocene econ katie We Sans ea Ds cpa ogy Ce Ee TT a eee races ee Fa NT=RE 1. Ecosse nog ras: ces part una histor oil eos Inerescuhs ¥ Deparamcoos de Histo Mar del Pra, 1958. as Sees opm (1700-1607, en Dare dy, 24112 Boot 2 Fo | ‘Mariana Canedo han mostrado con toda su complejidad. Como hipStess central pla ygapa 1. La campata de Buenos Airee tea que "el proceso de conformacién de una estructura regional este contexto histérico esti en directa relcién con las cambian formas que adopta la vinculacién entre el capital comercial y la ‘duecién, las que se imbrican, a su vez, con las formas de asentami to en las que incide decisivamente la antigiledad que éste tenga. Estos procesos, que suffirfan cambios decisivos entre fines del sig XVIII y principios del X0XG, tendrfan efecto sobre la ocupacién espacio rural y sobre los movimientos de poblacién entre las difer tes zonas de la campafta Planteadas algunas cuestiones sobre la diversidad interna de_ ‘campaiia de Buenos Aites, especifiaremos a continuacién caract risticas del Partido de los Arroyos, ubicado en el extremo norte de jurisdicién de Buenos Aires. Retomaremos algunas de las hips ‘generadas en torno a la conformaci6n de la regién en los proxi capieulos. Con sna de ample maior seta men ds dees fede: porn nal cota de roe ue con opacy pb ta ese force grpecu gush eeu ei wn secre ee ‘Se eogenry por yl cont e pricier oem qe gern focal end ee Troy pris guy pct mals, den Od Tepe! cael que ope Wamecirasin eal Fran, Ry “Angi de et {Dury Odcie pl Lox er einnder ee coibeniasn sear de ae ‘aorta clean con ina proce Resriogca aban, poo gor Fe snot a bogaa p 4 35 ‘Mariana Canedo Propictris, cups y poblaores EL "Partido de los Arroyos* ojos Manuals y Cada Grande, que eunidosfoman el de Ramallo"™ La denominacién "Partido de los Arroyos" responde alas tiples referencias halladas en documentacién del siglo XVII, a {que ninguna jurisdiceién se ha llamado oficialmente as. Las inst ciones delimitan el espacio, pero son las poblaciones las que lo er ‘ruyen. Cuando en 1784 se dividis juridicamente la campafia en tidos, se hablé de "San Nicolis de los Arroyos", pero ya en ese ent ces se habla comenzado a disociar la utlizacién del nombre de Nicolis" 0 "San Nicolés de Bari" para el pueblo, y "los Arroyos ‘partido de los Arroyos" para toda la zona o especificamente para} espacio rural. Result interesante observar emo en la actualidad, ‘mantiene un uso similar de los gentlicios enere las familias mis tiguas del partido al considerarse ellos mismos "arroyeiios" a di encia de los "nicoleios'-habitantes de la ciudad producto de in sgraciones mis recientes.” En consecuencia, y mis ali de los bios jurisdiccionales y de denominacién que se produjeron, mant

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