You are on page 1of 18
pROCEDINIENTOS DE CALFCACION, RABORACION DEL PEREIL OBTENCION DELA CLAVE a ETT CALIFICACION POR COMPUTADORA En gstados Unidos se pueden obtener varios servicios de cémputo e interpretacién por me- dio del National Computer Systems Inc. (NCS) (Sistemas Nacionales de Computacién, Incor- porados). En México la calificacién por computadora puede hacerse solamente en la Facultad de Psicologfa de la UNAM. CALIFICACION MANUAL DE LAS HOJAS DE RESPUESTAS Antes de calificar a mano las hojas de respues- tas, deben separarse por sexo, ya que la escala Mftiene distintas claves para Varones y muje- tes. Todas las respuestas omitidas 0 con dos Contestaciones deben tacharse con un color y considerarse como respuestas “No sé”. El né- mero de reactivos tachados es la puntuacién “No Se", este valor debe ponerse en el lugar apro- Piado de la hoja del perfil. 23 Se utilizan claves para obtener la puntua- cidn cruda de cada uno de los tres indicadores de validez tradicionales y para las 10 escalas clinicas. Tanto en México como en Estados Unidos también se puede disponer de claves para los Juegos de escalas suplementarias y escalas de contenido. Las claves para las subescalas s6lo se pueden obtener en Estados Unidos. La plantilla (clave) se pone sobre la hoja de respuestas y el miimero de respuestas que apa- recen en los espacios (sin considerar los que estén marcados con color) se cuentan y se anotan en el espacio apropiado en la hoja de respues- tas como la puntuaci6n cruda para las escalas basicas del perfil. Luego se deben anotar en el espacio apropiado en la hoja de perfil. Asegi- rese de que las puntuaciones se escriban en la forma de perfil correcta para el género al que pertenezca el sujeto. COMO TRAZAR EL PERFIL BASICO Las puntuaciones para trazar el perfil bésico con el MMPI-2 se basan en un conjunto de escalas 24 © Inventario multifésico de la personalidad Minnesota-2 [ MMPI-2 ] derivadas de las de Hathaway y McKinley y modificadas hasta cierto punto por la reestandarizacién del Inventario (véase anteriormente El desarro- Ilo del MMPI original). Se organizan por medio de dos conjuntos, los indicadores de validez y las medidas clinicas y, con excepcién de la puntua- cién “No sé” (No puedo decir), se trazan y mar- can de manera separada para el perfil individual. (La puntuacién de “No sé” es una puntuacién cruda que se anota abajo del perfil.) La lista de reactivos comprendidos en cada una de las es- calas, de acuerdo con el ntimero correspondiente en el cuadernillo de aplicacién y con la direc- ciénen que se califican, se encuentran en el Apéndice C (como también estén disponibles las listas de todos los reactivos comprendidos en las otras. escalas del MMPI-2). Los valores de las pun- tuaciones T para las puntuaciones crudas de cada una de estas escalas para la muestra estadouni- dense se encuentran sefialados en el Apéndice A. Estos valores son puntuaciones lineales T sencillas (para los indicadores de validez y para las esca- las 5 y 0), 0 puntuaciones T uniformes (véase la seccién anterior sobre Preparacién de las nor- mas nacionales). Las puntuaciones T de la muestra de universitarios mexicanos se encuentran en el ‘Apéndice B. Se proporcionan la confiabilidad para test- retest y datos sobre la consistencia interna (coe- ficientes alfa) para cada una de estas medidas en el Apéndice E para la poblacién estadouni- dense y en el Apéndice F para los universita- rios mexicanos. Antes de trazar el perfil debe tomarse en cuenta que debajo de la hilera de puntuaciones crudas que se anotan en la forma del perfil, se encuentra una fila de espacios en blanco con la leyenda “para agregarse K”, que aparece de- bajo de las siguientes escalas: Hs, Dp, Pt, Es y Ma. Una fraccién 0 toda la puntuacion K se agrega a las puntuaciones crudas de una varia- ble para corregirlas por K. Esta fraccion siem- pre se da segtin la puntuacién cruda de K que ya ha sido determinada en el proceso de califi- car la hoja de respuestas (véanse las secciones anteriores). Las fracciones apropiadas de K que deben agregarse son .5K a Hs; .4K a DP; 1K a Pt; 1K a Es y .2K a Ma. (Estos valores de fracciones de puntuaciones crudas también se presentan en las formas de perfil.) Una vez que estas fracciones se han deter- minado deben anotarse en los espacios sobre a linea debajo de las puntuaciones crudas que se han transferido de la hoja de respuestas y deben anotarse las puntuaciones crudas tota- les ya corregidas. - Deben tomarse en cuenta varios puntos para elaborar el perfil bisico. 1. Debe utilizarse el perfil apropiado al género del sujeto. 2, Las puntuaciones crudas se anotan en la hoja del perfil; las columnas a izquierda y derecha dan los valores de la puntua- ci6n T correspondiente a dichas puntuaciones crudas. 3. Las puntuaciones crudas corregidas de- ben marcarse para las escalas que estén corregidas por K. 4. Deben colocarse puntos, circulos u otras marcas pequefias en las puntuaciones T del perfil correspondientes a la puntua- cién cruda y estos puntos deben conec- tarse con una linea sdlida, quebrada, entre Tas escalas de validez (a la izquierda del perfil) y las escalas clinicas que comienzan con Hs-1. La tabla A-1 del Apéndice A proporciona para la poblacién estadounidense las puntuaciones T para las puntuaciones crudas corregidas por K para cada escala del Inventario. La tabla B-1 suministra el mismo tipo de puntuaciones para Jos estudiantes mexicanos. Algunos usuarios no querrén apoyarse so- lamente en las puntuaciones corregidas por K. y pueden desear tener acceso, en algunas si- iuaciones, a las puntuaciones no corregidas por Procedimientos de calificacién, elaboracién del perfil y obtencién de la clave « 25 K (véase la argumentacién sobre la escala K que se hace més adelante; también Hsu, 1986). Para este propésito deben utilizarse diferentes valores T para cinco de las puntuaciones cru- das, La tabla A-2 proporciona puntuaciones T sin correccién K para todas las puntuaciones crudas posibles de las escalas de perfiles basi- cos. En Estados Unidos se encuentran dispo- nibles tanto las hojas de perfil de correccién a ‘mano para trazar las puntuaciones con osin correccién K, como un perfil compuesto calificado por computadora que incluye las puntuaciones con o sin correcci6n K para las escalas basicas. En México s6lo estan disponibles los perfiles con correccién K. COMO OBTENER LA CLAVE DEL PERFIL Para resumir los patrones de prueba que se ob- tienen en el MMPI-2, se usa un sistema de co- dificacién que reduce el gran niimero de perfiles posibles a un ntimero mAs préctico. Al codificar se le asigna una cifra a cada escala clinica, Hs se convierte en 1; Den 2; Hien 3; Dp en 4; Mf. en 5; Pa en 6; Pt en 7; Es en 8; Maen 9, e Is en 0. Estos ntimeros son la base para codificar los tipos de perfiles y muchos clinicos los usan rutinariamente, en lugar de utilizar los nombres oabreviaturas de las escalas para evitar implicaciones psiquitricas que resultan confusas en ambien- tes no clinicos (cualquier reduccién estadistica, tal como los procedimientos de codificacién que vamos a tratar, involucra el problema de reducir la cantidad de datos obtenidos a un niimero ma- nejable reteniendo, al mismo tiempo, la informacién necesaria para servir a los prop6sitos descritos).. En el pasado se han usado dos diferentes sistemas con el MMPI: el método de codifica- cin original de Hathaway (1947) resumido en An MMPI Handbook (Un Manual sobre el MMPI, Dahlstrom, Welsh y Dahlstrom, 1972) y el pro- cedimiento de codificacién amplio 0 total de Welsh (1948, 1951). El sistema de codifica- cidn de Welsh es el tinico que se emplea con el MMPI-2. Se puede utilizar un perfil como ejemplo para ilustrar este método. Fjemplo 1 Escala: LF K HsDHi DpMf Pa Pt Es Ma Is’ Numero: 1 23 4 5 678 90 Puntuacién T: 57.75 43 69 88 75 94 52 81 75 79 59 65 El primer paso para elaborar la clave del perfil consiste en anotar los digitos que representan a las escalas clinicas, de acuerdo con las eleva~ ciones de las puntuaciones 7, de mayor a me- nor. La escala mAs elevada es Dp con una pun- tuaci6n T de 94, de manera que el niimero 4 seré el primero de la clave. La segunda escala mas alta es D con 88; ahora la clave es 4 2. La tercera més elevada es Pa con 81 y la cuarta, Es con 79. Asf, la clave se transforma en 4.268. Este procedimiento se continia hasta que se listan todas las escalas por digito en orden descendente de puntuaciones 7. (Cuando exis- ten dos escalas con valores idénticos, se listan en orden numérico.) Ademés de las escalas clinicas, deben cb- dificarse las escalas de validez y colocarse por separado a la derecha de la clave de las escalas clinicas. (Obsérvese que la escala No puedo decir del MMPI-2, no forma parte de la clave debido a que es una puntuacién cru- da.) La secuencia de los dfgitos para el ejem- plo les: 402 6 BFP AE ORS REE: ~ Es importante asegurarse de que se han incluido todas las escalas en la codificacién; es posible verificar esto marcéndolas al proceder 0 leyen- do Ja serie completa en orden numérico. Por su- —* 26 Inventario multifasico de la personalidad Minnesota-2 [ MMPI-2 ] puesto, ningtin digito debe aparecer ms de una vez en esta serie. Se puede detectar facilmente si se ha respetado u omitido alguna escala, y corregir elerror. Fiemplo 2 Escala: LF K HsD Hi Dp MfPa Pt Bs Ma Is 2345678 9 0 Puntuacién 7: 92 101 35 68 68 47 67 62 90.79 81 72. 75 En este ejemplo el cédigo es: 6870912 45 3 Ntmero: 1 FLK Después se subrayan las escalas con puntuacio- nes que tienen el mismo valor, o bien un punto de diferencia. Luego se agregan los simbolos de elevacién utilizando las siguientes anotaciones para designar los rangos de elevacién de 10 puntos de las puntuaciones 7. ** 1002 109 * 90299 *- 80 a 89 "70.79 ~ 60 a 69,(en Butcher, 60 a 64- y 65 a 69+) 1 50.459, : 40049 #30229 29 y menos de 29 a.la derecha de # (** se han agregado a las designaciones de co- dificacién Welsh). Algunos usuarios utilizan sim- bolos de elevacién adicionales, las puntuacio- nes de 110 a 119-se muestran seguidas de !'y 120 por !! El que sea necesario y titil conservar la informacién en la codificacién dependeré del mimero de casos en los que aparezcan elevaciones tan extremas y en la importancia del diagnéstico que se encuentra en relaci6n con las puntuacio- nes dentro deestosrangos. | Cuando estas ai ejemplos anteriore: Ejemplo notaciones se a, S las codificacione® ale 4* 26837 10.95, Ejemplo 2: 68-709" 1945.73 Sino hay alguna escala dentro 10 puntos de la puntuacién 7. el st ole Piado para el rango faltante debe inclines 22° ejemplo 2, la escala 5 esta en 62'y 1a el laescala 3 en 47; el final dela codifiess ne tonces se escribe 5-/3), een; Si falta un rango de 20 puntos cluirse los tres simbolos aunque o sea repetitivo. SiD = 90 y Pt 67 alan podria ser 2*”"7 0 2*°7; por lo que eae evident, tomando en cuenta la segunda seowean de codificacién, que no hubo ninguna exea que estuviera dentro del rango de 80 a 89 de puntuacién T, Allgunos usos de la clave resultan obvios. Por ejemplo, es facil encontrar pertiles similares En la clave del ejemplo 1 se ve claramene que la escala més alta en el perfil es Dp, que la puntuacién T es 90 o més, y que Mf cac debs. jo de 60 y es la escala mas baja, Cuando se han codificado una serie de casos y se han ar. chivado sucesivamente, es posible encontrar pidamente todos los casos que comienzan con 4.y terminan con 5. Si se especifica una clave tipo en referencia a las tres puntuaciones més altas es facil identi ficar todos los perfiles 42.6 cuando el objetivo es buscar perfiles similares. El grado de similitud deseada entre pertiles puede especificarse tanto en el orden de la escalas como en la elevacién absoluta, Puede considerarse s6lo el primer dgito, 0 los dos primeros; o puede requerirse que seam iguales los cuatro primeros y que presenten menos de 10 puntos de diferencia entre las puntuaci nes T. Mientras mayor sea el grado de similtud que se requiera entre dos perfiles, menor se Ia posibilidad de que resulten equivalentes- Pueden in. I de en medio Fecha de aplicacién, MMP! Estado civil Edad: Perfil de escalas basicas Procedimientos de calificacién, ayn pe aye ae Ia Ua Puntuacién cruda ro Puntuacién cruda 2 Factor K agregado — Puntuacién eruda con K elaboracién del perfil y obtencién de la clave « 27 Figura 1. Facsimil del original Perfil de escalas basicas. COMO INTERPRETAR EL MMPI-? a Proporcionamos aquf una gufa para interpre- tar el MMPI-2. Se exhorta a quienes comien- zan a aprender estos métodos, a que se familia- ricen con publicaciones més completas acerca de lainterpretacién de los perfiles del MMPI original en fuentes como Graham (1987), Greene (1989), Lachar (1974), Duckworth y Anderson (1986), Webb, McNamara y Rodgers (1986), Good y Branteiner (1974), 0 Friedman, Webb y Lewak (1989). Estén disponibles referencias adicionales titiles en Butcher (1979), Dahlstrom, Welsh y Dahlstrom (1972, 1975), Meyer (1983), Caldwell (1988) y Greene (1988). Se puede disponer de los articulos ori- ginales, elaborados por los autores de la prue- ba, en Dahlstrom y Dahlstrom (1980). Con res- pecto a la interpretacién del MMPI-2 pueden tevisarse las publicaciones recientes como las de Butcher y Williams (1992) y Graham (1993). También se debe consultar, para casos especiales, la am- plia coleccién de articulos de investigacién so- bre el MMPI original y el MMPI-2. La formulacién de hipotesis interpretativas Provenientes de los datos resumidos en el per- fil clinico del MMPI-2 se establece sobre tres diferentes aspectos de estas puntuaciones inter- relacionados entre sf: la aceptacién de las pun- tuaciones del perfil determinada por los indicadores de validez; la elevacién absoluta de las escalas Componentes en comparacién con las normas de puntuacién T correspondientes y las confi- 29 guraciones relativas de estas puntuaciones dentro del perfil individual. A su vez, estas conforma- ciones reflejan la confiabilidad y los patrones de las relaciones entre las diversas escalas del perfil. Se proporcionan posibilidades de inter- pretaci6n adicionales basadas tanto en las puntua- ciones de las diversas escalas e indices suple- mentarios, como en un examen especifico de la direccién en que se contesta cada uno de los reactivos, tal como se resumen en las listas de reactivos significativos, en algunos patrones de las subescalas y en las puntuaciones de las es- calas de contenido. Un esquema para interpretar tanto el per- fil basico paso por paso como la informacién adicional que se deriva de un registro del MMPI-2 incluye: 1, Evaluar la validez del registro para la interpretaci6n individual que inclu- yaa determinacién de la actitud que tuvo el sujeto al contestar el inventario y el grado en el que las respuestas a la prueba estén de acuerdo con la informacién que se deriva de otros antecedentes que se tienen sobre dicho sujeto. 2. Examinar las puntuaciones de las esca- las clinicas del perfil basico para generar una lista de lineas posibles de interpre- tacién con respecto a la personalidad y 30 © Inventario multifasico de la personalidad Minnesota-2 [ MMPI-2 ] estado emocional actual del sujeto de la prueba. ; 3. Consultar varias gufas sobre la inter- pretacién del MMPI para encontrar correlaciones comunes con el patrén de la clave, generado por el perfil clinico, que incluyan alternativas psicodiagnésticas posibles. 4, Determinar con respecto a las escalas que presentan por lo menos una eleva- cién moderada, las subescalas que con- tribuyen a dichas elevaciones tomando en cuenta los temas que Preocupan prin- cipalmente al sujeto de la prueba. 5. Observar si existen frases significativas que puedan haber sido marcadas por el sujeto y que indiquen que existen pro- blemas especiales o sintomas y preocu- paciones que no se sospechaban con anterioridad. 6. Examinar las puntuaciones de las es- calas de contenido y suplementarias para ampliar las hipotesis de interpretacién ya generadas, y para formular un resumen coherente de la dindémica de la persona- lidad, asf como el tipo de diagnéstico del sujeto de la prueba, con las limita- ciones pertinentes acerca de la confiabilidad de estas conclusiones, con base en las puntuaciones de los diversos indicadores de validez. COMO DETERMINAR LA ACEPTABILIDAD DEL PROTOCOLO Los indicadores de validez tradicionales se usan por separado y combinados para evaluar la aceptabilidad de cualquier aplicacién de la prueba MMPI-2. Ademés se han desarrollado algu- nas escalas suplementarias para verificar la validez del MMPI-2 (véase mAs adelante). Cada Protocolo de la prueba debe examinary determinar si es aceptable, como base, cer inferencias sobre la personalidad de un 10 y para establecerhipstesis sobre el diag tico. Sélo si se puede asumir que el indiyin’, que contesté la prueba marcé los Teactivas consistentemente, de manera que se Teflejen tat percepciones sobre s{ mismo con exacttud, ser Posible que el clinico continge con el procera de interpretacién, Un sujeto puede invalidar su registro res. pondiendo en una variedad de maneras: puede dejar un gran némero de reactivos sin contes- tar, también tomar diversas actitudes para distorsionar una descripcidn auténtica de sf mismo, dejar de acatar las instrucciones de la prueba, o es posible que tenga dificultades de lectura que le impidan comprender el significa. do de los reactivos por lo que consecuente- mente conteste al azar. Los indicadores de validez caracteristicos del MMPI-2 estén di- sefiados para ayudar a detectar dichas fuentes de invalidez y para proporcionar una base para evaluar el impacto de tales distorsiones en el: registro de la prueba. © Dar Pata hae LAS OMISIONES DE REACTIVOS Se exhorta a cada uno de los sujetos con los que se utiliza la prueba para que conteste defini- tivamente falso o verdadero tantos reactivos del MMPI-2 como pueda. Por supuesto que hay un niimero de razones legitimas para dejar algu- nos de los reactivos sin contestar. Por ejemplo, si un sujeto ha sido huérfano desde temprana edad, puede no sentirse capaz de responder a reactivos que traten de sentimientos con respecto a los padres (sin embargo, muchos sujetos interpretan tales reactivos como si se tratara de sus padres adoptivos ode otros parientes que fueron como padres para ellos y, por tanto, se sienten en libertad para con- testarlos, mientras que otros toman el contenido literalmente y no responderan). Ajgunos usuarios del MMPI insisten, con los ‘etos de la prueba, para que ‘adivinen’ las sujetot gciones de los reactivos que se les difi- contest yes instrucciones deben evitarse cuando cult sala prueba, aunque sf es aceptable pe- se arn los sujetos que regresen al principio y ar onsideren Jos reactivos que dejaron sin con- acién. Algunas personas encuentran mas feel responder los reactivos que dejaron en fienco, después de haber resuelto la prueba eta. on puntuaciones de ? (No puedo decir) no representan una escala comin, son simplemen- feel nero total de reactivos que se dejaron tn blanco o se marcaron de las dos maneras: falso y verdadero. Como estos reactivos no representan una puntuacién, en efecto se omi- fen de la prueba. Resulta evidente que mien- tras més alta es Ja puntuacién de ? (No puedo decir), mas débil resulta cualquiera de las es- calas componentes para proporcionar las dis- criminaciones deseadas. Como se indica en el cuadro 13, un indivi- duo puede omitir un gran nimero de reactivos por razones diversas. Los sujetos deprimidos pueden sentir que la tarea es pesada y dificil; Jos sujetos con dificultades de lectura pueden encontrar obstéculos para comprender los reactivos que se presentan en enunciados mas comple- jos; otros sujetos evitan contestar los reactivos porque sienten que son muy reveladores acer- cade sus problemas particulares. Todas estas circunstancias pueden conducir a la omisién de un némero excesivo de reactivos que, por tan- to, no pueden calificarse. ‘ Los reactivos omitidos tienden a disminuir las puntuaciones en el perfil clinico (con ex- cepcién de los valores de la puntuacién T de la scala $ [Masculinidad-femineidad] para las mujeres que se elevan artificialmente por las puntuaciones crudas bajas que resultan de los reactivos no contestados). Si, después de insistir a los su- Jetos, el nimero de reactivos no contestados excede de 30, el registro de la prueba debe Cémo interpretar et MMPI-2 © 3 considerarse muy dudoso sino tamenteinvélido(vease el ewvane 13), Eri Portante recordar que las fuentes de elevacion de los perfiles y posibilidades de interpretacién constituyen indicadores que hay que evaluar en cada caso particular, pues algunos de ellos se aplican en un caso, Pero no en otro, ya que resultarfan contradictorios, , SUJETOS QUE ASUMEN UNA PERSONALIDAD IDEALIZADA Algunos individuos al responder el MMPI-2 no acatan las instrucciones sobre cémo marcar los reactivos al aplicarlos a si mismos. En lugar de esto, sistematicamente describen a alguien que, sienten, tiene una personalidad perfecta o una adaptaci6n ideal. Los resultados que se regis- tran proporcionan pocas bases para realizar inferencias acerca de estos sujetos. Es importante que haya algin medio disponible para detectar esta ma- nera de abordar la prueba y estimar sus efectos sobre los patrones que arroja el inventario, Hathaway y McKinley introdujeron la escala L (Mentira), para evaluar la posibilidad de que el sujeto de la prueba haya abordado el inventario con esta actitud. En relacién con este indicador, como sugirieron las investigaciones llevadas a cabo en la Encuesta educativa del cardcter de Harvard (Harvard Character Education Inquiry) por Hartshorne, May y Shuttleworth (1930); Hathaway y McKinley redactaron algunos reactivos que proporcionan. al sujeto la oportunidad para negar varias faltas menores y defectos de su cardcter, que la mayor parte de personas est4n dispuestas a admitir como verdaderas, Aunque la escala L puede reflejar engaiio en a situacién de prueba, no se puede considerar como medida de la tendencia de es- tas mismas personas de mentir o engafiar a otros en sus actividades diarias. Mas bien sirve como un indice de la posibilidad de que un protocolo de prueba dado haya sido distorsionado por un estilo particular de responder al inventario. 32_¢ Inventario multifasico de la personalidad Minnesota-2 [ MMPI-2 ] Como se indica en el cuadro 14, puntua- ciones bajas o promedio indican en el sujeto que respondié a la prueba la ausencia de la tendencia a presentar una imagen demasiado favorable de sf mismo . (También deben examinarse las ele- vaciones en la escala K para detectar la posi- bilidad de que el individuo emplee una mane- ra més sutil de presentar una descripcién fa- vorable de sf mismo.) Por otro lado, las pun- tuaciones muy bajas en la escala L pueden presentarse junto con puntuaciones muy bajas en la escala K, reflejando ambos un esfuerzo para exagerar problemas emocionales y dificultades de adaptacién. Las puntuaciones moderadamente elevadas de la escala L pueden no indicar un enfoque defensivo de manera notoria hacia la prueba, sino una visi6n fuertemente moralista y rigida con represiones marcadas. Al hacer esta eva- luacién, asf como muchos otros puntos sobre lavalidez del protocolo, es importante tener informacion acerca de la historia y los antecedentes del su- jeto. Es muy probable que las puntuaciones marcadamente elevadas en esta escala reflejen una actitud de oposicién hacia la prueba, que afecta el significado de las puntuaciones de las escalas clinicas. Esta situacién conduce comiinmente aun conjunto de puntuaciones que se acercan mucho a la media o que estén por abajo de ella enel perfil clinico. RESPUESTA AL AZAR Y PUNTUACIONES F ALTAS Las personas que no quieren cooperar con res- pecto a las instrucciones de la prueba pueden simular que estdn resolviendo el MMPI-2, pero responder los reactivos al azar. Otras personas que tengan una capacidad de lectura extrema- damente restringida 0 cuyo contacto con la rea- lidad sea precario pueden estar haciendo exac- tamente lo mismo. Otras mas pueden exagerar sus dificultades y preocupaciones para asegu- rarse de que se les prestard atencién o conside- racién especial. Cualquiera de estas actitudes hacia la prueba generard puntuaciones elevadas en 1a escala F (Infrecuencia). En el MMPI-2 la escala F go compone de 60 de los 64 reactivos originales (véase el cuadro 8); se desecharon cuatro reactivos cuyo contenido era inconveniente. Como cada reactivo de esta escala se contesté en la direc. cién significativa, por no mas de 10% de los sujetos del grupo normativo estadounidense, no ¢s facil que una persona que conteste la prue- ba, con el cuidado y la comprensién debidos, obtenga una puntuaci6n cruda de mas de 50 6,0 un valor de puntuacién T mayor 0 alrededor de 55 (véase también Schretlen, 1988). En poblaciones de otros paises, como en la mexicana, este porcentaje puede variar pues las conductas poco frecuen- tes tienen relacién con aspectos culturales. Algunos sujetos pueden obtener una pun- tuacién un poco més alta en la prueba porque describen sentimientos poco habituales debidos a situaciones especiales con las que se enfren- tan (por ejemplo, problemas en su matrimonio, pérdidas recientes de seres queridos 0 falta de empleo), 0 aunque la elevacién de la puntua- cién también puede ser por psicopatologia sig- nificativa; tales individuos no produciran fécil- mente un registro de prueba distorsionado. Como se indica en el cuadro 15, las puntuaciones de F sobre una puntuacién T de mas de 70, pero menor 2.90, pueden reflejar problemas emocionales de importancia, pero no necesariamente dan lugar aque la prueba no pueda interpretarse. Un examen cuidadoso del patrén del perfil clinico y de las elevaciones en las escalas puede ayudar a aclarar o confirmar esta conclusién, El protocolo de un sujeto que contesta al azar presentard, en témminos generales, una puntuacién cruda de 30 (menos de cinco reactivos) en la escala F. Por tanto, una puntuacién T de 90 0 més arroja serias dudas sobre la utilidad del registro para poder elaborar inferencias psicodiagnésticas; también es vitil comparar la puntuacién cruda de la primera mitad de la es- cala F con la puntuacién obtenida en la segun- damitad. Sila contribucién més importante para Jaelevacién de la escala F resulta de la segun- damitad de la prueba, puede concluirse que el sujeto al contestar el inventario comenzé con ‘inespititu de cooperacin pero al avanzar empez6 a responder descuidadamente. ‘Como los reactivos que comprenden el perfil bsico aparecen en los primeros dos tercios del cuadernillo, las puntuaciones de la escala F re- flejan principalmente la confiabilidad de las puntuacio- nes de estas escalas. Como muchas escalas adicionales se califican de acuerdo con los reactivos que aparecen después del 370, la F, (escala F posterior) llamada asf por la colocacin de los reactivos enel cuadernillo experimental AX), también debe examinarse para determinar si un sujeto man- tuvo su atencién y cooperacin durante la se- sin de prueba completa. Las puntuaciones de Ja, deberdn usarse para verificar la aceptabilidad de los valores de las escalas suplementarias. Es importante tratar de identificar la razén orazones por las cuales las escalas F oF, presentan una elevacién moderada. Si el sujeto al con- testar la prueba hizo lo posible para cooperar con la tarea, pero no pudo realizarla debido a limitaciones sensoriales 0 motoras, puede existir la posibilidad de cambiar a una forma alterna del MMPI-2 para obtener un registro de prueba més vélido con respecto a dicho sujeto. El no poder obtener un protocolo aceptable porque el sujeto tenfa alguna motivacién especial para fingir las respuestas o distorsionar de otra ma- nera su registro, tal vez no se pueda remediar; pero identificar la razén por la que no acaté Jas instrucciones ayuda a entender el diagnés- tico o los problemas de evaluaci6n con los que se enfrenta el clinico. DISPOSICIONES ESPECIALES ALCONTESTAR LA PRUEBA Hay varias disposiciones especiales y actitudes para contestar la prueba por medio de las cua- Cémo interpretar el MMPL2 » 33 ies cl sujeto puede enfrentarse a un instrumento i i eae i355 ns el MMPI (véase Graham, todo eee 289)- Las personas pueden avatar falsos. Un gactos: ¥8 sea como verdaderos o tecta con ett6n tan extremo como éste se de- Con facilidad examinando la hoja de res- Puestas, pero una inclinacién menos extrema, en una direccién u otra, puede no ser tan facilmen- te identificada, EL uso de las dos escalas de in- Consistencia de respuestas INVER (Inconsistencia en las respuestas verdaderas) e INVAR (Inconsistencia en las respuestas variables), puede resultar muy Uitil para esta evaluacién, La escala INVER tie- ne sensibilidad con respecto a la tendencia a dar s6lo un tipo de respuesta (Ia repetici6n de res- puestas verdadero 0 falso), a los reactivos del MMPI-2, sin tener en cuenta el contenido de las frases. Las puntuaciones INVAR reflejan una tendencia general a no tomar en cuenta el con- tenido de los reactivos al marcar las respuestas en el inventario (véanse adelante las considera- ciones sobre INVAR e INVER).* Puede ser también que los sujetos al con- testar el MMPI-2 intenten dar respuestas de adaptacién convencionales a cada reactivo 0, por el contrario, respuestas desviadas (o de una imagen poco favorable). Los efectos de cada una de estas actitudes sobre los indicadores de validez aparecen en los cuadros 13 a 16. Hay maneras menos evidentes en las que un sujeto puede afectar las puntuaciones resultantes de un inventario de personalidad. Dichos suje- tos pueden hacer un esfuerzo para destacar la impresi6n de que gozan de salud mental, sin elaborar una imagen increfble de buena adaptacién al medio © por el contrario, enfatizar la impresién de que se tienen dificultades emocionales serias; pue- den alterar los niveles y configuraciones de las puntuaciones del perfil clfnico. La deteccién de * N, de Ed.; Las claves de calificaci6n para ambas escalas se encuentran en proceso, por lo que actualmente no se incluyen en los juegos de plantillas que comprende el MMPI-2 publicado por Editorial El Manual Moderno. 34. © Inventario multfisico de la personalidad Minnesota-2 [ MMPI-2 ] Cuadro 13. Puntuacién de ? (No puedo decir): Implicaciones de las elevaciones en las puntuaciones Nivelde Posibilidades puntuslén eruda Utilidad del perfil Fuentes de elevacién 6s interprotacién L Ato Probablemente invalido Problemas de lectura Depresién severa (G0 0 més) ; ‘graves 0 dislexia Sintomas obse: Retardo psicomotor neuréticos Contusién Actitud desafiante Indecision Moderado Validez cuestionable Problemas leves de lectura | Falta de familiaridad (11a 29) Falta de experiencia en cuan-| _con el idioma espafiol to al contenido del reactivo Persona muy cauta 0 escrupulosa Posibles tendencias paranoides Probablemente valido (verifiquese el contenido de omisiones solectivas) La porsona elabora + una interpretacién particular de los reactivos Valido ‘Nota (Lucio): Este evadro de las puntuaciones que d no debe ser tomado textualmente pues prasenta sto inferencias generales acerca del significado de la elevaciin feben considerarse en cada caso de acuerdo con la historia y antecedentes del sujeto. (49 0 menos) tener problemas emocio- nales 0 graves Cuadro 14. Escala L (Mentira): Implicaciones de las elevaciones en la escala Nivel de Posibilidades puntuacién T Utilidad det perfil Fuentes de elevacién de interpretacién Muy alto Probablemente invélido El sujeto aparenta estar Resistencia a la prueba (80.0 mas) bien adaptado o ingenuidad Ato Validez cuestionable ‘Se responde al azar Estado de confusién (70.79) Se niegan los defectos Represién Falta de insight Moderado Probablemente valido Defensividad marcada Porsona muy convencional (602.69) y conformista EI sujeto puede ser moralista 6 rigido Medio Valido Acltud adecuada ante Conforme con la propia (50 a 59) la prueba autoimagen, Bajo Posiblemente se aparenta Se responde verdadero a {odo lo que produce un Perfil elevado Patologia exagerada Indica un sujeto confiado en si mismo e independiente Persona cinica 0 sarcéstica ‘Nota (Lucio): Este cuadto no debe ser tomado texivalmente pues prosenta so inferencias at jalmente pues presenta s6loinferencias generales acerca del significado de la elevac do las puntuaciones que deden considerarse en cada caso do acuerdo con a histo y antocegenos dal sujeo. Cémo interpretar el MMPI-2 © 35 Cuadro 18, Escala F (Infrecuencia): Implicaciones de las elovaciones en la escala Nivel de Utilidad del perfil Fuentes de el Posibilidades puntuacién T erect do interpretacién maya Probablemente invalido Respuestas al azar Poco cooperativo, fnge io més) Errores de califcacién sintomas equivocados Dislexia grave Habllidad de lectura limitada Resistencia a la prueba Fe Validez cuestionable Patologia fingida Silica de ayuda 71.890) Proceso psicético Ciisis de identidad adolescente| Se responde a todo “verdadero'| Estado do contusion Moderado Probablemente valido Deseo de mostrarse poco | Riesgo de actos agresivos, (66.470) cconvencional | _ Impulsivos Compromisos politicos, socia- | Persona deprimida, inquieta les 0 religiosos fuertes @ inestable Problemas en la atencién | Psicopatologia relativamente Honestidad extrema al severa tesponder Autocritico Alteracién por una erisis, Ansioso, distraido Medio Protocolo aceptable Algunas creencias pueden | Buen funcionamiento 4.055) desviarse de lo esperado_| Respuesta comin a la pruebal Bajo Protocolo ceptable Conformismo Convencional (44 0 menos) Posiblemente se finge Sincero estar bien Socialmente adaptado ‘Nota (Lucio): Este cuadro no debe ser tomado textualmente pues presenta sélo inferencias generales acerca del significado de la elevacion {elas puntuaciones que deben considerarse en cada caso de acuerdo con la historia y antecodentes del sujeto. Cuadro 16. Escala K (Correccién): Implicaciones de las elevaciones en la escala Nivel de si6r Posibilidades de eee Funcién de elevacién fe interpretacién Alto Detensividad marcada Sujeto timido, inhibido, falta de involucramiento (71 0 mas) ‘Se finge estar bien emocional ‘Se responde a todo “falso” Se utliza la negacién Cauteloso en situaciones Falta de insight elacionadas con su trabajo Moderado Defensividad moderada Adaptado (56a 70) No reconocimiento de problemas Autoconfianza_ No dispuesto a pedir ayuda Medio Equilibrio entre autoproteccién Suficlentes recursos para el tratamiento [ras Y autodescubrimiento Bajo ‘Al responder finge en forma Cinico, escéptico (40 0 menos) inadecuada Estado de panico Responde a todo “verdadero” Pobre autoconcepto ‘Sdplica de ayuda Critico de si mismo y de otros Defensas inadecuadas ‘Nota (Lucio) Este cuadro no debe sor tomado textualmente pues presenta s6lo fferencias generales acerca del significado de la elevactin 2 las puntuaciones que daben considerarse en cada caso de acuerdo con la histora y antecedentes del suelo 36_* Inventario multifésico de la personalidad Minnesota-2 [ MMPI-2 ] estas actitudes mas sutiles al contestar la prue- ba es mas dificil. La puntuacién de la escala K puede ser muy util para determinar si éste fue el caso. Laescala K (de correccién) es el mas complejo de los indicadores de validez. El contenido de sus reactivos cubre una amplitud de caracte- risticas que muchos individuos prefieren negar acerca de ellos mismos 0 de sus familias. Sin embargo, muchas otras personas piensan que estos mismos atributos son inofensivos y hasta los consideran positivos cuando se aplican a ellos mismos y a sus familias. De tal manera que las puntuaciones por arriba de la media en la escala K pueden reflejar la tendencia a que, de una manera sutil, las respuestas se inclinen enel sentido de minimizar la existencia de un control emocional pobre ¢ ineficiencia perso- nal, Sin embargo, es importante observar que las personas que funcionan bien, son estables emocionalmente y en realidad conducen sus vidas de manera adecuada, como informan en esta escala, se describen a si mismos esencialmente de la misma manera. Por tanto, es de vital im- portancia que una elevacién especifica de la escala K se evaltie dentro del contexto de la demas informacién acerca del sujeto de la prueba. Es decir, se necesitan los datos sobre la historia de un individuo y sus circunstancias actuales, para poder distinguir entre el sujeto que fun- ciona bien y es psicolégicamente sano, y el que tiene una actitud marcadamente defensiva y evasiva hacia el inventario. En este contexto, puede ser especialmente titil la comparacién en el perfil de las puntuaciones de la persona en las escalas clinicas con K corregida y sin corregir por K (véase Graham 1987; Greene, 1989). Algunos clinicos también recomiendan que se tracen los dos perfiles para los indivi- duos que obtienen puntuaciones muy bajas en laescala K. Las investigaciones sobre la escala K han indicado que las puntuaciones mas altas en esta medida, se asocian con los niveles socioeconémicos més altos (més educacién, mejores empleos, mayores ingresos) (Dahlstrom, Welsh y Dahlstrom, 1975; Dahlstrom, Lachar y Dahlstrom, 1986). Los sujetos con una posicién destacada o una situacién social elevada pueden eludir el des- cubrir sus preocupaciones emocionales, dudas, inseguridades 0, tal vez, problemas en su ma- trimonio o en sus familias, por considerar que estas revelaciones podrian constituir una ame- naza de perder su posicién o reputacién. Cuando dichos individuos se enfrentan con el conteni- do de muchos de los reactivos del MMPI-2, fécilmente procuran sesgar sus respuestas de tal manera que queden protegidos de revela- ciones personales amenazadoras. En el caso de que las puntuaciones se eleven arriba de la media en la escala K, se reflejar4 més esta forma sutil de aparentar estar bien y de resistencia a apa- recer incompetente, mal adaptado, o sin con- trol sobre su propia vida. Contrariamente, algunos individuos con una posicién menos destacada, procedentes de ambientes socioeconémicos menos privilegiados, pueden tener menos motivacién para promover una aparien- cia de equilibrio extremo, eficiencia interpersonal excepcional o ausencia de ansiedades 0 inse- guridades. Por tanto, en una prueba como el MMPI-2 estos tiltimos individuos seran mds abiertos y francos para reconocer los proble- mas 0 dificultades que haya en sus vidas, 0 en las de los miembros de su familia y parientes. Esta actitud hacia el MMPI-2 puede conducir aelevaciones en las escalas clinicas que pue- den resultar equivocas en cuanto a la magnitud y severidad de las dificultades actuales de di- chos individuos. El uso de las puntuaciones de la escala K para enmendar varias de las esca- las clfnicas del perfil, esta disefiado para que se pueda tomar en cuenta el impacto de estas actitudes al contestar la prueba, sobre las pun- tuaciones de las escalas componentes. Las es- calas que no requieren de estas correcciones, incluyen reactivos que sirven para cl mismo propésito que las modificaciones K. COMO APLICAR EL MMPI-9 Ennteaplicacisn del MMPI-2 se involucran diversas consideraciones especiales, mas allé de las in, herentes al uso de cualquier instrumento psico. l6gico. Se exhorta al usuario de la prueba para que se familiarice con estas consideraciones y se adhiera a las siguientes recomendaciones en todas as ocasiones que aplique el inventario, ya sea para evaluaciones clfnicas, educativas o de investigacién. USO ETICO DE LA PRUEBA La facilidad con que se puede aplicar y calificar el MMPI-2 (véase la siguiente seccién) puede persuadir a algunas personas a utilizar este ins- trumento de manera que comprometan las normas de seguridad ética y profesional que deben tener {odas as medidas de evaluacién psicol6gica. Cualquier aplicacién del MMPI-2 debe Ilevarse a cabo de tal manera que se garantice al sujeto o cliente la discrecién, condiciones para contestar la prue- ba sin distracciones o intromisiones, y completa seguridad de que los resultados del examen se- ran respetados, protegidos y utilizados sélo a favor Y mejoramiento de su bienestar. La aplicacién 0 calificacién negligente, la falta de cuidado para mantener los resultados seguros y a salvo, o alguna 17 otra evidencia de insensib aplicacién de la prueba, pued: de la informacién obtenida por Las personas a quienes se I sabilidad de la aplicacién deben ser entrenadas cui informadas acerca de los pasos que se necesi- tan para obtener un rendimiento vélido y ttl. Esto es especialmente importante si la persona encargada de estas tareas es un estudiante de psicologia que no tenga ni entrenamiento profesional, ni la experiencia y antecedentes psicométricos sufi- cientes, como se indicé anteriormente en laseccién Requisitos basicos para usuarios del MMPI-2. Para emplear el MMPI-2, es esencial la super- visi6n por un profesional capacitado, como también lo es traténdose de cualquier otro instrumento de evaluaci6n. Se deben hacer verificaciones perié- dicas de las rutinas de aplicacién de la prueba para asegurarse de que se mantienen las condi- ciones apropiadas. lad con respecto a la le desvirtuar el valor 1 medio del MMPI-2. les conffe la respon- rutinaria de la prueba, idadosamente y bien CAPACIDAD DEL SUJETO PARA CONTESTAR LA PRUEBA La utilidad de la informacién obtenida del MMPI-2 depende en gran medida de la habilidad del su- 18 © Inventario multifésico de la personalidad Minnesota-2 [ MMPI-2 ] jeto para entender las instrucciones de la prueba, para cumplir con los requisitos de la tarea, asf como para comprender e interpretar el contenido de los reactivos en relacién con sf mismo y de la capacidad para registrar estas atribuciones de sf mismo de manera confiable, como lo requiere la forma particular de la prueba que se le aplica. Diversas condiciones fisicas 0 estados emocionales pueden impedir esto. Es vital que el aplicador de la prueba esté alerta en relacién con la existencia de una o més condiciones que incapaciten al suje- to, como: agudeza visual limitada, dislexia o afasia receptiva, trastornos de aprendizaje, intoxicacién por alcohol o drogas, estados de aislamiento, re- acciones téxicas debidas a diversos factores infecciosos 0 a otros delirios orgénicos; desorientacion proveniente de lesiones o contusiones cerebrales, confusién después de un ataque epiléptico; impedi- mento neurolégico residual por uso prolongado de varias drogas, estados de confusién durante etapas cataténicas 0 periodos de alucinaciones, la lentificacién profunda por una condicién de de- presién considerable o la distraccién debida a una reacci6n maniaca. Cualquiera de estos estados 0 algtin otro impedimento de naturaleza similar puede limitar la habilidad del sujeto para cumplir con la tarea relativamente facil de leer los reactivos del MMPI-2 y registrar sus respuestas. ‘Ades, la persona que aplica la prueba debe determinar si el sujeto puede leer los reactivos ¢ interpretar su contenido desde el punto de vista cultural del que se derivan, o sea, que no es suficiente verificar que la persona puede re- producir las palabras en un enunciado (esta capacidad pueden tenerla los nifios precoces de 10 afios de edad). El contenido del reactivo debe ser significativo para el sujeto, dado su nivel de experien- cia de la vida (un reto més dificil para los muy 6venes, las personas con limitaciones intelec- tuales, con impedimentos de aprendizaje, se- veramente marginadas, o quienes han inmigrado al pafs recientemente y pueden no entender el significado de las expresiones idiomiticas). Aunque en el MMPI-2 hay diferentes formas de verifi- car las respuestas que pueden servir para cuestionar la validez de una prueba aplicada, es mucho mejor procurar evaluar dichos problemas an- tes de empezar a aplicar el instrumento y, ya sea sustituir la prueba por una forma més ma- nejable del instrumento para el sujeto, o discontinuar la sesi6n. Por supuesto que cuando la sesién se lleva a cabo en un grupo puede ser imposible identificar este tipo de complicaciones. Entonces, puede resultar necesario sujetarse a la verifi- caci6n de la validez después de la aplicacién de la prueba para detectar inventarios cuestionables, Hathaway y McKinley tuvieron la intencién de mantener ei nivel de comprensién de lectura para entender e] MMPI aproximadamente para un estudiante de 5° afio de primaria: Los estu- dios que se llevaron a cabo poco después de que se publicé la prueba confirmaron, en ge- neral, que dicho nivel era suficiente, pero in- formaron ademés, que para la comprensi6n adecuada de algunos reactivos se necesitaba un nivel de 6° afio de primaria o un poco més alto. Como parte de la reestandarizaci6n del MMPI se hicieron nuevos estudios en relacién con el grado de difi- cultad de lectura de los reactivos integrantes. Para cada reactivo se calculé un indice de difi- cultad de comprensién de lectura que se Hamé el valor Lexile (desarrollada por MetaMetrics de Durham, N.C.; véase Stenner, Horabin, Smith y Smith, 1988). Este {ndice se basa en la ex- tensi6n del enunciado, la frecuencia del voca- bulario en varios tipos de literatura popular y la complejidad de dicho enunciado; el rango de estos valores comienza uno abajo antes de 0y Hega a 1600; un valor Lexile de 300 corres- ponde aun grado de dificultad de la lectura de 2 afio de primaria aproximadamente, 400 a 3° afio, etc. y 1300 aun nivel de un estudiante graduado de preparatoria. Serfa conveniente que este tipo de estudio se realice en Méxigo con los enun- ciados traducidos al espaiiol. El-cuadro 12 muestra el valor Lexile pro- medio de los reactivos que integran cada una de las escalas basicas del MMPI-2; como se cuadro 12, Valores Lexile promedio para las escalas basicas Ndmero: Valor Lexile de reactivos promedio if 15 518.62 E 60 579.89 K 30 656.42 Hs 32 1580.05 D Be 534.17 Hi 60 609.21 Dp 50 569.26 Me 56 453.74 Pa 40 606.33 Pt 48 592.08 Es 78 589.21 Ma 46 824.69 Is 69 611.63 trade wun Indie eépecal de dfcultad de fectura y comprensién ternolado por MetaMetrics de Durham, NC. (Stenner, Horabin, Smith y Smith, 1968. ‘e,algunas escalas contienen reactivos cuya dificul- ad de comprensién de lectura es mayor. Si nos pasamos en los niveles de eficiencia en la lec- tura contempor4nea, ahora se requerirfa un ni- vyelde lectura de 8° afio (2° de secundaria) para comprender el contenido de todos los reactivos del MMPI-2 y poder contestarlos apropiada- mente. Si hay dudas serias acerca de la habili- dad en la lectura de un sujeto, se recomienda que se aplique primero una prueba para deter- minar su comprensién de lectura (como la prueba PIAT-R de Markwardt, 1989). CONVENIENCIA DEL MMPI-2 PARA LOS ADOLESCENTES Bala detuaidad, en Estados Unidos existe una ‘sion adecuada para adolescentes que es el MMPI-A. En México, esta version est4 publi- cada también por Editorial El Manual Moderno. abel Provedimiento de adaptacién se llev6 a

You might also like