CAPITULNO II
XIV. DEFENSA DE LA CONSTITUCION
En la democracia civica pluralista, todos /os ciudadanos son «guardianes» de la Constitucion
Lo que las antiguas teorias del Estado concedian solamente como privilegio y predicado a un
presidente, 0 las mas recientes, al tribunal constitucional, ya no resulta ser, desde la perspectiva
de la teorla constitucional de la actual etapa evolutiva, el monopolio de un solo poder o persona,
sino asunto de todos: todos los ciudadanos y grupos, que por ejemplo interponen recursos
constitucionales, todos los érganos estatales, que estén sujetos a la Constitucion, tienen que
“defender a la Constitucién en el marco de sus competencias, y no solo eso sino también
continuar desarrollandola, Al respecto hay también una multiplicidad de competencias y
procedimientos formalizados, de instituciones e instrumentos, que sirven a la proteccién de la
Constitucién. Visto comparativamente, el «arsenal» de medidas para la defensa de la Constitucin
en el espacio y el tiempo, es sumamente rico. De acuerdo con las diversas experiencias e incluso
stemores» histéricos, una Constitucién nacional regula el ambito problematico de la «defensa de
Ja Constitucion» de manera especialmente intensiva y extensiva (asi la Ley fundamental de Bonn
de 1949, después de las experiencias negativas con los articulos de emergencia, formulados
‘como cléusulas generales, de la Constitucién de Weimar, o con el «poder dictatorial del presidente
del Reich y los enemigos de izquierda y derecha), o lo hace solamente al margen o nolo hace en
absoluto (asi, Suiza). La Ley Fundamental Alemana es especialmente inventiva cuando se trata
de la defensa de la Constitucién. Incluso podria decirse que dispone, de manera potencial y
actual, de casi todos los instrumentos imaginables para proteger a la Constitucion. No obstante
‘el perfeccionismo de estas buenas intenciones, es preciso recordar que, «en ultima instancian,
una Constitucion solamente puede ser protegida politicamente o en la profundidad cultural; si
bien los instrumentos juridicos son importantes, solamente son eficaces cuando todos poseen
una «voluntad de Constitucién» y ésta desenvuelve verdaderamente su fuerza normativa (K.
Hesse). Esto apunta, pues, a los ‘limites» de la defensa juridica de la Constitucion
Bajo esta reserva cada constituyente nacional puede, y debe, hacer una seleccién entre la
plenitud de posibles regulaciones que constituyan 1a mejor soluci6n relativa para la cultura politica
de un pueblo, sus experiencias y esperanzas. Son imaginables los siguientes:
—La proteccién del contenido esencial 0 el nucleo de jos derechos fundamentales en una
garantia expresa (asi, el articulo 19, inciso 2, de la LF de 1949; el articulo 28 de ta Constitucion
del Cantén suizo de Berna de 1993; el articulo 31, inciso 3, frase 2, de la Constitucion de Polonia
de 1997); en ocasiones, los tribunales han desarrollado clausulas no escritas sobre el contenido
esencial (asi, e! Tribunal Constitucional austriaco y, en el plano europeo, el Tribunal de Justicia
de la Unién Europea).*”"
—La prohibicién de rupturas 0 quebrantamientos constitucionales (cfr. el articulo 49, inciso 1,
frase 1 de la LF); se trata igualmente del intento de elaborar las experiencias negativas de
Weimar; la practica constitucional en relacién con la LF ha impuesto, sin embargo, conforme al
articulo 79, inciso 1, frase 2, excepciones cuestionables.‘” En Austria, la Constitucion ha quedado
desfigurada y convertida en «ruina» debida a la falta de una prohibicion de esta naturaleza.
—La limitacion de las modificaciones constitucionales: las asi lama das «clausulas de
eternidad» como garantias de identidad de! Estado constitucional (cfr. el articulo 79, inciso 3, de