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1 LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LA ACCION COLECTIVA. DE LA PRODUCCION SIMBOLICA AL CAMBIO DE VALORES Benjamin Tejerina A lo largo de las dos iltimas décadas ha ido apareciendo un nimero considerable de publicaciones que tienen como objeto el anzlisis de la accion colectiva y de los movimientos sociales. Esta expansion cientii- ca se ha visto impulsada por la aparicin de nuevos enfoquies tedricos Buena parte de las investigaciones realizadas durante la segunda mitad de la deécada de los afos setenta y mediados de los ochenta se basaba en en foques de inspiracién racionalista que utilizaban la categoria — ls Bon concep fname eat Meta fambién durante la década de los ochenta comienzan a multiplicarse las investigaciones que roman como categoria central el concepto de «identi= dad colectiva», siguiendo las aportaciones de A. Touraine y A. Melucct fundamentalmente. Mas recientemente, la investigacion de los movi rmientos sociales se ha visto impulsada por el enfoque del proceso poli- tico que utiliza como categoria central el concepto de «estructura de ‘oportunidad politica» (McAdam, Tarrow, Kriesi. aan En los iltimos atios se ha generado un debate sobre la posibilidad de integrar distintos aspectos de cada uno de los enfoques que se con- sideran imprescincibles para comprender la trayectoria de los movimien- tos sociales. Existe un creciente acuerdo entre los diferentes analistas so- bre la necesidad de integraci ica de, al menos, tres elementos: Sees fe fcCarthy y Zald). Pero esta ‘vn —, iad contras {a profundamente con la atomizacién y la especializacién de la investi- sgacion empirica. Un aspecto que atraviesa los diferentes enfoques y que desempenia tuna gran centralid acci6n colectiva se fiere a los aa idad de los analistas (desde Blumer, wer y Killian 0 Smelser, pasando por McCarthy, Zald 0 4 icAdam, para finalizar con Offe, Habermas, Touraine 0 Meluc: f No obstante, el reconocimiento de la significacién de la produccién simbélica llevada a cabo por los movimientos sociales y su incidencia .en el cambio de valores del orden social en el que actiian no ha condu- ‘cido a un andlisis sistematico de sus dimensiones y caracteristicas, En las proximas paginas intentaré rastrear a través de varias aproximacio- nes teéricas las relaciones entre elementos simblicos y movimientos sociales., Para este objetivo tomaré en consideracién las aportaciones de Kornhauser, Smelser, Blumer, Turner y Killian, Inglehart, Melucci, Snow y Benford. 1. LAS FUENTES DE LA PRODUCCION SIMBOLICA EN LAS TEORIAS CLASICAS DE LA ACCION COLECTIVA La teoria de la sociedad de masas encuentra en las caracteristicas pro~ Pias de Ia sociedad moderna las condiciones apropiadas para la movili- zacién colectiva. Entre estas caracteristicas estarfan la pérdida de auto- ridad por parte de las elites institucionales y la pérdida de comunidad que conduce a un aislamiento progresivo de los individuos y-a la-apari- cin de unas relaciones sociales amorfas. iedad de masas es objetivamente la sociedad atomizada y subjet mente la poblacién alienada» (Kornhauser, 1969, 30). ~ En este tipo de sociedad los individuos se comportan como masas porque tienen un comportamiento colectivo que presenta las siguientes caracteristicas: a) el foco de la atencién se halla muy alejado de la ex- petiencia personal y de Ix vida cotidiana, b) la modalidad de reaccién ante objetos lejanos es directa, c) tiende a Ia inestabilidad, cambiando con rapidez su foco de atencién y la intensidad de la reacei6n, d) cuan- do se organiza en torno a un programa y adquiere continuidad de es- fuerzos, asume eardcter de movimiento de masas (Kornhauser, 1969, 740-44). Junto a estas masas también existen elites, constituidas pot aquellos que ocupan las posiciones sociales més-elevadas dentro de la estructura social, y grupos disponibles que no constituyen elites, Las elites son facilmente accesibles a la influencia de los grupos que no constituyen elites, y estos iilkimos se encuentran en alta disponibilidad para ser movilizados por aque! 112 10s MOVIMIENTOS SOCIALES ¥ LA ACCION COLECTIVA a, el hombre ia disponible para ser movilizado por movi- mientos de masas, ya que carece de un conjunto vigoroso de normas internalizadas que han sido reemplazadas por las normas de la masa. En estas condiciones, «el individuo busca vencer la angustia que acom paiia ala autoalienacion con la apatia o el activismo. Tanto el retiro de la actividad como el sumergirse en ella constituyen reacciones caracte- risticas del hombre-masa» (Kornhauser, 1969, 108-109). Para los tedricos de la sociedad de masas son las discontinuida- son situaciones como 2, con su proceso de desintegeacion de las estructuras sociales, 0 una depresion econémica, con sus secuelas sobre el desempleo, el caldo de cultivo de comportamientos de masas; pero son, sobre todo, las) discontinuidades en la autoridad (existencia de un gobierno demo- ctatico carente dé la presencia de grupos independientes que defien- dan las derechos individuales y la estructura basica de la autoridad) y las fracturas en la comunidad (la manera en que se introduce la in- dustria y el proceso de urbanizacién con sus ritmos de cambio) las fuentes sociales de los movimientos de masas (Kornhauser, 1969, 64 aco por el grado de legitimacion de Ia autoridad y por ef mi acter de las estructuras intermedias existentes-entre los individuos aistados y el orden social ‘Muy cercana a la teoria de Ia sociedad de masas se encuentra el en- fogue del comportamiento colectivo de [Una de las diferen pportamiento colectivo és un incento de redefinicin colectiva de una six 113 llo se debe, seg , 10 de que aunque eT com ¢ tuacién estructurada, y el comportamiento convencional implica la re~ alizacién o adecuacion a unas expectativas ya establecidas, ambos ti: ‘pos deben hacer frente a las exigencias impuestas por la vida social y, poo ta jen ser analizados con los componentes de la accién xisten diferencias importantes entre los distintos episodios colecti- vos,-va que nos podemos encontrar con estalldos colectivos como el miedo, el pénico y las locuras o disturbios hostiles, y los movimientos colectivos que se refieren a esfuerzos colectivos conscientes por modifi- car las normas 0 valores sociales. Ahora bien, en todo comportamiento colectivo existe una tensién estructural subyacente. Los individuos se lunen para actuar cooperativamente cuando algo funciona mal en su ambiente social o las personas deciden unirse a un movimiento social «porque padecen las injusticias de las convenciones sociales existentes. Al conjunto de determinantes de la génesis del comportamiento colecti vo Smelser lo denomina tension estructural. En la accién colectiva se implicados varios niveles de los componentes de la aciGn que son: ( jue el actor utiliza como medios (el conocimient sla previsibilidad de las consecuencias de la . sci, Rae RR are lanza os SO fines definidos (mi sen el caso de personas individuales y or- ganizaci6n en el caso de sistemas sociales o interacciones entre indi ‘que proporcionan guias para la orientacién del comportamiento ser, 1989, 36) — EL comportamiento colectivo es un intento de solucionar las conse- ccuencias generadas por la tensién. Los individuos combinan_varios componentes de la accién en una creencia que pretende aportar solu- ciones a Ia situacién, Cuando las personas se movilizan como.conse- ccuencia de [a extension de dicha creencia nos encontramos ante una si- tuacién de comportamiento colectivo. Estas creencias generalizadas Smueven a las personas a participar en la accién colectiva y erean una cultura comin que hace posible el liderazgo, la movilizacién y la ac- cidn coneertada (Smelser, 1989, 97). Pero el comportamiento colectivo 6 [Tse encuentra determinado por seis componentes: 1) la conductividad estructural, 2) la tensiGn estructural, 3) la cristalizaci6n de una creen- 4 ~~ Gia generalizada, 4) los factores precipitantes, 5) la movilizacion para ' fa accion, 6) el Control social. Por conductividad estructural debemos oY, Centender el grado en que estructura permite cierto tipo de comportamiento colectivo. 14 10s MOVIMIENTOS SOCIALES ¥ LA ACCION COLECTIVA (SRIERRO VAIS Agunas caracteristicas de fa estructura social facilitan o dificultan Ta accién de un movimiento social. Asi, la diferen- ciaci6n institucional, la disponibilidad de medios para la expresion de Jas quejas, el alejamiento y aislamiento entre movimientos y la posibil dad de comunicarse a fin de que puedan extenderse las creencias y se produzca una movilizacién para la accién son algunas caracteristicas Se la conductividad La tension indica el deterioro de las relaciones entre las partes de tun sistema. AGi, la presencia de un movimiento normativo sefala [a au- sencia de armonia ente los estandares normativos ¥ las condiciones so- ciales reales. Estas situaciones suelen producirse cuando las normas 0 {as condiciones sociales experimentan un cambio rpido en un periodo de tiempo relativamente breve. La aparicién de nuevos valores suele dar lugar a nuevas formas de definicién social de la realidad por las gue condiciones sociales que habian pasado inadvertidas hasta enton- es pasan a categorizarse como «males». Las creencias suponen una definicion compartida de la realidad, mediante la que se trata de sex- plicar» la siruacién en la que se encuentran las personas. Segtin Smel- Set las creencias han podido existir durante mucho tiempo en estado latente, activndose bajo determinadas condiciones de conductividad estructural y de tensién, Las ereencias generalizadas incorporan habi- twalmente un diagnéstico sobre las fuerzas y agentes responsables del fracaso de la regulacién normativa o valorativa, asi como un esboz0 de programa alternativo. La combinacién de estos elementos consttuye fo ue podriamos denominar una causa en cuyo nombre se movilizan los, agraviados. Para el desarrollo de las creencias generalizadas es importante la sparc‘ de RM 2c ean una sensacin de wrgencia y aceleran la movilizacion para fa accidn, Estos factores precipitantes |» ueden ser accidentales o buscados, pero en cualquier caso alcanzan saloon sacar gnclln gc rian. H aceite ee see a aid Uinselincealdo ae ace en una accién colectiva. Esta movilizacién depende de factores como el papel desemperiado por los lideres en la organizacién de la moviliza- ion, la gestion de la fase real y posterior de la movilizacién, el éxito 0 1. Para Smeler un movimignto normasvo es un efuerao por estauar, proteer, mod far o esa norms en nombre de una creeciagenraizaa (Stele, 1989, 293) Un movir ‘eno valrativa es un exer colestive por restarar, proteger, modifica oereatvalocs en rombre de una creenciageneraliada (Smser, 1983, 337). 2. Lar ceeenias que nos interes pueden ser ivdias ene ereencas normative, que pretenden cl restablecimienta [a protec a modiicci ols ereacion de normas sociales, ) ereenis valoatvas, que proven una modificaion de las concepsions referents aa at ‘ales, gar que oewps en ell el hombre [a elacia del home con el hombre,» To desea be lo indesable ene campo del ambiente humanoy de las ieterelacioneshumanas (Sr see, 1989, 125 9 137). 1s fracaso de los técticas utilizadas, asi como el desarrollo posterior al Exito o fracaso durante la fase de agitacién activa, Un iltimo determi nante de un movimiento normativo o valorativo depende, en opinién de Smelser, del comportamiento de los agentes de control social, ya que éstos pueden responder a las demandas de aquellos de forma flexi ble y abierta o de manera contundente, cerrdndose a sus teivindicacio- nes y utilizando mecanismos de contencién y represién de la moviliza- mn social, — Un elemento importante que encontramos entre las aportaciones de la teoria del comportamiento colectivo es haber sefialado la contribu- cién de los movimientos sociales a la transformacién de las normas y valores que rigen en la sociedad. Mientras Smelser parece detenerse cn Ios procesos estructurales que acompafian dichos cambios, autores como Blumer o Turner y Killian se han centrado mas en lo que estos procesos tienen de tarea colectiva. Blumer lo expresa correctamente cuando afirma que el término comportamieitto colectivo se refiere a as acciones de dos-o.mas individuos que actian juntos 0 colectivamente. Este factor.colectivo es el que hace que sea esta forma de accién distin- ta a otras, puesto que sirve para: a) apoyar, reforzar, iniluenciar, inhi~ bir © suprimir la participacién individual, 6) establecer formas de rela- cin diferentes de las que existen en grupos Bequefios Jo que tiene efectos sobre el proceso de interaccién y sobre las formas de comuni i6n, ¢) la organizacién sobre la que debe descansar la movilizacién para la accién, en la medida en que una organizacién tan extensa, di- versificada y conectada indirectamente requiere formas de liderazgo, coordinacién y control distintivos de los existentes en grupos pequefios (Blumer, 1957, 128-130) “Blumer un movimiento conscientemente dirigido y organiza. explicaciones olvi |Ronsituon Estos dos fatores o variables son importantes, y deben ser tenidos én cuenta. Sin embargo, el incremento de simpatizantes o miembros raramente se produce a través de a mera combinacién de un lamamiento y una inclinacin psicol6gica individual previas sobre las. cisales se ejerce presion. Por el contrario, el probable simpatizante ‘miemibro tiene que ser activado, alimentado y dirigido, y el llamamien- to tiene que ser desarrollado y adaptado. Ello ocurte a través de un proceso en el que «la atencién ha de ser ganada, los intereses desper- tados, los agravios explotados, las ideas implantadas, las dudas disi- padas, los sentimientos activados, nuevos objetos creados-y-nuevas Perspectivas desarrolladas [... ello ocurre'e través del contacto inter- 116 Los MOVIMIENTOS SOCIALES ¥ LA ACCION COLECTIVA personal, en una situacién social estructurada dond¢ los individuos in- teractéan mutuamente» (Blumer, 1957, 148). Lo que en nuestra opi- nin tiene de relevante la aportacién de Blumer es haber llamado la atencién sobre la relevancia de dedicar més atencidn a los procesos de mnstruccién social de la protesta, en lo que afecta al control y reten- de los miembros de uit movimiento, el desarrollo del entusiasmo, la cohesion interna y el compromiso individual, asi como el papel de los objetivos, los mitos, las reivindicaciones, los argumentos y las ra- cionalizaciones que colectivamente constituyen una ideologia y que tienen afeeto importante sobre los patsipantes en un movimiento En esta misma direccién insisten Turner y Killian al analizar los movimientos sociales como una accién colectiva continuada encami- |, nada a promover o resistir un cambio en la sociedad 0 grupo del cual forma parte (Turner y Killian, 1957, 308). De esta defi Dh, carsrevaseas den movinven roca eM; je un movimiento social debe formidad con una determinada situacin social, que al ser transmitida 1 otros o compartida por otros individuos puede dar lugar a la emer- gencia de un movimiento social. Sin embargo, dos condiciones debe reunir para su desarrollo: la existencia de una visi6n, una creencia en la posibilidad de un estado de cosas diferente y una organizacion du- radera dedicada a la consecucién de dicha vision (Killian, 1964, 433), En opinion de Killian, los valores de un movimiento nunca son com-” pletamente nuevos ni'exclusivos del movimiento, ya que en muchos ¢asos sos valores han existido antes.en la sociedad —auizds durante Jos aspectos se re- Salat etfidcrargo y los patidacios. Existen, al menos, tes tiposdife- rentes de liderasgo: «Varga, adminisaativo el intel, he En relacién con los partidarios, ef autor senalarsu hererogeneat, tanto por sus caracteristicas (edad, sexo o clase social) como por sus orientaciones hacia el movimiento y sus valores. Si consideramos la ‘naturaleza colectiva de un movimiento social, lo realmente relevante! no es tanto. por qué razon un activista decide incorporarse a él como To que sucede a gus miembros con posteioridad a este momento y como resultado de las interacciones TS se producen dentro de ‘Tanto el desarrollo como el resultado de un movimiento social depet den de las interacciones que se producen en su interior entre lideres, el nticleo reducido de activistas y los partidarios, asi como de las interac- 7 ciones que se establecen entre el movimiento, los oponentes y contra- ‘ovimientos y el entorno mas aniplio de Ia sociedad eh que acta: El hecko de tener que desenvolverse en un entorno afable u, hostil iene rofunda influencia en la dinémica del movimiento. yor 0 menor de personas que entran en intera ‘Que contribuyen | @ crear un sentido de unidad, a definir de manera gencral los valores aue se deseanaleanzar, asi como ls objetivos que se pretenden conse: ui y la estrategia a seguir. Ta razon de ser de-un movimiento es un valor 0 conjunto de va- lores, la visién de un objetivo que sera aleanzado con el esfuerz0 vo- luntario de sus activistas y en torno al cual se congeegan sus partida- ios. e refere' Thedios a través de los cuales los fines pueden ser aleanzados. Estos medios, en tanto que escalo- nes intermedios hacia la conquista de los valores mas abstractos, pueden transformarse en valores en si mismos (la reorganizacion de la sociedad, la transformacién personal). El sistema de valores de un |-|, Movimiento abarca la ideologia, la justificacién de los valores. En tals paeles de rabsndory consider de seme y und Pres Fs ambien se dings contra la monetazacion defor servicios, de las raciones y el riempo, contra Ia redefiniion consumista de Tos smbitos de lava privada [L_¥ de los eso de vida personal (Habermas, 1987, 560-561), eDénde se manifiestan estos nuevos conflictos? A pesar de que en ellos Barticipan numerosos grupos que se enfrentan a grandes dificulta- des y a realidades que cambian con notoria celeridad, lo que les con- vierte en manifestaciones con un cardcter bastante difuso, se puede in- tentar agrupar a las diferentes corrientes en las que estarfan presentes grupos como los movimientos antinuclear y ecologista, pacifista, ve~ inal, alternativo, minorias como los homosexuales o discapacitados, religiosos, antiimpuestos, feministas, isticos. Seguin Igunos de estos movimientos como ef juvenil y el 3._ Nites a simi de mbites y process institucional, ene ambos centro, an «ees compartido por otros muchos anaists como D. Bel A. Tourtne 0 A. Giddens 122 tivo compartirian una critica del crecimiento centrada alrededor de los, ieos y de la paz, lo que podria interpretarse como una re- > tra las tendenicas a la colonizacién del mundo de la vida gue atraviesa las sociedades moderna, Los problemas a lov que 5 con gran sensibilidad estos movimientos son aquellos que af tana las bases orgdnicas del mundo de la vida, que proceden de la supercomplejidad o de las sobrecargas de la infraestructura comunic: tiva (Habermas, 1987, 559-60). Estas sobrecargas proceden del «su frimiento por las renuncias que impone y la frustraciOn que genera una préctica coridiana culturalmente empobrecida y unilateralmente racio- nalizada. Asi, las caracteristicas adscriptivas como el sexo, la edad, éT} color de la piel y también los grupos de pertenencia confesional sirven 5 ala construccién y delimitacién de comunidades, al establecimiento de comunidades de comunicacion que se autoprotegen en forma de sub- 4. cars, buscando condiciones propia pars el desarrollo de una Wen tidad personal yen conraste con oros conflicts mi raitonals, nae itan ee am! la reproduccién material y del reparto de recompensas. ieVos conflictos remiten al Ambito de Ta reproduccion cultural, la in- [> tegracién social y la social Tas fuentes de Ta protesta en 1a5.50- 0<. ciedades-avanzadas se encuentran en la defensa y restauracién de for- mas amenazadas de vida y en el intento de implantacion de nuevas formas de vida social, o como afirma Habermas: «los nuevos conflic- tos no se desencadenan en torno a problemas de distribucidn, sino en 4« torno a cuestiones relativas a la gramética de las formas de la vida» <= (Habernias, 1987, 556), La actividad de los nuevos movimient®s sociales que se mueven en el seno de la sociedad civil, a medio caming de la vida privada y el am- bito de Ta politica institucionalizada, ha permitido a C. Off formular el argumento de que estos conflictos nos siftan ante un nuevo paradig- tna gue ha esplava al so paradigms durante Es dees. das posteriores a la Segunda Guerra Muné politica se asentaba sobre un amplio consenso entre los actores colect vos fundamentales, en torno a la idea de garantizar un crecimiento econémico capaz de asegurar el mantenimiento de un Estado de bien- ‘star, para proporcionar un estindar de vida adecuado a todos los ciu= dadanos. Este acuerdo implicaba un consenso sobre los intereses, los temas, los actores ¥ las formas institucionalizadas de Fesolucion de confictos. AI mismo tiempo, los actores colectivos dominantes eran sftipos de interés particulares, amplios y altamente institucionalizados, Y partidos politicos» (Offe, 1988, 172 nd Los contenidos dominantes fen Jos nuevos movimientos sociales se centrarfan en el interés por «un 123 territorio (fisico), un espacio de actividades o “mundo de vida”, como eLeuerpo, la salud e identidad sexual; la vecindad, la ciudad, el entor- no fisico Ta herencia y la identidad cultural, étnica, nacional y ling cas las condiciones fisicas de vida y la supervivencia de la humanidad etal» (Offe, 1988, 177). Todos estos intereses y contenidos nen una raf comiin en unos valores que han adquirido una creciente _gentralidad en las reivindicaciones de los movimientos sociales. Los va~ Tores mas importantes hacen mencién a la biisqueda de autonomia identidad tanto personal como colectiva, en oposicién a la manipula ion, eFcontrol; la dependencia; la regulaci6n y la burocratizacién, — La modificacion de énfasis en la buisqueda de determinadas metas y cl progresivo desplazamiento de las nuevas generaciones hacia este conjunto de valores han dado pie a la afirmacién de que en las socieda- des occidentales se estaria produciendo una revolucién silenciosa: Los valores de ls poblaciones occdentales han ido cambiando de un énfasis abrumador sobre el bienestar material y In seguridad econdmica hacia un énfsis ‘mucho mayor en la calidad de vida. ..| Hoy en dia un poreetae in precedentes 4: la pobacion occidental ha sido edacado bajo condiciones exeepcionales dese furidad econdmica, La seguridad fisicay econdmica es algo que sigue sendo eva- Tuado positvamente, pero su prioridad relativa es mais baja que en el pasado. Mantenemos la ipétess de que también est ceniendo lugar un cambio signs tivo en la distibucin de las cualifieaionespolitcas. Un porcentajecada ver mis alto de la poblacion est mostando la sfiientecomprensione interés por la po- lsca nacional e internacional como para poder partipar en la coma de decisio- esa ese nivel [J nueva estilo politieb que hemos llamado de wdesafio alas fb ete oftece a poblacion un papel eada vex ms imporante cn la toms 3 de Salone especifias yno so Ts posblidad de lecion entre dos 0 mas grupos de petSonas que tomes las decisiones (Inglehart, 1977, 3) El cambio social, que se ha acelerado en las modernas sociedades industriales como consecuencia de la innovacién cientifica, el desarro~ Io econémico y la multiplicacién de la informacién, estaria transfor mando la forma en que los actores sociales evalian la sociedad y su propio destino vital. A lo largo de las wltimas décadas se viene produ- ciendo un cambio cultural que afecta sobre todo a los més jvenes, que han sido educados y han vivido una época de «seguridad y prosperidad econémicas sin precedentes» {BBS Eseatesis se basa en dos hipotesi: 1) Una hipétess de I eseaser, que sure que las proridades de un individu reflejan su medio ambiente socio-econémico, de manera que uno concede un ma Yor valor subjetivo a aguellas cosas de las que iene tna provisién rlatvamente asa. 2) Una hipdtesis de socializacion segin la cual, en gran media, los val ‘es aicos que uno tene reflean las condiciones que prvalecieron durante los aos preadultos que uno ha vivide. Unidas, estas dos hipdtess implican que, 124 como resultado de una prosperidad sin precedeneshistércosy dela ausencia de tuecras que ha prevalecido en los paises ocidentales desde 1945, as cohortes de facimiento mds jovenes ponen menos énfasisen la seguridad fisia y econémica de lo que lo hacen los grupos mis viejs, que han experimentado un grado mu- ‘cho mayor de inseguridad econémica. Por el contraro, las cohortes de nacmien- to mis jovenestenden a dar mayor prioridad a las necesidades no-materales, ‘como el sentides de comunidad y Ta calidad de vide (Inglehart, 1991, 47-48) El surgimiento de los nuevos movimientos sociales durante la déca- da de los afios sesenta se ve impulsado por este proceso de cambio de valores intergeneracional. La prioridad de los valores postmaterialistas esta produciendo que Tas instituciones presten atencién a nuevos temas politicos que coinciden con las reivindicaciones de los nuevos movi- rmiento sociales. La constatacién empirica de un mayor apoyo a los va~ lores postmaterialistas entre los jévenes no refleja s6lo un efecto de la edad sino un cambio generacional, Por oiro lado, asi como ocurrié an- % n las sociedades agraria e industrial, el surgimiento de la sociedad postindustrial esté generando una forma propia le vcr el La mayorta dela gente pasa sus horas productivas enfentindose a otras perso ‘as ya imbolas [-. No se centran en la producsin de objets rat als, sno § es comuntacon yl proce enomainy erat csi vl Jnnovacion ye conocimient. Seria & esperar que este desarollo condujea al srgiiento de una vsioirdel mundo menos mecanicsta e instrumental, na ¥i ‘6m que concediera mis importancia ala comprensin de sent y propésico de“ Ja vida humana (Inglehart, 1991, 197), 5 hablan det modelo de la «nueva politica», gue consistiria en la aparicién de una nueva polarizacién frente 9 13 polarizacién ideol6gica tradicional entre izquierda y derecha. Seguin i Blehart, cada vex mas las masas se ven implicadas en la vida politica, ‘entre otras razones® por el cambio inducido por los valores postmate- rialistas, lo que ha conducido a una situaciOn un tanto paradgjica: {Por un lado, se ha producido} un estancamiento de Is partcipacién electoral y ‘otras formas de partcipacién dirigidas por elites; pero, por otro lado, se da un aumento de las formas pacino las que se die alas elites |.) Las {asas en aaa de dscusi politica, un aumento en las formas de partiipacion poe ltica no convencional y el surpimiento de nuevos movimiento sociales son mai- 4. Loe poumstvaties adapta metas como ta promceién del adicambientey preservacion del calidad de id, ne neces inloso a conta del crecimiento eon '._ Las otas dos razones apundas son, primero, cl sumento en lo iveles educativos y un mayor grado de informacin pola y, segundo, el ncrementoen la patcipacin pon elas mujeres. 125 festaciones del nacimiento de la participacin direcroa de cites (Inglehart, 1991, 375376), Pero donde realmente la dimension materialista/postmaterialista resulta fundamental es a la hora de explicar el auge de los nuevos mo- vimientos sociales. Para Inglehart los problemas u organizaci secundarios frente a los sistemas de valores, ya que éstos propor la para que las personas actien. La dimension postmateri lista «ha jugado un papel crucial en el surgimiento de la ola de nuevos ‘movimientos sociales» En realidad los valores postmateraistassubyacen a muchos de los nuevos mo rmienos sociales. [| Las antiguas orientacones (el conflicto entre clases sociales) no relejan adecuadamente temas confiivos nevos como ef movimiento f minista, el ecologistao la oposicgn a la energia clear. Como persiguen metis {ue los partidos politicos existentes no buscan porauie no estin adaptados para Inacerlo, os postmateralisas tend. volearseen los nuevos movimientos s0- les (Inglehart, 1991, 421). Después de analizar datos relativos a los movimientos pacifista, _ecologista y antinuclear de doce pais rt concluye Este factor es un mejor predictor que la moviliz “Gm cognitiva (nivel de estudios més frecuencia de conversaciones poli- ticas con los amigos) o la ideologia. De todos los factores explicativos de la participacién en los nuevos movimientos sociales, la adhesion a valores postmaterialistas es el mas fuerte (Inglehart, 1990). Los enfoques tedricos sobre el proceso de modernizacién que he- ‘mos considerado tienen en comiin el hecho de poner su énfasis en los elementos estructurales de la sociedad. La existencia de un mundo sin hogar era, para Berger, el resultado de un doble proceso de racionali- zacién y buroctatizacidn de la sociedad moderna. La gramética de las formas de vida aparece como necesidad de respuesta ante la coloniza~ cién del mundo-de-la-vida que los medios poder y dinero llevan a cabo, en palabras de Habermas. El nuevo paradigma era para Offe el resultado de una busqueda de autonomia e identidad individual y co- lectiva, mas alld de las atrofiantes estructuras emanadas del consenso posthélico en torno al mantenimiento del Estado de bienestar. La ap. ricidn de valores postmaterialistas eran para Inglehart resultado de fa tores como el bienestar y la socializacién, Lo que autores como Berger, Habermas, Offe o Inglehart estén planteando con absoluta radicalidad son las condiciones estructurales “de la produccién simbélica en las sociedades industriales avanzadas. Hay, sin embargo, un problema que no teriisia de plantearse adecua- damente, Al margen de las dificultades, no sdlo terminol6gicas, que plantea la dicoromia radicalizada entre materialistas y postmaterialis- 126 Los movimienros SOCIALES ¥ LA ACCION coLECTIVA «as utiizada por Inglehart’, lo que me parece que puéde conducir a una interpretacién equivocada es la afirmacién de que «la dimensidn post- rmateralista ha jugado un papel crucial en el surgimiento de la ola de nuevos movimientos sociales» o que «el surgimiento del postmateria- lismo fue una de las condiciones clave que facilitaron el desarrollo del ‘movimiento pacifista o ecologista». De estas afirmaciones puede dedu- ise que la existencia y extension de los valores postmaterialistas son una precondicin de la aparicion y auge de los movimientos sociales, difuminando el hecho de que son los movimientos sociales los.que pro- | dicen, hacen surgir y reformulan los valores. Y es esta relaci6n la que | {v9 puede quedar oculta en la formulacién de Thglehart. En el préximo~ apartado dedicaremos nuestra atencién a dicho problema. 3, PRODUCCION SIMBOLICA: DE LA CONSTRUCCION DEA IDENTIDAD A LA TRANSFORMACION DE LA SOCIEDAD La idea de que el comportamiento colectivo es un imbito de produc- cién simboliea que opera en el seno de cualquier sociedad no estaba rimeras aproximaciones al and én colet 10 parecido sucedia con la mayor parte de aquellas ma- hnifestaciones del comportamiento colectivo a las que Smelser presté su atencién analitica. S6lo en autores como Blumer y, posteriormente, Tamer y Killian encontramos una atencién prioritaria ala elabora de pieces ones ce eS sociales y a la extensién de nuevos sig- nificados de la vida social (Gusfield, 1994, 60 a La influencia de la obea deM@Ws0miL a lgica de a accién colecti-" va en el estudio de los movimientos sociales desplaz6 la atencién de los |-\ analistas hacia las metas e intereses individuales de los participantes y sircomportamiento racional, sobre todo hacia la racionalidad de la a ciérrindividual en términos de costes y beneficios, y de los incentivos selectivos de que disponen las organizaciones para reforzar la partici pacién individual. Su influencia se intensificé gracias ala aplicacién de este esquema 4 los movimientos sociales considerados como formas de~ comportamiento organizado que precisan de una permanente movili- zacion de recursos (McCarthy y Zald, 1977). Esta nueva manera de entender el comportamiento colectivo se planteaba, en opinion de Gusfield, como una critica justificada a la teoria del comportamiento colectivo, pero contribuy6 a «restar impor- 6. Para una critic de Inglchart en este sentido véase Riechmann y Fesnindez Bue, 1994 27 tancia al papel de las ideas y los significados cambiantes como factores. fundamentales para la comprensién de los movimiento sociales. Sin embargo, el caracter difuso y, con frecuencia, apolitico de muchos mo- vimientos actuales nos hace dudar considerablemente de la utilidad de herramientas como los elementos asociativos y organizativos. Los mo~ vimientos actuales que han atraido la atencién de muchos socidlogos ppocas veces han mostrado una clara relacidn con intereses utilitarios, Con agentes organizativos, creando sectas comunitarias 0 surgiendo ‘como intentos de alterar las instituciones existentes. Lo que conocemos ‘como “nuevos movimientos sociales” son, en alguna de estas caracte- risticas, distintos del modelo de movimiento social que los soci6logos han descrito en el pasado» (Gusfield, 1994, 61-62). Por ejemplo, Ferre ha sefialado que «debido al individualismo radical de esta teoria, se ha- ‘cen muy problematicos los aspectos relacionados con la bisqueda de tuna comunidad y el valor motivador de los bienes colectivos. Al ser un fiodelo unidimensional de la conducta “racional” (estratégicamente ins- trumental) las formas de conducta no instramentales no s6lo no pueden ser tratadas, sino que otros sistemas de valores y formas de conocimien- to son sistematicameente excluidos de consideracién» (Ferre, 1994, 175). En alguna de sus versiones, la teorfa de la elecci6n racional consi- era la accién colectiva como un grupo de individuos egofstas que se retinen para alcanzar sus objetivos. En este proceso «las relaciones co- ‘munitarias y de dominacién anteriores al surgimiento de los movimien- tos no parecen ser relevantes, y se presta poca atencién a los activos pfocesos cognitivos a través de los cuales las personas se perciben asf rismas como miembros de los grupos y reafirman estas identidades con sus decisiones» (Ferre, 1994, 176). Una critica més radical es la elaborada por Pizzorno, Para este au- tor, el andlisis de la participacién en la accién colectiva que se realiza desde las teorias utiltaristas presupone unas condiciones de informa cion perfecta y una situacién en que «la incertidumbre del 1991). Con ejemplos convincentes tomados del movimiento ecologista, °°. pacifista y del movimiento por los derechos civiles en Norteamérica, Eyerman y Jameson formulan la idea de que aunque todos los activis- ‘as son en cierto sentido intelectuales, puesto que a través de su accion >see. contribuyen a la formacién de la identidad colectiva del movimiento, ‘ho todos los activistas participan de la misma forma en la praxis cogni- tiva de los movimientos sociales. Algunos se convierten en organizado- £55, Tideres 0 portavoces, mientras que otros son. menos visibles, Por otro lado, estos autores éstablecen una distincién entre los establish 132 Los MOVIMIENTOS SOCIALES ¥ LA AcEION coteenIvA intellectuals que se han formado dentro de contextos institucionales es- fablecidos y los movement intellectuals que realizan sus actividades dentro de un movimiento social Tanto la idea de Melucci de los movimientos sociales como labora- foros en lot que se producen sominuamente dsafios simbics como ia idea de Eyerman y Jameson de la praxis intelectual que se produce a staves de estas formas dE acion colctiva schalan el onigen de esa fore ‘ma de actividad humana que denominamos produccién simbélica. El analisis de estay fuentes simbdlicas de los movimientos sociales conti- ida careciendo de-we desarrollo suficiente, aunque no sueede lo mismo con los mecanisiios de-su-reproduccién y extensién. En realidad, el mbito de estudio de los movimientos sociales ha estado dominado du- rante las dos iltimas décadas por enfoques que se han centrado, prefe rentemente, en el conocimiento de los procesos de extensién de las di- vversas formas de accién colectiva, asi como en las condiciones politicas ‘que la impulsan o retrasan. Aunque existen grandes diferencias entre autores y trabajos que se enmarcan en cada una de estas corrientes, la ‘mayor parte de la investigacion empirica realizada recientemente ha encontrado inspiraci6n te6rica en lo que se ha dado en llamar la teoria, dela movilizacién de recursos ¥ la teoria del proceso politico, Para los analistas de la movilizacién de recursos la acci6n colectiva! es el resultado de un cilculo racional de los costes y beneficios de las diferentes posibilidades de actuacién, La movilizacion social es el pro- duct de actors como los recursos disponible, a organizacion de los ‘grupos y las oportunidades que encuentran los participantes en la ac- iin colectiva, Tanto Tos Factores estraegicos como el apo de organi zaci6n son elementos relevantes en la eficacia de la movilizacién de re- cur80s ¥, por lo tanto, para la consecucién de los abjetivos de la accion colectiva. Los aspectos sobre los que inciden estos autores son los re- cursos, la estrategia y la organizacion’, me = Junto aenfasis en la organizacién, en los iltimos afios se ha desa- rrollado ampliamente el estudio del contexto politico de la moviliza- cién. Autores como Tilly, Kriesi o Tarrow han sistematizado una serie de variables de las que dependen las oportunidades politicas que en- cuentfan Tos movimientos sociales durante la protesta. S. Tarrow.ha definido la estructura de oportunidad politica como el conjunto de dimensiones del entorno politico que proporciona in- centivos para gue se produzca una accién colectiva, afecrando a sus expectativas de éxito o fracaso. Este enfoque enfatiza, sobre todo, la 5 movilizacién de los recursos externos disponibles a un grupo determi-* (“T>-«\0! ) nado. Con este concepto se pretende ayudar a entender por qué los movimientos sociales obtienen temporalmente incentivos frente a las f 7._Se pueden enconerar execentesexposicions de dicho enfogue en Zald y MeCarthyy 197; Cohen, 1985; Jenkins, 1983; Klandermans, Tarcow y Krei, 1989, 133 clites 0 las autoridades y, después, los pierden répidamente a pesar de sus mejores esfuerzos (Tarrow, 1954, 85) [/__Tatrow diferencia dos tipos de elementos en la estructura de opor- tunidad politica, unos mas estables y otros que responden mas facil- mente a procesos de cambio. Entré los primeros, se subraya la itt eleierh) portancia de la fortaleza det Estado, medida a través del grado de 3 centralizacion/descentralizacion’ de sit estructura administrativa, y la ex, [2 posibilidad de reprimir 0 facilitar (control social) la accidn colectiva. Mientras un Estado centralizado tiende a concentrar las demandas de los gstores coletvos en In cima del sistema politico, los Estados des- centfalizados proporcionan a los movimientos sociales un gran miime- + to de puntos de acceso para Ia reivindicacion de sus objetivos en la f base del sistema institucional. En referencia a las formas de represion y control social, el Estado puede optar por una estrategia més represiva, (PL © por la utilizacién de medios mas efectivos de control social como la lewiimacin y la instituconaliacion dela accin colestiva, Entre los aspectos cambiantes de la estructura politica que propor- Cio jes y recursos a los movimientos sociales, S. Tarrow fe fa estructura politica son otros tantos factores que pueden extender y difundir las oportunidades de ciertos grupos para {llevar a cabo una movilizacién colectiva, "Tanto los recursos econémicos y organizativos como las caracteris- ticas del contexto politico influyen en la evolucién de los movimientos sociales, pero ya que éstos plantean cambios mas o menos profundos fen uno 0 varios aspectos del orden social debiéramos considerar, aun- que sea brevemente, el instrumental para analizar las propuestas ¥ con- srenidos que persiguen a través de su accién. Una de las aporcaciones fs sugerentes en este Ambito es, en mi opinidn, lo que se ha dado en llamar el frame analysis, 0 andlisis de los marcos interpretativos'. Con (el concepto de frame align jow et al. se refieren a la relacién awed THES 5, 464). El concepto rame alignment ¢s bastante similar al de consensus mobilization (Klandermans), y ambos se utilizan para analizar la comunicacion per- suasiva de las organizaciones de un movimiento’. Snow et al. definen 8, Veaselaaportacin de A. Rivas en eta mismas piginas, supra, pp. 181-215. 9. Ammbos soneptos guaran muchas smiles con oes como cognate {sieAdam) odiscurs public y paquets ideligicos (Garson) 134 frame alignment como el resultado de un proceso interactive que im- plica hasta cuatro tipos distintos de procesos: la conexién de marcos interpretativos (bridging), la explicacion y desarrollo de un marco lan, piifcation), la extension ‘de un marco interpretativo (extension) ¥ su tnslomacin fame aormaton (So ay 198 Los programas, causas y valores que algunas organtzaciones pro- inueven pueden no estar en Cdtonancia con’9 pareusanttehcos 2 los tstilos de vila convencionalesy a los marcos iterpreativos exstentes En tak eats, a transtomacin deo frames eset eguieeo|" Propuesta de nuevos valores y el abandono de los viejos significados y_ Exeenclas El resultado de exe proceso pucdever loose naoe de tn ambito o dominio especifico como los habitos ditéticos, las pauas de consumo, las actividades de ocio, los cambios de estatus para deter. minadas categorias de personas, ee 3 estOS Marcos <, generales Snow y Benford (1992) los denominan(master frames:|Con la, caracterizacién y atribucién de contenidos a este concepro, estos auto- ” famos Ia realidad social, asf como los mecanismos simbolicos de exten- >= sin de fos mareos emergents y de su posible éxito social, con el resul- >, tado del progresivo abandono de los marc es. 4 es in embargo, aunque todos Tos marcos funcionan de la misma manera pueden mostrar diferencias en") = los tres aspectos de que se componen. Cualquier marco dominante tie- 25°! nie que cumplir una funcidn explicativa a través de la elaboracion de ©). un diagnéstico que implica Tanto la identificacién de un problema como Ia atribucibn de culpabilidad o causalitad. En acgundo lugar, deseree, lla una funcién de articulacién, pudiéndose diferenciar entre unos mar- cos mas restringidos y rigidos y otros mas elaborados y flexibles. En tercer lugar, encontramos la funcién de movilizacion potencial que dependeria de dos variables: a) la refevancia para el mundo y la vida de Jos adherentes y simpatizantes y b) la capacidad de resonancia poten- cial, basada en la credibilidad simbélica 6 fidelidad narrativa (Snow yy _, Benford, 1992, 138-141). Con estos tiles metodolégicos es posible “I> analizar el proceso de extensién de Ja_produccién simbolica, que emer- siendo a través de la accion colectiva de los movimientos sociales se va. extendiendo progresivamente a otros mbitos sociales hasta peoducir, ent determinadas circunstancias, un eambio de valores. 135 4, COMENTARIOS FINALES Los enfoques que consideraban la accién colectiva caracteristica de in- iduos poco o mal integrados en la sociedad y procedente de sectores marginados han sido reemplazados por otros que ponen su acento en la bisqueda racional de determinadosobjetivos privados metas co- lectivas. El predominio de los anilisis basados en la teorfa de la elecci6n ra- cional ha conducido a privilegiar aspectos como los recursos, la orga- nizaci6n y las oportunidades que los grupos estructurados deben ges- tionar efieazmente en su accién estratégica con que pretenden alcanzar éxito en su movilizacién. Lamentablemente, esta forma de entender la accion colectiva no ha prestado tanta atencién a los aspectos simbélicos y culturales cambién presentes en el proceso de movilizacin colectiva. EI anilisis de los aspectos simbolicos cuenta con una larga tradi cién, como hemos puesto de manifiesto recuperando las aportaciones de autores clasicos como Blumer, Killian o Turner. También pensado- res como Smelser reconocen su relevancia, aunque se centran mas en los aspectos estructurales que enmarcan la accién colectiva de los mo- vimientos sociales. En las sociedades capitalistas avanzadas nuevas condiciones estruc- turales acompafian la emergencia y desarrollo de nuevas 0 renovadas formas de movilizacién colectiva, como han puesto de manifiesto los diagndsticos de Berger, { Tas aportaciones de autores como « “Byerman, Jameson y Melucci nos ayudan a entender el proceso de construccidn social de dichas identidades, mientras que metodologfas como la propuesta por Snow y Benford pueden arrojar luz sobre el Broceso de transformacién de los desis imbolicos en nuevos valores [REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Berget P. L- Berger, B. y Kellner, H. (1979), Un mundo sin hogar. Moderniza- cidn y conciencia, Sal Terrae, Santander. Blumer, Hl. (1957), «Collective Behavior», en J. B. Gittler (ed., Review of So: ciology, Wiley, New York. Cohen, J- (1985), «Strategy oF Identity: New Theoretical Paradigms and Con: temporary Social Movements»: Social Research. Diani, M. 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