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Filosofia andina Sabidurfa indfgena para un mundo nuevo + Segunda edicién — (Reimpresién) Josef Estermann COLECCION “TEOLOGIA Y FILOSOFIA ANDINAS” NeW La Paz - Bolivia 2006 E — FILOSOFIA ANDINA Sabiduria indigena para un mundo nuevo Josef Extermann Segunda edici6n, mayo de 2006 Primera reimpresi6n, junio cle 2007 Coleccién “Teologia y Filosofia Andinas” N* 1 © Derechos reservados s piopiedad intelectual cle autor ator: Instituto Superior Beuméaico ‘nino de Teologia (SEAT) ‘Av Sais Feeyre N° 1926 ‘Tel: 241 80:30, La Paz - Botvia Depésito legal: 4.1-362.06 osu 9905-87809 “vortada Ioagiin Cuevas © Pot interion “5 Tnpesi Iimpres on Bolivia “Prine in Bolivia Cuidado de eicion: Heydi GataraallSEAT Josef Estennann EDOBOL ‘Tels 241 0448 a Pat- Bolivia publicacion se hizo posible gracias al apoyo cle CORDAID de Holand: es 4 2 4 hk A los pueblos andinos con mucho carifio 3 paratitud Prdlogo 7! presente tabajy es el fruto de diez anos de convivencia con el aa y jagi andino y de una reflexién cada vez mis profunda acerca de la riqueza filos6fica oculta en las culturas andlinas. Soy muy consciente de que la cuestién de Ia ‘filosofia andina’ es altamente controversial, sobre todo en los medios académicos. A pesar de las muchas dificultades que encontré a Jo largo de mis reflexiones, me parece de suma importancia rescatar el pensamiento de los pueblos andinos como auténtica filosofia. En este sentido, el presente trabajo €s una muestra de mi gratitud a todas las personas que encarnan en su propia vida esta filosofia, los pueblos andinos que han suftido tanto y siguen sufriendo atin en el siglo XXI. Tengo la esperanza de que este tipo de filosofia (tal como hay muchas en nuesto planeta) ya no encuentre el rechazo rotundo de la filosofia académica occidental, ni de las filésofas y los fildsofos en el mismo mundo andino, La filosofia intercultural es una necesidad global a comienzos del tercer milenio de la eta cristiana, Slo me- diante miltiples didlogos (es decir: ‘polilogos’) podemos evitar con- flictos y guerras entre etnias y culturas. El presente trabajo es una pequefia contribucién a ello. Esta segunda edicion es una ampliaci6n y correccién de la pri- mera edicién de 1998. Se ha incluido la perspectiva aimara con su aporte lingistico y etnolégico, y se ha actualizado en lo posible la bibliografia Me queda agraclecer a todas las personas que han hecho posible este estudio, En primer lugar quiero mencionar a mi familia, mi es- posa Colette y mis hijos Sarah, Rafael y Christian, por la comprension y el espacio que me han brindado, Agradezco a Gloria Tamayo por la evisi6n del quechua y a José Condori por las correcciones del aimara. De igual manera, quisiera expresar mi gratitudl al equipa, del Instituto Superior Ecuménico Andino de Teologia (ISEAT) en La Paz que ha hecho posible la publicacién cle esta edicién ampliada y mo- dificada. Josef Estermann CAPITULO 1 Tntroduccién € las 100 millones de personas latinoamericanas que tienen que vivir con un délar por dia, un 80% pertenecé a la poblaci6n nati- va y mestiza, tiene color moreno 0 negro y vive en el campo 6 en las grandes barriadas o villas urbanas. Muchas y muchos que suften de hambre y viven en la miseria, tienen como lengua materna el nahua, aimara! 0 quechua. La “etnicidad” de la pobreza no sdlo es un hecho evidente, sino que ademas refleja una tendencia que ya habia sefa- lado el mismo Carlos Marx: “Las ideas de los dominadores son las ideas dominantes". Lo que ocurrié hace 50Q afios con el continente americano, se perpetia hoy dia mediante la hegemonfa econémica y cultural de Occidente, a través de la ‘globalizaci6n’ econémica neoliberal ¢ informatica, sustentacla y fomentada en parte por la filo- sofia postmoderna. En este proceso —que es de una magnitud y ‘necesidad’ (en el sentido de un determinismo histérico) mucho mayor que la misma Conquista las concepciones no-occidentales del universo y del ser humano no tienen ‘valor de mercado’ para poder competir con el paradigma dominante (que a la vez es el paradigma de dominaci6n) occidental, A lo mejor, son consideradas ‘ideas exoticas’ con un valor estético para la indiferencia concepwal y ética del ser humano y de ta mujer postmodernos. La concepcién totalizadora de la globalizacion Seqain los linglistas, la dicciGn “aionara” (con una D debe ser la forma espafola, para indicar anto el idioma como el pueblo y la cultura Cel idioma aimara"; "la ‘cultura aimara"; “el pueblo almara"). La diccién “aymara® (con una Y) es la forma {el idioma aymara (por ejemplo: “aymar parati” que significa “ghablas almaea?") y concuerda con el origen etimoldgico dela palabra, “Aymara” es Ia composiciéa ¥ contracciGn de "aya mara aru” que quiere deci “8 klioma de adios lejanos”. En este trabajo, escribo “aimara” siempre y coando esanna expresion del idioma es panol, y“aymara” siempre y cuando se refiere a una expeesi6n del idioma almara econémicay cultural es la punta del iceberg dle la mocernidad y postmodémidad occidentales que vnsi vez mis demuestra su aspira- ci6n supercultural y.‘totalitaria’ (en Séntido hegeliano)®. Este afin uuniversalista y totaitario se puede reafizar s6lo a condlicin de negar al ‘otro’ y a ta ‘otra’ en su alteridad, Una de las formas acacémicas mnie sutiles de negacién consiste en el eurocentrismo y occidentalismo de los mismos criterios de negacién y exclusion, La negaci6n del ‘alma’ de los varones y mujeres nativos de Abya Yala en el siglo XVI, de la ‘civilizacién’ de los pueblos originarios pre-hispiinicos y de los derechos civiles y politicos de los pobladores autcictonos, hoy en dia se viene tansformando en la negacién de su autodeterminacién econémica y cultural. Uno de los iltimas ‘hastio- nes cle resistencia’ colonialista, después de haber concedido (como en un acto de generosidad) fa humanidad, la culturalidad y 1a politicidad del ‘nativo americano’ y de Ia ‘nativa americana’, es la negativa académica de reconocer Ia existencia dle una auténtica filo- sofia no-occidental. A pesar dle que ef (neo-)iberalismo y la ‘toleran- ‘ia postmoclerna’ aplauden la rica tradlicin mitica, religiosa y cultural de los pueblos indigenas de América Latina, sin embargo siguen in- sistiendo en la ‘universalidad’ a priori de la filosofia occidental como el Ginico paradigma que merece este titwlo La pretensi6n del presente libro n¢.es ‘indigenista’ en un sentido Purista, ni ‘exclusivista’ referente a ta wadicién occidental que tiene muchos méritos. Se trata més bien cle dar voz y expresi6n a las y los que fueron acalladas/os por el ruido trinfador de las concepciones e ideas importadas ¢ impuestas a la fuerza a los pueblos originarios de Abya Yala, La excavacién de la ‘filosofia andina’ como el pensamien to racional implicito del ser humano y dle la mujer autéctonos de una ‘eta region del continente americano, es, a manera de un deber hist6rico, el gesto de la ‘dlevoluci6n’ de lo propio, maltratado, negaclo y supuestamente extinguido A la vez, es una protesta contra la situacién escandalosa de los oueblos andinos que sufren las consecuencias de una globalizacién a nedias, en la condici6n dle victimas de un mercado desenfrenado y de BE lenguaje (pseudo-Jhegeliano de la Floscfia neoliberal (Fukuyama, Novak) 00 fs enaual, sino que obedece a una familitidad paradigmatica La totalidad’ del Espiritu Absohuo de ta filosofia de Hegel es reemplazada por la “otal” del mercado y de la cultuya correspondiente. Ambas posturas son anti-wtpicas, tot Tatas y presumiblemente supra-culturales. tun imperialismo cultural sin precedentes. La mujer campesina quechi hablante, por ejemplo, soporta la discriminacién y marginalizacion dle manera triple: sexual, social y culturalmente. Sin embargo, ella es la Porticora de una milenaria riqueza sapiencial inconsciente y subterra- nea que ella misma ignora, Este desconocimiento es parte del proceso continuo dle alienacin y de la ‘obsesi6n’ por el paradigm ajeno? Para poder aproximarse al fenémeno y tema de Ia ‘filosofia~ andina’, es preciso romper con el eurocentrismo y occidentalismo (u occidentocentrismo) implicitos en la misma definicién y delimitacion de lo que se considera ‘pensamiento filos6fico' 0 ‘filosofia’ a secas. Parcialmente, también Ia postmodernidad pone en tela de juicio el caricter ideolégico y ctnocéntrico del ‘metatiscurso" flosofico racio- nalista de Occidente. Sin embargo, me parece que el paradigma postmodern, en el fondo, no es una ruptura epistemolégica con la tuadicién filosofica dominante, sino su expresi6n més inteligente, una Aufbebung de segunda potencia. A pesar de su renuncia a una con- cepcién que engloba todo y totalizadora del mundo (metar-récit), la postmodernidad es ante todo una corriente occidental con su arraigamiento en una cultura determinada.! Por lo tanto, no ofiece el * Uso en esta oportunidad dos términas qhe ya tienen una cierta Wirkungsgeschichte (historia eficaz) en América Latina, El concepto (Teverbach-marxiano) de la ‘ale nacion’ no s6lo juega un papel trascendental en la ‘Filosofia de Ia Liberacin sino que acompana el proceso de Ia emancipaci6n flos6ficalatinoamerieana des. dle sus inicios, Cabe mencionar los uabajos de Augusta Salazar Bondy (quien hhace uso del ténmino “inautenticidad!" de cuno existencalsta)y de Enrique Dussel Vense Salazar Bondy, Augusto (1968). Evite una filosofia ce muestra América? México: Dassel, Enrique (1980). Filosofia de la liberaci6n, Bogota. El concepto de Ia ‘obsesion’ es oxiginario de Lévinas (Lévinas, Emmanuel (1978, 1987). De otro modo que ser, 0 mas alld de la esencia, La Haya Cen francés, Salamanca (en espaioD. 147s6], pero usido aqui en sentide opuesto: El yo occ dental ‘ocupa’ u ‘obsesiona’ a Ia otra y al oto anidinos, tal como un embrién, resultado de una violneién, ‘ocupa’ lo ms inimo de la personalidad feaenia ‘Sin menospreciar el gran mérto de ia filosofia postmodeina de haber euestionado el paradigma racionalista monocultural de Occidente, creo, sin embargo, que no Negue a superar el occidento-centrismo en sus planteamientos y presuposiciones Jameson caracteriza la postmoclernidad como la “mutacin cultural del capital ‘mo mas reciente” Yameson, Fredric (1986). “Ideologische Positionen in det Posmodemisinus-Debatte". En: Das Argument N° 135. 18-281 AA pesar de su origen francés (en el post-estricturalismo), la postmodemidad se hha convertide muy rapidamente en la expresion filosdtica mAs nitida del yuppie omteagrericano y de su modo de vivir hedonistico y esteticita. 4: enfoque mas adecuado e icéneo para poder abordar la problemittea de la filosofia andina Opto aqui por un enfoque intercultural. La filosofia intercultural, antes de ser una corriente especifica con contenidos determinados, es una manera de ver, una actitud de compromiso, un cierto habito intelectual que esté presente en todos los esfuerz0s filos6ficos.> Es, ante todo, una ‘filosofia de la jnterculturalidad’, es decir: una reflexion acerca de las condiciones y los limites de un diélogo (© ‘polilogo) entre diferentes culturas. La verdadera interculturalidad (y filosofia intercultural) rechaza tanto las pretensiones supra- y superculturales, ‘como también todo tipo de monoculturalismo (abieito 0 camuflado) y etnocentiismo del pensamiento filos6fico, Por otro lado, niega (contea la postmodernidad) la supuesta inconmensurabilidad total entre las culturas y la indiferencia ética de éstas. En otras palabras: afirma un minimo de fonmensurabilidad entre culturas y el cardcter altamente ético del didlogo intercultural. La filosofia andina misma es un fend- meno multicultural y refleja una serie de ‘puentes' interculturales. Un aspecto intercultural ya encarno en mi persona. Mi concep ci6n filoséfica del mundo andino es un punto de vista ‘exdgeno- endégeno’, a la vez desde fuera y dentro (insider outsider). Yo no soy andino de procedencia, y por lo tanto nunca puedo (ni lo pre- tendo) ser sujeto de este pensamiento filos6fico, sino a lo mejor su intérprete (Hermes) y portavoz. Sin embargo, por haber vivido (y se- guir viviendo) en la condicién de ‘otro’ por afos en el seno de la cultura andina (6 mejor dicho: las culturas andinas), también asumo \ parcialmente el punto de vista ‘endgeno’ de esta filosofia, Fsta doble condicion de ‘afuera-adentro’, de auto- y héteroima- gen, sin embargo, no refleja un sincretismo o mestizaje cultural, ni tampoco una yuxtaposicién y. separaci6n estricias. Es la condicién ptactica y vivencial de la dialéctica fructifera del inter que atin es una ee Jfutopfa’ (un “no-lugar”), Por eso, no es mi afan de plantear o postular un ‘purismo andino’ a la vez nostélgico y combatiente, sino mas bien OG vee = Fomer-Betancour, Rast (1994). Filosofia fuercultural. México; especialmente 9.38. “También: Pstermann, Josef (1996). “Hacla na flosofia de escuchar: Perspect! vas de desarrollo para el pensamlento intercultural desde la adicién europea" En: Concordia Relbe Monograpbien. vol. 19. Aachen. 119-149; especialmente 13718, una apreciacién ‘fenomenol6gica’ de una realidad irreducible a es- quemas preconcebidos. La filosofia andina es ante todo la epifania sapiencial de la ‘otra’ y del ‘otro en su condicién de pobre, margina- da/o, alienadla/o, despojada/o y olvidada/o, pero desde la ‘gloria’ de su riqueza humana cultural y filoséfica.$ (© use conscienremente la terminologie religiosa que Levinas empled para describe la asimetsiae inadecuaci6n entee lo mismo (yo) y el ‘ol; o la ‘otra Caltesidad: Epfania” y “gloria”, [Lévinas, Eramanuel (1961; 1987). Totatidad e Infinit: Bsa ‘yo sobre la Exterioridad. La Haya (en francés); Salattanca (en espadoD. 225-229; “dens 978; 1987). De otro modo que ser, 0 mds allg de la esencia. ta Haya (en Francés), Salamanca (en espanoD, 22055 "6 SSHEHRRE RAZED SAAR ARARAROBAASAARAAR CAPITULO 2 {Cosmovisién, mito, pensamiento 0 filosofia? 2.1. Introduccién En el marco de la reivindicaci6n, por los movimientos autéctonos de muchos pueblos y etnias, de su propia manera de vivit y de concebir el mundo, se plantea también la cuestion de la existencia de ‘iloso fias regionales', ‘contextuales' ¢ inclusive de ‘étno-filosofias” y de su legitimidad, En base a la conciencia de la alienacién cultural en Afri cay América Latina (Asia tiene una historia muy distinta) y la crecida autoestima autéctona, en los wiltimos degenios han surgido distintas ‘filosofias’ no-occidentales. Dos ejemplos elocuentes son la famosa obra La philosopbie bantoue Ua filosofia anti] (1945) del misionero belga Placicle Tempels? y Ja Publicacion La filosofia ndbuatl Bstudiada en sus fuentes (1956) del mexicano Miguel Le6n-Poniilla?, En el transcurso de los tiltimos cin- cuenta afios, estos pioneros han sido secundados por un gran niimero dle estudios e investigaciones (no siempre muy serios) sobre ‘filosofi autéctonas’, ante todo procedentes de las etnias de los continentes de Africa y América Latina. En el tiltimo caso, este esfuerzo ha sido esti- ‘mulado y fayorecido por el surgimiento de una ‘filosofia latinoamerica- na’ auténtica, tanto de indole liberacionista como inculturadé Vease nota 9 de este capo, 2 Tempel, Placide (1959). Bansu Pbilsopby. Pars 1959. libro fue publicado por primers vex en francés en 1945. Vease. Tshlamalenga, Neumba (1979), “Die Philosophie in der alquellen uation Afkas™. Biv Zelscbnit fur podosophiscbe Porschuing vol 33.3. 428-40 > Leon Ponta, Miguel (1956). La fasta nda stadia en sus fuentes. México, “1a claborcién de una filsofia ltinosmesicanayputénica es decir: no como simple ‘eco’ de la Wadicién eutopgs-~ empers'*con el angeniao han Bastia _Albeidi 1810-1984) quien acuns' ef TSRspor Blimera vez el tetmino “Hlosofia » ® * e e @ a e ® ® 3 a a Ow SVCooo wee soeuevcew 7 > | Has 1a ‘losofa de i tberacién’ con Maritepu, Salazar Bondy, Duss y Cory, Entonces, la cuesti6n de ‘ilesoffas no-occidentales" en América Talind ya no es un simple asunto acackémico, sino tiene que ver con cl proceso de liberacién y con 4a reivindigacién de lo propio, des. pués de una historia de ‘coloniancién cultural dle précticamente qu lentes aitos. Tal como lo expresa Enrique Dussel en ka Inntroduucelon a su Filosofia de la Liberacton que vale set citaclo en extenso: “Contra 'a ontologia clisica det centro, desde Hegel hasta Marcuse, por nom brar lo més Iicido de Europa, se levanta una filosofia dle la liberacion de la petiferia, de los oprimiclos, In sombra que la luz del ser no ha Podido iluminar. Desde el no-ser, la nada, el otto, fa exterioridad, el tnisterio de lo sin-sentido, partir nuestro pensar. ES entonces, «na filosofia barbara’ Todos estos intentos pretentien cuestionar profundamente y so meter a la ‘sospecha ideol6gica’ Ia concepcién occidental de que la filosofia fuera el privilegio exclusive cel Mediterraneo, 1a reacci6n de la filosofia académica establecida en Occidlente y en las mentes ‘europeizadas’ de In periferia no se dej6 de esperar. La estrategia mas comtin y aparentemente menos racista —dlespués de los veredictos de Hegel y Lévy-Brubl®— consiste en el destinde (monocuttural) entre to que es ‘ilosofia’ y to que es ‘para-filosofia”, loaseicins, Povo rec 2 pa de In segunda del siglo pastdo, co (=e 4 psiase este programa e dos postuas dts, peet conten Por un lado, y Ia ‘losofia inculturada’ con Zes, Rusch, § ¥ Roig, por otro lado. annone, Miré Quesic Dussel, Enrique (1977; 1980). Filosofia ce la Wberacion. México; Bogotd, 26 t.187a £1 veredicto hegeliano sobre America: “Was bis jetzt sich hier ereignet, ist nur der ‘Miderall der Alten Welt und der Auscrick fremder Lebendigeit. Ls que sgl sucele asta el momento, es slo el eco del Mundo Viejo y Ia expresidn ae oun ‘italidad forinea..) Hegel, Georg Wilhelm Friedtich (1837, 1970) “Vorlesungen Uber die Philosophie det Geschichte”. En: Werke in 2wansig Bandon. Tome is Francfon/M, 114; (1998). Lecctones sobre a Filosofia de te Historia Unhereal, Ma. rid: Alianza Lévy-Bruhl (1857-1939) considera el pensaumienta americano no-euopeizado como ‘Peimiivo Lévy Brubl, Lucien (1922; 1945). La mentalté prinvive. Parte La meen, {alidad primitiva. Buenos Altes: Lautaro, teem (1927; 1986). L’dme prsvive fe ss: Ed, Felix Alcan; BT alma primitiva. Buenos Aites:Planets-Agostiol, En alusiéa a la ‘par Psicologia’ (hipnosis, celequinesia, telepatia, precognicisn, 16.) que siempre lucha para ser acimitidn en el canon acackemica dee ene El prelio ‘para’ indica la heterodoxia frente a una ontodoxta cleniea y scnderee, ‘estabecida. be menclonar que en fa historia han so las postuas herons ‘que han contribuidlo a vevoluciones friradignysticas en fas ceneiag €s decir: ‘etno- ‘pensamiento’, ‘cosmovisién’, ‘pensamiento nuitico’ o simplemente ‘setido-filosofia’. David Sobrevilla llega con toda claridad al punto, preguntindose (tratando del libro de Miguel Leén- Pontlla) “si se puede emplear la noci6n dle filosoffa para forinas de pensamiento no-occidentales”. Hay un supuesto implicito en esta pre- gunta: ‘Filosofia’ es un fendmeno suigido en las costas mediterrineas de habla griego en el siglo Vil a.C., y, por lo tanto, cada expresion ‘filoséfica’ no-occidental tiene que demostrar su ‘filosoficidad’ a la medida dél arquetipo griego-occidental Los veredictos de Hegel y Heidegger de que la ‘flosofia’ fuera eminentemente ‘griega’, podrian ser dirigidos —en contra de sus in- tenclones— contra Ia misma pretensiGn universalista de sus propias filosofias. No solamente Le6n-Porilla tenia que soportar, como un ‘nifio maleriado’, las amonestaciones de los ‘papas’ académicos y guar- dianes de la puteza filoséfica, sino también Tempels fue excomulga- do por el veredicto procedente de la pluma de un fil6sofo africano ‘europeizado’: “De hecho, se trata de una obra etnolégica con pre- tensiones filos6ficas, 0 mas simple, si puedo acuitar la palabra, de una obra de ‘etno-filosofia'."* Parece que los y las representantes filos6ficos/as de América La- tina y Aftica sean més ‘papistas’ que el Papa y que hayan interiorizado como aprendiices ejemplares la concepcién monocultural europea dle ‘filosofia’ de tal manera que ni se dan cuenta de su profunda alienaci6n e inautenticidad cultural. Salazar Bondy manifests ya en 1978 que la filosofia realmente existente en América Latina, “por imitativa ha sido hasta hoy dia, a través de sus diversas etapas, una conciencia enajenada y enajenante, que le ha dado al ser humana de nuestras comunidades nacionales una imagen superficial del mundo y de la vida’? " )Sobrevill, David (1992). “Pensamiento fllosélico 0 pensemiento mitica pre ~“ colombino?: La cosmovisién naluatl y el surgimiento de la filosofta", En, Bus. quedas de la filosofta en ef mundo de hoy. Cusco: Bastolomé de las Casas, 163. 208; 163, ° Hountondj, Paulin (1983). Afiican Philosophy: Myth and reality. Londres. 34. Ea. <1 original: “In fact, it is an ethnological work with philosophical pretensions, oF ‘more simply, iF way coin the word, 2 work of ‘ethnophilosophy”™ Salazar Bondy, Augusto (1978). “Sentido y Problema del Pensamiento Filossfico ispanoamericano", En: Cuadernes ce Cultura Latinoamericana. N° 12. México, £2130, 21 ‘ Antes dle presentar y analizar los rasgos principales de la ‘ifOsq, fia andina’, hay que discutir entonces algunas concepciones funda mentales sobre lo que es ‘filosofia’. En primer lugar, mencionacé la concepcién (moderna) clisica clominante de Occidente; en segundo lugar la definicién postmodern (también de procedencia occiclen- tal); y en tercer hugar la concepei6n intercultural 2.2, Filosofia’ en la concepci6n occidental dominante La historia de la filosofia occidental nos presenta un sinniimero de definiciones de lo que es ‘ilosofia’; practicamente existen tantas defi- niciones como filésofos y filésofas. En este senticlo, no podemos ha- blar de ‘la’ concepcién occidental de ta ‘filosofia’, sino de distintas concepciones, en plural yw 1 significado de la ‘filosofia’ no siempre ha sido aquél de “bus- las primeras causas y verdaderos principios de los que se puedan leduicir las razones de toro aquello que uno es capaz. de conocer” escartes)", y no siempre se suponia que la filosofia fuera “los pen- amientos cristalizados de una poca” (Hegel), Entre las descrip- ‘ones alternativas puedo mencionar —a manera tle ejemplos— las iguientes: “Meditacién sobre la muerte” (Plat6n); “un arte de la vida” Géneca); “cultivo del espiritu” (Cicerén); “introito a la religi6n” (Pico ella Mirandola); “amor de la sapiencia de Dios” (San Agustin), "amor de los mitos” (Arist6teles).? Una cierta postura filosofica y cultural nos hace creer que la ver- dad sobre la filosofia se manifiesta en sus origenes (int origine veritas), tanto del término “filosofia” (etimolégicamente), como del mismo fe~ nomeno de la filosofia (genéticamente)."' La definicién etimologica 1 *Checcher les premieres causes et vrais Principes dont on puisse déduie les raisons dle tout ce qu’on est capable de savoir" [Descartes, René (1644, 1995). Principia Poilosopbiae (Prasfasium), Madkic: Alianza, 1X5) “Philosophie ist thre Zeit in Gedanken gefasst” (Hegel, G.W.E. (1831; 1966), Vorlesungen aber Philosophie der Religion Ed. por G. Lasson. Hamburgo. 16-27 “hss vitae” (Séneca}; "Cultura animi" Cicer6n}; “Philasophia incoatio est religions (Pico della Mirandala); "Amator sapientiae Dei" (San Agustin. De Ciuitale Det VIL1 (PL 41.225} identemente nos referimos a Heidegger y st exalacin de bi logos presocratics ‘ame todo de Parménides); pero también porlemos mencionar a Nietzsche como representante de esta concepcin (pust). revela dos aspectos que en la concepcién moderna (postrenacentista) casi desaparecieron totalmente: ‘il er con ‘amor. ¥ _sabidurfa’-EI primer aspecto enfatiza una pasién, un compromiso, ‘un sentimiento profundo, una connwcién exis , 0 hasta podria ‘mos decir: una fe (aunque no en sentido religioso estricto). Y el se- gundo aspecto Csabiduria’) subraya el nexo necesario con Ia expe- riencia vivencial (Erlebnis), la macurez personal, la riqueza experi- mental, la meditaci6n profunda ¢ incondicional Estas connotaciones, junto con la separaci6n de filosofia y tealo- _gia, de Filosofia y vida practica a comienzos pasaron sin mayor la €poca_ moderna, protestas al quchacer extra-filoséfico. La filo na —en forma estricta— ya no es ‘amor’ (sino “método’ y ‘ciencia’), ni ‘sabidurfa’ o conocimiento sapiencial, Por otro lado hay que advertir que la esimologia slo consideraba la tadue- ientiae amor), pero dejo de lado la traducci6n igualmente.valica ‘sabidurfa del,amor’.® La ‘filoso- fia’ quedé entonces como un cuerpo anémico y desanimado, como? ." § ¢ ‘ciencia estticta’ (Huser), ‘andlisis lingiifstico’ (Carnap) o hasta mera ‘historia de la filosofia’ (en la filosofia académica contemporinea que se ha convertido en gran parte en “filosofia rumiante”). y La definicién genética (por el origen) construye una dicotomia ahistorica y artificial entre mythos y logos, supuestamente surgida con) ¢ los primeros milesios (Tales, Anaximandro, Anaximenes) en las ti- beras mediterraneas. Se olvida o suprime normalmente el hecho que la filosofia occidental tiene su origen en Asia, en la periferia del im-| perio griego, y no en el centro politico y cultural de la civilizacion | occidental de aquel tiempo (Atenas y Roma). La ‘sabiduria’ muy rapi damente tenfa que ceder el campo al Logos; los sophoi (sabios) se convertfan en ‘fil6sofos’, y el ‘amor’ slo qued como reminiscencia lingiistica en el témino “Filosofia” a ‘filosofia’ se_convertia entonces, empezando con Plat6n, ‘logologia’ o ‘noologia’, estudio distanciado y_teérico del logos y nous. EL amior pasional (eros y philta) inicial se enfriaba, y con él el com- promiso personal con los problemas practicos, politicos y existenciales, lésofo no es s6lo el amante det saber sino que es ef mismo sapiente del amor, eso €s, un saber que no cesando de amar sabe (Saborea) que el amor n0 5 posesién sino didliva, que el amor ne termina-mypea, ni se queda fijo una vex 3 ff apap Pata tain (957) a experiencia filosfica de a india. Ma did, 16 © ¥ \) . SSCSTCSCSOCPSIPIDIVGVIIVVS VIG IVI IGSIC DD 1a filosofia poco a poco dejaba de ser imterpretacién apusionada de Ja experiencia vivencial y se convertia en ‘teoria’ acerca del ser (onto- gia), del conocer (epistemol@gis) y hasta en interpretacién de la interpretacién (historiografia)." Para salir de Ios apuros, porlrfamos distingvir (como algunos es- tudiosos sugieren) entre un senticlo amplio y un se cto de lo que es ‘filosofia’. La filosofia en sentido amplio seria entonces todo el esfuerzo humano para entender el mundo, a través de las grandes preguntas que la humaniclad ha formulado; y esto ce hecho compete a todos los pueblos en todas las épocas. Algunos autores suelen llamar este tipo de filosofia “cosmovisién’ o simplemente “pensamiento” del cual la ‘filosofia’ en sentido estricto seria una sub-forma especifica La definici6n (esencial) de la ‘filosofia’ en sentido estricto enfatiza justamente los rasgos que la filosofia surgida en Occidente de facto fiene: Racionalidad l6gica; metodologia sistemética; actitud anti- mitol6gica; cientificidad; graficidad; individuatidad del sujeto (filéso- fos y fil6sofas hist6ricamente identificables). Como por arte de ma- Bia, es “lefiniei6n a prior? concuercla con el “tipo ee pensamiento que surgi6 en Grecia hacia el siglo VI a.C. con los presocriticos, y después con Sécrates, Plat6n, Aristéieles y las escuelas postaris- totélicas"”. Con lo que quedaria ‘demostrado’ que la ‘ilosofia’ en sentido estricto fuera un privilegio exclusive de Occidente (quod erat demonstrandum). Para refutar este silogismo falaz, hay que cuestionar ante todo la distincién entre estos dos ‘sentidos’ de ‘filosofia’, como una distinciéa monocultural (e ideotégica ‘en Ia medida de su universalizacién), he- cha por la misma filosofia occidental.®* Toda la “mania clasificatoria” "a unten de pas y dl eis’ oso por aldo cognosetva Y absractiv en a cori, puede ser conparad con a eosttocon de onic Porloapolino a pant de Socates,ctkeada durante por Federico Nietsehe Sobre, David (192) “zPensamiento flosdico o pensamien mica preeo- lombin® 1a cosmovision nals ye! srgatento J a host En: Buleedas dea eof em ef mus de oy. Bare dee Cn. 169-208, 16h Se trata en el fondo de un po sky st de petit princi Lo que se quiere define como ‘safe, se premupone come Terminus a gu dela inc de ‘us pos de pensaminto Algo c lost ena media en que cemespona al purdignaextablectdo de iosof’ (octet. Cada tno de dla a sola’ monoculuamente (ede tin determina ultra es a define par J tculas, y por tanto cultualmente relativa. Algo pasecido ocurre cuando una fel. sid 0 confesion pretended finise calficando @ la otra 0 al otro como ‘sect ts 3 (Panikkar) del espirita occidental procura establecer dicotomias y contraposiciones ‘tiniversales’: entre Io ‘puro’ € ‘impuro’, lo ‘espititu y lo ‘tnaterial’, lo ‘cientifico’ y lo ‘extra-cientifico’, lo ‘teol6gico’ y lo ‘flos6fico’, mythos y logos, teoria y priictica, Dios y mundo, interior ¥ exterior, etc. En el fondo, tales distinciones son el reflejo del principium tertit non datur, 0 sea: de la l6gica exclusiva de Occidente. También la distinci6n entre ‘sentido amplio’ y ‘sentido estricto" es una forma de este procedimiento, sobre todo al hacer coincidir el ‘sentido estricto’ con las cualidades de ‘verdad, ‘autenticidad! y ‘pure- za’.!° ;Podemos realmente pensar que una sola cultura (Ia occidental) lograra acaparar y cooptar en forma exclusiva un fendmeno tan esen- ialmente humano como es la ‘filosofia’ (y no solamente en ‘sentido amplio'® ¢Acaso el logos es un privilegio de una raza y de una cultura determinada, con fa consecuencia de que otras culturas (y razas) s6lo leguen a tenerlo en la medida en que ‘imiten’ y ‘copien los resulta- dos de su desenvolvimiento en Occidente? Segtin este critetio eurocéntrico, en América Latina (pero también en Africa y Asia) no puede (a priori) haber existide una ‘filosofia’ hasta el momento en que la filosofia occidental (que se concibe como, la tinica ‘estricta’) pisara tierra en estas partes ‘biirbaras’ del globo terréqueo. Pero también, podemos preguntamos si la definicién ‘es- tricta’ de la filosofia es una'descripcién tipica y adecuada del queha~ cer filos6fico occidental Lo que ha surgido con los primeros presocriticos y ha evolucio: nado a lo largo de Ia Antigiiedad, es decir: la ‘filosofia griega’, no cumple ni con lo mas minimo los critetios mencionados para set una ‘filosofia estricta’: Sigue siendo un pensamiento mitomorfa Gc tos mitos usa Platon en sus Didlogos?); no siempre es grabada en escritura (gran parte de los presocriticos y el propio Sécrates); con- tiene un alto grado de ‘sabiduria préctica’; es impregnada por la relt- giosidad popular griega; no sigue un método establecido; no es del todo sistematica; no se trata de filésofos ‘profesionales’ y ‘académi- cos’, mantiene un nexo vivo con los problemas practicos de la vida, Y pasando a la época medieval, la filosofia tampoco se nos revela en ‘sentido estricto’. ;Cémo la filosofia (en ‘sentido estricto’) puede Aunque Immanuel Kant ha sido el representante mis destacado de la hilosofica (que refleja su pietismo religioso), la historia de la flosofia occidental fest colmada de intentos de reducir Ia sabidiiia 4 conceptos puros, cienci este 'a, ogica binaria y principios inequivocos, i ser una consolatio (Anicio Severino Boecio), un amor (San Agustin), una ancilla ant Tomas cle Aquino) 0 hasta la vera religio Gidan Escoto Eritigena)? La concepcién occidental de Ia ‘filosofi’, que se yuxtapone al pensamiento mitico, las cosmovisiones y Weltanschanungen, parece haber nacido recién en la época postrenacentista.” Se trata dle una concepcién reduccionista y excluyente, hasta el extrem que hoy dia la misma filosofia en sus ‘batallas de repliegue’ esti a punto de per der su raz6n de ser, con la excepcion de estudiar como ciencia “ru tniante” su propia historia (historismo) 2! > __. Bn primer lugar, se ha ‘emancipado’ de la teologia y de ta reli- gidn, marcando claramente la linea de separacidn, y dejando todo el ‘campo’ de lo divino a una disciplina no-filosofica. En segundo lugar, se ha separado de las ciencias naturales, perdiendo todo el campo de la cosmologia. En tercer lugar, también tenia que ‘soltar’ las ciencias humanfsticas como la psicologia, la sociologia y la antropologfa. En ccuarto lugar, hasta la légica se separ6 de su madre ‘filosofia’ para ser una ciencia auténoma, relacionada a las matemiticas. La metalisica ya se mud practicamente a la religion o la esotérica, y hoy dia, la neu- rologia, genética y ciberética vienen reemplazando paulatinamente a la gnoseologia. : Inclusive la ética y la politica pretenden ‘emanciparse’ dle la figura maternal de la prima scientia que de esta manera no s6lo resulta la ‘iltima, sino la mas anémica. El reduccionismo metodolégico y topolé- gico (en el sentido de los topo! philosopbikoi) ha dejado huérfana a esta ciencia que siempre pretendia ser ‘universal’ en cuanto a su obje- to, pero que en realidad se ha retirado silenciosamente a una ‘existen- cia vacuna’ de ‘rumiar’ lo que generaciones anteriores han digerido. El proceso incontenible de fragmentaci6n cel mundo, de la vida y de la experiencia humana en la modemidad (y postmédernidad) % Este ‘olvido" de la gran variedad de acepeiones pre-renacentistas de la “ilosofia’ un indicio del cardcter ideol6gico de la concepcién occidental moderna de la ‘flosofia’. 1a supresion (para hablar en términos psicoanaliticos) de parte de st propia historia recién permite defendler la idea ce una pureza racionalista muna realmente alcanzacl, % Empleamos aqui el término “historismo* en el sentido nietescheano de ‘hacer sélo historia de fa fllosola’, interpretacién de Ia interpretacion, en vez de ‘hacer Alosofia” (Segunda Gonsidenacisn Intempestioa), CE. Sobrevilla, David (1996). Lat Filosofia. Gontemporanea en el Port Lista. 27; 76. >} cosmovisi6n, las ¢ sopbia, otientacién y ayuda para ki vida, de este nexo imprescindible: entre la multiplicidad de experiencias y las ‘ciencias’, de la pretension “holista’ y ético-céntrica, se ha convestido en la época moderna en un | ‘mito todopoderoso’ (un “metarretato") de la racionalidad, que no i | sélo reduce el quehacer filosbfico * un procedimiento metodolégico, pe sino que excluye definitivamente muchas formas de concebit la reali- : | dad de la autodenominada ‘ciencia estricta’2® @ El proceso recesivo de demarcacién —definir la ‘filosofi deslindéndola negativamente del mito, de la religi6n, la teologia, la incias reales, de las Wellanschauungen— revela en el fondo una ‘crisis de ilenticlad de la misma filosofia. La misma Hustracién ya no permite ‘definir’ ostidamente la propia naturaleza de fa filosofia. Una de las estrategias entonces consiste en Ia definicién genética: ‘filosofia’ es lo que surgié con los primeros milesios (Tales, Anaximandro, Anaximenes) en el siglo VI a.C. y que evolucion6 a lo largo de las épocas posteriores. Lo que —cabe reiterar— llega a ser una petitfo principit a Pero el rasgo principal y mas devastador de la ‘auto-proclama- ci6n’ moderna de la filosofia occidental, consiste en su creciente ideologizacion (a pesar © gracias al espiritu critico): Lo que habia sur- J gldo dento de una cierta cultura (Grecia joni) y en wna determinada Epoca (siglo VI aC), se convierte en la era moderna (sobre t at el racionalismo € idealismo) en philosopbia perennis, en un fendmeno® supra-cultural y a-hist6rico. La mono-culturalidad occidental de la ‘ilo- iad?) Ja paticularicad y contingencia lle- ha afectado considerablemente la concepcién de la filosofia’. De'una 4 z| 3B Soffa’ se toma supra-cultu gan a convertitse milagrosamente & : tensi6n intrinseca entre estas Categorias todavia se manifiesta ) dh Hegel) representante mas destacado de la ‘otalizacign’: Por un to espacio-temporal. En Occidente, se suele identiflar lo supea-cultural con 10 ea : lado, la filosofia es "los pensamientos cristalizados de tina época” y Pot lo tanto es hist6rica, relativa a una cultura y contingente; pero Por otro lado, sit propia filosofia es conegbicka como la Aufhebuing de todas las expresiones filosofieas particulates, como la auto-concep- cidn absoluta del mismo concep:0, 0 sea: como ‘filosofia absoluta' La relatividad cultural ¢ hist6rica cle! pensamiento filos6fico (“reflejo conceptual dle una época”) Mega a ser ‘dialécticamente’ absoluteza supra-cultural y meta-hist6rica: ‘Filosofia universal 2 Esta concepci6n occidental moclerna tiene graves consecuencias para cualquier tipo de ‘pensaiiento' que no se adectie al canon de la supuesta ‘universalidad’ y ‘atemporalidad’ (phtlasophia perennis) de {a filosofia occidental, No s6lo las grancles tradiciones orientales dle la China y de I Thala, sino tambien muchas tormas ‘heterodoxas’ y ‘heréticas’ en el mismo seno de Ia tradicién occidental, son depura- das y excluidas por el purismo de Ia ‘filosofia estticta’ y pasan a ser ‘cosmovisi6n’, ‘pensamiento’ y ‘religiSn' Ja tradicién occidental dominante se auto-declara ‘la tinica filo- sofia’ en sentido estricto, y todo el resto 0 bien es aufgehoben (con- servado, negado y elevado) implicitamente en esta tradici6n, o bien 8 excluido definitivamente de la misma. Estas dos estrategias —ab- sorci6n y exclusiGn— teflejan una vez més la racionalidad exclusivis- ta de Occidente: lo ‘otro’ o bien sufre la absorcién total (que es una negaci6n canibalistica) en su posible incorporacién al modelo domi- nante Caculturaci6n’, “imitaci6n’), 0 bien la exclusién total (que es ‘una negacién f6bica), La alteridadi€s enemigo 0 parte de uno mismo, { pero no interlocutor auténomo® 1a Filosoffa de la Tiberaci6n latinoamericana ha puesto de mani- fiesto la manera cmo [a filosofia occidental se relaciona —sobre todo en la época moderya— con la alteridad, No ha sido posible % Hegel sao ‘lleva al concepto" (auf den Begriff bringen) lo que la filosofia moder na Occidental implictamente presupone: La pasticlaridad (cultural) de la fitovofia (con respecto a su contexto) se convient en universlidad (y supra-cultualiid) en la medida en que es ‘losofia de lo universal’, La maxima expresién ideologica dle este category mistake (Ryle) se halla cn la-ecunci6n hegeliana: a filosofia del Absoluto es la filosofia absolut’ Acetcn de 10s distintos modes de c6in0 se rela i6n Nloséfiea ocet- ental con ta alteridad (cultural), véace: Estermann, Josef (1986). "Hacla una filo. soffa del escuchar: Perspectivas dle desurrollo para ef pensamiento intereultical desl la tradicién europea". En: Concordia Reibe Monograpbien. Vol. 19. Aachen. 119-149; 126-130, ‘incorporar’ (aufbeben) tas grandes tradiciones filoséticas cle la Inia hina; por lo tanto, habia que ‘negarlas’ declardndolas ‘pensamien- to religioso exético’, excluirlas de las grandes historias de la filosofia, || rebajarlas a puras ‘cosmovisiones’ y “pensamientos mito-mdrficos’ El ‘descubrimiento’ de fa alteridad americana Hev6 a otra estrate- lio’ o bien es declaraco sub-tumano (un animal sin alma), © bien puede conventirse y ser converticlo en cristiano Cy por lo tanto seri como nosotios’). Tal como dice una expresién conocida de la negacién, incorporacién y exclusién: Declarar ef propio pensa- miento como ‘etno-filosofia’, construir filosofias ‘anat6picas’ (hetero- éneas)* en culturas no-occidentales, ‘occicentalizar’ a la elite no-occi- dental, ‘musealizar’ (declarar patrimonio de la humanidad’) y ‘estetizar’ formas autéctonas de concebir el mundo. De la concepcién occidental dominante de It filosofia’ se dlesiva 4 priori que no pueden existirfilosofias afticanas’ e ‘indigenas’ lado a lado con Ia occidental, ni ‘ilosofias pre-occidentales' (pre-hispani- cas, pre-lusitanas, pre-colonialess.€€ada pensamiento no-occidental llega a conyertirse en “filasofia’ en la medida en que logra adaptarse a los criterios occidentales del quehacer filoséfico, 0 sea: en Ja medi- da en que renuncia a su propia cultura Tal como las y los indligenas de Abya Yala s6lo podian ser ctis- Uanos/as a través de la ‘circuncisin’ occidental, también las y los ®) esmino “anatopismo", acado por Vitor Ankés Beladnde (1889-1966) en sus Medtacones Peruanas, quer ses el crictersumamenteallenado Ge ih pensanento, en especial det ltlnatierano ue ‘tranplant simplemente la Hosta oceidenal en suelo Copad smereano, sin tomar en coena a propia vealldad, las ets lainoamerttnas son en gran medida “auatpiea, no 2610 | ep + pentane, so nbn ef ses a met Wen genera ease: Estrmann, Josef (2003). "“Anatopitmo come allenacin cura: Cultural} le deminntes y drinaas en el dnbto andino de Ameren Lao Ex Foc Detacour, Hol Cultus Poder eect y Asti rire ar Cue_| lo ren of contest del globaiaactn. lm Desde Je Dreuwer 17-202 ©) sin Mose ge define genticamee como “lsota ceed ( a frork ~ ‘leg, ona tol cdc aan 0 tdlgen eat lament Sle (comrade bs adacigy en la concept omar, i propostion a {¢ Mewosesocldena' es tsuda enonces cone salter pensadotes/as autéctonos/as tienen que someterse a la ‘circunci filoséfica de la racionalidad occidental moderna. La llamada “filosofial latinoamericana” merecia clurante siglos el titulo ce ‘filosofia’ sélo gra- cias al hecho de que era una mimesis mas o menos fiel del estandar occidental (ante todo europeo) de Ia ‘ilosofia’, un ‘eco’ (como dijo Hegel)” de las corrientes europeas de turno. Cada ‘pensamiento’ in- compatible con la normatividad filosofal occidental, suftié una de las nntiltiples formas de negacién, exclusidn 0 incorporacién. Cabe resaltar que la llamada ffilosofia offa occidentakC@Stambién un fenémencfmulti-cultaral-y n6-monolitico, Parafraseando una palabra de Marx: Ia ‘concepcin dominante’ de la filosofia occidental es la concepci6n de las ‘posturas dominadoras' en la historia de 26 siglos de ‘filosofia’. También en esta historia existe una ‘historia subtarranea’ y ‘olvidada’, desapercibida por la historiografia “ “ondonat Iaparte de las dos grandes culturas forjacloras del ‘espirita occidental’ —greco- romana y semita— existen otras influencias ‘heterodoxas': Egipto, In- dia, Persia, Arabia, y: qué clecir de la suerte de las culturas indigenas de Europa (normandos, germanos, celtas, francos, helvéticos, etc.)? Falta escribir una ‘historia de. las ideas’ heterogéneas y ‘heréticas’ en { Ja misma tradicion occidental, Los maltiples procesos de transcultu- raci6n, aculturaci6n y super-culturacién a lo largo dé los 26 siglos de esfuerzo filoséfico nos hacen recordar que ‘la filosofia occidental’ es una sintesis m4s 0 menos consistente cle un sinntimero de ‘etno-filo oer es decir: de concepciones culturalmente determiriadas e his- (Gricamente situadas” 3. ‘Filosofia’ en la concepcin postmoderna BI proceso de absolutizacién’ de un cierto tipo de racionalidad —surgido en la época moderna de la cultura occidental— como 5 CF nota 6 de este capitulo, 5@ Verse: Fornet-Betancourt, Rail (2002). Modelle befielender Theorie in der ‘europaischen Philosopbiegescbichie: Bin Lebrbuch. Prancfow/M. [Acerca de la heterogeneidad cultural intrinseca de la filosofia europe Esermann, Josef (1996). *Hacia una filosofia del escuchar: Perspet desarrollo para el pensamiento intercultural desde la tradicién europea”. En: Concordia Rethe Monograpbien. Vol. 19. Aachen. 119-149, en especial el ca pitulo "La tradicién europea: Una construcciéa desde Ia multicultaralida (221-125), dernida&Puna instancia critica muy dura y radical. Bsta vertiente esencia ideal (cidos) dle lo que es ‘filosofia’, halla en la postmo-_ sofica (que es mucho mas amplia que sélo filoséfica) pretende tras- cender las fronteras dle la moderniditd caracterizada por el paracligma dominante de la raz6n ilustrada que ha venido a conveitirse paulati- hamente en ‘raz6n instrumental’ y tecnolgica. Si bien es cierto que yaen el sigh Xixlhabia movimienios anit ilustristas.yantiracionalistas (Gierkegaard, Nietzsche, Schopenhauer, Bergson, etc.), la_postino: dernidad pretende acabar con cualquier meta-récit (metarrelato) q) se entiende como. una ‘interpretacidn. total del. mundo. y_de la reali- peer eee rene eer re eee “Gsiructuralismo)][Segiin Lyotard, Ia modernidad oceidental ha produ- cido tres ‘metarrelatos': La ilustraci6n, la filosofia idealista y el historicismo (que abarca tanto al marxismo como a la concepcién. judeo-cristiana), Las y los portavoces de estos ‘metarrelatos’ creen sin excepci6n en un orden racional cle! mundo y de la historia que el ser humano es capaz tle descifar por su raz6n. La postmodernidad CB) Cabe una nota sabre la terminologia. Mientras que el término “postmodernism” se usa en priaer lugar para fa teoda liezaria posterior al “modemisino" latinoamerica- ‘no (1905-1914), el téimino “pastimodennilad” viene usiindose sobre todo en el con- texto histérico y filosico (postmodarniié fr; posimoderatyingl; Postmoderne ale; ¢ postmodernita it). La definii6n de! "posvnodemismo” fue utlizada también en ‘América Lalina en It edicién de 1952 del Diccionario Enciclopéiico dle UTEHA, aparecido en México, en donde se puede leer: "Postmodernismo. m.; movimiento Ierario conservador, dentro del madesnismo, Fuente det ultamodernismo mas 0 ‘menos revolucionario”. La aplicaciéa del iérmino “postmodernidad” en el émbico de Is historia es hecha por Arnold Toynbee en su libso A Study of History (934 1961; 12 vols), en donde afimma que fa postshodernidad es la tina fase de la cultuea oceidental, prevista ya alrededor de 1875, En espaftol, se usa indiscriminadamente *posmoderno” y "postmoderno", ambos ‘ésminas (y sus derivados) aceptades por Ia Real academia de la Lengua Espano- Ja, En visa del uso internacional del «nino, doy preferencia a la escsinura con la "ey uso el téemino “postmodernilac” para fines filasdfcos. Lyotard, Jean-Frangois (1979; 1980, La candition posimagerne: Rapport sur fe savoir Paris: Minult; La condiclén postmoderna: eorema. Madd Citeda. 14 Sn y plantea wv ‘cultura de la sospecha\; Nietzsche e la sagpecha— es consideraclo el primer filéso- V fo postmoderno avant fa lgtre Sin embargo, la critica postmuocerna es wna erftica pr e intra-cultural. En continuicad’ con elip jpostmociernidad{ se comprende_come, fde-constn 16H MWBBOTica de Occidente, Gmpezando eon la de-centiici6n del su- lo por el cuestionamiento de valores universales y legan- critica de Ia unidimensionalidad del ser humano racional mo- Bia modernidad crticada y reconstruida por la postmodernidad es una modemnidad occidental, es cecir: una modernidad culturalmente determinada, y no una supuesta mocemniclad universal 1 sofia postmoderna puede ser jnterpretada como la tillima expresién (dialéctica) del espititu_moderno occidental, pero F ‘lc ninguna manera como Ja superacion definitiva del paradigma occ como.tal. La péstmoderniciad es un movimiento surgido de en- | 9: tre las clases media y alta de la sociedad inclustrializada y rica del he- f misferio norte (Europa occidental y Estados Unidos principalmente), Lis@i) un fenédmeno tipico de los yuppies Groung urban professionals) y los o> dinks (double income, no kids) y de la especulacién bursitil, en fin: de la <—? nueva, generacién, hedonista dela parte cica de Ja tierra) La ‘indiferen- cia’ propagada por la postmodemidad como una nueva liberaci6n, s6lo se la puede pen she satisfechas las necesidades basicas. El esleticismo postmocerno enfatiza la conversiGn de valores cognoscitivos, Aiicos y sociales en valores netamente estéticos de agrado 0 desagra. do: Lo mas diverso y lomenos homogéneo y monétono el fendmeno, Jo més bello y agradable (United cclours of Benetton) * () eintsafo past esrvcmaia que bx conttuido mis a elaboracin de ua lesa pposimoderna, es sin dda Jacques Daa. Segdn el pensamientolopoctnics fe ccdente tiene que sr leconsivido para abel campo * un pete ‘gramatologico’. Ademis ntdiee« oacepro de Ia 'iference, an import en I cotene poster. La tea de a 'e-encion del sts (decrement da sie) iene su abogedo en Michel Fovcactt quien investge le somber del ‘aconalismo occidental los marci, las ites y el sobeonsclente huane Esa cites fenomenoligin de a posnodemidad endemeent sige stim Jo partes del metarelat’ de a Merracin, tl como la ita e pala damental del ser humane (como nvarante humanod, un cseuro Eco sata Yrls ineductbilidad exten de te sinlogia socio economics, Le pacladad Cultural ysoco-econSmiea defacto den postnodernad revel a partclrdad Guta) de in modernidad que aqueiapretende superar Se tata agul dea cits inter-clura de a postmodern gue no puedo prondzt en esa poe {nid como se requerifa ‘ ‘diferencias’ en Le différand (la disputa’), Lyotard defiende su posicién de que la confrontacién entre un miembro de la Gestapo (policia secreta nazi) y su victima judia quedaria sin solucién valorativa, porque se t de dos ‘discursos’ distintos, y que no pudiéramos recurtir a ninguna autoridad ética de un ‘metarrelato’ para emitir un juicio. De esta ‘manera, resulta imposible el recurso a los Derechos Humanos para denunciar atropellos contra la humanidad como el genocidio. Lo tini- co que nos queda es la contemplaci6n estética de la realidad (socio- econémica) mediante los pardmetros estético-consumistas de ‘Teo" y ‘hello’. Se puede seguir hablando de ‘diferencias! culturales, socio econdmicas, religiosas y fisicas, pero'ya no hay manera de ‘valorar’ estas diferencias en términos dle ‘marginacién’, ‘explotacién’, ‘opre- siGn’ o ‘injusticia’. La verdad s6lo se da en plural C'verdade: valores éti s se transforman en valores estéticos. | adamentos conceptuales.de-ta.postmodeinidad os cylturales, podemos concluir que por un lado se ta ‘dado un paso decisivo a la relativizaci Ja propia cultura (acci- dental) y una revalorizaci6n de las culturas.no-occidentales, pero que_ “por oti lado, cl selativismo, cultural-se.ha.vuelto.tan-radical-que-las culturas. son éticamente “indiferentes’ y_basta.inconmensurables. Lo que la Filosofia Cy Etica) de la Liberacion plantea como una diferen- cia ascendental entre una ‘cultura dominante’ y las ‘culturas domi- nadas’, para Ia postmodernidad es inoportuno porque recurte al metarrelato (historicista) de ‘dominaci6n-liberaci6(™) Seguin 1a postmodernidad, Jas culturas y expresiones étnic tintos modos estéticos de la vida, y, por tanto, pueden en pra” srencia ética, pglitica y social. Los medios de ‘Goiinicacin fomentan de manera poderosa este proceso de la estetizaci6n cultural: Lado a lado se puede apreciar en Internet las, maravillas de Machu Picchu, los niftos hambrientos de Puerto Princ pe, la guerra en Irak, los campos de concentraci6n de Pol Pot y Ja elecci6n de la Miss World. El ser humano postmoderno puede Aplicandlo alos fenémen 3 Tyoward, Jean Fangs (1983; 1989). 2elifiand, Pais: Mina La Diferencia Bare celona: Gea, @ sce de osc frdanenal ene domaconyHbmacis, vase: Duis Enrique (1977; 1980. sofa de la liberac. México; Bogott; especialinente 1126, Para Lyotard, este ipo de flosfia Closofa de la beracion) forma paste del metartelato del hisorelsmo’(marxsmo, crsianisine, pensaieno Spin)

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