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VOEVERSE PUBL Las transformaciones de en el agora contempo WT i y CAJA NEGRK = = m = oO Re Ww Ww INDICE Introduccién: Poética vs. Estética La obligaci6n del diseito de si La producci6n de sinceridad Politica de la instalacion La soledad del proyecto Camaradas del tiempo El universalismo débil Marx después de Duchamp o los dos cuerpos del artista Los trabajadores del arte, entre la utopia y el archivo Cuerpos inmortales Devenir revolucionario. Sobre Kazimir Malevich La religin en la época de la reproduccién digital Google: el lenguaje mas alla de la gramatica ™ GOOGLE: EL LENGUAJE MAS ALLA DE LA GRAMATICA La vida humana puede describirse como un dialogo pro- longado con el mundo. El hombre interroga el mundo y es interrogado por él. Este dialogo es regulado por la forma en que definimos las preguntas validas que dirigimos al mundo o que el mundo nos dirige, y por los modos en que podemos identificar las respuestas relevantes a esas preguntas. Si creemos que el mundo fue creado por Dios, hacemos preguntas diferentes y esperamos respuestas diferentes de las de aquellos que creen que el mundo es una “realidad empirica” que no ha sido creada. Si creemos que el ser humano es un ani- mal racional, participamos de este dialogo de un modo diferente que si creemos que es Un cuerpo deseante. r lo tanto, nuestro dialogo con el mundo esta basado rtos presupuestos filosdficos que definen el medio a retorica de este dialogo Hoy en dia mantenemos un dialogo con el mundo nentalmente a través de Internet. Siaqueremos » algo al mundo actuamos como usuarios de Internet. Y si queremos contestar las prequatys he mundo nos hace, actuamos como proveedores a : o| tenidos. En ambos casos, nuestra conducts dialégie se define por reglas especificas y por los modos en a las preguntas se formulan y se responden en el mar js de Internet. Bajo el actual régimen de funcionamients de la web, estas reglas y modos las define Google. Asi, Google desemperia el papel que tradicionalmente tenia la filosofia y la religién. Google es la primera maquina filosofica conocida que regula nuestro didlogo con el mundo sustituyendo “vagos” presupuestos metafisicos e ideolégicos con reglas de acceso estrictamente forma lizadas y universalmente aplicables. Es por eso que para la investigaci6n filos6fica es central analizar los modos de operacion de Google y, en particular, analizar los presupuestos filoséficos que determinan su estructura _ y funcionamiento. Como trataré de mostrar, Google, en tanto maquina filosofica, tiene su genealogia, de he- cho, en la historia de la filosofia y, muy especialmente, en la filosofia reciente. Consideremos entonces las reglas de Google para su didlogo con el mundo. De acuerdo con estas reglas, cada pregunta tiene que ser formulada como una pala bra o una combinacién de palabras. La respuesta se da como una serie de contextos en los que esta palabra 0 combinacion de palabras pueden ser descubiertas por el motor de bisqueda. Esto significa que Google define la pregunta legitima como una pregunta sobre el sig una palabra individual. £ identifica la res ‘purple ap pregunta como una muestra de aceesibles en los que aparece esta La suma de todos lo ; #8 contextos que se mues considerada aqui como : el verdadero significado ” manteda Por e@l usuario, ¥ como no hay “Me pueda ser formutada por Google mas unla que “Oresponde al significado de nd palabra individual, su sentido verdadero aparece como la unica verdad posible que resulta accesible al gujeto contemporaneo. Por lo tanto, el verdadero co- nocimiento como tal es entendido aqui como una suma de todas las apariciones de las palabras de todas las lenguas utilizadas actualmente por el hombre, ‘Asi, Google presupone y codifica la disolucion radi- cal de la lengua en conjuntos de palabras individuales. Opera a través de palabras que estan liberadas de su habitual sujeciOn a las reglas del lenguaje (a su grama- tica). Tradicionalmente, cuando uno elije el lenguaje como medio de comunicacion con el mundo -y no, por ejemplo, el éxtasis religioso o el deseo sexual-, asu- mimos que nuestras preguntas, para ser legitimas, tie- nen que adoptar la forma de oraciones gramaticalmen- te correctas, como por ejemplo, ;cual es el sentido de la vida? 0, ;una inteligencia superior creo el mundo?, etc. Obviamente, estas preguntas pueden y deben res- s ponderse solamente con un discurso gramaticalmente correcto, con una filosofia de la ensenanza, una teona cientifica 0 una narrativa literaria. Google disuelve todos los discursos al convertirlos nubes de palabras que funcionan como colecciones s mas alla de la gramatica. Estas nubes de en” nada, solo contienen o no contie- particular. Por lo tanto, Google pre- on de las palabras individuales de ticales, de sus ataduras al lenguaje a jerarquia verbal definida grama- quina filosdfica, Google esta ba- de una libertad extra gramatical todas las palabras para movelse s direcciones posibles, desde una lar a otra. La trayectoria de ad de una palabra tal como la de todas estas trayectorlas 195 es la verdad del lenguaje como totalidad, la verdad q un lenguaje que perdio el poder gramatical sobre = palabras. La gramatica es el medio a partir del cual | lenguaje habitualmente cre6 cierta jerarquia entre las palabras. Y esta jerarquia formo e incluso determiné o| modo en que funcionaba el cuestionamiento filoséfico tradicional acerca del saber y la verdad. Preguntar via Google presupone, por el contrario, un conjunto extra gramatical de nubes de palabras como respuesta, esas nubes en las que se da la biisqueda de una palabra. De hecho, la idea de la verdad como el verdadero sentido de las palabras individuales no es del todo una novedad filos6fica. Platon ya habia empezado a cuestio- nar el sentido de términos especificos como “justicia” o “bien”. Asi, Platon empez6 el proceso de liberacion de las palabras de su sujecion a la gramatica de las narra- tivas miticas y los discursos sofisticados. Pero él creia que este sentido podia encontrarse solamente en una nube tinica de palabas que tenia lugar en el cielo tras- cendente de las puras ideas. Después, las enciclopedias y los diccionarios trataron de definir el sentido privi- legiado y normativo de cada palabra individual. Estas enciclopedias y diccionarios marcaron el siguiente paso en la historia de la liberacion de las palabras respecto del lenguaje. Pero la libertad de las palabras estaba to- davia restringida por su uso en contextos prescriptos de manera normativa. La filosofia del siglo xx extendid este proceso de liberacién. El estructuralismo -desde Saussure y Jacobson en adelante- deslizo la atencion desde el uso normativo de las palabras hacia su uso en el marco de los lenguajes vivos y contemporaneos. Este ——e a hacia la Uberacion de las palabras, pero Misioenaete ext normativo de uso permanecio Rent cto. El lenguaje vivo y contemporaneo % volvio el tipico contexto normativo. Lo mismo pue- le decirse de la tradicion angloamericana de investiga- cién del “lenguaje ordinario” que esta también basad: en una ideologia de la presencia. El verdadero nalts empezo con el postestructuralismo, especialmente ete la deconstruccion derridiana. Aqui, las palabras indi- viduales empezaron a migrar de un contexto a otro, cambiando permanentemente su sentido en ese movi- miento. En consecuencia, cualquier intento de estable- cer un marco normativo se consideré inutil. Pero esta migracién fue entendida por la deconstruccién como una migracion potencialmente infinita con una trayec- toria infinita, de modo que cualquier pregunta que se refiriese al significado de las palabras quedé declarada como algo sin respuesta. Google, por lo tanto, puede ser visto como una res- puesta a la deconstruccion en, al menos, dos formas. Por un lado, Google se basa en la misma concepcion del lenguaje como espacio topologico, en el que las palabras individuales siguen sus propias trayectorias, minando cualquier intento de territorializarlas en con- textos fijos, privilegiados y normativos y de atribuirles significados dados por una norma. Por otro lado, Google se basa, sin embargo, en la creencia de que estas tra- yectorias son finitas y, por lo tanto, puede ser calcula- das y visualizadas. Por supuesto que podemos imaginar un numero infinito de contextos y, por lo tanto, infini- tas trayectorias también para cada palabra individual. Sin embargo, este tipo de imaginacién deja de lado el hecho de que cada contexto tiene que tener cierto soporte material -cierto medio- para ser “real”. De lo contrario ese contexto es meramente ficcional y, POY tanto, ixrelevante en lo que respecta a nuestra biisque- da de conocimiento y de la verdad. Se puede decir que Google le da una vuelta completa a la deconstruccion, al sustituir una proliferacion de contextos potencial- mente infinita aunque solo imaginaria, por un motor de bisqueda finito. Este motor no busca las infinitas posibilidades de sentido sino el conjunto de contextos realmente disponibles, a través de los cuales se define el sentido. De hecho, el juego infinito de la imagina- cién tiene sus propios limites dentro de una situacion en la que todas las palabras se presentan en todos los contextos. En tal situacion limite, todas las palabras se vuelven idénticas en su significado -todas colapsan en un significante flotante con significado cero. Google impide ese resultado al limitar su bisqueda a contextos realmente existentes y ya disponibles. Las trayectorias de las diferentes palabras siguen siendo finitas y por lo tanto diferentes. Se puede decir que cada palabra se va caracterizando por el conjunto de sus significados, una serie de contextos que esta palabra ha acumula- do durante su migracién a través del lenguaje, y que se puede caracterizar como su capital simbdlico. Y es- tas colecciones, al ser reales -es decir, materiales- son también diferentes. En el contexto de una busqueda en Google, el usua- rio de Internet se encuentra en una posicién metalin- giiistica. De hecho, el usuario como tal no se presenta en Internet como un contexto verbal. Por supuesto, uno puede googlear su propio nombre y obtener todos los contextos en los que aparece, pero los resultados de esta bisqueda no muestran al usuario como usuario sino como un proveedor de contenido. Al mismo tiem- po, sabemos que Google rastrea los habitos de bisqueda de los usuarios individuales y crea contextos para esas practicas de bisqueda. Pero estos contextos -usados principalmente para la focalizacion de los anuncios- Permanecen, en general, ocultos para el usuario. Heidegger se refirid al lenguaje como la casa del Ser, el lugar en el que habita el hombre. Esta metafora Presupone concebir el lenguaje como una construccion a” gramatica de la lengua, de hecho, pue- € con la gramatica arquitecténica de u"4 casa. Sin embargo, la liberacion de las palabras indivi- duales de sus vinculos sintacticos convierte la casa d la lengua en una nube de palabras. El hombre se ‘aiaite lingitisticamente sin hogar. A través de la liberacion ‘ las palabras, el usuario de la lengua se embarca en una trayectoria necesariamente extra lingjtistica. En lugar de ser un pastor de las palabras, como sugiere Heidegger, el hombre se convierte en un curador del lenquaje, alguien que utiliza antiguos contextos lingilisticos, lugares 0 te- ritorios, 0 crea otros nuevos. Asi, el hombre deja de hablar en el sentido tradicional del término y en cambio, deja que las palabras aparezcan o desaparezcan en dife- rentes contextos, en una practica completamente silen- ciosa, puramente operacional, extra 0 metalinguistica. Este giro fundamental en el uso del lenguaje se advierte muy bien en la creciente equivalencia entre los contex- tos afirmativos y los criticos. La disolucion de la grama- tica y la liberacion de las palabras individuales producen una diferencia entre si y no, entre posiciones afirmativas y criticas que es cada vez mas irrelevante. Lo que im- porta es solo si cierta palabra (0 cierto nombre, teoria 0 acontecimiento) emerge en uno o muchos contextos. En términos de una busqueda de Google, una aparicion en un contexto afirmativo o negativo le otorga al térmi- ‘no, el mismo capital simbolico. Entonces, las operaciones iiisticas basicas de afirmacion y negacion se vuelven antes y resultan sustituidas por las operaciones ngilisticas de inclusion o exclusion de ciertos en ciertos contextos -algo que €s, justamente, an misma de “curaduria”. El término “curador textos como en las nubes de palabras ~€l interesado/a en lo que los textos “dicen labras aparecen en esos textos y cuales “ este desarrollo ya ha sido anticipado . 5 tos artisticos de avanzada al ee specialmente por Filippo Tommaso rinetti, en su texto de 1912 sobre la “destruc la sintaxis” en el que explicitamente boga Por la libe. racion de las palabras de las cadenas de la sintaxis, Por esa época, en 1914, Marinetti propuso una versién temprana de las nubes de palabras que llamé Parole in libertad (palabra en libertad). Y al mismo tiempo, como es bien sabido, muy conscientemente inicio una practi- ca artistica y politica que tenia como objetivo shockear y perturbar el campo cultural de la burguesia europea. De este modo, Marinetti inventé lo que uno podria lla- mar auto-propaganda negativa. Entendié que en una epoca de palabras liberadas, ser objeto de disgusto pi- blico, o incluso ser odiado, hacia que el nombre de uno apareciera mas frecuentemente en los medios que si uno gozaba de la simpatia del ptblico. Todos sabemos que esta estrategia se volvid una estrategia tipica de autopublicidad en los tiempos de Google. Otra fuente temprana de la emancipaci6n de las pa- labras respecto de la gramatica puede verse en el uso freudiano del lenguaje. Las palabras particulares fun- cionan aqui casi como vinculos de Internet: se liberan de sus posiciones gramaticales y empiezan a funcionar como condiciones de otros textos, de textos inconscien- tes. Esta invencion freudiana fue muy usada por el arte y la literatura surrealista. El arte conceptual de los aiios 1960 y 1970 cre6 espacios de instalacién para contextos verbales y para nubes de palabras. El arte de vanguardia también experiment6 con la liberacion de los fragmen- tos sonoros y las letras individuales de su sometimiento a las formas léxicas gramaticalmente establecidas. Uno Se acuerda de estas practicas artisticas cuando sigue la biisqueda de Google “en tiempo real”: aqui el motor whit cién de 1. BT, Marinetti, “Les mots en liberté futurists”, L’Age dhomme, Paris, 1987 a GO 3 OGLE: EL LENGUAIE MAs ALLA DE LA GRAMATICA de bisqueda empieza su trabajo ani } forma gramaticalmente einer wien oe la Por lo tanto se puede decir que Google i ets ae operativo y manipulador del gudje~ onsolida mas en la tradicién del arte de vanguardia del siglo xx, que en la tradicién de la filoso- oo i Fer, al mismo tiempo, es precisamente esta tradicién artistica la que desafia las practicas de Google. La lucha por la liberaci6n de las palabras es también una lucha por la igualdad. La igualdad radical de las palabras -liberadas de las estructuras jerarquicas dictadas por la gramatica- proyecta al lenguaje como una suerte de perfecta democracia verbal que corres- ponde a la democracia politica. De hecho, la liberacion y la igualdad entre las palabras las hacen también acce- sibles para todo el mundo. Se puede decir que la poesia de vanguardia y el arte del siglo xx han creado una vision de un Google utdpico, el de la libre circulacion, en el espacio social, de las palabras emancipadas. El Google realmente existente es, obviamente, una rea- lizacion técnico-politica, pero también una traicion a este suefio utopico de la liberacion de las palabras. De hecho, uno puede preguntarse si Google real- mente muestra todo contexto existente cuando lo uti- lizamos para revelar la verdad del lenguaje -es decir, la suma total de las trayectorias de todas las palabras individuales. Obviamente, la respuesta a esta pregunta solo puede ser negativa. En primer lugar, muchos de estos contextos se mantienen en secreto —para poder visitarlos se necesita acceso especial. Ademas, Google prioriza ciertos contextos particulares y el usuario oo neralmente restringe su atencion a estas primeras pagi- nas que aparecen en la pantalla. Pero el problema - importante tiene que ver con la posicion metalingiis i ca del motor de busqueda de Google. El usuario de una biasqueda en Internet opera, como ya hemos - 201 - dicho, en Vane: N

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