48 Bases teéricas y generalidades
P. cI J), JACKSON (D.): Une logia
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Lo normal ylo Patolégico
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Fa Gucstion acercade lo normal y lo patologico es algo que afecta
RAs al filésofo que al médicor este ditinne dee saber ante todo qué
$50 aue puede y lo que no puede hacer pees Paciente, antes que
oe atica qecde oats &S «normal o patologicos, Si sean actitud
Fo 6s wal oo Wee justficada en el campo de lk medics somética,
mente por pen gominio de la psiquiatria, campo ineatri sobrada.
Gtrog, POX Problemas éticos, culturales, sociales » politicos, entre
jel Talduitrs, ene eerccio de su especilidad, no Puede abstraer-
se del contexto que delimita y define €n parte su forma de trabaj
EI psiquiatra infantil se halla interpelado ‘por idénticas Tazones,
cuales se afiade la incertidumbre acerca del desarrollo del nifio,
seugeln® ¢! lugar familiar y social predeteueicese que este nino
ocupa,
pacinegt®. fl psiquiatra infant se le pide que explore a un eque-
So paciente, el cual, seneralmente, no lo ha solicitado. Asimismo, se50 Bases tebricas y generalidades
1. Lo normal y lo patolégico: problemas generales
Segiin Canguilhem, resulta evidente que lo normal y lo patelégico
cconstituyen dos términos indisociables de una misma parcja antitétic
ca: no puede definirse uno sin el otro. El problema aumenta en cuanto
se le agrupa una confusién sostenida por la fonética entre lo anormal
(del latin norma: escuadra) y la anomalfa (de la rafz griega op.ahot:
liso, sin aspereza). Las relaciones entre els trminos anomali, anor
al y patol6gico deben, pues, ser precisadas.
“Alla vets dfiniiones patie de lo normal ian toda alrde-
dor de cuatro puntos de vista:
1. Lo normal referido a la salud, opuesto a la enfermedad.
2. Lonormal como media estadistica. ef
3. Lo normal como ideal o utopia a realizar o hacia la que dirigi-
se.
4. Lo normal en tanto que proceso dindmico, capaz de retornar a
un determinado equilibrio,
Confundir normal y salud, oponiéndoles anormal y enfermedad,
constituye evidentemente una posicién estatica que no correspond a
Ja dimension dinamfca de la mayorfa de las enfermedades: el paciente
diabético antes de la descompensacién o el asmético antes de la crisis
son normales en el sentido de ausencia de sintomas. La enfermedad
no puede reducirse sélo a sus signos lesionales. Debe considerarse
también la potencialidad para revestir la salud, lo cual nos acercaria a
la definici6n de normal como proceso.
Asimilar lo normal al promedio es, ante todo, confundir lo anor-
mal y la anomalfa; o sea, confinar al campo patolégico todo aquello
‘que no se halle en Ja zona media de la curva de Gauss. Los sujetos de
talla pequetia, los individuos superdotados en el campo intelectual,
zson patolégicos? En psiquiatria, ademés, no puede olvidarse la pre-
sién cultural, so pena de considerar anormal toda conducta que se
desvie del promedio, Desde este punto de vista, los resistentes france-
ses durante la ocupacién eran anormales, al igual que la mayoria de
hombres llamados eprogresistas»,
Remitir lo normal a un modelo o utopfa es instaurar ipso facto un
sistema de valores, una normalidad ideal; quiz4s aquella con la que
‘suefian los politicos, los administrativos o los padres y maestros para
‘sus nifios, Si tal ideal esta definido por el grupo social, éste tiende a
confundirlo mas o menos con la norma estadistica. Si consiste en un
sistema de valor personal (ideal del Yo), conviene precisar cémo fun-