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; tuicay Deontologla Profesional 1.1. Primeras Consideraciones EI modo mas genérico de definir la ética consiste en decit que ella es la “tematizacién del ethos". El vocablo- (‘ética’,, separado de todo contexto, resulta ambiguo, ya que puede ser el sustantivo que designa una disciplina, pero puede ser también la forma femenina al \djetivo “ético” (como cuando se dice “no es una persona ética’). Queda claro, entonces, que lo que por db pronto tratamos de definir es el sentido de “ética ‘como un sustantivo con el que se nombra una particular disciplina. La tematizacién en que consiste la ética tiene, como se vera, caracter reflexivo. La ética es, en efecto, una de (las formas en que el hombre se autoobserva, una operacién consistente en dirigir la atencién hacia ‘operaciones propias.,AsI ocurre también, por ejemplo, con la antropologia, la psicologla, etc. Pero en el. caso de la ética, resulta que la reflexién en que ella se ejerce es también parte constitutiva del ethos, es decir, del objeto de tal teflexidn..El ethos mismo no es indiferente a que se lo observe 0 no, sino que consiste él mismo, ‘al menos parcialmente, en su observacién, su tematizacion, su reflexion. Aunque hay, sin duda, areas del ethos extrarrefiexivas 0 prerreflexivas, éstas no cubren todo el fenémeno sui generis que se acostumbra designar con ese nombre. El ethos (0 fenémeno de la moralidad) comprende también todo esfuerzo por esclarecerlo, lo cual da lugar a la paradoja d racién del ethos, resulta ser, ala vez, tematizacién de si misma. No es que “éti thos" sean _sinor ?or el contrario, es necesario Sistnguitos, y ac! o remos haciendo. Lo que ocurTe es que la éica se integra en el ethos, se adhiere a él enriqueciéndolo y haciéndolo mas complejo. En el lenguaje corriente suele emplearse el término “ética’ como equivalente al término ‘moral’. En medios intelectuses,y partcularmente en los fiosdficos y sobre todo desde hace unos aos-en los policas, so procura distinguir entre ambas expresiones, aunque sin duda es frecuente que esto no pase de ser un roptsite.Digames, por ahore, que, si se atende a la elimolota (la cleneia que-estuda la procedenca y .cion de las palabras), podrian considerarse en efecto como equivalentes: “ética® deriva del vocablo igriego, ethos y “HOTT dal vosatie lathe “mos, que es la Vaduccon de aguel. Pero, por una convencign ida, ge tlende a ver en la “élica’ [a disciplina (la "tematizacién’), y en la “moral lo "tematizado" embargo, en razén delo-que se ha ~ ble integracién de la “ética” en el ethos, nuevamente se acercan ambas significaciones, y se advierte que la distincién no puede ser tan sencilla A pa Esta circunstancia explica por qué la ética es peculiarmente dificil: no porque su objeto de estudio sea extrafio © insdlito, sino més bien por lo contrario: porque no se puede salir de él, porque es demasiado cercano. El apécrifo maestro de Antenio Machado, Juan de Mairena, confesaba que, para él, esa dificultad se explicaba “por no haber salido nunca, ni aun en suefios, de ese laberinto de lo bueno y de lo malo, de lo que esta bieny de lo que esté mal, de lo que estando bien pudiera estar mejor, de lo que estando mal pudiera empeorarse. (_ Porque toda vision requiere distancia, y no hay manera de ver las cosas sin salirse de ellas" (1). La reilexién menos en algunos de sus niveles -como veremos-, puede hacerse, sin embargo, sin “Toma distancia". Es en tal caso algo mAs que una refiexién, ya que involucra un compromiso, una actitud practica, nommativa. Pero también esto puede entenderse en diversos sentidos. No es lo mismo un “moralista’, 0 predicador de normas, que un investigador de tales normas, esforzado en fundamentarias. Como decia ‘Schopenhauer en una frase que ya se ha convertido en tépico: “predicar moral es facil; fundamentarla es difici". Asi aparece otro aspecto de la dificulte lay grados, y hay variantes cualitativas del compromiso entrafiado ena reflexién ética; y, ademés, una cosa es el compromiso como tal, y otra, su cumplimiento efectivo. Como Teflexion puede y suele ir acompafiada de Incumplimiento y, viceversa, el cumplimiento puede y suele llevarse a cabo al margen de la reflexién, los cuestionamientos, mas o menos escépticos, de la ética ‘como tal se elaboran muy a menudo como denuncias de tal incongruencia. "No se puede disertar sobre la morat’, decta Camus. ‘He Visto a personas abrar mal op mucha moral y compruebo todos los dias que la honradez no necesita regias.” (2) Hay quienes por el contrario, piensan que si se puede disertar sobre moral, pero admiten, como B, Williams, que elo es “arriesgado", forque es un campo donde el disertante se expone, ‘més que en otras disciplinas, a dejar al descubierto sus fropias limitaciones, y porque existe el peligro de que el disertante sea tomado en serio por los demés, quieries pueden asi extraviarse en cuestiones realmente importantes. (3) tuica y Doontologla Profesional Editorial Esudlantl SA . jestiones éticas, 0 Todas estas referencias, mas 0 menos precisas, al "compromiso” de quien diserta Cate vcién del problema a1 infujo que con ell puede orear sobre ots agentes morales, conducen a la consideract Ti ati dal cardeter“practe’o "nomatve” doa bia. EB ds na foo doo précc, 0 9 realmente Pret Sg Tisma? Esto puede formularse asimismo como pragunta por la “normatividad” de la dca es Oe ia base de 'o normativo, pero ges ella misma normativa? Es un problema que requiere ser analiza resupone algunas una discriminacién de “niveles de reflexidn’. A su vez, una discriminacién semejante P| @claraciones previas sobre el sentido general de “ética” y 1.2.) (EL Concepto de Ethos i del La palabra ethos es un término tecnico. Corresponde ahora explicar, someramente, el contenido correspondiente concepto tal'y como se usa hoy en el lenguaie filos6fico general: se alude con él al conjunto 8 actitudes, convicciones, creencias morales y formas de conducta, ya sea de una persona individual o de un ‘grupo social, o étnico, etc, En este ultimo sentido, el término es usado también por la antropologta cultural y la Sociologia: EI ethos es un fendmeno cultural (el fenémeno de la moralidad), que suele presentarse con aspectos mUy diversas, pero que no puede estar ausente de ninguna calura Es, como se ver8, la factcidad \wonmative (el hecho de que hay normas) que acompafia ineludiblemente a la vida humana (Es interesante sefialar que el témino tenfa en el griego clésico mas antiguo otra acepcién: “viviend: “morada’, “lugar donde se habita’. Esta significacién no es totalmente extrafia a la otra: ambas tienen en comin la alusién a lo propio, lo intimo, lo endégeno: aquello de donde se sale y adonde se vuelve, o bien quello de donde salen los propios actos, la fuente de tales actos), 10° \Blethos,en todo caso, en su cardcter de factcidad normativa, remite siempre a determinados cédigos de jnormas 9 8 determinados sis i de concepciones de lo que es moral y lo qué (iobes Gus Thay una pluralidad de tales cSdigos, o sistemas, 0 concepciones, es un hecho de experienc ‘que puede ser siempre corroborado. De ese hecho suele arrancar el relativismo ético, en el que se produce tuna confusién entre la “vigencia” y la *validez’ de las normas 0 de los principios. Por ahora tenemos que tomar nota de esa pluralidad. Ella es percibida no sélo por la ética, entendida como disciplina particular, sino también por casi todos los hombres, aunque con tanta mayor claridad cuanto mayor es su experiencia en el tiempo y en el espacio, es decir, cuanto mayor es su radio de observacién esponténea. En general, el viajero percibe esa pluralidad mejor que quien no se mueve de su aldea natal, y "Jos viejos la perciben mejor que los jévenes. Este tipo de experiencia puede conducir al relativismo, como so dijo, pero es también el detonante de la reflexion ética racional, de la aplicacion de la razon a la consideracion de los problemas normativos, de la “tematizacién del ethos”. Cuando se advierte que no todos opinan unénimemente sobre lo que “se debe hacer’, surge la duda, la pregunta basica acerca de qué se debe hacer, y ~en caso de que se obtenga para ello alguna respuesta- la de por qué se lo debe hacer. Con ese tipo de Preguntas se inicia entonces la ética filoséfica, que representa la continuacién sistematica de la tematizacion espontanea: en ella se procura explicitar (‘teconstruir’) los principios que rigen la vida moral, es decir, se intenta fundamentar las normas. em Ahora bien, como la reflexion filoséfica se efectia, a su vez, segin diversos criterios, también alll se 2 mantiene Ia pluralidad, y es asi como a determinadps tipos de ethos les corresponden determinados tipos de art? les, el primer fldsofo que establecié la ética como disciplna filoséfica autonoma, intenta con ella 1p ts tondameriacde da a 5 de la “eudaimonia® (la palabra griega para “felicidad’), San Agustin, en cambio, verd lo esencial en el amor cristiano, Los filbsofos modernos Bacon, Hobbes, Descartes y olros- tematizan el thos de la “emancipacién’, en el que se procura aiticular el orden césmico con el orden politico o civil. Kant inauguraré la tematizacion del ethos de la “autonomia’; Hegel, la del ethos de la “eticidad concreta’. Hay una historia de la ética, paratela a la historia del ethos y en estrecha conexién aunque no identificable- con ella, La ética filoséfica o “filosofla moral’ se desarrolla como un permanente esfuerzo por poner claridad en un fenémeno sumamente complejo, cuya complelidad precisamente ella ha descubierto. La claridad se logra, por lo pronto, Indagando la estructura general del ethos, aquello que es comin a las diversas formas y a los diversos tipos de ethos. En esa estructura sobresalan, por ejemplo, ciertas dicotom/as que examinaremos luego. Antes de entrar en ella, convendré que nos detengamos un poco mas en el sentido de la ética come “tematizacién del ethos". 1.3. Sentido de la Tematizacién $$$ ‘Se pueden dar, y se han dade de hecho, muy diversas definiciones de “ética’, de las cuales pueden tomarse, al azar, los ejemplos que uno quiera: Etica no es lo mismo que moralidad, sino reflexion sobre la moralidad, reflexién que busca normas, las cuales estan ya siempre vividas antes de que se rellexione sobre ellas. Etica es una teorfa de la praxis” (Hengstermer); * “Es la teoria filoséfica normativa do la accién humana, en tanto ésta se halla bajo la diferen y maf" (Kluxen), + ‘Le teoria que en Ia historia de la conciencia préctica y de la flosofia moral se presentara como ‘ética’ se adjudica a si misma, ante todo, la tarea de caracterizar los patrones de medida 0 ‘principios’ que ‘igen Is accién y de acuerdo con los cuales son juzgados y evaluadas las acciones, personas, etc.” (Kaulbach). + Se vera entonces cémo, en lineas generales, esas definiciones convergen en un concepto: el de la ya mencionada reflexividad de la ética. Ella es un modo de reflexién que apunta principalmente a dos cosas: de bien a) a fundamentar las normas (0 a cuestionar presuntas fundamentaciones), y b) a aclarar to mejor posible el sentido y el uso de los términos propios del lenguaje moral. Ganamos asi un grado més de determinacién en lo que significa la “tematizacién del ethos’. Es una tematizacién refiexiva, con un doble aspecto, que ~como se verd- corresponde a dos niveles de reflexion (el de la “ética normativa’ y el de la “metaética’) ‘Sin embargo, para entender qué es y cémo se desairblla una tematizacién, no basta con indicar que ella abarea, en el caso de la ética, dos niveles roflexivos; se necesita también, ya antes del andlisis de tales iveles y de las diferencias y relaciones ontzs cllos, discriminar las connotaciones propias del neologismo “tematizacién’. Convertir algo en “tema”, es decir, en el “asunto" sobre el que ha de versar Ia ética, puede hacerse mediante: 1) Explicitaciones: otro neologismo, que alude a los procedimientos por medio de los cuales se procura dar expresion a lo que est implicito o tacito. En ética, la explicitacion es la tarea de hacer hablar al ethos, y su forma especifica mas importante -a la que luego nos referiremos- es la “reconstruccién normative”. 2) Problematizaciones: no sélo planteamiento de problemas, sino también descubrimiento de ellos. Las problematizaciones son lo propio de la actitud critica en el examen de un tema. Los problemas descubiertos exigen a la raz6n el esfuerzo de las investigaciones y las teorizaciones. 3) Investigaciones: esfuerzos por hallar soluciones posibles a los problemas. En filosofla la “huella" es el pensamiente ya pensado. Mientras el medio de transmisién de ese pensamiento sea la escritura, “investiga” equivaldré sobre todo a leer. Pero es necesario seleccionar lo que ha de leerse, discriminando lo esencial de Io insignificante; se requiere entrenamiento adecuado, aprendizaje de técnicas, manejo de una terminologia especifica. Todo tendiente a las teorizaciones que dicha investigacién posibiita: 4) Teortzaciones: elaboracién de respuestas tedricas (apoyadas en la investigacién) a los problemas descubiertos 0 afrontados. Raramente se llega a una “solucién’, pero lo regular es que se apunte a ella, en cuyo caso la “solucion" es reemplazada por la “disolucién’. En un sentido originario, la “teorla® 8 un esfuerzo por ver mejor, un modo de observacién sistematica y detenida, una inspeccién ‘ordenada y consecuente que, aun cuando no llegue a la solucién deseada, ha de proporcionar al ‘menos una mitigacion de la dificultad propia del problema. 5) Ordenaciones (sistematizaciones): no en el sentido de construccién de “sistemas’, sino en el de operar ordenada, sisteméticamente, en cada uno de los pasos de la tematizacion, 6) Meditaclones: toda auténtica reflexién fiosofica es a la vez una “meditacion’, 0 por lo menos est Wigada a alguna. Se puede, y se suele, media pat do los resultados de una invesigaién 7) Discusiones: el didlogo, !a discusién mediante argumentos, hace descubrir problemas, posibilita la *problematizacién® y obliga a la “teorizacion”. 1.4, La Reconstruc in Normativa La ética contempornea ha descubierto el cardcter “reconstructive” de la tematizacion del thos. Esto significa que, cuando alguien se ocupa de ética,ro-construye elementos propios del ets. La “reconstruccién constituye la elaboracién sistematica de un saber pre-tebrico, Es obvio que para obrar moraimente 10 $8 necesitan conocimientos de ética filoséfica. El fondo del ethos, la moral en su propio y espontanco funcionamiento, no es algo reservado a los espécialistas que hacen su tematizacién, sino un patrimonio comin de todos los seres humanos. Precisamente el supuesto mas general con el que trabaja tod tematizacién del ethos es el de que, en principio, todo ser humano puede ajustar su obrar a determinadas nnormas, y puede asimismo juzgar los actos humanos (propios o ajenos) de acuerdo con la adecuacién de tales actos a aquellas normas y a los valores aceptados. Esto significa que existe un saber moral (al que 2 $i vez corresponde, como se veré, una reflexién moral) de cardcter pre-filos6fico, o sea, independiente de Ia tematizacion como tal. En otros términos, la tematizacion del ethos sélo es posibie a partir del reconocimiento de que el ethos no depende de dicha tematizacién En los procedimientos reconstructivos, en general, se opera casi de una manera andloga a lo que ocurre en una novela policial: ésta en realidad no narra una historia, sino que va reconstruyendo un hecho, el crimen cuyo autor se trata de descubrir. La ética filoséfica constituye el esfuerzo sistematico por explicitar un saber que ya posee todo ser racional dotado de voluntad, un saber que resulta, sin embargo, imposible de expresar sin el recurso a la terminologia y la metodologta ‘filoséficas. (Lo mismo ocurre en diversidad de materias: piénsese si no, en la famosa observacién de San Agustin: “si me preguntan si sé qué es el tiempo, debo contestar que si, pero si me piden que lo expliqua no puedo hacerlo"). Como ese saber es parte del ethos mismo, la ética, con su tematizacion, reconstruye el ethos. Es la reconstruccién normativa critica de un saber intuitivo, pre-teérico. La problematizacién pone al descubierto la dificultad, hace ver el hecho de que aun ese saber no es explicito. Pero, justamente, lo hace ver, La problematizacién es ya un primer paso reconstructivo. Entonces tiene que comenzar la investigacién: tanto el ético como el detective “investigan’, buscan, indagan, comparan, recogen informacién. Y esa tarea les permite, al cabo, presentar su teorla, su hipétesis, que someterdn, por su parte, a las discusiones pertinentes. Toda reconstruccién normativa es una especie de “saber acerca de un saber”. Es algo semejante a lo que pasa con el conocimiento de las reglas gramaticales. Este conocimiento (que, en mayor o menor grado, poseen todos los que han aprendido a hablar su propia lengua matema) no es consciente, en sentido estricto, mientras no se apela a la gramatica, entendida precisamente como la disciplina que ha “reconstruido" dichas reglas. La reconstruccién normativa es tarea ardua, ya desde su inicio, porque se “conoce" y, a la vez, no se conoce lo que se trata de reconstruir: se esta cierto de su existencia, de su efectividad, de lo que cabe llamar “facticidad normativa’; pero no hay una aprehensién clara, aparecen confundidos los niveles de reflexién, y ni siquiera se han “problematizado” los aspectos en: si mismos mas problematicos. Se produce el siguiente cireulo (Vamado hermenéutico): cualquier criterio interpretative, que pretenda aplicarse requiere una ‘confrontacién con manifestaciones concretas del saber pre-tedrico que se trata de explicitar; pero, @ su vez, ‘esas manifestaciones s6lo pueden ser consideradas como tales si se recurre a la pre-comprensién, al saber Con todo, la tarea parece valer el esfuerzo, si consideramos con Kant que, aunque hay un “conocimiento moral vulgar de la raz6n', presente en todo hombre, resulta no obstante necesaria la transicién a un conocimiento moral filos6fico, para evitar la seduccién de la que el saber ingenuo del deber puede ser victima por parte de las naturales inclinaciones. (4) 1.5. Dicotomias del Ethos 4.5.1. La Complejidad del Hecho Moral EI ethos abarca como se vio, todo nuestro obrar, con sus divers{simas variantes, pero también las creencias sobre ese obrar y las actitudes con que se lo asume o se lo impugna. Lo aprehendemos bien en conceptos que expresamos en términos como “bueno”, r jen’, ‘malo’, “mal”, “mejor’, ‘peor’, “deber’, “debido", ‘Prohibiso’, ‘permindo*, “justo, “injusto", mérito®, “culpa, “honastidad’, “ancrificio’, "compromvec’, “promesa’, “raiciin’, “fraude’, “held, “nbnogacion’, “Tolicidad’, altruiema’, “ibertad”,“responsabildad’, honor’, ‘amenaza’, “rociprocidad’, otc, otc. La lista os inagotable, 2 la vez cada uno do ¢808 Conceptos puede ser objeto de innumerablos controversias, y cada controver bende a ensanchas mas y mds el Ambito del ethos. Si prdstamos suficienta atancién, comprobaremos qua la FAN mayoria de nuestias discusiones, Ia gran mayoria de nuestras inquietudos, In gran mayoria do Ia relacones sociales en las que estamos inmersoa astin referidas a aspoctos dol athos, Esta constituye una realised inelusie, eS nuestra realidad, lo que otorga sentido a nuestra vida, Aun cuando so lo protond reduor ~como ocurTe # veces: a mera "convencién’, nadie puede negar procisamente Ia roalidad do Convencion, su cardcter ineludible. Y el hecho de que sea inoludibla hace que incluso los intantos do negarlo {or euempI6 califcndolo de “meramente convencional’) so le Incorporen autométicamente, pasando a formar parte de @! El ethos e& un conglomerado que alberga también las actitudes cinicas y todas las formas de relatvisme 0 de esceptic'sme moral La complejdad del ethos, y la consiguiente difculiad do ta ética, 80 explican no s6lo en razén do la ampltus de aqué!, es decir de su connotacién o comprensiGn logica (Intensién), sino también en raz6n do ou Senotacdn (extensién), en el sentido de abarcar a muchas formas de ethos fécticamonte dadas. El elhos presenta una adigarrads vanedad de manifestaciones-en ol tiempo y el espacio. Cada cultura, cada etnia, ‘bene, como una de sus caracteristicas constitutivas, su proplo repertorlo de costumbres y da creonci morates, y su propie codigo de normas 0 su propia “tabla de valores", todo lo cual, a su vez, no es algo “flado" e une vez para siempre, sino que esta sometido a cambios mas o menos profundos a través del tiempo y de le historia. Podemos hablar de variaciones “sincrénicas” cuando nos referimos a la coexistencia de formas disiintas de ethos, pertenecient ‘culturas 0 incluso dentro de una misma cultura compleja, y de vanaciones “diacronicas’ para aludir a las transformaciones que van operdndose en el transcurso temporal Esto dltimo ha sido denominado a veces ‘revolucién del ethos’, La variedad sincrénica y diacrénica es un hecho indudable, y en é! suelen apoyarse las interpretaciones relativistas del ethos y de la ética, pero en esas interpretaciones s@ comete una falacia: se confunde la relatividad antropol6gico-cultural con la relatividad ética, y, sobre todo, se confunden niveles de reflexién etica y los concepios de “validez" y “vigencia". No obstante la impostblidad de tomar distancia frente al ethos, su complelidad, las variaciones sincronicas, diacrénicas, la ¢fca no es de ningn modo imposible. El trabajo sistematico de la razén aplicado a éste ‘mito, logra ir estableciendo aspectos esenciales, consigue abstraer elementos que son comunes a toda forma de ethos, comunes sin importar el dénde y el cuando. Entre esos elementos se encuentran las dicotomias, de las cuales consideraremos tres: ‘© dicotomia deonto-axiol6gica (horizontal) + dicotomia axiolégica (vertical) * dicotomia onto-deéntica (extraética). 1.5.2, Dicotomia Deonto-Axiolégica Observemos la siguiente contraposicion de términos: norma valor deber bien imperatvo Juicio de valor “fight “good” ‘conciencia moral conciencia de lo moral Las dos listas aluden a conceptos éticas basicos. Los elemplos del lado Izquierdo ilustran aspectos de lo que podrlamos llamar una de la caras de! etho: Jeéntico” 0 “normativo". Los del lado derecho, en cambio, ee refieren a la otra cara: lo “valorativo" 0 “axiologico’. Esas dos caras pueden ser entendidas como puertas de entradas al ethos, entendiendo al fendmeno de la moralidad como un inmenso edificio, con esas dos grandes puertas de acceso: la puerta normativa y la puerta valorativa. Todo esta estructurado por referencia # esas dos puertas: lo normativo y lo valorativo éstan presentes y contrapuestos en cada uno de los fincones. Lo normativo alude a cémo debemos obrar, lo axiolégico da pautas de enjuiciamiento o evaluacién de los actos y de las personas que realizan esos actos. nora tated Evcay Deortologa Protesions! ho mas consisten Se puade disontr rasicalmente acerca de la extension que se le as'gna al ethas Los eXtio™ eae en 1) extender Ie na-matve a todo. y 2) reducir lo nomativo a nada. En estos dos casos. AUNTIN Ste 4 Gicotomla pense sentde, pero con elo tambeén pierde sento el ethos. Si queremos wmaliea A oan ‘Queremos Race’ ébca, tenemos Que comenzar por demarcar, por eircunscribir nuestro objeto de leM Yn ) Bara elo tonemos que astngur entre 1b SCO y 19 extradtico Tenemes que discuiy hasta JON MY (aquello que es de hecho) puede ser neutral desde el punto de vista dedntico o valorative, ~ Blanteamnos problemas tales como el de Is limites de lo normative, tenemos qua anaiizar las rwlacones ON Sse" y “Geber ser”, Todos estos son problemas capitales de la dtica, 8810 qua, por asl decir, en WllOs NO Ns descames & inspecconar el intends del ediico Yel ethos, sino que Nos asamamos por sus YENtAnAS » Balcones. y echamos mrradas al exterior del edifice, tratamos de ver asmisma que tan grande @s, ¥ donde estin los limites con los edificos vecines. 1.6. Niveles de Reflexion Etica 1.6.1. Concepto de Reflexién y Sentido de sus Niveles La reflexion es un acto por el que el sujato se convierte en objeto de si misma: como en un espejo, $e refieja (y tal es el sentido etimoldgico del término).Es una auto-observacion de la que tena que surgir alguna forma de conocimiento. La posibilidad da esa “toma de ‘con respecto ao propio constituye de por s! un problema. Algunos autores han intentado explicarla desde la antropologla filosdfica, vinculandola con lo que se llama la “posicionalidad excéntrica” propia dal hombre, quien, segun sostienen, al raspecto difiore de! animal (que tiene una posicionalidad “frontal” respecto de la esfera en que vive, es decir, de su mundo Gircundante, y se constituye en centro). Pero, ademas, el animal no tiene “vivencia" dal centro que constituye © sea, carece de vivencia de s{ mismo, mientras qua en el hombre el centro so desplaza, toma distancia y : 8° cuerpo, pero tambien ‘que “ene” un cuerpo. De ese modo, nel contemplador y lo contemplado. Tal division representa a la vez una “ruptura’, una hendidura entre el yo y sus vivencias, en virtud de la cual el hombre queda en dos lados al mismo tempo, pero tambidn en ninguin lado, fuera del tiempo y del espacio. Al encontrarse simultineamente en sus “estados" y “frente a si mismo", como objeto, su accién vuelve también constantemente sobre si: el hombre se hace a si mismo. Tiene que vivir “conduciendo su vida’, ya que, de modo permanente @ ineludible, se encuentra con esa vida ‘Se puede poner en duda, sin embargo, que siempre, absolutamente siempre, ol hombre esto en actitud *refiexiva’. Debemos admitir la existencia de estados pre-refexivos de la conciencia hu tados en que la atencién esta totalmente voicada hacia “afuera’, hacia lo otro do si, y en los que, sin que so haya perdido la *"posicionalidad excéntrica’ se sdopta una, al menos provisoria, posicion “frontal”, ‘La cuestion que nos interesa ahora es la de los “niveles* de reflexion. Las diferencias do nivel no deben interpretarse como si unos niveles fuesen mejores que otros; aluiden, en cambio, a las manoras de operacidn tefiexiva, a lo que se busca con ellas, y, particularmente, al grado de normatividad presente en ta reflexion. Oa nuevo nos valemos de una imagen metaforica, y podemos pensar entonces lo “pre-reflexivo" como un plano, 0 estrato, 0 nivel, por "encima" del cual se establecen distintos planos, 0 estratos 0 nivoles “rofloxivos" 1) Elprimero de estos corresponde a la reflexién espontai 2) De ese nivel resulta facil distinguir el nivel propio de la reflexién voluntaria @ intelectualmente deliberada, sistemética, ordenada, atento incluso a pautas motodoldgicas. Ahi estamos ya on la razon reflexiva, 0, 61 se prefiere, en la reflexidn raciocinante. En ambos niveles estamos, sin embargo, volviendo Ia atencién sobre nosotros mismos, sobre algo que 1nos es propio, ya sea como Individuos o como especie. Y so lo expresamos lingoisticamante 3) Otro nivel de reflexion posible, cldn vuolta procisamente hacia sa exprosion lingQistica, y que tiene que expresarse en un “metalonguajo’. 4) ¥ aun podemos imaginar un cuarto nivel, en ol quo la roflexidn, paraddjicamento, toma ya tanta distancia que parece dejar de ser una reftexién. 1.6.2. Ethos Pre-Reflexivo y Ethos Reflexivo Etiea y Deontologla Profesional Recordemos que el ethos es un conglomerado de crdencias, actitudes, costumbres, cbdigos de normas, ‘etc. Quiza en un sentido lato todo ello pueda concebirse como “reflexivo", pero en un sentido estricto es Prefendle distinguir 10 “reflexivo” como una seccién especial de ethos. Hablaremos entonces de ethos “pre- reflexivo' y de ethos “reflexivo*. En el primero nos encontrémos con la normatividad pura, no cuestionada aun, la conducta ajustada a determinadas normas, simplémente, y las maneras de juzgar dicha conducta, ‘especialmente cuando ésta se aparta de aquellas normas. Incluso pueden incluirse aqui ciertos aspectos de la Prédica moral, Sin embargo, todo esto, en tal estado de pureza (en el sentido de ausencia de toda reflexion), S0l0 puede corresponder a un sector diminuto del ethos, porque en todos esos elementos siempre pueden ‘surgir dudas, 0 la necosidad de reforzar los propios juicios morales. Particularmente la prédica no puede permanecer siempre sin reflexign Qcurre asi que, casi insensiblemente, se pasa de ese nivel “pre-reflexivo’, a un primer nivel de reflexi6n. Se trata equi de una refiexién elemental, esponténea, que surge @ consecuencia de discrepancias morales. Es el tipo de refiexsdn que va adosada a la toma de conciencia de que el otro no juzga exactamente como yo. En pero también hay dudas. La aciitud de pedir consejo, por ejemplo, porque, aunque se no se sabe como aplicarias a tal situacién concreta -0 porque no se sabe cué! norma habria que aplicar ahl-, y, sobre todo, la actitud de brindar ese consejo solicitado, son actitudes que van necesariamente acompafiadas de un tipo de reflexién que podemos lamar “reflexién moral. Un segundo nivel esté constituido por las reflexiones que es neceserio desarrolar cuando no. nos ‘conformamos ya con saber, 0 con decir, qué se debe hacer, sino que nos planteamos la pregunta por qué, y tratamos de responderta, Ahi se toma conciencia de que la reflexién no sélo es ineludible, sino también de que hay que desarraliarla racional y sistematicamente. Ese desarrollo equivale ya a una tematizacion. Es decir, entramos ya en Ja “ética’. La bisqueda de fundamentos de las normas y la critica de aquellas normas que no nos parecen suficientemente fundamentadas, son las tareas més caracteristicas de este segundo nivel que ‘constituye la “ética normativa’. Todo esté aqui, ain, impregnado de normatividad. Se sigue utlizando un lenguaje expresamente valorativo. Pero se apela a la razin, a los argumentos a favor o en contra de

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