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Cee Massimo Recalcati Clinica del vacio. TNAOlRey de dependencias, psicosis Consulte nuestra pagina web: wwwisintesis.com En ella encontraré el catdlogo completo y comentado Tes origina tne del yuto, Amores dipendence prion A mis padres, Grasiella y Enrico Tradusin: M: Soledad Rodrigue Val Revs de a radusi: Siva Grates Mondeo ee aee Dedico esta versin en lengua castellana de mi libro Clinica del vuoto amis colegas espafioles del (Campo Freudiano y, en especial, amis amigos Gra- cela Sobral, Francisco Burgos y Vicente Palomera ‘EDITORIAL SINTESIS,S. por el interés que siempre han demostrado en las Valermovo 34 2015 Madrid confrontaciones en mi trabajo sobre la clinica de la Telefon: 915932098 bapesitecom anorexia © Masso Recsi deci de este bros ha realizado gracias a une ayuda de SES “También deseo agradecer de modo especial a Si via Grates precios trabajo de revisin de la ae (Ser S|] docién, a Erminia Macla, a quien le debo mi amor a ae erences fora Aleeete rata eciet tsa vemidn de Clini da una simplemente no ei tr EUROPEAN AEB OR SCINTNC RLEATONS Via Val D'Aposta 7 40123 Bologna Iisa Tels 0089081 271992 Fax: 0039051255983 E-mail sepsCalmauniboit cpus ISBN: 8497560973 Dept lega M. 26621-2003, Inpreso en Espana Protein Spain todos los derechos. ss proibido, bj as sanciones resarcimieato di preists ena eyes, reproduc ransmitiresta publica, ep o parcialse mt, or sma de recuperatny por cuslguier medio, sce nico electric, magntica, electrooptic, por otoconia o cualquier oo, sina autorznién previa precio, de Edoral Sint A Clinica del vacio 10 Masta y ecupe por wna parte la cent masicay escape ‘por otra parte la mel maricay excupe antes de que lee la nieve FABRIZIO DE ANDRE, Ho visto Nina volare 1. Clinica de la falta y clinica del vacio La tess principal que atraviesa este libro y define su campo de investi- gacién sostiene la diferencia entre una clinica dela fia y una clinica del waco. Esta diferenciaci6n no pretende recalcar la que existe entre neurosis y psicosis y que constituye, como es sabido, la espina dorsal »\ della clinica psicoanalitica tal como fue edificada por Freud, si bien la clinica de la falta crcunsctibe realmente la clinica de la neurosis. En efecto la clinica de la falta es una clinica del deseo inconsciente, de la represin y del retormo de lo eprimido, del sfntoma y de la divisién del sujeto: es una clinica que encuentra su terreno de abono en las forma- ciones del inconsciente. Lo que constituye su centro es la pasién del deseo como pasién que toma cuerpo, como Lacan nos ha indicado, de Ja “falta en ser” que habita en el sujeto. En este sentido la clinica de la falta se puede enmarcar en la clinica clisica de la neurosis. Latesis que sostiene la existencia de una elinica del vacto dife- rence de una clinica de la falta no pretende, en modo alguno, intro- ducir una nueva estructura respecto al binomio neurosis-psicosis. [Esta ha sido, como se sabe, la intencién perseguida por Otto Kern- berg que, com la formulacidn orignal de a categoria de “personali- dad borderline (al limite)", ha pensado en una tercera estructura tes- ppecto a la dicotomia clsica entre neurosis y psicosis, La clinica del vaclo, tal como es experimentada en este texto, no mana de la pers- pectiva de Kernberg; la clinica del vacfo no es la clinica de las per- sonalidades borderline. En efecto, dentro de las ensefianzas de Lacan la estructura borderline no tiene carta de naturaleza Con la esis de la fe definie una mu psicoanalitica comas” (anorexia sin, aleoholis: ate la légica que pr ica del vacto se re seatido, aunque no misma una alfnic cones del sujero qu dinomio neurosis-p i6n del sintoma rerorno metaférico que adquiere e si6n del sujeto, cua fecta directamente sido de que indica cticas de goce(¢ -oxicomanfa) qu ciente, en el sentide n el Otto sexo, roducto dela técn cado social y vincu nuevo esaruto del del Otro sexo, radi sicas concretas de goce uno?, precisa centre el sujeto y Ladinica del nexién entre es sintas declinacion época de lo simbs a funcién colecci Bajo esta perspect Introduccién Con la tesis de la existencia de un: ide definir una nueva estructura, sino analitica contempordnea. Los denominados “nuevos smas” (anorexia y bulimia, toxicomania, ataques de pénico, depresin, alcoholismo) aparecen como efectivamente irreducibles que preside lac del sincoma, La clinica dl vac ductibilidad. Enéste sentido, aunque no se refiera alas personalidades borderline, es en ‘misma una clfnica borderline, en la medida en que asume posi- nes del sujeto que son dificilmente descifrables recurtien: binomio neurosis-psicosisy en la medida en que afronta una decli- nacién del sintoma que no puede reducirse al esquema clés retorno metafé primido. Los nuevos si fnirse no tanto a partir dl carécter metafbrico, enigmatico y ci do que adquiere el retorno de lo reprimido como agente de la divi- n del sujeto, en a partir de una problemética que afecta di ce ala constitucién narcisista del sujeto -en el sen tido de que indica un defecto fundamental del mismo y de unas pricticas de goc es evidente si se piensa en la bulimia y en cluir la existencia misma del incons tido de que ese goce no se inserta en el incercambio el Otro sexo, sino que se configura como un goce asexuado, y de la quimica, ficil de conseguir en el mer- social yvinculado a una prictica pulsional determinada. Este , desvineula del Otro sexo, radicalmente aurstay en relacién con téenicas y pric- ticas concretas de consumo, es lo que Hugo Freda ha definido precisamente para poner de manifiesto la desc ‘entre el sujeto y el Otro que su consumo produce. La dlinica trata las formas y los modos de esta d nexién entre el sujeto y el Otro; trata, dicho de otro m tintas declinaciones que puede asumir el rechazo del Otro en la de lo simbdlico contempordneo (marcado por la caida de la funcién colectiva y subjetivamente estructurante del Edip Bajo esta perspectiva, ese trabajo adopta como tesis general aque: n 2 Clinica del vecio lla con la que Jacques-Alain Miller define al Otro contemporineo: promocién del objeto-plus de gozar (a) que adquiere el rango del Ideal en eclipse 2. El vacio disociado de la falta El centro dela clinica de la falta ~cuyo modelo es la clinica dela neu- rosis~ etd constituido por el deseo: repesin del deseo yrerorno de lo reprimido en las formaciones cifradas del inconsciente. La clinica de la falta ¢s una clinica que encuentra su cjeen el sujeto dividido ‘como efecto de la incidencia del deseo: conflict, desgarro, negativi dad dialéctica, deseo como manifestacién pura de la falta. En la ci nica de la falta es la “falta en ser” del sujero lo que consttuye la cau- say la matriz del deseo. En este sentido, la falta es un nombre posible del vacio la falta es un vacio nombrado, un vacio al que se ha dota- cdo de significantes y de simbolos, y por tanto en conexién con el Otro. ‘Aun cuando nos enfrentemos ala eleccién del sacrificio y la priva- cién, como en el caso de cierta formas graves de anorexia, el sacrifi- cio yla privacién pueden aparecer como modalidades de goce super- yoico del vacio que llegan a sexualizar la renuncia (erigida en meta pulsional) y la propia adhesién a la locura de una Ley moral despia- dada, manteniéndonos en el campo de la clinica dela falta. La priva~ cién anoréxica puede elegir el vacio como meta pulsional, pero este goce del vacio no anula en absoluto el sujeto del deseo. La falta es una negatividad dialéctica: aquello a lo que aspira es su propia supresién como falta, es la realizacién del deseo. De for- ‘ma andloga, la falta no se puede llenar con ningtin objeto, mas bien Ia falta que toma la forma del deseo inviste al Otro, es falta bajo transferencia, es fata como apertura al Otro. En efecto, lo que da vida al vacfo es el deseo: es el deseo el que transforma el vacfo en una fala En los nuevos sintomas -en particular en la anorexia-bulimia y en la coxicomanta asistimos, en cambio, a la desarticulacién del vinculo dialéctico entee vaco, f en relaci6n con el Otro a través deseo como expresién dela fal tiza, se presenta como disociado ¢ ble, No es tampoco el vacio ny pues es un vacfo que nar En este sentido, a clinica de una clinica del vacfo: su referen formacién de compromiso ent cias del Otro social, sino la angi cién clandestina del deseo in gar inconsciente de goce, sino rece disociado de la falta, de un a “falta en ser’, sino expresin ¢ aconsistencia radical del mism nexistencia que suscita una ang La expresién “antiamot” ha sid para defini la posicién del suj Otr0* el objeto perdido no ca no mueve al sujero a su biisqu demanda de amor dirigida hac por asi decitlo, en el objeto-dro tenerse en la ransferencia haci sujeto con el Otro, El “antiamo este divorcio entre el sujeto y el fiere al campo del Otro, sino g ‘cuerpo del sujeto. El goce no ocurre en la clinica clisica de pricticas y técnicas pulsionales rencia a una satisfacci6n incon Introduecin 13 vinculo di tre vaclo, falta y deseo. El vacio no aparece ya en relacin con el Otro a través del movimiento de apercura del brable. No es tampoco el vacfo del que la anoréxica goza en la pri- vaci6n, pues es un vacfo que narcotiza el ser mismo del sujet. En este sentido, la clinica de los nuevos sintomas es radicalmente una (o: su referencia central no es el sintoma como ormacién de compromiso entre el deseo inconsciente y las as del Otro social, sino la angustia. No es el sintoma como satis faccién clandestina del deseo inconsciente, como mensaje ciftado y ente de goce, sino la experiencia de un vacfo q ce disociado de la falta, de un vacfo que ya no es manifesta “falta en ser”, sino expresi6n de una dispersién del sujeto, de una onsistencia radical del mismo, de una percepcién constante de ccistencia que suscita una angustia sin nombre Antiamor presién “antiamos” ha sido utilizada por a definir la posicién del sujeto toxicémano en relacién con el Oro‘: el objeto perdido no cae en el lugar del Oro y, por tan no mueve al sujeto a su bisqueda a través del Otro, através de la demanda de amor dirigida hacia el Otro, sino que se material 1 as{decitlo, en el objeco-droga que es un objeto « De for- tenerse en la transferencia hacia el Otro rompe el mis bien sujeto con el Otro. El “antiamor” indica precisamente esta ruptura, lca bajo te divorcio entre el sujeto y el Orzo: el abjero perdido no se trans- jo que da re al campo del Oxro, sino que se estanca de forma narcsista en vacio en cLcuerpo del sujeto. El igue el camino del sintoma ~como urre en la clinica clisica de las neurosis sino el més directo de ulimia y tics y téenieas pulsionales que parecen excuir cualquier re Clinica de vacto La clinica del vacto ¢s una clinica del “antiamor”, es una clinica de la ausencia de transferencia en sentido radical, Sila transferen- cia es en efecto, el indicativo de una atribucién al Otro de lo que ke falta al sujeto “la ansferenciaanalitica en sentido estricto encten- ‘ra su fundamento sélo en la “transferencia primaria” del objeto Pequefio (a), del objeto perdido, en el campo del Oxro- en las depen- dencias patolégicas y, mds en general, en las nuevas formas del sin- toma, seasiste a un colapso de laeransferencia, a a existencia de un cireuito cerrado de la pulsin que suprime la dimensién del encuen- ‘wo con el Otro sexo: el objero de transferencia se convierte en tn ‘objero de goce separado del Otro. La dimensi6n de las probleméticas narcsista se sitda, pues, en leentro de la clinica del vato. Es éste el punto te6rico en el que éencontramos las teor‘as kernberguianas sobre las personalidades borderline como sujctos de sintoma débil,en los que el suftimien- ‘0, no ligado por la metéfora sintomatica, se coneretiza en la “dis- persién de la identidad” y en la experiencia de un “vaclo crénico” (por emplear dos expresiones de Kernberg) que atenta contra la continuidad misma del sentimiento de la propia existencia. Una sensacién de irrealidad, de falta de afectividad, de futilidad, de inexistencia define también las personalidades “como si” de Hele- ne Deutsch y “falso self” de Donald Winnicott: la adaptacién social se configura como una interpreracién desobjetivada de un papel que trata de compensar o de enmascarar un vacfo fundamental en 'a constituci6n narcisista del sujeto. En este sentido, la clinica del vacfo es tambign una elinica de las mascaras. En la clinica del vacto, la importancia de la méscara no esté en rela- cién con el juego histérico de las identificaciones. Sila clinica de la falta -como demuestra en concreto la posicién histérca del sujero— «s.una clinica que elige la méscara como modsalidad subjetiva para rela linica de la del sujero— bjetiva para Inroduccit , la clinica del vacio comprueba eéme mds bien encaminada a hacer que e su ser, La mascara no funciona aqui como un recubrimiento fal del sujeto, sino como institucién del sj ertura, justamente, de su vacio de ser fundamental. También en rnorexia puede servir como na: la méscara social del cuerpo-delgado puede compensar 5ista fundamental del su ara social y de sus efectos de nomina- ra pone de relieve cémo en la actualidad lo opatologico se expresa cada vez men ‘may cada vez. més como adapracién rigia a la norma, com¢ segregadora de lo Mism nica del vaci nica que trata las nuevas formas de segregac «que se ocupa de lo que Lacan llamaba “psicosis social” es decit, de una posicién del sujeto que no se manifiesta por la produccién de fenémenos psicéticos en sentido estricto (delirios y alucinaciones), sino que se distingue por una experiencia de ausencia, de vacio exs- tencial, de insustancialidad anénima. La psicosis social indica, en otras palabras, que la dimensién psicopatolégica, en la actualidad, gota ya en la exclusién psicética del Otro, damental, sino que, por el contr lacién anénima y desp La clinica del vacto to ordinarias dela psicosis en las cuales, como escribe Lacan, la psico- sis se revela paradéjicamente “ n lo que suele lamarse buen orden’ 16 Clinica dal vacio Agradecimientos Exe libro no existiria si no hubiera habido algunas presencias fun- damentales para mi, que quiero agradecer aqut. Los colegas del ‘Campo freudiano por lo que me han ensefiado, los alamnos de la Seccién clinica de Mild porque han solicitado la escrtura de este libro, los compafieros del ABA por la labor cotidiana que nos ocu- pa desde hace afios en la clinica de la anorexia-bulimia; Chiara Colombo de la Franco Angeli por su competencia y amabilidads Olivia d’Agraives por su paciencia; los amigos que han permane- cido cerca incluso en los momentos mas dificles, y en particu- lar: Domenico, Fabio, Fabiola, Franco, Giuliana, Luigi, Luisella, Micaela, Pamela, Simona, Uberto y, finalmente, Valentina por su cxistencia Notas 1, Esta diferenciacin aparece apuntada por Serge Cotte a propésico de la

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