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EL AMPARO CONSTITUCIONAL EN V! Publicado en Revista IUS, No. 21, Instituto de Ciencias Juridicas de Puebla, Puebla, México 2011; Allan R. Brower-Carias Profesor de la Universidad Central de Venezuela SUMARIO: _ I, LA UNIVERSALIDAD DEL AMPARO: DERECHOS Y GARANTI- AS PORTEGIDOS Y ACTOS LESIVOS DE PARTICULARES Y DE AUTORIDADES, IL. LAS FORMAS DE EJERCICIO DEL DERECHO DE AMPARO: ACCION AUTO- NOMA DE AMPARO Y PRETENSION DE AMPARO ACUMULADA A OTRAS AC CIONES JUDICIALES, III. LA COMPETENCIA JUDICIAL EN MATERIA DE AC- CIONES DE AMPARO. IV. SOBRE LAS CONDICIONES DE ADMISIBILIDAD DE LA ACCION DE AMPARO. V. ALGO SOBRE EL PROCEDIMIENTO EN LA ACCION DE AMPARO, VI, A MANERA DE CONCLUSION: LOS PROBLEMAS DE LA EFEC- TIVIDAD DE LA PROTECCION CONSTITUCIONAL EN UN REGIMEN AUTORI- TARIO COMO EL INSTALADO EN VENEZUELA DESDE 1999 RESUMEN; El presente estudio tiene por objeto analizar de manera glo- bal la institucién del amparo constitucional establecido en la Constitucién de Venezuela como un derecho constitucional de las personas a ser amparadas en sus derechos y garantias constitucionales, incluyendo las declaradas en los tra~ tados internacionales sobre derechos, la cual se concibe con una universalidad ‘excepcional en el derecho comparado en cuanto a los derechos protegidos, (to- dos: individuales, econémicos, sociales, culturales), respecto de quienes los violen (todas las autoridades y particulares) y respecto de los actos u omisiones (que pueden causar la lesién (todos los estatales y de los particulares). Se anali- za también las formas procesales de proteccién constitucional, mediante el eercicio de la accién de amparo o de la formulacién de pretensiones de ampa- ro conjuntamente con otros actos estatales; la competencia judicial en la mate- ria y las normas basicas de procedimiento. PALABRAS CLAVE: Derechos Humanos. Garantias Constitucionles, Amparo constitue ional. Aecién de amparo El proceso constitucional de amparo fue introducido en Venezuela en la Constitucién de 1961, estableciéndolo, siguiendo la orientacién del constitucionalisme modemo lati- noamericano,' como la garantia judicial especifica de los derechos y garantias constitucio- se el trabajo de Héctor Fix-Zamudio sobre el amparo venezolano en su trabajo: “Algunos aspectos comparativas del derecho de amparo en México y Vene7ucla”, Libro Homenaje a la Memoria de Loren- Herrera Mendoza, UCV, Caracas, 1970, Tomo Il, pp. 333-390, Véase ademas, Iiéetor Fix Zamusio, teoria de Allan R. Brewer-Carias sobre el derecho de amparo Latinoamericano y el jucio de ampaco mexicano”, en BI derecho publica a comiencas del siglo XX. Estudios em homenaje al Profesor Allan R Brever-Carias, Edivrial Thomson Civitas, Madrid, 2002, Toma I, pp. 1128 y ss rales, pero configurindolo ademas, como un derecho constitucional de todas las personas a ser amparados por los Tribunales en el goce y ejetcicio de todos dichos derechos y garan- tias’, con caracteristicas bien definidas en el derecho constitucional comparado de América Latina’. Dicho derecho constitucional ha sido regulado ampliamente en el articulo 27 de la Constitucién de 1999* siguiendo la orientacién del articulo 49 de la Constitucién de 1961°, “Articulo 27: Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales en el goce y ejercicio de los derechos y garantias constitucionales, aun de aquellos inherentes a Ja persona que no figuren expresamente en esta Constitucién o en los instrumentos in- temacionales sobre derechos humanos. El procedimiento de la accién de amparo constitucional sera oral, piblico, breve, gra- tuito y no sujeto a formalidad, y Ia autoridad judicial competente tendré potestad para Tome V, Insttuciones Politicas Constitucionaies, Editorial Juridica Venezolana, Universidad Catélica del Tichira, Caracas~San Crisis bal, 1998; La Justicia Constitucional (Procesos y pracedimientos constitucionales), Instituto Mexicano de Derecho Procesal Constitucional, Ed, Porria, México 2007 Véase nuestros tabgjos: Allan R, Brewer—Carlas, Judicial Review in Comparative Law, Cambridge Seudies in Intemational and Comparative Law. New Series, Cambridge University Press, Cambridge 1989, 406 pp. yen Allan R, Brewer-Carlas, tudes de droit public comparé, Académie International de Droit Comparé, Bruylant, Bruxelles 2001, pp. 526-934, “El amparo alos derechos y libertades constion= cignales y ia aceidn de titela alos derechos fimdamentales en Colombia: una aproximaciéa compara va", en Manuel José Cepeda (editor), La Curta de derechos. Su interpretacion v sus implicaciones, Edi torial Temis, Bogots 1993, pp. 21-81, y en La proteceién juridica del ciudadano, Estudios en Homenaje al Profesor Jess Gonzélez Pérez, Tomo 3, Lultorial Civitis, Madrid 1993, pp. 2.695-2.748; El amparo a los derechos y libertades constitucionales. Una aproximacién comparaiiva, Cuadernos de la Citedra ‘Allan R. Brestet-Carlas de Derecho Pablieo,n” 1, Universidad CatSlica del Tichira, San Crist@bal 1993, 3K pp: “La justice constitutionselle et le pouvoir judiciaire,” en Allan R. Brewer-Carias, Biudes de droit public comparé, Académie International de Droit Comparé, Bruylant, Bruxelles 2001, pp. 935— 1182! Mecanismas nacionales de proteccién de los derechos humanos (Garantis judiciales de los de- rechos humanos en el derecho constitucional comparado latinoamericano), Insitute Interamericano de Derechos Humanes, San José 2005, 300 pp.; y Constitutional Protection of Human Rights in Lain Ame- rica. 4 Comparative Study of the Amparo Proceeding. Cambridge University Press, New York 2008, 448 pp. ‘Vase en general, Hildegard Rond6n de Sansé, “La aceién de amparo consttucional a riz de la vigencia de la Constiucién de 1999", en Revista de la Facultad de Ciencias Juridicas y Poitcas de la UCY, x 19, Caracas, 2000, pp. 1472172; Richard D. Henrique Laerazabal, “El problema dela procedencia del amparo constitucional en el Derecho venezolano”, en Bases y principios del sistema consttucional ve- nezolano (Ponencias del VII Congreso Venezolano de Derecho Consitucional realizado en San Crist tal del 21 al 23 de Noviembre de 2002), Volumen Ul, pp. 403-475; Vicior R. Herniadez-Mendible ‘amparo consttucional desde la perspectiva cautelar, en El Derecho Piblico a camienzos del siglo X20. Estudios homenaje al Profesor Allan R. Brewer-Carias, Tomo I, El Civitas, Madsid, 2003, pp. 1219 1301; Allan R. Brewer-Carias, “Introduccién general al régimen del derecho de ampare alos derechos y ‘garantias constitucionales (el proceso de amparo)”, en Ley Organica de amparo sobre derechos ¥ ga- rants consttucionales, Editorial Juridica Venezoluna, Caracas 2007, pp. 9-149 Véase en general Allan R. Brewer-Carias y Carlos Ayala Corao, en Ley Orgdnica de amparo sobre dere- ‘chos y garantias constitucionales, Editorial Juridica Venezolana, Caracas 1988; Hildegerd Rondon de Sansd, La accién de amparo contra los Poderes Publicos, Bditorial Ane, Caracas 1994; Hildegard Rox- ‘don de Sansé, Amparo constitucional, Editorial Arce, Caracas 1998; Gustavo Linares Benzo, El proceso ‘de ampato, Universidad Cental de Venezuela, Caracas 1999; Rafael J, Chavero Gazdik, B! nuevo régi ‘men del anparo consttucional en Venezuela, Bit. Sherwood, Caracas 2001. restablecer inmediatamente la situacién juridica infringida o la situacién que més se asemeje a ella, Todo tiempo seré habil y el tribunal Io tramitard con preferencia a cualquier otro asunto. La aceién de amparo a la libertad o seguridad podré ser interpuesta por cualquier per sona, y el detenido o detenida sera puesto bajo la custodia del tribunal de manera in- ‘mediata, sin dilacién alguna, El ejercicio de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno, por Ia declara~ ign del esiado de excepcién o de Ia restriccién de garantias constitucionales. De esta norma constitucional derivan las notas distintivas del derecho y accién de am- paro en Venezuela, y entre ellas, su universalidad respecto de los derechos protegidos y las causas de la lesién © amenaza de lesién de los mismos; las formas de su ejercicio; y los principios del procedimiento los euales desde e! inicio fueron desarrollados por la jurispru- dencia en aplicacién de la Ley Orginica de Amparo sobre Derechos y Garantias Constitu- cionales de 1988 (LOA). I. LA UNIVERSALIDAD DEL AMPARO: DERECHOS Y GARANTIAS POR- ‘TEGIDOS Y ACTOS LESIVOS DE PARTICULARES Y DE AUTORIDADES La accién de amparo procede en Venezuela para la proteccién de todos los derechos constitucionales enumerados en el texto de la Constitucidn (articulos 19 a 129: derechos civiles, politicos, sociales y de las familias, culturales y educativos, econémicos, de los pueblos indigenas, y ambientales), y en los tratados intemacionales sobre derechos hum: nos, que conforme al articulo 23 de la Constitucién tienen jerarquia constitucional, y ade- is, respecto de todos aquellos otros derechos inherentes a la persona humana que no figu- ren expresamente, ni en la Constitucién o en dichos tratados internacionales (articulo 22, Constitucién), los cuales ademas, prevalecen incluso sobre el orden intemo si contienen regulaciones mas favorables para el goce y ejercicio de los derechos, Por tanto, no hay derechos o garantias constitucionales y fundamentales que no sean justiciables mediante la accién de amparo, correspondiendo su ejercicio a todas las perso- has tanto naturales como juridicas 0 morales,” debiendo estas titimas estar domiciliadas en el pais (Art. 1, LOA). Lo tinico que se requiere para que proceda el amparo, sin embargo, es que se violacién inmediata, directa y clara del derecho constitucional.’ La consecuencia ‘Vease Allon R. Brewer-Catias, “La reciente evoluci6n jurisprudencial en elacion a la admisibilidad del recurso de amparo”, en Revista de Derecho Pafblico, n° 19, Biterial Juridica Venezolana (ea le adelan- te: EIV), Caracas, julio-sepliembre 1984, pp. 207-217. \Véese lo indicado por la Core Primera de lo Contencioso-Administrativo en sentencias de 304-87, 24 4-88 y 28-7-88 en FUNEDA, 15 aos de Jurisprudencia de la Corte Primera de lo Contencioso= ‘Administrativo, 1977-1992, Amparo Constitciona, Caracas, 1994, pp. 141, 180.9 225. ‘Véase, por ejemplo, sentencias de la Coste Primera de lo Contencioso administrative de 22-1-88, Revis- ta de Derecho Piblico, 3° 33, EIV, Caracas, 1988, p. 109; de 245-88, Revista de Derecho Piblico, 1° 435, EIV, Caracas, 1988, p. 100; de 306-88) Revista de Derecho Pitlico, n° 35, EJV, Caracas, 1988, 9, 129; de 8-10-91, Revista de Derecho Pilbico, 1° 48, EIV, Caracas, 1991, p.L38; de 15-9-92 y 16-9 32, Revista de Derecho Piblico, »’ $1, FIV, Caracas, 1992, pp. 146 y 150; y de la antigua Corte Supre sma de Justicia, Sala Politico Administrativa, de 9-5-88, Revista de Derecho Piblica m 34, EIV, Cars- de esta universalidad del amparo, es que en Venezuela, el Hamado derecho de habeas cor- pus se haya configurado como parte del derecho de amparo” o, si se quiere, como una mani- festacién del derecho de amparo, a cuyo efecto, la Ley Orgénica de Amparo establece en su articulo I° que “La garantia de la libertad personal que regula el hdbeas corpus constitucio- rd por esta ley”; destinando a ello los articulos 38 a 47 de la misma Por otra parte, de acuerdo con la Constitucién, el amparo constitucional procede contra cualquier acto, hecho u omision de autoridades o de particulares que viole derechos o ga- rantias constitucionales o amenace violarlos. Por tanto, asi como no hay derechos y garanti- as excluidos del amparo, tampoco hay actos, hechos u omisiones que escapen de la protec- cién de la misma, Ello se precisa en el articulo 2° de la Ley Orgiinica, cuando indica que: “La accién de amparo procede contra cualquier hecho, acto u omisién provenientes de los érganos del Poder Pablico Nacional, Estadal 0 Municipal. También procede contra el hecho, acto u omisién originados por ciudadanos, personas juridicas, grupos uu organizaciones privadas, que hayan violado, violen o amenacen violar cualquiera de Jas garantias o derechos amparados por esta Ley”. Por tanto, ademas de proceder el amparo contra particulares, sin distincién alguna,'” procede contra todas las perturbaciones provenientes de autoridades pilblicas, igualmente sin distineién alguna, sea que se trate de actos estatales u omisiones asi como de actos ma- toriales y vias de hecho de las autoridades pablicas (art. 5 LOA). Asi, ninguna actuacién omisién publica escapa al amparo, quedando s6lo excluidos de la accin, conforme se esta- blecié en el articulo 6,6 de la ley Orgénica, “los actos de la Corte Suprema de Justicia.” Por ello, la antigua Corte Suprema de Justicia en Sala Politico Administrativa en sentencia, de 31 de enero de 1991 (Caso: Anselmo Natale), afirmé enféticamente que “no puede exis- tir ningin acto estatal que no sea susceptible de ser revisado por via de amparo, entendien- do ésta [...como] “un medio de proteccién de las libertades piblicas cuyo objeto es restax «25, 1988, pp, 10S y 116; de 27-6-90, Revista de Derecho Piblico n° 43, EIV, Caracas, 1990 p. 92, y de 26-10-85, Revista de Derecho Piblico, n° 40, FIV, Caracas, 1989, p, 109. Vase también dels antigua Conte Suprema de Tustiia, Sala Plena de 21-3-88, Revista de Derecho Piblico, n° 34, EIV, Caracas, 1988, p. 105, 9 Allan R, Brewer-Carlas, “El derecho de amparo y la aecign de amparo”, en Revista de Derecho Pilblico, 1 22, EIV, Caracas, abril-junio 1985, pp, 51-61; y “El derecho de amparo en Venezuela," en Revisra de Derecho, N° 1, aio V, Facultad de Dececho, Universidad Cental, Sentiago de Chile 1991, pp. 151 178:_y en Garantas jurisdiccionales para la defensa de fos derechos humanas en Iberoamérica, Insti to de Investigaciones Juridcas, Universidad Nacional Auténoma de México, México 1992, pp. 7-53 Tal como sucede en Argentina desputs del caso Same! Kot SRL. de 1958. 8. V. Linares Quintana, Ac~ idn de Amparo, Buenos Aires, 1960, p. 25, G. R. Caro, Algunas aspectos del recurso de amparo, Buenos Aires, 1959, p13, ‘Véase sentencia de la Corte Primera de lo Coateacioso Administrtiva de 186-91, ex FUNEDA, 15 afios de Jurispradencia op. cit, p. 145; yen Revista de Derecho Publica, n° 46, EIV, Caracas, 1991, p. 124, blecer su goce o disfrute, cuando alguna persona natural o juridica, o grupos u org nes privadas, amenace vulnerarlas o las vulneren efectivamente.”" En cuanto al amparo contra leyes y demas actos normativos, de acuerdo al artfculo 3° de la Ley Orgénica: “También es procedente Ia aveién de amparo cuando Ia violacién o amenaza de viola- ibn deriven de una norma que colida con la Constitucién. En este caso, la providen- cia judicial que resuelva la accién interpuesta deberd apreciar la inaplicacin de la norma impugnada y el Juez informaré a la Corte Suprema de Justicia acerca de la res- peetiva decisién’” Se previé asf en la Ley Orgénica el Hamado “amparo contra normas” el cual en ciertos aspects se puede asimilar al denominado en México “amparo contra leyes,”"* no teniendo la decisién del juez efectos anulatorios, sino de inaplicacién de la norma respecto de quign se solicita amparo (inter partes). Pero en relacién al control de la constitucionalidad de las leyes, que la Ley Orgénica, ademas de prever el amparo contra normas, permite ejercer la pretension de amparo, conjuntamente con la accién popular de inconstitucionalidad de las leyes ante le Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, previendo en el mismo articulo 3° de la Ley Orgénica, lo siguiente: “La accién de amparo también podré ejercerse conjuntamente con la accién popular de inconstitucionalidad de las leyes y demés actos estatales normativos, en cuyo caso, Ja Corte Suprema de Justicia, si lo estima procedente para la proteccién constitucio- nal, podré suspender la aplicacién de la norma respecto de la situacién juridica con- ereta cuya violacién se alega, mientras dure el juicio de nulidad” AGin cuando de la norma del articulo 3° de la Ley Ongnica, puede decirse que resultaba ‘una via directa de control difuso de la constitucionalidad de las leyes," la jurisprudencia de la Sala Politico Administrativa de Ta antigua Corte Suprema impuso el criterio de que no procede la accién de amparo directamente contra normas, siendo que lo que procede es su gjercicio contra los ac 1s de efecucién de la norma, que serian los actos lesivos."* Asi lo ase en Revista de Derecho Piblico, x? 45, EIV, Caracas, 1991, p. 118. La tess de la Corte Suprema 1 feafirmada por la Corte Primera de lo Conteneioso Adminstrativo en seatencia de 18-6-91, en Vée- seen Revista de Derecho Piblico, n° 46, EJV, Caracas, 1991, p. 125, Héctor Fix~Zamudio, “Algunos problemas que plantca el amparo contra leyes", Roletin del Instituto de Derecho Comparado de Mexico, UNAM, 1 31, 1960, pp. 11 a 39. Véase ademas, adem, Allan R, Brower-Carias, “La accién de amparo contra Leyes y demés actos normativos en el derecho vene70lano,” ‘en Liber Amicorum, Héctor Fix-Zamudio, Volutnea I, Secretaria de Ia Corte interamsricasa de Derechos Humanos, San José, Costa Rica 1998, pp. 481-501 se Allan R. Brewer-Carias, Nuevas tendencias en el contencioso administrativo en Venezuela, EIV, ‘Caracas, 1993, p. 168 Fue ol caso de Ia en sentencia de 88-04, a Sala Politico Administrativa al resolver un amparo en el caso de las declaraciones juradas de patrimonio cxigidas @ los administradores de bancos por la Ley de Emergeucia Financieta de 1994, Véase el texto en Allaa R, Brewer-Carias y Carlos Ayala Corao, £1 de recht a la tntimidad y ala vida privada y su proteccion frente a las iyerencias abusivas o arbitrarias del Estado, Caracas, 1995, pp. 214 216 indicé en sentencia de 24 de mayo de 1993, al afirmar que “el mencionado articulo de la Ley Orgénica de Amparo no consagra la posibilidad de interponer esta accién de proteccién. constitucional contra una ley u otro acto normativo sino contra el acto de aplicacién o eje- cucidn de ésta, el cual en definitiva es el que, en el caso concreto, puede ocasionar una le- sign particular de los derechos y garantias constitucionales de una persona determinada.”"® En materia de amparo contra actos administrativos y conductas omisivas de la Admi« nistracién, el articulo 5° de la Ley Orgénica dispone que: “La accién de amparo procede contra todo acto administrativo, actuaciones materia- les, vias de hecho, abstenciones u omisiones que violen o amenacen violar un derecho © garantia constitucionales, cuando no exista un medio procesal breve, sumario y efi- az, acorde con la proteccién constitucional”, En consecuencia, si dicho medio procesal acorde con la proteccién constitucional exis- te, la accién de amparo no es admisible; pudiendo ser dicho medio el recurso contencioso administrativo de anulacién, siempre que exista en la localidad un tribunal con competencia contencioso administrativa, y se formule en el mismo conjuntamente con la pretensién de nulidad, la pretensién de amparo."” En estos casos, agrega el articulo 5° de le Ley Orgénica, el Juez, en forma breve, suma- ria y efectiva, si lo considera procedente para la proteccién constitucional, suspenderd los efectos del acto recurrido como garantia de dicho derecho constitucional violado, mientras dure el juicio, Para garantizar que este recurso contencioso administrativo de anulacién y amparo, sea un medio procesal breve, sumario y efectivo, acorde con la proteccién constitue cional, el Parigrafo Unico del articulo 5° de la Ley € gdnica precisa que: “Cuando se ejerza la accién de amparo contra actos administratives conjuntamente con el recurso contencioso administrative que se fundamente en la violacién de un derecho constitucional, el ejercicio del recurso procederé en cualquier tiempo, aun después de transcurridos los lapsos de caducidad previstos en la Ley; y no serd nece- sario el agotamiento previo de la via administrativa”. Ahora bien, en el caso de ejercicio de la accién auténoma de amparo contra actos ad- ‘ministrativos, el tema central a precisar es que los efectos de la decisién de amparo no son de orden anulatorio sino de mera suspensién de efectos del acto, lo que implica que el acto administrativo lesivo queda incélume en cuanto a su validez, por lo que para que la protec- ci6n constitucional sea integral deberia buscarse su anulacién posterior por lz via conten+ cioso administrativa ase en Revista de Derecho Piblico, =° 5S-S6, FIV, Caracas, 1993, pp. 287-288. Véase tambin sen- tencia de 19-11-92 (Caso: Electrficacién del Caroni, EDELCA, n° $4) Véase sentencias de la antigua Corte Suprema de Justicia Sala Politico Administrativa de 25-1-89 y 9 8-89 en Revista de Derecho Pablico, n° 39, EIV, Caracas, 1989, p. 139, Pero la aceién de amparo no sélo procede contra actos administrativos sino tambié: contra conductas omisivas de la Administracién, para lo cual debe existir mora frente a un requerimiento del interesado, Es decir, es necesario que el presunto agraviado se haya diri- gido en forma previa a la presunta autoridad agraviante, dando inicio a un procedimiento constitutivo, de manera que no se puede accionar por abstencién cuando no habido requ: rimiento del administrado para que la autoridad administrativa emita algin acto administra tivo"". Por supuesto, en todos estos casos de procedencia de la accién de amparo contra la mora de la Administracién, como violatoria del derecho a obtener oportuna respuesta ga- rantizado en el articulo 67 de la Constitucién, la consecuencia de la violacién de tal dere- cho, como lo ha sefalado la Corte Primera de lo Contencioso Administrative, “sélo implica ordenar ¢ la autoridad administrativa que otorgue la respuesta correspondiente”. Por otra parte, en cuanto al amparo contra sentencias y dems actos judiciales, el articu- lo 4° de la Ley Organica establece que: “Igualmente procede la accién de amparo cuando un Tribunal de la Repiblica, ac- tuando fuera de su competencia, dicte una resolucién o sentencia u ordene un acto que lesione un derecho constitucional”. En estos casos, y con el objeto de salvaguarder las jerarquias judiciales de revisién, se establece expresamente que “La accién de amparo debe interponerse por ante un Tribunal superior al que emitié el pronunciamiento, quien decidira en forma breve, sumaria y efecti- Traténdose de amparo contra sentencias,”” la jurisprudencia ha precisado sus contornos indicando que es necesario que exista un acto judicial lesivo, es decir, que lesione o amena- ce lesionar un derecho constitucional, para lo cual ningin tribunal puede tener competen- cia." Por ello, 1a expresién legal “actuando fuera de su competencia” ha sido interpretada por la Sale Politico Administrativa de la antigua Corte Suprema, en sentencia de 12 de di- ciembre de 1989 (Caso: HI Crack C.A) como equivalente a un tribunal que “usurpa funcio~ nes, ejerciendo unas que no le son conferidas o hace uso indebido de las funciones que le hhan sido atribuidas, lesionando con su actuacién derechos 0 garantias constitucionales.”* Sentencia de la antigua Corte Suprema de Justicia, Sala Politico Administrativa de 18-11-93, en Revista de Derecho Piblico n® 35-56, EIV, Caracas, 1993, p. 295 Véese sentencia de 26-8-93 (Caso: Inversiones Klanki, en Revista de Derecha Pilblico, n° 85-56, FV, Caracas, 1953, p. 234 ase, entre vlras, la sentencia de la Sala Consttucional n° 848 de 287-2000 (Caso: Luls A. Baca vs Juzgado Segundo de Frimera Instancia en fo Civil, Mercantil, Agravio y del Trénsio del Primer Circui- to de la Cireunseripeién Judicial del Estado Bolivar), en Revista de Derecho Piblico, 2° 83, EIN, Car as, 2000, p. 296 Véase Allan R. Brower-Cariss, “El problema del amparo contra sentencias 0 de cémo fa Sala de ‘cin Civil remedia atbitraredades judiciales” en Revista de Derecho Publica, 3° 34, EIV, Ci 988, p. 164: y "El recurso de amparo contra senteucias de amparo dictadas ca segunda instancia Revista de Derecho Piblico, x° 36, Editorial Juridica Venezolans, Caracas, octulbre-diciembre 1988, pp. 160-172, seen Revista de Derecho Piilico, n° 41, FIV, Caracas, 1990, pp. 110-11. En igual sentido se des- tacan las sentencias de la misma Sala Politico Administativa de 276-00, 47-90, 7-890, 5-12-00 y De acuerdo a esta doctrina, por tanto, y dada la garantia de la cosa juzgada que protege a las, decisiones judiciales, no basta para que sea procedente una accién de amparo contra sen- tencias que el accionante sélo sefiale que Ia sentencia le fue adversa, sino que debe alegar abuso 0 exceso de poder del juez, como forma de incompetencia™. Por otra parte, en relacién al amparo contra sentencias y demés actos judiciales, otro aspecto que debe destacarse es que la aplicacién del articulo 4" de la Ley Orgénica de Am- paro sélo procede cuando el juez en concreto actéa en ejercicio de funciones jurisdiceiona- les, en cuyo caso, el juez competente para conocer de la accién es el tribunal superior al que emitié el pronunciamiento, En cambio, en los supuestos en los cuales un juez dite un acto actuando en funcién administrativa (no jurisdiccional), por ejemplo, cuando actiia como -gistrador mercantil, la competencia para conocer de la accién de amparo corresponde al tribunal de primera instancia que lo sea en la materia afin con la naturaleza del derecho violado™, En relacién con las partes en el proceso, debe sefialarse que conforme a la doctrina de la Sala Constitucional, “la accién de amparo contra decisiones judiciales no procede contra el Juez que dicté la decisién sino contra la decisi6n en s{ misma”, en el sentido de que el Iuez no es el legitimado pasivo en el procedimiento de amparo, siendo el fallo, en si mis- ‘mo, “el presunto trasgresor de un derecho © garantia constitucional”. Por ello es que se ha considerado que no es necesaria Ia presencia del Juez para defender o informar sobre la decisién tomada, de manera que segin lo resuclto por la misma Sala en su sentencia de 1° de febrero de 2000 (Caso: José A. Mejias y otros), “la ausencia del jucz a la audiencia oral, ‘no significa aceptacién de la pretensién de amparo”.”> Il. LAS FORMAS DE EJERCICIO DEL DERECHO DE AMPARO: ACCION AUTONOMA DE AMPARO Y PRETENSION DE AMPARO ACUMULADA A OTRAS ACCIONES JUDICIALES La regulacién del amparo constitucional en la Constitucién y en la Ley Orgénica de Amparo como un derecho fundamental y no s6lo como una tinica accién auténoma de am- aro, implicé la necesidad de conciliar el ejercicio del derecho de amparo con los medios judiciales existentes de proteccién constitucional, de manera que no quedasen éstos elimi- nados como tales, sino al contrario, reforzados. De alli las previsiones de los articulos 3, 5 y 6.5 de la Ley Organica de Amparo que permiten la formulacién de pretensiones de amparo constitucional conjuntamente con las acciones de nulidad por inconstitucionatidad, con las acciones contencioso-administrativas de anulacién y con las acciones judiciales ordinarias 0 31-591, ctadas en Revista de Derecho Piblico, n° 46, FIV, Caracas, 1991, p. 132. Igualment, sex lencia de 4-2-93, Revista de Derecho Piblica 83-84, EIV, Caracas, 1995, p. 276. ‘Véase sentencia antigua Corte Suprema de Justicia, Sats Politico Administrstiva de 31-S-91, Revista de Derecho Piblico, n° 46, EDV, Caracas, 1991, p. 132. (ease la sentencia de la Sala de Casacién Civil de la Corte Suprema de Justicia de 21-9-89, Revista de Derecho Piblico, n° 40, EJV, Caracas, 1989, pp. 92-93 ‘Vase sentencia n° 436 de 225-2000 (Caso: Foramer de Venezuela, C.A, vs. uagado Tercero de Pri ‘mera Instancia del Trabajo de la Circunscripeién Judicial del Estado Zulia) en Revisia de Derecho Prblico, 0° 82, EBV, Caracas, 2000, p. 476. extraordinarias, que propusimos en el proceso de formacién de la Ley en la Cémara del Senado™. Después de miiltiples vacilaciones jurisprudenciales que se extendieron por casi cuatro aiios, el sentido de la regulacién contenida en dichas normas finalmente lo resumié la Sala Politico Administrativa de la antigua Corte Suprema en sentencia de 10 de junio de 1992, en la cual, haciendo referencia a la sentencia de 10 de julio de 1991 (Caso: Tarjetas Banve- rnez), sefal6 que la Ley Orgénica prevé fundamentalmente dos mecanismos procesales: “la aceién auténoma de amparo y la acumulacién de ésta con otro tipo de acciones 0 recursos.” En cuanto a la primera de las modalidades, es decir, la accién auténoma de amparo, al ser una accién que se ejercita en forma auténoma e independiente, no se vincula ni se su- bordina @ ningin otro recurso o procedimiento.”” Por lo que respecta a la segunda de las modalidades sefialadas, es decir, Ia accién de amparo ejercida conjuntamente con otros medios procesales, ha dicho la Corte, “la referida ley regula tres supuestos: a) la accién de emparo acumulada a la accién popular de inconsti- tucionalidad de las leyes y demés actos estatales normativos (articulo 3°); b) la accién de amparo acumulada al recurso contencioso administrative de anulacién contra actos admi- nistrativos de efectos particulares 0 contra las conductas omisivas de la Administracion {articulo 5°); c) a aceién de amparo acumulada con acciones ordinarias (articulo 6°, ordinal 5°).” En este iltimo supuesto, conforme a la ley Orgénica, “el Juez deberd acogerse al pro- cedimiento y a los lapsos establecidos en los articulos 23, 24 y 26 de la presente ley, a fin de ordenar la suspensién provisional de los efectos del acto cuestionade.” En todos estos casos, la pretensién de amparo no es una acci6n principal, sino una pre- tensién “subordinada, accesoria a la accién o al recurso al cual se acumul6, sometido al pronunciamiento jurisdiccional final que se emita en la accién acumulada tratindose de una acumulacién de acciones, debe ser resuelta por el juez competente para conocer de la a cién principal.” Por ello, en estos casos, el amparo tiene mero caricter cautelar y no tiene ninguna relevanciael que existan provedimientos dstintos para la accién principal y para la accién de amparo”, porque, en definitiva, en caso de acumalacién de la pretensién de am- aro con una accién principal, el procedimiento regular previsto para la accién de amparo (Golicitud de informe y audiencia publica y oral, por ejemplo) no se debe aplicar. (Ease Allan R. Brewer-Carias, “Propuestas de reforma al Proyecto de Ley Orgénica de Amparo sobre Derechos y Garantiss Constitucionales (1987)", Estudios de derecho pulbico, (Labor en el Senado 1985-1987), Toma Ill, Ediciones del Congreso de la Repitblica, Caracas 1989, pp. 205-229. dem, 9p. 169-170. [ease en Revista de Derecho Piblico, »° 50, EIV, Caracas, 1992, pp. 183-184 Véase sobre esto y la causal de inadmisibilidad ée la accién contencioso-administrativa en materia de acumulacién de acciones, sentencia de la Corte Primera de lo Coatencioso Administeativa de 14-12-92, ‘en FUNEDA, 15 aris de Jurisprudencia, Corte Primera de lo Contenciaso-Administrativo 1977-1992. Amparo Consttucional, Caracas, 1994, p. 121 IIL. LA COMPETENCIA JUDICIAL EN MATERIA DE ACCIONES DE AMPARO De acuerdo con el articulo 27 de la Constitueién, y en virtud de que el amparo esti concebido como un derecho ciudadano a la tutela judicial efectiva de sus derechos constitu- cionales, mas que como un solo medio procesal especifico 0 garantia de los derechos, puc de decirse que todos los jueces de la Repdblica pueden ser competentes para conocer de una accién o pretensién de amparo, Ahora bien, en relacin a la competencia judicial para conocer del amparo, conforme a la Ley Organica, la misma esta condicionada por las dos modalidades de ejercicio del dere- cho de amparo: sea en forma conjunta con otra accién o recurso o como accién auténoma, En el primer caso, de ejercicio conjunto de la pretensién de amparo junto con una ac- cidn de inconstitucionalidad, conforme al articulo 3° de la Ley Orgénica; con una accién contencioso administrativa, conforme al articulo 5° de la Ley Orgénica; o con cualquier otra accién 0 medio judicial, conforme al ordinal 5° del articulo 6° de la Ley Orgénica, el tribue nal competente para conocer de la pretensién de amparo, sin duda, es el tribunal competei te pata conocer de la accién principal; es decir, en el caso del articulo 3° de la Ley Organi- ca, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo; en el caso del articulo 5° de la Ley Org nica, el tribunal de la jurisdiceién contencioso administrativa que sea competente para co- nocer de la nulidad del acto administrativo impugnado; y en el caso del ordinal 5° del art culo 6° de la Ley Orgénica, el tribunal competente para conocer de la accién o medio pro- cesal al cual se acumule la pretensién de amparo. En todos esos casos de pretensién de am- aro acumulada a otras acciones o medios judiciales, por tanto, la competencia judicial para conocer de la Solicitud de amparo esti resuelta en la propia Ley Organica, sulo 7 de la Ley Or En los casos de ¢jercicio de la accién auténoma ginica establece el principio de que: “Anticulo. 7 Son competentes para conocer de la accién de amparo, los Tribuna- les de Primera Instancia que Io sean en la materia afin con la naturaleza del derecho o de la garantia constitucionales violados 0 amenazados de violacién, en la jurisdiccién correspondiente al lugar donde ocurriere el hecho, acto u omisién que motivaren la solicitud de amparo, iparo, el En caso de duda, se observarin, en lo pertinente, las normas sobre competencia en ra- z6n de la materia”. Se establece asi, como principio rector para dilucidar la compeiencia de Tos tribunales de primera instancia el eriterio de la afinidad entre la materia natural del juez y los derechos © garantias denunciados como lesionados. Por lo que se refiere a amparo a la libertad y seguridad personales, la competencia se atribuye a los tribunales de primera instancia en fo penal (articulo 40), Este principio de la competencia tiene dos excepeiones: La primera, indicada en el arti- culo 9 de la Ley Ongénica, que dispone: “Articulo 9, Cuando los hechos, actos u omisiones constitutivos de la violacién o amenaza de violacién del derecho o de las garantias constitucionales se produzcan en 10 lugar donde no funcionen Tribunales de Primera Instancia, se interpondré la accién de amparo ante cualquier Juez de la localidad, quien decidiré conforme a lo establecido en esta Ley, Dentro de las veinticuatro (24) horas siguientes a la adopcién de la deci- sién, el Juez le enviard en consulta al Tribunal de Primera Instancia competente”. En esta forma, el Legislador, al establecer esta excepcién bused “eliminar obstéculos sobre todo los de orden geogrifico y econdmico™” para el ejereicio de la accion de amparo cuando los hechos, actos u omisionies constitutivos de la violacién del derecho © garantias constitucionales se produzcan en un lugar donde no funcionen tribunales de primera instan- Gia, Fn este caso, a aeeifn puede ntentase ante cualquier ue de la Tocaliad, se eniend, le inferior rango formal Una vez que se decida la accién interpuesta, el articulo 9 de la Ley Orgénica exige que se envie en consulta al Tribunal de Primera Instancia competente, el eual, por supuesto, no necesariamente tiene que ser el superior jerdrquico respectivo, sino el que debia conocer en primera instancia del asunto™ La segunda excepcién al principio de la competencia definida por la afinidad entre la ‘materia natural del juez y los derechos o garantias denunciados como lesionados, esté esta- blecida en cl articulo 8 de la Ley Orgénica, que establece: “Anticulo 8 La Corte Suprema de Justicia conocer, en iinica instancia y mediante aplicacién de los lapsos y formalidades previstos en la Ley, en la Sala con competen- cia afin con el derecho 0 garantia constitucionales violados 0 amenazados de viola- cidn, de las acciones de amparo contra los hechos, actos y omisiones, emanados del Presidente de la Repiblica, de los Ministros, del Consejo Supremo Electoral y de los demas organismos electorales del pais, del Fiscal General de la Reptiblica, del Procu- rador General de la RepGblica o del Contralor General de la Republica”, La nica reforma que ha tenido la Ley Orgénica se produjo, precisamente, en relacién con este articulo, al agregarse a la enumeracién al “Consejo Supremo Electoral y los dems organismos electorales””, La Sala Constitucional, por otra parte, ha considerado que la enumeracién contenida en el articulo 8 de la Ley Orginica de Amparo es enunciativa y no taxativa, en tanto que existen drganos con rango similar «dada su naturaleza y atribucione alos cuales debe extenderse, necesariamente, [a aplicacién del fueto especial eonsagrado en el mismo, como fue el caso de la Comisin de Funcionamiento y Reestructuracién del Sis- tema Judicial."* se sentencia dela Corte Primera de lo Conlencioso administrative de 10-9-92 (Caso: UNED), Revis- ta de Derecho Piblico, ° 1, EIV, Caracas, 1992, p. 138. Véase sentencia de la antigua Corte Suprema de Justicia, Sala Politico Administrative de 16-11-89 (C 50: Cope), Revista de Dereco Piblico, ° 40, EIV, Caracas, 1989, p. 97 iioso administrative de 10-9-92, Revista de Derecho se sentoncia de la Corte Primera de lo Cont Piblico, sf 51, EIV, Caracas, 1992, p. 138, La Ley Onginica, publicada ea Gacera Oficial n° 33.891 de 221-88, fue rformada por Ley de 17-9-88 Gaceta Oficial n* 34,060 de 27-09-88. se sentencia n° 432 de 19-S-2000 (Caso: Elena C. Marval R.y otro ws. Comisién de Funcionamiento 1y Reestructuracin del Sistema Judicial), en Revista de Derecho Pibico, = §2, FIV, Caracas 2000, p. ‘454. In igual sentido sentencia n” 864 do 28-7-2000 (Caso: Braulio Sanchez vs. Comisién de Funcio- u Ahora bien, en relacién con esta norma y con motivo de la creacién de la Sala Consti- tucional del Tribunal Supremo cn 2000, la misma al interpretar el articulo,27 de la Const tucién, introdujo algunas “reformas” a la ahora derogada Ley Organica’ consideramos totalmente iegular pues la Jurisdiccidn Constitucional no puede ser un “Ie gislador positive”, con tendencia a la concentracién de competencias en materia de ampa- Esto ocurrié, en el campo de las compet ‘materia de ampato. A pesar de que constitucionalmente todas las Salas del Tribunal Supre- mo serian competentes conforme a la Ley Organica de Amparo para conocer de acciones de amparo, la Sala Constitucional en sentencia n° | de 20 de enero de 2000 dictada con motivo de decidir la admisibilidad de una accién de amparo (Caso: Emery Mata Millén vs. Minis tro del Interior y Justicia y otros), interpret6 erradamente los principios constitucionales y resolvid concenirar exclusivamente en la propia Sala Constitucional, las competencias para conocer de las acciones de amparo que venian conociendo las otras Salas, en tinica instan- cia, contra altos funcionarios nacionales conforme al articulo 8 de la Ley Orgénica de Am- ;paro; o contra las senteneias dictadas en primera instancia por los Tribunales Superiores de la Repablica, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo y las Cortes de Apelacio- nes en lo Penal; o las apelaciones 0 consultas de las sentencias dictadas por esos mismos Tribunales cuando conocieran de acciones de amparo en primera instancia. Estas comp. tencias, en todo caso, se recogieron en la Ley Orgénica del Tribunal Supremo de Justicia, desde 3004, ratificadas en la reforma de dicha Ley Organica de 2010, Posteriormente, la misma Sala Constitucional fue dictendo nuevas “normas” reguladoras de la competencia judicial en materia de amparo, en la n° 1555 de 8 de diciembre de 2000 (Caso: Yoslena ‘Chamchamire B. vs. Instituto Universitario Politécnico Santiago Marifioy’’; y en la senten- cia n® 26 de 25 de enero de,2001 (Caso: José C.C. y otros vs. Comisién Legislativa Transi- toria, Estado Portuguesa).* namiento y Reestructuracin del Sistema Judicial), en Revista de Derecho Piblico, n° 83, EV, Caracas 2000, p. 283 ‘Véase en general, Antonio Canova Gonzilez, “La Sala Constitucional y su competencia en Tos procesos de ampara”, en: Estudios de Derecho Administrative: Libro Homenaje a a Universidad Central de Vex nnezuela, Volumen |, lmpreata Nacional, Caracas, 2001, pp. 157-176, Luis Martinez Heméndez, “Nuevo regimen de accida de amparo con motive de seateacias dictadas por la Sala Consttucional del Tribunal Supremo de Iustiia", en Estudias de Derecho Pablico: Libro Homenaje a Humberto J. La Reche Rin-

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