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rmatografia ex cultura y esta se eruntra en el eed ne rans es historias dela sociedad digtalizacén conlas transformed moémica ytcnoldgiss que implica, est cambiando el panorama os oe estates de su cadena de valor, produc, distibucon y nyo lo que ef modelo de negocio y ls poiticespublicas que en eta industria eulura deben adaptase, as invetigaciones de ro plantean que los gabernes, de cinematografias peueias cma inoamercanas, daben cortar con hetramentas suficientes para Y efectar su politias de! audiovisual y no dejar en manos de Jo parte del futur cultural de sus paises, colaboracén de la Agencia Espanola de Cooperacon Internacional Desarolo(AECIO) sha poe desarllr un trabajo coecIve en se anal la stuacin de sels cematograias ltinoamericanas ente diferentes (argentina, Solva, Bras, México, Pafaguay ay) en aspects rlaclonados con el fomento ala produecén, fa nla difusin, las nuevas teenoogias yes derechos de autor en cl espacio digital tosque componen est bre analizan icine coma medio de com como “artefact cultural” que transforma le socedade y como rt lve paral dversidad cultural os contends de ext potent fa cultural deten ser preservades como un bien pablo, y fos 5 deben asumir un rl activa en la generac y efusin de los con 6 abjetvo de pulsar los auievsualesnacionales como spares ms importants para el desarrollo en las sociadades del siempre, la sociedad se ha allmentad de clones, y aso segura do aunque ena través de nuevos nstrumentosy de nuevos medos sumo Patano romp el vnculo entre pasado y futuro los pafeso- deben seguk construyendo historias y los pases deben generat ura de apoyo para presevareseblencomtn. a Ors | Wl serie» eategorias Lec ha acs fem CSU LE Tats (TE da : cinematografica latinoamericana Icrj’ inclusiones Preambulo, Guillermo Mastrini* in dudas el cine, es uma de las industria cultures com ms pre sencia en la vida cotdiana de lis personas. Arnque tal ve hoy se {sista menos als salas de cine, ya sea através de a televsinabier= {alos videos y la cada ver mas importante television por cable, las peliculas reeurrentemente se vineulan con tn importante canta fe personas. Claro que, ademas, histéricamente el cine xe ha desta ‘ado por su importneia para transmit Ins ideas de una poe ast ‘como para consttur una de las principales vias por las qe los pte ‘los se han reatadoa s mismo ichas caracteristcas deberfanbastar para pensar que la indus- ‘via cinematogritica constnuye un ser saludable, com tna ecomo- rmfa que goce de entabilidades erecienes. La stuacdin dist de er ‘an ideal. Como se ped apreciar en as paginas que siguen a con- ‘inuacién, las audiencias se concentran en unos pocos tts mien- ‘ras que una porcin muy signifiativa de las mismas no reiben la mayor atencién, Contrariamente a lo que ele creerse, ln economia de la industria cinemsRogrfica es sumamente inesabe y se puede resumir en una ecuacign donde muy poras peliculas aleanzan una rentabilidad muy importante, per la gran mayors ni squiera Io- fra reeuperar un poreentaje de sis costos de producciin, Solo en srandes mercados nacionales como Estados Unidos ¢ Inia, ln pro- 7 Guiterm Masia gma coma) 10. cutiso waste duccin cinematogritica ba llegad a ser rentable en condiciones de mercado, Para ell, ls grandes estuios no sélo han concentrado la prodnecién, sino que han desarvolado una inteyracion vertical lave ‘con el setor de fa dstibucin. El prop6sito de ete libro s contibuir al comocimiento del fun- ‘dnematografica en América Latina Para ello procura indagar en uno de Ios aspectos claves para que exist, y también para que Hlegue a creuar: la politica cinema tgrafica. De acuerdo a lo senalado en el pirrafo amteriot, muy pocos filmes alanzan a vender Ins entradas suficientes para recuperar los altos costes de prodiccin.Silaexstencia del cine latinoatne cano dependicra excusivamente de au capacidad de funciona de facuertioa las lees del mercado, slo los paises mas grandes como Brasil, México y Argentina sleanzarian a mantener una produccion regular, que de todas formas seria mucho menor a la que existe en Ta actual, ‘onatniento de fx indus De esta forma, las politica plies destinadas a promover la dura cinematografica han resultado fundamentales para promo- Yer que el vector no slo aleaace mayor volumen sino también mayor Udvetsidad, Podemos afiemar que el cin Latinoamericano coasttuye ‘una ineuseria que depende en gran medida de la existencia de poi- teas prblicas de apoyo. Clavo que dichas potteas fueron seriamente sectadas en la elécada de 1990, durante la etapa neoliberal, ex a que Jos Estados nacionales cumbiaron e sentido de su intervencion, r= ‘muviendo el funcionamiento casi excusvo de las eyes de mercado En este libro 0 silo procuramossstematizar cues han sido ls principales politics vinculadas al cine en ls tltimos aos en diver tos pales de la regi (Argentina, Bolivia, trail, México, Paraguay Uruguay), Uno de los objetivos es mostrar como dichas politics producen un efecto conereto sobre la produccin, la distibucion y El consuimo cinematogrticn, permitiendo la exstenciay la presen fa den ine local elas sas Dich tarea resulta fundamental, en momentos en que en es ‘pacios como la, Organizaciin Mundial de Comercio, pero tambien fen tratados de libre comereiobilaterales, se generan nuevas presio- nes para Timita ls politica piblicas, que son vistas como amen 2 para un ibre comercio internacional Resta de especial interés rexguardar la posbilidad de establecer politica pblicas cultuales ‘ene entorno digital. Por ejemplo, en varios tratils bilaterales no se han establecido 2onas de veserva para las poles culturales en materia de trfico de datos. Gabe preguntarse entonces qué pasara ‘cuando el cine se disibuya internacionalmente en forms digital Porlo tanto, pretendemos realizar un modesto aporte para mos trar a signiicacion de Ia politica cinematogréfica como una pi 24 fundamental de as politieasculturales fa hora de promover Ja diversidad cultural. De hecho cabe pensar que dichas pobitcas deberian ser expandidas al conjunto del stor audiovinual, con a telessign Ta caeva, y no eiminadas. Sostener ls poltiens ine: natogralicassupone confront con ls intereses de la industria ho: liywoorlense que dese ss inicios ha contado con el apoyo incon dicional del Depaatamento de Estado estadounidense ala hora de [promover su hegemonta en el mercado mundial audiovisual El concepto de industria cultural Antes de abortarestrictamente el estudio de Ia industria cinema ‘ogre, es preciso comprender su ubicacin en elcontexto de las Iindustriaseulurals. Fs preciso expliitar la definici de industri culural com la que trabjaremos a lo largo del artcul y justificar por qué consideramos indispensable abordar nuestro objeto de es- tudio desde una economia politica de la comunicacidn que combina clanlisis de las condiciones de produccin, distibucién y consumo al eon el esta sobre Ia relacones de poder. Desde et advenimiento de las ines flo XIX, lrcultura ya no es una actividad excusivamente basada en 1h produccin artesanal y Unica, financiada por mecenas, © bajo ka turela directa cel Estado, sino que también constitaye un ira cave ‘vel proceso de acumulacin del capital, donde el Estado ha queds- do limita a actuar, en cesta ocasiones, como promotor, regular ‘algunas veces, como cofinanciador. Fst progresiva industializa- 12 quiucenonsrens 6m y, por lo tanto, manifcacén dela mereane cultural, fa intor- nacibn'y la comunicaci6n, fe dejando atrs ls productos tinicos y las pequcas series a mediados del siglo XIX, para termine consol dnclose como in procesa clave para a prodceion eutural dante elsiglo XX, TTheodote Adorno y Max Horkheimer, referentesteGricos de Ia soe de Frankf, fueron los primeros en ublizar la expresi¢n industria cultural, en su ya elisico libro Dilétiea deta Hstaciin (1998), para hacer referencia en un sentido eitco ala estandariza- ‘6m de los contends cltales deriva de la aplicaign de téent- fas reproduativas, Lo que buscaron fundamentalmente fue abando- far el sémino “cultura de masas” para intentar dejar en cato que los cantenidos abarcados por ese concepto no eran de ninguna ma- suerte de eulara que brota espontineamente de las masas sino el emergente de medios masivos de difsién donde cl eapital tenfa una inedencia ceciente En la década de 1970, el témino industrial cultural pierde su acepcién exclusivamentenegativa ycomienza a ser ulizado de mar nera deseriptiva y en pla, tanto en investigaciones erticas como en andlisis luncionalists, para dar cuenta de los dstintos procesos de prodtuceisn, distsbucién y consumo presentes en una serie cada vex ms amplia de sectres. El interés econémico y politico que va Aquiriendo et tema hace que en 1978 la Onganizacion de las Na- ‘ones Unidas para la Educacin, la Ciencia yla Cultura (UNESCO) decid erear un programa de investigaciones comparadas sobre las industrias cultures a eango dela Division de Desarrollo Culeral de dicho onganismo internacional Esjustamente desde ee espacio que se impulsarin numerosos debates de especialists de diferentes dis- ‘Gplinas de Ins cencias sociales sobre a incidencia de ls industria ‘alturales en los grupos sociales, los procesos de tansnacionaliza- ‘iin ls modalidades de intervencién pblieay privada, La noc, de industrias cultural rompe can In idea de I cultura y kt econo- ‘mia como campos separados. Si bien se pueden encontrar varias definiciomes sobre industias calturales, nos resulta partcularmente interesante la conceptual: 2aci6n ealizada por el invesigador espanol Ramén Zallo (1988), Peanouto 13 quien entiende ls industriae culturales como “un conjunto de ra thas, seymentos ¥ actividades ausiliares industries prodictorasy disoibuidoras de mercancias con cantenidossimbslicos, concebidas por un trabajo creative, onganizadas por un capital que se valoiza ¥ deatinadas Finalmente ales mercados decorum, con tna ‘in de reproduccion ideolgeay social” Lo primero que es importante destacar de esta definicién es que Ia nocidn de industria deja afuera del aslisis a formas culturales artesinales no mediadas por un sistema industrial de precuceién ‘como, por ejemplo, a intra, I ecultara, el teatro ol danza, Es- ‘as expresiones son objeto de estudio de una economia de a cular pero no de wna economia de la industria cultural. Sus logicas de prodicion ym formas de valorizacin del capital son bien diferen- tex Ahora bien, la actividades artesanales ota fer de la industria y luego son subsumidas en un proceso capialista de prodceiin en ol que se valorizan, sf son parte dl ani, En sin- ‘esis, as actividades que se inluyen dento de esta definicin son prensa grfia, la industria editorial la industria fonografica, el ine, Ta radio y Ia television Ast definidas conceptual e hstricamente, ls industeas cular les van, sin embargo, a diferenciarse de otras mercanckas industia- lizadas po ls siguientes rag especfcos, que han sido sealados por Ramén Zallo (1988) y Enrique Bustamante (1999): + La relevancia del trabajo creative que consitaye su materia prima y le otorga un caricter Gnio a cada mereancia + La renovacién contimia provacada por la naturaera misma de exis mereancs 1+ Hlalto riesgo desu valovizacin debid ala aleatoriedad que ‘provoca esa continua renovacién labore de este objeto de estudio complejo debe llevar alan- te desde una econcmla pollica de a comuniracgn, que dberva queen 1 capitalsmo monopolia aca In isincion entre Ia estrcuray la superestrictra se redefine, pero no porque a superestrutarase ome- taoseindependicedelabase material sno porque esta se inckstliza [Le mesos de comunicain ya no slo cumplen una ficion conomi- ‘aindivcta ceando phavalia en ctos sectors deh conor através ‘de public, sino también, como desaca Nicholas Garam en La utara con erate (1983:23), una func econémica directa gene- rando valor a uavés de la produccidin de mercancias. Lo interesante de las industias cuturales desde esta perspectiva ex que representan al ‘apitalsmo como sistema cconémico y como cultura, pues valrizan ‘apical al misma tempo que fworecen ka predic soca, sed televisiin una intasria lve en exe esquena Layalorizacin de capital en elrea de la conmunicacién y la eul- ura cobra especial aseendencia debido ls politics de “desteg- lacién”y privaizacion que favorecieron un crecimiento estratégica del sector desde fines de los afiossetenta. La ip ee capitals pritados se ha dado de modo masivo en el marco de una tendencia hacia la concentracin y centralizacién que pesibiité a conforma- ‘inde comglomerados de comnicacin transnacionalesexpaces de ‘doqtinar la olertay comecializacion de gran pate de las mercanclas, calturales que circulan a nivel mundial. Pude sefialarse que el sc {or cinematogriico fue pionero de muchos de estos movimiento, [La dindmica del seetor, impulsada por las alts tsas de rentbil lad aleanvadas,convin las empresas que Io integran en origen 1 dating de amplios movimienton de capitals que # evidencian en "multiples compras,fsiones yabsorciones. Al mismo tiempo, s© es {tron procesos ce trabjoy prodicién industriales en funcién de las necesidades de valorizacién, ange ajustindose las part calaidades de la oferta cultural, la cual si bien no escapa a ls de ‘erminsciones del funcionamientoy desarrollo del mado de produc: cin capitalist, tiene rasgos especticos que la diferencian dentro fel entramad industrial, Dede mestiados del siglo XX, y de manera ereciente se aan za el rol de las industrias culeurates de vincular a exala productoresy constmidores entre, Buena parte de I ereacion ‘cultural se difunde gracias a una prodcidnindustal que se distri Ibuye por ciritos comerciales masivos. Son my pocos los haitan- tes del planeta que pasen un di entero sin vine alguna con las industriasculturales. $i bien las industiasculurales solo canalizan ‘una pequefi poreion de la produceién cultural, loran acaparar la rehnouo 15 gran mayorfa de ls consumes simbslces que nealizan los seres hu ‘manos. Camplen una misin fundamental wealizan una seleccion de Ta produccion y conectan a ls productores con audiencias masivay eto la ver Ins india cules son frjadoras de valor eoond> ric, identitaro y simbélico dento de una sociedad. De forma complementaria a lo aportado por Ramén Zallo, el investigador eanadicnse Gaetan Tremblay (1990:33) seiala que: “as industria euturales pueden ser definias como la constante evolu- ‘iin de un sistema de actividades de prosiccigm e intereambio eal tural, sero las reas de mereantlizacin, en las euaes ls téencas dela produccién industrial estin mds o menos bien desarrolladas, pero en elena el trabajo es cada vez mas organizado por el modo ‘apialista que opera a tavés de una doble separacién: entre los praductores y sus productos, y entre las areas de creacion y las de jecucion. Este doble proceso de veparacién da lugar una pérdida ‘eda vee mavor de control de los tabajadoresy de los anistas sobre tos prodctos de sus actividades” Fn este cao, se destaca la creciente influenca del capital en la produccidn cultural, ato en la toma de decisiones acerca de que proyectos culturales deben ser reproducids a escala masiva, como en el recente control sabre los produetones cultures. CCabe destacar que. como sefialamos en las primeras linea, la economia dels industry cures sempre fie sumastente inst ble. Capar de generar tanto ganancias multimillonarias eomo cuan- tious pérdidas, su modelo econémico enfrenté graves escollos para ‘contoidarse. Recignen la segunda mitad del siglo XX, las industrias es formalizaron un modo de produccién rentable, con lega- ‘daa piblicos masivos a nivel round Al mismo tiempo se acrecen tabs la concentracién econdimica y unos pocos grupos dominaban 1a industria cinematogratica hollpwoodense y ls principales sellox musicales, El fataro prometia mis Exitos yganancas Pero finales del siglo XX, y definitivamenteen el comienz0 del siglo XXI, ln irrupeiin de las ternologins digitalesimpliiton un sali para fa produccin industal de eutara. En efecto, la dig tallzcion de los bien simbéticos acabé con la escase afi de 16 cuntswo masta Jos soportes materiales de a cultura, que consteuyeron un elemento clave para la rentablidad del sector Hoy as industrias culrales en frentan el desafio de encontrar un nuevo modelo econémico, Cual sigante con pies de harmo, un sector con millonaris ingress a nivel ‘mundial, se desangra a partir de que miles de wsuarios comienzat a ‘acceder los bienesculturales sit retribuita Dentro de has industrias cltarales, el sector sudiosisual cons tye uno de los mas dinimicos importantes econémicamente. El mismo comprende a a television, a radio y el cine. Claro que a par tir de la dighalizacién las diferencias entre ss mismas han comes: zado ha reducirse. Ademis exist un temprano interés en Estados Un gar Ia industria del cine y la del aucicwisual. Esta itada por politics ant rs, que en ls stimos ios ‘shan relajado. Dentro del eonjunto de as industria audiovisuales, elcine no esel sector econdmicamente mas importante hoy supera- ‘do por la television abirtay de pago), pero sin dda constituye un lugar priilegiado de la intervene estatal. Tanto en Estados Uni- ‘dos, donde como ya se ha dicho, a incusria cinematogratica conte com la ayuda del Departamento de Estado para abrir los mereados Audioviuales de otos paises, como en el resto del mundo, donde se ‘stablecieron diverts politica detinadas a fomentar produccién, asi como la distribucin y a exhibici de Filmes nacionales.Amér= Latina no constituy6 una excepei6n al respect, y exsten ume rosy diversos ejemplos de politcas dedicadas al sector. Adem, las poitieas einematogrtcas se destacan en la regin por haber al- ‘anzaddo mucha legtimidad dicho ipo de inervencién piblica,con- trastando con ls ausencia de na politica sstenida en otra reas del sector audiovisual como la television, Politica cultural Las poiticas cinematogrfeas se enmarcan centr del amplio es peatro de las poltcas culturales. De hecho, como acabamos de sft lax, en muchos paises las poitcascinematograficas han sido uno de los elementos mas destacals del conjunto destinado a fomentar Ia prodiuccién cultural eeanauio 17 Las politica palica culturales se han transformado en reiterae das ocasiones en condicion de exstenca dela produccin cultural ala ver garanta de una mayor pluralidad, El Estado, en la bisqueda del interés publico, ha incorporado como objetivo de las poltcas ‘ulturales permit un mayor acceso de la cudadanta a la clara a slversas formas eultales. Si hasta cl sgla XIX cierto bienes eu turales quedaban slo al aleance de las clases econsémicamente aco rmodladas, durante el siglo XX, los Estados procuraron Fomen acceso masivo a fa cultura, Por supuesto, que la politica cultural no est exenta de conic. 10s, De hecho, hstorizar sobre ls pollicas culeuales es dar cuenta de disputas hegemenicas, de condicionamiientos de poder, es deci dar cuenta de los mismos conlicosexistentesen la Sociedad, En la base de la politica cultural est la decision de jerarquizar necesida- des, de seleecionar qué necesdades (canto de prodicores como de consumidores)atender a partir de recursos limitados. area particn- Jarmentearviesgada si consideramos que las necesadescultrales pueden ser mucho mis subjetivas que otras necesidales materiales, ero ademis a través de las politeas eultuales se promocionat val res estéticasy ve descartan otros. ‘Como senalan George Vidie y Toby Miller: “Ls politica cule rales constituyen un terreno privilegiado de la hegemonia. Propor ‘onan un medio para conciliar identidades cultures antagonicas ‘erigiendo la nacién como la esenca que trasciende los intereses par ticlares®(2004:30). En los Estados democrticos, el Estado ha intervenidlo con el ob jetivo de promover mayoresniveles de equilibrio entre bx oferta y Ta demands, y de gorantzar una diversidad de la oferta, De nuevo Viidice y Miler aciertan al sear que el Estado deber:“itervenir de tal manera que los derechos cultural y cdadlanos sean respeta- ‘dos por sobre los intereses de acurulacién del capital y de as elites tradicionales” 200449), Esta logica es compartida por Enrique Bustamante (200721), quien advierte que en el caso pariular de “has indusrias culeurales no se desenvuelien nunea en un entomno de puro mereado ¥ que, Tle 8 comerno waste oy aoa man iil del ade Exo re Sp tmeeginy hc tcnee go dint ern eden omenincae Fee ar gemocrétco, en un futuro queinevtablemente coudyua op aa civcome deminer one por lo tan ao, en su mp vee connector find ace es Gesell denaturation et cal a emo Lain, donde cen ie ieularmente debilesdebido a que no se suelen aleanzar lesson parca Yb Ia ala ibid la icra amor aes pron de cron lon bene ios ve Auten Ltn polices claret arr en ei anne io acradancate eerie lero angen salsa efor Cacia Canin en uno de tas pono merkano Nee aparece a mene como tn espacio no eu arc al Et ca couttan arian inanuonesy age rao, iy orogens 1a laden ds Eady de pena etm nerd, de ein 2ona de tol Jos partido, ersos mecnaso ira a iciativs de fa cman cas, ara mci plc scloge 7 coon eines den cll eran ema ese de igo ene na oq eeabre con muon males pls asta | ep cin defends pablo 7 pore dow as. sunentcin de Gara Candn inch de manera tangen- adi snide pole ara as cal nas ooriade ue Esty ena del ema mer) ating a poltica cultural qued6 ercunsrita alas ames clisicas jd muy en cues, posblemente con ln excep del cone. Sin embargo en el caso del cine, en la mayorta de los casos se cine. Sin etioues especiales para su promi, sin vnculo die = Jos organismos que definian la politica cultural, Last cial un proble edwou10 19 rmecenargo liberal, el tradicionalismo patrimonialsta, el estatinno populist, la privaizacién negconservadora, ka democratizacion cul- tural, y la democracia participative (1987-27), Las polities cinematografias en América latina tvieron un p= mer impulso bajo la Kyi del estatisma populist en ls décadas de {gt0 y 1950, yrecobraron iniciatva ajo a ligica de ka demoerat- zacién cultural en el retorno a la democraciaa fines de la decal de 1980. Clare que en 1990 sulieron wn Gerke retroceo com la avanzada de la privatzacion neoconservadora. Como se vera en lis proximas paginas, el ciso argentino consttuyé una parcial excep: da ya que un gobierno de neto corte prvatsa sanconé la ley qe permit el renacimiento del cine argettno, Desde inicos dl siglo XXI se asiste ala legal al poder de vatios gobiernos progress? fn Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Urugay® (entre otros) que le yhan otorgado mayor importancia ala politics piblias en general yrem algunos casos, la politica cultura Laestructura de la industria cinematogrética xy sus politicas En este abajo entenderemos como sector cinematogritico al

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