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Revista Latinoamericana de Psicologia 2008, volumen 40, N° 3, 539-550 LA CONSTRUCCION PSICOSOCIAL DE LA IDENTIDAD Y DEL SELF PapLoParano! Universidad Pedagégica Nacional, Colombic ABSTRACT The aim of this article is to develop the concepts of “identity” and “self” from the transactions between individuals and his/her psychological, social environments, and also from culture and scientific disciplines, particularly psychology. It is argued that identity and self are not inherent to the subject but socially constructed by cultural elements such as language. scientific disciplines and other kind of ideological discourses. As concepts, identity and self are extended from the individual to the physical and social environment. Putting the emphasis on the individual-environment transactions it is proposed to study these traditional philosophical concepts from an empirical perspective. The paper questions the possibility of an authentic self. Key words: self-concept, self perception, self-monitoring RESUMEN El propésito de este articulo es el de desarrollar los conceptos de identidad y self desde el punto de vista de las transacciones entre los individuos y sus ambientes psicolégicos y sociales. al igual que desde la cultura y las disciplinas cientificas, en particular la psicologia. Se discute que la identidad y el self no son atributos inherentes al sujeto sino construidos socialmente a través de elementos culturales como el lenguaje, las disciplinas cientificas y diversos discursos CContinia 1 Conrespondencia:Pas.oP nao, Universidad Pedagigica Nacional Bogoti Colombia, Comeo eletsniso:pdeparemo@2gmiLcom. 540 PARAMO ideolégicos. Como conceptos la identidad y el selfse extienden hacia el ambiente fisico y social Al ponerse el énfasis en las transacciones individuo-ambiente se propone estudiar estos conceptos tradicionalmente filoséficos desde una perspectiva empirica, El articulo finalmente cuestiona la posibilidad de un self auténtico. Palabras clave: auto concepto, auto-percepcién, auto-observacién, INTRODUCCION La nocién de identidad y self hacen parte de aquellos conceptos que bordean los limites entre filosofia y ciencia y sobre los cuales se hacen preguntas de caricter filoséfico no ajenas a los intereses de diversas disciplinas cientificas, para las cuales su definicién resulta de vital importan- cia en la elaboracion de sus teorias. Asi, para las posturas epistemol6gicas del construccionismo social 0 el feminismo lo mismo que para la pedagogia, la antropologia y las distintas co- tientes de la psicologia, el tratar de entender lo que somos y la manera como nos reconocemos, ha recobrado un nuevo impett dentro de los debates actuales sobre el sujeto. A diferencia de Ja tradicion en varias disciplinas que tratan por separado la identidad y el self, el propésito de este articulo 5 desarrollar estos conceptos de ‘manera intertelacionada a partir de Ja construc- cidn que se hace en Ins transacciones entre el individuo con sw ambiente psicosocial, mediada por los conceptos. teorias y discursos que se construyen sobre los individuos desde distintas disciplinas, en particular la psicologia Al abordar las nociones de identidad y de self es necesario reconocer que muchos conceptos que tienen que ver con la psicologia comenza- ron a estudiarse mucho antes que apareciera la disciplina tal y como es conocida actualmente. Por es0 es importante reconocer In diferencia que establece Richards (1996) entre psicologia con “P* maytiscula y con “p” miniscula, siendo a primera la que se refiere a la historia de la disciplina y la segunda Ja que estudia el compor- tamiento, la vida diatia y sus problemas. Esta distincién difiere de la que hiciera Ebbinghaus segiin Danziger (1990), entre el estudio cientifi- co de los conceptos psicolégicos y los anteriores a los que él denomina de tradicién no-cientifica © especulativos. Para Ebbinghauss 10 que cam bia historicamente no son los fenomenos psico- Idgicos en si mismos sino nuestra forma de estudiarlos y de pensar sobre ellos ya que los fenémenos se dan por hechos. Como ocurre con los objetos estudiados por Ia ciencia fisica, los objetos estudiados por la ciencia psicolégica no son considerados desde la forma como han sido elaborados a lo largo de 1a historia — son consi- derados, dentro de la perspectiva de Ebbinghaus, como objetos naturales y no como objetos cons- tituidos historicamente, Por el contrario, en la posicién de Richards (1996) Ia distincin entre psicologia con mayits- cula y psicologia escrita con mintiscula implica que los fenémenos estudiados no son objetos naturales sino elaboraciones sociales construi- das histéricamente, La historia de la psicologia con “p” miniiscula no es la historia de la manera como fueron siendo elaborados los conceptos que dieron lugar a las postetiores formulaciones cientificas, sino Ia del surgimiento de esos obje- tos discursivos, que dan Ingar a los objetos de estudio que hoy aborda Ia psicologia, En el caso del se/f importa pensarlo, dice Richards, como un objeto historico més que como un fendmeno natural, Si les asigndramos solamente un estatus natural implicaria que tanto la identidad como el self siempre han permanecido igual y que han sido construidos sin tener en cuenta como pen- samos o hablamos de ellos. Esto por supuesto es equivocado si aceptamos el argumento de IDENTIDAD ¥ SELF Sa Danziger (1990): las caracteristicas de lo que entendemos por identidad o por self no son independientes de las formas cambiantes de describitlos y relacionarlos a lo largo de la historia, Al ver la identidad y el self como objetos de conocimiento, las distintas discipli- nas cientificas estin asumiendo que pueden conocerse empiricamente como lo serian mu- chos otros objetos de estudio. Asi se podria observar, describir y estudiar como cualquier otro objeto natural. La identidad o el self dentro de estas posturas existirian como fendmenos. independientemente de los métodos de los que nos valgamos para observarlos y del Lenguaje que usemos pata describirlos. De aqui la impor- tancia de no dar por hecho sti existencia como fenémenos naturales, sino de identificar en parte sui proceso de elaboracién a partir de las teorias y los discursos. Sin dejar de reconocer en Lo que Sigue que igualmente se trata_de la elaboracién de un discnrso sobre estas entidades, el énfasis se pondré en la manera como ambos conceptos son construidos por mecanismos similares a partir de las influencias psicolégicas y demas discursos de las disciplinas, como una maneras de hacerlos susceptibles de un anzlisis empirico LA IDENTIDAD Por identidad se entiende las caracteristicas que posee un individuo, mediante las cuales es conocido. Sin desconocer los aspectos biolégi- cos que la conforman, buena parte de Ia identi- dad personal la formamos a partir de las interacciones sociales que comienzan con la familia, en la escuela y con Ia gente que se conoce a lo largo de Ja vida, La identidad asi construida va a influir en la manera como actia- mos en el mundo, El concepto de identidad se diferencia del de personalidad o viene a sustituirlo, precisamente en el énfasis que se otorga en la situacién social, fa interaccién con otros y la influencia de las instituciones en la construccidn de tal identidad La nocién de personalidad, de gran tradicién psicologica, enfatiza en las expresiones intemas del individno, que lo hacen comportarse de una ‘manera estable una vez integrada durante ta infancia, a Lo largo del tiempo o de la vida de la persona y que a la vez lo hace reconocible por parte de los demés. Asi, unos individuos son de personalidad extrovertida o introvertida, tipo A © B: estas son caracteristicas que se mantienen estables durante toda la vida del individuo. Se podria afirmar que esta idea de la personalidad como una entidad o propiedad interna del indi- viduo es esencialista como afirma Burr (1995). en el sentido de que constituyen parte de la esencia del sujeto. de su naturaleza y que se tefleja en su manera de actuar. Por el contrario, las teorias del aprendizaje social enfatizan en la situacién en la que se encuentra el individuo para presentar una conducta, més que en la idea de una entidad como la personalidad. Por con: ‘gniente Jas personas actian de manera diferente en cada sittacién, El aparente patron en la forma en que las personas se comportan no es atribuido 4 la personalidad, sino al hecho de que en el pasado esa forma de actuar ha resultado exitosa para el individuo. En una direccién similar, la sociologia adopta el ténmino de rol social para referitse a aquellas formas de actuar que parecen seguir ignalmente un patrén. pero que pueden ‘mejor atribuirse a las situaciones que regulan el comportamiento. Asi, la mujer adopta el rol de ama de casa en sti hogar o el de oficinista en su Ingar de trabajo. ete. Esta multiplicidad de formas de actuar es desde la perspectiva de la relacién con los otros, 1m producto de los encuentros y relaciones so- ciales, de la construccién social, lo que implica segiin Burr (1995), que nuestras identidades son construidas y no descubiertas, volviendo asi al planteamiento del construccionismo en oposi- cién al naturalismo, expuesto en la seccion ante- rior. Al enfatizar en la interaccién con los otros se evita la connotacién esencialista del concepto de personalidad y se enfatiza en el cardcter social de dicha construccién, De esta manera, se reco- noce el papel que tienen los propésitos de quien catactetiza al sujeto, Las caracterizaciones. por sexo, preferencias sexuales, de salud 0 de clase se ven de esta maneta findamentadas en elabo- 542 PARAMO raciones sociales mas que en caracteristicas esen- ciales o naturales de la persona. La extensién del cuerpo: la identidad social Asi como he sostenido la idea de que la identidad es producto en gran medida de la interaccién social, también es posible suponer que estas influencias sociales y culturales pue- den dar lugar a identidades colectivas derivadas de las contingencias que nos Hevan a identificar- ‘nos como pertenecientes o afiliados a un entomo social significativo como la familia, la religion, a escuela, etc. (Tumer, 1990). Nuestra identi- dad queda ligada asi, por medio de las institucio- nes sociales. a los demas. La identidad social se refiere entonces a aquella parte de un individuo que se deriva de la afiliacién que hacen de los individuos, las instituciones sociales a grupos sociales, conjuntamente con el significado valorativo y emocional asociado a esta perte- nencia La extensién del cuerpo: la identidad espactal Las relaciones con el espacio hacen ignal- mente parte de nuestra identidad y por eso hacemos de nuestras posesiones una extensién de nuestro cuerpo (Péramo 2007: Sack, 1997), Personalizamos el espacio colocando objetos para darle anestro sello personal, nuestra casa tefleja en Ia decoracién parte de nosotros mis- ‘mos, Nuestros bienes se constituyen en parte de nuestra identidad y reflejan buena parte de lo que somos y de la manera como somos recono- cidos. Sui posesién nos resulta costosa, pero la sociedad se encarga de reconocer este esfuerzo: nos da reconocimiento ante los demés aparte de los beneficios o necesidades que nos satisface, por ello buscamos sti proteccién. Las personas que por asuntos de Ja guerra y demés formas de violencia se tienen que desplazar de sus lugares. cargan consigo objetos con los que se sienten identificados. Defendemos nuestros bienes de diversas maneras y nuestro espacio con meca- nismos de territorialidad: ponemos objetos a nuestro alrededor para demarcar o ejercer con- trol sobre el espacio. Hall (1973) nos mostré que, al menos en la cultura occidental, tendemos a relacionarnos con los demas estableciendo distancias espaciales con los demas a nivel de distancias personal, social y piblica. De igual forma, estos elementos fisicos son reconocidos como parte de nuestra identidad: Ia casa, el carro, el espacio personal, ete Otra manera de ver el papel que juega el espacio. en la formacion de nuestras identidades es en Ia identificaciin de roles que asumimos en los espacios pablicos. Para Goffinan (1971) las personas estin envueltas permanentemente en diferentes dramas, en los cuales cambian sus roles y actuaciones de acuerdo a la situacién, lo cual ontribuye a ejercer control sobre el auto concep- to que resulta de las observaciones que hacen los demas. Al desenvolvernos en los lugares pibli- cos desemperiamos distintas actuaciones que vie- nen a estar mediadas por las propiedades fisicas y sociales de cada lugar. Eventualmente, la adop- cidn de estos roles pueden convertirse en una segunda naturaleza y ser parte integrante de nues- tra identidad, aunque estemos cambiando siem- pre de situacién. Goffinan considera que actuamos en un escenario extemo o region anterior que hace parte del individuo, escenario que consiste de un disetio fisico decotado que contextualiza la actuacién ante una audiencia; una apariencia consistente del vestuario, las expresiones facia- les, la raza, edad, ete.: y finalmente, tma actacién © expresidn. Este escenario social puede legar a institucionatizarse con expectativas estereotipadas haciendo que se convierta en una representacion colectiva y en tmna realidad empirica. Tal seria el caso de los roles que asumimos en los distintos ambientes por los que circulamos diariamente: ta oficina, el hogar. los restaurantes, y demas nga- res tanto privados como piblicos Al adoptar wn rol social, el individno asume ‘una fachada particular en la cual debe desempe- arse en consecuencia, Por consiguiente la vida en piblico estaria mediada por los lugares en los que hay de cierta manera guiones que debemos ejecutar. De aqui la importancia de la identidad IDENTIDAD ¥ SELF de lugar y urbana como componentes de la identidad individual comparable a la de género, politica 0 étnica, La persona como residente de tuna ciudad particular adquiere unas caracteristi- cas psicolégicas y sociales asociadas al Ingar. Asi constiuimos nuestra identidad en relacion con otros y la situamos en Ingares como el battio © la ciudad. Por consiguiente, la construccién de esta identidad urbana o bartial resulta de las interacciones que los miembros de un territorio local tienen con los de fuera y que sirven para definir a 1a commidad (Pol &Vatela, 1994). No solamente nos construimos en relacién con los otros sino con los diferentes Iugares que definen y estructuran 1a vida diaria (Péramo, 2007: Proshansky. 1978). De esta manera las relacio- nes espaciales se constimuyen en otro tipo de categoria social que definen la identidad de los individuos producto de las interacciones socia- les ¥ de las imposiciones que hace la sociedad a través de sus instituciones y las normas que regulan el comportamiento de los individuos en el espacio. El lenguaje en la configuracién de la identidad Los textos sobre psicologia del aprendizaje nos han enseflado que existen diferentes meca- rnismos por los cuales aprendemos y ditigimos muestras acciones. Se han sefialado las implicaciones para el aprendizaje, Ia salud, la manera de relacionamos con los demas y alcanzar metas personales a partir de mecanismos que conllevan asociaciones entre estimulos, el apren- dizaje por observacién, y la accién por conse- cuencias, como mecanisinos que influyen en la maneta como actuamos. Es importante explorar ahora la manera como quizis 1os humanos pode- mos adquirir la mayor parte de la informacién sobre nuestras relaciones con el entomo y que nos permiten construir nuestra identidad: el lenguaje La invencién del lenguaje y la escritura per- miti6 la creacion de codigos a través de letras y niimeros que nos permitieron hablar de lo que haciamos sin que los eventos fiteran experimen- tados simulténeamente, transmitir dicha infor- ‘macién a otros y evaluar nuestra propia conduc- ta a partir de estos cédigos simbélicos. Las instucciones que damos a otros 0 las que nos repetimos nosotros mismos para enftentar las condiciones ambientales parecen seguir reglas 0 ‘gnias codificadas en la forma de instigaciones a hacer algo, instrucciones o sugerencias que indi can la manera como debemos enfrentar una determinada situacién de manera eficiente, y no necesariamente a través del ensayo y error. estrategia que nos haria poco eficientes en la consecucién de nuestras metas. En otras pala- bras, gracias al lenguaje podemos orientar mues- ‘to propio comportamiento e influenciar el de Los demas. De este modo, gran parte de nuestro comportamiento esta influenciado por reglas explicitas como las que nos han enseftado en la escuela o en el hogar y que aunque no las verbalizamos, inciden en el control de nuestro comportamiento, 0 son ticitas como es el caso de la publicidad en donde se usa ta transmision de reglas de forma suti. Tanto psiedlogos como socidlogos estamos de acuerdo en que nuestra identidad (Ja manera como somos reconocidos por los dems) es el resultado de la interaccién que tenemos con los demés. Y es gracias al lenguaje precisamente, que comenzamos a construir socialmente la iden- tidad del individuo. EI lenguaje nos hace perso- nas: a través del lenguaje cteamos las condiciones para identificar a las personas, y como veremos a continuacion, para reconocetse a si mismas a partir de lo que los demas dicen de ellas y de la diferenciacién respecto de los demas, ‘Resumiendo, la identidad es una trama cons- tnuida por diferentes fibras como la raza, edad, clase social, estado de salud fisica 0 mental, orientacién sexual, género, nivel educativo, etc., las que en su conjunto constituyen la identidad. Cada tna de estas fibras corresponde aun dis- curso presente en la cultura y lo que somos resulta del entramado de todos estos discursos para cada individuo, los cuales trabajan perma- nentemente construyendo nuestras identidades. Lo que significa que nuestras identidades no son S44 PARAMO fijas, no estin determinadas por nuestra natura- leza, ni son producto de la accidentalidad. Por el contvario, parecen resultar de los discursos ideo- légicos e igualmente de los que van construyen- do las disciplinas cientificas. EL SELF Una vez analizado el concepto de identidad ¥ st construccin a través del lenguaje y los discursos que contribuyen a nuestra identifica cién, pasaré a mostrar de qué manera estos ‘mismos mecanismos psicosociales nos hacen conscientes de nuestras identidades a partir del self, Al igual que con el concepto de identidad, trataré de extender Ja vision tradicional del self como algo intemo 0 como experiencia netamente subjetiva encerrada en el cuerpo, a algo que esta en las transacciones entre nuestras identidades y las contingencias impuestas por Ia sociedad, el lenguaje y los discursos; por consiguiente, algo susceptible de estudiarse empiricamente. La visién empitica sobre el self surge de la necesidad de romper con una visién inmaterial para la explicacién de los fenémenos: de la categoria de alma se pasa a la de self. Texto obligado para rastrear la influencia del empirismo brritinico en la construccién del self es el de Charles Taylor (1998). Segin Taylor, es John. Locke (1632-1704) quien asume la individuali- dad humana como un fenémeno natural obser- vable, Para llegar a ello se formula la pregunta: {Cémo sé que soy Ia misma persona que era el allo pasado? Pregunta por cierto novedosa, afir- ‘ma Danziger (1990). ya que en la post-revolu- cionaria Inglaterra jas identidades sociales conferidas por nacimiento como la clase social. el parentesco y la ocupacién ya no eran inmuta- bles. Los individuos podian separarse de sus identidades sociales e incluso de su religién, ya que ni la identidad social por descendencia, ni la inmortalidad del alma, suministraban una garan- tia de permanencia y estabilidad. La identidad personal tenia que llegar también a cuestionarse. @Por qué no? La solucién de Locke al problema, segin Taylor, consistié en la continnidad de la con- ciencia del self. Esta conciencia acompaita todas nuestras experiencias al igual que tna sombra Locke inventa la nocién de conciencia para decir que en ef mundo, uno no simplemente vive © actiia: se es conciente de uno mismo viviendo ¥ actuando. De esta manera se establece la ‘radicién empirista que separa la persona y sus actos por tun lado, y la experiencia por el otto. La conseciencia para la psicologia es la objetivacién del self, de tal manera que ahora éste pudiera ser observado. analizado y conocido como cual- quier otro fenémeno natural Asi, el concepto comenz6 a utilizarse en esta disciplina para describir un fenémeno observa- ble que definia la unidad del individuo 0 su identidad. Esta observacién era, sin embargo, privada e introspectiva: el self eta una posesion privada que cada individuo descubria en si mismo, Io que significaba que podia convertitse en un objeto de interés y por tanto de conoci- miento, Desde entonces el concepto de self ha sido central al desarrollo de Ia psicologia, No obstan- te, los sos que se han hecho de este concept varian dependiendo de las escuelas tedricas, los campos de estudio y de aplicacién en esta disci- plina, La discusin sobre Ia nocién de sujeto en la psicologia comienza con la confrontacién entre escuelas, las cuales al tratar de explicar el self, ponen su énfasis ya sea en la vida psiquica interior, en Ins estructuras cognoscitivas 0 en la interaccién con el ambiente: esto da Iugar a que se asuma el self como tn ente auténomo, motor de nuestras acciones. 0 como resultado de nuestras interacciones con el ambiente Asi, una definicién puede ser la que se ofiece desde el psicoanilisis 0 desde la postura comportamental, aunque igualmente puede en- contrarse definiciones en la psicologia clinica y del desarrollo, Una de las més conocidas expli- caciones del self desde una teoria se encuentra por ejemplo en el psicoanilisis, la cual divide el IDENTIDAD ¥ SELF self en un proceso que involucra tres partes: el yo. el ello y el super yo, donde este tltimo se encarga de regular 1os anteriores, teotia de tipo escencialista en la medida en que asume estas entidades como inherentes a la persona. O la perspectiva de los analistas del comportamiento, segiin la cual el self es una conducta resultado de mecanismos de aprendizaje social que generan auto-observacién y en tltimas mn auto concepto, La construcctén social del auto concepto Ante la necesidad de mostrar la posibilidad de estudiar el self de una manera cientifica, éste se asume como algo que hacen los individuos, intento que se ve reflejado en el énfasis por relacionar su conformacién en las influencias ambientales, llamese contingencias sociales 0 mecanismnos educativos. Para Skinner (1989) por ejemplo, no es necesaria la nocién de un agente como iniciador de la conducta: por el contratio. asume que el comportamiento es el resultado de la interaccién transactiva de varia- bles genéticas y ambientales que dan lugar a un organismo, un individuo y un self producto de contingencias que conllevan la auto observa- cin. El organismo es producto de la experienc: filogenética conseguida a través del proceso de variaciOn y seleccién; el individuo es el resulta- do de esta configuracién genética en interaccién reciproca con las experiencias ambientales del pasado y el presente particulares para cada uno. El self es el resultado de la influencia de contin- gencias ambientales que generan auto-observa- cién y por consiguiente un auto concepto: para el caso de los humanos estas contingencias las genera la cultura sobre el individuo. Hay que hacer notar la similitud en la argumentacién con la tesis del construccionismo social. Bajo la premisa de que para comprender y explicar un fenémeno éste debe poderse reproducir 0 modi- ficar, surge el interés por identificar las condicio- nes de interaccién con el ambiente que permitan reproducir la auto observacién. El valor adaptative del self Para mostrar el principio de ta continuidad filogenética entre las especies y poder explicar el fendmeno a partir de variables o contingencias ambientales, la investigacion psicologica ha ex- plorado Ia posibilidad de un auto concepto en animales (delfines, orangutanes y chimpancés). Si se expone a un perro. por ejemplo ante un espejo, Io mas probable que ocurta 5 que le ladre e incluso tate de agredir la imagen refleja- da como si fuera otro de sus congéneres. Lo ‘mismo ocurre con los peces Betta Splenders ‘machos, los cuales atacan st propia imagen considerindola otro macho que invade su terri- toric. No ocurre asi con chimpancés, orangutanes y elefantes: 1a investigacién experimental mues- tra que son capaces de reconocerse a si mistos. Al colocarseles algo en las espaldas que no pue- den ver y les molesta, van hacia un espejo que se hha colocado en el recinto experimental para ubi- car el estimulo molesto y retirarlo de su cuerpo. En uno de los cursos que hicieron parte de mi formacién en Nueva York asisti a la primicia de Diana Reiss en las que nos communicaba sus ‘iltimos hallazgos sobre la demostracion de que los delfines del acuario de la ciudad habian pasado la prueba del espejo que permitia afitmar que los detfines eran capaces de reconocerse a si ‘mismos y por consigtiente de tener un auto concepto. La profesora habia marcado detfines de pico de botella con tinta y Inego los habia expuesto a un espejo. Después de varias repeti- ciones, les puso tinta negra indeleble temporal- ‘mente sobre partes del cuerpo, que los delfines s6lo podian ver en un espejo. En cada uno de los ensayos los delfines fueron al espejo a examinar las areas que Ia investigadora habia matcado, Concluye Reiss que sus hallazgos suministran evidencia que los dos delfines del estudio uti zaron el espejo para investigar las partes que fueron marcadas, lo que demuestra que los del- fines al igual que orangutanes, chimpancés y elefantes tienen una nocién de si mismos como individuos diferentes, habilidades que sélo se 546 PARAMO asociaban con los grandes monos y con los hnmanos. También se han encontrado resulta- dos similares en palomas. Se han hecho arreglos experimentales para averiguar su capacidad para identificar si los reforzadores que les son. entregados han dependido de sus picotazos o del azat, confirmando que son capaces de eviden- ciar que su conducta es la que produce los resultados, Ademés se les ha colocado marcas en el pecho: los animales van a una zona de la caja experimental para ubicar el Ingar donde se las a colocado el objeto. Los estudios han sido mis ctiticados en 1a medida en que los animales son entrenados para realizar la tarea. Por otra parte, el que algunos animales no pasen la prueba puede obedecer a que st relacién con el entomo no depende principalmente de la visién, como es el caso de los perros, sino de otros mecanismos sensoriales, lo que haria dificil que se reconocie- ran a si mismos. Una revisiGn completa de estas investigaciones se encuentra en el trabajo de Pérez-Acosta, Benjumea y Navatro (2001). A pesar de las criticas, los estudios muestran evidencia de que el asunto del reconocimiento del sujeto sobre si mismo no es wna propiedad exclusiva de los Inumanos y. por consiguiente haria parte de nuestro acervo filogenstico. ;Pero, cémo evolucions y qué papel adaptative puede tener este auto reconocimiento? Pudo tener sus inicios en las sensaciones, en la capacidad de sentir gracias al sistema nervioso, lo que facilito alertar el sistema de accién para las reacciones del cuerpo a los inputs sensoriales y de esta forma integrarse a los mecanismos de adapta- cidn del comportamiento. Bl sentir a partir de un estimulo doloroso Hlevé al retiro de la situacién, ¥ en un organismo mas complejo, el reconoci- ‘miento de la parte del cuerpo afectada facilité la lamida de Ia herida y sw sanacién, en iltimas facilitando Ia eficacia reproductiva en la medida en que estas conductas contribuyeron a la super- vivencia del organismo. ;Pero, cémo trabaja el cetebto para ctear la experiencia subjetiva de la ‘mente. el self reflexivo, los pensamientos priva- dos que nos hacen lo que somos? Hay una brecha todavia para lograr explicar 1a integra- cidn entre Lo biolégico y Lo social en términos de lun proceso evolutivo. Seguramente existen es- tmucturas cerebrales que integran emociones, sentimientos, ideas, intenciones con diversas formas de actuar: por ahora seré suficiente su explicacién en términos de las interacciones con el ambiente social El auto concepto en los humanos resulta de una influencia marcada por la cultura, la que da lugar a un popurri de creencias organizadas sobre tno mismo, las cuales segin Rentsch y Heffner (1994) resultan de la combinacion de nuestra historia personal, las caracteristicas des- critas o roles impuestos (soy hombre, tengo un nombre, soy colombiano, soy profesor), los intereses y actividades (me inferesa la psicolo- gia, me gustan los animales), los aspectos existenciales (soy una persona tinica), 1a auto- determinacién (soy agnéstico, puedo lograr mis metas), las creencias interiorizadas (estoy a fi- vor de la democracia). 1a diferencia social (pro- vengo de una familia de clase media, soy heterosexual, soy tun ser humano). Sumadas a estas creencias esti el reconocimiento como miembro de una cultura que compatte tradicio- nes, una religién, valores como la democracia y Ja autonomia, formas particulates de relacionar- nos, de hablar, de enfientar los problemas: creen- cias que resultan de las reglas que crea la cultura Y que reproduce a través del fomento de la auto- observacién para formar el auto concepto en sts miembros, De esta manera, es posible afirmar que mien- tras Ia sociedad occidental se caracteriza por el individualismo, Ia autonomia e incluso por la formacién del auto concepto en los miembros que la integtan, (Se enfatiza en el pronombre “yo” y en la mirada sobre nnestras actuaciones individuales y los sentimientos), las culturas no occidentales son sociocentristas: se enfatiza en Jos elementos compartidos con otros, la persona ‘no es orientada a metas individnales sino comm nitarias. En consecuencia, es posible hablar para estas culturas de un self compartido en lugar de unos self individuales 0 auto conceptos, IDENTIDAD ¥ SELF Asi como tenemos varias identidades tam- bign es posible afirmar que tenemos varios auto conceptos. Al igual que con la identidad, no es posible hablar del self como si fuera algo estable ¢ invariable, es posible advertir que podemos y debemos cambiar a lo largo del tiempo. Tene- mos varios auto conceptos en la medida que estamos expuestos a distintos estindares evaluativos en diferentes situaciones sociales. No somos la misma persona de hace diez afios ni seremos los mismos en cinco aitos. Nuestro auto concepto esti expuesto al cambio, a nuevas experiencias. La imagen de un futuro self 0 auto concepto, como lo sefialan Carver, Reynolds y Scheier (1994) afecta la motivacién personal, como cuando tomamos la decision de dejar de famar o de ponemos a dieta. Sin embargo. la gente solo percibe el se/f en el presente y también generamos crisis cuando comparamos nuestro self con lo que queremos ser 9 con lo que los demas quieren que seamos. Los posibles auto conceptos se refieren entonces a los distintos estindares evaluativos, las representaciones so- bre lo que legaremos a ser o sobre lo que deberiamos Hegar a ser en un futuro. El self y los otros: la adquisictén del self y et papel del lenguaje en su construccién El individuo va formando su auto concepto a partir del proceso de diferenciar su. propia con- ducta en la misma forma como reconoce 1a con- ducta de otros. Cuando estos procesos de observacién toman la forma de reglas verbales, las personas llegan a describir su propio compor- tamiento. Mas adelante aprenden a reportar sus propias disposiciones. sentimientos, pensamie tos y otto tipo de eventos privados. Estas reglas junto con el uso del “yo soy, mi, mio, etc”, establecen gradualmente el auto concepto. El lenguaje establece las situaciones para que se de esta conducta de auto observacién: “mira lo que acabas de hacer”, “dime qué hiciste hoy”, “iva hiciste tu tarea?”. ,cémo estds?, seguida de consecuencias: “nu eres una persona responsable”, me gusta lo carifioso S47 que eres”, “no riegues Ia comida”, “mira tus manos: estén sucias, Iévatelas”. Las personas aprenden asi a autoobservarse y describir su propio comportamiento, a reconocer su cuerpo a partir de las consecuencias ligadas a estas auto- observaciones y de las reglas que derivan de estas experiencias. Estas reglas establecen la conducta deseada, que en este caso implica una auto observacién. La construccién del self: en- tonces, es resultado de la manera como la perso- nna aprende a reconocer y describir el cuerpo o las caracteristicas comportamentales del otto, y las propias: “soy mds delgado que...” ¥. “soy més buena persona que..." El cuerpo es enton- ces el resultado de esta construccién verbal. Asi, cuando la persona aprende a describir su cuerpo Y¥ su propia conducta, y a autoobservarse de la ‘misma manera como describe el cuerpo y la conducta de otros, la persona empieza a desarro- liar su auto concepto. Miguel hizo hoy todas sus tareas y pinté una casa. Pronto el nitio aprende a sustituir 1a referencia a si mismo en tercera persona y a describir lo que hace...."el nifio pinté una casita” por “pinté una casita”. De describir la condueta de otros... “mami me llevé al parque”, empieza a decit “fei al parque”. Progresivamente el individuo aprende a ha- cer observaciones mis complejas de su propio comportamiento dependiendo de los modelos que observe, las reglas que siga al hacer dichas observaciones y de las consectencias ligadas a dichas autoobservaciones. Cuando el individuo aprende a hacer descripciones de su propia conducta incluyendo intereses y motivaciones decimos que la persona tiene un auto concept. Al igual que como ocurre en la formacién de la identidad, los individuos son orientados a pen- sarse a si mismos como pertenecientes a un rupo y a un lugar (cde dénde eres?) en donde el escenario fisico como en el caso de la cindad, el barrio o un lugar particular juegan un papel importante en 1a medida en que este entorno hace parte de 1o que nos define ante otros y se constituye en parte integral del reconocimiento que hacemos de nosotros mismos. La manera como se forma ese self social y de lugar se hace evidente cuando el individuo se identifica pri- 548 PARAMO ‘mero como perteneciente a un grupo y luego se reconoce a si mismo como perteneciente a ese ‘grupo y a ese lugar, cuando establece un con- taste con respecto a la gente que no vive en la comunidad (Lalli, 1992), EI papel de ta diseiplina psicolégtea en la construccién del auto concepto Si asumimos entonces que la identidad de cada individu es construida a partir de la interaccién con los otros y que el self es la concepcién que tenemos sobre nosotros como individuos o como pertenecientes a un grupo. seri entonices importante identificar de qué ma- nera La cultura, las instituciones. los otros, los ‘medios, influyen en esa construccién de la iden- tidad y en la formacién del auto concepto. Ya hice mencién al papel que juega la familia en la construccién de nuestra identidad al crear situa- ciones pata reforzar nuestro comportamiento de auto observacién ¢ indicar a otros lo que hace- ‘mos. Pero no solamente la familia contribuye a crear nuestra identidad. Otras autoridades y pro- fesiones sociales juegan un papel importante en la constmuceién de la idea de lo que somos. Como afirma Rose (1998) las autoridades reli- giosas, médicas, politicas, militares, en diferen- tes petiodos histéricos y diferentes escenarios sociales han instruido, advertido, moralizado y legislado en relacién con los procedimientos que moldean 1a vida de los cindadanos y sus identidades en cuanto a su forma de comportar- se, de comer, vestir, hablar y pensar. con el fin de conseguir ya sea la virtud, la felicidad, el orden, la salvacién 0 lo que creemos es la verdad De forma similar. las disciplinas cientificas hhan ejercido st influencia en la idea que forma- ‘mos de nosotros mismos. La psicologia a este respecto, segiin Rose, ha hecho sti aporte con la construccién de categorias e instrumentos que miden conceptos creados para definir nuestra identidad, tales como el ser inteligente (el em- pleo de los test es una manera de establecer diferencias entre los individuos). tener un tipo particular de personalidad, ser sano o enfermo ‘mental, lo mismo que al definir cémo deben ser nuestros encuentros con otros, actuar de forma asertiva o timida, ete. Con las técnicas detivadas de la teoria psicolégica se busca ensetiar a pre- venir la enfermedad mental, a los individuos a ser asertivos, inteligentes e incluso a moldear sus cuerpos. Estos conceptos nos dan nuestra iden- tidad hoy dia y son los que utilizamos como pardmetros para evaluamos a nosotros mismos ¥ a los demés, contribuyendo a moldear nues- tro auto concepto y muchas veces nuestra autoestima. CONCLUSION En este articulo he tratado de mostrar que la(s) identidad(es) del sujeto y el auto concepto que formamos de esas identidades estan estre- chamente relacionados y se construyen social y psicologicamente a partir de relaciones con otros, que nos Hevan a la anto observacién. Estas relaciones a st vez nos muestran qué observar del otto y es en esa medida en que el otro contribuye a la construccién de nuestra identi- dad. El conocimiento que tenemos de nosotros mismos 5 el resultado de las demandas que hace Ia cultura por observar a través de las categorias verbales empleadas para ello, lo que se quiere que se observe de nosotros mismos, El auto concepto y la identidad son adquiridas a partir de las interacciones sociales, a través de la familia, el lenguaje y demés contingencias am- bientales, a Io largo de toda la vida en la interaccién con otros, pero con wn mayor im- pacto en los primers aitos de vida del individuo, El énfasis lo he puesto en las transacciones con el otro, a partir de las reglas que generan la auto observacion y que se siguen para formar el auto concepto, Por lo anterior es que se puede afirmar que el se/f es una construccién psicosocial La cultura a través de las instituciones, las disciplinas cientificas y la psicologia en sus modos particulares de explicar el comporta- miento, sus conceptos de lo que es verdad, y con las categorizaciones que ha creado dentro de sus discursos, han ejercido un papel importante en la IDENTIDAD ¥ SELF 549 creacién de nuestra identidad actual como suje- tos. Al aceptar esto como plausible psicologica y sociolégicamente, deberemos identificar las re- alas explicitas e implicitas en las distintas narrati- vas, sobre cémo se construyen estas identidades, darlas a conocer y por consiguiente darle el poder a la gente para transformarlas para crear nuevas identidades. Como podemos ver, los demés jue- gan un papel importante en la construccién de muestra identidad, al referir a otros lo que hacemos Yy esto pareciera ser mas propio en unas culraras que en otras. La cultura occidental muestra un mayor interés en 1a auto observacién y en la emocionalidad para de esa manera facilitar que los individuos se controlen a si mismos Adicionalmente, conceptos tales como perso- nalidad, eficacia, competencias, raza, género posicién politica y otras en las que las distintas isciplinas y en particular la psicologia han juga- do um papel importante son la fuente para 1a creacion de nuestras identidades y de nuestros auto conceptos. La formacién del’ concepto que tenemos de nosotros mismos como sujetos resulta de este tipo de categorias y discursos, lo que permite que hagamos valoraciones sobre nuestro propio comportamiento, aim en situaciones en que nadie nos observa. También se puede conciuir que la identidad y €l_ self no son atributos o experiencias netamente subjetivas atrapadas en el cuerpo, Nuestra identi- dad se extiende a Jos objetos, a los lugares y a las personas. Al colocarse el énfasis en las transaccio- nes con el otro, Ia sociedad, las disciplinas cientifi- cas y la cultura en la construceién de nuestras identidades y en el concepto que formamos de nosotros mismos, se abren mayores posiblidades para tratar estos conceptos, conjuntamente, desde Ja mirada de la investigacién. La sociologia eva- Inando las influencias de las instituciones sociales en la conformacién de nuestras identidades. la psicologia identificando el tipo de contingencias con el ambiente que generan auto observacién o la antropologia haciendo estudios comparados sobre los distintos tipos de self. offecen la oportu- nhidad de estudiar empiricamente la conformacién de nuestras identidades y auto conceptos. La pregunta que queda es 1a de si hay espacio para el self auténomo: siempre estariamos ac- ‘tuando o desempeiiando diferentes roles en dife- rentes dramas y la manera de entender muestra propia identidad seria resultante de la forma como otras personas nos entienden, No tenemos una ‘imica identidad ni un solo setf: estamos fragmen- tados por el entre juego de varias identidades que son reales y muchas veces no son consistentes entre si, Peto, chay Ingar para un self auténtico? Parafraseando a mi profesor David Canter de la Universidad de Liverpool, {Es posible pregun- tamos si hay un espacio para un verdadero self? {Quignes somos cuando estamos solos con noso- ‘os mismos? Cuando no estamos con otros para quienes somos el esposo, el profesor, el cliente, el experto en algo. ,quignes somos exactamente? Tenemos tn verdadero self? (Canter. 1994). {0 somos més bien, como lo acabo de exponer anteriormente, el resultado de la mezcla de todos estos roles producto del auto concepto que se ha encargado de formamos la cultura? {Hay alguno de estos auto conceptos que se destaque sobre los demas? Bl self realmente privado, el quign es usted para usted, zes el dominante? {EI ser por ejemplo un académico? Hay otros roles ocultos en Ios que usted se ve a si mismo, de los que ni siquiera las personas cercanas a usted son concientes? Es ficil suponer que si tenemos self piblicos también podemos tenerlos privados. Algunas veces nuestros self ocultos pueden set muy diferentes de los que conocen los dems. {Con cual se siente usted mejor? REFERENCIAS Burr, V (1995), An introduction to Social Consructionism. New York: Routledge. (Canter, D (1904). Criminal shadows, London: Harper Collins Publishers. Carver, CS., Reynolds, SL. & Scheier, FM, (1994). The possible selves of optimists and pessimists. Journal af Research in Personality, 28, 13-141, PARAMO Danziger, K.(1990).Constructing the subject: Historicalorigins afpsychological research. Cambridge: Cambridge University Press ‘Goffman, E. (1971). Relaciones en piblico. Madrid: Alianza editorial. Hall, E (1973).La dimension acuta: Enfoque antropolégico del uso del espacio. Madrid, Instituto de Estudios de Administracion Tosa Klein, S.B. Loftus, J, & Burton, HA. (1089). Trait judgments abou the self: Evidence ftom the encoding specificity paradigm, Personality and Soctal Psychology, 63, 739-753, ‘Lalli. M (1992). 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