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Comunicado JEP Imputación Exsecreatariado Farc
Comunicado JEP Imputación Exsecreatariado Farc
Bogotá, 29 de abril de 2024. El Tribunal para la Paz de la JEP avanza en el juicio contra el
antiguo secretariado de las Farc-EP por haber cometido crímenes de guerra de toma de
rehenes, y de lesa humanidad de graves privaciones de la libertad, tortura y otros actos
inhumanos, violencia sexual, desplazamiento forzado y esclavitud, entre otros.
La Sección determinó la correspondencia entre los hechos, las conductas reconocidas, las
pruebas allegadas, las calificaciones jurídicas realizadas, los responsables y las
propuestas de sanción, luego de haber analizado las contribuciones a la verdad, la
aceptación de responsabilidad y las propuestas restaurativas.
El Tribunal para la Paz adoptó esta decisión con aplicación de las diferentes fuentes de
derecho que se imponen a esta jurisdicción, facultad que se conoce como calificación
jurídica propia, armonizando de manera adecuada el Derecho Penal Nacional y el
Derecho Penal Internacional. De esta manera garantizó y respetó los principios de
legalidad y favorabilidad.
Lo anterior también se sustenta en que los trabajos forzados impuestos por los miembros
de las antiguas Farc-EP se caracterizaron por la imposibilidad de las víctimas de cambiar
su condición por la coerción, el temor, las amenazas y las restricciones físicas a su libertad
individual que anularon su personalidad jurídica como individuos.
Tras analizar la correspondencia, la Sección de Reconocimiento ratificó que en esos casos
las víctimas fueron forzadas a realizar trabajos en contra de su voluntad ya sea como
castigo, control territorial o para favorecer a la organización.
Además, detalla la Sección, que los hechos ilustrativos de los trabajos forzados impuestos
a las víctimas no fueron consentidos y se caracterizaron por el control y abuso como
medio para el desarrollo de los trabajos, las amenazas de muerte o peligro para la
integridad en el caso de no realizar los trabajos e, incluso, como consecuencia de la falta
de capacidad de pago de las víctimas.
Tras decretar la correspondencia, la Sección encontró que la antigua guerrilla de las Farc-
EP adoptó unas políticas de privación de la libertad cuyos propósitos eran: financiación;
forzar el canje por guerrilleros presos; y controlar territorios y poblaciones, las cuales
derivaron en profundas afectaciones a la sociedad colombiana, pero, particularmente, a
niñas, niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y otras personas vulnerables.
Las víctimas directas e indirectas de los referidos patrones criminales documentados por
la Sala de Reconocimiento de Verdad y de Responsabilidad padecieron menoscabo de
sus derechos en una dimensión material e inmaterial. Esto quiere decir que hubo pérdida
de bienes y proyectos de vida, así como de relaciones humanas. Además, las víctimas
sufrieron serias consecuencias a su integridad física, psicológica, psíquica y moral, como
consecuencia de los malos tratos y de los crímenes concurrentes sufridos durante el
secuestro.
La correspondencia
Es decir, todo ese análisis le permitirá al Tribunal para la Paz llegar a esta etapa procesal
con una sentencia congruente. La presente decisión representa un paso significativo para
la búsqueda de justicia que han reclamado las víctimas, sus familias y la sociedad,
además de contribuir a la construcción del camino para la reparación y la restauración.
En cuanto a la reparación, la Sección consideró que esta debe realizarse de forma colectiva
con el fin de hacer viable los mecanismos de reparación que garanticen la restauración
del tejido social.
El Tribunal, pese a reconocer que la Sala adelantó valiosos esfuerzos en procurar una
identificación de las afectaciones principales de las víctimas acreditadas en el Caso 01,
consideró que es necesario ampliar y detallar las afectaciones colectivas y complementar
la actuación surtida por la Sala, cuestión que será asumida por el Tribunal con el fin de
garantizar el componente restaurador de las sanciones propias, en todo caso, antes de
proferir la sentencia de mérito que ponga fin al Caso 01.
Los comparecientes
Milton de Jesús Toncel Redondo, conocido durante el conflicto armado como Joaquín
Gómez: Fue comandante del Bloque Sur de las Farc-EP desde 1993, al asumir ese rol
desde la formación de esa estructura en la VIII Conferencia Nacional Guerrillera, hasta
su reincorporación a la vida civil. Fue miembro del Secretariado desde 2008 y del Estado
Mayor Central desde 2005.
Jaime Alberto Parra Rodríguez, conocido durante el conflicto armado como Mauricio
Jaramillo o el Médico: Fue el último comandante del Bloque Oriental de las Farc-EP
desde 2010 hasta 2016. Desde 1993 era miembro del Estado Mayor del Bloque Oriental, y
de 2003 a 2006 fue el segundo comandante del Bloque Oriental por debajo de ‘El Mono
Jojoy’.
Julián Gallo Cubillos, conocido durante el conflicto armado como Carlos Antonio
Losada: Desde 1984 y hasta 2007 tuvo como responsabilidad la organización clandestina
de las redes urbanas de las antiguas Farc-EP en Bogotá, donde residió hasta el año 2000,
cuando se trasladó a San Vicente del Caguán. Desde entonces y hasta 2007, según su
propia versión, continuó desde zona rural de Cundinamarca y Meta bordeando el
páramo de Sumapaz.
La Sala le imputó, y el compareciente reconoció, su responsabilidad por crímenes de
guerra de toma de rehenes, de lesa humanidad de graves privaciones de la libertad, y
otros crímenes cometidos de manera concurrente.
Pablo Catatumbo Torres Victoria, conocido durante el conflicto armado como Pablo
Catatumbo: Fue comandante de la Columna Móvil Alirio Torres y miembro del Estado
Mayor del Bloque Móvil ‘Arturo Ruiz’ desde 1997. Su trayectoria se desarrolló
principalmente en el Occidente del país. Fue designado como titular del Estado Mayor
Central de las Farc-EP en 2000 y en 2002 como comandante de la Columna Móvil Arturo
Ruiz.
Rodrigo Granda Escobar conocido durante el conflicto armado como Ricardo Téllez:
fue designado integrante del Estado Mayor Central en la VIII Conferencia Nacional
Guerrillera en 1993. En 2004 fue nombrado en el Estado Mayor del Bloque Caribe. En
2011 fue nombrado suplente del secretariado.
En esta audiencia participarán las víctimas acreditadas del Caso 01, los comparecientes y
el Ministerio Público. Será un espacio judicial para que la Sección verifique que se
cumplen la contribución a la verdad y la forma de reparación, en el marco del Sistema
Integral para la Paz; con base a esto se determinará la duración de la sanción propia que
la conforma el componente de restricción de derechos, libertades y el restaurativo. Estas
oscilarán entre los 5 y 8 años y serán verificadas y monitoreadas por la Sección con la
participación de Naciones Unidas.