s cuerpos del verano
rtin Felipe Castagnet
arti
uerpas del verano pertenece ala familia delas grandes obras de ficeién
ginativa. Un mundo donde los muertos tienen la opcién de regresat
| cuerpo gracias al avance de la medicina y a internet, que se confi-
: como una tercera posibilidad de la existencia, Elautor constraye de
_maneta un universo propio, una necrolégica melancélicaeilarante
e muestra relacién com la web y sus problemas cotidianos.
1 pequefia obra de culto que ha fascinado alectores, criticosylibre-
yaha sido traducida al francés, inglés y hebreo.
cada tanto, una novela argentine planta bandera en la ciencia
ccién, y a veces lo hace no desde el costumbrismo espacial sino
esde las raices mismas del género: con una idea’.
Fernando Krapp (Pégina/12)
Jna transformacién permanente que provoca vértigo incerti-
umbre, y ue Castagnet aprovecha para concebir una sociedad
bien futura,rerrblemente cercan2’
Diego De Angelis (Revista)
Como toda excelente novela de ciencia ficcién, Las cuerpos del
zrano trasciende la cuestién cientfica para preocuparse por
ilemas relacionados 2 cuestiones més centrales, incluso (;puedo
sar esta palabra?) universales".
Luciano Lamberti
ISBN 978-987-4601.849
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Los cuerpos del verano
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dos cuerpos dl verano-es su primer:
1ove:
1a, publieada en 2032 por Factotum
como profesor einvestigador,
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ind del m1 Premioala foven
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Ediciones Ese mismo aio fue ganadora
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Francia por la Maison des
«gers et des Traducteurs de Saint Nazi
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2Los cuerpos del verano
Martin Felipe Castagnet
EONS,Camagnes Marca Felipe
oe cuerpos del verano Martin Felipe Castagns. «22
fds = Cladad Asténems de Buenos Ares + Fatorumn
cone, 03,
napactanaten.
ISBN 97-E2184-9
1. Narain. 2 lena ee it
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‘oaanin Felipe Castagne, 2012
(Fara aiiones, 20122016
Paje Rial 6 (08)
Buenos res, egeatinn
wane tosamediionescom
Jnfefaeotemadidonse com
Primers, 20,
Segunda edi, 206.
‘ison: andre Stefano
(Coordinei editor Renat Ces
Disa comporisin: Renata Crees
orodetapusNREY
Recaro dl ator: Soledad Perea
Comes Alar per Ieharbide
SEN sre 9674238419
mpreso en a Argentina. rina argent
Nosepermtlaeproduon parlor el acenaninn cage,
Iban ob uasorsie dete Hoon ease forma
por culque medi sex eucinic omecii meta fsep,
‘Ffusasats acon tds tel pemin poo yextodeletery
ficsoe Sinan penn pores. 3540
El dia 28 de abril de 2012, un jurado compuesto por
Eduardo Berti, Miche! Lafon, Pablode Santis, Viady Kocian-
cich, Alan Pauls, In Salinas y Silvia Hopenhayn, otorg6 el
Premio ala joven literatura latinoamericana, por unanimidad,
2 Los cuerpos del verano, de Martin Felipe Castagnet.
Elpremio es organizado en Francia por La MEET~ Maison
des Ecrivains Etrangers et des Traducteurs (Casa de Escritores
Extranjeros y de Traductores), La Marelle ~ Vila des projets
auteurs (Casa de proyectos de autores) y con la colabora-
ign de los servicios culturales de la Embajada de Francia en
argentina.i
: ASoledad Pereyra
yal #CEC.
|
|
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[No hay cielo ni vida después de la muerte para
las computadoras obsoletas; ese es wn cuento de hadas
para la gente que leteme a Ia ascuridad.
Stephen Hawking
a vere
satura Ia pel. Los ojos se entrecierran: hace poco ninguna
nz era demasiada pare mi. También me gusta toser hasta
quedar ronco, regresar al cuatto y ole la ropa usada.
los nietos de Teo me ayudan a dar mis primeros pasos.
Sostienen| eaminan y se rien mientras giran
sobre simismos. Ftrayecto va desde la casa hasta lnesquitia
ye regreso, Legamos ala metay festejan. Pasola mano por
Ia cabeza del mis pequefo y le digo: “Qué vibrante renés el
pelo"; mi voz me resulta extrafa
‘Teo me hace sefias sentado desde los escalones frente
a la puerta. Abre la boca pero la vejez fe impide hablar; él12.
En medio de la noche quiero bajar hasta la cocina. Los sinto-
mas después de regresar i poco stefo y
mucha hambte. La esposa de mi nieto me dejé un bol lleno
de cereales y frutas que se acabé rapido.
Gales insistié en que durmiera en el cuarto principal,
ubjcado en Ia planta baja, pero preferi dormir en el de invi-
tadorllddtalabonsinds Ahora me arepent, mientras
arrastro la bateria con ruedas por la escalera; hace mucho
‘ruido. La luz est apagada, Sudo. Tropiezo con cosas; no
swceaa
“ Incluso después de vivir tantos afios en flotaci6i,, codavia
‘me es natural considerar esta casa como mi hogar. Pero todo
‘esté cambiado; regresé a casa como luego de una inunda-
cin. La ola que arras6 la superficie de las cosas y movis los
electrodomésticos de lugar tifié las paredes con otros colo-
res y deforms el tamafio de los muebles.
‘Me apoyo contra las paredes para llegar hasta la cocina.
Laheladera esta llena de cosas que no puedo comer mientras
dure la adaptacién, Un casillero indica la estabilidad de la
registro. Cierto rapido la puerta para no tentarme y porque
suluz-me hace parpadea.
Las naranjas estén en ef mismo lugar peroen tan canasto
|
icici
Pelo la naranja el olor me recuerd2 2 mi padre. Aparto
Ja céscara con movimientos lentos; quito los pellejos blan-
cos de los gajos antes de comerlos. Separo con la lengua los
gajos en porciones més pequefas, Chupo las semillas como
faeran caramelos; las escupo como si fueran chiles
13
Lo primero que hice cuando estuve a solas fue meterme los
dedos en la concha. No senti nada. Acostado en la cama del
que durmiera, Mi mente estaba fresca aunque el cere
fuera usado; sila cabeza tenia algin historial, habfa sido
borrado. Las rodillas todavia no respondian, pero e! resto
del cuerpo sf. 1a mente interpreta el fin del estado de flota-
ci6n como el fin de un calambre; la ausencia de pito, en
cambio, se asemeja al sindrome de miembro fantasma que
suften algunos amputados.
14
Los nietos de Teo quieren jugaral itbol conmigo.Lesexplico
quenno puedo, que este cuerpo es frig “Imaginense mi piel
como la cfscara de una banana’. La pelota es una bola de
fuego que ejerce en mf una fuerza de attaccién varias vecesmayor que su tamafio; quisiera retroceder pero permanezco
quieto, en el borde del jardin. La pelota llega hacia mi. La
freno con el pie, pero no me animo a patear. Me quema las
‘manos cuando la arrojo hacia los chicos.
Sontio mientras me hago pis. Lo interpreto como una,
falla, como hariaalescucharun ruiditodentro delauto;luego
Io disfruto, de pie, en un mediod{a cada vez més fuerte. No
‘me quiero mover: ni para iral bafio ni para abandonar el ol
Soy un dtbol con el tronco meado por algin perv.
‘Minutos después, el pafal cargado me irvta y [a piel esté
hinchada de tanto calor. Me da vergienza pedile ayuda a la
esposa de mi nieto, Septiembre tiene una beca de investigncién
yttabajaen [a casala mayor parte del dia. Meacompafiaal bao,
me cambia el pafial. Esté acostumbrada a ayudar a mi hijo Teo,
susuegro. Septiembre no se acuerda, o no quiere recordar, que
yorenfa swedad cuando me mori.
15
Elresplandor de la computadora es permanente.
Los psicélogos me permitieron utilizarla en pequefias
dosis;el periodo de abstinencia internet luegodelestadode
flotacién puede ser duro, Bs cierto que yo siento la tentaci6n
por la rd incluso frente ala heladera, Siresisto elimpulso es
tinicamence por miedo. No sabria cémo manejar a pantalla
tictl, el teclado sin teclas, con estos dedos gordos.
Merodeo cada espacio de la casa iluminado por alga
monitor. Cuando no aguanto més las ganas de que la
red me chupe como tun mosquito me alejo hacia el dnico
dormitorio que no cuenta con conexién. Teo esti sentado
cen su cama; sus frases son cortas, e incluso las separa en
silabas para tomar aire, “Desnudo en el chu-bas-co". Yo
completo como puedo: “gEstés recordando algo de cuando
eras chico2, Afirma con la cabeza. “Sobre mi ca-ba-llo”
Gesticula mucho pero lento. Debe tener calor, pienso, y le
acerco un vaso de agua. A veces esté mas despierto; otras,
veces est en el pasado, donde yo no lo pude acompafiar
Era Adela la que los levaba al campo mientras yo estaba en
flotacién y esperaba su regreso para que me contaran lo que
habia sucedido, Todavia tengo registros de cada conversa
ign, sitan solo me conectara y me animaraa releerlos.
Dejo el cuarto de Teo, que murmura algo sobre un bebé
y el mosquitero. Camino hacia una computadora lo mas
rapido que me permite la bateria, Me siento en un sillon
dentro del rango permitido para realizar las i
verbales que me guien por la red con mi voz ridjculamente
rasposa; quiero evitar tocar la pantalla transparentey fra.
Podria jurar que huele a sangre, a liquido amnidtico; sé
que son mis sentidos, sobrestimulados por regresar al
espacio donde vivi una vida entera, En internet me espe-
\dicaciones
16
Es raro estar del ado de afuera; me acerco ala pantalla como
si fuera una pecera. Yo supe ser un pez y ahora camino de
nuevo en fa tierra, Hay varios amigos mios, algunos primos,
compaiieros de trabajo. 1a mayoria mur justo después de
que yolohiciera; otros hace unas semanas. la mayoria quizés
acepte regresar a un cuerpo algiin dia; otros no van a querer
volver nunca,
Internet ahora es transparente y personal, nunca privada,
Cada busqueda tiene una marca digital ineludible y fécil de
seguir: un sendero trazado sobre Ia nieve, deshimbrantetanto para los vivos como para los muertos. En la época en la
que yo ingtesé, los muertos estaban encapsulados en médu-
los alos que solo se accedia pagando, Ahora flotan alo largo
declared,
En uno de los nodos me encuentro con amigos que jams
conoc{ en la vida real mejor dicho, en vida. No sé cémo van
a reaccionar conmigo; ahora que asumi un cuerpo es posi-
ble que me rechacen, Existe una empatia entre los muertos,
asi como la puede haber entre sordos, entre cientificos dela
misma rama, entre fandticos de una misma pelfeula; somos
veteranos de una guerra que se extiende durante una tregua
infinita. "Hola Rama’, me saludan, como si no hubiera
cambiado nada; quizas sea porque para ellos no cambié
nada, Unos dfas fuera del estado de flotaci6n, saturado de
tantas superficies blandas y aromas agtios y sabotes écidos,
xyya me olvido cémo era estar af adentto.
Petohoynomeinteresahablarcon ellos,yVeranoaparece
disponible. Tampoco quiero entrar a tevisar los viejos histo-
riales de conversacién. Lo que quiero hacer, con unas ganas
‘que me perforan los timpanosy me revientan el apéndice, es
hrallara mi antiguo mejor amigo y encontrar la descendencia
de mi esposa.
aa
Elestado de flotacin, es decir, la continuacién dela actividad
cerebral dentro de un modelo informatico, es el primer paso
ineludible para resguardar alas entidades individuales. Recién
después dela muerte se puede proceder al segundo paso opcio-
nal de migrar de un soporte a otro; esta operacién es referida
como “quemar” un cuerpo.
El primer paso es tan seguro como inestable el segundo.
‘iene que efectuarse un equilibrio entre el cuerpo inmacu-
lado, bajo las impresiones que deja el primer huésped, hacia
las direcciones que quiere seguir el segundo huésped. La
memoria celular puede ser engatiada, pero hasta cierto limite.
22,
La mayoria de los muertos prefiere cambiar de cuerpo.
La primera minoria se preserva en internet.
La segunda minoria conserva el cuerpo original, comoun
mendigo aferrado a sus harapos; se los considera enfermos.
Unicamente unos pocos viejosse niegan al procedimiento,
1mj hijo Teo incluidos ni siquiera legan a ser una estadistica.23
Las restricciones biol6gicas ylegales:
‘Toda reencarnacién debe estar registrada y notificada en
cl Registro Koseki
los menores de edad no pueden obtener cuerpos de
mayores de edad,
‘Gin hay que morirse pata obtener un nuevo cuerpo; los
mejores se agotan rapido,
2A
Cuando realicé et procedimiento y entré en flotacién, mi
cuerpo fue destruido porque no podfa ser conservado; en
ese momento no estaba listo el traspaso a otto cuerpo. El
cambio desde entonces fue paulatino. Los primeros casos
masivos fueron de madres registrandoa sus his en lista de
espera por si se morlan en accidentes. Los cuerpos empeza-
ron a ser considerados un recurso natural valioso. Primera
dejo de haber velatorios; luego, las nectolégicas empezaron
a incluir quién reencarnaba en ese cuerpo. Se decidié por
fin destruir los cementerios. La mayoria fueron transfor-
rmados en granjas abiertas ala comunidad por la ferilidad
del suelo, Todavia quedan algunos cementerios abiertos
Cada cuerpo puede tener una vida dil de hasta tres habi-
tantes en promedio hasta que se deshace; recién entonces
se creman. También hay quienes se comen los restos. La
Ainica condiciém legals ser un pariente directo del muerto
y que haya sido autorizado en
que esto es el futuro.
stamento vital. Supongo
34
‘Mi mejor amigo no solo es antiguo porque fe joven cuando
yo también lo fai, hara casi un siglo, sino porque ya no es
mi mejor amigo, ni mi amigo, ni le hablo desde entonces.
Sé que esta vivo en algiin lugar. La certeza me despierta
del adormecimiento; cada di, despierto o en flotacién, me
hago la misma pregunta: ;cémo vengarse cuando no existe
|a muerte? Me muerdo las usias de mi nuevo cuerpo, las
arranco antes de llegar al final, las escupo al piso y vuelven a
crecer sin que yo ptteda responder.
32,
Los dias pasan sin resultados significativos. Mientras tanto,
el cuerpo tiene otras exigenciasy debo hacer ejercicios matu-
tinos para fortificar mis misculos, Septiembre escribe mien:
tras yo levanto las pesas; en su silencio puedo escuchar el
rechinar de mis brazos. El estudio tiene un ventanal abiert;
clla est del lado de adentro y yo del lado de afuera. La case
es grande pero nos gusta estar cerca, “gMe acompafiarias,Rama? Si estoy sola me quedo dormida’, me dijo la primera.
ver. Ls chicos estan en el colegio.
lla no parece asustada por convivir con un muerto, Le
pregunto si cree en fantasmas. "Claro que st" responde sin
levantar Ia mirada, “os fantasmas que hacen pesas en un
patio leno de plantas sin cortar”.
“Yo te pregunto por los que no tienen cuerpo. Los que
estén en flotacién”.
“Internet cuenta como cuerpo".
“Internet es trasticido, inestable, viscoso". Mientras lo
digo imagino una medusa. Millones de algas protegidas
para siempre dentro de a campana de la medusa,
“Eso esel ectoplasma”,
Septiembre me ofrece un téy después se acuerda de que
atin no puedo tomarlo, Le pregunto si puede alcanzarme
‘un poco de agua para que no continée pidiéndome discul-
pas. Apoyo las pesas en las baldosas y espero sentado en el
banquito que se pega a mi pantalén corto. Un bilo de sudor
ime corre entre las tetas; paso el dedo y luego me lo levo 2
laboca. Esté salado, Escucho regresara Septiembre y ruego
que no me haya visto.
“Bl sol te est dejando la cara colorada’, me dice. El
vaso tiene gotas de agua, como si él también transpi-
rara. Lo vacio répido y lo devuelvo; levanto las pesas del
suelo, Septiembre no vuelve de inmediato a su escritorio;
permanece de pie, apenas pasado el ventanal, con la mano
haciendo visera. El pelo le brilla como en una propaganda
de champti. Quizas quiera tener una charla de chicas, me
ilusiono. No sé si apoyar de nuevo las pesas, por miedo 2
romper el hechizo y que se vaya; tampoco sé si continuar
jercitando,
“Gales nunca me quiso contar mucho sobre st familia",
me dice, “posiblemente por haber vivido en una muy nume-
pcan
rosa. Para siempre fue un peso esta casa lena de parientes
recuerdos’.
“WY espfritus que regresan de la muerte,
Septiembre se sienta en el suelo, levantandose un poco
la pollera para no manchérsela con la tierra rojay los frutos
amarillos de los drboles. “Esta casa la construiste vos",
contesta,
“Mi papé era arquitecto; me ensefié todo st oficio desde
que yo tenia la edad de tus hijos. Planeamos esta casa
desde mi adolescencia, para que fuera mia y de mi fami-
lia. EI se murié antes de empezar y tave que hacerlo solo.
‘Supongo que papd estaba ifusionado con vivir conmigo y
sus futures nietos después de jubilarse”.
Avveces el soles cubierto por nubes y Septiembre baja la
mano que hace de visera; tiene los ojos tan parecidos a los
de una exnovia que me da miedo ir a chequear sidesciende
declla.
“tama?”
“La aplast6 un auto cuando yo tenfa nueve aos".
“Lo siento”,
*A veces pienso qué diferente habria sido mi vida si
para entonces ya hubiera existido el estado de flotacién,
‘Mi mamé podria haber continuado conmigo, en internet
o en otro cuerpo, en algtin lugar. Papé me decfa que mama
estaba en el Cielo; en ese momento solo tenfamos la reli-
gin, Pero al Cielo no se puede acceder por medio de una
computadota; la teligién no es user friendly’
“Hace unos afios que la Iglesia viene diciendo que aunque
‘sea un método diabético de todas maneras demuestra a exis-
tencia del alma’
“Al menos ya no le hacen la excomunién a quienesentran
en flotacién”.
“1hlos primeros reencarnados les hacfan exorcismos..Nos reimos, Septiembre baja la mano como visera para
‘oculta a boca abierta. Tiene las primeras arrugas notables de
Ia adulcez, cerca de los ojos y en las manos; e sot las lumina.
Yo tengo mas que ella, pero mi cuerpo es al menos diez afios
is viejo.
“or qué no pediste un cuerpo en cuanto se legalizd
el procedimiento?, me
flocacién tanto tiempo?”.
“Uno se acostumbra 2 todo, inchiso a una céteel, y més si
Iachreel es c6moda’.
Sostener las pesas, incluso apoyadas en los muslos, me
esta lstimando las manos. Me agacho para dejarlas en el
suelo; del esfuerzo se me escapa un suspiro. Me tengo que
acomodar el pelo, con dificulrad. Nunca supe peinarme;
‘menosaiinen un cuerpo de mujer. "Pars, me dice Septiem-
bre, y se arrodilla ante mi para ayudarme a mantener el
peinado, Tiene las manos tibias e intento mirar hacia las
baldosas, que parecen mandalas, mientras ella mantiene la
caratan cerca dela mia,
junta, “gPor qué continuar en
33
Hay cosas por las cuales me arrepiento de no haber pedido
tun cuerpo lo antes posible. No sabria cémo explicarselo a
Septiembre.
Vera se me mui a los sesenta afios de estar metido en
internet. Améa Vera como solo pueden amarse los hijos que
tardan en llegar; mi primogénita, brillante, generosa Vera.
Hablo en pasado, pero ella estd en estado de flotacién, casi
siempre dormida, para siempre bella. Un dia, si se puede
lamar dias ala sucesién de noticias dentro de la red, apare-
ci6 Vera entre nosotros com la candid del trista que visita
tun nuevo pais. Nadie de afuera me lo anuncid. "Qué pas6?
le preguntévatias veces. Ella no pareci6 leerme; quizés toda-
via no supiera cémo hacerlo
{Habré entendido Septiembre que no tenfa fuerza fisica
ni de voluntad para pedirme un cuerpo? Eselesfuerzo coti-
iano, imperceptible para los vivos, de mantener todos los
riisculos juntos y todos los nervios coordinados, los dos
ojos hacia el mismo lado, la lengua lejos de los dientes, la
vvejiga activa frente al inodoro, de inhalar lo preciso exha:
larlo necesario, Nada es automético; el dolor puede gatillar
ua praceso, pera incliso el dolor puede suprimirse.
Una vez lef que los esclavos negros solian realizar suici
dios colectivos porque creian renacer en Africa. Los amos,
‘comenzaron a mutilar los cuerpos para asustar alos sobrevi
vientes. Asi es como viviamos, los esclavos y yor el miedo por
Tos faturos cuerpos inmovilizaba nuestras lusiones
34
Septiembre regresa al escritorio. En ocasiones me ha leido
partes de su trabajo de investigacin. Cuando le cuesta
explicarme ciertos fragmentos que ella consideraria obvios
Te recuerdo que hace casi cien afios que no voy al colegio. El
nivel de conocimiento que uno asimila en estado de flots-
cin es incalculable pero poco especific. Ahora muchos de
Jos muertos deciden eussar en universidades digitales; yo
también deberta haberlo hecho, pero el ocio es invencible
incluso estando muerto.
‘Suena la campana de Teo: una sola vez, no es uegente. Me
ofrezco air yo; Septiembre agradece varias veces. Entro en la
casa contento de tener una excuse para abandonar los ejer-
cicios al sol del mediodia. La baterfa hace ruidivos al cambiarde superficie. El pasillo est fresco y tiene olor a detergente de
limén; intento seguir elrecorrdo del lampazo hasta su origen,
peroel rastto se desvanece con el calor. Al final del pasillo esta el
cuartode mi hijo, la puerta cerrada por donde no pasa internet.
‘Teo esti de pie, agarrado de un mueble como si fuera un
paravalancha. En mi apuro para sostenerlo tropiezo con la
baterfa, Estoy tan gorda que me cuestalevantarme; el viejo
‘me mira con cutiosidad. Cuando fogro alzarme, se agarta
de mi espalda para volver la cama. “Montado en hi-po-pé-
temo’, dice. Escucho en mi cuello st risa tan particular,
que parece salir de las orejas o de la nariz. Lo meto en la
cama, Hace gestos para que locubra con la frazada; cuando
Tellega hasta el mentén parece satisfecho.
“Por qué nos llamaste”, pregunto mientras me sientoen
Iasillaal costado de la cama; durante un instante siento que
sevaavenir abajo, Niegacom la cabeza y esconde|a cara bajo
Ia frazada,
“Estuve buscando en internet”, le digo; la idea de consul-
tarle surge a medida que lo hago, “y no obtuve ningtin resul-
tado significativo", Solo logro ver su pelo y sus ojos color
petréleo, “En realidad estoy buscando aw mama desde hace
ims de setenta afios. Durante todo este tiempo solo lo podia
hacer por internet. Ahora que puedo hacerlo de verdad todas
las pistas son estériles. Vera nunca me quiso contar: Vos me
dijiste que no sabias, Teo, pero no es posible que no lo sepas.
[Necesito saber qué pass con tu mama".
“iSe-cre-tol
“Por favor, necesito que me lo digas”
"Solo auna per-so-na",
“zAquien?”.
“Mi pape
“Soy yo. Soy tu papa. Soy Ramiro”.
No, dice Mi hijo.con la cara, “sos mia-buel.
Se compadece de mi candor; saca el brazo de debajo de la
frazada para tomar mi mano. Los cillidos que entran através
delahendija dela puerta anuncian que regresaron del colegio
los hijos de Septiembre; os nietos de Teo; mis bisnietos.an
A vveces me parece que sali congelado del estado de flora-
cin; la necesidad de luz y calor proviene dela necesidad de
recuperar el sistema emocional que, hasta ahora, perma-
nece inmévil. Quiero gritarme a mi mismo, darme 6rde
nes, sacudirme los pedazos de hielos adheridos al pelo y 2
Ios dientes.
‘Todavia no encontré a mi ex mejor amigo. Adin no descu-
bif la descendencia de mi esposa. Mi hijo no me reconoce.
‘Me siento un indi en mi propia casa. El deseo me motoriza
hacia adelante, pero no percibo frustracién cuando
nose concreta, Creo que extrafié el dolor durante décadas, y
ahora que estoy de regreso soy ineapaz de sentilo
‘Tengo ganas de que alguien me insulte por la calle. Peto
mientras camino nadie dice nada. Algunos arrastran una
bateria, otros comen helado en la plaza.
42,
No significa que con las reencarnaciones se haya alcanzado
la paz. Antes se verbalizaba més; hoy el resentimiento es,implicito. Cada uno se dedica a sus pasiones ya sus odios en
silencio; no hay mucho més que se pueda denunciar.
La discusién piblica estd en los usos del cuerpo, lejos
de cualquier implicacién moral; en este sentido, repro-
duce el debate sobre los recursos naturales que tuvo su.
apogeo el siglo pasado. ;Cada persona es duefia de su
cuerpo, aunque después lo ocupen otros habitantes? El
desperdicio carnal, aunque esté catalogado como egoista,
no esta tipificado como sancién a menos que sea excesivo.
Lamejoray regeneracién de érganos colabora al malgast.
el procedimiento permite la impresién de material orgé-
nico en imitacién perfecta del original, que permite suplir
las funciones especificas. Gracias a esto se amplia la vida
til de un cuerpo, asi como también la irresponsabilidad
sobre el mismo, Por supuesto, dado que el procedimiento
de apropiacién de cuerpos es costoso, las discusiones
estén ligadas a las aspiraciones de la clase media. La
regla general sostiene que a mayor ingreso por afio existe
menor respeto por el cuerpo. Los millonarios que se pren-
den fuego a lo bonzo solo para que nadie pueda reutilizar
sus cuerpos parecen haber creado una tradicién tan sélida
como el caviat.
Muchos vicios que habfan sido erradicados volvieron a
ponerse de moda. Eluso individual de drogas duras ya noes
combatido por el miedo patolégico al dai a terceros, sino
por el dato al propio cuerpo. La regeneracién de pulmones
otencié las ventas de los casi extintos cigarillos; la prohibi-
ign de no fumar en espacios piblicos continda vigente pero
ya no esté en uso, Muchas veces es posible distinguir a las
personas de mi generacién, estén en un cuerpojaven oviejo,
por su negacién al abaco.
EI furor sostenido por los deportes de alto riesgo los
Ievé a ser incluidos dentro de las disciplinas olfmpicas; la
rigurosidad de los controles es solo un justificativo para
incluir més planos de cadaveres con la cabeza a la altura
del estémago. El automovilismo abandon6 toda pretensién
de seguridad, yha ocurrido que un piloto utilice mis de un
cuerpo alo largo de un tinico campeonate.
la religién todavia intenta actualizarse; cuando logra
reformarse, una nueva tecnologia la vuelve a dejar arcaica,
Noto un crecimiento en la popularidad de las doctrinas
védicas, de un modo toreido, y en todas las universidades
hay un departamento de Estudios Orientales. Claro que,
ahora, un pais como Japén esté lleno de japoneses con
cuerpos de occidentale.
Después de rantas turbulencias sociales, el arte es mas
clisicoy se valora segtin el respeto por las normas. Los escr:
tores tienen nuevos tabies que describir. Los psicoanalistas
inventan nuevas terminologias para los viejos conflictos. Los
abogados cobran cheques por eada litigio sobre la aplicacién
ona del antieuado sistema de herencias. Las médicos discu-
ten sies ético donar el cuerpo a una persona en particular o
sidebe seral azar. Las plataformas de los politicos prometen.
cestablecer la representatividad de los muertos o a superiori-
dad de los vivos, segiin la tendencia local
‘Cadavezhay masadeptosala penademuerte;alosconde-
nados los queman en cuerpos defectuosos. Las ejecuciones
suelen ser dolorosas. Conozco la historia de un violador que
fae clecrrocutado y luego quemado en un cuerpo con espina
bifida. En otro caso, un asesino serial fue devorado sin anes-
tesia por animales de circo, con entrada gratuita; ahora esti
en un compartimiento de la red al que no se puede acce-
der, salvo con contrasefa gubemamental. La prolongacién
de la vida suele estar acompafiada de una prolongacién del
fascismo.43
Para probar la autorla de los eventuales erimenes se esta
blecié un registro nacional, el Koseki, donde figurara cada
cambio de cuerpo y las relaciones que eso creara entre los
individuos. El Registro ayud6 a institucionalizar vineulos
familiares que hasta entonces estaban fuera del sistema,
como la relacién entre un quemado con los padres del hugs
ped original.
Originalmente, cualquiera podfa conseguir una copia del
Kosei de otra persona. Luego se implementé una nueva ley
para limitar el servicio solo a aquellas personas que apare-
cieran en el registro de la persona deseada. Hace tiempo
pedi el de mi esposa, y me lo negaron porque yo ya no apare-
ciaen el sayo.
El Koseki posibilita hacer justicia en tiempos en los que
cl cuerpo es una evidencia ambigua, pero también posibi-
lita el surgimiento de nuevas formas de diseriminacién, Lo
usan las empresas con contactos para verificar asus poten-
ciales candidatos; también los padres ricos cuando buscan
pareja para casar a sus hijos.
44
‘Una mujer en un cuerpo de hombre que se viste de mujer.
‘Un quemado se frota con su herman dentro dela cama
hasta que ella pide més.
Una monja se suicida para poder ser sacerdote con su.
nuevo cuerpo.
El sexo siempre encuentra la forma de reinventarse pese
ala limitada variedad de posiciones y combinaciones. El
sistema lo continda utilizando como motivacién: es comin
Ia exigencia entre parejas de ganar mas plata para obtener
‘mejores cuerpos. Ya se venden paquetes tursticos que inclu-
yen en el precio los cuerpos més apropiados. La permisivi
dad se borronea; las distinciones se rejerarquizan antes de
volvera decantar. Gonozcoa un hombre que le queria poner
Bukkake tanto si fuera hijo como si ftera hija; los nombres
son los primeros en adaptarse 2 las nuevas circunstancias.
108 grupos de presién intentan regular la actividad
sexual, con un éxito bastante significative en los adolescen:
tes, El movimiento més publicitado aboga por la castidad
‘como el valor principal dela sociedad. Esté comandado por
una liga que se denomina de mujeres auténticas; una inves-
tigacion en tn peri6dico revel6 que al menos dos miembros
dela comision directiva habian sido, en sus cuerpos antetio-
res, hombres.
En general, el sexo esté abferto m4s que nuncaalas post-
bilidades de la imaginacién. Las oficinas piblicase internet
siguen siendo los ambientes principales de citeulacién de
rumores. El otro dia escuché que un hombre fue eutanizado
para ocupar el cuerpo de su mujes, muerta por accidente
cerebrovascular; luego, la mujer encarn6 en el cuerpo de su
‘esposo que esperaba vacio en un frigorfico del hospital
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1a tecnologia no es racional; con suerte, es un caballo desbo-
cado que echa espuma por la boca e intenta desbarrancarse
cada ver que puede. Nuestro problema es que la cultura esti
enganchada aese caballo.
Alguna vez fue la imprenta y la medicina; hoy es ¢!
estado de flotacién y la apropiacién de cuerpos. La muerte
continia existiendo; lo que desaparecié fue la certeza deque todo termina més tarde o més temprano. Hay tiempo
para raparse y para mantener las canas, para embarazarse
y para torturar, para salir campeén del mundo y para rees-
cribir la enciclopedia. Con paciencia, una tinica persona
podria construir una pirémide; con perseverancia, otra
‘inica persona podria derribarla. Supongo que eso también
eselamor.
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5a.
Parece que el hombre que limpia la casa rompié una de las
computadoras. El hijo de Teo se enojé y lo eché, Yo estaba,
caminando cuando sucedi6; al volver parecia que un rayo
hhubiera volatilizado todo tipo de equlibrio emocional
Septiembre esté muy enojada; dice que a Cuzco hay que
tenerle paciencia, que no es su culpa ser torpe. Gales replica
«que es un discapacitado de mierday que ellosno tienen por qué
Ihacer caridad, que para eso existe el Estado, Sit mujer replica
que ella hace con su plata lo que lereputa plazca, que si quiere
no solole arreglala computadora sino que le compra una nueva
para descargar toda la pormografia que se le antoje. Mientras
tanto, yoestoy escondido detris de frutero, mertodehambre,
Nomeanimoa levantarme, menos ain apedisles que me alean-
‘cen un cuchillo; mastico una pera verdidurea, con céscara, sin
ruido, con los dedos pringosos.
La campana de Teo los interrumpe. “Anda vos", le grita
Septiembre, “si al final echaste a la tinica persona que
se ocupaba de tu papé’. Gales resopla, abre y cierra de un
portazo la puerta de la heladera y sale de la cocina; "Ia cone-
xin ha sido restaurada’, dice la voz fria dela heladera.Sostengo el cabo de la pera en la mano cuando Septiembre
me descubre; sus facciones se suavizan, casi puedo sentir cémo
le ordena la rendicin a cada miisculo de su cara. En vez de
hablarme, extiende la mano para que lealcance el cabo descat-
nado, Abre[a tapa del tacho de basura de un pisotén ylo lanza
adentro sin agacharse
La ayudo a juntar los restos de la computadora destri-
pada por todo el living. Me incomoda estar agachado, asf
que me siento en el parquet. Empezamos por los frag-
rmentos grandes: carcasas, placas de red, el monitor con la
caenca del ojo vaca. “Cada vez son més frgiles", le digo,
“en mi época tampoco eran de fierro pero se la aguantaban.
Una computadora estaba dividida en partes y habja que
conectarlas todas juntas para que funcionara. Mi mujer
siempre desenchufaba el cable equivocado y se me apagaba
todo. Me enojaba ranto con ella que terminaba desenchut
fando los demas cables; supongo que Gales heredé mi
forma de ser’. No sonrie.
Los restos més pequefios cuestan més, Por mucho que se
bara, los Fragmentos dela pantalla nunca terminan deentrar
enla pala, Me recuerdan a la arcillaylacdscara de huevo. El
material moldea ef aparato a las necesidades del usuario; el
impacto debe haber sobrepasado la elasticidad del material
Septiembre se muerde la falange del dedo indice; le pido la
escoba y comienzo 2 espulgar los fragmentos adheridos alas
cerdas. Cada vez que saco uno, lo apoyo en la pala que ella
mantiene levantada.
“Hace unas semanas que venimos discutiendo por cual-
quier cosa’, se disculpa, “por favor, no te preocupes”. Pero
Jo hago: hace unas semanas llegué yo. Me doy cuenta de
que estoy sudando; caminar y ayudar me agota. Cuando
termino, le devuelvo la escoba. “Nevesito ducharme". Debo
haber dejado el mango transpitado.
‘A’, medice antes de que me vaya, "teestaba buscando Vers"
nla red
Se queda callada: por supuesto que en la red. Le agra-