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(PARA UN PROGRAMA DE HISTORIA INTELECTUAL y otros ensayos por Carlos Altamirano 2 cores Atariane sno cores, especie del concepeion que es oie 0 onde ear digo en el primero dels. Como ca datos La roduc laced tone rela esha 1001 para un ediin poplar dete ‘obra. Bae primera versién, como en la actual corregida y ak ao erat he bucado mena que einstein del text de aaeieee crec eno ye qin exporan algunos tpices ter uclcol argentina argomentor laos (mie Sa jen del catendimientoy esbiidads 0 8 ray maginaro. El dedicao a Jost L ere Juerprecion de es tabajos que historiador sera stundolon cx relacin con 8 eS Sisiea sobre el carter nacional 1 Ideas para un programa de historia intelectual Essabido que la historia intelectual practica de muchos smodos que 0 hay, dentro de a Smbito, un lenguaje téric ‘omaneras de proceder que funcionen como modelos obliga- {os ni para analizar sus objetos, para nterpretarios—ni aun para defini, sin referencia a una problemitca, a qué objetos fonceder primac Desde este punto de vista, el cuadro no muy diferente del que se aberva hoy en el conjunto de la pricie historiografcay. mas en general.enelconjunto de dis plinas que hasta ayer designdbamos como ciencia del hon tre, donde reina también la dispersin trical pluralizacin Ae los crterios para recortar los objeto. Més aun: puede de tirse que la diversinaion yl apogeo que conoce en laactual dad la historia intelectual no estin desconectados de lncroson {que ha experimentad Ia kea de un ster privilegiado, es de fin de un sector del conocimiento que obre como fundamen i para un dicurso cientifico unitaro del mundo humano Se puede juzgar que este estado de coras es provisional ‘onfiaren que e futuro traer4 un nuevo ordenamiento;o © Jo puede celebrar, resaltanda las posibilidades que crea la emancipacion de todo criterio de jerarquta entre ls saberes Decir, por ejemplo, como dice el histoiacor Bronislaw Bac ko, que el empo de las ortodoxia esta caduco y que eso abe, “por suerte" una mucva época, "la época de las herejas ecléc “4 eros Altamiane eo que eas en busca den paaigma o de wns 906 de ane pecho que no puede ignorarc es esa praidad Fenfenques tonics recortestemstcos strates de nve oe Foy la wid de las dicipinasreatvas al Sei lic y social, entre ells Ia Historia inelectal aoe mento de este paisaje ms profiferante que srrtnaaio eset punto de patida de nuestra presentacion, Des prac o defen, alguna chow sgemene deena que lade eorar un p> 1 eg ea deci itary eer afar de un Pro sie eso su comunique ira pln Fae tescuaraesy lands hisico de teat ee sami que Mare Angenot denomits ace render como Ta ela peda Tega 23 oP Fra de pregunazComo pees loshombre it A te Pic pre el abso, sobre la propiedad, sobre Gvaden 2 interpretar los confictos?™$ ut 6 La historia politica experimenta desde hace ya unos ios un yerdaderorenacimiento, dentro del eval hay un incerésre rhovado no slo porlas eles policas, sno tambien por as el (cs intelecuales. Rfirindene a ex renacimiento de la histo * politica, Jean-Frangos Srinelli ha escrito que su riquez {deseansa en la “ocaeion por analiza comportamientescolec por exhumnar, confines expicativos, todo 2calo: eas, ul furs, mentalidades’ Er en el marco de esa voescién gl zante donde, de acuerdo con el mismo Sine allara sa far una historia de losintelectales Pero el estudio histrico {he extos, de sus Figuras mordernas y de aus “ancesros" eb ‘desrrolado tambien por cia va, ade Ia sociolog ea cul todo con elimpulso de la obra de Pierre Bourdiew ¥ ns disciples. “Tanto del nuevo impulto de a historia politica como de los instrumentos dela soctologia de las elites culturales deberia bbeneficiarse una historia intelectual que no quieras histo Fa puramenteintrineeca de le obra los proceso deol fla sociedad y lava politica. Alora bien, como ha escrito Dominick LaCapra, "a historia intelectual no deberia verse como mera fanci6n de la historia socal”. Ella prvilegia cert ‘ate de hechor —en primer término les hechos de dscurso— porque étos dan acces. un descifarento dela historiaque ho st obtiene por otros medios y proporcionan sobre el pass {do puntos de observacin iremplaables En el caso del programa que trato de acotr, los textos son ya ellos mismos objets de fronters es decir textos que estin 16 coroe Aramione cm el inde de varios intercses y de varia daciplinas: a histo- . A ‘iw comprender ls agit ciones de la vida politica espafola (por la Expaiiaamericana Secomprenderd la Espa europea), y mas alla, es decir des de un punto de visa mis universal no es importante para la historia yl iloofia “eta eterna lucha de ls pueblos his panoamericanos™ Sobre el significado trascendente de esa Ficha necesian ser ihstrados los hispanosmerieanos no me que los europeos: aquellos se hacen eco de la propagan. Ga ross contra el partido de Ia civlizacion en la contienda weroducion a Fcimde i objecin que podria al ch te dlimo no representa un hecho ailado, una aberracin to pregunta sila ntra Rowse no es tana, dado que ex Sino “una manifestacin social, una fGrmutia de una manera de acr de un pucblo" La pregunta (que es wna forma de rete tnar el juicio que previamente habia aibuido a Guinot en el Rio dela Plata esel partido ‘americano” el que gora de apo: yo local) desencadena una serie de replicas en que la afirma {on del voluntarsmo &co-poitico se entrelaza con naira tién de Ia ley que no puede dejar de abrirse paso: la ley de progreso, La verdad de ésta n6exté menos mecripea en lot he hos que Ia verdad de Rosas. Por otra parte —la palabra de Surmiento hace surgr otro escenario en el horiznte: el de fa cha ques libra con las armas dentro del pale, ¢no.es obit storia para loe que gozan de Ia ibertnd de prensa, como Chile, asistir por ese medio a quienes combaten direcamen- te contra la dictadura? Yla palabra proms obra como un me taniamo de embrague para pasar a la inerpelacién de otro ‘etinatario; el peopio Roma: “Ls preaeel jLa peenaal He fui tirano,e]enemigo que wofocase entre nosotFos, he aqui tlvellocino de ore que trtamos de conquistar, he aqui emo la prensa de Franca, Inglaterra, Brasil, Montevideo, Chile, Co- rrientes yaa turbar tu ueio en medio el silencio epuleral ‘de es fetimas” (p15), ovdemos abandons ja la parfranis de la célebee To ‘duccidn. Esta nos ha dejado ver la muleplicidad de destinos y destinatarios que Sarmiento imagina para su escrito y una de las formas que imprimir a su pros, [a de la prosaoratoria La “Introduecign’ nos ha anuneiado también uno de lox pro- nit de Faewnda el libco v3 ofrecer un trabajo de die facion, va hacer intligible lo que hasta entonces era un cenigina Sila dilucidacion tend el cardcter de una historia Silen América Tocqueville haba vito mis que a Amérie ido expliarlarevolucon argentina con la bografa de Juan cas una de ae dos fases divers que chan fenel seno de aquella sociedad singular”, dice en la “Introdu tion” (p. 17). Pero este aul no era un cauilo simple mente, "sno una maniestacion de lava 3 nylaspecullaridades del terreno" cl personajey su proneccion debian ser a su ve, explicados Toshechosdel mecio fico hisério, De ahi ls dos partes aque divide ia historia de Facundaren la primera, que ocupalos primeros cuatro capitlos,evoea “el terreno e pasa, el ta tro sobre el que va'a represenarse la escena en la segund (que abarca los neve capitulo siguientes, aparece el “persons jrcon nu wae, susideas st ssteta de obrar”(p. 19). Para Sar Iiento, que en esto adoptaba uno de los preceptos dela con satin na unidad orgaviea se reljaban muniament snveduciin a Freund a shura extensty poco habitada, nos dice Sarmiento, en qu durant: inngo Uempo se cruraronindiosyeopadoea, e abla forjacdo ya jos clear urbanos, Primitivo pero, espuest ala pre fuerza, alejado de ta ley y ls docttinas de la ciudad, el modo Ge vida de Ia compaia pastora habia engendrado sus cost tesde uno: el gaucho, El saber, las destrezas—Ia del caballo 0 Iadelcuchilloy ar del baqueano o as del rasireaior—, ac mmo los valores de los habitants de este mundo elemental, son fos requeridos por as fuss rocimertarins deta eslancla Ga radera yuna vida sometida permanentemente al peligro, Ne ‘a estima al Ia asocincion, y la notoriedad de ls hombres no proviene de la vida publica, que no exist, Lo que prod ce reputacién som Ins habilidades estimadas por lo gauchoty Tas pruebas del corse fsco. Este era cl ambiente dela bare nig in érmino que en el lenguaje Kdeologico de la Epoca, es [i anitesis del espacio trbaro ela ciudad “al extn los talleres de ls ares ins tendas del comereo, as eauelas yc Dlosciitos 8 Lacudad ese ambio de lasleyesy Ge as idea el niicleo de la i dostos pucblos si hbitos de vida son divers, sus necesi ostino de oto.” No ay, pes, transiciGn de tun espacio a oto, Vast 1810 coexisieron en el ters orio deta futura Argen Sina no sociedad yla antitesis de la clzacién). Ambas era producto dela accin conjugada del medio fisico americano estas dos sociedades alojaba au propio esprit y #0 propio principio. La ciudad, el principio de la ciizaciin europea o Crlzaci a seca la campaa el principio dela barbarie,¢ antagonista de la cvilizacin. Ambas permanecieron indie Tentes una de otra hasta que la revolucién de 1810 las paso en netivo contacto, La revolicin de la ciudad, impulsada pore spirit del iempo. es decir, por las ideas eurapeas (libertad, progreso...), mow, aver, aa campata y és intzodujo un lementoextrao, un “ercer elemento", que tastorné el eu ‘re cisco de toda revoluciéx Cuando un pueblo ena en rerun, dos interes opuestos ferndo para que se mute ys devenvuci introducion a Focus 49 gid lovnceabned coemegraton de polite. ‘Sabre el fonda de este exquema de las dos sociedades en frente, Sarmiento formula la interpretacin que revea els fnaio acivé una dable hacha Ta que libraren contra el orden espa! los que buscaban paso al progreso de laculuara europea, otra, la que libraron fos eau, representantes del expiritu de Ia campatia, com: alas cisdades 1 objeto de esta otra guerra no era poner fin ‘la autoridad espaol, sino a toda autordad y a todo orde ‘hamiento ci. Paral camps, la revolucin so fue laopor tunidad para deeplegar, en un teatro més vato que el de Ia Ta guerra de las ciucades, pulpera los habitos las tendencias, todo lo que en su Amb to era host al espritu civilizado de ia ciudad. En fin, “lasei ades trunfan de ls expaiicles, lis campatias de las clude {es He aqui explicado el enigma dela Revoluciin Argentina, ‘eyo primer iro se disparé en 1810 yl ulimo ain no ha so. nado todavia". El enigma de Is guerras cies y del poder de Jos cauills halls, pues eu reapuenta en la revolucién de a independencia yen el dslocamiento que ella habia prod doen los euadros socials del Antiguo Regimen. Bajo la uz de esta formula interpretativa, que exclarece el rsastp.ave dcaveri dasa poles exciting, coment ele lato de fa vida de Facundo Quiroge, Si el eaquema explica las condiciones yas tendencias generales que crearon el escena ‘ho paral rayectoria del calla riojano, la biogafia se pro pone enlazar en un destino, ala vex singular y represeniaivo, Jos elementos dscontinioe y dspersos de una historia elec tiva En la teoria 0 doctrina que rige tanto la explicacion ge neral como la biografla de Quiroga aparecen los elementos, {que Sarmiento conect® para tradocir al lenguaje del aber 50 Corin Ate Jer nuevo", 0 enprita tmericano, que ain no habia rect ta repretentacion inteleetoal adeesda, Toremos solo ag En primer lugar, laantiteis célebre entre ciliacny bor rtagonistas de Ia hucha, sino que ampli ‘leentido de esa lucha, qu se hace parte de una contin ‘fade aleances mas vastos. Ne menos importante es quel re “xpaciosimbslico donde ambas se ordenan jerdrquicamente Teruperioridad de una, aunque aparezca momenténeamen- Tevensids, no puede sino confers tals de dominacion 4- bre a ot, Desde el siglo Xv, esando enra a formar parte tual occidental, la idea de cvilizacton, de pert indisociabe de fa idea de progreso ionamiento se ‘lar sponta la marcha ascendente del género human, que Jesprendia dela barbare, hacia formas siempre superiores die convivencia En el Facunda Ia sociedad ristica aparece ombrada a eces como una cilizacién, come si Sarmiento mitra un uso plural del trmino (no habia una, sino dos ‘Suleaiones) para desribie ta unidad de todos los rasgos de wa forma de establecimiento humano, Come lo aimiia Gu Introduce a Pacurdo st neralzado, fjpelorden poético” de Ia vida besbara ya veces su palabra aparece entregada ala descrip: on admirada dela naturaleza los personajesde ese mundo fe fromteta, rudo y elemental. Inchiso, en un pasaje del caps tuto Tl indica, csi programiicamente, ex lucha ireconeilia bie y su escenario natural como I materia que puede conte sire originaidad J beratura argentina: fn enue inteligenia la mater: ea aponenteen ATE finales low carscteres (p41). Acaso, como observa en el mismo pase, un “romancie= ‘cricano, Fenimoore Cooper, no se gané un nombre a: Ec pObtiee euro feo aT Ata nus novelas n-wv2 ae ei terns de la lucha en civilizacin y barbarie? La coutiv, el poema del argentino Esteban Echeverria, ofrecta otro een plo de es belleza de In barbare y del e sno que ela tenia Entre los lectores cultes ("ha logeado lamar Is tencién del mundo literario espaol" dice Sarmient Sehhaheehs tuo yabuso de este fragmento, Se prueba con Ano élolaadhesion del ecrtor al romanticism literaro, s- 32 Carlos Altmiane sociedad pastor Hay que notar sn embargo, que Sarmiento {como en gencral los roménticos argentino) acompafa us maestos los romnticos europeos, slo hasta certo punto: no ‘buses ni descubre en el mundo rural, como ellos, la cultura el pueblo original, una cultara que se habia perdido en las ‘iudades por obra de una evlizacién cosmopolia. La valora tion eséica dela sagacidad del rasreador, dea sabidura etn pirica del baqueane o del gaucho cantor, no implica una er ical progreso nin correctivo ala ciiliacion, Aunque de a atos nos dice que ese espacio sin cvlizar irradia un suger tina gee €l empoco oe autac, no def aorpen para a bigiedad en lo que concierne ala perepectva desde Is cual ha de ser aprehendlida yevocada la materia de la que puede bro tar "un destello de Iteraura nacional es a perspectva de quien observa em realidad como extrafay exétien, no como fuente de una cultura propia. En este sentido, fa formula jue hallo Coriolano Alberini para resumir el espirita general del romantcismo rioplatense —finesluminitas, medios his toriitas— se apicaenteramente al Facundo. ‘Logue Sarmientovaloraa través dela idea de clzacién ‘lo los habitosy las insttucones que él mismo des (varias veces —los modales, el refinamiento de ls cost bres la escuela, ls gan, ¢l comers artes de nnd ria el culiv de ls letras, etc —, sino algo aiin més baico, {que puede ser eaptada en aquello que la campata pastora no provee. 2Que eso que est campatia no ofrece ni puede ofre ferent virtud de su configuracin socal? Sitios regulares de ineraccién entre lor hombres, que son lor que moder impusos del hombre natural y generan el sentido y el interés de lo piblico. La ciudad, por el contrari, mulplica esos si tion Mientras Ia campata pastoril dispersa asus habitantesy los Intoducén al Facundo 33 sos energias, a ciudad los rednee insera ests energis, incl fo les que provienen del egoismo, en algunce de los cadres {le la sacedad cil Finalmente, en tantola asociacién urbana engendra! espacio piblico—espacto de deliberaci6n anima fo por cud s prensa, la campaia, que ne puede sutcitario dentro desu ‘tnt lo desruye cuando sus representantes se apoderan de la ciudad, A partir de ese momento la opinion no puede po- ner limites al poder "Como no hay letras, escrie resumen do lasiuacién en que ha cao La Rioja bajo e control de Qui ‘ga, no hay opiniones, °y como no hay opiniones diversas, La Roja es una miquina de guerra que irdadoncd I even bora bien, en Forunde no aparece so exta representa ibm arqeipia de In ciudad; aparecen también ciudades par tioulares —San Juan, Cordoba, Buenos Aires—, cuya imagen 1 euyo papel varfan Segin la evlucién del relatoy, ambien, degimn ls exigencis de Ia argumentacién. As, Cordoba repee ¢enta en un momento el expirits espaol el simbolo def ub fura esancada,y Buenos Aires, el punto de donde irradia la revolucién,elespirty europea moderno, el del progreso yas Ices; pero, ms adelante, Ia imagen de Cordoba se altera ya ciudad mediternea se inviste de los aributor del progreso turopeo para dar asientoy sentido ala expada civlizadora del reneral Paz, que combate contra Rosas, gobernador de Bue fh Aiea, Mfsimporsanteasn: a waves de un exo deal {do del texto, No frik ha mostrado que Ins diferentes repre sentaciones mediante lat cules aparecen Buenos Aires las provincia dejan entrever otro confico, entre Buenos Aires, {que cuenta con elcontro privitegiada del puerto, ye interior Un tera del Fanend, la decadencia de Ins chidades del ite for, atribuida a la invasin de a barbarie rural, hubiera en Contrada en ese conflict una clave diferente, alternativa 0 ‘complementaria de aquella ala que se aferra. Pee la palabra 34 arts tami signa af oposicion ciudad eampe [No quisera terminar estas indicacones sumarias sobre gunesde los elementos que comporen la teoria que rige la his onstelacion de ideas, en realidad, como last orentlisa que prolifera. largo de ia obra y que ha sido at. Dida al gusto por el exotismo Hterari, Sarmiento enunca ‘érmino ya en la Tntroducién” (‘Rosas organiza lecamente | despotsmo...") yen el primer eapitalo comiencan las a Togiasorientalistas. Fs verdad que en el Facundoeltérmino biable por tirana o gobierno absoluto, no sujeto a eyes. Es tambign ba cepetd a au on tila a ne dio sa formacin lisa In'dea al inwoducir una news clasfeacign de las formas de ier00: replica, monarquia, despotism, En éte, como en pes goblerna el soberanoseyin su voluntad y su capri (Con ee significado genérico el trmin forms parte del len sie ideol6gico del movimiento de a independeneia hispa publicanism). Pero no es con eta acepcién que la idea det ‘espotismo tiene una funcion tedrica de relieve en el Fac Introdvecin al Facando 35 En la misma obra de Montexquieu, xn embargo, idea te hechos: ls offecian ls soiedades de exa parte del mundo (gue cl despotsmo se ha naturalizado, por decirlo ai, qve et Ssia" 22 No nos imeresa aqui la funcin tera y polities que gui. Dig Gamo oriental o aiitiea —elaborad Po fs simplemente que al constrirla figura del de partir de obras teadicin del pensamiento occidental, tradicin que no com lira con Elesinta dela lye ni ere siglo XVI" sen asociacién cons figura oriental que laidea del des potismo desempefa un papel importante en la doetina del “audilismo barbaro. Aunque basta leer algunos de los epigrs fes del Faaindo para co imagenes de Oriente slo de fa ectra de Montesquie a poco es dlifell reconacer en sus cuad08y relatos el eco de los topics orientalistas de Blpiited ste. Emtresnquernce Tones pocos ejemplos. En primer trmino el mis obvio, el dela configuracién ses, del paisaje: la pampa e como la la nua asta, espacio abierto donde la visa no encuentra obs- En Montesguict es el ipo de marco natu asi como nada pondri obsticilos naturales al pode: «que propica el 56 ‘enieric yl donde ds lexerodilon Deapubs, dp ra tipo de gobier no eorresponde un principio, que esa pasion oc peeiico que cada uno de ellos require para poder obra, Principio dela repdblica et avr, el de la monarquia et ho- ‘or, el del despotiemo el miedo." Y bien, ol miedo aparece eel Facunde coma resort del orden impuesto por Quiroga a como el miedo, el terror, impulsan a los habitants del Bus fos Aires rosa a eapecticulos de humillacin y servilismo. Por ilimo, para no extender demasiado ena enumeracién, afi de Moinvsin’ y cuyos dchos y actos "enen un sello de crginlidad que le daban certo via orientales”, Qué gui low actos del eal riojano al menoe hasia el momento en {que sn que nada.en el elato Io haga prever, se apodera de él 1 idea de Is organizacién constitucional del pais? Una y ot ‘ez lo vemos obrar seg cl impuiso de la pasin ok cpr chor del humor del momento. Au los actos que Sarmiento no piece censirar te colocan bajo el signo de la arbitraiedad esporic: “Por otra pare, zpor qué no ha de hacer e bien el ‘que no tiene freno que contenga ss pasiones? Esta es una pre rrognva del poder ["del desposiame", eserbe en la primera ‘edicin],como cualquier ora” En El pita dees esl dé oa oriental no obedecetampoco aos impulson aimagiera astvica que puebia Tas pagina del F ‘no es pues, simplemente un tributo al exotismo lterario Gon intelectual que exempta Ia idea del despotismo. No ctendo deci que la doctrina del cauilismo se alimentes6- pre nos habla Pea nocion del despousmo oriental (Sarmiento también de la Inguscin de la herencia espaol aqu y als, td a Edad Meciny del fesdatiemo). Menosaun que el perso- naje de Facundo esté figura Tinicamente seg los rasgos el “hombre de mmencionados, El call riojano es tam ‘tro mito) y,sobre todo, «sun eer paturaleza” (O10 tpico yo plo del "grande hombre’, el individuo de genio que tiene, de Feuerdo con el historic eomintea, firm de expresar {representar el espinity, las tendencias, las aspiraciones de lina época yun pueblo. De exe modo, el personaje de Qui ogee hace portador de una grandes, as sea dela grande: rade la barbaric, que no pertenece al repertorio de los dé potas de Montesquieu Ta individualldad del Facands se recorta entonces no al margen, sino sobre ese fondo de bros, lectaras eidessreci- bidas que Ia obra de Sarmiento activa para descifrar el sent do de Ta experiencia argentina surgida de la revoluci6n de 810. Pero para hablar de esa experiencia, de las formas dife rencladas de socabilidadcriolla que habian brotado de la co- Tonizacion espaiola de! dslocamiento social que introduje on Ia revolueion y la guerra de a indepencdenca, asi com 36 6 ee dslocamiento —fuerzas que du rane dcadasserian el especro de os exquemas de intelgibiidad de sw objeto. Eo non evs a EL Farid busea hacer ver y aleectonat, puc de ser sensible ademis cle inteigbl. Leamos "Para hacer re sible fa ruina yla decadencia de ta civilization, y los rapids sla barbariehace en el inerior, necesito dos i Aqui serén La Rijay San Joan las que se prestarin para hacer wer la dea de la barbarizacion de las euades del tas para hacer sensible otro exquema de intligiblidad: “la nterior: mas adelante, Buenos AitesyC redes que se agiaban en Ine ciudad El procedimiento (lamémoslo dar aparien P ariencia sensible l peasant: la formula interpr 10) no es ocasional, nse realiza slo en el ejemplo dels ci dades, Por elcontrario, anima la marcha general del discur pregunta: qué excena, qué relate, qué individuo, qu hecho puede dar figura sensible ala wea? El procedimiento nose el esquema intelectual para investilos a cont representacin de unos hechos, A ytces corn sr invert yl movlidad del texto no es 3jena estos eabios):esel re Jato el que leva ala idea, como es un reatoel que nos leva a Wa primera iden de Fa sel retato de este dima l corolario doctrinaria el que cierrayleargna su sentido gene rala una narracion que lo antecede. Como en el aso de la talla de la Tablada, narrada ripidamente,y ta a cual eabre 1 comentario ideologica: “En la Tablas de Cordoba semi ecm at Focundo 59 Inj us meal Te dot tendencias que van a cisputase [a Republica ra tos las for suas que habia aprendido en la Lectura de ta iteratra de cos Tntres y a iteratura de viajes, en Is novelas y en las obras aque alicrnard con los recursos de esa otra hdr arene lo quel eles de tote pro coe auch sbre wi, hacer vale, poner ante os ‘on por dectlo asi Solo excepcionalvente el seni creme que la palabra de Sar dh esel de a andicin (aunque veremos que {Ine searreé el faslamiento de Dorregor "Desde este momen. aitpada quedaba que hacer par los Umidos, sino taparse los Sidon y cerrar lon oos- Los dems vuctan alas armas por todas fe los cables hace retrablr la Pampa, ye partes el tropel de los ca cer Pion ens su boca negra ala entrada de ls cidade Lo dominantesin embargo, esla vis, desde elcomien: zo.No sdlo porque el texto not hace ait a innumerable e enas, alas exenas dela naturaleza, de la barbar 5 fa. sino porgue todo parece prestare a ser puesto bap el fe Ipvinalzacion, desde los trajesque revelan la {ndo- Sta vacieda asa los colores, Cémo se hace s ta mentalidad nar erguida, sin nmtarse aunque sienta “desplo- rare un edifieio”? Qué consecueneias raj para La Rioja a Uesruceién del “orden cil” prevocada por Quiroge {hil rexpuest."Pevola vis —el poner ante os oor no 60 otos Altamira lector a to. Ells ope + sigan dun en oun argu n como insanciaparalos personsjes dal cores Ia primera idea de su eardet l propio Facundo ha fescinado yaterrado ala vista del igre, el que no podiewres del qu no podtn apa tarlosojor:Nos,alaver avi de Facundouncleneny ante los ojos de quienes lo dean, como en laocatién en que asume, can alate dese barsuatv, el gobierno de la provincia de Bueron Ais, cn 1835: su aplomo en la ceremonia no defi de sorprender aloe itusos que habian creido tener un rato de diversion al ver el 05 os de letores, sino tambien Hacer vera través de excena, pertonajesy acciones sesso ca con ia idea de representacion. drama y expecticule, Sar ment utiliza mis deuna vez la metifora csi texto. Ci. “ Por la puerta que deja aberta el asesinato de Barrance-Yaco, el lector entrar conmigo en un teatro donde todavia nose ha terminado el drama sangriento™ Ahora bien siellector es llevado una y otra vez a presencia ls exconas de un especticulo dramitico, gl texto no lo hace asst también al especticulo del propio Sarmiento (o del narradors se pre fiere)?2No lo vemos ya lzando la vst Severa la muchacha requeria por Fac “Di hay quien favorezca a esta nifia? : sora d ¥1 dando énimo yaliento a endientes del drama, como en el pasajeen que se drige al general Pa; ya perdiendo, fi Buenos Aites que no termina con los festejos en honor Ro ss "Pero, hasta cuindo fiestas?

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