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De he- “cho, siel minimalismo tiene su referente mds potente en, las esculturas de los autores del Minimal Art, la arquitec- tura ha aportado uno de los razonamientos clave. “Me- “nos es mis” no se refiere a una moda o nueva tendencia sino a una posicién que ha sido recurrente a lo largo de ‘este siglo y que ha constituido un limite casi inaleanza- ble: el desaffo de conseguir emocionar sin recurrir a una gran densidad de elementos decorativos y simbélicos, conseguir expresar lo maximo con el minimo de gestos,, palabras, notas musicales y formas. Esta bésqueda de una maxima tensién formal y conceptual con un uso restringido de formas geométri- cas ha ido apareciendo intermitentemente en el panora- ma arquitecténico a lo largo de las diltimas décadas. La tendencia a la abstraccién, a la simplificacidn y al ele- mentarismo ha sido uno de los motores de las vanguar- 184 Josep Maria Montaner dias artisticas y arquitecténicas de principios de siglo: Adolf Loos, Mies van der Rohe, Hannes Meyer 0 Lud- Hilberseimer plantearon propuestas de una reduc- cidn maxima en arquitectura y urbanismo. Tal como lo hicieron Piet Mondrian, Casimir Malévich, Vasili Kan dinsky y Paul Klee en pintura o Gertrude Stein, Ezra Pound, Ernest Hemingway y Raymond Carver en lite- ratura, Por lo tanto, cualquier conceptualizacién sobre el ’imalismo en arquitectura debe tomar dos referencias distintas. Por un lado, el less is more como categoria in- temporal que se desarrolla en Ia arquitectura. Por otro Jado, el movimiento de escultura contemporanea, de ral esencialmente estadounidense, que a partir de 1965 fue denominado Minimal Art y que significé el punto cu minante, el momento cero de dicha categoria.’ Preci- samente, la eclosion del Minimal Art provocd en las, diversas disciplinas artisticas en general, y en la arqui- tectura en concreto mecanismos de buisqueda de las pro- pias raices y tradiciones minimalistas. En a obra de Tony Smith -arquitecto que trabajé con Frank Lloyd Wright en 1939 y que en 1960 se trasla- dé al campo de la escultura-,’ de Dan Flavin -autor.que mediante la ut de luz, color y espacio transformaba los interiores-, de Donald Judd ~con sus formas geométricas y repetitivas realizadas con aluminio anodizado, hierro galvanizado, acero inoxidable, contrachapado o plexiglis- y de otros autores promotores del Minimal Art, existia la preten- sin de llevaral I{mite el objetivo de conseguir la mxima tensién utilizando el minimo de medios. Estos autores Més allé del minimalismo 185 intentaron continuar los objetivos de Malévich y Marcel Duchamp, que habfan conducido la obra de arte a su mi- nnimo irreductible.* Si Malévich redujo la forma a un mi- imo -el cuadrado negro- que fuera repetible por parte de cada persona como emblema; y si Duchamp habia di- suelto totalmente los limites del circulo de las obras de arte llevindolos al méximo, a que cualquier objeto pu- diera ser obra de arte, los autores del Minimal Art desa- rrollaron ambas biisquedas: la obra podia ser cualquier ‘objeto reducido a su estructura geométrica minima, En todas las obras de estos artistas predomina una actitud antiilusionista, inexpresiva, que busca la esencia~ lidad mediante la ausencia de elementos decorativos y la recurrencia a estructuras geométricas primarias. Se in- tenta climinar toda alusién, liberando al arte de toda fun- cidn referencial, representativa o metafdrica. La obra es, autorreferencial, no apela ni evoca nada que no sea ella misma, Para ello se plantean formas que puedan ser ceptibles de manera global e instantnea, formas gest cas quese dirijan directamente la mente del observador Fs un arte que habla al intelecto, que se refiere al parai ‘ma de la raz6n, que elude toda contaminacién sensualis taque vaya mds alld de la pura percepcién de formas, que intenta estar limpio de toda huella subjeriva. Sin duda, se pretende alcanzar de la manera més pura la primacfade la percepcidn corporal vivida por el espectador recorrien- do el espacio configurado por los objetos minimalistas. Para ello, se renuncia ala historia en nombre de la sidad de la experiencia formal del presente. Estas corrientes minimalistas se han desarrollado en muy distintas artes. En la misica, con raices en las com- 186 Josep Maria Montaner posiciones de Erik Satie y los experimentos de John Cage y con varias generaciones de miisicos minimalistas. Una primera generacién formada por Terry Riley, Steve Reich y Philip Glass; una segunda formada por misicos como Michael Nyman, Wim Mertens 0 Gavin Bryars y, més recientemente, una tercera generacin més hete- rogénea, representada por autores como John Adams, Geoff Smith, Rodrigo Leio y grupos como Madredeus 0 Iesvan Marta En la danza contempordnea, las piezas de Merce Cunningham, Yvonne Rayner, Anne Teresa de Keers- maeker, Trisha Brown o Lucinda Childs reducen los movimientos a sus expresiones minimas, invitando con sus secuencias repetitivas a que el espectador, desde su posicién estatica viva una experiencia dindmica similar a adel piblico que recorre la escultura minimalista y la ve desde distintas posiciones. También en la literatura, en la fotografia, en el disefio industrial, en el cine on la moda podrian encontrarse referentes minimalistas Se podria sefialar, incluso, cémo a finales del siglo xx el eslogan minimalista de Mies, el “menos es més”, puede coincidir con las exigencias ecologistas y con la cultura y la economia de la sostenibilidad: conseguir el maximo rendimiento y calidad de vida con el crificio de recursos, la minima hipoteca del futuro y maximo de ciclos de recielaje; potenciar una cultura me~ nos consumista y despilfarradora, con menos objetos pero mejores, que sean ms eficaces, ligeros, inmateria- les, desmontables, multiusos y reutilizables, ‘Mis alld del minimalismo u Esta biisqueda de una unidad conseguida mediante el uso intenso de muy pocas formas y materiales arqui- tectdnicos, con la voluntad de conseguir lo maximo y lo mejor con lo minimo, se manifiesta en bastantes arqui- tectos contemporineos. La obra de Tadao Ando (1941), nos recuerdaa Mies van der Rohe, pero al mismo tiempo cada edificio esta- ", blece una relacién intensa con el lugar: edificios confia- damente abiertos en contextos naturales, celosamente cerrados en contextos urbanos agresivos. Sus edificios de hormigén visto siguen al Le Corbusier neobrut delos afios cincuenta, pero el tratamiento del hormigén es * totalmente refinado. Porque Tadao Ando es, ante todo, un profesional especialista en la delicada realiza- cibn de edificios en un hormigén visto que acaba al- canzando la fragilidad, suavidad y luminosidad del pa- pel o la seda’ En las realizaciones de Francesco Venezia (1944), cuando aparecen piezas arqueoldgicas, éstas pierden in- tencionadamente toda referencia histdrica o filoldgica y son utilizadas tinica y exclusivamente por sus cualidades pétreas, por su forma y textura, por su estricta materiali- dad. Cada proyecto demuestra la mayor capacidad de re- nuncia a todo accesorio para que las ideas clave puedan emerger, concentranda.totalmente las energiasallf don- de més puedan rendir.* Enel Centro Cultural para la Secretaria de Estado en Oporto (1981-1989) de Eduardo Souto de Moura 188 Josep Maria Montaner (1952), se manifiesta la recreacién del “principio del vestimiento” que teori2d Gottfried Semper, defendid en sus escritos Adolf Loos’ y Mies van der Rohe llevé a su méximo esplendor con su obra. Cada piel de material -los muros de piedra, de ladrillo, de estuco, de madera-, conservando sus propias caracteristicas y lenguaje, se va superponiendo sin enmascaramientos, ni mimesis, ni confusiones, En toda la obra desarrollada por Souto de Moura predominan las formas simples, las estructuras contun- dentes, los gestos tinicos, la presencia conciliada de lo artificial y de lo natural, la precisién en la materialidad de cada elemento arquitect6nico." Las referencias a la escultura minimalista de Donald Judd estan presentes, junto a influencias de Luis Barragin y, sobre tado, de Mies van der Rohe. Pero aunque esta presencia de Mies, sea dominante, en ciertos aspectos la posicién de Souto, de Moura es totalmente contrapuesta. Souto de Moura forma parte de una cultura empirica y contextualista, que pone énfasis en los detalles y que acepta los condi- cionantes concretos de cada proyecto y lugar como un dato positivo. En cambio, Mies van der Rohe, tal como declaré en 1961 tras la conclusién del Seagram Building, ‘no compartia “Ia idea de que un edificio concreto deba te- ner un carécter particular. Pienso que ha de exhibir un c ricter universal determinado por el problema global que la arquitectura debe luchar por resolver”?” Respecto a esta tendencia minimalista, los arquitec- tos suizos Jacques Herzog (1950) y Pierre de Meuron (1950) son paradigmaticos por su insistencia en la resolu- cidn perfecta de la piel, el rostro, el envoltorio de la fa- ‘Mas alld del minimalismo 189 chada, por su negacién de la existencia dela tradicién y, en consonancia con el Minimal Art, por su continuo jue- go sobre la distorsién de la escala del edificio y por el uso. de técnicas compositivas que liberan energfa mediante la repeticidn. En cambio constituyen una excepcién por su. insistencia en la intervencidn a escala urbana, postura que proviene del urbanismo moderno centrocuropeo -Hilberseimer y Mies y de la erftica tipoldgica de Aldo Rossi y Giorgio Grassi.” Los edificios de Paulo Mendes da Rocha (1928), he- chos de grandes gestos estructurales y geométricos en hormigén armado, se han expresado en casas unifamilia- res y en algunos edificios piblicos como el Museo de Es- cultura en Sio Paulo (1983-1994), basado en una viga gigante de hormigén que expresalarelacién entre el gran espacio piblico exterior y el didfano espacio interior de exposicién. Mendes da Rocha siempre intenta apro: marsea las formas arquet{picas y sus obras desean ser m: quinas que regeneren el caos metropolitano. Estos rasgos minimalistas comunes se presentan en obras de arquitectos que pertenecen a generaciones, ge~ nealogias culturales y posiciones arquitecténicas distin- tas. As{ la actividad de Kazuo Shinohara, Paulo Mendes, da Rocha y Myron Goldsmith es anterior a la aparicién del Minimal Art, En Japdn, autores como el arquitecto Tadao Ando y el disefiador Shiro Kuramata se irén in- corporando a esta via personal que reacciona contra lo establecido. La obra de Paulo Mendes da Rocha debe en- tenderse como consecuencia de cierta tradicién brutalis- ta -heredera de Le Corbusier y Mies que se desarrolla en Argentina, Uruguay, Chile, Venezuela y Brasil, y en 190 Josep Maria Montaner sintonfa con una corriente de austeridad y simplicidad que recorrerd més tarde América del Norte y Centro: mérica, expresada en obras de Antoine Predock en Ar zona, del costarricense Carlos Jiménez, del argenti Emilio Ambasz.o del mexicano Ricardo Legorteta. En la Suiza alemana, la obra de Herzog/De Meuron no se pro- duce aisladamente, sino que otros arquitectos también jévenes ~como Diener & Diener, Annette Gigon/Mike Guyer, Peter Mirkli, Marianne Burkhalter/Christian Sumi y Peter Zumthor- también intentan desvelar nue- vas formas basadas en la simplicidad, los juegos de escala, Jas formas cibicas y el uso estricto y repetitivo de los ma- teriales. Por tanto, las rafces y los objetivos de estos minima- lismos son radicalmente diversos. Para unos Kevin Ro- che y John Dinkeloo en la Sede de la Compafifa College Life Insurance en Indian4polis (1973) 0 Dominique Pe- rrault en la Biblioteca de Francia en Parfs (1994)-consis- te en una bisqueda puramente plistica y figurativa; para otros, como Emilio Ambasz, consiste en una poética para intervenir en el entorno; para otros, como Ifaki Abalos/Juan Herreros 0 Paulo Mendes da Rocha, se tra- ta de una consecuencia de la precisin técnica; mientras, que para otros, como Tadao Ando o Eduardo Souto de Moura, es esencialmente una expresién de materialidad. Para unos -Donald Judd o Tadao Ando- el minimalis- mo se expresa en las cualidades materiales de la masa; para otros -Dan Flavin, Dominique Perrault o Toyo Ito~sealcanza mediante la transparencia y la desmateria- lizacion méxima del objeto.” Si en algunos autores, como Herzog/De Meuron, Més alld del minimalism 191 Eduardo Souto de Moura, Roberto Ercilla, o Jordi Gar- és y Enric Séria las relaciones desu obra con laescultura, minimalista han sido planteadas de manera clara y expli- cita, en otros, en cambio, como Paulo Mendes da Rocha, Francesco Venezia o Abalos/Herreros, no se ha llegado al minimalismo por una cuestidn gramatical 0 de in- fluencias pldsticas sino més bien por una decantacién dis- ciplinar que explora a predisposicién natural dela técnica hacia la reduccién y la simplificacién, que considera el dominio tecnolégico como proceso emancipador. Existe por una parte un minimalismo que se expre- saen lagran escala,en el valor escultérico de formas sim- ples de gran tamafio, como rascacielos, y por otra parte tun minimalismo que se percibe més en la desnudez y simplicidad del espacio interior, en la calidad del detalle técnico y en la percepcidn doméstica de la materialidad. El minimalismo, en suma, se manifiesta tanto en la reduccién de los elementos de lenguaje como en la sim- plificacin de las formas, tanto en la bésqueda de a trans- parencia y la inmaterialidad como en la creacién de cuerpos sdlidos, opacos, contundentes, estables y gestal- ticos. Porque, de hecho, la misma esencia del minimalis- mo, esta categoria intemporal e interdisciplinar, es con- tradictoria. La voluntad de conseguir lo maximo con el minimo de medios, que de hecho es una posicién maxi- malista, se puede dirigir en direcciones contrapuestas 192 Josep Maria Montaner Por ello se pueden establecer nueve categorias rela- cionadas con distintas manifestaciones de la fenomeno- logia minimalista, Cada obra podria adscribirse a una, varias o casi todas estas caracteristicas, aunque algunas de ellas puedan parecer contradictorias 0 incompatibles. 1, MINIMAL PINTORESCO Enel curso del tiempo posmoderno, cada vez es mis evidente toda una biisqueda transnacional que se traduce en obras sobrias, desnudas y elegantes, inefablemente graciosas pero nunca silenciosas y vacfas. Es una buisque- da que se expresa en el eclipse de la ortodoxia déla forma moderna y que ya haba tomado cuerpo en la obra de ar- quitectos como Arne Jacobsen, Ignazio Gardella, Carlos Rail Villanueva, Luis Barragin 0 José Antonio Co- derch, En estos autores, las figuraciones locales, las textu- ras vernaculares, los cromatismos contextuales, la sutil atmésfera del lugar y los ritmos geométricos aparecen clegantemente aplicados a abstractos e internacionales, esquemas tipoldgicos y estructurales. Lo mismo ha suce- dido cuando una buena parte de la miisica minimalista se ha fusionado con las misicas étnicas. Esta busqueda refleja una cierta separacién y una Gierta resistencia (que no quiere decir aversién) al subi nihilista, ala Nada del paisaje urbano creado por lo artifi- aquella que se obtuvo, tan fatigosamente, en la obra del trio formado por Malévich, Mondrian y Kandinsky, y la que retorna en el iltimo Mies y en el primer Judd. Mads alld del minimalismo 193 2. RIGOR GEOMETRICO EL ABC Art, desde los iconos de Tony Smith y Do- nald Judd hasta Richard Serra pasando por Sol LeWitt, se ha basado en crear obras en las que se parte de tramas geo- métricas, Esto es manifestacién de este espiritu que busca expresar el maximo de tensibn formal con el minimo de medios, evitando cualquier alusién o ilusién. ‘También el disefio grafico y arquitectdnico de Max Bill, partia del mAximo rigor geométrico para ascender a Ja Gute Form. Obras arquitecténicas recientes, como la Pirgmide del Grand Louvre en Paris de ILM. Pei o el Palacio de Justicia en Bilbao de Roberto Ercilla, manifiestan este mismo pathos geométrico, este principio de economia formal. En el disefio industrial contemporineo se ha recu- perado la linea de ilustres precedentes -muebles de Ge- rrit Thomas Rietveld, Marcel Breuer y Mies van der Ro- he- al mismo tiempo que se ha retomado el rigorismo geométrico peculiar del ABC Art: las absolutisimas tra- mas geométricas de la serie Quaderna de Adolfo Natalini y Superstudio; los puleros y eficaces limparas, sillas, mesas, sillones y camas de Vico Magistretti; el congela- miento formal de la mesa Less de Jean Nouvel; incluido Jos prototipos del escultor-arquitecto Donald Judd, cul- tivados en la dltima etapa de su carrera. Josep Maria Montaner 3, BTICA DE LA REPETICION El alma contradictoria del les is more se manifiesta en una figura retdrica, basada en una posicién de nega- cidn y en unos mecanismos estéticos y éticos que recu- rren la repeticidn. En el terreno de la técnica expresiva, nada est mds cerca del corazén del minimalismo que la repeticién de lo idéntico, un infinito a-aa-a-a... El meca- nismo formal y ético de la repeticidn libera una gran can tidad de energia y,al mismo tiempo, produce un efecto de profunda molestia, de obsesidn y angustia La misica, desde Maurice Ravel y Satie hasta Philip Glass, Michael Nyman y John Adams pasando por John Cage, ha experimentado los valores de la repeticidn ilimi- tada. En literatura, el poema A rose is a rose is a rose de Gertrude Stein, el poema Llanto por la muerte de Ignacio Sanchez Mejias de Federico Garcfa Lorca (1936), con su'*a las cinco de la tarde” repetido siempre igual a sf mismo o elcuento A clean, well lighted place de Ernest Hemingway (1938), con un padrenuestro de la Nada que se convierte en la mds estresante de la plegarias, son emblemas de esta retdrica de la repeticién minimalista La repeticién de lo idéntico, es decir, los sistemas seriales virtualmente ilimitados, elimina la jerarqufa, el centro, la narratividad y la monumentalidad, Esto se m nifiesta claramente en la musica tradicional. En arq} tectura, su propia ascendencia metafisica ha tomado cuerpo en obras de protorracionalistas, racionalistas y neorracionalistas. Véase el caso de Heinrich Tessenow, a mediante la repéticién de docenas de sencillas y neovernaculares casas iguales, o la Més alld del minimalismo Grossstadt 0 Ciudad Vertical de Ludw’ ‘cuya unidad total se basa en la més radical seriacién indus- trial. 4, PRECISION TECNICA Y MATERIALIDAD El minimalismo se precipita en la materi arte. No puede existir una obra minima- lista modélica sin la perfeccibn y simplificacién formal que la técnica y los materiales de calidad pueden aportar, sin recurrir a todo el saber del arte de construir. Recordemos cémo el fildsofo Ludwig Wittgenstein, con su colaborador el arquitecto Paul Engelmann, esta- blecié en la casa para su hermana Hermine en Viena las bases de un espacio estrictamente racional, exacto y preci- 50, como un circuito eléctrico. Un espacio mucho més dicalmente internacional de lo que hubiera sido capaz el maestro de Engelmann, Adolf Loos. En los proyectos y obras de los racionalistas més radicales, como Mart Stam o Hannes Meyer, pertene- cientes respectivamente a la nueva objetividad holan- desa-alemana y suizo-alemana (y més tarde al exaltado constructivismo soviético), predomina esta concepcidn de laarquitecturacomo pura técnica, precisién mecanica, casta belleza que emana de la materialidad del objeto ar- quitecténico. El prototipo de interior CO-OP (1926) de Hannes Meyer es un emblema de la materialidad més uni- taria y simple. Este valor de la materialidad y Ia estructura que llega a su culminacidn con la obra de Mies, al final de la tradi- ‘Josep Maria Montaner cidn rigorista y técnica de Carlo Lodoli-Gottfried Sem- per-Adolf Loos, ha renacido en una parte de los reduccio- nistas actuales que enfatizan la “fiscidad” de toda obra: en Giorgio Grassi, Antonio Monestiroli y Francesco Ve-~ nezia, en Alvaro Siza Vieira y Eduardo Souto de Moura. Pero sien las vanguardias la técnica estaba totalmen- te idealizada, en la actualidad la pulcritud tecnolégica es, «un objetivo realista. Sin alardes de alta tecnologia y sin or- namentacién afiadida, a los minimalistas lo que les cauti- va es el mundo de los materiales arquitecténicos. Tal como ha sefialado Vittorio Gregott, “Ia tecnologia ni les, maravilla ni es combatida”; sencillamente se acepta como una preexistencia cotidiana, como un hecho natural." Es tuna arquitectura que no critica ala sociedad el liberalis- mo democrético es su medio-, ni critica el mundo de la tecnologia. 5. UNIDAD ¥ SIMPLICIDAD Las fotografias de Walker Evans, Henry Cartier- Bresson, Nigel Henderson, Francesc Catali-Roca 0 Sebastiio Salgado se aplican preferentemente a las mani- festaciones espontdneas de la vida cotidiana, Posen una, especial unidad por el hecho de centrarse en personajes, anénimos de la calle, en aquellas situaciones en que la existencia se plantea de manera minima, bésica, esencial sin ningin aditamento. El teatro de Samuel Beckett oel cine de Michelange- Jo Antonioni también han intentado expresar lo més mi- nimo y esencial de la experiencia humana, es decir, el Mas allé del minimalismo 197 silencio, la nada, la soledad, el amor imposible, la ausencia.. En ciertas ocasiones, esta arquitectura de la econo- mia y la unidad ha tomado como modelo la arquitectura anénima y vernacular por su pobreza y unidad, tal como hasucedido en el caso de autores como Luis Barragén, Lu- cio Costa, José Antonio Coderch, Fernando Tivora o Erwin Bronner, dando inicio a una arquitectura de gran austeridad y rigor compositivo. Unidad, simplicidad y coherencia garantizan la ca- idad de cada obra, Esta importancia de las formas uni- tarias, simples y coherentes ya se habfa expresado en la teorfa de la Gestalt, basada en totalidades perceptivas, indivisibles ¢ indisolubles. Un todo coherente que se “consigue a base de una estricta seleccién, de una cons- ciente individualizacién de los elementos basicos de cada, idea y proyecto, 6. DISTORSION DE LA ESCALA, Partiendo del shock dadaista del objeto encontrado, de los mecanismos del Minimal Art, de las actitudes ges. tuales del Land-Art, de las hipérboles conceptuales, una parte dea arquitectura actual haexplotado el recurso del, cambio de escala, situando el objeto en una escala extra- + fia, autorreferente y no relacional Por esta razén, tras la huella de Max Bill, Joseph Beuys y Donald Judd encontramos autores como Her- z0g/De Meuron, cuyas obras de formas geométricas y repetitivas alcanzan escalas distorsionadas respecto a la 198 Josep Maria Montaner scala humana. En este impacto de la grandeza, el mi lismo se acereaa laestética prerromantica de lo “sublime”, Por ello no es casual que la biisqueda de lo sublime en Erienne-Louis Boullée se realizase en cdpulas y bavedas de formas puras y minimas. Tampoco ¢s casual que la obra cde Walter de Maria culminara en la inmensa experiencia de los cuatrocientos pararrayos del Lightning Field. 7. PREDOMINIO DE LA FORMA ESTRUCTURAL, La importancia de las leyes de la geometrfa potencia que la forma coincida con la estructura. Ya lo expresaron, ten sus escritos y obras Mies van der Rohe y Louis Kahn. Con el less is more es posible aleanzar una nueva monu- mentalidad que “puede definirse como una cualidad es- piritual inherente a una estructura que transmite la sen- sacién de su eternidad, de que no se le puede afiadir 0 cambiar nada”. Con Mies y con Louis Kahn se pone en, juego la estructura, entendida no como aparato estético- sino como razén oculta y profunda del f construct némeno arquitecténico. Ena obra de autores que fueron considerados en su inicio neorracionalistas, como Aldo Rossi y Giorgio Grassi, y que muy pronto Manfredo Tafuri calificd con precisién como la “critica tipoldgica”, este predominio de la forma estructural sintonizacon la premisa miesiana. Aldo Rossi, en un primer momento influeniciado por el purismo suizo, y Giorgio Grassi, en un primer momento influenciado por el purismo protorracionalista aleman y holandés, han insistido en la tipologia como estructura Mas alld del minimalismo 199 igual a su forma, fundadora de la imagen y la realidad ar- {quitectdnica (incluida la realidad emocional). Mis tarde, ‘Aldo Rossi, a pesar dela fidelidad al minimalismo tipolé- gico, correr4 la aventura del mecanismo de la analog mientras en los proyectos y obras de Giorgio Grassi y Antonio Monestiroli, el tipologismo tiene un desarrollo mis intenso. Y sialgunos autores se cifien alos limites del absolu- 10 tipolégico, otros como Paulo Mendes da Rocha o Ta ‘dao Ando, buscan la esencia del proyecto en las formas arquetipicas que pueden abstraerse de lugares elementales ‘o espacios sagrados, De hecho, este rastreo de la estructu- raoculta y profunda se desarrolla desde la filosofia griega hasta el estructuralismo contemporsneo. 8, AUTORREFERENCIALIDAD Y RELACION CON EL LUGAR La mayoria de estas caracterfsticas ~como la distor- sidn de la escala~ se relacionan con otro rasgo bésico: la autorreferencialidad de toda obra genuinamente mi ‘malista; el intenso aislamiento de cada cosa. Si se podia establecer que la ciudad y la cultura habian sido los dos mAximos paradigmas de a arquitectura desde los afios se- senta, para estos arquitectos estos dos referentes han per- dido ya relevancia."* Sin embargo, y aunque parezca paradéjico, en la ma- yoria de los casos se da una estrecha relacién con el lugar, un contextualismo nada literal. En las obras de estos auto- res existe una relacidn entre objeto y ambiente. Y cual- 200 Josep Maria Montaner quiera de estas obras pierde todo su sentido si es extrapo- Jada del lugar al que pertenece. Los edificios de Tadao Ando y Eduardo Souto de Moura constituyen el mds espléndido ejemplo de este ca- ricter aut6nomo y autorreferencial y, al mismo tiem, deudor de una cierta relacién abstracta con el lugar. 9, PURO PRESENTE Como creaciones autorreferenciales, sin alusiones, antihistéricas, se trata de obras que han apartado la me- moria histérica de su posicidn privilegiada, que han escar- bado una memoria antihistérica. Tal como provoca la misica repetitiva de John Cage, de Philip Glass o de Gavin Bryars, se trata de hipnotizar al oyente, conducirlo al mas puro disfrute del presente, un tiempo primitivo y sagrado. Tal como genera la es- cultura minimalista, se trata de que con su cuerpo y su percepcidn, el observador experimente con la mayor intensidad posible una relacidn espacial, volumétrica y cromética pura, sin ornamentaciones narrativas, sim- bélicas o histéricas Esdificil indicar paradigmas arquitect6nicosen este sentido, sin embargo, algunas piezas de Jean Nouvel y de Toyo Ito han conseguido aportar un efecto méximo en esta percepcidn pura y atemporal. Tanto la Fondation Cartier en Paris (1993) de Jean Nouvel, con sus fachadas radicalmente transparentes, como el proyecto de Media- teca en Sendai (1995-2000) de Toyo Ito -sintesis de la ra- cionalista estructura Domino de Le Corbusier con las, Més alld del minimalismo organicistas doce torres de la estructura-, son paradi deesta arquitectura que se aproximaal més puro y crista- lino presente, de una percepcién hecha de transparencias, superposiciones y atemporalidades, Ww Una leccién es clara: asistimos a la reaparicién de la nueva tradicién abierta por las vanguardias y el movi- miento moderno. Siel clasicismo ha representado alo lar~ go de siglos un sistema arquitecténico que aparece y rea parece, renace y se amanera, también Ia arquitectura moderna -de cubiertas planas; formas geométricas puras; tendencia a la abstraccién; nueva concepcién del espacio, libre y fluido, configurado por una estructura ligera sepa- rada de los cerramientos; relaciones de transparencia en- tre el interior y el exterior; predominio de la estructura vista; precisibn técnica de los elementos y acabados- con casi un siglo de existencia, ha ido reformuldndose, cayen- doen crisis y rehaciéndose. Se podria incluso decir que en, esta renovacién de la nueva tradicién moderna sobrevive larvadamente la épistéme clasica dentro de la misma mo- dernidad: unidad, simplicidad, estructuras repetitivas... Sin embargo, algunas de las obras que hemos de: tacado se nos presentan con toda su contundencia y atrac- tivo formal, pero también con grandes dudas. No seré esta arquitectura, ensimismada y autocomplaciente, més vacla y conformista de lo que parece? gs, quizds, la ex- presién de una actitud meramente tecnocritica? La re- 202 Josep Maria Montaner nunciaa a dimensidn urbana y colectiva que se aprecia en parte de estas obras zes un hecho programitico 0 circuns tancial? En definitiva, ces esta arquitectura la expresién ‘ms genuina de las establecidas democracias liberales que se presentan como horizonte tinico ¢ insuperable?" Sea como sea, los atractivos de estas obras son evi- dentes, Su claridad y elegancia nos admiran en contraste con otros caminos que se basan en Ja mezcla arbitraria e indiscriminada de metodologias e iconologias heterogé- reas en un mismo proyecto, desconociendo ya sus raices, significados y cometidos. Ante este fendmeno, el neorra- cionalismo de esta arquitectura minimalista adquiere las cualidades de la coherencia, anuncia un remanso de senti- do comin ante la velocidad con que se suceden los estilos, y lafacilidad con que se mezelan sin criterio. Y es un neo- rracionalismo que ya no posee el predominio y exclusivi- dad que el racionalismo tuvo en otros tiempos. En una época de crisis y necesaria reduccién del despilfarro, esta voluntad de simplificacién y de rigor puede constituir la vocacién civica y la puncién publica de dicha arquitectu- ra, Por ello aporta un motivo de esperanza para superar uun panorama que la critica neoliberal ha calificado como fragmentario universo de individualidades."* En los textos del film Ms alld de las nubes, dirigido por Michelangelo Antonioni y Wim Wenders (1995), ‘Antonioni escribe: “nosotros sabemos que debajo de la imagen revelada hay otra mds fiel a la realidad, y debajo de ésta otra, y otra mds abajo de esta dltima, hasta llegar a la verdadera imagen de esa realidad, absoluta, misteriosa, que nadie verd nunca”. Tal como crefan los surrealistas y tal como expresa esta pelicula de aspiraciones clasicistas, Més allé del minimalismo 203 podriamos establecer que, mis alld de los limites visibles delabasqueda y dela fenomenologfa minimalistas, existe, “In posibilidad inagotable de arquitecturas que recreen lo esencial, que otorguen la mayor contundencia posible a Jas ideas, que economicen medios y que utilicen el mini- "mo repertorio de formas para conseguir lo mdximo. _ Notas bibliogesticas 1. Véase el escrito de Ignasi de Soli-Morales, “Mies e il Grado Zero, Mies and the Degree Zero”. Lotus, n° 81, Milén, junio de 1994, dedicadoa"Neominimalismo/Neominimalism”, publi- cado también en Arquitectura View, n° 39, Madrid, 1994, como “‘Mies'y el minimalismo” y en Diferencias. Topografia de la ar quitectura contemporénea, Editorial Gustavo Gili S.A., Barce- lona, 1995, 2. Sobre el Minimal Art pueden consultarse los siguientes tex- tos: Barbara Rose y otros, La aventura de la escultura moderna en los siglo x1x y XX, Skira-Carroggio S.A. de Ediciones, Barce- Jona, 1984; Gregory Battcock (ed.), Minimal Art: A Critical Anthology, University of California Press, Berkeley, Los Ange- les, Londres, 1995; James Baker, Minimalism, Art of Circums. tance, Abbeville Press, Nueva York, 1988 (trad. it. Minimal. ‘mo, ed. Jaca Books, Mildn, 1989); Frances Colpitt, Minimal Ant. The Critical Perspective, Univ. Washington Press, Seatle, 1993; Germano Celant, Fernando Huici, Arte minimal de aco leccién Pariza, Centro de Arte Reina Sofia, Ministerio de Cul- tura, Direccién General d2 Bellas Artes y Archivos, Madrid, sy AA.VV., Minimal Art, Diputacién Foral de Guipiiz- 204 Josep Maria Montaner mis informacién se puede consultar a “Bibliograffa comenta- da” de Luca Montemaggi, en Vittorio E. Savi & Josep M. Mon: taner, Less is more, Col-legi d’ Arquitectes de Catalunya /AC- TAR, Barcelona, 1996. 3. Véase el texto de Kosme Maria de Baraftano en el catélogo Tony Smith, Galeria Rekalde, Bilbao, 1992. 4. Véase Barbara Rose, “ABC Art” en Gregory Batteock, opt 5, Sobre Tadao Ando véase: Frangois Chaslin, Tadao Ando, imalisme, Electa Moniteur, Paris, 1982; Masato Kawamu- dows, Leet a, 1990; El Croguis, n° (ed.), Eduardo Souto de Moura, Lisboa, 1994. de David Speath, Mies van der Robe, Editorial Miés alld del minimalismo 10. Sobre Herz0g/De Meuron véase José Luis Mat Herzog & De Meuron, Editorial Gustavo Gili S.A., Barcelona, | 1989; Theodora Vischer (int.) Architektur von Herzog & De Meuron, Lars Miiller Verlag, Baden, 1991; y El Croguis, n° 60, Madrid, 1993, 11, Sobre el Museo de Escultura de Paulo Mendes da Rocha -véase Projeto, n° 109, Sao Paulo, abril de 1988; AU. Arquitetura 1 Urbanismo, n° 36, Sio Paulo, octubre-noviembre de 19905 y Projeto, n° 183, Sio Paulo, marzo de 1995, 12, Véase Frangois Chas Les cabiers du Musée. ‘National d’ Art Moderne, n° 39, Paris mavera de 1992, ndimero monogréfico dedicado a chitecture”. 13. Véase el nimero monogrifico de Rassegna, n° 36, diciembre de 1988, dedicado al “Minimal”, en especi torial de Vittorio Gregotti. paradigmas dela cultura y la ciudad en su articulo “Arte e ar- chitetura”. Guias das Artes, n° 31, Sio Paulo, marzo-ak 1993, Los arquitectos minimalistas, por lo tanto, pondrian en. crisis esta primacfa de valores. 15, Esta expresidn hace referencia al texto del socidlogo con- servador Francis Fukuyama, Elfin de la historia y el siltimo hombre, Planeta, Barcelona, 1992. 16. Ignasi de Sold-Moral a arquitectura contemporénea, Editorial Gustavo Barcelona, 1995.

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