‘6961
Seuopporeg ‘epnsuyuag SouOIsIpA ‘PYPMD MY OFPOIP TT OFAN
ins ua azaqapo7| usp] sod operuoutepuy 59 43961 [>P P1905 02
-ajoruresuad [op 298t ,,pepniae] eoypesap,, |spordsou0> “97
sro do ‘s19puapy WHA “SZ
sap edo ‘s1apuayy WHA “$7
‘Leak Pupey\ Tr0M1d ET ap suOI>EPT ow
squenqan & aay aigos sesiuoromass sora) sobtuaua sms Cmuaig?
owisypeusrur Jop FTP SA
dourmuoyy rary dasof ostPalo Mendes da Rocha. Museo de Escultura, Sto Paulo,
Este siglo xx ha expresado su esenciaen algunas fra-
ss que poseen un altisimo poder de sintesis, Less is more,
Ia frase que Mies van der Rohe pronunciaba a veces, jun-
toa la mis frecuente atin de beinahe nichts (casi nada) es,
“capaz de resumir una parte de las experiencias artisticas,
“gontemporineas. Sila arquitectura clésica venia definida
pporla triada vitruviana de la firmitas, utilitas et venustas,
tuna parte del arte y la arquitectura podria quedar caracte-
izada por el principio operativo del less is more. De he-
“cho, siel minimalismo tiene su referente mds potente en,
las esculturas de los autores del Minimal Art, la arquitec-
tura ha aportado uno de los razonamientos clave. “Me-
“nos es mis” no se refiere a una moda o nueva tendencia
sino a una posicién que ha sido recurrente a lo largo de
‘este siglo y que ha constituido un limite casi inaleanza-
ble: el desaffo de conseguir emocionar sin recurrir a una
gran densidad de elementos decorativos y simbélicos,
conseguir expresar lo maximo con el minimo de gestos,,
palabras, notas musicales y formas.
Esta bésqueda de una maxima tensién formal y
conceptual con un uso restringido de formas geométri-
cas ha ido apareciendo intermitentemente en el panora-
ma arquitecténico a lo largo de las diltimas décadas. La
tendencia a la abstraccién, a la simplificacidn y al ele-
mentarismo ha sido uno de los motores de las vanguar-184 Josep Maria Montaner
dias artisticas y arquitecténicas de principios de siglo:
Adolf Loos, Mies van der Rohe, Hannes Meyer 0 Lud-
Hilberseimer plantearon propuestas de una reduc-
cidn maxima en arquitectura y urbanismo. Tal como lo
hicieron Piet Mondrian, Casimir Malévich, Vasili Kan
dinsky y Paul Klee en pintura o Gertrude Stein, Ezra
Pound, Ernest Hemingway y Raymond Carver en lite-
ratura,
Por lo tanto, cualquier conceptualizacién sobre el
’imalismo en arquitectura debe tomar dos referencias
distintas. Por un lado, el less is more como categoria in-
temporal que se desarrolla en Ia arquitectura. Por otro
Jado, el movimiento de escultura contemporanea, de ral
esencialmente estadounidense, que a partir de 1965 fue
denominado Minimal Art y que significé el punto cu
minante, el momento cero de dicha categoria.’ Preci-
samente, la eclosion del Minimal Art provocd en las,
diversas disciplinas artisticas en general, y en la arqui-
tectura en concreto mecanismos de buisqueda de las pro-
pias raices y tradiciones minimalistas.
En a obra de Tony Smith -arquitecto que trabajé
con Frank Lloyd Wright en 1939 y que en 1960 se trasla-
dé al campo de la escultura-,’ de Dan Flavin -autor.que
mediante la ut
de luz, color y espacio transformaba los interiores-, de
Donald Judd ~con sus formas geométricas y repetitivas
realizadas con aluminio anodizado, hierro galvanizado,
acero inoxidable, contrachapado o plexiglis- y de otros
autores promotores del Minimal Art, existia la preten-
sin de llevaral I{mite el objetivo de conseguir la mxima
tensién utilizando el minimo de medios. Estos autores
Més allé del minimalismo 185
intentaron continuar los objetivos de Malévich y Marcel
Duchamp, que habfan conducido la obra de arte a su mi-
nnimo irreductible.* Si Malévich redujo la forma a un mi-
imo -el cuadrado negro- que fuera repetible por parte
de cada persona como emblema; y si Duchamp habia di-
suelto totalmente los limites del circulo de las obras de
arte llevindolos al méximo, a que cualquier objeto pu-
diera ser obra de arte, los autores del Minimal Art desa-
rrollaron ambas biisquedas: la obra podia ser cualquier
‘objeto reducido a su estructura geométrica minima,
En todas las obras de estos artistas predomina una
actitud antiilusionista, inexpresiva, que busca la esencia~
lidad mediante la ausencia de elementos decorativos y la
recurrencia a estructuras geométricas primarias. Se in-
tenta climinar toda alusién, liberando al arte de toda fun-
cidn referencial, representativa o metafdrica. La obra es,
autorreferencial, no apela ni evoca nada que no sea ella
misma, Para ello se plantean formas que puedan ser
ceptibles de manera global e instantnea, formas gest
cas quese dirijan directamente la mente del observador
Fs un arte que habla al intelecto, que se refiere al parai
‘ma de la raz6n, que elude toda contaminacién sensualis
taque vaya mds alld de la pura percepcién de formas, que
intenta estar limpio de toda huella subjeriva. Sin duda, se
pretende alcanzar de la manera més pura la primacfade la
percepcidn corporal vivida por el espectador recorrien-
do el espacio configurado por los objetos minimalistas.
Para ello, se renuncia ala historia en nombre de la
sidad de la experiencia formal del presente.
Estas corrientes minimalistas se han desarrollado en
muy distintas artes. En la misica, con raices en las com-186 Josep Maria Montaner
posiciones de Erik Satie y los experimentos de John Cage
y con varias generaciones de miisicos minimalistas. Una
primera generacién formada por Terry Riley, Steve
Reich y Philip Glass; una segunda formada por misicos
como Michael Nyman, Wim Mertens 0 Gavin Bryars y,
més recientemente, una tercera generacin més hete-
rogénea, representada por autores como John Adams,
Geoff Smith, Rodrigo Leio y grupos como Madredeus 0
Iesvan Marta
En la danza contempordnea, las piezas de Merce
Cunningham, Yvonne Rayner, Anne Teresa de Keers-
maeker, Trisha Brown o Lucinda Childs reducen los
movimientos a sus expresiones minimas, invitando con
sus secuencias repetitivas a que el espectador, desde su
posicién estatica viva una experiencia dindmica similar a
adel piblico que recorre la escultura minimalista y la ve
desde distintas posiciones. También en la literatura, en la
fotografia, en el disefio industrial, en el cine on la moda
podrian encontrarse referentes minimalistas
Se podria sefialar, incluso, cémo a finales del siglo
xx el eslogan minimalista de Mies, el “menos es més”,
puede coincidir con las exigencias ecologistas y con la
cultura y la economia de la sostenibilidad: conseguir el
maximo rendimiento y calidad de vida con el
crificio de recursos, la minima hipoteca del futuro y
maximo de ciclos de recielaje; potenciar una cultura me~
nos consumista y despilfarradora, con menos objetos
pero mejores, que sean ms eficaces, ligeros, inmateria-
les, desmontables, multiusos y reutilizables,
‘Mis alld del minimalismo
u
Esta biisqueda de una unidad conseguida mediante
el uso intenso de muy pocas formas y materiales arqui-
tectdnicos, con la voluntad de conseguir lo maximo y lo
mejor con lo minimo, se manifiesta en bastantes arqui-
tectos contemporineos.
La obra de Tadao Ando (1941), nos recuerdaa Mies
van der Rohe, pero al mismo tiempo cada edificio esta-
", blece una relacién intensa con el lugar: edificios confia-
damente abiertos en contextos naturales, celosamente
cerrados en contextos urbanos agresivos. Sus edificios de
hormigén visto siguen al Le Corbusier neobrut
delos afios cincuenta, pero el tratamiento del hormigén es
* totalmente refinado. Porque Tadao Ando es, ante
todo, un profesional especialista en la delicada realiza-
cibn de edificios en un hormigén visto que acaba al-
canzando la fragilidad, suavidad y luminosidad del pa-
pel o la seda’
En las realizaciones de Francesco Venezia (1944),
cuando aparecen piezas arqueoldgicas, éstas pierden in-
tencionadamente toda referencia histdrica o filoldgica y
son utilizadas tinica y exclusivamente por sus cualidades
pétreas, por su forma y textura, por su estricta materiali-
dad. Cada proyecto demuestra la mayor capacidad de re-
nuncia a todo accesorio para que las ideas clave puedan
emerger, concentranda.totalmente las energiasallf don-
de més puedan rendir.*
Enel Centro Cultural para la Secretaria de Estado
en Oporto (1981-1989) de Eduardo Souto de Moura188
Josep Maria Montaner
(1952), se manifiesta la recreacién del “principio del
vestimiento” que teori2d Gottfried Semper, defendid en
sus escritos Adolf Loos’ y Mies van der Rohe llevé a su
méximo esplendor con su obra. Cada piel de material
-los muros de piedra, de ladrillo, de estuco, de madera-,
conservando sus propias caracteristicas y lenguaje, se va
superponiendo sin enmascaramientos, ni mimesis, ni
confusiones,
En toda la obra desarrollada por Souto de Moura
predominan las formas simples, las estructuras contun-
dentes, los gestos tinicos, la presencia conciliada de lo
artificial y de lo natural, la precisién en la materialidad
de cada elemento arquitect6nico." Las referencias a la
escultura minimalista de Donald Judd estan presentes,
junto a influencias de Luis Barragin y, sobre tado, de
Mies van der Rohe. Pero aunque esta presencia de Mies,
sea dominante, en ciertos aspectos la posicién de Souto,
de Moura es totalmente contrapuesta. Souto de Moura
forma parte de una cultura empirica y contextualista,
que pone énfasis en los detalles y que acepta los condi-
cionantes concretos de cada proyecto y lugar como
un dato positivo. En cambio, Mies van der Rohe, tal como
declaré en 1961 tras la conclusién del Seagram Building,
‘no compartia “Ia idea de que un edificio concreto deba te-
ner un carécter particular. Pienso que ha de exhibir un c
ricter universal determinado por el problema global que
la arquitectura debe luchar por resolver”?”
Respecto a esta tendencia minimalista, los arquitec-
tos suizos Jacques Herzog (1950) y Pierre de Meuron
(1950) son paradigmaticos por su insistencia en la resolu-
cidn perfecta de la piel, el rostro, el envoltorio de la fa-
‘Mas alld del minimalismo 189
chada, por su negacién de la existencia dela tradicién y,
en consonancia con el Minimal Art, por su continuo jue-
go sobre la distorsién de la escala del edificio y por el uso.
de técnicas compositivas que liberan energfa mediante la
repeticidn. En cambio constituyen una excepcién por su.
insistencia en la intervencidn a escala urbana, postura
que proviene del urbanismo moderno centrocuropeo
-Hilberseimer y Mies y de la erftica tipoldgica de Aldo
Rossi y Giorgio Grassi.”
Los edificios de Paulo Mendes da Rocha (1928), he-
chos de grandes gestos estructurales y geométricos en
hormigén armado, se han expresado en casas unifamilia-
res y en algunos edificios piblicos como el Museo de Es-
cultura en Sio Paulo (1983-1994), basado en una viga
gigante de hormigén que expresalarelacién entre el gran
espacio piblico exterior y el didfano espacio interior de
exposicién. Mendes da Rocha siempre intenta apro:
marsea las formas arquet{picas y sus obras desean ser m:
quinas que regeneren el caos metropolitano.
Estos rasgos minimalistas comunes se presentan en
obras de arquitectos que pertenecen a generaciones, ge~
nealogias culturales y posiciones arquitecténicas distin-
tas. As{ la actividad de Kazuo Shinohara, Paulo Mendes,
da Rocha y Myron Goldsmith es anterior a la aparicién
del Minimal Art, En Japdn, autores como el arquitecto
Tadao Ando y el disefiador Shiro Kuramata se irén in-
corporando a esta via personal que reacciona contra lo
establecido. La obra de Paulo Mendes da Rocha debe en-
tenderse como consecuencia de cierta tradicién brutalis-
ta -heredera de Le Corbusier y Mies que se desarrolla
en Argentina, Uruguay, Chile, Venezuela y Brasil, y en190 Josep Maria Montaner
sintonfa con una corriente de austeridad y simplicidad
que recorrerd més tarde América del Norte y Centro:
mérica, expresada en obras de Antoine Predock en Ar
zona, del costarricense Carlos Jiménez, del argenti
Emilio Ambasz.o del mexicano Ricardo Legorteta. En la
Suiza alemana, la obra de Herzog/De Meuron no se pro-
duce aisladamente, sino que otros arquitectos también
jévenes ~como Diener & Diener, Annette Gigon/Mike
Guyer, Peter Mirkli, Marianne Burkhalter/Christian
Sumi y Peter Zumthor- también intentan desvelar nue-
vas formas basadas en la simplicidad, los juegos de escala,
Jas formas cibicas y el uso estricto y repetitivo de los ma-
teriales.
Por tanto, las rafces y los objetivos de estos minima-
lismos son radicalmente diversos. Para unos Kevin Ro-
che y John Dinkeloo en la Sede de la Compafifa College
Life Insurance en Indian4polis (1973) 0 Dominique Pe-
rrault en la Biblioteca de Francia en Parfs (1994)-consis-
te en una bisqueda puramente plistica y figurativa; para
otros, como Emilio Ambasz, consiste en una poética
para intervenir en el entorno; para otros, como Ifaki
Abalos/Juan Herreros 0 Paulo Mendes da Rocha, se tra-
ta de una consecuencia de la precisin técnica; mientras,
que para otros, como Tadao Ando o Eduardo Souto de
Moura, es esencialmente una expresién de materialidad.
Para unos -Donald Judd o Tadao Ando- el minimalis-
mo se expresa en las cualidades materiales de la masa;
para otros -Dan Flavin, Dominique Perrault o Toyo
Ito~sealcanza mediante la transparencia y la desmateria-
lizacion méxima del objeto.”
Si en algunos autores, como Herzog/De Meuron,
Més alld del minimalism 191
Eduardo Souto de Moura, Roberto Ercilla, o Jordi Gar-
és y Enric Séria las relaciones desu obra con laescultura,
minimalista han sido planteadas de manera clara y expli-
cita, en otros, en cambio, como Paulo Mendes da Rocha,
Francesco Venezia o Abalos/Herreros, no se ha llegado
al minimalismo por una cuestidn gramatical 0 de in-
fluencias pldsticas sino més bien por una decantacién dis-
ciplinar que explora a predisposicién natural dela técnica
hacia la reduccién y la simplificacién, que considera el
dominio tecnolégico como proceso emancipador.
Existe por una parte un minimalismo que se expre-
saen lagran escala,en el valor escultérico de formas sim-
ples de gran tamafio, como rascacielos, y por otra parte
tun minimalismo que se percibe més en la desnudez y
simplicidad del espacio interior, en la calidad del detalle
técnico y en la percepcidn doméstica de la materialidad.
El minimalismo, en suma, se manifiesta tanto en la
reduccién de los elementos de lenguaje como en la sim-
plificacin de las formas, tanto en la bésqueda de a trans-
parencia y la inmaterialidad como en la creacién de
cuerpos sdlidos, opacos, contundentes, estables y gestal-
ticos. Porque, de hecho, la misma esencia del minimalis-
mo, esta categoria intemporal e interdisciplinar, es con-
tradictoria. La voluntad de conseguir lo maximo con el
minimo de medios, que de hecho es una posicién maxi-
malista, se puede dirigir en direcciones contrapuestas192 Josep Maria Montaner
Por ello se pueden establecer nueve categorias rela-
cionadas con distintas manifestaciones de la fenomeno-
logia minimalista, Cada obra podria adscribirse a una,
varias o casi todas estas caracteristicas, aunque algunas de
ellas puedan parecer contradictorias 0 incompatibles.
1, MINIMAL PINTORESCO
Enel curso del tiempo posmoderno, cada vez es mis
evidente toda una biisqueda transnacional que se traduce
en obras sobrias, desnudas y elegantes, inefablemente
graciosas pero nunca silenciosas y vacfas. Es una buisque-
da que se expresa en el eclipse de la ortodoxia déla forma
moderna y que ya haba tomado cuerpo en la obra de ar-
quitectos como Arne Jacobsen, Ignazio Gardella, Carlos
Rail Villanueva, Luis Barragin 0 José Antonio Co-
derch,
En estos autores, las figuraciones locales, las textu-
ras vernaculares, los cromatismos contextuales, la sutil
atmésfera del lugar y los ritmos geométricos aparecen
clegantemente aplicados a abstractos e internacionales,
esquemas tipoldgicos y estructurales. Lo mismo ha suce-
dido cuando una buena parte de la miisica minimalista se
ha fusionado con las misicas étnicas.
Esta busqueda refleja una cierta separacién y una
Gierta resistencia (que no quiere decir aversién) al subi
nihilista, ala Nada del paisaje urbano creado por lo artifi-
aquella que se obtuvo, tan fatigosamente, en la obra
del trio formado por Malévich, Mondrian y Kandinsky,
y la que retorna en el iltimo Mies y en el primer Judd.
Mads alld del minimalismo 193
2. RIGOR GEOMETRICO
EL ABC Art, desde los iconos de Tony Smith y Do-
nald Judd hasta Richard Serra pasando por Sol LeWitt, se
ha basado en crear obras en las que se parte de tramas geo-
métricas, Esto es manifestacién de este espiritu que busca
expresar el maximo de tensibn formal con el minimo de
medios, evitando cualquier alusién o ilusién.
‘También el disefio grafico y arquitectdnico de Max
Bill, partia del mAximo rigor geométrico para ascender a
Ja Gute Form.
Obras arquitecténicas recientes, como la Pirgmide
del Grand Louvre en Paris de ILM. Pei o el Palacio de
Justicia en Bilbao de Roberto Ercilla, manifiestan este
mismo pathos geométrico, este principio de economia
formal.
En el disefio industrial contemporineo se ha recu-
perado la linea de ilustres precedentes -muebles de Ge-
rrit Thomas Rietveld, Marcel Breuer y Mies van der Ro-
he- al mismo tiempo que se ha retomado el rigorismo
geométrico peculiar del ABC Art: las absolutisimas tra-
mas geométricas de la serie Quaderna de Adolfo Natalini
y Superstudio; los puleros y eficaces limparas, sillas,
mesas, sillones y camas de Vico Magistretti; el congela-
miento formal de la mesa Less de Jean Nouvel; incluido
Jos prototipos del escultor-arquitecto Donald Judd, cul-
tivados en la dltima etapa de su carrera.Josep Maria Montaner
3, BTICA DE LA REPETICION
El alma contradictoria del les is more se manifiesta
en una figura retdrica, basada en una posicién de nega-
cidn y en unos mecanismos estéticos y éticos que recu-
rren la repeticidn. En el terreno de la técnica expresiva,
nada est mds cerca del corazén del minimalismo que la
repeticién de lo idéntico, un infinito a-aa-a-a... El meca-
nismo formal y ético de la repeticidn libera una gran can
tidad de energia y,al mismo tiempo, produce un efecto de
profunda molestia, de obsesidn y angustia
La misica, desde Maurice Ravel y Satie hasta Philip
Glass, Michael Nyman y John Adams pasando por John
Cage, ha experimentado los valores de la repeticidn ilimi-
tada. En literatura, el poema A rose is a rose is a rose de
Gertrude Stein, el poema Llanto por la muerte de Ignacio
Sanchez Mejias de Federico Garcfa Lorca (1936), con su'*a
las cinco de la tarde” repetido siempre igual a sf mismo o
elcuento A clean, well lighted place de Ernest Hemingway
(1938), con un padrenuestro de la Nada que se convierte
en la mds estresante de la plegarias, son emblemas de esta
retdrica de la repeticién minimalista
La repeticién de lo idéntico, es decir, los sistemas
seriales virtualmente ilimitados, elimina la jerarqufa, el
centro, la narratividad y la monumentalidad, Esto se m
nifiesta claramente en la musica tradicional. En arq}
tectura, su propia ascendencia metafisica ha tomado
cuerpo en obras de protorracionalistas, racionalistas y
neorracionalistas. Véase el caso de Heinrich Tessenow,
a mediante la repéticién de
docenas de sencillas y neovernaculares casas iguales, o la
Més alld del minimalismo
Grossstadt 0 Ciudad Vertical de Ludw’
‘cuya unidad total se basa en la més radical seriacién indus-
trial.
4, PRECISION TECNICA Y MATERIALIDAD
El minimalismo se precipita en la materi
arte. No puede existir una obra minima-
lista modélica sin la perfeccibn y simplificacién formal
que la técnica y los materiales de calidad pueden aportar,
sin recurrir a todo el saber del arte de construir.
Recordemos cémo el fildsofo Ludwig Wittgenstein,
con su colaborador el arquitecto Paul Engelmann, esta-
blecié en la casa para su hermana Hermine en Viena las
bases de un espacio estrictamente racional, exacto y preci-
50, como un circuito eléctrico. Un espacio mucho més
dicalmente internacional de lo que hubiera sido capaz el
maestro de Engelmann, Adolf Loos.
En los proyectos y obras de los racionalistas més
radicales, como Mart Stam o Hannes Meyer, pertene-
cientes respectivamente a la nueva objetividad holan-
desa-alemana y suizo-alemana (y més tarde al exaltado
constructivismo soviético), predomina esta concepcidn
de laarquitecturacomo pura técnica, precisién mecanica,
casta belleza que emana de la materialidad del objeto ar-
quitecténico. El prototipo de interior CO-OP (1926) de
Hannes Meyer es un emblema de la materialidad més uni-
taria y simple.
Este valor de la materialidad y Ia estructura que llega
a su culminacidn con la obra de Mies, al final de la tradi-‘Josep Maria Montaner
cidn rigorista y técnica de Carlo Lodoli-Gottfried Sem-
per-Adolf Loos, ha renacido en una parte de los reduccio-
nistas actuales que enfatizan la “fiscidad” de toda obra:
en Giorgio Grassi, Antonio Monestiroli y Francesco Ve-~
nezia, en Alvaro Siza Vieira y Eduardo Souto de Moura.
Pero sien las vanguardias la técnica estaba totalmen-
te idealizada, en la actualidad la pulcritud tecnolégica es,
«un objetivo realista. Sin alardes de alta tecnologia y sin or-
namentacién afiadida, a los minimalistas lo que les cauti-
va es el mundo de los materiales arquitecténicos. Tal
como ha sefialado Vittorio Gregott, “Ia tecnologia ni les,
maravilla ni es combatida”; sencillamente se acepta como
una preexistencia cotidiana, como un hecho natural." Es
tuna arquitectura que no critica ala sociedad el liberalis-
mo democrético es su medio-, ni critica el mundo de la
tecnologia.
5. UNIDAD ¥ SIMPLICIDAD
Las fotografias de Walker Evans, Henry Cartier-
Bresson, Nigel Henderson, Francesc Catali-Roca 0
Sebastiio Salgado se aplican preferentemente a las mani-
festaciones espontdneas de la vida cotidiana, Posen una,
especial unidad por el hecho de centrarse en personajes,
anénimos de la calle, en aquellas situaciones en que la
existencia se plantea de manera minima, bésica, esencial
sin ningin aditamento.
El teatro de Samuel Beckett oel cine de Michelange-
Jo Antonioni también han intentado expresar lo més mi-
nimo y esencial de la experiencia humana, es decir, el
Mas allé del minimalismo 197
silencio, la nada, la soledad, el amor imposible, la
ausencia..
En ciertas ocasiones, esta arquitectura de la econo-
mia y la unidad ha tomado como modelo la arquitectura
anénima y vernacular por su pobreza y unidad, tal como
hasucedido en el caso de autores como Luis Barragén, Lu-
cio Costa, José Antonio Coderch, Fernando Tivora o
Erwin Bronner, dando inicio a una arquitectura de gran
austeridad y rigor compositivo.
Unidad, simplicidad y coherencia garantizan la ca-
idad de cada obra, Esta importancia de las formas uni-
tarias, simples y coherentes ya se habfa expresado en la
teorfa de la Gestalt, basada en totalidades perceptivas,
indivisibles ¢ indisolubles. Un todo coherente que se
“consigue a base de una estricta seleccién, de una cons-
ciente individualizacién de los elementos basicos de cada,
idea y proyecto,
6. DISTORSION DE LA ESCALA,
Partiendo del shock dadaista del objeto encontrado,
de los mecanismos del Minimal Art, de las actitudes ges.
tuales del Land-Art, de las hipérboles conceptuales, una
parte dea arquitectura actual haexplotado el recurso del,
cambio de escala, situando el objeto en una escala extra-
+ fia, autorreferente y no relacional
Por esta razén, tras la huella de Max Bill, Joseph
Beuys y Donald Judd encontramos autores como Her-
z0g/De Meuron, cuyas obras de formas geométricas y
repetitivas alcanzan escalas distorsionadas respecto a la198 Josep Maria Montaner
scala humana. En este impacto de la grandeza, el mi
lismo se acereaa laestética prerromantica de lo “sublime”,
Por ello no es casual que la biisqueda de lo sublime en
Erienne-Louis Boullée se realizase en cdpulas y bavedas de
formas puras y minimas. Tampoco ¢s casual que la obra
cde Walter de Maria culminara en la inmensa experiencia de
los cuatrocientos pararrayos del Lightning Field.
7. PREDOMINIO DE LA FORMA ESTRUCTURAL,
La importancia de las leyes de la geometrfa potencia
que la forma coincida con la estructura. Ya lo expresaron,
ten sus escritos y obras Mies van der Rohe y Louis Kahn.
Con el less is more es posible aleanzar una nueva monu-
mentalidad que “puede definirse como una cualidad es-
piritual inherente a una estructura que transmite la sen-
sacién de su eternidad, de que no se le puede afiadir 0
cambiar nada”. Con Mies y con Louis Kahn se pone en,
juego la estructura, entendida no como aparato estético-
sino como razén oculta y profunda del f
construct
némeno arquitecténico.
Ena obra de autores que fueron considerados en su
inicio neorracionalistas, como Aldo Rossi y Giorgio
Grassi, y que muy pronto Manfredo Tafuri calificd con
precisién como la “critica tipoldgica”, este predominio
de la forma estructural sintonizacon la premisa miesiana.
Aldo Rossi, en un primer momento influeniciado por el
purismo suizo, y Giorgio Grassi, en un primer momento
influenciado por el purismo protorracionalista aleman y
holandés, han insistido en la tipologia como estructura
Mas alld del minimalismo 199
igual a su forma, fundadora de la imagen y la realidad ar-
{quitectdnica (incluida la realidad emocional). Mis tarde,
‘Aldo Rossi, a pesar dela fidelidad al minimalismo tipolé-
gico, correr4 la aventura del mecanismo de la analog
mientras en los proyectos y obras de Giorgio Grassi y
Antonio Monestiroli, el tipologismo tiene un desarrollo
mis intenso.
Y sialgunos autores se cifien alos limites del absolu-
10 tipolégico, otros como Paulo Mendes da Rocha o Ta
‘dao Ando, buscan la esencia del proyecto en las formas
arquetipicas que pueden abstraerse de lugares elementales
‘o espacios sagrados, De hecho, este rastreo de la estructu-
raoculta y profunda se desarrolla desde la filosofia griega
hasta el estructuralismo contemporsneo.
8, AUTORREFERENCIALIDAD Y RELACION CON EL LUGAR
La mayoria de estas caracterfsticas ~como la distor-
sidn de la escala~ se relacionan con otro rasgo bésico: la
autorreferencialidad de toda obra genuinamente mi
‘malista; el intenso aislamiento de cada cosa. Si se podia
establecer que la ciudad y la cultura habian sido los dos
mAximos paradigmas de a arquitectura desde los afios se-
senta, para estos arquitectos estos dos referentes han per-
dido ya relevancia."*
Sin embargo, y aunque parezca paradéjico, en la ma-
yoria de los casos se da una estrecha relacién con el lugar,
un contextualismo nada literal. En las obras de estos auto-
res existe una relacidn entre objeto y ambiente. Y cual-200
Josep Maria Montaner
quiera de estas obras pierde todo su sentido si es extrapo-
Jada del lugar al que pertenece.
Los edificios de Tadao Ando y Eduardo Souto de
Moura constituyen el mds espléndido ejemplo de este ca-
ricter aut6nomo y autorreferencial y, al mismo tiem,
deudor de una cierta relacién abstracta con el lugar.
9, PURO PRESENTE
Como creaciones autorreferenciales, sin alusiones,
antihistéricas, se trata de obras que han apartado la me-
moria histérica de su posicidn privilegiada, que han escar-
bado una memoria antihistérica.
Tal como provoca la misica repetitiva de John Cage,
de Philip Glass o de Gavin Bryars, se trata de hipnotizar
al oyente, conducirlo al mas puro disfrute del presente,
un tiempo primitivo y sagrado. Tal como genera la es-
cultura minimalista, se trata de que con su cuerpo y su
percepcidn, el observador experimente con la mayor
intensidad posible una relacidn espacial, volumétrica y
cromética pura, sin ornamentaciones narrativas, sim-
bélicas o histéricas
Esdificil indicar paradigmas arquitect6nicosen este
sentido, sin embargo, algunas piezas de Jean Nouvel y de
Toyo Ito han conseguido aportar un efecto méximo en
esta percepcidn pura y atemporal. Tanto la Fondation
Cartier en Paris (1993) de Jean Nouvel, con sus fachadas
radicalmente transparentes, como el proyecto de Media-
teca en Sendai (1995-2000) de Toyo Ito -sintesis de la ra-
cionalista estructura Domino de Le Corbusier con las,
Més alld del minimalismo
organicistas doce torres de la estructura-, son paradi
deesta arquitectura que se aproximaal més puro y crista-
lino presente, de una percepcién hecha de transparencias,
superposiciones y atemporalidades,
Ww
Una leccién es clara: asistimos a la reaparicién de la
nueva tradicién abierta por las vanguardias y el movi-
miento moderno. Siel clasicismo ha representado alo lar~
go de siglos un sistema arquitecténico que aparece y rea
parece, renace y se amanera, también Ia arquitectura
moderna -de cubiertas planas; formas geométricas puras;
tendencia a la abstraccién; nueva concepcién del espacio,
libre y fluido, configurado por una estructura ligera sepa-
rada de los cerramientos; relaciones de transparencia en-
tre el interior y el exterior; predominio de la estructura
vista; precisibn técnica de los elementos y acabados- con
casi un siglo de existencia, ha ido reformuldndose, cayen-
doen crisis y rehaciéndose. Se podria incluso decir que en,
esta renovacién de la nueva tradicién moderna sobrevive
larvadamente la épistéme clasica dentro de la misma mo-
dernidad: unidad, simplicidad, estructuras repetitivas...
Sin embargo, algunas de las obras que hemos de:
tacado se nos presentan con toda su contundencia y atrac-
tivo formal, pero también con grandes dudas. No seré
esta arquitectura, ensimismada y autocomplaciente, més
vacla y conformista de lo que parece? gs, quizds, la ex-
presién de una actitud meramente tecnocritica? La re-202 Josep Maria Montaner
nunciaa a dimensidn urbana y colectiva que se aprecia en
parte de estas obras zes un hecho programitico 0 circuns
tancial? En definitiva, ces esta arquitectura la expresién
‘ms genuina de las establecidas democracias liberales que
se presentan como horizonte tinico ¢ insuperable?"
Sea como sea, los atractivos de estas obras son evi-
dentes, Su claridad y elegancia nos admiran en contraste
con otros caminos que se basan en Ja mezcla arbitraria e
indiscriminada de metodologias e iconologias heterogé-
reas en un mismo proyecto, desconociendo ya sus raices,
significados y cometidos. Ante este fendmeno, el neorra-
cionalismo de esta arquitectura minimalista adquiere las
cualidades de la coherencia, anuncia un remanso de senti-
do comin ante la velocidad con que se suceden los estilos,
y lafacilidad con que se mezelan sin criterio. Y es un neo-
rracionalismo que ya no posee el predominio y exclusivi-
dad que el racionalismo tuvo en otros tiempos. En una
época de crisis y necesaria reduccién del despilfarro, esta
voluntad de simplificacién y de rigor puede constituir la
vocacién civica y la puncién publica de dicha arquitectu-
ra, Por ello aporta un motivo de esperanza para superar
uun panorama que la critica neoliberal ha calificado como
fragmentario universo de individualidades."*
En los textos del film Ms alld de las nubes, dirigido
por Michelangelo Antonioni y Wim Wenders (1995),
‘Antonioni escribe: “nosotros sabemos que debajo de la
imagen revelada hay otra mds fiel a la realidad, y debajo
de ésta otra, y otra mds abajo de esta dltima, hasta llegar a
la verdadera imagen de esa realidad, absoluta, misteriosa,
que nadie verd nunca”. Tal como crefan los surrealistas y
tal como expresa esta pelicula de aspiraciones clasicistas,
Més allé del minimalismo 203
podriamos establecer que, mis alld de los limites visibles
delabasqueda y dela fenomenologfa minimalistas, existe,
“In posibilidad inagotable de arquitecturas que recreen lo
esencial, que otorguen la mayor contundencia posible a
Jas ideas, que economicen medios y que utilicen el mini-
"mo repertorio de formas para conseguir lo mdximo.
_ Notas bibliogesticas
1. Véase el escrito de Ignasi de Soli-Morales, “Mies e il Grado
Zero, Mies and the Degree Zero”. Lotus, n° 81, Milén, junio de
1994, dedicadoa"Neominimalismo/Neominimalism”, publi-
cado también en Arquitectura View, n° 39, Madrid, 1994, como
“‘Mies'y el minimalismo” y en Diferencias. Topografia de la ar
quitectura contemporénea, Editorial Gustavo Gili S.A., Barce-
lona, 1995,
2. Sobre el Minimal Art pueden consultarse los siguientes tex-
tos: Barbara Rose y otros, La aventura de la escultura moderna
en los siglo x1x y XX, Skira-Carroggio S.A. de Ediciones, Barce-
Jona, 1984; Gregory Battcock (ed.), Minimal Art: A Critical
Anthology, University of California Press, Berkeley, Los Ange-
les, Londres, 1995; James Baker, Minimalism, Art of Circums.
tance, Abbeville Press, Nueva York, 1988 (trad. it. Minimal.
‘mo, ed. Jaca Books, Mildn, 1989); Frances Colpitt, Minimal
Ant. The Critical Perspective, Univ. Washington Press, Seatle,
1993; Germano Celant, Fernando Huici, Arte minimal de aco
leccién Pariza, Centro de Arte Reina Sofia, Ministerio de Cul-
tura, Direccién General d2 Bellas Artes y Archivos, Madrid,
sy AA.VV., Minimal Art, Diputacién Foral de Guipiiz-204 Josep Maria Montaner
mis informacién se puede consultar a “Bibliograffa comenta-
da” de Luca Montemaggi, en Vittorio E. Savi & Josep M. Mon:
taner, Less is more, Col-legi d’ Arquitectes de Catalunya /AC-
TAR, Barcelona, 1996.
3. Véase el texto de Kosme Maria de Baraftano en el catélogo
Tony Smith, Galeria Rekalde, Bilbao, 1992.
4. Véase Barbara Rose, “ABC Art” en Gregory Batteock, opt
5, Sobre Tadao Ando véase: Frangois Chaslin, Tadao Ando,
imalisme, Electa Moniteur, Paris, 1982; Masato Kawamu-
dows, Leet
a, 1990; El Croguis, n°
(ed.), Eduardo Souto de Moura,
Lisboa, 1994.
de David Speath, Mies van der Robe, Editorial
Miés alld del minimalismo
10. Sobre Herz0g/De Meuron véase José Luis Mat
Herzog & De Meuron, Editorial Gustavo Gili S.A., Barcelona,
| 1989; Theodora Vischer (int.) Architektur von Herzog & De
Meuron, Lars Miiller Verlag, Baden, 1991; y El Croguis, n° 60,
Madrid, 1993,
11, Sobre el Museo de Escultura de Paulo Mendes da Rocha
-véase Projeto, n° 109, Sao Paulo, abril de 1988; AU. Arquitetura
1 Urbanismo, n° 36, Sio Paulo, octubre-noviembre de 19905 y
Projeto, n° 183, Sio Paulo, marzo de 1995,
12, Véase Frangois Chas
Les cabiers du Musée. ‘National d’ Art Moderne, n° 39, Paris
mavera de 1992, ndimero monogréfico dedicado a
chitecture”.
13. Véase el nimero monogrifico de Rassegna, n° 36,
diciembre de 1988, dedicado al “Minimal”, en especi
torial de Vittorio Gregotti.
paradigmas dela cultura y la ciudad en su articulo “Arte e ar-
chitetura”. Guias das Artes, n° 31, Sio Paulo, marzo-ak
1993, Los arquitectos minimalistas, por lo tanto, pondrian en.
crisis esta primacfa de valores.
15, Esta expresidn hace referencia al texto del socidlogo con-
servador Francis Fukuyama, Elfin de la historia y el siltimo
hombre, Planeta, Barcelona, 1992.
16. Ignasi de Sold-Moral
a arquitectura contemporénea, Editorial Gustavo
Barcelona, 1995.