Et autor
nos propone
una promisoria
‘ventura intelectual.
Su anélisis propicia
una aplicacién del propio
conocimiento mediante anlisis
y comparacién con otras fuentes
religiosas y filos6ficasé
Lawbra, clara’y "abierta” en todos
sus alcances, propone una integracién
interdisciplinaria que la sociedad contemporanea
necesita cada vex mas, en toro de un tema
‘como el aqui expuesto con brillantez y sabiduria. ee emt
| | Ee
|| eerRAFAEL ALVISA
Sap
LA KABBALAH
FILOSOFIA ESOTERICA
DE LA HUMANIDAD
PRIMERA EDICION
k
EDITORIAL KIER s.a.
Ay. Santa Fe 1260
(1059) Buenos Aires - Argentina‘se hallan reservados todos los derechos, Sin autorizacion excita del eter, queda prohibida
Is reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio —mecénco,eletrénico ys
‘otto y su ditrbucion mediante alquller 0 préstamo pablicos.
Libro de Edicion Argentina
ISBN: 950.17-0381.9
(Queda hecho el depsito que marca Ia Ley 11.723
10 1997 by Edorial Kier SA.
Buenos Aires
nla Argentina
Printed en Argentina
Agradecimientos
El autor agradece entraftablemente la célida y de-
dicada colaboracién de sus hijos Rafael Alvisa Jr,
Maya Alvisa y Juan Carlos Garefa, en la transcrip-
ci6n y edicién del manuscrito; de su esposa Car-
‘men C. Barroso, por la paciente y cuidadosa revi-
si6n de estilo; de Natacha Guell y Jests Cano por
la transcripcién computarizada; de Néstor Marti
¥y Olga Barroso, por larealizaciOn de las graficas;
de Sonia Prado, Oscar Alonso, Vivian Pérez y Paco
Prats, por la reproduccién de las ilustraciones; de
los pintores Alexis Lago y Alfredo Rosales Jr, por
las ilustraciones especiales; de mi madre Pilar
Lasira y amistades como Rosario Castro, por su
«apoyo logistico». Todas estas colaboraciones han
hecho posible la realizacién de la presente ora.
Un especial agradecimiento a G. Gualdi y Aque-
Hos que me transmitieron su saber y, paciente y
benevolentemente, me guiaron en mis estudios.
S.D.M. «laus este
wIntRoDUCcION
¢Qué es la Kabbalah?IntRopuccION
¢Qué es la Kabbalah?
El tema que nos ocupa ha quedado restringido en el mundo con-
temporineo, a un episodio curioso del pensamiento humano. Es motivo
de atencion por parte de eruditos e historiadores, asi como de los curiosos,
porlo eraror, 1o «exdtico» y lo emisterioso». Sorprendentemente, si bien
Se ha escrito mucho sobre la Kabbalah, ha sido con poca penetracion e
infortunados resultados. Se han publicado tantas opiniones e hipétesis,
incluso contradictorias, que consideramos oportuno hacer un andlisis de
algunas definiciones.
icese de la sintesis, que con frecuencia «mata» o «sofoca» la rea-
lidad que representa. Las definiciones de Diccionarios entrafan, pues, un
riesgo de imprecision ya que, muchas veces, con ciertas referencias des-
‘vian de la comprensién del fenémeno que describen.
Analicemos, por ejemplo, lo que dice el Diccionario Enciclopédico
UTEHA, Tomo I, pag 676 (1953):
para referirse a célculos adivinatorios relacionados con juegos de azar 0
Gon la inerpretacion de los sues, y tambien en el sentido de negorio o
transaccién oculta o clandestina. Ambos usos son recuerdos lejanos de un
vinculo de la Kabbalah con la numeraciGn y con ealgo hecho en secreto».
La explicacién de la tercera acepcién es desafortunada. El sistema de las,
9operaciones con las letras para descifrar el sentido de las Escrituras, tenga
‘ono fundamento, no es ni arte vano ni supersticioso, sino criptografia. No
‘vemos nada «supersticioso» en las claves de los Servicios de Inteligencia
para cifrar mensajes y comunicarse con sus agentes y, ciertamente, los
antiguos hebreos decidieron utilizar, en un cierto grado, una clave
crptoprfica al redacta determinados escrito estes un hecho histéico
al cual dedicaremos una parte de este trabajo.
‘No es cierto que la Kabbalah fuera la tradicién oral que fijaba el
sentido de los libros del Antiguo Testamento, pues justamente ella era una
heterodoxia, y sus explicaciones e interpretaciones eran transmitidas muy
reservadamente entre eruditos y «especialistase. La fijaci6n del texto co-
rresponde a la ortodoxia, interesada en preservar un dogma y un credo
fijos, estables, unitarios y funcionales desde el punto de vista de las masas
en cuanto al ordenamiento de las relaciones y el sistema de creencias. Pri-
‘mero Jos tanaitas, jefes de las Escuelas de Babilonia y Palestina (siglo 1
dine.), y muchos siglos después los mazoretas (siglo VI-IX d.n.e), se en-
cargaron de «fijar> el texto.
En efecto, la Kabbalah era una tradicién oral entre los judfos, pero
una tradicién de enseftanzas ocultas, que se transmitia entre los estudio-
508 de la ilosofia trascendental, de boca del maestro a ofdos del discipulo
¥y.que, como inevitablemente sucede, tuvofiltrciones, o bien por disiden-
ias, o bien por muertes imprevistas y perduracion de documentos escri-
tos.
Los documentos, tales como el Sepher ha Yetzirah (Libro de la Crea-
ign), estaban pues escritos en lenguaje simbslico o alegérico-simbélico,
10
con criptogramas y alusiones hiperblicas « concepts filos6ficos abstrac-
tos ajenos a las creencias de la tradicién religiosa ordinaria. Por ello resul-
tan cenigméticos», «extrafios», pero no més que un articulo moderno de
Fisica Teorica, con sus formulas, su lenguaje técnico y sus conceptos total-
mente ajenos al marco intelectual del «profanoy
‘Puede verse, porlo tanto, que Ia mencionada definicién contiene
elementos reales dei fendmeno que describe, pero se desvirtdan sus senti-
dos al ser valorados con una pica sesgads por una concepciin lossfea
soccidentalista», «modema» y marcadamente «cristianizante», donde lo
antigo», «oriental» y «no cristiano» se considera pura «especulacién»,
‘vano y fitil, esupersticioso».
Decir de la Kabbalah que «servia de fundamento alla astrologia, la
necromancia y demas ciencias ocultas», es un craso error. La Astrologfa, la
Necromancia y demas «Ciencias Ocultas» (debe hacerse referencia, segu-
jente, conjuros, invocaciones de «fuerzas espirituales», talismancs,
visiones proféticas, etc.), son un viejo legado de la humanidad, que existia
desde algunos cuantos cientos de siglos antes de la aparicién dela Kabbalah,
‘un ubjeando su origen en la mAs lejana fecha propuesta por algunos, y
que nesotros apoyamos, a saber, siglo I y Il antes de nuestra era,
En realidad esas manifestaciones del espiritu humano, con sus dis-
tintas expresiones en la conciencia social acordes alas culturas, no fueron
tinventadas» en la Edad Media europea, y pueden rastrearse sus origenes
en Egipto, Caldea, Persia, la India y China.
El hecho sociohistorico de que la irrupciGn de la Kabbalah hebrea
enla mentalidad europea de los siglos XIII al XVII (1200-1600d.n.e.), haya
servido de «ropaje» o vehiculo de expresiGnde estas creencias, ante la opo-
sicién que le hacfa la entonces predominante doctrina cristiana, es un tipo
de manifestacién semejante a la eclosién «
y una marcada inclinacién «mitomanfaca» (no en el sentido
elinic patoligco sino en el socioplengioo de «hacedor de
mitos»).
24
4) La organizaci6n social transforma esa sistematizacién prima-
ria religiosa en Teologia oficial,
e) Las inteligencias més desarrolladas se sienten insatisfechas,
detectan la simplicidad de esas ideas y comienzan a
produciendo ideas elaboradas (pero ajenas a la realidad).
) Las ideas més complejas se hacen , «sin duda
Elguna», «propio des, etc. Algunos exegetas antikabbalisticos hacen de-
pender muchas de estas ideas, como «desarrollos lucubrados», de as ideas
Enormales» de la Torah, del Talmud y de otros libros sagrados,
Pese a la admision de que existia una Chokmah Nistarah, que se
transmitia de maestro a discipulo, en ningiin momento se considera la
25existencia de un conocimiento o sabiduria paralela, dirigida y administra
sec cna wedi bale ey Sine
filosofia judaica trascendental haya hecho, primero esporédicamente, y
Juego més intensa y luidamente, una exteriorizaci6n parcial.
___ De hecho, no tiene importan-
cia fundamental el que sea cierto ono
que Shimén ben Yojai haya sido el
sautore del Zohar. Lo que es incom-
prensible es que, si se establece que
1no lo fue, ello sirva de base o justifica-
cin para no considerar lo que se en-
sete en dicia oben. Se eemoce la
existencia de la bibliografia pseudo-
epigrifice, es decir Ia cortumbre de
tratar de prestigiar un texto adscri-
bigndolo a un autor sabio y notable, y
ello no es 6bice para que se valoren
sus virtudes conceptuales 0 esté-
tico-literarias. La rica literatura judai-
ca esté llena de casos semejantes. Si
bien algunos judios contemporéneos
de Moisés de Le6n, dudaron de que el
Zohar fuera obra de Shim6n ben Yojai,
esta idea le resulta plausible ala criti-
ca histérica actual.
__ Evidentemente el texto es una
ompilacion de documentos de varias épocas, con una sitesi fina, pero
ynjunto de concepciones constituye un todo orgénico del cual Shimén
ten Yojsi puede haber sido uno de los expositoresparciles, Incluso Jacob
Emden (1697-1776 d.n.e.),enconado adversario de la Kabbalah practica y
del Zohar, quien aport6 280 argumentos de por qué dicho libro no podia
‘ser una obra anterior a la época de Moisés de Le6n, admiti6 que tres de los
tiga. abet, SepherDienoutha (Libro de ls Secretos), lr Rabba
jran Asamblea) e a (Pequenia
Se ee ymblea), sf fueron realmente es-
_Este personaje fue un notable tanafta de Ia cuarta generaci
(aproximadamente 140 a 165 ane), quien huyendo dela persecucion ae
bida a sus vinculaciones con el Rabi Akiba que habja estado en prision, y a
$8 proplas manifestacions anirromans, se reid alas cavernas dé la
Galilea, proximas al lago Tiberfades, y estuvo exiliado alll, rodeado de dis-
cfpulos, durante trece afios. Era uno de los halajistas? mas importantes de
sul 6p0ca, y sus decisiones se encuentran en la mayoria de los tratados
Tries tps nt rin
ni pen a ct
‘eeerreemteren ett ores toy i tema te
26
talmadicos, Solamente en la Mishnah se le menciona 325 veces. Como re-
Sefia la Enciclopedia Judaica Castellana: «Shim6n ben Yojai era el héroe
Se los misticos. lo cual se debia a algunas de sus observaciones esotéri-
Sase*, Su presunta tumba en la ciudad de Meron es actualmente lugar de
Seregrinaciones anuales en la fecha de Lag Beomer pues, segtin Ia tradi-
Prone al regresar del exilio alli se estableci6 y ensefié hasta su muerte.
El hecho de que Moisés de Leén pretendiese que las ensefianzas de
ben Yojai habian sido rescatadas de las cuevas galileas por Najménides
(Giglo XII) en su viaje a Palestina, puede haber parecido una historia efan-
taican, tan solo hasta 1947, afio en que el descubrimiento de los llamados
“Rollos del Mar Muerto», puso de manifiesto la supervivencia de materi
Tes de la Comunidad de Qumran de los siglos Ily La.n.e. y de parte del siglo
Tde nuestra era, que la Comunidad habfa guardado allt, antes de exiliarse
ASbido la destructora ofensiva romana contra los judios rebeldes al po-
der imperial. En las distintas cuevas no solo se han hallado los materiales
dela secta de Qumran (presumiblemente los Esenios), sino también docu-
mentos y correspondencia del posterior lider rebelde judio, Bar Kocha (135
dune, contemporineo de los rabfes Akiba y Shim6n ben Yojai). Por lo de-
nds, fa Historia de la Literatura, tanto antigua como medieval, esté lena
elas «curiosas peripecias» de muchas obras importantes que se preserva-
fon yllegaron a huestras manos «milagrosamente>. Pero nadie se escanda-
Iiza por ello, sencillamente se consideran hechos «interesantes». Cuando
del Zohar se trata, entonceses imposible, inverosimil, fantastico, y por ende,
tuna einvenclons justificativa.
2. Historia del surgimiento de la Kabbalah en Europa,
hasta la aparicién del Zohar
Hasta que se concluy6 la redaccién final del Talmud, alrededor de!
500 d.ne., la Chokmah Nistarah o «Sabidurfa Oculta» se transmiti6 sola-
mente en forma oral, con la excepcién de explicaciones complementarias
{gue los tanaftas redactaban en la Mishnah, en forma de gemard o baraftas®.
Durante los siglos VI y VII aparecen pequefios libros referidos a aspectos
dela Maase Bereshit 0, con més frecuencia, ala Mase Mercavah, en forma
de Midrash o comentarios a pasajes de las escrituras hebreas. Esta literatu-
fa que trata sobre los atributos divinos y las relaciones de la divinidad
‘con el hombre (literatura «mistica»)— es escrita, para que asi pueda divul-
garse ypor ello, emplea un lenguaje «concretista», lo que da lugar a que se
fe acusa de ser de un «antropomorfismo crudo».
‘Se distinguen entre estos libros, Hachaloth Rabati (Los Grandes
Palacies), Hachaloth Zutrata (Los Pequetios Palacios), Shiur Komah (Ex-
Tb cit, Art. Shimén ben Yojal, Tomo XI, pig 595.
‘Ver ests vocablos en el Anexo I
27tensi6n del Altisimo), como pseudoepSgrafes atribuidos a Yshmael ben
Elisha tanaita de la segunda generaciOn (aproximadamente 120-140 d.n.e.);
y también el Otioth di Rabi Akiba (Alfabeto del Rabi Akiba), atribuido a
este otro tanafta, tambiénde la segunda generaci6n. Las tres primeras obras
tratan de aspectos metaigicos ce la Diviniad en rlaci6n cons inmensi
dad, su inmanencia y cof la causa absoluta de la existencia, asi como de
«los mundos» o «estancias» a que acceden los espiritus de los justos, de
acuerdo con su perfeccién.
E] Alfabeto del Rabt Akiba habla del «misterio de las letras», de su
significado oculto trascendente como «agentes» de la obra divina.
Aproximadamente a mediados del siglo VIII aparece otra obra, ya
demés envergadura, llamada a desempefiar un papel importante en la «ex-
teriorizaciOn» de la Chokmah Nistarah. Se trata del Sepher ha Yetzirah, ha-
bitualmente traducido como Libro de a Creacién, aunque verdaderamente
significa Libro de la Formacién (en hebreo creacion es Beriah, no Yetzirah).
Esta obra, como se expresa en la Enciclopedia Briténica, tuvo mayor in-
luencia en el desarrollo de la mentalidad judia que ningin otro libro des-
pués del completamiento del Talmud.
‘Sele atribuye su redacci6n al mencionado tanaita del siglo Hd.ne,,
Rabi Akiba. El libro es pequefio, de s6lo algunas hojas, pero esta clasifica
do como el texto més antiguo, de filosofia especulativa, escrito en hebreo.
En él se explican los elementos constitutives del mundo, sobre la base de
Jas veintid6s letras del alfabeto hebreo y de las diez Sephiroth o expresio-
nes de la Divinidad; mediante la combinacién de estas dos series de facto-
res, la Divinidad engendra al mundo con todas sus cualidades. Ademés, se
devela el significado secreto de cada letra en as tres fases de lacreacién: el
hombre, el mundo de las estrellas y el ritmico fluir del tiempo en el curso
del aio. Las 22 letras junto alas diez Sephiroth constituyen los 32 «send.
ros secretos de la sabidurias.
Es interesante que el Talmud narre un episodio en el que se men-
ciona el amétodo del Sepher ha Yetzirah» (Ber. 55a; Sanh. 65b) lo cual de-
‘muestra que era conocido antes del siglo V d.n.e. Otra mencién talmddica
se haceen la Baraita de Samuel. La primera menci6n literaria dela obra se
hhace enlos piyutint (poemas litargicos) de Eliézer Kalir del siglo VIM Sadia
ben Ysef, Gaén (Director) de la Escuela Talmiidica de Sura (Babilonia,
Bagdad) realiza la traducci6n al arabe y escribe el primer comentario en el
siglo IX, por lo que el escrito actual debe haberse producido entre los si-
glos VI y VIII 0, a més tardar, en el inicio del IX.
Casi todos los kabbalistas europeos: italianos, alemanes, franceses
Y espafioles, han escrito comentarios al Sepher ha Yetzirah, poniendo el
{nfasis unas veces en las Sephiroth, otras en las virtudes simbélico-expresivas
del alfabeto y otras en el «poder mégico» de las letras. La primera traduc-
cién al latin se debe al famoso erudito francés Guillermo Postel, en Paris,
en 1522; la primera edicién impresa se hizo en Mantua, en 1562.
Hai, Gadn de Sura (969-1037), aludeen sus Responsas (Respuestas
preguntas sobre la Torah y la Mishnah), ala existencia de libros emisti-
28
> es durante los siglos IX,y X, con nombres tales como La Es-
Sal de Motes El Stor de de Tok pe pr ca reteset co
‘angelologia y de milagros hechos con combinaciones «aplicadas» del po-
der de las letras, en las tempranas expresiones de lo que modemamente
hemos denominado Kabbalah Maasit o Kabbalah Practica.
‘A mediados del sigho IX se establece la primera «escuela europea
de Kabbalah, en Italia meridional, en la ciudad de Oria, con ls legada del
Rabf Aaron ben Shamuel, también llamado Abu Aaron (padre Aarén), que
emigrando de Babilonia se establecié en dicha ciudad y form6 un cfreulo
de discipulos, entre los que se destacé Shephatia, uno de los piatuyim 0
creadores de plegarias liturgicas, y luego Shabatay Donolo, que escribié el
segundo comentario conocido, al Sepher ha Yetzirah. Abu Aaron, que usa-
ba el cognomen de Hanast (el Principe) se present6 como maestro de «los,
secretos de la oracién», causando gran sensacién y obteniendo éxito en
propagarla Kabbalah en Sicilia. Considerando que el comentario de Donolo
a Yetarah, pone también el énfasis en el «poder» de las letras y la «fuerza
de las palabras», se aprecia que la temprana «escuela italiana» desarrolla-
ba preferentemente la citada Kabbalah Maasit 0 practica. Peroesta sescue-
Ja» no produjo ningiin otro material escrito, fuera del citado comentario al
Yerain el maestro Aaron regres repeninamente a Bablona, a pesar
de las altas consideraciones y respeto que le profesaban en Italia.
En esta «escuela italiana» fueron instruidos los miembros de una
familia alemana asentada en Lucca, Toscana, los Kalonymo: Moshe ben
Kalonymo, su hijo Kalonymo ben Moshe y el nieto, Meshulam ben
Kalonymo, quienes al trisladarse a Magurcia, Alemania, en el 982 intro-
dujeron all{Ja Kabbalah. Pero este eniicleo kabbalfstico» se mantuvo res-
tringido al émbito familiar hasta el siglo XII —cuando se decidi6 una «ex-
teriorizacién» de la ensefianza— y no produjo, por lo tanto, ningiin mate-
ial literario al respecto durante los siglos X y XI.
En la parte mas occidental de Europa, Francia y Espaia, si van a
escucharse «cos kabbalisticos» a mediados y finales del siglo X1. Surge la
‘escuela espafiola» en Zaragoza, en el entonces Reino de Aragén, bajo la
{ida de Nisim ben Yacob Ibn Shanin, notable talmudista de Kairun, Africa
del Norte, lamado honorificamente Gadn (Director), por haber trasplan-
jo a Espafia la erudicién talmtidica. Con motivo del casamiento de su
acon el erudito Samuel Hanaguig, visi y allf formé un
niicleo cuyos més relevantes miembros serian, Yona Tbn Dshanaj,el desta-
ccado gramatico, Shlomoben Yehuda Ibn Gabirol, el brillante fl6sofo, Bajya
ben Yoseph Ibn Pakuda, el notable poeta, y los hermanos Ibn Ezra, Abra-
ham y Moshe, destacados fl6sofos y poetas. ;
Ton Shanin escribié la importante obra Meguilat Setarim (Rollo de
los Secretos), citada frecuentemente por sus discipulos, pero que est «per-
dida»,
De esa época es también el Mekor Jayim (Fuentes de la Vida) de
Ibn Gabirel en que st habla de las eemanacionese del Eterno (tai),
de lasesferas de los mundos («los cuatro mundos» de la Kabbalah) y de las
29diez esferas de los espiritus (las «diez Sephiroth»). Ibn Gabirol desarrolla
parte de «su» filosofia en forma poética, en el notable Kether Malkuth (Co-
ona Real o del Reino). Sobre esta obra dice Marcelino Menéndez y Pelayo:
«Kether Malkuth tiene 800 versos, participa de lo lirico y de lo didéctico, de
himno yde poema, donde la ciencia del poeta su arranque mistico sedan
Ja mano. Ibn Gabirol es un tedsofo interpretando simbdlicamente la crea-
ion como un inmenso jeroglifico que en letras quebradas declara el miste-
rio de su esencia, nos conduce a través de esferas celestes hasta que pe
tra.en ladécima, en la esfera «del entendimiento», que es el cercado pal:
cio del Rey, el Tabernaculo del Eterno, la tienda misteriosa de su gloria
labrada con Ia plata de la verdad, revestida con el oro de la inteligencia y
asentada en las columnas de la justicia, Mas allé de esa tienda slo queda
el principio de toda cosa, ante el cual se humilla el poeta, satisfecho y triun-
fante por haber encerrado en su mano todas las sustancias corpéreas y
‘spirituales que van pasando por su espiritu como por el mar las naves. El
autor ha vencido de una manera extraordinaria la enorme dificultad de
dar vida y movimiento a ideas abstractas.>¢
Bajya ben Yoseph Ibn Pakuda, fil6sofo religioso, contempordneo
de Ibn Gabirol y también residente de Zaragoza, donde se desempefiaba,
‘como «dayan o juez de un tribunal rabinico, publica dos obras de reso-
nancia kabbalistica. La més importante, Jovot Halvavot (Deberes del Cora-
z6n), tuvo amplia repercusién en las masas populares hebreas; suotra obra,
‘mis filos6fica, fue Torot Hanephesh (Problemas del Alma). En ambas expo-
ne las ideas de los cuatro mundos y de las evarias» almas del hombre, ast
‘como otros temas kabbalisticos. Originalmente escribié en arabe, pero fue
traducido al hebreo por Yehuda Ibn Tib6n, perteneciente al «grupo
kabbalistico francés», en 1161.
Paralelamente al «grupo zaragozano> se desarrolla en el sudeste
de Francia, en el entonces Condado de Provenza, el grupo kabbalistico
francés», iniciado no sabemos bajo qué influencias por el padre de Abra-
ham ben David y un desconocido personaje judifo que, con el seudénimo
de Artephius, publicé varias obras sobre Kabbalah especulativa y prictica,
4a mayorsa perdidas: Vita propaganda, Charaterbus planetarum y Libro
reto.
__ Abraham ben David, nacido en el sur de Francia, vivi6 un tiempo
en Nimes y posteriormente se establecié con su familia en Posquieres, y
allfdio lugar al grupo mas notable de esta corriente francesa de a Kabbalah.
‘Sus hijos, el Rab{ David e Isaac ben Abraham, cognominado «el Ciego>,
organizan un amplio cireulo de discipulos del cual formaron parte el hijo
‘Rabi David, Asher ben David, asf como Jacob ben Sheshet, Jonas ben
David, Azriel ben Menachem, Jamai Gaén, Yehuda ben Saul Ibn Tibbon,
Moshe ben Nachman, conocido como Nachmanides, Aaron ben Yoseph
Halevi. No se sabe a ciencia cierta si Jacob Nazin y sus discipulos pertene-
fan también a este grupo o formaban otro independiente.
0b. cit, At. Gabirol, Tomo V, pls. 23.
30
fst escuela francesas estuvo compaesta por judi Franses de
Provenza, en su niicleo gestor, y después por judios espafioles de Gerona
Provfucion alla expresamente a estudiar la Kabbalah, asi como tambien,
Aids tardiamente, por un grupo de judios espafioles de Burgos.
‘Asi tenemos en pleno siglo XIT la produccién de obras kabbalisticas
notables, En primer lugar, el Maseje Atziluth (Historia de las Emanacio-
nes), de Jacob Nazin o de alguno de sus discipulos, donde se exponen nue-
vamente las ideas de las Sephiroth, los cuatro mundos y, por primera vez, la
Yoctrina de la cconcentracién de la luz de Dios» al principio de la manifes-
tacién divina.
En ese mismo peciodo aparece Ia otra gran obra notable de la
Kabbalah el Sepher ha Buhir (Libro de la Claridad), que mientras unos
‘onsideran que fue escrito por Isaac el Ciego, de Posquieres, otros lo remi-
Sone anol de sus dscalos,como Azriel ben Menachen. La obra apare-
8 end sur de Francia a finales del siglo XII (en el 1180, segin Sholem),
‘ssignandosele seudoepigréficamente como autor a Nchunya ben Hakana,
tanafta de la segunda generaci6n (80-120 d.n.e.). Es un trabajo corto, de
varias decenas de escrito en hebreo con mezcla de palabras ara-
meas, yse refiere.a la interpretacién de varios textos del Pentateuco, 0
especialmente del Génesis, imitando el estilo de los midhras o comenta-
ios. Laenseflanza se presenta en forma de didlogo entre varios personajes
{que conversan sobre cosmologia, el sentido de as letras, yel «valor» expre-
tivo delosacentos de as Sagradas Escrturas Se habla de a dostina de
jas emanaciones o Sephiroth, de la gilgulim o wansmigraciOn de las al-
mas, de Adam Kadmon whombre arquetipico, refiriendo este ultimo a las
partes del cuerpo humano como expresién de las Sephiroth.
‘Varios cespecialisas» sostienen que se trata de una obra fragmen-
taria, compuesta a su vezde compilaciones més antiguas, y especialmente
del Raza Rabba (El Gran Misterio), del cual la Enciclopedia Judaica Caste-
Ilana dice que «habfa sido hallado por Scholem hacia varios afios y que se
consideraba en el siglo X como una de las obras esotéricas mas importan-
tes», y més adelante, del propio Bahir dice: «Por conducto del Bahir se
introdujeron en Provenza y Espafia términos técnicos, simbolos y mi-
tologemas del gnosticismo antiguo y adquiri6 el pensamiento cabalistico
fuerte influjo magico». a
‘Con a aparicién del Bahir comienza un trabajo sistemético de pen-
‘samiento especulativo y metafisico que alcanzar4 su expresion cumbre con
la aparicion del Zohar. Es de hecho, una irrupci6n heterodoxa en el pensa-
miento judaico medieval, concentrado, como es légico, en las, miltiples
interpretaciones rabinicas del Talmud en el encuadre religioso de la tradi-
cin convencional sobre YAHVE, Moisés, Abraham y el pueblo del pacto, el
pueblo elegido de Israel, al cual se le han dado en la Torah o bien en forma
Sirecta y racional, o bien en forma alegérica, las instrucciones y orienta
‘cones para el ecorrecto vivirs segdin la egracia de Dios». Infringir estas
Tobe cit, Art. Bahir, Tomo TL, lg. 4.
31ormas es incurrir en el desagrado de Dios y exponerse a su castigo; cum-
plirlas es provocar la satisfaccién de Dios y ganarse su benevolencia.
Si Isaac el Ciego no es el autor del Sepher ha Bahir, entonces no se
conocen escritos suyos, pero los de sus discipulos sf se destacan. Jamai
Ga6n publicé el Sepher ha Yijud (Libro de la Unidad), en el que subraya la
«Unidad de Dios» como totalidad, que contiene en sf sus «propias» ema-
naciones, as{ como contiene en su seno las almas que ha creado. La obra
aparecié sin fecha, a finales del siglo XILo principios del siglo XIII.
Azriel o Ezra ben Menajem (1160- 1238), llamado también el San-
to, ynatural de Gerona, Espafia, fue a Francia a estudiar con Isaac el Ciego
y luego viajé propagando los estudios kabbalisticos, hasta asentarse nue-
vamente en Gerona donde establecié una casa de estudios en esta materia.
Ben Menajem escribié un Comentario al Sepher ha Yetzirah, otro al
libro Cantar de los Cantares y un tercero, Comentario sobre las diez Sephiroth.
‘Al igual que Jamal, pone énfasis en la unidad de la Divinidad en medio de
la diversidad, y es el primer autor que utiliza la expresi6n Ain Soph para
designar a la «Totalidad del Ser Divino». Sus obras aparecen a finales del
siglo XII y principios del siglo XIN.
Dentro de este circulo francés se destaca la labor de Juda ben Saul
Ton Tibbon (1130 - 1190), médico y traductor granadino (Espafia), quien
emigr6 al sur de Francia a causa de las persecuciones de los almohades, e
inicié la tradicién de traductores que identific6 a esta familia. Las traduc-
ciones principales de Ibn Tibbon son precisamente las obras kabbalisticas
de Iba Pakuda ¢ Ibn Gabirol, del «grupo zaragozano», y la obra fllosofico-
religiosa Emunot Vedeot (Creencias y Opiniones) de Saadia Gaon, traida a
Espatia por Ibn Shanin, As{ se introdujeron en la cultura hebrea las obras
de estos filésofos, escritas originalmente en lengua frabe.
bao ablemente por la accion dvulgativa de Azriel ben Menachem
enelnorte de Espafia, opor influjos del grupo de Zaragoza, surge un circu-
lo kabbalistico en Burges, enel Reino de Castilla, que se inicia con Abulatia
“Meir beri Todros Halevi, talmudista influyente a quien, contradictoriamente,
ese a ser considerado un Rabino ultraconservador, se le atribuyen varios
escritos kabbalisticos. También forma parte de ese cfrculo Yitzjak ben Yacob
Hakohem, natural de Soria, quien luego viaj6 a Provenza, conde hall6 el
muy buscado libro Sepher ha Vijud, de Jamai Gaon, Publicé Hakohem va-
rias obras kabbalisticas, entre ellas un Comentario a Maasé Mercavah, y
luna exposici6n sobre la «doctrina secreta de la emanacién de izquierdas.
Estas obras son publicadas en la segunda mitad del siglo XIII y guardan
relacion con otras obras kabbalisticas paralelas de la misma época, tales
‘como Maarejet Elohut (Orden Divino), de autor desconocido, y Sepher
Hatemuna (El libro de la Imagen), que se atribuye a Pérez Cohen 0 algunos
de sus discipulos. Ambas obras, al manejar las doctrinas ya cldsicas de la
Kabbalah, ponen énfasis en la «emanaciénde la izquierda», refiriéndose a
ta sproduecin del mab» como un aspecto de las Sephiroth inferior. El
‘Sepher Hatemuna, ademés, pone énfasis en la edoctrina de los ciclos c6s-
micos» 0 Shemitoth (lteralmente cesquemass). Scholem corsidera que la
32
cobra aparecié en Catalufia en el 1250, y que no es identificable su verdade-
ro autor.
Bla cecuea Gancesa> y ns