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Sentencia Tutela en Segunda Instancia
Sentencia Tutela en Segunda Instancia
SICGMA
Consejo Seccional de la Judicatura del Atlántico
Juzgado Décimo Civil del Circuito de Oralidad de Barranquilla
ASUNTO
Dentro del término previsto procede el Despacho a fallar la impugnación presentada por
TRANSPORTES LOLAYA, a través de representante legal, contra el fallo de tutela
proferido el 19 de marzo de 2024, por el Juzgado Segundo de Pequeñas Causas y
Competencias Múltiples de Barranquilla, representado por el doctor Wilberto Polanco
Villafañe.
PRETENSIONES
IMPUGNACIÓN
La accionante censura la decisión, e insiste en sus pretensiones. Señala que existió una
“vía de hecho”, e indicó que el perjuicio irremediable se acreditó con el dictamen pericial
que estimó la cuantía de los presuntos daños por concepto de lucro cesante que pudiera
sufrir la empresa ante la decisión de la accionada de no renovar la tarjeta de operación.
COMPETENCIA
Este Juzgado es competente para decidir la presente acción de tutela de acuerdo con lo
previsto en el artículo 32 del Decreto 2591 de 1.991.
CONSIDERACIONES
2.- TESIS
3.1.2.1. Esta acción está instituida desde el ordenamiento superior para garantizar la
protección de los derechos fundamentales, cuando quiera que resulten vulnerados o
amenazados por la acción u omisión de las autoridades públicas o de los particulares. No
obstante, demanda importante características de procedibilidad como, para el caso, la
subsidiariedad.
En otras palabras, las personas deben hacer uso de todos los recursos ordinarios y
extraordinarios que el sistema judicial ha dispuesto para conjurar la situación que
amenaza o lesiona sus derechos, de tal manera que se impida el uso indebido de este
mecanismo constitucional como vía preferente o instancia judicial adicional de
protección.
(i) cuando el medio de defensa judicial dispuesto por la ley para resolver las
controversias no es idóneo y eficaz conforme a las especiales circunstancias del caso
estudiado, procede el amparo como mecanismo definitivo; y,
(ii) cuando, pese a existir un medio de defensa judicial idóneo, éste no impide la
ocurrencia de un perjuicio irremediable, caso en el cual la acción de tutela procede
como mecanismo transitorio.
Ahora bien, en cuanto a la segunda hipótesis, cabe anotar que su propósito no es otro
que el de conjurar o evitar una afectación inminente y grave a un derecho fundamental.
De este modo, la protección que puede ordenarse en este evento es temporal, tal y como
lo dispone el artículo 10º del Decreto 2591 de 1991, el cual indica: “[e]n el caso del
inciso anterior, el juez señalará expresamente en la sentencia que su orden permanecerá
vigente sólo durante el término que la autoridad judicial competente utilice para decidir
de fondo sobre la acción instaurada por el afectado”.
3.2.1. Del examen de la situación fáctica aquí ventilada, se vislumbra que, el requisito de
subsidiariedad se encuentra flagrantemente infringido, lo que descarta el éxito de la
alzada.
3.2.2. El artículo 6 del Decreto 2591 de 1991 preceptúa que la acción de tutela es
improcedente cuando existan otros medios de defensa, y que, en caso de corroborarse la
amenaza de sufrir un perjuicio irremediable, procede transitoriamente.
3.2.3. Sobre el solicitante del amparo recae la obligación de acreditar, al menos, de forma
sumaria, la amenaza de sufrir un perjuicio irremediable que torne ineficaces las
herramientas regulares que defiendan aquellos intereses, habilitando con ello la
intervención transitoria del juez de tutela.
3.2.6. Recuérdese que la acción tuitiva fue concebida como un remedio para conjurar
situaciones de inminente amenaza que causaran agravios a derechos fundamentales,
premisa que contiene de manera implícita un rasgo de certeza sobre la ocurrencia de la
acción u omisión genitora. Reitérese que, no existe ninguna probanza que conlleve a
concluir que las vías genéricas para promover pleitos de esta estirpe sean ineficaces.
3.2.7. La intención de esta exigencia se orienta a que las personas ejerciten los medios
de defensa tanto ordinarios como extraordinarios que contemple la Ley, de tal manera
que se disuada el uso indebido de este mecanismo constitucional como vía preferente o
instancia judicial adicional de protección.
esté dado al juzgador constitucional invadir esa orbita, pues ello atentaría contra la
prerrogativa del juez natural que les asiste a las partes en contienda.
3.2.8.1. Se insiste que las pretensiones económicas, por regla general excluyen la
procedencia de la acción de protección, pues esta está ideada para el restablecimiento y
satisfacción de derechos de índole fundamental, de los cuales, como ya se dijo, no se
aprecia lesión.
3.2.9. Déjese sentado, por último, que en materia de tutela el perjuicio irremediable, se
entiende como el riesgo inminente y palmario de afectación a un derecho fundamental,
ergo, no puede ser demostrado con avalúos o cuantificaciones pecuniarias de daños
materiales por concepto de lucro cesante, pues los intereses involucrados no son de la
misma naturaleza.
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
Firmado Por:
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