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~ ALFAGUARA INFANTIL “eg j;ADIOS, PEQUENO! ‘Titulo original: BYE BYE BABY © 1989, Janet y Allan Ahlberg Publicado por primera vez por William Heinemann L.td., 1989. Publicado por Puffin Books, parte de Penguin Books Ltd., 1999. © De la traduccién: 2006, Marfa Puncel © 2006, Santillana Ediciones Generales, S. L. © De esta edicién: 2008, Santillana S. A. Ay, Primavera 2160, Lima 33 - Pert Alfaguara es un sello editorial del GrupoSantillana que edita en: + Espafia * Argentina * Bolivia * Brasil * Colombia * Costa Rica * Chile * Ecuador ¢ El Salvador * Estados Unidos * Guatemala * Honduras * México * Panam * Paraguay * Peri + Portugal * Puerto Rico * Reptblica Dominicana * Uruguay * Venezuela Editora: Marta HiGueras Diez Cuidado de edicién: ANA LOLI Diagramacién: PATRICIA SORIA Retoque digital: JuLio GaLLEGos ISBN: 978-603-4016-38-5 Hecho el depésito legal en la Biblioteca Nacional del Perii Ne 2008-04236 Registro de Proyecto Editorial N° 31501400800190 Primera edicién: marzo 2008 ‘Tiraje: 2000 efemplazes Impreso en Pert - Printed in Peru Metrocolor $. A. Los Gorriones 350, Lima 9 - Pend ‘Todos los derechos reservados. Esta publicacién no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en, 0 sransmitida por, un sistema de recuperacién de informacién, en ninguna forma ni por ningiin medio, sea mecinico, foroquimnico, electrdnico, magnético, electrodptico, por fotocopia, 0 ‘cualquier otro, sin el petmiso previo por escrito de la Editorial, jAdios, pequeno! Janet y Allan Ahlberg “gee Hava una vez un nifio pequefo que no tenia mama. Vivia completamente solo en una casa. El solo se preparaba la comida y él solo se bafiaba. Y hasta se tenia que cambiar los pariales él solo. Era muy triste. Una noche, después de acostarse él solo y cuando todavia estaba despierto, pensd: “Soy demasiado pequefio para hacer todo esto. Necesito una mama”. Asi que, al dia siguiente, por la mafana temprano, se marcho de su casa para buscarse una mama. jAdiés, pequefo! E] nifio pequefio no podia caminar mucho rato seguido. Tenia que pararse a descansar de vez en cuando. Y tampoco podia correr sin tropezat y caerse, pero de todos modos siguid y siguid caminando. Después de caminar un buen rato, encontr6 a un gato sentado en lo alto de una tapia. Se estaba lavando con una pata dettas de las orejas. —Soy un nifio pequefio y no tengo mama —dijo el nifio pequefio—. éQuieres set tt mi mama? —No, pero puedo ser tu gato si me das de vez en cuando un poco de leche —dijo el gato—. Y, si quieres, te ayudaré a buscar una mama. Ella podra darme también un poco de leche. 12 Asi que el nifio pequefio siguid su camino y el gato se fue con él. jAdids, pequefio! 13 No muy lejos de alli, encontraron a un osito que estaba desayunando debajo de un arbol. —Soy un nifio pequeno y no tengo mama —dijo el nifio pequefio—. éQuieres ser ti mi mama? —No, pero puedo ser tu osito si me abrazas de vez en cuando —dijo el osito—. Y, si quieres, te ayudaré a buscar una mama. 16 Asi que el nifio pequefio siguid su camino y el gato y el osito se fueron con él. jAdidés, pequefo! Y no habian caminado mucho rato cuando encontraron una gallina mecanica que estaba al borde del camino, escarbando en la tierra y haciendo “clo, clo, clo...”. —Soy un nifio pequefio y no tengo mama —dijo el nifio pequefio—. éQuieres ser ta mi mama? —Clo, clo, clo hizo la gallina, lo que queria decit—: No, pero puedo ser tu gallina mecanica si me prometes que no me saltaras la cuerda. Y, si quieres, te ayudaré a buscar una mama. Dicen que una mama es la mejor amiga de una gallina. 20 Asi que el nifio pequefio siguid su camino y el gato, el osito y la gallina mecanica se fueron con él. jAdids, pequefio! 21 Y no se habjan alejado mucho de alli cuando encontraron a un sefior mayor sentado en un banco y leyendo el periodico. —Soy un nifio pequeno y no tengo mama —dijo el nifio pequefio—. éQuieres ser ta mi mama? —No, pero puedo ser tu tio si me asegutas que no me despertaras por las noches —dijo el sefior mayor-. Y, si quieres, te ayudaré a buscat una mama. Todo el mundo necesita una mama, jhasta yo! 24 Asi que el nifio pequefio siguid su camino y el gato, el osito, la gallina mecanica y el sefior mayor, que ahora era su tio, se fueron con él. Y no habian caminado mucho cuando empezaron los problemas... El nifio tropezo, se & cayo y se dio un golpe en la natiz. El osito tropez, se cayO y se dio un golpe en la suya. Los dos todaron hasta caer sobre la gallina. El sefior mayor, que ahora era su tio, quiso ayudar y lo que hizo fue pisarle la cola al gato. Y lo peor de todo fue que el cielo se puso oscurisimo de repente y... — empezé a llover. X “> El nifio pequefio estaba en el suelo, caido encima de la gallina, y empez6 a llorar: —jQuiero que venga mi mama! —jQuiere que venga su mama! —dijo el tio. —jMama! —llamaron el gato y el osito. —jClo, clo...! —hizo la gallina, lo que queria decir —: ;Mama! 27 Y justamente, en ese momento, aparecio por el camino una sefiora empujando un cochecito. —¢Me ha llamado alguien? —pregunto. —jSoy un nifio pequenio y no tengo mama! —dijo llorando el nifio pequeno. —~jQué casualidad! —dijo la sefiora—, yo soy una mama y no tengo nifio pequeno. —Yo creo que esta es una casualidad estupenda —dijo el tio. Y el nifio pregunto: —Quieres ser mi mama? Y la mama contest6: —(Si! 32 Asi que la nueva mama levant6 al nifio pequefio, le limpid las lagrimas y a ye le dio un par de besos. Luego lo meti6 en el cochecito y, como la Iluvia era cada vez mas fuerte, se encamind deprisa hacia su casita, Por el camino, el osito iba preguntandose una y otta vez: —¢Querra ser también mi mama? El gato preguntaba: —éTienes leche en tu casa? Y la gallina decia: —Clo, clo... lo que esta vez sdlo queria decir eso: clo, porque todavia estaba un poco mareada del golpe que le habian dado el nifio y el osito. En la casa, la mama bafié al nifio y le puso unos pafiales secos. El tio hizo té y el osito abrid un paquete de galletas de nata. 38 Luego todos se sentaron frente a la chimenea encendida. 39 El tio bebia sorbitos de té y hojeaba un libro. —Léenos un cuento —pidié el nifio pequefio, que estaba sentado en el regazo de la mama. —2Qué clase de cuento? —preguntd el tio. —Un cuento triste —dijo el gato. —Que termine bien —dijo la mama. —Muy bien —dijo el tio. Asi que, mientras el fuego crepitaba en la chimenea y la lluvia repiqueteaba en las ventanas, empezoa leer: —Pues sefior, habia una vez un nifio pequefio que no tenia papa... EI nifio pequefio abrid unos ojos asi de grandes. —jYo soy un nifio pequefio que no tiene papa! -exclamo. {Qué coincidencia! —dijo el gato. El nifio pequefio se bajé de las rodillas peg J de su mama y se match6o hacia y la puerta. 42 —Se va en busca de un papa —dijo el osito. El nifio empezé a caminar por el sendero y su mama, el tio, el osito, el gato y la gallina mecanica se fueron con él. jAdids, pequefio! 43 Y, al cabo de un ratito, el nifio pequeno encontr6 a un caballo. —¢Quieres ser mi papa? Y un poco después, el nifio encontré aun conejo. —é Quieres ser mi papa? Y, unos minutos més tarde, el nifio encontr6 ja un papa! —é Quieres ser mi papa? Y el papa contesto...

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