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UNIDAD 1. capitulo? Portefios y provincianos : .) Elex gobernador de Buenos Aires, Carlos D'Amico, sefalé que Jos partidos politicos de la época eran agrupaciones meramente personalistas que existian exclusivamente a la sombra del prestgio del caudillo de turno, : Esta afirmacién es sin duda exagerada, pues no tiene en cuenta las ocasiones durante las cuales contlictos de cardcter regional, sectoral o meramente ideol6gico dividieron profundamente a las diversas agrupaciones. (.) Sin embargo, sefala un hecho de indudable importancia,(...)en una sociedad donde la accién politica esta restringida a un pequefio sector de la opinién, las calidades personales de los lideres politicos adquieren extrema significacién para el desarrollo institucional”. Gallo, Ezequiel: “La evolucién del periodo 1874-1886", en Ezequiel Gallo y Roberto Cortés Conde: La Reptiblica ‘Conservadora. Buenos Aires Hyspamérica, 1986, "Vamos a ver, sefores cocineros (dirigiéndose a Roca y sus ministros), si me hacen comer algunos nuevos platos. Cansada estoy de comer pasteles, la Gnica cosa que sabe hacer mi ‘iltimo cocinero (Avellaneda, el presidente saliente)”, EL CONTROL DEL PODER: ELITES, ELECCIONES Y PARTICIPACION POLITICA 3s institucionales provistos del poder central, sobre la base de un consenso que convalidara Su cont politico, Este fue ejercido por el grupo més ilustrado y preparado para respon, der al bien comtin, aunque ello significé la aplicaci6n de restricciones en sistema de acceso a los cargos electivos. Con Julio A. Roca en la presidencia, ese control ma expresi6n, aunque albergaba en su seno el ger i : posicién. El funcionamiento eficaz de ese sistema requeria del cuidado la relaci6n entre Buenos Aires y el interior. Ast, por ejemplo, las formuls presidenciales se componfan de un portefio y un provinciano. También dich, sistema necesitaba de la capacidad de los partidos politicos provinciales y qe la capital de afirmarse como tales, ya que si bien no tenfan grandes diferencia programdticas, dotaban de mayor legitimidad a sus dirigentes y fortalecian g una verdadera oligarquia gobernante que concentraba el poder politico y « ‘econémico. Se configuré asi un sistema hegeménico, en el que el presiden y los gobernadores de provincia, verdaderos gobernantes electores, imponian a sus respectivos sucesores. Una ley electoral que establecfa el voto voluntaig y cantado, y que entregaba la confeccién del padrén y la organizacién de os comicios a las autoridades locales era la primera puerta abierta al fraude. A esa se le sumaban registros falseados, urnas “volcadas", sufragantes que votaban més de una vez, compras de votos y violencia comicial. El fraude deprimia confianza ciudadana en as elecciones, con lo que disminufa progresivamente la participacién electoral, como han revelado diversos est:idios sobre el tema por la Constitucién nacional fer, | politico alcanz6 su méy men de su futura descom, Presidentes argentinos entre 1880 y 1916 st Uribe, 895 91898 Migost joarer {allo A Rosa | Siem Pf, sume Colman Frases 1904 188631590, ls Stons Poe 189221895, oepresidnte dea férmul, Carlos Pallegrn, sui nuncia la Repdblica. El Mosquito, Buenos Aires, 1886. 42 Escaneado con CamScanner Fame at El radicalismo en el poder El mundo de la época (1916-1930) e Demandas democratica c= i Re ont tory Ce are oy LUei:3 T i Mg 2! 7 CRISIS DEL REGIMEN Vv. Dy -OLIGARQUICO: RSC ere cc ret = Ampliacién del sistema democratico eter ar ey y oy CET ee rari Ch ——) ma ren v Deco Sara = Reece Oposicién de los sectores dominantes " COCO erence ches CSS eT REEL) Escaneado con CamScanner ce ne ee a 5 NC ROLOR CTC ET nm eC TeMCR EN cern PULA NTN a tet a Nita trem ent nr) DAR Oe Rona eK SN cnet rerte no rTy cE an eUNIM ECO ter SIR Cay SEL ORM Cc aK TC MEe TUN Tee Tr) EY rTeM IN CORN MRI 2) EL ASCENSO DEL RADICALISMO Las elecciones del 2 de abril de 1916 representaron el triunfo de la refor- ma politica iniciada en 1912 con la Ley Séenz Pefta, que habia establecido el sufragio universal, secreto y obligatorio para varones mayores de edad. Los comicios libres y limpios eran un objetivo por el que luchaban dife- fentes sectores. Desde 1890, el régimen oligérquico —que habia sido capaz de modernizar econdmica y socialmente el pafs— se encontraba cuestionado por sus practicas politicas electorales. La Uniébn Civica Radical era una amenaza constante, pues habia protago- nizado dos sublevaciones y podia volver a levantarse en contra del régimen para imponer el cumplimiento efectivo de la Constitucién nacional. Ademés, mantenia la abstencién, es decir, la no participacién en el sistema politico, por considerarlo itezitimo Por otra parte, ei movi al tiderado por anarquistas y socialis- tas, ademés, socavaba |as bases del résimen. Por sltimo, dentro de la misma elite gobemante, habia sectores liberales —-ent:.)ezados por Lisandro de la Torre— que tamb 4 ampliaciér: de tos decechos politicos a todos los ciudadano: La reforma politica ir .cciones debfan surgir democraticamente a v2 ic idlos politicos, y no por acuerdo y conve niiencia entre un reducido guy igentes. Tal vez por esta raz6n, sorprendi6 tanto a los conservadores (como comenzaron a !lamarse los hombres vinculados al régimen) el triunfo de Hipélito Yrigoyen en !a eles embargo, el radicalismo era el Gnico partido preparado para el cambio y organi- zado a nivel nacional. Durante la prolongada abstencién revolucionaria, habia logrado crear comités (locales partidarios) a nivel barrial, municipal, provincial y nacional, lo que implicaba la formaci6n de dirigentes nuevos que mantenfan tun contacto permanente con los votantes y en cada rincén del pat. El Partido Socialista también tenia una estructura orginica sélida, pero su presencia sélo se limitaba a las grandes ciudades. Los refotmistas, por su parte, pensaban que los grupos conservadores provinciales se unirian en un gran partido nacional, que limpiaria su pasado triunfando libre y demo- craticamente en las elecciones de 1916, Pero, tras la derrota, sélo lograron obstaculizar la gesti6n de los gobiernos radicales que, pese a las vicisitudes de una coyuntura internacional desfavorable, lograron mantener vigentes los principios republicanos hasta la crisis de 1930. ones nacionales. Sin Pn Cad 1. Leé los contenidos del capo y subrayé las respuestas alas ites os prepnias. ‘2. LQueé met see reconoce a regimen oligarquioo? b2De qué modo expresaba la UCR (a oposicion a este régiment? 2. Enumeré las demandas de quenes propicaban a reform politica, En grupos, investiguen en libros, enciclopedias y en internet sobre cel significado de “elecciones libres y limpias”,y hagan un cuadro cexplicatvo para debatircon sus ‘compafieros.. Escaneado con CamScanner UNIDAD. capitutos LA PRIMERA PRESIDENCIA DE HIPOLITO YRIGOVEN Res, ~. (1916-1922) El triunfo del caudillo radical en las elecciones mec oles de 1916 pa sepultar las practicas politicas del pasado. Pero i fadicales no obtuvi la mayoria en el Poder Legislativo. En la chr se iutados reign tegomentado ennuestaConstuaen, y clecciones legislativas de 1918, el radicalism logr6 obtener mayors ‘po fue Yrigoyen niel primero nieluitino ; CAmara de Senadores continué en manos de én al Gobierno hasta 1930. que loviilzs. Pero, durantesu primer; 0 un reducto de gran oposicién j El Congreso reflejaba un mapa electoral adverso en el que, Con excepegg de Cérdoba, Santa Fe y Entre Rios, todas las provincias continuaban gobs, nadas por los conservadores. Frente a esto, Yrigoyen recurri6 a dos mét cuestionables: por un lado, ignoré al Congreso por considerarlo ilegitime un resabio del régimen anterior, al punto que ni siquiera fue a dar el discurgy inaugural de su gobierno; y por otro, recurrié a las intervenciones federal en las provincias opositoras. La oposici6n conservadora reaccion6 trabyindol proyectos legislativos importantes —como el Codigo de trabajo y otras inici tivas—, y ese clima de violencia termin6 por afectar la gobernabilidad y legitimidad del Gobierno. Pese a estos problemas, la imagen de Yrigoyen se mantuvo intacta fren a aquellos sectores de clase media y baja que no sdlo se habfan incorporadg recientemente al sistema politico, sino que, a través de la militancia paride ria, se habfan convertido en dirigentes locales. Estos, atentos a las necesidades de los vecinos, otorgaban favores y prebendas —tales como un puesto en administraci6n publica o la solucién a algin pedido particular— a cambiode Votos. Este mecanismo denominado patronazgo permiti6 el afianzamiento de los caudillos barriales o punteros que, a la hora de los comicios, garantizaron el éxito electoral. Las intervenciones provinciales Elmecanismo de las intervenciones ests COnstituyen, ‘mandato, realiz6 veinteintervenciones, de las cuales solo cinco fueron prabadas porel Congreso, tl como ‘exige la Constitucion Incluso algunas provincia, claremente opositoras como ‘San Juan y Mendoza, fueron interveridas en tres oportunidades. El estilo del presidente despertaba la admiracién de mucha gente, ala que atendia en forma personal, preocupandose por sus proliic:nas y poniendo la mecanismos del Estado al servicio de las necesidades populares. Esta actu Hipolito Yrigoyen llega a la Casa “personalista” le permitié ser considerado por mucho: de Gobierno después de haber rata, aunque también despert6 el odio de sus detractor jeraeecon, ree ta da partido, que lo acusaban de demagogo* de simpatizantes mo el gran demé s, dentro y fuera dé ~@ 000 Palahrasde 4 espetialistas El orden politico ETON EER “En su ley de reforma electoral de 1912, (..) Séenz Pefia prometia el sufragio para os varones adultos, la representacién de las minorias en el Congreso y el fin del fraude electoral. A'su modo de ver, el orden politico era esencial para que continuara la expansién econémica ly seialaba'] “Yo no apoyaré la opresién, pero condeno las revoluciones que la sustituyen o la agravan, y pienso que no habremos de consolidat ‘nuestro presente, sino por el perfeccionamiento gradual dentro del orden” * Demagogo: aquel que pretende ganarse con halegos y falsas promesas el favor popular. Rock, David: “Argentina, de la Primera Guerra Mundial a la Revolucién de 1930", en Bethel L: Historia de América Latina t. 10. Barcelona: Critica, 1992. p. 96 Escaneado con CamScanner La cvestién obrera En materia de politica social, el radicalismo era partidario de la “armonia entre {as clases". Por este motivo, y a diferencia de los gobiernos anteriores, durante «este periodo el Estado asumié el rol de mediador en los conflictos sociales. Esta acci6n tuvo éxito entre 1917 y 1918, aos en los que aumenté nota- blemente el namero de huelgas. Los grandes gremios, como la Federacién Obrera Maritima y la Federacién Obrera Ferrocarrilera —cuyo poder de nnegociacién resida en su capacidad de paralizar la economia porque eran los transportistas de los productos al puerto (FOF), y de este, al mercado exterior {FOM)—fueron recibidos por Yrigoyen, quien atendié sus demandas y presio- 'n6 a las empresas para que buscaran una solucién. Este era un hecho inédito que reflejaba la actitud del gobierno hacia los sectores obreros, pero también marcaba el cambio de conduccién en los gremios. En efecto, a partir de 1916, una corriente de origen francés denominada sindicalista logré desplazar a socialistas y anarquistas. Su objetivo era lograr mejoras econémicas, y, para ello, sus integrantes estaban dispuestos a la negociacién Pero, en otras ocasiones, presionado por los grupos patronales, el gobierno reaccion6 frente a los reclamos ejecutando una dura represién. Asi sucedi6 en enero de 1919, cuando estall6 una huelga en los Talleres Metaldrgicos \Vasena, situados en Nueva Pompeya, en la que obreros y policfas se enfrenta- ron violentamente durante una semana con un saldo de numerosos muertos. Si bien la Primera Guerra Mundial habia terminado, recién a fines de 1918 ién de la importacién de bienes europeos. La escasez implicé que se redujera la actividad me‘altirgica, con el consecuente despido de obreros. Asi cornenz6 ¢! conilicio de 1919 conocido como Semana Trdgica, cuya situacién s6lo fue contoind: Jo inten scito. Poco tiempo despucs, 22, en la Pat ostall6 ef conflicto entre los trabajaciores jei-aloves de ovejas fundamentalmente—y los patrones de estar yen gnuiis trom: a! mundo del teniente coronel Héctor Varela, quien, © vr ancieros, cometi6 abusos, atropeles y wa Je carera: snisodios despresti- gjaron al Ejército, que sos'en'a cre los heches e-39 una consecuencia directa de la politica demagégice del presidente La Liga Patriotica Enla Semana Trgjca, actud por primera vel Liga Patridtica, un grupo de chiles organizados ‘por el Centro Naval y bajo la conduccdn de Manuel Carés. Con un discurso nacionaista de

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