ciertas politicas acentuadamente economi-
cistas, constituyen gruesos nudos atravesa-
dos por la falta de equidad con los que esos
2 nudos se cristalizan, Hay un orden de priori-
es dadesen su tratamiento, pero hay un piso que
fe eee no se puede dejar de respetar; es el-piso
constituido por las necesidades basicas del
nifio, que con el adulto, reclaman atenci6n,
cuidado, nitricién y respeto, cuando menos.
Piso que es preciso romper para penetrar en
los estratos més hondos de su produccién;
describirlos, atacarlos, en pos de una trans-
formacién répida.
‘Los temas abordados tienden a eso. Pe-
can, no obstante, del tan criticado fractura-
lismo del saber contempordineo. Con todo el
ideal de una concepci6n integralista va to-
mando cuerpo en el quehacer cientffico y
docente de las «ciencias de laeducacién». ~~
Capital Federal, 30 de Junio de 1994.DE LA INFANCIA:
Una mirada a la relacién entre cultura, er ion,
sociedad y polttica en Argentina.’
~ SANDRA CARLI Introducci6n:
En este articulo pretendemos desplegar algunas re-
Hlexiones, avances de investigacién e hipdtesis sobre la
problematica de la niftez y los conceptos de infancia desde
tuna perspectiva hist6rica que alimente nuestra mirada de
Ja situaci6n actual
Datos del presente
En nifios y adolescentes se inscriben hoy en la Argen-
tina muchos de los sfntomas criticos de nuestra historia
social y cultural. Las dificultades de la sociedad adulta
argentina para “hacerse cargo” de Ja nifiez, como los
‘muestran numerosos ejemplos, revela el grado de profun-
didad de nuestra tragedia. Pichon Riviere y Quiroga sefta-
lan que uno de los elementos a evaluar en ta maduracién
adulta ¢s el sentido de generatividad', 0 sea la capacidad
de gestara la generaciGn subsiguiente, de intervenir en sus
formas de constitucién, de construirla socialmente. Cabe
Preguntarse dénde habré quedado sumergida la nuestra
después de tantos acontecimientos trégicos vividos por
nifios y adolescentes en las ditimas décadas,
En buena medida también las reflexiones y conceptua-
lizaciones en torno a la nitiez, suelen tener limites estre-
cchos. Los nifios han sido tradicionalmente mentados y
escenificados a partir de representaciones universalistas:
el concepto infancia operé durante bastante tiempo como
tun enunciado privilegiado que alude a un tiempo comin y
"eens en Ciencias lineal transitado por todos tos ntfos sin distinciones socia-
de la Educacién. Cursa Esta- les, Casi como un estado de gracia especial (que oculta las
dios de doctorado la en Facul- desgraci: ticul: infancia es objeto de inversién,
tad de Filosofiay Letras, UBA. gracias particulares) la inka 7 sold
Docentedelacéiedrade Histo:
sia de ls Educaci6n Argentina
Bocatia de Perfeccionamionto Este aneulosintetizaavancesrelizadas en el marca deun proyecto
del CONICET. Dieetora de deinvestigacén apoyadoactuslmente por una beca de perfeccionamiento
bbeca: Dra. Adriana Puig. del CONICET.protecciGn, control o represién. Generalmente tensadas
hacia el futuro las potticas estatales o de la sociedad civil
dirigidas a los nifios se supone repercutirin sobre la
sociedad en general a largo plazo, de all las apelaciones
constantes al tema, en lo que F. Dolto denominarfa el
“culto del nifio"?, Los nifios mientras tanto se extravian
centre las calles de las ciudades, se aburren en las aulas,
sobreviven en hospitales desmantelados.
Como si conformara un estrato nacido en el vacio, se
suele autonomizar a la nifiez de sus origenes e historia
propia. Los conclaves mundiales y regionales han tenido
muchas veces este cariz y operan de tal forma que desvincu-
Janel objeto de ta trama social
de Ia cual forman parte: la
desnutricién no remite, d
estos dmbitos, a una historia
social de generaciones
hambreadas en ciertos paises
(abuelos, padres, hijos) por
las politicas de ajuste, sino a
la ausencia de sensibilidad
social hacia los menores. El
correlato de esto es la recu-
rrencia de los pafses en imple-
mentar politicas hibridas, re-
presivas 0 conservadoras 0
Hanamente en ta ausencia de
politicas, cuya traduccién en
la realidad es por ejemplo la
reciente masacte de nifios en
Brasil,
‘Sin embargo, en el otro
extremo de esta universali-
zacin estrategias globales de
‘organismos como UNICEF o
las pricticas de grupos de la
sociedad civil avanzan en una
visiGn de Ta opresi6n infantit
que es particular y que se ——-——
especifica sin distinciones de orfgenes sociales, porque los,
niflos son en un nivel objeto de una explotacién especial,
intergeneracional.
Los conceptos de infancia
como construcciones histéricas
La educacién es en una de sus dimensiones vincula-
ign entre generaciones, y en este sentido ha sido siempre
pportadora de conceptualizaciones sobre Ia nifiez. Ocuparse
de ello supone abordar algo que se considera obvio y es a
la vez. obviado; los significante nifiez/infancia son recu-
rentes en 1a literatura educativa sin que por ello se haya
‘generado una deconstruccién de los significados que por-
taba, Este carécter de obviedad ha dejado sentado un
cconcepto de infancia como objeto dado desde siempre e
inmutable, ahist6rico y simple, cuya versiGn incorporada
en estudios de diverso tipo, es tal y tan lograda que ha
‘omitido las preguntas por sus transformaciones hist6ricas,
por sus matices, por sus desigualdades internas. Sin embar-
{go en el sentido comtin la conciencia de la historicidad de
las infancias vividas y en particular su memoria escolar,
esté presente en las charlas familiares, en los recuerdos de
los objetos de fantasia y deseo de cada generaci6n, en las,
clases que dictamos, en las apelaciones a que “antes era
diferente”.
Esta historicidad constitutiva fundamenta, desde el
punto de vista de la investigaci6n, e! inicio de una biisque-
da geneal6gica‘, en el sentido de rastrear historiografica
mente los discursos de una época sin suponer un sujeto
*Bousdien, P.."Algunss propiedades de los campos”, en Socialagia
1 Cultura, Nueva Imagen, México, 1984, p.135-141,
> Buenfil Burgos R.,“Intreduccién al Anilisis del discurso,Perspec~
tiva de investigacin”, en Ciencias sociales, documento de abajo, DIE,
CINVESTAY, México, 1985, p14.
> Buenfil Burgos, R., Andlics de dscureo y educacién, Conferencia
presentada en el Centro de Investigscign Edveatva de la Universidad de
‘Guadalajara, octubre 1991, p2."
> Foucault, M.,La arqueologia del saber, Siglo XXI, Bs.As. p62.
> Laclau, E., Hegemonta estrategia socialista, Siglo XXI, Madrid,
1987, p27.
SY aclay, B, opt, 133.
*Ziuch. 5. Fl subline objeto de la ideologia, Siglo XX1, p.142..
Jens Mart Barbet lo utliza para dar cuenta dela relacin entre
matrices culturales y procesos de comunicaciéa en AcLatina, y
‘Argumedo,Alcira para la reconstuccién de matrices de pensamicnto
nacional y latinoamerieano.
Cath S., op.