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El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 Fernando Botero Lecturas de Economia. No. 39. -I. La ciudad se transforma, 13. -II. La localizacién de la ciudad de Medellin (el viejo Medellin), 15. -III. E] Tranv‘a y su efecto urbanizador, 23. -IV. Obras de infraestructura de gran impacto urbano, 26. -V. El Plan regulador de Paul L. Wiener y José Luis Sert, 28. -VI. El modelo implicito en la conformacién del Medellin moderno, 32. Unarlequtn de cosas buenasy cosas detestables, ciudades mdso menos extensas, mds o menos gratas, pero sin una forma sin un estilo que las defina, mds bien tienen un “tercer estilo” que corresponde a no tener ninguno, pues no ha sido revelado hasta ahora mds que en forma referencial. Estdn en busca de algo que las revele y singularice. Ellas son como sus patses, politica y socialmente, en proceso de consolida- cién, en busca de una definicién que las haga salir del marginamiento estructural en que se encuentran. Alejo Carpentier I. La ciudad se transforma sintetizar algunas de las mAs signi- ficativas rupturas que se produje- S ron con la construccién de obras in pretender ser exhausti- materiales que transformaron el vos, en este ensayo se trata de paisaje urbano y la manera de con- 1 Carpentier, Alejo. Tientos y diferencias. Montevideo, Editorial Arca, 1967. Medellin, julio-diciembre 1993 14 Fernando Botero cebir ciertos espacios. Estas se pue- den analizar a través de algunos indicadores como la sustitucién de las plazas por parques, laconstruc- cién del parque de Bolivar y de la catedral de Villanueva con suespa- ciocolindante; as{como porlos prin- cipales efectos que tuvieron ciertas obras publicas en el rumbo que fue tomando el proceso de urbaniza- cién. Algunos cambios y tendencias en la morfologfa urbana se pueden identificar en el umbral clave de su modernizacién que coincide, en mi opinién, con el ultimo decenio del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, a partir de una lectura macro del tejido urbano. Sin em- bargo, algunos de ellos deben ser rastreados y situados més atrés para entender mejor dicho proceso. E] perfodo de 1890 a 1950 mar- ca, a mi modo de ver, el mayor esfuerzo realizado para transfor- mar a Medellin en una ciudad mo- derna y cambiar su aspecto pueble- rino. También coincide exactamen- te con el proceso de industrializa- cién que comienza a afectar la con- formacién del casco urbanoy aplan- tear la necesidad de adecuar y, en la generalidad de los casos, a crear Lecturas de Economia No. 39 ymunicipalizar, las principalesem- presas de servicios publicos (ener- gia, acueducto y alcantarillado, aseo, teléfonos, etc.), la mayoria de las cuales estaban en manos priva- das como, por ejemplo, los innume- rables acueductos que proliferaban y contribuian a una especulacién permanente a través de la compra- venta y concentracién de las fuen- tes de agua y sus terrenos adyacen- tes; la energfa (aunque era una empresa mixta estaba controlada por la familia Echavarrfa), el aseo (servicio delegado a contratistas particulares hasta 1912) y otras, cuyas historias hacen parte de la construccién y modernizacién dela Ciudad misma. Este perfodo fue de un gran dinamismo industrial e inicia la emergencia exitosa de empresas de textiles (nucleo principal), perotam- bién de alimentos, tabaco, cervece- rfa, locerfa y cerdmica, vidrio, ce- mento (aunque un poco m4s tarde amediados de la década de 1930) y algunas otras, asf como de expan- sién del cultivo del café, la trilla urbana y exportacién del granoyla reactivacién del oro con laintroduc- cién de tecnologfas m&s adecuadas para laexplotacién dela minerfade veta. El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 15 Il. La localizacién de la ciu- dad de Medellin (el viejo Medellin) Si observamos los mapas més antiguos de la Ciudad, al parecer correspondientes a los afios de 1782 y 1785,? puede entenderse, apoya- dos en informacién secundaria, por qué la Ciudad se fundaen el 4ngulo formado por el rfo Medellin y la ribera izquierda de la quebrada Santa Elena, que desciende en el sentido Oriente Occidente a encon- trarse con aquel. El agua potable suministrada por la Quebrada fue el factor determinante de la locali- zaci6n inicial de la Villa y constitu- ye el “acueducto natural” surtidor, durante mucho tiempo, no solo de agua sino de materiales para cons- truccién, constituyéndose de esta forma en la “nodriza” de Medellin. A. El desplazamiento de su eje de crecimiento Que barriadas! Apenas nacen y ya se alzan a mayores, albas y seforiales, como de casta infanzona. Y lo serén acaso? Medellin tiende al Norte cual aguja, y a las alturas como el humo, Septentrién y cerros fue- ron siempre blasonados. Tomas Carrasquilla 1919 Si comparamos los mapas de finales del siglo XVIII 0 el de 1800, con otros correspondientes a 18470 al de 1899, se puede apreciar cé6mo Ja Ciudad inicia un desarrollo toda- via incipiente a mediados del Siglo, pero ya muy definido: crecer hacia el Norte y sobre la ribera o avenida derecha de la quebrada Santa Ele- na. En este sentido, hubo un cam- bio de la localizacién inicial (sobre el costado izquierdo que bafiaba la Quebrada), hacia el costado dere- cho y en direccién hacia el Norte de la Ciudad (véanse Mapas 1 y 2). Este desarrollo se puede apreciar en el mapa de 1875 en donde ya aparece -a pesar de que sélo hasta 1892 se abriré al publico-* el Par- que Bolfvar que, juntocon la futura catedral de Villanueva (1875-1931) constituirfa el polo de desarrollo 2 Cfr. Ospina, Livardo E. Una vida, una lucha, una victoria. Monografia de las empresas y servicios puiblicos de Medellin, Empresas Piblicas de Medellin, 1966. p.70y ss. 3 Ibid. Medellin, julio-diciembre 1993 16 Fernando Botero Mapa 1 Medellin en 1800. Reconstruccién del Dr. Alvaro Restrepo E. (Reformada por H. M. R.) : iy a Escala 1: 10.000 (1 cm = 100 mts.) Fuente: FAES. Tomado de: Restrepo Uribe, Jorge. Medellin: su origen, progreso y desarrollo. Medellin, ed. Serigraficas, 1981. Lecturas de Economia No. 39 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 1'7 Mapa 2 Medellin en 1847. Seguin plano del Dr. Hermenegildo Botero. EDIPICIOZ. ; x= ——— Eveaia 110.000 (fe eo ey a 7 Abad wan Escala 1: 10.000 (1 cm = 100 mts.) Fuente: FAES. Ibid. Medellin, julio-diciembre 1993 18 Fernando Botero més importante en este sector dela Ciudad en los aiios posteriores. La creacién del barrio de Mun- do Nuevo o Guanteros en la segun- da gobernaci6én de Sylvestre (1782- 1785), con el objeto de trasladar a un grupo de indigenas habitantes de los terrenos cercanos a la plaza mayor, se puede observar en el mapa m4s antiguo aludido, e inicia un proceso de localizacién de los barrios “populares” hacia la perife- ria urbana y en la primera mitad del siglo XX, hacia el cuadrante Nororiental de la Ciudad, en donde las pendientes son cada vez mds pronunciadas a medida que se as- ciende, adquiriendo una forma de circo romano, como en forma certe- ra lo describe el Doctor Fabio Botero.‘ De este modo, a medida que el proceso de urbanizacién avan- za, los barrios populares mas re- cientes se han tenido que localizar en las zonas m&s pendientes y de mas dificil acceso, de manera que los barrios de comienzos de Siglo (hoy parte de la llamada comuna Nororiental) parecen hoy muy cer- canos al centro dela Ciudad actual. B. El Parque Bolivar y la Catedral de Villanueva La construccién del parque de Bolfvar (1888-1892), cuyo terreno fue donado a la Ciudad en el afio de 1857 por el inglés Tyrell Moore (1803-1881), quién habfa llegadoa Antioquia como técnico contratado para asuntos de minerfa, asf como las donaciones de algunos terrenos de Gabriel Echeverry y la venta en condiciones favorables realizada por el mismo Moore para permitir la apertura de las calles aledafas, fueron iniciativas particulares de- finitivas para desarrollar el barrio de Villanueva y consolidar la orien- tacién del crecimiento de Medellin hacia el costado Nororiental. Laconstruccién aledafia al Par- que Bolivar de la futuracatedral de la Ciudad (1875-1931), la de Villanueva, es el otro catalizador para el desarrollo de este sector y est4 {ntimamente ligada a la crea- cién de la Diécesis de Antioquia- Medellin y al traslado de la sede episcopal en 1868 a la segunda Ciudad. En consecuencia, se consi- 4 Cfr. Botero, Fabio. “Desarrollo vial en el siglo XX: lo que cuentan las calles de Medellin”. Revista Antioquefta de Economia y Desarrollo. Medellin, septiembre- diciembre de 1982. Lecturas de Economia No. 39 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 19 deré que se requeria una Catedral més acorde con su nuevo estatus: [...] La Catedral compré, ade- mds de casitas, extensos terre- nos en donde més tarde edifices el Seminario, vendié muchos lotes y conserva todavia el so- lar en donde estan hoy Merca- dos de la Candelaria [...J.¢ De paso conviene anotar, pues dice mucho del espfritu del perfodo ydesujerarqufa de valores, el gran esfuerzo que implicé para la Ciu- dad de entonces la construccién de esta magna obra. Su enorme mole, para el tamajio de la Ciudad de entonces y para los recursos del momento, resulta desmesurada, peroindicaclaramenteel valor sim- bélico y el poder de la iglesia en la Ciudad, muy por encima de cual- quier monumento civil o publico. Los mismos donantes de tierras (Moore y Echeverry), quienes brin- dan buenas condiciones paralacom- pra de los terrenos para la Cate- dral, comienzan a urbanizar este sector en las postrimerias del siglo XIX. La otra cara de la donacién es la valorizacién de sus tierras en este sector pues, en ese entonces, la accién publica corre detrés de la iniciativa privada en cuanto se re- fiere al desarrollo urbano. A finales de Siglo, este sector junto con el paseo de la Playa, se convierte en elegantes zonas resi- denciales: Entre 1880 y 1920 constru- yeron alli sus casas perso- najes del més alto nivel, par- ticularmente es de recor- dar la ligadura de la fami- lia Echavarria a todo este lugar geométricojunto ala Catedral.® Paralela a la construccién de la Catedral, el barrio se va poblandoy luego cambia su nombre por el de Bolivar. Recuerda el Dr. Bernal Nichols como: ...] También este sector tuvo sus hombres estorbos como lo fuera el doctor Uribe en el Si- glo anterior que trataron de 5 Bernal Nichols, Alberto. Miscelénea sobre la historia, los usos y las costumbres de Medellin. Universidad de Antioquia, 1976. 6 Botero, Fabio. Art. cit. p. 122. Medellin, julio-diciembre 1993 20 Fernando Botero entorpecer la urbanizacién de la Ciudad por conservar sus estancias; pero para 1910, ya estaban abiertas casi todas las calles de Villanueva (...).” Losalumnos dela recién creada Escuela de Minas (obsérvese la tem- prana impronta de la Ingenieria) realizan el plano del Parque en 1888. Consiste en un rectangulo de 180 metros de Sur a Norte por 80 metros de Oriente a Occidente. En su parte meridional est4 rodeado con una verja de hierro importada del exterior y se coloca una fuente de agua enel centro, después reem- plazada por la estatua de Bolivar en 1923, obra realizada por el ita- liano Eugenio Maccagnani sobre un modelo de Giovanni Anderlini. En la primera mitad del siglo XX se da el proceso de sustitucién de las fuentes de agua por estatuas de héroes de la independencia o de la politica local, como el caso de Pedro 7 Bernal Nichols, Alberto. Op. cit. p. 84. 8 Cfr. Ospina, Livardo E. Op. Cit. Justo Berrio, politico conservadory varias veces gobernador de Antio- quia, cuyo pedestal reemplaza la fuente y cambia los nombres de la antigua plaza mayor y luego de la Candelaria.* La transformacién de signos y simbolos es evidente, como se pue- de apreciar en los cambios de los nombres de las calles en un princi- pio ligados a las vivencias de la gente, los rituales religiosos, los sucesos cotidianos, la topografia del terreno, o su paisaje (nombres de érboles: el Chumbimbo, esquina del Ciprés, el Guandébano; el Llano, calle de la Amargura, el Resbalén, los Huesos, etc.),® por nombres de batallas memorables 0 de héroes patrios, partfcipes en la lucha porla independencia de Espafia (Boyac4, Carabobo, Pichincha, Junin, Bolf- var, Girardot) o de ciudades y paf- ses latinoamericanos (Caracas, Cu- ba, Bolivia, Venezuela, Peri, etc.).” 9 Véase Rodriguez Mira, Pedro. “Significado hist6rico de algunas calles y carreras de la ciudad de Medellin”. Repertorio histérico Vol. XVI, No. 148. Medellfn, 1941 y Ochoa, Lisandro. “Cosas viejas de la Villa de la Candelaria”. Medellin, 1948. 10 Cfr. Olano R. Memorias. Archivo Fundacién Antioquefia para los Estudios Sociales (FAES). Tomo II, 1923-1934. p. 130. Lecturas de Economia No. 39 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 21 C. Lasnuevasplazasdemer- cado Guardandorelaciénconloscam- bios en el uso de la plaza ahora transformadaen parque, perotam- bién ligado al crecimiento y moder- nizaci6n de la Ciudad, se asistiré a laconstruccién de Plazas de Merca- do modernas: Plaza de Flérezinau- gurada en 1892 y, luego, la mds famosa: la Plaza cubierta de Gua- yaquil (“Guayaco”)inaugurada dos aiios después. Anteriormente, cuan- do todavia no existfan: (..] La venta de viveres se ha- cfa en la antigua Villa de la Candelaria en pulperias o a domicilio hastael 5de septiem- bre de 1784 enqueseverificéel primer mercado publico en la plaza que es hoy parque de Berrio, veneiendo la desespe- rada oposicién de los pulperos, la que obligé al Gobernador Provincial, Don Francisco Sylvestre, fundador del mer- cado, [...] a intimar a los veci- nos para que concurrieran al mercado, el que se efectuaba los dfas viernes hasta el afio de 1788 en que se trasladé al do- mingo y el 3 de Octubre de 1790 volvié @ trasladarse al viernes a peticién de los pulperos y por orden del Go- bernador Don Francisco Ba- raya." Se realiza asf la sustitucién de la Plaza Mayor, algunos dias utili- zada como plaza de mercado con sus toldos, por el Parque Berrio a partir de 1895, que tiene ahora una funcién de representacién y osten- tacién del poder politico y religioso y al mismo tiempo de lugar de fes- tejo, recreacién o reuni6n publica y hasta de sitio propicio pararealizar negocios de bolsa y especulacién a comienzos de Siglo, pero sin que los objetos intercambiados se encuen- tren a la vista como en el anterior mercado. A diferencia de otras ciu- dades que aunque cambiaron la funcién conservaron el nombre de Plaza (las plazas de Bolivar y de Caicedo en Bogoté y Cali), en Me- dellin las dos principales situadas en el centro histérico se denomina- r4n parques de Berrfo y Bolfvar. Con la construccién de la nueva Plaza de Guayaquil se edifica la 11 Betancur, Agapito y otros. La Ciudad. Medellin, Editorial Bedout. 1925. p. 82. Medellin, julio-diciembre 1993 22 Fernando Botero famosa Estacién Medellin (inaugu- rada el 9 de mayo de 1914)” y la Plaza de Cisneros, lugar privilegia- do para las grandes manifestacio- nes politicas y la movilizacién ma- siva y popular en los afios treinta. La construccién de la Plaza cu- bierta de Guayaquil por iniciativa del millonario de la época Carlos Coriolano Amador, en el sector Occidental de la Ciudad de enton- ces, constituiré junto con la Esta- cién del ferrocarril, iniciada en 1913, un verdadero puerto seco sobre el cual gravitaré el mercado de vive- res y todo tipo de comercios y tran- sacciones, inclufda su agitada vida nocturna. La construccién de la Plaza de Mercado se contrata con el arqui- tecto francés Carré, quien llega ala Ciudad con el objeto de reformarlos planos iniciales y de realizar la inmensa catedral de Villanueva, fabricada en ladrillo a la vista, a finales del siglo XIX. L...] El Mercado cubierto de Guayaquil se inauguré solem- nemente ante representantes del Cabildo el 23 de junio de 1894 y se construyé por el ar- quitecto francés Carré, en vir- tud de privilegio que por 25 afios concedié el Municipio a DonCarlosC. Amadory otros, Plaza de que se hizo propieta- ria la municipalidad el 23 de Abril de 1917 por haber com- prado a los privilegiados en $29,120 el derecho de usufruc- to durante los 26 meses que faltaban para la espiracién del privilegio [...J. Este mismo arquitecto se en- carga de disefiar y dirigir la cons- truccién de dos edificios cercanos a la Estacién y ala Plaza que existen hoy, milagrosamente, en pie: los edificios Vasquez (familia contra- tante) y Carré (en honor a su au- tor), construidos entre 1895 y 1900. 12 Bravo Betancur, José Marfa. Andlisis sobre su proceso histérico y desarrollo urbanistico, Medellin, Ed. por el Concejo de Medellin. Julio de 1991. p. 94. 13 Betancur, Agapito. Op. cit. p. 83. 14 Cfr. Informe Fundacién Ferrocarril de Antioqui: in memoria no hay ciudad”. Revista Hoy por Hoy No. 291. Agosto 20-26 de 1991. Lecturas de Economia No. 39 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 23 En torno a esta Plaza se desa- rrollael barrio de Guayaquil y otros cercanos convirtiéndose, indudable- mente, en un polo de desarrollo del crecimiento de la Ciudad hacia el Occidente. III. El Tranvia y su efecto urba- nizador Un trio urbanizador: El Acue- ducto, el Tranvia y Don Ma- nuel José [Alvarez]. Livardo E. Ospina. El Seftor Manuel J. Alvarez C. dice respecto de la construe- cién del tranvia: Por interés particular y por interés patriético juzgo muy conveniente, que una de las lineas del tranvia llegue hasta el Manicomio (...]. Con el objeto de hacer menos costosa la construccién de los tranv{as, ofrezco donar gratui- tamente al frente de la plazole- ta que se ha acordado cons- truir frente al manicomio; yen lugar conveniente una exten- sién de terreno de hasta veinte mil (20000) varas cuadradas para que en ese lote de terreno se construyan los talleres, ga- rage, depésitos, ete. Asi mismo ofrezco otorgar el permiso permanente, para atravesar mis tierras, con los postesy lineasde alambres que han de llevar la corriente des- de la planta de Piedras Blan- cas. Desde comienzos de Siglo, el parque o Bosque de la Independen- cia(1911) y el barrio de San Pedro en cercanfas del cementerio del mismo nombre (conocido popular- mente como “cementerio de los ri- cos”), asf como la construccién de ciertas vias hacia el Norte y la existencia de grandes dreas de te- rrenos en las laderas orientales, en forma todavia de fincas privadas, con recursos suficientes de agua, favorecieron, junto con otros facto- res, el desarrollo de este sector Nororiental, sobre el cual se asien- ta y se consolida la Ciudad en el perfodo que va desde fines del siglo XIX hasta terminar la década de 1940, cuando el desarrollo se orien- ta sobretodo hacia el costado Occi- 15 El Espectador. Medellin. Julio 23 de 1919. Medellin, julio-diciembre 1993 24 Fernando Botero dental, al otro lado del Rio u Otrabanda. La innovacién que significa el arribo del ferrocarril y la construc- cién del tranvia en la primera mi- tad de la década de 1920, posibili- tan y facilitan la localizacién de buena parte de la poblacién obrera y clase media en lugares periféricos del centro de la Ciudad, que poco a poco, gracias a este medio de trans- porte masivo y a las vias construi- das, se integran r4épidamente al casco urbano. Al tranvia se debe el hecho de facilitar y propiciar no solamente el desarrollo del sector Nororiental de Medellin, sino tam- bién la zona Occidental. Seguin al- gunos estudiosos su principal méri- to seria: “{...] el haber roto definitiva- mente la barrera de expansién de la Ciudad hacia la amplia zona Occiden- tal, entre Belén y la Iguané [...]”.% En efecto, la construccién del tranvia se llevé a cabo de manera eficiente: se iniciaron trabajos en mayo de 1919 y en octubre de 1921 16 Véase Botero, Fabio. Art. Cit. Lecturas de Economia No. 39 se inaugura la linea a la América (4.68 kilémetros, al Occidente de Medellin). En noviembre de este aiio se hace lo mismo con la linea Buenos Aires (Centroriente) desde el puente de Colombia hastael par- que de Berrfo y se prosigue hasta la carrera Cérdoba; en diciembre pres- t6 servicio toda la extensién de la lmea (3.42 Kmts.). Lalfnea Bosque (parque de la Independencia), has- ta el cementerio de San Pedro, se inauguré en noviembre de 1921 (2.01 kmts.) y en julio de 1922 otro trayecto desde el Cementerio a Moravia, que luego seguiria hacia los barrios del Nororiente de la Ciu- dad. La linea de Sucre (Oriente de la Ciudad de entonces) se inauguré en marzo de 1922 desde el parque de Berrfo hasta Samaria, punto terminal de la linea (2.140 Kmts.). Asf, para 1922 se terminaron estas cuatro lfneas con un total de 14.37 kilémetros. Para 1923 la empresa tenfa 12 carros y movilizaba alre- dedor de 9.150 pasajeros diarios. La compajfifa urbanizadora del barrio Manrique contribuyé a la construccién de esta linea de 1.86 kilémetros y se darfa al servicioen El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 25, octubre de 1923. Al aio siguiente, se lleva hasta Robledo (3.2 Kmts.); en 1925 el tranvfa municipal llega a la plaza del Poblado y en 1926 a lade Belén (extremo Suroccidental). En fechas posteriores se termina la Ifnea a Envigado (municipio al Sur de Medellin en donde se localizaron varias industrias) y otras nuevas asf, como un “loop” en Cucuta- Cundinamarca para descongestio- nar el de Palacé Bolfvar, y una variante por la Avenida Primero de Mayo y Sucre a Bolivia para sepa- rar las lfneas de los barrios de Manrique y de Sucre entre los par- ques de Berrfo y de Bolivar, inau- gurado en 1927. Para noviembre del mismo ajfio se da al servicio la linea del Salvador (2.03 Kmts.) yse terminaba la de Cisneros ala esta- cién Villa. Laidea inicial eraexten- der la red a algunos municipios del Oriente cercano, en particular Marinilla y Rionegro, pero al pare- cer solamente llegé hasta la pobla- cién de Guarne." Como sefiala el Doctor Fabio Botero: (...] El sistema era una tela de arafia con puntas sueltas, que patentizé de inmediato el al- cance de la “mancha urbana” del moderno Medellin, el [...] que rebasaba los 350.000 habi- tantes, en 1951, afio en que precisamente se extinguieron las ltimas rutas de tranvia en servicio para ser sustitufdas por rutas de autobuses, que habfan venido ganando pro- gresivamente terreno desde 1930. Puede considerarse 1940, como el punto critico maximo del sistema del tranvia eléctri- co. En ese afio ya se ofan las voces que clamaban por susus- titueién, y otras que lo defen- dian tenazmente.” No hay que olvidar, como lo han sefialado algunos estudiosos de la Ciudad, el hecho de que aparte del Tranvia la Ciudad contaba con un ferrocarril para facilitar la comuni- cacién de toda la regién del Valle de Aburr4, lo que serfa luego la zona 17 Cfr. Gaviria, José. Medellfn en 1928. y Gil Pantoja, Hernan. “Lo que va de la urbanizaci6n al urbanismo”. Revista Antioquefta de Economta y Desarrollo. Ospina, Livardo E. Op.cit. pp. 140-143. y Bravo Betancur, José Marfa. Op. cit. p. 104, 18 Botero, Fabio. Art. Cit. p. 115. Medellin, julio-diciembre 1993 26 Fernando Botero metropolitana, hecho que lo ase- mejaba alos “trenessuburbanos de pasajeros” en otros paises. Al mis- mo tiempo posibilitaba el desplaza- miento al interior del municipio de Medellin, pues se contaba con va- rias estaciones: Villa, Bosque, Acebedo, Aguacatala, Poblado.® IV. Obras de infraestructura de gran impacto urbano LAPLAZUELA NUTIBARA Y LA CALLE DE CALIBIO Indudablemente que aquella cambié completamente la fiso- nomfa de pueblo que tenia Medellin con su parque de Berrfo al centro y las calles angostas en cuadricula como todos los pueblos de Antioquia y atin del Pats, Jorge Restrepo Uribe Las canalizaciones de la que- brada Santa Helena y del rio Mede- Ilfm, fueron factores de gran impac- to en el desarrollo del sector Occi- dental y de su comunicacién a tra- 19 Ibid. p. 115-116. vés de vias para el trafico automo- tor. Segun Karl Brunner, la canali- zacién del Rio para los afios cuaren- ta habilitarfa una zona equivalen- te “[...]a 650 hectdéreas que en gran parte podrén servir para futuras urbanizaciones”. En ese momento, la Ciudad con sus corregimientos vecinos contaba con 180.000 habi- tantesy, de acuerdo con los célculos del urbanista austrfaco, verfa incrementada su poblacién en los siguientes 20 afios en 80.000 habi- tantes, quienes requerirfan un érea urbana adicional de 800 hecté- reas.” Sin duda, en este momento era dificil prever con precisién el gran crecimiento pobla-cional, agra- vado por factores que en ese mo- mento no se conocfan (por ejemplo, la violencia a partir de 1948); en consecuencia, la proyeccién se que- d6 muy corta pues ya para 1951 la Ciudad contaba con 358.000 habi- tantes, superando con diez afios de anterioridad, en casi cien mil habi- tantes los estimativos de Brunner para 1960. De esta manera, para 20 Cfr Brunner, Karl. Conferencia. Progreso No. 14. Agosto de 1940. Lecturas de Economia No. 39 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 2'7 1964 contaba con 773.000 habitan- tes, es decir, habfa multiplicado 4.3 veces su poblacién con relacién a 1940" (véase Cuadro 1). Pero Brunner sf previé clara- mente que el crecimiento de la Ciu- dad debfa ser hacia el Occidente de la Ciudad y el resto de corre- gimientos como E] Poblado, Belén, América, Robledo, etc., por razones de disponibilidad de espacio. Para ese entonces (1940), Medellin re- querfa, de acuerdo con sus cdlculos, un 4rea adicional destinada a la expansién futura equivalente alas dos terceras partes del 4rea urbana de ese momento. En las proyeccio- nes del crecimiento demogréfico realizados por Brunner, ya habfa un déficit de 150 hectéreas y sus célculos, a pesar de ser desborda- dos por la realidad, indicaban des- de entonces claramente el proble- ma futuro y prevefan con lucidez y, desde entonces, en la zona metro- politana, la tendencia a conformar una gran mancha urbana. Poblaclén de Medellin 1825 a 1951 Cuadro 1” Afios Habitantes (miles) 1825 6 1835 15 1845 18 1851 22 1870 30 1883 37 Afios Habitantes (miles) 1905 60 1912 66 1918 79 1928 120 1938 168 1951 358 21 Cfr Echavarrfa, Juan José. “El paso de los habitantes por el siglo XX". Revista Antioquefta de Economta y Desarrollo. No. 30. Medellin, septiembre-diciembre, 1989. 22 Fuente: Con base en Echavarria, Juan Fernando, “El paso de los habitantes por el siglo XX". Revista Antioquefia de Economta y Desarrollo, No. 30. 1989. p. 73. Medellin, julio-diciembre 1993 28 Fernando Botero Aeste respecto anotabaen 1940 el Profesor Brunner: (.. En vista de que una exten- sin libre enestas dimensiones no existe al lado oriental del Rio, el ensanche de la Ciudad en gran parte se extenderd al otro lado del mismo. En la mis- ma época se extenderdn todos los corregimientos o se forma- rén nticleos nuevos de pobla- cién, comoen estos iltimos afios La Florida, y comenzarén a juntarse los contornos de la Ciudad misma conestaspobla- ciones hoy separadas, para ini- ciar asf la afirmacién del con- junto de la gran Ciudad inte- gral, del Medellin futuro. La mente previsora del urba- nista ya imaginaba la futura Ciu- dad y sus requerimientos en “Areas de recreo adicionales”, en vias arte- rias, en accesos cémodos, en plazas y centros cfvicos locales, mercados, clinicas, parques y “demas comple- mentos dela vida urbana organiza- da”. Infortunadamente, la oferta de sus servicios para realizar el 23 Conferencia de Brunner ya citada. Lecturas de Economia No. 39 Plano regulador de la Ciudad, no fue aceptada. V. El Plan regulador de Paul L. Wiener y José Luis Sert Sélo diez afios después (hacia 1950) de la visita de Brunner a Medellin, se encargaria a una fir- ma norteamericana(Wienery Sert) para realizar el Plan Regulador de la Ciudad. Citaré inicamente la evaluacién realizada por algunos estudiosos del fenémeno urbano en Medellin, para recoger la principal critica hecha al Plan citado en el sentido de: L..JSereminentemente un Plan vial, es decir que antepuso las consideraciones sobre las co- municaciones vialesaloscrite- rios de funcionalidad vital (es- pacio urbano y humano) de la Ciudad. En este sentido se le culpa del proceso de degenera- cién urbana de Guayaquil, y paradéjicamente del mismo caos enel transporte, como re- sultado de una inadecuada re- distribucién (desconexién) en- El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 29 tre las dreas de trabajo y lasde vivienda.* De este Plan derivaron aveni- das comola Oriental en el centro de la Ciudad y, de acuerdo con el inge- niero Fabio Botero, si bien el Plan Vial constituy6 uno de los cimien- tos del Medellin moderno, el estu- dio de Wiener y Sert: 24 & 26 LJ No capt6 plenamente la crucial significacién del “siste- ma del Rio” como eje vertebral dela metrépoli(vianacional de atravesamiento, via férrea, ar- teria metropolitana), ni perci- bié el cardcter metropolitano dela “mancha urbana” futura, y su real magnitud. La defi- ciencia es notoria en todo lo que concernia, por ejemplo, a la zona Norte desde Moravia, con excepeién de Berlin-Aran- juez. Ademés, la zona “Centro” (hacia el Noroceidente), no se capté en su importancia y en sus posibilidades de desarrollo (barrios Castilla-Pedregal, y anexos).* Una evaluacién més positiva sostiene Germ4n Téllez quien afir- ma: (..] En Medellin los estudios del Plan Regulador dieron pie a sucesivos perfeccionamien- tos del mismo y, a la larga, produjeron favorables efectos en la estructura urbana de la Ciudad. La correcta integra- cién del rio Aburré a la fisono- mia y al funcionamiento de la Ciudad, asf como el plantea- miento de buena parte de las vias de gran tréfico existentes hoy, cabe atribuirlos a las in- tenciones del Plan Regulador Original (...1. Aunque est4 por fuera de los marcos impuestos en este trabajo, Gil Pantoja, Hernén. “Lo que va de la urbanizacién al urbanismo”. Revista Antioquefia de Economia y Desarrollo. No. 30. Medellin, septiembre-diciembre de 1989 p. 103. Botero, Fabio. “Lo que cuentan las calles de Medellin”. Revista Antioquena de Economta y Desarrollo. No. 30. Medellin, septiembre-diciembre de 1989. p. 119. Téllez, Germén. La arquitectura y el urbanismo en la época actual. 1935-1979. Manual de Historia de Colombia. Colcultura, Tomo III. p. 376. Medellin, julio-diciembre 1993 30 Fernando Botero la evaluacién de este Plan que sélo se realizaria parcialmente y con gran lentitud (por ejemplo, la re- ciente obra de La Alpujarra, hace parte del Plan), constituye un mar- co de referencia digno de tenerse en cuenta para un futuro balance, com- parar la mirada y propuestas de estos arquitectos-urbanistas euro- peos exilados en Estados Unidos con la del profesor Brunner” y tra- tar de entender por qué se eligid, por parte de la élite de poder, a los segundos y no al primero, con el agravante de haber perdido Mede- lfm un tiempo crucial para la regu- laci6n de su crecimiento en la déca- da de 1940 y las siguientes. {Qué se podria pensar del pro- blema urbano de los aiios posterio- res y el gran crecimiento de la Ciu- dad en el decenio de 1950, cuando no se preparé este acelerado creci- miento y, mAs bien, el incremento demogr4fico se vi agravado por factores como la violencia en las zonas rurales que expulsa grandes flujos migratorios a las ciudades y, més atin, cuando Antioquia para estos afios centraliza sus activida- des urbanas en una sola ciudad, Medellin y su drea periférica? {Por qué a diferencia de otras regiones como el Valle del Cauca, Antioquia no desarrolla una red de ciudades intermedias?* A. El modelo haussmania- no: un punto de referen- cia En esa época Paris todavia se ahogaba en un enredijo de ca- les estrechas y tortuosas que ofrecfan a las barricadas y a sus defensores lugares propi- cios para los repetidos levanta- mientos populares, como ocu- rrié entre 1830 y 1851. Hauss- mann tuvo en cuenta estas advertencias al agrandar a Paris y al ensanchar sus vias publicas. En 1856 inicié la transformacién de la capital, ayudado en su tarea por los consejos y el apoyo de su sobe- rano. Como un verdadero Mi- 27 José Luis Sert era un destacado arquitecto espafiol exilado en Estados Unidos. 28 Véase al respecto el trabajo de Lotero, Jorge. “Desequilibrios regionales y produccién cafetera”, Realidad Social 2. Gobernacion de Antioquia. Agosto 1989- agosto 1990. Lecturas de Economia No. 39 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 31 nistro de Paris, no vacilaba en derribar barrios viejos para li- brarala Ciudaddelos obstécu- los opuestos a su extensién y salubridad. Karl Brunner® La experiencia francesa y el fa- moso programa de remodelacién de Paris del Barén Haussmann du- rante la época de Napoleén III, en la segunda mitad del siglo XIX, tuvo una gran influencia en toda Europa y de reflejo en América Latina. Este sistema que algunos autores franceses han denominado modelo haussmaniano, se aplicé en el caso de América Latina princi- palmente en las grandes ciudades y alcanz6 su mayor esplendor en ciu- dades como Buenos Aires 0 Ciudad de México.°° De acuerdo con Roncayolo, esta nocién fue el resultado de un proce- solentodecambioenlarepresenta- cién de la ciudad. Intentaba dar respuesta a una acumulacién de problemas y de tensiones, resulta- do de alzas violentas en el valor de la tierra y de los bienes inmobilia- rios; coincidiendo con los inicios de una oleada de decisiones en el cam- po del equipamento o infraestruc- tura urbana y en los transportes. Seguin este autor, la convergencia de un urbanismo autoritario y de las nuevas estructuras del capitalis- mo son los factores que desencade- nan el ciclo haussmaniano. El con- junto o combinacién de todos éstos formaria un sistema, incluyendo aquello que ignora, descuida o re- chaza. A este modelo se refiere Roncayolo con el nombre de haussmanizacién. Estaconcepcién reconcilia atra- vés de la lfnea recta, como para- digma, el triple punto de vista del embellecimiento 0 la estética, el de la higiene y el interés del comercio. Por su parte, los higienistas (médi- cos y salubristas) consideraban sano todo lo que fuera movimiento, 29 Brunner, Karl. Manual de urbanismo, Bogota, Imprenta Municipal. Tomo I, 1940. 30 Para una buena descripcién y andlisis del modelo en Francia véase Roncayolo, Marcel. La production de la ville. Ena obra colectiva (6 Tomes), dirigida por Duby, Georges. Histoire dela France urbaine. Tomo 4. pp.77-158. Para el caso latinoame- ricano, véase Romero, José Luis. Latinoamérica: las ciudades y las ideas. Ed Siglo XXL. Medellin, julio-diciembre 1993 32. Fernando Botero aereaciOn, penetracién de la luz e insanoe insalubre todo aquello que detuviera el libre movimiento del aire, del agua, de la luz. El anterior punto de vista fue compartido por los ingenieros(dela famosa Escuela Politécnica de Pa- ris y por los ingenieros de puentes y vias), preocupados por la organi- zacién de los transportes, los cana- lesy los ferrocarriles aescalanacio- nal y las redes en el interior de la Ciudad: vias, distribucién y eva- cuacién de aguas. Tanto los ingenieros como los salubristas o higienistas y los espe- culadores urbanos o grandes em- presarios de la construccién; cons- tituyeron los soportes principales del Bar6n Haussmann y, en buena parte, serfan los artifices de la con- cepcién que tomaria este nombre.*! VI. El modelo implicito en la conformacién del Medellin moderno Haussmann y Anspach com- prandoel predio particular am- pliaron las calles de Paris y Bruselas. Aqui los particula- res pellizcdndoles a los cami- nos y a las calles lo mas que puede los afea y angosta. Esta costumbre de tomar pedazos de tierra del comtin prospera en este municipio a la sombra de la mds completa tolerancia. Echada lahilera de tapias o de alambre, lacosa,conquerellao sin querella, para en que el pedazo se queda perdido aun- que alguno brame. Ya lo co- miin es que nadie brama. No- sotros mismos que entramosal Concejo como la mula de alqui- ler de la fabula estamos ya do- mésticos [...]. Lucrecio Vélez* De forma atenuada y no tan evidente, esta visién de la ciudad tuvo cierta influencia en el aparta- do Medellin de comienzos de este Siglo, aunque sus efectos prdcticos fueron mezquinos. Las influencias de modelos externos se pueden ras- trear a través de una lectura de la fisonomfa de la Ciudad, al destacar 31 Parala descripcién anterior del proceso de haussmanizacién me basoen el trabajo de Roncayolo, Marcel. Art. Cit, 82 Presidente del Concejo de Medellin. 1904. En Ospina, Livardo E. Op.cit. p. 230. Lecturas de Economia No. 39 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 33 el tipo de obras piblicas realizadas en ella durante la primera mitad del siglo XX, buscando reconstruir el modelo implfcito -por lo regular varios- de ciudad que habfa detrés de las obras y los aspectos que ha privilegiado sucesivamente. Estas Ultimas, a menudo ocul- tan otras dimensiones de la ciudad, desestimadas u omitidas a través de su historia. El aporte meto- dolégico que se desprende del an4- lisis realizado por Roncayolo cuan- doestudia el modelohaussmaniano como una totalidad articulada o sistema, involucra el conjunto de proyectos, decisiones y acciones, asi como los efectos buscados 0 no, tie- ne en mi opinién un gran valor heurfstico, en tanto analiza una concepcién o representacién de la ciudad que tiene en cuenta nosola- mente su concepcién teérica, sus resultados 0 efectos sino, también, sus vacfos u omisiones, de manera integral, sin pensar que todo esta previsto o calculado de antemanoo es simplemente el resultado de “es- trategias”, de los “intereses” de cla- se o de la “ideologia”.* 33 Cfr. Roncayolo, Art. cit. Apartir del conocimiento de qué pretendfa o en qué consistié grosso modo el modelo de Haussmann, pues este constituyé un marco de referencia no siempre expl{cito, in- tentaré una busqueda de posibles conexiones con el caso de Medellin. Unas primeras pistas se pue- den encontrar al analizar algunos articulos sobre el tema urbano, publicados a comienzos de Siglo, es decir, al hacer una lectura de estos textos, buscando en qué medida estaban influenciados por esta con- cepcién. As{, por ejemplo, en 1912 la célebre revista Progreso publicé un ensayo titulado Medellin futu- ro, en el que se destaca de manera suscinta las principales variables haussmanianas, sin mencionar el nombre del modelo, pero sf aludien- do al caso de Paris lo que resulta equivalente: la necesidad de vias amplias para facilitar y agilizar la circulacién, higienizacién dela Ciu- dad, intimamente ligada al aire puro y libre de obst4culos. Esta concepcién se consideraba en este momento como una verdad indis- cutible: Medellin, julio-diciembre 1993 34 Fernando Botero Es cosa probada hoy, y pasa como un axioma, que la ampli- tud de las calles de una ciudad debe ser la mayor posible, pues la higiene dice que mientras més al aire libre se viva, mejor se conserva la salud. Si reme- moramos lo que pasaba en tiempos remotos y compara- mos con lo que hoy sucede res- pecto a la construccién y arre- glo de las ciudades, notaremos que en aquellos, éstas tenfan calles muy angostas; citaremos como ejemplo a Paris y Toledo. Hoyestodolocontrario:elParis modernoensancha sus calles y se llenade parques, boulevares y avenidas.™ En 1934, el Tercer Congreso de Mejoras Publicas reunido en Mede- Ilfn, anotaba la importancia de la higiene publica y la necesidad de combatir la insalubridad en: “[...] habitaciones especialmente pa- ra las clases pobres y menes- terosas”.** Respecto a las vias publicas, no es dificil percibir que suconcepcién, como la de la higiene, estaba im- pregnada de las ideas desarrolla- das afios atrd4s por el Barén Haussmann.** Decfa el Congreso de Mejoras: “la via publica urbana lena de luz y de aire puro es un factor de salubridad que constituye una obligacién para las muni- cipalidades”.” En Medellin, laintervencién del Estado fue muy débil sise compara con aquella de tipo autoritario so- 34 Archivo Sociedad de Mejoras Publicas. Progreso No. 62. Medellin, 17 de mayo de 1912. p. 2. 35 Tercer Congreso de Mejoras Publicas reunido en Medellin del 15 al 22 de agosto de 1934. Bogot4, Imprenta Nacional, 1935. p. 189. 36 Francoise Choay, se refiere a “la estética haussmaniana” que privilegié algunos aspectos de la ciudad. Pero anota el gusto de Haussmann por las “perspectivas monumentales” y el desprecio e indiferencia en relaci6n con el tejido urbane, la arquitectura menor y la dialéctica que liga estéticamente los monumentos y su entorno. Véase: Choay, Francoise. Pensées sur la ville, arts dela ville”, En: Histoire de la France Urbaine. Tomo 4. Ed, Du Seuil. 1980. p. 201 y ss. 87 Tercer Congreso de Mejoras Publicas reunido en Medellin, ya citado. p. 189. Lecturas de Economia No. $9 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 35 bre la que se apoy6 Haussmann en Francia, con una gran tradicién de intervencién del Estado que se re- monta a la monarquifa absolutista. A pesar de los resultados modestos en materia de modernizacién de la Ciudad, si se les compara con la envergadura de los trabajos reali- zados en la ciudad de Paris, o silos situamos en una escala universal, el caso de Medellin presentarfa cier- tas analogfas e influencias indiscu- tibles de tipo haussmaniano, aun- que muy atenuadas en sus realiza- ciones, hecho que por lo demds fue normal en América Latina y se manifesté de manera muy precoz y mAs pronunciada en ciudades como Buenos Aires. En sintesis, existen semejan- zas con el caso francés (urbanismo haussmaniano 1850-1914) que no dejan de lamar la atencién, como: * La gran ingerencia y poder de losingenieros(depuentesy ca- lles en Parfs y de la Escuela de MinasenMedellin)en losasun- tos piiblicos y en laconstruccién de la Ciudad. * La sustitucién, en muchos ca- sos, de los arquitectos por los ingenieros para obras de orna- mento urbano. * Las rivalidades entre estos dos tipos de profesionales. Eldesprecio por la arquitectura y el tejido urbano. La especulacién urbana “aga- zapada” detr4sdelasobras pt- blicas. La importancia adquirida por los aspectos de higiene y salubridad publicas. A. Una ciudad sin alma: la pobreza arquitecténica Una ciudad que se desarrolla sin tener en cuenta el aspecto estético, sin preocuparse de la belleza, sin ornamentacién, podrd ser uncentro industrial, © un centro comercial, 0 una aglomeraci6n de edificios, pero no seré una ciudad. Ricardo Olano (Medellin acomienzos del siglo XX] No debe pensarse que al enumerarcalles, plazuelas, pla- zas y edificios publicos, haya tenido la intencién de dar as- pecto monumental a la capital de Antioquia. Todo existe en realidad, pero est4 muy lejos de asumir aspecto grandioso, Medellin, julio-diciembre 1993 36 Fernando Botero ya se la vea por la faz de la arquitectura, ya se la conside- re por el lujo, ya por el refina- miento artistico. Manuel Uribe Angel La gran ingerencia en la pla- neacién de la Ciudad que tuvieron de un lado, la Sociedad de Mejoras Publicas de Medellin y el Concejo de Medellin y del otro, la prestigio- sa Escuela de Minas (Ingenierfa), fue definitiva en la concepcién acer- ca del tipo de ciudad a construir, forjada por los miembros dela élite, quienes estaban en capacidad de decidir sobre estos asuntos. Esta concepcién o modelo implicito de ciudad, tendré consecuencias im- portantes en la fijacién de priorida- des en la inversién, manifiesta en Jos trabajos publicos realizados en Medellin, para adecuarla a las ne- cesidades que planteaba su moder- nizacién. Esta ultima, guardaba relacién con el inicio del montaje de sus primeras empresas fabriles de bienes de consumo de carécter na- cional, a comienzos del siglo XX, aunque este factor no es el tinico. Sin embargo, al mismo tiempo de- jaré de lado, olvidaré onose intere- sard por otras dimensiones de la Ciudad, de las cuales poco se habia ocupado el modelo haussmaniano. En efecto, la caracteristica més destacada de la arquitectura de la ciudad de Medellin serfa contra- riando algunas tesis de Aldo Rossi y Karel Kosic para Europa, la no supervivencia de su arquitectura.* Para estos autores, la superviven- cia de la obra arquitecténica y su permanente “reanimacién” e “in- teraccién” entre ella y la ciudad, darfan la clave de su persistencia: 38 Véase Rossi, Aldo. La arquitectura dela ciudad, Ed. Gustavo Gili S.A. 1982, Como afirma Salvador Tarrag6 en la introduccién a la oélebre obra de Aldo Rossi: “El reconocimiento del aspecto cualitativo de la arquitectura nos permite descubrir una dimensién esencial: su supervivencia; supervivencia que nos revela el caréc- ter espectfico de la realidad arquitectonica. La permanencia de la obra arquitec- thnica a través del tiemponoes un proceso de petrificacién y erosion en el decurso histérico -a pesar de que ciertas obras puedan correr este riesgo-, sino que es la capacidad de despliegue que hist6ricamente puede asumir la obra. Pero la capacidad de la obra arquitect6nica de sobrevivir en el transcurso del tiempo solamente es posible por su intima vinculacién a la realidad humana’. Lecturas de Economia No. 39 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 3'7 [..] Dicha supervivencia o facultad de la obra de ex- pandirse en el tiempo se basa en que su vida exige en cada momento una in- terpretacién, y constituye, al mismo tiempo, la segun- da dimensién temporal de la arquitectura.® A pesar de los avatares de la historia esta seria, a mi modo de ver, la caracteristica de la ciudad europea mientras que para algu- nas ciudades latinoamericanas y en particular para Medellin, la no supervivencia en un doble sentido: de la obra y del “intercambio” o “didlogo” con ella, la destruccién permanente de lo anterior y del paisaje urbano, seria la norma. Como el personaje de la obra de Max Frisch que al no aceptar la representacién que los demds te- nfan de él, termina por adoptar diversas identidades, convirtiéndo- se poco a poco en el fantasma de si mismo.“ Continuando con este sfmil, la ciudad de Medellin pareceria aver- 39 Ibid. p. 14. gonzarse de su legado arquitecté- nico, al destruir en cada fase de su evolucién urbana las principales obras anteriores: la arquitectura republicana destruye las “casas achatadas” de un solo piso, con te- chos de teja espafiola y aleros para protegerse de la lluvia y del sol, heredadas del perfodo colonial, por considerar sin duda que daban un aspecto pueblerinoa la ciudad emer- gente. A comienzos del siglo XX, se imitarén de manera ecléctica y sin un plan de conjunto, los modelos europeos sobre todo franceses, bel- gas, italianos y, después, norteame- ricanos y se superpondrén al entra- mado urbano, sin sufrir ningin proceso de adaptacién o armo- nizacién con el medio y sin ningin respeto por el entorno urbano. Pero, a su vez, cuarenta 0 cin- cuenta afios después, se destruir4n los edificios mAs representativos de comienzos de Siglo, como por ejem- ploel edificio Junin y hotel Europa, cuyo ciclo de vida fue de 43 afios (1924-1967). Este valioso monu- 40 Cfr. La seconde vie de Max Frisch. Le Monde Hebdomadaire. Du Jeudi 9 au mercredi 15 mai 1991. Medellin, julio-diciembre 1993 88 Fernando Botero mento arquitecténico, obra del ar- quitecto belga Goovaerts, fue de- molidosin necesidad paraconstruir el primer rascacielos que tuvo la Ciudad, el edificio Coltejer, acogido como simbolo de la civilizacién, del progreso y de identidad de la Ciu- dad e incluso en franca competen- cia en altura con edificios de otras ciudades.** Pero lo anterior no constituye un caso aislado, la mayorfa de los edificios construfdos en la plaza de Berrfo (como el edificio Olano) du- rante las primeras décadas de este Siglo, también fueron demolidos, como se puede comprobar al obser- var las fotografias de diferentes épocas. De estos, se enorgullecerfa la Ciudad durante cierto tiempo, hasta la siguiente fase con sus modelos y modas que tal vez en los ultimos veinte aiios coincida con la de los centros comerciales (frecuen- temente se recuerda con orgullo que Medellin fue lider con el centro comercial San Diego -1972-) y la construccién (todavia inconclusa) del primer Metro en el Pafs.? La presencia de un ciertolegado © patrimonio arquitecténico en el centro de Medellin es de una pobre- za mds bien franciscana, en tanto se han destrufdo buena parte de sus referentes, pero también por otras razones que luego analizare- mos. Sin embargo, la no supervi- vencia arquitecténica en el doble sentido anotado, resulta un inte- rrogante digno de reflexién. Se po- drian sugerir algunas hipétesis: La mencionada acerca de las influencias indiscutibles que los 41 Esta idea de la emulaci6n entre algunas ciudades en torno a la construccién del edificioms alto, la escuché al Arquitecto Benjamin Barney enel Seminario-Taller Historia Urbana y Patrimonio arquitecténico. Agosto 12 al 15 de 1991. Secretarfa de Educacion y Cultura, Banco de la Republica. Universidad Nacional (Seccional Medellin). Fundacion Ferrocarril de Antioquia. Medellin. 42. Este wiltimo ha tenido un costo desproporcionado con las finanzas de la Ciudad, aparte de otros inconvenientes y resulta discutible como inversién en una Ciudad sobrecargada de demandas de tipo social y con un desempleo que golpea sobretodo a los jovenes y a las mujeres, para citar sélo algunos ejemplos. Sin embargo esta obra es interesante, en particular, como “monumento” a cierta concepcién o modelo de ciudad y sus efectos en el entorno y paisaje urbanos, as{ como por su grado de “funcionalidad” frente a los usuarios potenciales. Lecturas de Economia No. 39 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 39 modelos fordneos siempre han te- nido en nuestro medio y en general enel Tercer Mundo, particularmen- te las que tuvieron el modelo haussmaniano en los albores del siglo XX y, luego, la gran influencia de las tendencias norteamericanas. En segundo y tercer lugares e inti- mamente ligadascon la anterior, el doble predominio de los ingenieros y de los intereses privados en el manejo de la Ciudad. Estos facto- res de car4cter local, abonaron el terreno para que los modelos im- portados que ya contenfan un fuer- te ingrediente ingenieril, fueran acogidos con beneplacito porla élite local en busca de la modernidad. Otra hipétesis (cuarta) comple- mentaria para entender el mismo problema, se puede enunciar de la siguiente manera: los intereses particulares no serfan ajenos auna racionalidad tendiente a maximizar sus utilidades, especulando con los bienes rafces y lucr4ndose del creci- miento urbano y de la necesidad de modernizacién de la vieja Ciudad. B. Los incendios: un meca- nismo de modernizacién Uncendio del parque de Berrfo en 1921] [...] parece que los perjuicios serdn pequefios para los propietarios de edificios y almacenes incendiados porque habfa buenos aseguros. La Ciu- dad ganaré porque todo lo in- cendiadoera viejoy feoy ahora se levantardn edificios moder- nos. Ricardo Olano El incendio de 1916, en pleno coraz6n de Medellin, en el Parque Berrfo, nos brinda una buena opor- tunidad para ilustrar qué tipo de ciudad tenfan en mente e fntima- mente ligado a este imaginario ur- bano, el factor especulativo: Lu] Un incendio acaecido en Medellin en marzo de 1916, nos ha dejado ensefianzas que conviene hacer conocer para que sean aprovechadas. Los edificios destruidos estaban si- tuadosal lado norte del Parque Berrioytenfan ocupadala par- te baja por almacenes y las altas por bancos y hoteles. Los edificios fueron completamen- te destruidos. Sobre los escom- bros se levantaron magnificos edificios modernos que son adornodela Ciudad. Pues bien, antes del incendio las propie- dades daban un medioporcien- Medellin, julio-diciembre 1993 40 Fernando Botero to(1/2 por 100) de interés men- sual sobre su valor, ahora dan uno por ciento(1 por 100) sobre el valor antiguo afiadido al de los gastos de reconstruccién Le La mayor rentabilidad se apli- cabaa los nuevos edificios que nose limitaron a la reconstruccién de casas grandes de dos 0 tres pisos, con algunos locales. En realidad, a partir de los incendios se moderni- zabuena parte de la plaza de Berrio, densificando su érea construfda notablemente. Asf por ejemplo, el edificio Olano construfdo en 1921, en el costado Norte (incendiado) de la plaza de Berrfo, constaba de cua- tro plantas, tres grandes locales en Ja planta inferior, treinta oficinas en los pisos superiores y seria el primer edificio con ascensor que tuvo la Ciudad. Los incendios de los afios poste- riores afectarfan todo el costado Occidental de la plaza de Berrfo (octubre de 1921)y el Noroccidental (mayo de 1922), al destruir gran parte de la manzana donde esta hoy el edificio Henry y fueron cele- brados con regocijo, casi como si hubieran sido programados, por- que asi se podrian levantar edifi- cios modernos en este importante sector dela Ciudad. Deigual mane- ra significaban una buena ocasi6n para ampliar las calles: [J La calle Palacé era muy angostaenlasalida del Parque Berrio hasta la calle del Codoo Calibfo. Afortunadamente se incendié en 1916 el edificio de la esquina de la plaza, y asi pudoel distrito comprar la faja para la ampliacién [...]. Después delincendio de 1922 se aprovecha la oportunidad para ampliar el costado Occidental de la plaza de Berrioy la calle de Colom- 43 Olano, Ricardo. Prop. Civ. p. 83 A rafz de este primer incendio se crea el primer Cuerpo de Bomberos organizado por medio del Acuerdo 113 de agosto de 1917. 44 Cfr. Botero, Fernando. La industrializaci6n en Antioquia. Genésis y consolidacién 1900-1930. Medellin, Centro de Investigaciones Econémicas, Universidad de Antioquia, 1984. p. 97. 45 Olano, Ricardo. Op. cit. Tomo I. p. 29. Lecturas de Economia No. 39 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 43, mienzos de Siglo, no dejan duda en cuanto a que la arquitectura lega- da por el perfodo colonial fue vista con malos ojos por la élite, al tratar de construir su nueva legitimidad, mediante la destruccién del legado espafiol y la imitacién de otros modelos: En materia de arquitectura se necesita organizar y Ievar a términounarevolucién. Al cabo de cien afios de independencia seguimos aferrados al estilo co- lonial de los espafioles, con la Unica diferencia que ahora se hacen los edificios menos séli- dos y mAs feos.# Enuna perspectiva de mediana duracién, no hay que olvidar(y esta es la quinta hipétesis) que Mede- llin, como ciudad, surge de manera tardfa, a diferencia de otras ciuda- des que habian jugado un papel central durante la época de la do- minaci6n espafiola y que contaban con edificios coloniales de cierta importancia y majestuosidad, la Villa de Nuestra Sefiora de la Can- delaria era nueva en el contexto colombiano y su arquitectura mo- 49 Olano, Ricardo. Prop. Civ. Op. cit. p. 81. numental, asf fuera de orden reli- gioso, prdécticamente inexistente, porque no fue un centro polftico- administrativo durante la época de la dominaci6n espafiola, como sf lo hab{an sido Santa Fé de Antioquia, Cartagena, Popayan, Tunja 0 Bo- gota y ni siquiera habfa tenido el status de ciudad sino el de Villa, jer4rquicamente inferior e inclusi- ve este titulo lo obtuvo tardfamen- te, en el ultimo cuarto del siglo XVIII. Estos origenes antes que favo- recerla, contribuyeron, sin duda, a que con mayor ahfnco tratara de borrar, sin lograrlo del todo, sus orfgenes pueblerinos, intentando siempre parecer moderna para po- nerse a tono con su principal punto de referencia y de rivalidad, la ciu- dad de Bogoté, tradicional centro de poder politico del Pats. En cuanto a la construccién de la ciudad de Medellin, la escasa conservacién de su patrimonio ar- quitecténico encaja perfectamente bien con los modelos fordneos alu- didos, los cuales privilegiaron otras variables y con la hipétesis comple- Medellin, julio-diciembre 1993 44 Fernando Botero mentaria acerca del poder que his- téricamente ha tenido el gremio de ingenieros frente al débil gremiode arquitectos. A medida que avanzaba el Si- glo, el modelo francés, dominante en sus inicios serd desplazado pau- latinamente por la nueva potencia americana y su preferencia por las vias répidas (autopistas) y el auto- mévil particular, la arquitectura comenzaré a mirar hacia el Norte. En efecto, la idea del Plano del Medellin Futuro promovido por la Sociedad de Mejoras Publicas, a comienzos de Siglo (1913), tuvo como modelo un plano visto en la ciudad de Washington y algunos planos de edificios significativos para la modernizaci6n dela ciudad de entonces, como el del hotel Nutibara en los ajios cuarenta, se- r4n encargados a Paul Williams, un arquitecto californiano, mien- tras que anteriormente el modeloy la mayorfa de arquitectos de las obras de cierta envergadura ha- bfan sido europeos (Carré, Gavet, Goovaerts, Buscaglione). Asf por ejemplo para la construccién de la Universidad Pontificia Bolivariana, en la década de 1930, se solicitaria el concepto del director de la Facul- tad de Arquitectura dela Universi- dad Catélica de Washington.” D. La necesidad de crear una escuela de arquitec- tura No obstante que en este Pais, como enotrosen que lacultura artistica de épocas pasadas dejé sus huellas en forma de vene- rables edificios de alto valor arquitecténico, se agrega la ta- rea especial de conservar, has- ta donde sea posible, la armo- nfa y articulacién tradicional de la arquitectura histérica. Karl Brunner®™ Durante la primera mitad del siglo XX, la arquitectura antio- quefia y no solo ella, estuvo domi- nada y en buena parte fue realiza- da, en el mejor de los casos, por 50 “La Ciudad Universitaria Bolivariana. Una obra colosal de Medellin futuro”. Por el Ingeniero M. Escobar A. Revista Progreso. No. 62. Octubre de 1943. 51 Karl H. Brunner. Revista Progreso No. 50. Agosto de 1943. p. 1584. Lecturas de Economia No. 39 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 45 ingenieros con algunos conocimien- tos de Arquitectura y, en la mayo- ria de ellos, por maestros de obra: [...] Hace pocos afios la persona que queria construir una casa buscaba un maestro de obras, le daba ideas de lo que necesi- taba y el maestro emprendiala obra. Resultabaengeneral una construccién sélida pero de de- plorables condiciones artisti- cas. Primero la fachada con alero y ventanas arrodilladas. Luego el indispensable zaguén L128 Para 1940, el urbanista euro- peo Brunner anotaba en forma di- plomatica para el caso de Medellin, tal vez para noherir susceptibilida- des y luego de referirse “[...] al sorprendente progreso en la construccién de mansiones particulares [...]”," que aparte de algunos barrios residenciales ex- clusivos, en donde sobresalfa por su numero y calidad El Prado, la au- sencia de la arquitectura en Mede- lf era notable: (...] Sin embargo, hay sectores en que entre las personas que proyectan las casas, los arqui- tectos legitimos evidentemen- te quedan en gran minorfa. Se ven detalles desproporciona- dos, extemporizaciones del con- creto armado amenazantes, sinfonias atonales de colores, tejados en planos einterseccio- nes futuristas, equivocaciones estilisticas y hasta inventos de estilos que no logran superar al renacimiento, al tudor o al vasco [...]. Conclufa entonces, en la necesi- dad de la creaci6n de una Facultad de Arquitectura: Ami me parece, que el gra- do de desarrollo urbano, la prosperidad local y la dis- tancia de la capital consti- tuyen motivos que justifi- carian, y mds atin: que re- claman la creacién de una 52 Olano, Ricardo. Op. cit. Tomo II. 1936-1940. Subrayado nuestro. Es interesante destacar el rechazo que ya existfa para entonces de todo aquello que utilizara elementos de la arquitectura espafiola, como “aleros” o “ventanas arrodilladas”. 63 Karl H. Brunner. Op. cit. 54 Revista Progreso. No. 14. Agosto de 1.940. Medellin. Medellin, julio-diciembre 1993 46 Fernando Botero escuela de Arquitecturaen Medellin.* Aparte de esta medida, se- fialaba la conveniencia de una intervencién regulado- ra por parte del Departa- mento Técnico del Munici- pio: L..] Conviene autorizar a esta dependencia por medio de un acuerdo municipal para su in- tervencién no sélo en los aspec- tos de ubicacién, planta, soli- dez, sino también referente al estilo, ala arquitectura y deco- racién de las construcciones. Otra disposicién reglamenta- ria deberd referirse a la altura de las construcciones. La manera como surgen las pri- meras facultades de Arquitectura de la Ciudad, ayuda a comprender y a confirmar el predominio de la ingenierfa durante mucho tiempo. Desde su origen, el Programa de Arquitectura de la Universidad Nacional, sede Medellin, fue una 55 Ibid. 56 Ibid. dependencia dela famosa Facultad de Minas (Ingenieria) y, demanera anéloga, la creacién de la Sociedad Antioquefia de Ingenieros(SAI) que data de 1913, agregaba aeste nom- bre:... y Arquitectos. Laarquitecturasurge como pro- fesién en Medellin tardfamente, cuando ya los ingenieros gozaban de un gran prestigio y poder en la Ciudad. En el caso de la Universi- dad Nacional, el Programa nacié en 1946, es decir, con casi sesenta aiios de diferencia en relacién a la reputada Escuela de minas (1887); valga resaltar un hecho muy signi- ficativo para nuestra reflexién, cual es la dependencia inicial del Pro- grama de Arquitectura dela Facul- tad de Minas, que comienza a for- mar ingenieros con algunos conoci- mientos de construccién y de pers- pectiva, que harfan las veces de ingenieros-arquitectos. Solamente, hasta 1954 se crea- r4 una Facultad de Arquitectura auténoma adscrita a la Universi- dad Nacional (sede Medellin),*”con 57 Cfr. Restrepo Uribe, Jorge. Medellin: su origen progresoy desarrollo. Medellin, Ed. Servigraficas, Cap. XX. 1981. Lecturas de Economia No. 39 El espejismo de la modernidad en Medellin: 1890-1950 47 casi 20 afios de diferencia en rela- cién con la creacién, en 1936, de dicha Facultad en la Universidad Nacional en Bogot4. Este desfase se reduce aseis afiosenrelaciéncon laFacultad de Arquitecturacreada en la Universidad Pontificia Bolivariana, en el afio de 1942. E. Los concursos de facha- das® Con la Negada del ferrocarril, pudieron ya introducirse al De- partamento los materiales de construccién que hacian falta para el desarrollo del proceso urbano y fue entonces cuando empezaron a llegar grandes cantidades de cemento y de hierro, inicidndose con gran entusiasmo lo que pudiera lla- marse la era de las fachadas.” La situaci6n observada por Brunner, respecto al estado preca- riode la arquitectura medellinense, 'y su propuesta de intervenir lo re- ferente a estilo, arquitectura y de- coraci6n de las construcciones, ade- més de la ubicacién, planta y soli- dez de las construcciones, contras- ta con la politica seguida por el Concejo de Medellin al pretender, con el Acuerdo No. 122 de 1916, el “embellecimiento y modernizacién de la Ciudad y fomento de la arqui- tectura” a través de un concurso anual para premiar el edificio de propiedad privada, “cuya fachada exterior (fuera) m4s hermosa” o “cuya fachada exterior (estuviera) totalmente modernizada” y situa- do en el 4rea del Medellin Futuro, para lo cual se creaba una Comi- sién de Estética. 58 Al parecer esta idea fue imitada de la ciudad de Paris que desde fines del viglo XIX organizaba Concursos de fachadas. En 1897 el premio en esta Ciudad se concede a la arquitectura moderna estilo francés en cabeza de Guimard con el “Castel Béranger”, edificio de apartamentos para arrendar. Véase Choay, Francoise. Art. cit. p. 233. 59 Uribe Uribe, E. “Por la Estética urbana”. Revista Progreso No. 5. Septiembre de 1939. p. 142. 60 Archivo Histérico de Medellin. Acuerdos. 1916. Acuerdo No. 122 de 1916 del 16 de octubre. Medellin, julio-diciembre 1993

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