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Sociedad, espectécilos y evergetismo en Hispania Enrique Melhor Gi y Jun Francisco Rodriguez Nala Universidad de Create 1L- CIUDAD, ESPEGTACULOS ¥ ROMANIZACION. Se crae que el origen de los juegos gladiatoios, que tanta ‘notociedad aleanzeron en el mundo romano, estuvo en los com- bats rtuales de fos funerales. Ai parecer esta costumbre exis tfe entre algunes pueblos de la Hispania prerromena, Apiano {ber., 75) evoca los juegos cslebradas per los lusitenos en el 138 0.6, @ le mueite de su famoso cauetllo Viriato. Pero y3 antes indigenas hispanos oudieron participar en aque! gladia tovium spectoculum que Escipién el Aficano cxganiza en Carthagonovael aio 206 a.C, en honor desu padte y fo, muer- tos en te guerra conta los pinices, camo recuerds Tito Livio (28, 21, 2). En época de Augusto el gedgrafo Esteabén (3, 3, 7), al describ el género de vida 6e los puebles del norte de Iberia, indies que efectuaban “compaticlones gimnésticas, de hoplites hipicas, con pugilato, carrere, escaramiuza y cernba te-en formaciéa’ Con ef tiempo los espectscules en general (Judd, aunque hunea llegaron 2 perder sus ancestrales raices religiosas y ‘unerarias, incrementaron su dimensién festive y ademés fue- ron politizandose gradvalmente, cenvirténdose én un instu- ‘mento propagendislico en manos dela sistoctacia romana y, especialmente, de! régimen Imperial, Lo vemos ya en una de Jas més tempranas referencias dacumentales a especticules ‘en Hispania, 2 episodio se ubica en Gades (Cédiz), donde on sig | aC. destacé la rica familia de ios Belbos, amigos de importantes polices semanas, como Pompeyo, Cicerén y, especialmente, Julio César, en cuya facciénmilitaron. Ourante el 44-43 2.C. Balbo al Menor ejercié all una magistature locol, et quettuorvirato, ofreciendo a sus paisaros unos ludi textralesen los que hizo representar una obra de carécter auto biogrsice que habia escrito (Cic., ad Fam. X, 32, 1). Relataba les ariesgadas negoviaciones que hab relizado en el 49 a.¢ on el consul Cornelio Léntulo en plena guera civil entre César yy Pompeyo. No se ha conservado nade de lla y desconocemos sv titulo, se ha sugerido et de iter, en el sentido de “misién” ‘aunque podria haber sido también Balbus, que irfa en conso. ‘ancia con les presuntuosas intenciones de ta! composicién (Pocife, 1981-1983), AN parecer Balbo tuvo especial inctinasién hacia los (ud teatrales. Con Augusto hubo un Intento de revitalzer la trad ion det teatro cldsico, labor a la que eontribuyeron ricos pee somajes, coma el gaitano, que al parecer teint aos después e ofrecer su obra en Gades seguia manteniendo viva su af vin al gérero, pues casted la construccién de un oma que se inzuguré el afl 13 a... y del que queden ves los arqueclgicos. ‘No abstant, los espectéculos escénicas nunca fueron tan Popuiares como las fuel de cireo 0 antfiteatro, Al péblico le ‘trofen mas predoctos de baja calidad, como &! mimo, o repre senlaciones més 0 menos atrevidas y de lenguaje chibecaro. No era el cas0, desde luego, de la ofrecida por Balbo, pertene lente a género dela praetexta, de contenico patristic, ue no 226 de especial predicamento entree! publico romano, quizis “por haberse convert en un canto ls grandes personajes de |e nobleza" (Holgado, 1982), Es deck, por su utlizcién con fines propagandisticos, que era légicamante lo que pe-segule Balbo. Que el autor de una obra trégica se convirtiora a si mismo en protagonista y héroe de la misma podia parecer jactanciso, ‘vando no rgfoule. Haste podria penserse que Balbo, buen conocedr de les ‘esortes animices que movian en e! teat @ un aucitrio popue lar sensibiizado ante ls temas expuestes (el final de le guera cil entre César y Pompeyo, fa batalla de Mund, en el sur de Hispania, habia acaecido dos ates antes), para dar més atract- vw el relato y més garra a la accién, exagerase ante el autor Jas cficultedes aue habia arontado, internandose ante ls filas ‘ompeyenas pars sondear a Léntulo, También pudo explotar 8 su favor iasprevisibles y emotivas reacciones populares ante i reciente y violenta muerte de César (el aio anterior, benefactor de Gades, que le debe of range de municipio. ¥ le interesarta especialmente sondear las reacciones de los sectores digentes, los que més podianinflir en ta vido politica gaditane. Lo que si cuentan les “crénicas” es que se emocioné clurante ls representecién, hasta el punto de lorar raceedendéo les experiancias entonces vvidas. Actitud sentimental que con trasta con sus rasgos de crueldad: haber ordenado enterrar y ‘quemar vivo en medio de un especticule giecaterio un tal Fadia, solcado pompeyeno, despreciando su condlcién de clu \dadano romano y desoyerdo Is opinién popula, y la de haber echado alas teres 2 olrs ciudadianes omanos (Cle. ad Fam., X, 82, 2-3) Le referencia no precisa dénde acurié el suceso, ‘uizis en Gades w otra ciudad de la Hispania Ulteror, posible. mente Hispalis, pero opunia la celebraciéa por entences de ‘munera glaciatoris y venationas en dich provincia Las iniciativas 1adieas de Balbo no dabieron ser sino un capitulo ms de le gran politzacién que en Rome roded fre- ‘euentemente a fos espectacuios, yen conereto al teatro, por el use propegendistico que hicieron de los luda aistocraca, y espaciaimente fos emperadores. Asi lo recordaba ya Cicerda 138 alee eon (Pro Sesto, 106}: "De hecho hay tres ecasiones en que la pi nin y la voluntad det pueblo romano en euestones poliicas pueden manifestarse de forma especial: en las asambleas, en les comicios y er les reuniones can motive de los juegos y Juchas de gjediadores". Asi fue en Roma, pero tembién debis Serio a escala local. El teatro era una de las escases ocesiones {en que el pueblo romano podia manifestarse entonces con c= ta iberted. También cicho recurse pod funcionara nivel muni- cipal, peimitiend a la plebe expresar espontineamente sus ‘opiniones sobre los temas cotidianes que le preocupaban, 0 ‘mostrar les simpatias 0 antipatas que suscitaba 2 sus ojos la gestion de les dirigontes locales, percibidndose asi su grado de ‘Popularites. En ol recinto tostral, dada te ubicacién del eucito- rio ce forma jrérquica segin las secsiones, 2 notaban visible- mente las diferencias entre los grupos sociales, pocie compro- barse quiénes asistan a fa representacién, responciendo a la iniciativa generosa del promotor del espectéculo, 0 cémo reac: cionaton eristocratas y plebeyos ente ls alusiones politcas que Ja obra representada, en el caso de Balbo un cram autobiogré- fieo,ofrecia, Con tal cisposicién espacial era fécit ientiicar la fuente de cualquier protesta 0 sclamacién, as repesentaciones tatrales en Gades en e143 a.C.,y las referencias a juggo gladiatoios asociados @ Balto, constituyen lun eoreciable indicio dela romanidad alcanzada per dicha ciu ad, ya entonces municipio romano, Pero también por aquel tiempo se estaban creando en el sur de Hispania algunas colo- nios proyectadss por Jullo Céser, programa que cantinvaria su heredero politico Augusto, Es evidente que tales fundeciones, onde se asentaon cules venicos de Italia 0 veteranos del ej ito, debieron contribuir a difundir entre las pobleciones hispa- nase! gusto por los luo romanos, De una de elas, Urso (actval Osuna Sevilla), nos ha legado parte del texto de su estatuto en Ios tablas de bronce donde estuvo orginalmente expuesto. En 6l ce alude a los judi circenses y scaenio! que allt se cale- braban durantes las festas colniales, También se documenta coeténesmente el primer especticulo costeado en Hispenia por rmecenas, que tavo lugar en Carthagonova, donde la insalacién de iélees era importante por la minerla (CIL It, 3408). Pero ued ta vadlaciOn de fs lua Yoranos tarcare agin tempo en llegar a zonas més apartadas. Fitstato, evocando el viaje ue e!flbsofo Apolo de Tyana reaizé por el sur de Hispania 8 mediados det siglo | 4.C., dice que los habitantes de Ipolca huyeron despavorides al ver declomar a un’ comediante vestido con trae tatraly subido a unos caturnes (Vit. Apol Tan. V, 8). Na sabemos si los juegos otrecidos por Belbe fueron cos- teades por su fortuna particular, como generosa aunque inte- reseda liberclidad 0, si se traté de lu reglmentarios, por e! ‘rerio municipal de Gades, ewyos fondes podia usar en su call das de magisrado, una responsabilidad que en Urso recale obligateiamente sobre los magistrad locales. El reglamento e dicha colonia (Lex Uts., 70-71), refljando las dispasicio nes vigentes en Roma sobre fa organizacién de especticulos pibiicos, indica que ls duurveos, que constituian la main autorided, debian ofrecer durante su afo en funciones tudi seaenici © un munus gladistoria en honor de ta Tiade Capitoina,Japiter, Juno y Minerva, de los doses y de las dic 28 del panteén romano, La madalided de espectéculo que escagieran debla durar cuatro dlas, ocupando fa mayer parte de ichas jomnades. A su vez los ediles, magistrades inferiores, debian dar luc scaenicio un munus ladlaterio de tes cies de

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