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Etimología En la mitología griega, Clío era la musa o diosa protectora de la Historia,

además de la poesía épica.


La palabra historia deriva del griego ἱστορία ("investigación" o "información"), del verbo
ἱστορεῖν ("investigar"), y de allí pasó al latín historia, que en castellano antiguo evolucionó
a estoria, como atestigua el título de la Estoria de España de Alfonso X el Sabio (1260-
1284) y se reintrodujo posteriormente en el castellano como un cultismo en su forma
latina original.

La historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y


como método el propio de las ciencias sociales. También se denomina historia al periodo
histórico que transcurre desde la aparición de la escritura hasta la actualidad.
También se llama historia al pasado mismo e, incluso, puede hablarse de una historia
natural en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso, que se
utilizaba para referirse no sólo a la geología y la paleontología sino también a muchas
otras ciencias naturales; las fronteras entre el campo al que se refiere este término y el de
la arqueología son imprecisas).

Tres conceptos en las ciencias históricas


Artículos principales: Historiografía y Historiología

En el estudio de la historia conviene diferenciar tres conceptos a veces usados laxamente


y que pueden llegar a ser confundidos entre sí:

1. La historiografía es el conjunto de técnicas y métodos propuestos para describir los


hechos históricos acontecidos y registrados. La correcta praxis de la historiografía
requiere el empleo correcto del método histórico y el sometimiento a los
requerimientos típicos del método científico.

2. La historiología o «teoría de la historia» es el conjunto de explicaciones, métodos y


teorías sobre cómo, por qué y en qué medida se dan cierto tipo de hechos históricos y
tendencias sociopolíticas en determinados lugares y no en otros. El término fue
introducido por José Ortega y Gasset y el DRAE lo define como el estudio de la
estructura, leyes y condiciones de la realidad histórica. DRAE)

3. La historia en sí misma o conjunto de hechos realmente acontecidos, de alcance


geográfico y social lo suficientemente amplios como para servir de base a la comprensión
de hechos posteriores.

*Heródoto, el llamado Padre de la Historia

La filosofía de la historia es la rama de la filosofía que concierne al significado de la


historia humana, si es que lo tiene. Especula un posible fin teleológico de su desarrollo, o
sea, se pregunta si hay un diseño, propósito, principio director o finalidad en el proceso de
la historia humana. No debe confundirse con los tres conceptos anteriores, de los que se
separa claramente. Si su objeto es la verdad o el deber ser, si la historia es cíclica o lineal,
o existe la idea de progreso en ella, son materias que debate la filosofía de la historia.

Fines de la historia es decir, la justificación de la propia historia como memoria de la


humanidad. Si la historia es una ciencia social y humana, no puede abstraerse del porqué
se encarga de estudiar los procesos sociales: explicar los hechos y eventos del
pasado, sea por el conocimiento mismo, sea por que nos ayudan a comprender el
presente (Miguel de Cervantes bautizó a la historia como maestra de la vida). No debe
olvidarse que la historia, al estudiar los hechos y procesos del pasado humano, es un útil
para la comprensión del presente y plantear posibilidades para el futuro. Salustio llegó a
decir que "entre las distintas ocupaciones que se ejercitan con el ingenio, el recuerdo de
los hechos del pasado ocupa un lugar destacado por su gran utilidad".

Existen dos concepciones de lo que constituye el campo de estudio de la historia:

* Enfoque clásico: la historia es el período que comienza con la aparición de la escritura


y se prolonga hasta la actualidad; desde este punto de vista, gran número de pueblos de
la Tierra no tienen historia hasta que se produce su contacto con sociedades con escritura.

* Enfoque multiculturalista: la historia es el período dentro del cual es posible obtener o


reconstruir un relato fiable de los acontecimientos que afectan a un grupo humano.

FUENTES DE LA HISTORIA
Se considera fuente de la Historia, todo lo que nos ha llegado del pasado y que, en
consecuencia, sirve al historiador para reconstruir, comprender e interpretar ese mismo
pasado. También podríamos decir que las fuentes de la historia puede ser cualquier objeto
o resto realizado o utilizado por el hombre, que es susceptible de aportarnos información,
parcial o total, sobre los hechos pretéritos
Evidentemente, las fuentes históricas no son inocentes, y a menudo pueden ofrecer una
visión deformada de la realidad que el historiador pretende reconstruir. Por esta razón el
Historiador, una vez encontradas estas fuentes (fase de la investigación que se conoce
con el nombre de heurística), debe someterlas a la crítica histórica (fase de la
investigación que se conoce con el nombre de hermenéutica), mediante la metodología
oportuna.

Fuentes escritas. Como su nombre indica, son todas aquellas transmitidas por el hombre
sobre un soporte determinado (piedra, papiro, pergamino, papel, etc.), en unos casos
realizadas a mano (fuentes manuscritas), en otros casos realizadas mediante medios
técnicos (fuentes impresas). El tipo de soporte sobre el que aparecen escritas estas
fuentes implica la especialización de los investigadores que se ocupan de su estudio:
Epigrafía, Papirología, Diplomática, Codicología, etc.

Fuentes materiales. Tradicionalmente denominadas como «Antigüedades», bajo la


denominación genérica de «fuentes materiales» se incluyen los documentos históricos que
han llegado hasta nosotros de diversas maneras (excavaciones arqueológicas, archivos,
etc.) y que, por su naturaleza, no pueden clasificarse bajo la etiqueta de «fuentes
escritas». Las inscripciones, que son fuentes escritas pero, al mismo tiempo, proceden de
un contexto arqueológico, pueden plantear algunos problemas sobre su clasificación
concreta (nosotros preferimos agruparlas entre las «fuentes escritas»).

Fuentes orales. La tradición oral fue, hasta la aparición de la escritura, el vehículo de


transmisión de una rica literatura, del derecho consuetudinario, de las normas religiosas,
etc. Desde los orígenes del género historiográfico, el historiador se ha visto en la
necesidad de utilizar las fuentes orales, consultando a los testigos presenciales de los
hechos que narran (recordemos aquí el ejemplo de Heródoto o Tucídides). La «Historia
oral», como es conocida, pretende estudiar el pasado a partir de los testimonios directos
de quienes fueron sus protagonistas o, cuando menos, testigos excepcionales. El valor de
estas fuentes orales no es, en modo alguno, inferior al de las tradicionales fuentes
escritas. Se ha dicho muchas veces, y con toda la razón, que cuando muere un anciano es
como si ardiera una biblioteca. Pues bien, la labor del historiador es intentar recoger, con
una metodología científica, toda esta información antes de que desaparezca y se pierda
para siempre. Atendiendo a su naturaleza, las fuentes orales se pueden clasificar en los
siguientes grupos: directas (de testigos o protagonistas) o indirectas (a traves de terceros
Una CRÓNICA es una obra literaria que narra hechos históricos en orden cronológico. La
palabra crónica viene del latín chronica, que a su vez se deriva del griego kronika biblios,
es decir, libros que siguen el orden del tiempo. En una crónica los hechos se narran según
el orden temporal en que ocurrieron, a menudo por testigos presenciales o
contemporáneos, ya sea en primera o en tercera persona.

Se entiende por crónica la historia detallada de un país, de una localidad, de una época o
de un hombre, o de un acontecimiento en general, escrita por un testigo ocular o por un
contemporáneo que ha registrado sin comentarios todos los pormenores que ha visto, y
aún todos los que le han sido transmitidos. Tales son por ejemplo, las crónicas latinas de
Flodoart, canónigo de Reimns, y de Guillermo de Naugis y las crónicas francesas de
Froissart y de Monstrelet. De todos los países europeos acaso los más ricos en crónicas
sean Francia, España, Italia e Inglaterra.

En la crónica se utiliza un lenguaje sencillo, directo, muy personal y admite un lenguaje


literario con uso reiterativo de adjetivos para hacer énfasis en las descripciones. Emplea
verbos de acción y presenta referencias de espacio y tiempo. La crónica lleva cierto
distanciamiento temporal a lo que se le llama escritos históricos. Por medio de las crónicas
se pueden redactar escritos, tomando las opiniones de varias personas para saber si esto
es cierto o no, como en el libro Crónica de una muerte anunciada escrito por Gabriel
García Márquez.

Las crónicas son también un género periodístico. Se las clasifica como "amarillas" o
"blancas" según su contenido. Las "amarillas" tienen material más subjetivo y
generalmente la voz autorizada es una persona o ciudadano común; las "blancas" usan
material más objetivo y la voz autorizada es, generalmente, la autoridad, un profesional,
etc.

Mesoamérica (griego: μέσος [mesoz], 'intermedio' )? es el término con que se denomina la


región del continente americano que comprende aproximadamente el sur de México (a
partir de una línea que discurre desde el río Fuerte, baja hacia el sur hasta los valles del
Bajío y luego sigue con el rumbo norte hasta el río Pánuco), y los territorios de Guatemala,
El Salvador, Belice, y las porciones occidentales de Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Se
trata de una macrorregión cultural de gran diversidad étnica y lingüística, cuya unidad
cultural se basa en aquello que Paul Kirchhoff definió como el complejo mesoamericano.
Entre otras cosas, el llamado complejo mesoamericano incluye la agricultura del maíz, el
uso de dos calendarios (uno ritual de 260 días y otro civil, de 365 días), los sacrificios
humanos y la organización estatal de las sociedades. El complejo mesoamericano sirvió
como herramienta teórica para distinguir a los pueblos de la región con respecto a otras
macrorregiones culturales que los circundaban, como Aridoamérica y Oasisamérica. El
primero de estos términos también fue acuñado por Kirchhoff. En las fuentes de habla
inglesa, ambas macrorregiones son agrupadas en el Suroeste estadounidense (que en
ocasiones incluye erróneamente como periféricas a las culturas del Bajío o el Norte de
Mesoamérica).

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