En la víspera de una crucial cumbre del G-20 que tendrá lugar
en Estados Unidos para analizar la crisis económica global, el presidente anfitrión, George W. Bush, exhortó a los líderes mundiales a que modernicen las instituciones financieras internacionales, pero que no abandonen el libre mercado. En un discurso emitido en el histórico Salón Federal de la ciudad de Nueva York, a pocos metros de Wall Street, Bush hizo una vigorosa defensa del sistema capitalista. "La crisis no es un fracaso del sistema de libre mercado y la solución no está en tratar de reinventar ese sistema", afirmó el mandatario. Al inicio de su discurso, Bush recalcó que se reuniría en las próximas horas con líderes de los países desarrollados y de las economías emergentes y destacó que es a ellos a quienes enviaba su mensaje. Soy una persona orientada hacia el mercado, pero no cuando estamos enfrentando un colapso mundial
George W. Bush
El mandatario estadounidense también hizo un llamado para que la
cumbre tenga un propósito claro, aborde la crisis y aplique las reformas necesarias, pero reconoció que los problemas son tan complejos y grandes que no se podrían resolver en un solo encuentro. El analista económico de la BBC Andrew Walker informó que los líderes del G-20 discutirán medidas para enfrentar las consecuencias de la actual epidemia financiera y evitar que a largo plazo se vuelva a repetir una debacle de esta naturaleza. Ayuda estatal sí... pero sin exagerar Bush aprovechó la ocasión para defender las medidas aplicadas por su gobierno y aprobadas por el Congreso, como el plan de rescate a los bancos y otras industrias y la reducción en las tasas de interés. En un extracto de su discurso que pareció estar orientado a las críticas de su propio partido por la intervención estatal que implicó el paquete de US$700.000 millones elaborado por su secretario del Tesoro, el mandatario recordó que él era una persona orientada hacia el mercado "pero no cuando estamos enfrentando un colapso mundial". Sin embargo, el mandatario dejó muy claro que aún en tiempos de crisis, el Estado no debe limitar el libre mercado: "La gran amenaza no es la muy poca intervención del gobierno, la amenaza es demasiada intervención del gobierno". En su discurso, el presidente añadió que deberían hacerse reformas amplias para estimular la transparencia de los mercados y la regulación apropiada de las empresas e instituciones financieras para fomentar la integridad. Propuso además la modernización de las instituciones de crédito como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) a quienes acusó de operar bajo parámetros establecidos en los años 40. "Sueño americano" Bush reconoció que la recuperación no será fácil ni pronta y que todavía habrá tiempos difíciles que enfrentar, pero consideró que el capitalismo sigue siendo la respuesta. "La solución a largo plazo es el crecimiento económico sostenido y el camino más seguro hacia ese crecimiento son los mercados libres y los pueblos libres", aseguró. El presidente reconoció que el sistema capitalista no es perfecto, pero recalcó que es la mejor y más justa manera de llevar una economía. "Es más que un sistema financiero. Es la avenida hacia el sueño americano. Es lo que transformó a Estados Unidos de una frontera silvestre a la potencia económica más grande del mundo". "Sería un grave error dejar que unas semanas de crisis socaven 60 años de éxitos", concluyó.