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1.

La soberanía es uno de los principios cardinales de la teoría del Estado. La soberanía de los Estados
denota el derecho legal inalienable, exclusivo y supremo de ejercer poder dentro del área de su
poder.

En el derecho internacional público, la soberanía es uno de los fundamentos principales de la


igualdad de los Estados, su integridad territorial y su independencia política. Este concepto
moderno de la soberanía estatal fue inicialmente introducido al derecho de los tratados a través
del Tratado de Westfalia.

En el derecho internacional público, la soberanía se observa desde un ángulo diferente al de la


esfera doméstica. Dentro del Estado, la soberanía es un concepto que determina la relación entre
el Estado y sus personas (subordinados). En el derecho internacional público, la soberanía debe ser
entendida como una cualidad que hace que los Estados sean actores iguales, que actúen
legalmente al mismo nivel de ojos. En el derecho internacional público, los elementos exclusivos y
supremos de la soberanía tienen un significado diferente. Mientras que cada Estado posee
derechos exclusivos y supremos dentro de su territorio, dicha exclusividad y supremacía
encuentran límites frente a la exclusividad y supremacía de otros Estados en sus territorios. En el
derecho internacional público, esta limitación inherente es paralela al principio de no
interferencia. Como ya se señaló, en el artículo 2o. (7) de la Carta de Naciones Unidas se especifica
que otros Estados y las Naciones Unidas no pueden interferir con la soberanía de sus Estados
miembros. Los Estados respetan los derechos soberanos, exclusivos y supremos de los otros
Estados en sus territorios respectivos. De forma indirecta, la limitación inherente de la
exclusividad y supremacía de la soberanía revela la igualdad de los Estados.

2. La consecuencia radica en que puede perder ese territorio. Si un Estado descuida a una parte de
su territorio, es como una muestra de que no le interesa, por lo que es lógico que se pueda
perder muy fácilmente. En el caso de Colombia con Nicaragua, no sucedió esto. Nicaragua llevó el
caso a la corte de la Haya, pero Colombia se defendió con la demostración de que sí ejerce
soberanía sobre San Andrés, Santa Catalina, Providencia y Los Cayos Aledaños. Logró demostrar
que ejercía control militar, político y mantenía como tal a estos territorios, pues le mandaba los
recursos para su subsistencia. En caso de que Nicaragua hubiese demostrado que Colombia no
protegía a estos lugares, tenían el derecho de prescripción, que consiste en tomar poder del
territorio que está desprotegido para darle la protección que requiere. Este no fue el caso, por lo
que Nicaragua no pudo ejercer soberanía. Sin embargo, se les adjudicó kilómetros de la
plataforma marítima.

3.

El 24 de marzo de 1928 Colombia y Nicaragua suscribieron, y luego ratificaron, el tratado sobre


cuestiones territoriales (Esguerra-Bárcenas) en cuyo artículo primero Colombia reconoció la
propiedad y soberanía de Nicaragua sobre las islas Mangle y la Costa Mosquitia desde el cabo
Gracias a Dios y ahora hasta el río San Juan (como consecuencia de la segregación de Panamá) y
Nicaragua reconoció a su vez la soberanía y propiedad de Colombia sobre San Andrés, Providencia,
Santa Catalina y todas las demás islas, islotes y cayos que hacen parte del Archipiélago de San
Andrés.

Tratado de Unión, Liga y Confederación perpetua de Colombia, Centro América, Perú y México, del
15 de junio de 1826, firmado a nombre de Colombia por Pedro Gual y Pedro Briceño Méndez.
Archivo de la Cancillería, Bogotá

4. Derecho que tienen las naves de todos los Estados, sean o no costeros, de
navegar por el mar territorial de un Estado, para atravesar dicho mar sin penetrar
en sus aguas interiores, para dirigirse hacia éstas o salir de ellas. El paso incluye
la detención y el fondeo. Se considera inocente mientras no atente contra la paz,
contra el buen orden o la seguridad del Estado ribereño. Para que el paso se
considere inocente, el barco debe abstenerse de realizar las actividades
siguientes: a) amenaza de emplear la fuerza, o efectivamente emplearla contra la
soberanía, la integridad territorial o la independencia política de un Estado
ribereño; b) ejercicio o práctica con armas de cualquier clase; c) obtención de
información en detrimento de la defensa o de la seguridad del Estado ribereño; d)
propaganda destinada a perjudicar la defensa o la seguridad del Estado ribereño;
e) lanzamiento, aterrizaje en portaaviones o embarco de aeronaves y de
proyectiles militares, etc. Por otra parte, existen normas específicas que
reglamentan el paso inocente en aguas archipelágicas y en estrechos. La
neutralidad de un Estado no queda comprometida por el simple hecho de que por
sus aguas territoriales pasen barcos de guerra y presas de los beligerantes (cf. H
XIII, art. 10; MB. 1982, Part. II, Secc. 3, Part. III, Secc. 3, Part. IV, arts. 52, 53).
5.

La demanda fue presentada como parte integral de un proceso de establecimiento de los límites
marítimos de Nicaragua en el Caribe cuya primera fase culminó con la Sentencia dictada por la
Corte Internacional de Justicia el 19 de noviembre de 2012.

La demanda nicaragüense que ha sido elaborada en concordancia plena con lo establecido en la


Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, principios del derecho internacional,
derecho consuetudinario y práctica de los estados, solicita a la Corte Internacional de Justicia que
falle y declare el "rumbo exacto" de la frontera marítima entre Nicaragua y Colombia en las zonas
de la plataforma continental que pertenecen a las Partes más allá de los límites determinados por
la Corte en su sentencia del 19 de noviembre de 2012. Esta demanda tiene por propósito terminar
de definir los espacios marítimos de Nicaragua que limitan con Colombia en el Caribe, sin perjuicio
de los derechos de terceros estados.

La posibilidad de una negociación bilateral sobre este tema, que había quedado pendiente de
resolución definitiva en la Sentencia del 19 de noviembre de 2012, se ha visto impedida por la
reacción de Colombia a dicha Sentencia que ha sido ampliamente difundida por ella y es del
conocimiento de la comunidad internacional. Lo anterior sumado a la denuncia del Pacto de
Bogotá por parte de Colombia, que es el instrumento que sirvió de base jurisdiccional a la Corte en
el caso anterior, han constreñido a Nicaragua a tomar acción y proceder a presentar una demanda
en contra de Colombia antes de que entre en efecto esa denuncia.

La República de Nicaragua, como país pacifista y defensor del estado de derecho y de la resolución
pacífica de controversias en la región y en el mundo, deposita nuevamente su confianza en la
Corte Internacional de Justicia y hace del conocimiento de su decisión a toda la comunidad
internacional.

Bibliografía

http://leyderecho.org/paso-inocente/

https://www.importancia.org/soberania.php

https://www.google.com.co/amp/caracol.com.co/radio/2007/12/13/nacional/1197522600_51971
8.amp.html

http://m.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16539221

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