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CREACIONES Y ANTOLOGÍA

2017

Pascui Devoto 6°B

1
Índice

Mito
Cuento
Fábula
Leyenda
Receta

2
Mito: La caja de Pandora

Pandora tenía una preciosa caja que le


habían regalado los dioses. Pero la caja
no se podía abrir porque provocaría
muchas desgracias a la gente ¿Qué hizo
Pandora con la caja? Nosotros también
queremos saber que había dentro de la
caja.
Una vez el padre de los dioses, Zeus,
bajó del Olimpo hasta la tierra para
visitar a la gente. Por aquel entonces la
gente vivía feliz, sin trabajar, sin
deberes y sin preocuparse de hacer la
comida y Zeus quiso comprobar cómo de
obedientes eran las personas.

3
Se fue a casa de una joven llamada
Pandora y le regaló una preciosa caja de
madera decorada con piedras preciosas y
que brillaba un montón.

- Te regalo esta caja, Pandora, para


que la coloques en tu habitación -dijo
Zeus.

Y Pandora le dio las gracias encantada


de tener una caja tan bonita. Cogió la
caja y la colocó en la mesilla al lado de
su cama, así las piedras preciosas le
daban un poco de luz por la noche. Pero
Zeus advirtió a Pandora.

4
- Pandora, no puedes abrir la caja.
Nunca abras esta caja porque contiene
muchas desgracias para las personas,
¿entendido?- dijo Zeus.

- Entendido- dijo Pandora -nunca abriré


la preciosa caja.

Así que Zeus se fue de nuevo al Olimpo


y allí se quedó Pandora en su habitación
muy contenta por su nuevo regalo.
Pandora tenía muchas virtudes y era muy
curiosa, siempre quería saber más. Sin
embargo, no era precisamente
obediente. Y eso le provocaría más de
un disgusto.

5
Cuando llegó la noche Pandora se acostó,
se metió en su cama y entonces vio cómo
las piedras preciosas de la caja brillaban
en la oscuridad. Empezó a pensar qué
sería lo que había dentro de la caja,
pero se acordó de que Zeus le dijo
claramente que no la podía abrir.

-¿Pero qué habrá dentro de la caja? -


pensaba Pandora.

Se empezó a imaginar que dentro había


joyas, perfumes, cuentos o algún
secreto importante y, claro, no se pudo
resistir.

6
- La abriré solo un poquitín para ver lo
que hay dentro y la vuelvo a cerrar
deprisa- se dijo Pandora.

Así que abrió la caja y de repente se


formó una tormenta horrible, la
habitación se llenó de viento y un humo
negro salió disparado de la caja,
atravesó la ventana y se extendió por
todo el mundo. Con el humo también
salieron de la caja todas las desgracias
para la humanidad, el hambre, las
enfermedades, las envidias, el frío, la
necesidad de trabajar, los deberes...

7
A Pandora solo le dio tiempo a ver que
en el fondo de la caja aún quedaba la
esperanza y por eso la cerró la
inmediatamente, para que no se perdiera
nunca. Y desde entonces, siempre
podemos contar con la esperanza.

8
¿Qué es un mito?

Un mito es una narración maravillosa


protagonizada por dioses, héroes o
personajes fantásticos, ubicada fuera
del tiempo histórico, que explica o da
sentido a determinados hechos o
fenómenos. La palabra, como tal,
proviene del griego μῦθος (mythos).

9
Mito inventado:
La luna y estrellas

Había una vez una hermosa mujer que


vivía en un pueblo de Grecia.
Era muy envidiosa y no sabía apreciar su
belleza, solo sabía quejarse de lo que no
tenía, a pesar de que ella era muy rica.
En ese tiempo las noches eran oscuras,
y había que alumbrar con todo lo que
tuvieras para por lo menos ver tus pies
al caminar.
Los dioses no habían pensado en nada
para alumbrar esa oscuridad infernal,
ninguno excepto Atenea, que se había
dado cuenta de lo envidiosa que era esa
mujer.

10
Así que una noche Atenea bajó del
Olimpo y fue a visitar a la mujer a su
gran palacio, Atenea quedó horrorizada
al ver todas las cosas que tenía y pensar
en lo envidiosa que era, así que se
enfureció aún más de lo que estaba
antes.

11
Cuando entró a su cuarto la mujer se
llevó un gran susto al ver a la diosa,
mientras la mujer se recuperaba,
Atenea tuvo el tiempo de tomarla y
llevarla al punto más alto del monte
Olimpo, y lanzarla a lo alto del cielo
mientras conjuraba un hechizo para
convertirla en una luz para alumbrar la
noche, desde el cielo, la mujer que
ahora era la luna aprendió que debería
haber apreciado sus pertenencias y su
belleza. Además desde ese momento a
cada persona envidiosa Atenea la
convertía en una estrella para alumbrar
la noche.

FIN

12
Autora: Pascui Devoto

13
El Enano Saltarín (Rumpelstiltskin)

Cuentan que en un tiempo muy lejano el


rey decidió pasear por sus dominios, que
incluían una pequeña aldea en la que vivía
un molinero junto con su bella hija. Al
interesarse el rey por ella, el molinero
mintió para darse importancia: "Además
de bonita, es capaz de convertir la paja
en oro hilándola con una rueca." El rey,
francamente contento con dicha cualidad
de la muchacha, no lo dudó un instante y
la llevó con él a palacio.

14
Una vez en el castillo, el rey ordenó que
condujesen a la hija del molinero a una
habitación repleta de paja, donde había
también una rueca: "Tienes hasta el alba
para demostrarme que tu padre decía la
verdad y convertir esta paja en oro. De
lo contrario, serás desterrada."

La pobre niña lloró desconsolada, pero


he aquí que apareció un estrafalario
enano que le ofreció hilar la paja en oro
a cambio de su collar. La hija del
molinero le entregó la joya y... zis-zas,
zis-zas, el enano hilaba la paja que se
iba convirtiendo en oro en las canillas,
hasta que no quedó ni una brizna de paja
y la habitación refulgía por el oro.

15
Cuando el rey vio la proeza, guiado por
la avaricia, espetó: "Veremos si puedes
hacer lo mismo en esta habitación." Y le
señaló una estancia más grande y más
repleta de paja que la del día anterior.

La muchacha estaba desesperada, pues


creía imposible cumplir la tarea pero,
como el día anterior, apareció el enano
saltarín: "¿Qué me das si hilo la paja
para convertirla en oro?" preguntó al
hacerse visible. "Sólo tengo esta
sortija." Dijo la doncella tendiéndole el
anillo. "Empecemos pues," respondió el
enano. Y zis-zas, zis-zas, toda la paja
se convirtió en oro hilado.

16
Pero la codicia del rey no tenía fin, y
cuando comprobó que se habían cumplido
sus órdenes, anunció: "Repetirás la
hazaña una vez más, si lo consigues, te
haré mi esposa." Pues pensaba que, a
pesar de ser hija de un molinero, nunca
encontraría mujer con dote mejor. Una
noche más lloró la muchacha, y de nuevo
apareció el grotesco enano: "¿Qué me
darás a cambio de solucionar tu
problema?" Preguntó, saltando, a la
chica. "No tengo más joyas que
ofrecerte," y pensando que esta vez
estaba perdida, gimió desconsolada.
"Bien, en ese caso, me darás tu primer
hijo," demandó el enanillo.

17
Aceptó la muchacha: "Quién sabe cómo
irán las cosas en el futuro." - "Dijo
para sus adentros." Y como ya había
ocurrido antes, la paja se iba
convirtiendo en oro a medida que el
extraño ser la hilaba. Cuando el rey
entró en la habitación, sus ojos brillaron
más aún que el oro que estaba
contemplando, y convocó a sus súbditos
para la celebración de los esponsales.

Vivieron ambos felices y al cabo de un


año, tuvieron un precioso retoño. La
ahora reina había olvidado el incidente
con la rueca, la paja, el oro y el enano,
y por eso se asustó enormemente cuando
una noche apareció el duende saltarín
reclamando su recompensa.

18
"Por favor, enano, por favor, ahora
poseo riqueza, te daré todo lo que
quieras." ¿Cómo puedes comparar el
valor de una vida con algo material?
Quiero a tu hijo," exigió el desaliñado
enano. Pero tanto rogó y suplicó la
mujer, que conmovió al enano: "Tienes
tres días para averiguar cuál es mi
nombre, si lo aciertas, dejaré que te
quedes con el niño. Por más que pensó y
se devanó los sesos la molinerita para
buscar el nombre del enano, nunca
acertaba la respuesta correcta.

Al tercer día, envió a sus exploradores


a buscar nombres diferentes por todos
los confines del mundo.

19
De vuelta, uno de ellos contó la
anécdota de un duende al que había
visto saltar a la puerta de una pequeña
cabaña cantando:

"Hoy tomo vino,


y mañana cerveza,
después al niño sin falta traerán.
Nunca, se rompan o no la cabeza,
el nombre Rumpelstiltskin adivinarán!"

Cuando volvió el enano la tercera noche,


y preguntó su propio nombre a la reina,
ésta le contestó: "¡Te llamas
Rumpelstiltskin!"

20
"¡No puede ser!" gritó él, "¡no lo puedes
saber! ¡Te lo ha dicho el diablo!" Y tanto
y tan grande fue su enfado, que dio una
patada en el suelo que le dejó la pierna
enterrada hasta la mitad, y cuando
intentó sacarla, el enano se partió por la
mitad.
FIN

21
¿Qué es un cuento?

La palabra cuento proviene del término


latino compŭtus, que significa “cuenta”.
El concepto hace referencia a una
narración breve de hechos imaginarios.

22
Cuento inventado:
La clase de pasarlo bien

ADVERTENCIA:
Este cuento es solo para niños que se
aburren en el colegio, si no eres de ese
tipo no te conviene leer esto porque te
trastornaría la mente.
-NO SE LO DIGAS A TU PROFESOR-

Había una vez una niña llamada Pepita, a


ella le gustaba ir al colegio solo porque
veía a sus amigos. Se aburría en clase y
nunca entendía nada.

23
Así que un día ella inventó una
organización secreta que se llamaba
“OLCEeEC” o sea odio las clases en el
colegio. Pepita y sus amigos siempre
hacían planes para escaparse del colegio,
pero siempre los pillaban.
Hasta que un día llegó una profesora que
era muy diferente a todas las otras, era
muy buena con los niños y siempre les
enseñaba algo pero mientras jugaban. A
Pepita y sus amigos esto les pareció muy
raro porque todas las profesoras los
odiaban y siempre todo el curso
terminaba castigado.

24
Pero después de un tiempo aprendieron a
quererla y entendieron que lo único que
ella quería era que se divirtieran
mientras aprendían, así que desde ese
momento les empezó a gustar el colegio
porque aprendían y empezaban a
entender todo mientras se divertían,
y le pusieron a esa materia
“la clase de pasarlo bien”

FIN

Autora: Pascuala Devoto

25
Fábula: La liebre y la tortuga
En el mundo de los animales vivía una
liebre muy orgullosa y vanidosa, que no
cesaba de pregonar que ella era la más
veloz y se burlaba de ello ante la
lentitud de la tortuga.

- ¡Eh, tortuga, no corras tanto que


nunca vas a llegar a tu meta! Decía la
liebre riéndose de la tortuga.

Un día, a la tortuga se le ocurrió


hacerle una inusual apuesta a la liebre:

- Estoy segura de poder ganarte una


carrera.

26
- ¿A mí? Preguntó asombrada la liebre.

- Sí, sí, a ti, dijo la tortuga. Pongamos


nuestras apuestas y veamos quién gana
la carrera.

La liebre, muy engreída, aceptó la


apuesta.

Así que todos los animales se reunieron


para presenciar la carrera. El búho
señaló los puntos de partida y de
llegada, y sin más preámbulos comenzó
la carrera en medio de la incredulidad
de los asistentes.

27
Astuta y muy confiada en sí misma, la
liebre dejó coger ventaja a la tortuga y
se quedó haciendo burla de ella. Luego,
empezó a correr velozmente y sobrepasó
a la tortuga que caminaba despacio, pero
sin parar. Sólo se detuvo a mitad del
camino ante un prado verde y frondoso,
donde se dispuso a descansar antes de
concluir la carrera. Allí se quedó
dormida, mientras la tortuga siguió
caminando, paso tras paso, lentamente,
pero sin detenerse.

28
Cuando la liebre se despertó, vio con
pavor que la tortuga se encontraba a
una corta distancia de la meta. En un
sobresalto, salió corriendo con todas sus
fuerzas, pero ya era muy tarde: ¡la
tortuga había alcanzado la meta y
ganado la carrera!

Ese día la liebre aprendió, en medio de


una gran humillación, que no hay que
burlarse jamás de los demás. También
aprendió que el exceso de confianza es
un obstáculo para alcanzar nuestros
objetivos. Y que nadie, absolutamente
nadie, es mejor que nadie

29
30
Fábula inventada: La piña podrida

Había una vez una piña que estaba muy


fea por fuera, pero era muy buena de
carácter. Por esa razón nadie quería ser
su amiga. Una noche, la piña empezó a
sentirse muy mal y se sentía muy
cansada, se estaba pudriendo. Todos los
días ella lloraba porque le quedaban
pocos días de vida y se arrepentía de no
haber hecho nada para hacerse una
amiga.

31
Al ver a la piña tan triste, una manzana
muy grande y de un color tan intenso
que al verla te dolían los ojos, se acercó
a la piña y le dijo:
-¡Hola!, ¿cómo te llamas?-, y la piña le
respondió: -Me llamo Gianna, ¿y tú?-
La manzana le respondió:
-Yo me llamo Rosa, podemos ser amigas,
solo si quieres y podemos hacer muchas
cosas divertidas en el tiempo que te
queda-
Gianna, muy contenta, le dijo:
-SIIII, muchas gracias Rosa, me
alegraste uno de mis últimos días y creo
que otros también lo harás, nos vemos
mañana en el parque de diversiones-

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Al otro día las frutas fueron al parque
de diversiones y se subieron a muchas
montañas rusas, comieron mucho algodón
de azúcar y lo pasaron súper bien, fue
el mejor día de las dos frutas y los
siguientes lo serían. En esos días
hicieron paseos a bosques, fueron al cine
e hicieron muchas cosas que le gustaban
a las dos frutas. En el noveno día que
llevaban siendo amigas, Gianna empezó a
portarse muy raro: de la nada le daban
arcadas y se mareaba con cualquier
cosa, hasta que llegó un punto en que se
desmalló y entonces Rosa decidió
rápidamente llevarla a un hospital.
Ya en el hospital se llevaron a Gianna
muy rápido en una camilla por unas
puertas.

33
En ese momento Rosa empezó a temer
por la vida de Gianna, esperó y esperó
hasta que le dijeron que ella se
encontraba mejor y que podía
recuperarse pero que debía quedarse ahí
unos días, entonces Rosa se fue del
hospital un poco más tranquila. Desde
ese día Rosa iba a visitarla cinco veces
por semana, hasta que un día lluvioso y
frío Rosa fue a visitar a Gianna, y
recibió una noticia que la hizo
estremecerse hasta el alma de la
tristeza que le provocaba: Gianna había
muerto el día anterior en la noche.
Rosa todavía no se daba cuenta de lo
que estaba sucediendo, pero cuando le
entró en la cabeza esa terrible noticia,
se largó a llorar por el resto de ese feo
día.

34
Cada día de cada año Rosa iba al
cementerio a dejarle flores a Gianna, y
se daba cuenta de que nunca tienes que
juzgar a una fruta o a una persona por
como se ve, porque te puedes perder
una oportunidad única de conocerla.

FIN

Autora: Pascui Devoto

35
Leyenda: La Tirana

Esta leyenda data de 1535, año en el


que el español Diego de Almagro salió
del Cuzco en busca de la conquista de
Chile. Lo acompañaban 550 españoles y
alrededor de 10.000 indios peruanos, así
como los prisioneros Paullo Tupac y
Huillac Huma. El primero, príncipe de la
familia real de los incas, y el segundo,
último sumo sacerdote del imperio del sol
que viajaba acompañado por su hija
Ñusta. Cumplían la responsabilidad de
mantener el orden entre los indios que
componían la expedición y, en caso de
que no lo consiguieran, serían asesinados
como pago por el desorden causado.

36
Al llegar a Atacama, Huillac Huma huyó
junto con la princesa y un grupo de
indígenas hacia un bosque de tamarugos,
que ahora es más conocido como la
Reserva Nacional Pampa del Tamarugal.
Desde allí, Ñusta dirigió y organizó a
sus servidores, llegando a conformar un
fuerte núcleo de rebelión que cuyas
hazañas le darían la fama de ser la
“Tirana del Tamarugal”. Un día llevaron
hasta la princesa al apuesto
expedicionario portugués Vasco de
Almeida, quien se había perdido en la
zona en búsqueda de la mítica “Mina del
Sol”.

37
Cuenta la leyenda que, con solo verlo,
Ñusta quedó fascinada con él; pero al
estar bautizado en la religión católica lo
condenó a muerte. Mientras llegaba el
día de la ejecución, se enamoraron y
mantuvieron una relación a escondidas
que la princesa alargaba tratando de
encontrar motivos válidos para
retractarse. Sin embargo, al ser
descubierto su romance ambos fueron
condenados a muerte y él la convención
de que si se convertía al catolicismo
estarían juntos después de la muerte en
la vida eterna. Así, los súbditos de La
Tirana se sintieron traicionados y en el
momento de su bautizo ambos fueron
asesinados con una lluvia de flechas.

38
Poco tiempo después caminaba por la
zona el misionero Antonio Rendón, quien
encontró una rústica cruz en el lugar de
muerte de los amantes y, al escuchar la
historia completa, se sintió tan
conmovido que decidió edificar una
ermita en honor a Nuestra Señora del
Carmen de La Tirana. En la actualidad la
Fiesta de la Tirana, que se realiza cada
año a mediados de julio, es la
celebración religiosa más grande del
norte de Chile.
FIN

39
40
¿Qué es una leyenda?
Una leyenda es un relato o serie de
sucesos imaginarios o maravillosos.
También se llama 'leyenda' a un tipo de
composición literaria en la que se narran
sucesos. Se utiliza esta palabra también
para referirse a un ídolo o persona que
ha conseguido grandes proezas y
considera un referente. Por ejemplo:
'Michael Jordan es una leyenda del
baloncesto'. En el sentido de 'texto'
una leyenda también es la información
que acompaña a un mapa, dibujo o
gráfico a modo de explicación o
aclaración. También se aplica a las
inscripciones en lápidas, escudos,
grabados y monedas. Procede del latín
legenda, deriva de legĕre (leer).

41
Leyenda inventada:
El fantasma de la joven

Cada noche en una casa del norte Chile,


en La Tirana, se escucha una risa
diabólica interminable que cesa con el
primer rayo del sol. Esta es la historia
del fantasma de la joven vendedora.
Había una vez una joven muy hermosa
que vendía joyas en el mercado de su
ciudad.

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Ella tenía un amuleto precioso, era un
zafiro de un azul cegador tan lindo que
cualquier persona que lo viera lo
anhelaría y por esa razón lo tenía muy
escondido y siempre lo llevaba con ella,
además se lo había regalado su madre
difunta. Una tarde, solo por un
descuido, ella introdujo en un saquito
para vender su amuleto secreto, al verlo
una pequeña niña le rogó a su madre que
se lo comprara, y esta sin saber lo que
le pasaría a su hija lo compró. La joven
no pudo lograr que cambiara de opinión y
comprara otra gema, así que llena de ira
realizó un plan muy cruel para recuperar
su amuleto.

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Esa noche, la joven se metió en la casa
de la niña y fue a su pieza, allí asfixió a
la niña hasta que ella soltó la piedra, ya
que la tenía en la mano. Mientras hacía
esta atrocidad se reía de tal manera que
su risa resonó en toda la casa, hasta un
punto que despertó a la mamá, quien fue
a la cocina tomó un cuchillo y corrió
hasta la pieza de su hija. Llena de
tristeza al ver a su hija muerta,
acuchillo a la joven sin que se diera
cuenta y lanzó la piedra al pozo que
tenía la casa. Desde ese entonces se
escucha la diabólica risa de la joven
cada noche en esa casa.
FIN

Autora: Pascuala Devoto

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45
Receta de galletas de
mantequilla clásicas
Ingredientes
125 g de mantequilla
160 g de azúcar
2 huevos
450g de harina
Ralladura de limón
1 sobre (16 gramos o dos cucharadas de
postre) de levadura química (royal o
cualquier otra)
1 pizca de sal
Cortapastas para galletas

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Preparación:
1.- Mezcla el azúcar, la mantequilla a
temperatura ambiente, la ralladura de
limón, la sal y los huevos. Añade la
harina mezclada con la levadura química
o polvo de hornear y amasa hasta
conseguir una masa uniforme. Sólo se
trata de conseguir que la masa se vea
bien integrada, no es necesario amasar
más.

2.- Coloca la masa en un recipiente y


cúbrelo con film transparente. Guárdalo
en el frigorífico durante media hora o
hasta que la mantequilla haya vuelto a
endurecer.

47
Es importante que uses una mantequilla
corriente y no margarina u otra versión
de mantequilla de untar. Si la
mantequilla no endurece, la masa se
queda blanda y es muy difícil trabajarla.
3.- Espolvorea la superficie de trabajo
con un poco de harina. Toma una porción
de masa y extiende con el rodillo hasta
obtener una capa fina de unos 4 a 6
mm. Hay rodillos que te permiten
extender la masa de manera uniforme.
4.- Coloca el cortapastas encima de la
masa y presiona para cortar la masa.
Para que quede bien cortada y con
bordes lisos, puedes hacer un pequeño
giro para ayudarte a cortar y despegar
la formita de galleta.

48
Con los recortes, amasa de nuevo y
puedes extender para cortar más
galletas. Si se ablanda, guarda de nuevo
en el frigorífico.
5.- Coloca las galletas separadas entre
sí en la bandeja del horno, sobre papel
de horno, y hornea durante 10 minutos a
180ºC. No debemos dejar que se doren
porque enseguida se queman y toman un
sabor amargo. Yo las prefiero
blanquitas. Recuerda que cada horno
tiene su temperatura, así que baja la
temperatura si antes de diez minutos se
te han dorado. La primera hornada
siempre es la de prueba y verás el
tiempo y temperatura que necesitas para
las siguientes.

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4.- Una vez horneadas, sácalas del
horno y, con cuidado de no quemarte,
colócalas sobre una rejilla para que se
enfríen. Una vez frías, puedes
guardarlas en una caja de lata y
aguantan en perfectas condiciones más
de un mes.

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FIN DEL LIBRO

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