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NOTRE-DAME DE PARIS DE VICTOR HUGO :

UNA ADAPTACIQN PARA J®VENES . TEXTO E IMAGEN

SANTA
ÁngCIS
Estudi General de Lleida
Universidad de Barcelona

Dentro de la colección Super Joyas, la Editorial Bruguera


proponía en su número 55 una adaptación para adolescentes de
tres de las más importantes novelas de Víctor Hugo : Nuestra
Señora de París, Bug Jargal y Los Miserables . En un anterior
trabajo nos ocupamos de Los Miserables .' Quisiéramos centrar
nuestra atención en Nuestra Señora de París . La adaptación
ofrece la particularidad de acompañar el texto de viñetas . con lo
que los autores cuentan con la imagen para traducir parte del
texto . La ilustración de la cubierta reproduce una imagen preci-
samente de Nuestra Señora, de París y es debida a Rafael Cotie-
lla Joancomarti . La adaptación textual de las páginas interiores
corresponde a Fernando Castillo y a J .M . González Cremona
rnientras que las ilustraciones se deben a Vicente Torregrosa y a
Julio Vivas . La primera edición es de julio de 1983.2 30 páginas
son suficientes para presentar la gran novela de Víctor Hugo .
Evidentemente una tal condensación supone una redacción y
una selección del texto . Aunque debemos constatar que el
mismo espacio se dedica a Los Miserables, tratándose de una
obra mucho más larga, con lo que el trabajo de reducción hecho

(1) Má Angeles Santa, "La historieta sale al encuentro de Los Miserables de


Víctor Hugo", Barcarota, 20, (1986), pp . 167-174 .
(2) Una adaptación semejante se realizó en Francia por Gotlib y Alexis aun-
que su espíritu era totalmente distinto . El producto iba destinado a los adultos
y emitía un juicio crítico sobre ciertos aspectos de la sociedad francesa actual .
No obstante . la obra era fiel a ciertos tópicos como el de vestir a Esmeralda de
rojo . Por su complejidad merece . sin duda alguna, un estudio aparte que no es
ahora el momento de realizar . Notre-Dame de París Cinemastock, de Gotílb y Ale~
xis . París. Dargaud, t. 11, 1989 . pp, 28-60 .

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sobre .Muestro. Señora de París es menor, Con todo, las disgre-
siones y los capítulos de reflexión desaparecen enteramente de
la obra y se recoge fundamentalmente el núcleo argumental .
Veamos cómo proceden los adaptadores .
La portada global del cómic es mucho más exagerada y
sugerente . Cuatro imágenes superpuestas condensan lo esen-
cial del libro . La -silueta de Notre-Dame al fondo, elemento siem
pre presente aunque siempre ausente en esta adaptación, Febo
vestido de guerrero, la espada en alto en segundo plano y en
primero Quasimodo y la bella Esmeralda en sus brazos. Algu-
nos elementos chocan sin embargo con el resto de la adapta-
ción . Sobre todo el carácter exagerado de los rasgos gitanos de
la hermosa Esmeralda . Se le añade un pequeño collar que cruza
su frente y grandes pendientes . Y su vestido es amarillo oro . Un
amarillo solar que correspondería mejor a Febo. Mientras que
Quasimodo y Febo se hallan unidos en la mano del dibujante a
través del rojo, rojo de la vestimenta de Quasimodo, rojo de la
capa de Febo .
En cualquier caso, en la mente del dibujante, el amarillo y
el rojo se unen : colores, aunque distribuidos de manera distin-
ta, esenciales en el libro de Hugo . Esmeralda no viste de amari
llo . La mayor parte de las veces -y dejamos versiones cinema-
tográficas aparte, luego hablaremos de ello- la ropa que cubre
apenas la desnudez de la bella gitana tiene colores variopintos o
adquiere el color fundamental: el blanco, blanco de iniciación,
blanco de pureza, blanco de inocencia . Simbologia que los auto-
res de la adaptación española parecen olvidar por completo . Esa
exageración corresponde a un imaginario popular que se hace
de los gitanos una idea bien concreta . Oropel y exageración .
Pero pasemos al núcleo central . Tenemos que señalar que
nos sorprende en cierto modo la rigurosidad de la adaptación al
detalle, mientras que el respeto al espíritu de la obra permanece
ausente . No obstante, el desear ser fiel a lo sumo a la trama
esencial de la obra hugoliana dice mucho en favor de la rectitud
de los adaptadores . Aunque todos sabemos que la traducción
más estricta no es siempre la traducción más fiel, pese a todo
ofrece garantías de honradez y de veracidad . Y ello evidente-
mente haciendo abstracción de cualquier criterio moral, lo cual
no podemos decir que suceda también en la obra.
El texto a que nos referimos recoge una de las frases del
libro primero, la que localiza la acción, fechándola y colocándo-
nos de inmediato en el meollo de la trama. Entre la obra de tea
tro que conmemora la Epifanía y la fiesta de los locos, es obvio
que el pueblo elige la segunda . La primera viñeta de la adapta-
ción responde a todo un capitulo de introducción . Vemos la alti-

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va silueta de Notre-Dame al fondo, el cadalso a un lado y la
bella Esmeralda danzando con su cabra en torno al fuego
batiendo una pandereta por encima de su cabeza, mientras el
público la contempla arrebatado. Entre ese público una calva
cabeza profiere las palabras de "¡Sacrilegio! ¡Profanación!" . Los
lectores de Hugo hemos reconocido a Frollo . Esas palabras pro-
vocan la partida de la hermosa Esmeralda. Detengámonos un
momento en su atuendo . En la primera viñeta los menores deta-
lles del texto se hallaban recogidos, como el que la joven danza-
ba sobre una alfombra persa . El atuendo de Esmeralda así
como sus rasgos corresponden en cierto modo a la versión cine-
matográfica del film que interpretó Gina Lollobrigida y Anthony
Quinn. Esmeralda viste de rojo y este color contrasta con su
negra y desgreñada cabellera . Llama ardiente que sube hacia el
cielo . Para Hugo las cosas son menos claras, al menos en los
inicios . Esmeralda es una gitana y como tal tiene un vestido de
múltiples colores . La simbología difiere.
Pasamos de inmediato a la representación del príncipe de
los locos . La atmósfera que rodea al extraño personaje es repro-
ducida exactamente a través de los dibujos, incluso el acto de
ira del príncipe de los locos en contra del joven estudiante,
Robert Poussepain ; aunque este hecho se sitúa antes de la pre-
sentación de Esmeralda, para la lógica del relato adaptado pare-
ce más coherente el situarlo en este lugar inmediatamente
antes de la aparición de Frollo, quien contiene los arrebatos y el
gozo de Quasimodo y lo remite al orden, pese a la ira dei pueblo
que lo ha elegido como su rey. Esta escena muestra las confu-
sas y obscuras relaciones que existen entre Quasimodo y Frollo,
aunque no las explica ni lo hará el texto de la adaptación en lo
que sigue . En realidad, el texto objeto de nuestro estudio resul-
ta claro para aquellos que han leido la novela . Para los demás
ofrece únicamente el débil hilo de una trama argumental que
permite seguir una historia llena de señales ambiguas, de peri-
pecias y de reconocimientos . La escena siguiente presenta a Pie-
rre Gringoire que va en pos de Esmeralda y que por lo mismo se
convierte en testigo involuntario de su secuestro . En los dibujos
se pone de manifiesto la incapacidad de Gringoire para defender
a la gitana así como el agradecimiento de la misma hacia Febo .
Sin embargo, ligeras diferencias separan el texto original del
texto adaptado . Mientras que en el primero existe un compañe-
ro que ayuda a Quasimodo en su secuestro, en la versión de
cómic se da rápidamente a la fuga y mientras en el cómic la
gitana permanece al tanto de las intenciones de Febo y le despi-
de con un ademán cariñoso y familiar, en el texto original se
escabulle, cual una bella ninfa, literalmente de entre los brazos

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del bravo capitán dejándole un regusto de añoranza que exacer-
bará su deseo . Por ello el deber de arrestar al autor del secues-
tro resulta todavía más duro, extremo recogido también en la
adaptación española .
Como si se tratase de una escena en varios actos, pasamos,
como en la novela original por otra parte, a Pierre Gringoire,
quien se recupera de su lance con Quasimodo y camina a la
deriva por entre el inmenso dédalo de callejuelas que le llevarán
tras sucesivos encuentros con diversos tipos de mendigos al
centro de la Corte de los Milagros en donde podrá conocer a su
rey . El dibujo que representa la entrada de Gringoire y su pri-
mer enfrentamiento con el rey de los truhanes recoge perfecta-
mente los detalles de la escena. Luego todo se desarrolla con
gran rapidez . Esmeralda, para salvar a Gringoire, lo toma por
marido ; se trata de un matrimonio blanco que pone al joven
poeta en comunicación con los secretos más íntimos de la gita-
na concentrados en el amuleto que pende de su cuello y con la
cabra Dj ali, fiel compañera de Esmeralda .
El cuadro siguiente es muy corto. Recoge la visión de Quasi-
modo enfrentándose a la justicia. Triste espectáculo el de un
sordo tratando de defenderse . Triste justicia la de un tribunal
que no tiene en cuenta los mínimos derechos del hombre para
su defensa. La próxima escena recoge a las mujeres que han
venido de provincias y que se dirigen a la plaza de Notre-Dame
para contemplar el suplicio del pobre Quasimodo . Su manera de
vestir evoca la de unas aristócratas de la Edad Media y no res-
ponde en absoluto a la descripción hugoliana . Las mujeres
disertan sobre los orígenes de Quasimodo y sobre el amargo
destino de la "sachette" -término que se presenta en francés,
sin traducción---, quien está confinada en un agujero en la
plaza de Gréve . Pero el espectáculo más interesante lo constitu-
ye el suplicio de Quasimodo que da forma ya a otro cuadro . La
pobre y monstruosa criatura se debate bajo los latigazos del
verdugo sin que nadie sienta por él la mínima piedad, nadie
salvo Esmeralda, quien le acerca una jarra de agua. Si el movi-
miento de repulsión de la bella gitana hacia Quasimodo se halla
hábilmente representado, los autores prescinden de algo tan
emotivo y sentimental como la lágrima de agradecimiento que
rueda por las mejillas del lisiado hasta la mano angelical de la
gitana .
Pasamos acto seguido al interior de la casa de Flor de Lis, la
prometida del apuesto Febo y en medio de esta sociedad casqui-
vana la figura graciosa de la gitanilla resulta un atractivo más,
sobre todo por la compañía de la cabra. El bello Febo no duda
en atraerla a la casa . Cuando Esmeralda desaparece en el ínte-

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rior de la mansión, los adaptadores introducen una escena que
cronológicamente se sitúa después en el relato aunque por
coherencia puede perfectamente colocarse en donde ellos lo han
hecho . Se trata del interrogatorio que Frollo realiza a Gringoire,
tratando de saber todo cuanto concierne a la suerte de Esmeral-
da . Entretanto Esmeralda se halla compartiendo la sociedad de
las damas que acompañan a Febo y la cabra desvela su secreto
reproduciendo el nombre del apuesto capitán, 1o que provoca el
escándalo de la reunión, la huida de la gitana seguida por Febo,
acción que posibilita la cita entre los dos jóvenes enamorados .
La escena siguiente nos presenta a Frollo encerrado en una
especie de laboratorio, sumido en sombríos pensamientos ocu-
pados por Esmeralda . Así le sorprende su hermano, quien trata
de arrancarle dinero . Tras conseguirlo se encuentra causalmen-
te con Febo y el archidiácono que le sigue se entera de su rela-
ción con su hermano. Llevado por su inquietud va tras ellos y
les sorprende juntos en una taberna . Luego contempla a Febo
que abandona a su hermano para correr en pos de la cita amo-
rosa y abandonándolo también a su vez sigue al apuesto capi-
tán desafiándole para terminar ofreciéndole dinero con tal de
presenciar sus amores . Sin ningún escrúpulo el capitán con-
siente y así le permite esconderse en la misma habitación en la
que recibirá a Esmeralda. Testimonio de la visita amorosa, Fro-
llo se siente devorado por los celos ; trata de asesinar a Febo .
Esmeralda pierde el conocimiento y cuando vuelve en sí se halla
rodeada de gente que la acusa, con Febo malherido a sus pies .
En cierto modo todo un ciclo se cierra. Nos hallamos exacta-
mente a la mitad de la adaptación, aunque ello no corresponde
a la novela. Se trata de los ocho primeros libros de Notre-Dame.
Hemos seguido de una manera fiel el espíritu y la letra de la
adaptación . Tratemos de ver ahora qué es aquello de lo cual se
prescinde y cómo se presenta lo adaptado . En cuanto a la anéc-
dota, pese a lo restringido de la adaptación, debemos decir que
es muy clara la posición de la gitana, entre dos amores, o mejor
tres : el casto de Gringoire, el de Febo que posee además su
corazón y el torturado de Frollo . Pese a no incidir en detalles, a
no traducir la duda y las turbaciones de la muchacha, los senti-
mientos que anidan en su alma, así como los sentimientos que
inspira parecen harto claros . También la problemática de la
"sachette", de la corte de los milagros . . . Tal vez lo que queda
más diluído, lo que constituye un problema mayor son los lazos
existentes entre Quasimodo y Frollo, puesto que toda su rela-
ción se halla resumida en una frase de las burguesas que van a
la plaza a presenciar el sufrimiento del lisiado . En ella se nos
dice que el archidiácono le recogió siendo niño sin ahondar en

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detalles . Pero echemos una ojeada a las ausencias . Si la trama
argumental encuentra, podemos señalar, cumplido eco, mayor
del que podamos hallar en determinadas adaptaciones cinema-
tográficas, existen omisiones importantes . Del libro primero la
adaptación retiene únicamente la presentación de Pierre Grin-
goire, de Quasimodo y Esmeralda . Por oposición, el segundo se
halla desarrollado con bastante amplitud. En cambio el tercero
desaparece por completo, así como el cuarto . El quinto se halla
resumido. Y luego nos encontramos con el desarrollo del sépti-
mo . Es decir que de los ocho primeros libros de Notre-Dame los
adaptadores se sirven sobre todo del segundo y del séptimo, los
que resumen la trama argumental . Al prescindir de los otros se
prescinde de la rica personalidad de Frollo, aunque considera-
mos que ello no es lo más importante ; se prescinde asimismo de
algo que constituye el elemento esencial del libro, de Notre-
Dame y de su historia. La hermosa catedral así como todo el
problema urbanístico que se desarrolla a su alrededor quedan
reducidos a un mero símbolo, a una pequeña imagen, a un
decorado, con lo que la verdadera protagonista del libro, la cate-
dral de Notre-Dame, se diluye por completo . Desaparece tam-
bién el importante papel desarrollado por la historia, por la
alquimia . De Frollo sólo conocemos su amor por Esmeralda,
lejos quedan sus pretensiones científicas, su relación con el rey,
toda su obsesión por la fatalidad .
Lo que podríamos considerar segunda parte se desarrolla de
la manera siguiente : Gringoire asiste por casualidad al juicio de
Esmeralda, quien insiste en su inocencia, preocupada única
mente por la suerte de Febo . La escena de tortura de la bella
gitana es omitida para pasar a la escena en su calabozo, en la
que Frollo se convierte de nuevo en protagonista al proponerle
la salvación a cambio de acompañarle . Cegado por la negativa,
condena a la joven gitana y la adaptación, pese a la parquedad
de medios, reproduce de manera ágil la tensa situación entre
dos criaturas, la belleza y la debilidad, el poder y la fuerza
enfrentados . Tan sólo la belleza puede vencer porque es libre,
mientras que la fuerza es prisionera de su propia pasión.
Frollo se venga poniendo en conocimiento de la "sachette" la
próxima ejecución de la gitana . Y es precisamente este aconteci-
miento el que Febo y su prometida contemplarán desde las ven
tanas de la casa de ésta : la bella Esmeralda que va a ser colga-
da después de detenerse frente a Notre-Dame . Febo es obligado
a seguir la escena a causa de su novia y Esmeralda debe
enfrentarse otra vez a las obscenas proposiciones de Frollo . Sin
embargo, antes de ir a parar a manos del verdugo, descubre a
Febo vivo en el balcón de la casa de su prometida y es raptada

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por Quasimodo quien se refugia con ella en Notre-Dame, pro-
porcionándole ropa que cubra su desnudez. En lugar de la blan-
cura de la novicia que tenemos en el texto original, nos encon-
tramos con una túnica verde pálido que acentúa los rasgos
morenos de Esmeralda.
Refugiada en la torre, constituye una visión turbadora para
Frollo . Quasimodo la protege, explicándole el porqué la salvó su
sordera y prometiéndole su devoción . No tarda en mostrársela de
forma fehaciente cuando Frollo irrumpe en la celda de Esmeral-
da. Al son del silbato aparece Quasimodo quien domeña a Frollo
no sin mostrar después el atávico arraigamiento para con él.
Gringoire exalta a los componentes de la corte de los mila-
gros, mientras la gitana, distinguiendo a Febo, pide a Quasi-
modo que vaya en su busca . Él obedece, aunque inútilmente .
Entre tanto los ánimos se han caldeado y los mendigos deciden
liberar a Esmeralda . Atacan Notre-Dame y mientras Quasimodo
defiende la iglesia y a su amada, Gringoire la libera para dejar-
la en manos de Frollo, quien, ante la reiterada negativa de
seguirle, la confía a la reclusa . Ello permite el reconocimiento
de la madre y de la hija a través de los zapatitos que ambas
conservan como un amuleto . Demasiado tarde . La madre no
puede proteger a Esmeralda . Mientras tanto en Notre-Dame,
Quasimodo comprueba la desaparición de la gitana y localiza al
culpable, al malvado Frollo por quien siente odio y desprecio .
Quasimodo le precipita al vacío y contempla luego impotente el
cadalso en el que Esmeralda va a ser ahorcada con Frollo a sus
pies .
La adaptación termina con el rostro anegado por las lágri-
mas de Quasimodo y el rostro sonriente de Esmeralda, transfi-
gurado por la confianza y por la paz . Y unas últimas palabras
pretenden resumir el desenlace de la novela : "Esmeralda, cega-
da por la arrogancia del capitán Febo, no había sabido apreciar
el verdadero amor que se ocultaba bajo la apariencia grotesca
del jorobado . Ahora comprendía la belleza de unos nobles senti-
mientos" . Final ambiguo e incompleto . Esmeralda se da cuenta
del amor de Quasimodo mucho antes, pero no puede correspon-
derle y se aprovecha de él . En el instante de su muerte ni
siquiera puede disfrutar, en el supuesto de que ello hubiese
podido darle alguna satisfacción, de la muerte del archidiácono,
puesto que ésta se produce cuando su cuerpo se balancea de
una cuerda, mudo testimonio inocente de injusticia . Sólo más
tarde Quasimodo llevará hasta lo sublime su amor realizando
con ella un matrimonio que podríamos calificar de "in articulo
mortis" . Con el abrazo al cadáver de Esmeralda Quasimodo rea-
liza la ofrenda de su amor.

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En esta segunda parte los acontecimientos se desarrollan a
una velocidad vertiginosa. Un par de viñetas sirven la mayor
parte de las veces para dar cuenta de lo esencial de una escena .
Hemos de reconocer que lo esencial de la trama argumental se
halla respetado . Aunque cualquier reflexión, o cualquier alusión
histórica importante desaparecen .
Un curioso criterio moral preside esta adaptación . No hay
inconveniente en presentar unos amores culpables como los de
Frollo por Esmeralda, no existe inconveniente en representar la
muerte por venganza de Quasimodo . Frollo simboliza el anal y la
adaptación no repara en sutilezas; en ningún momento trata de
dar de él un retrato un poco más matizado ; ello justifica desde
todos los puntos de vista su ejecución. Sin embargo, los autores
se resisten a mostrarnos la muerte de Esmeralda . Es como si la
bondad, la belleza no pudiesen encontrar en el final del camino
la muerte . Y así las cosas se dejan en una voluntaria ambigüe-
dad y la última viñeta nos presenta a Esmeralda a punto de ser
ajusticiada aunque todo nos lleva a suponer que ello no va a
tener lugar. Si únicamente poseyéramos de esta novela hugolia-
na'semejante adaptación, sería para nosotros muy fácil creer en
la salvación de la gitana. Pero no podemos darnos a engaño, la
ambigüedad sólo sirve para presentar un producto edulcorado,
para eliminar la muerte de la belleza, de la inocencia y dar a los
adolescentes una visión, feliz a pesar de todos los pesares, de la
problemática presentada por Hugo .
Deseamos destacar que no se utilizan en absoluto los ele-
mentos españoles contenidos en el texto de Hugo, lo cual hubie-
se conferido a la adaptación un particular sabor y un notable
interés . El prescindir de esos elementos de cultura hispánica
denota la poca sensibilidad de los autores por realizar trabajos
de literatura o simplemente de cultura comparada . Nos parece
que "lo español" de Notre-Dame merecía la pena ser valorado y
respetado en una adaptación realizada en España para adoles-
centes españoles, como un elemento más del interés que ello
podía despertar en los potenciales lectores .
Tal vez, con respecto a la adaptación de Los Miserables, la
de Notre-Dame sea más positiva y más fiel . El eliminar total-
mente la historia y el papel representativo de la catedral no nos
aleja de personajes tan entrañablemente sentidos como Frollo,
Esmeralda y Quasimodo, de los que los adaptadores han respe-
tado el entramado fundamental. Tal vez lo único que quede de
esta lectura sea el deseo de ir más allá, de saborear en toda su
plenitud el texto de Hugo . . . Si ello es así, es más que suficiente,

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