Los tardígrados (Tardigrada), llamados comúnmente osos de agua debido a su
aspecto y a la lentitud en sus movimientos, constituyen un filo de Ecdysozoa dentro del reino animal, caracterizado por ser invertebrados, protóstomos, segmentados y microscópicos (de 1,5 mm de media). Además se agrupan dentro del gran grupo de los parartrópodos por presentar caracteres que sugieren que comparten un antecesor común con los artrópodos, junto a los onicóforos. Poseen características únicas en el reino animal tales como poder sobrevivir en el vacío del espacio, a presiones muy altas - 6000 atm (la presión atmosférica en la superficie de la Tierra es de 1 atm, por lo que pueden resistir presiones atmosféricas 6000 veces superiores), a la deshidratación prolongada (hasta 10 años pueden pasar sin obtener agua) o a la radiación ionizante.
La mayoría de los tardígrados son terrestres y viven fundamentalmente en la
película de agua que cubre los musgos, líquenes o helechos, aunque también pueden llegar a habitar aguas oceánicas o de agua dulce, no habiendo virtualmente rincón del mundo que no habiten. Los adultos más grandes pueden verse a simple vista porque llegan a alcanzar un largo de 1.5 mm de media.1 Sin embargo, los más pequeños pueden medir 0.05 mm solamente. Son de forma ovalada o alargada, pueden entrar en criptobiosis (metabolismo reducido) y se alimentan succionando líquidos vegetales o animales. Poseen cutícula no quitinosa aunque pueden mudar. Se conocen más de 1000 especies de tardígrados
Los tardígrados están formados por unas mil células y algunas especies son eutélicas, es decir, mantienen constante el número de células durante su desarrollo.
Criptobiosis
Tal vez la cualidad más fascinante de los tardígrados es su capacidad, en
situaciones medioambientales extremas, de entrar en un estado de animación suspendida conocido como criptobiosis o estado anhidrobiótico. Mediante un proceso de deshidratación, pueden pasar de tener el habitual 85% de agua corporal a quedarse con tan solo un 3%. En este estado el crecimiento, la reproducción y el metabolismo se reducen o cesan temporalmente y así pueden pasar hasta 4,4 años.[3]
Esta resistencia permite a los tardígrados sobrevivir a temporadas de frío y
sequedad extremos, radiorresistencia a la radiación ionizante y resistencia al calor y la polución. Existen estudios que demuestran que, en estado de metabolismo indetectable, pueden sobrevivir a temperaturas que oscilan entre los –20 °C[4] y los 100 °C.[5] En condiciones de laboratorio extremas parece que pueden sobrevivir a temperaturas entre -273 °C, casi el cero absoluto,[6] y 151 °C.[7] Asimismo parece que pueden sobrevivir a la inmersión en alcohol puro y en éter. Científicos rusos afirman haber encontrado tardígrados vivos en la cubierta de los cohetes recién llegados de vuelta del espacio exterior. Recientes investigaciones[8] demuestran que son capaces de sobrevivir en el espacio exterior.
En 1948 la bióloga italiana Tina Franceschi rehidrató unos tardígrados
procedentes de una muestra de musgo seca, conservada en un museo desde 1828. Al cabo de doce días, uno de los ejemplares mostró algunos ligeros signos de movimiento, después nada. Franceschi publicó sus resultados,[9] que fueron muy exagerados en las citas subsecuentes de sus observaciones, afirmándose desde entonces en numerosos trabajos, aunque sin fundamento real, que los tardígrados podían revivir tras 120 años en estado de criptobiosis
Exposición espacial
En septiembre de 2007 se lanzó la sonda espacial Foton M3 de Rusia y la ESA, y
en ella fue colocado un grupo de tardígrados. Se comprobó que no sólo sobrevivieron a las condiciones del espacio exterior, sino que incluso mantuvieron su capacidad reproductiva, por lo que se les considera el ser vivo más resistente. Además, pueden soportar 100 veces más radiación que los seres vivos más resistentes y pueden pasar años en un estado de hibernación sin agua, y reactivarse en cuanto se les suministre.
Los tardígrados son ovíparos, dioicos y experimentan un desarrollo directo,
sin fases larvarias. Carecen de aparato circulatorio, respiratorio y excretor. Poseen unas células (matoxistemas) que les permiten sobrevivir en cualquier medio ya sea: agua, aire, vacío, etc. Los tardígrados se alimentan de bacterias, algas, criptógamas, rotíferos, nemátodos y otros invertebrados microscópicos. Normalmente sorben sus células pero en ocasiones ingieren los organismos completos.