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Antes que nada, tienes que tener ya una idea de que quieres hacer. Es decir, una meta a
dónde llegar. Muchos negocios se forman y se vuelven exitosos porque saben detectar
necesidades importantes y logran elaborar formas eficaces de satisfacerlas, ya sea
desarrollando un producto completamente innovador que identifica y soluciona un “nuevo
problema” o desarrollando uno que satisface más “eficientemente” una necesidad que otro
producto satisfacía anteriormente.
Relacionado con el punto anterior, tenemos que confirmar desde el inicio del negocio que
el producto o servicio que pensamos ofrecer tiene o tendrá eventualmente una base de
clientes estable que lo adquirirá. Muchos negocios que fallan, comienzan sin evaluar
apropiadamente a su base de clientes, pasando la mayor parte del tiempo en el desarrollo
del producto o servicio y cuando salen al mercado encuentran que quienes pensaban que
serían sus clientes no compran.
Los negocios exitosos basan su desarrollo en una base de clientes verificados, confiables y
buenos pagadores. También te sugiero que tomes el tiempo de desarrollar una estrategia
para obtener clientes, la cual valide que realmente hay gente interesada en lo que vas a
ofrecer.
¡Si claro! Es muy importante tener un buen plan de negocio/marketing en el que basarás el
desarrollo de tu idea, pero no olvides que en el papel suele ser, con mucha frecuencia,
diferente a la realidad. Por supuesto que es indispensable saber a dónde vas, pero también
es esencial ser lo suficientemente flexible para modificar tu plan a la hora en que se
presentan contratiempos o cambios en tu entorno interno o externo. Mantén el plan simple
y con objetivos fácilmente identificables, medibles, logrables. Ten en mente una foto clara
de a dónde quieres llegar y prepárate para seguir un camino. Pero no olvides que en general
es importante mantener una mente amplia y un plan abierto para conseguir las metas que
te has fijado a largo plazo. Recuerda que, aunque la idea precede a la acción, es a través de
la acción que la idea se valida y toma su forma final. Al final, la regla es adaptarse o morir.
Estamos en un tiempo ideal para iniciar nuevos negocios, aunque también es una época en
la que se dificulta conseguir recursos para la etapa temprana de un nuevo negocio. Es por
esto que la
habilidad para maximizar y conservar los recursos en una etapa temprana del negocio,
incrementan dramáticamente las probabilidades de éxito del mismo. Aún con un
presupuesto amplio, las empresas que mejor subsisten, son aquellas que saben administrar
sus recursos eficientemente y vivir “por debajo de sus posibilidades”. Resolver y trabajar el
problema es mucho más efectivo y eficiente que arreglarlo “con dinero”. Recuerda que las
utilidades en una empresa se obtienen generándolas, no “mereciéndolas”.
Es importante darte cuenta de cuándo apoyarte en la gente adecuada para las actividades
que te hacen perder foco. Ya sean áreas en las que no eres el más competente o actividades
que consumen tiempo valioso que podrías invertir en cuestiones más productivas. Construir
el equipo correcto implica también hacerlo en el tiempo correcto. Contratando antes de
tiempo más gente, puede provocarte una descapitalización y gastos o presiones
innecesarias. Recuerda siempre que el gasto/inversión debe ser siempre precedido por una
necesidad real derivada de un crecimiento en el ingreso.
7. Consigue un mentor.
El hecho que sea tu negocio, no implica que debas estar sólo. Es muy importante que en
una etapa temprana reconozcas que no lo sabes todo, ni eres bueno para todo.
Conseguir alguien que te pueda orientar en tus áreas “flacas” es una excelente forma de
tapar las “goteras” de tu negocio. Esto no siempre es posible de conseguir, pero si lo
consigues, es una oportunidad dorada, ya que a través de un mentor puedes obtener el
consejo de alguien que ya ha estado en la posición en la que estás y que tiene una
experiencia importante. Usa tu juicio para determinar si las críticas o consejos ameritan un
cambio de dirección. No olvides que al final, solo tú eres el responsable de tu negocio.
El más conocido de los mitos empresariales es creer que se necesita mucho capital para los
negocios exitosos. Este mito se debe a que vemos muchos negocios como franquicias, que
están bien diseñados en su organización y establecimiento, y creemos que el capital es la
razón de su éxito. Sin embargo, un buen negocio no depende una gran inversión inicial. Al
contrario, es más recomendable empezar pequeño, y crecer poco a poco. Por ejemplo,
Henry Ford inició su empresa en su garage, y había quebrado 3 veces antes de tener éxito.
Después de muchos años, su negocio creció y se volvió el gigante de la industria automotriz.
Es cierto que los bancos son una fuente de financiamiento para empresas. Sin embargo,
este mito del empresario que requiere exclusivamente dinero de la banca es un error. Hay
muchas otras fuentes de financiamiento que son incluso más recomendables que ir a un
banco. Por ejemplo, la familia, amigos y socios, representan la mayor parte de la fuente de
capital para una microempresa. Además, existen los ángeles inversionistas, o personas que
están interesadas en invertir su dinero en negocios, para obtener un mejor rendimiento que
el banco le da en ahorros o fondos de inversión.
Este es uno de los más grandes mitos empresariales que he tratado con los años de sacarle
de la cabeza a mis clientes. El plan de negocios es un requisito para empezar un negocio, no
porque necesite el producto final visto como un “plan de negocios”, sino por el proceso de
investigación, pensamiento, imaginación y creación que desarrolla cuando hace su plan. La
segunda ventaja del plan de negocios es que aumenta la probabilidad de éxito al doble,
contra empresas que no tienen hecho un plan. Finalmente, la tercera ventaja es que puede
determinar si su negocio va a tener éxito o no en base a un análisis financiero, antes de
invertir un solo centavo.
4. Soy bueno para x (por ejemplo, cocinar), entonces pongo y (un restaurante)
El cuarto de los mitos empresariales es el siguiente: la gente cree que por ser hábil en una
actividad específica, tiene la capacidad de empezar un negocio. Esto es erróneo. Un negocio
requiere de habilidades que se pueden desarrollar con el tiempo, pero muy distintas a ser
experto en un campo. Por ejemplo, imaginemos McDonalds. A pesar de que tienen
empleados que, probablemente, se volvieron expertos en hacer hamburguesas en 1
minuto, estos carecen de las habilidades administrativas del gerente, quien es el encargado
de inventarios, proveedores, servicio al cliente, etc. Por lo tanto, es recomendable que si no
sabe nada de poner un negocio, tome un curso para empezar negocios.
Entre los mitos empresariales siempre ha existido el dicho “el cliente siempre tiene la
razón”. En su libro 4 Day Hour Workweek (Trabajo de 4 horas a la semana), Tymothy Ferriss
comenta la forma de trabajar menos en su negocio, y tener iguales o mejores resultados.
Una forma es encontrar el 20% de sus clientes que generan el 80% de sus ingresos (esto se
llama la Ley de Pareto), y centrarse en ellos. Esto significa que clientes que probablemente
le den más problemas, son aquellos que menos le compran. Y en vez de darles la razón… les
deja de dar servicio.
En los mitos empresariales se encuentra pensar que los amigos son socios. La verdad es que
un socio tiene que ser una persona que lo complemente en el desarrollo del negocio, en
términos de sus habilidades, capacidades y recursos. Por ejemplo, si usted estudió cocina,
es más probable que tenga éxito con alguien que conoce el negocio restaurantero, que
hacerlo con su amigo de la carrera. Otro problema es que van a existir roces por el dinero.
Siempre pasa eso. Por ello, tiene que ser profesional cuando pone una idea de negocio
emprendedora y saber que existen las relaciones de trabajo y las amistades, y que
finalmente hay que separarlas una de la otra.
8. El fracaso es malo
Este mito del emprendedor nos dice que desde niños, nuestros padres y la escuela nos
enseñan a que fracasar es malo, y el éxito es bueno. Claro que el éxito se siente bien, pero
de él no se aprende. El fracaso es el gran maestro que nos enseña nuestra verdadera cara.
Si eres una persona que se rinde fácilmente, o que persiste ante la adversidad. Si respondes
con enojo y depresión, o eres capaz de levantarte y seguir adelante. Una historia de un libro
que estoy leyendo llamado “Moneyball” de Michael Lewis, habla de un beisbolista de
Estados Unidos, Billy Beane. Él era un gran jugador de beisból, hasta que fracasó. Y nunca
se pudo levantar a ser el gran jugador que todos veían en él. ¿Qué aprendió? Uso su
experiencia 15 años después como General Manager de los A´s de Oakland, para ser el 2do.
equipo con la capacidad financiera más baja, pero el 5to. mejor de la liga. (Da Clic para
checar tu probabilidad de ser emprendedor)
Las utilidades son fundamentales, pero algo más importante de lo que nadie habla es el
flujo de efectivo. Entre los mitos de empresarios está el hecho de enfocarse en generar
utilidades. Sin embargo, se descuidan otros aspectos como el flujo de entradas y salidas de
dinero, con el cual la empresa sobrevive o no a sus deudas.
El último mito de negocios es creer que la misión de una empresa es vender. Lo que las
empresas que han durado más de 50 años nos enseñan es que la razón real es solucionar
un problema o dar un servicio. Por ejemplo, empresas como Walmart, han tenido éxito por
saber lo que la gente quiere comprar, al precio que los incentiva a hacerlo.
12. para formar empresas hay que ser inventor trabajar en tecnología avanzada
Inventar es crear algo nuevo que antes no existía, mientras que innovar es la
aplicación práctica de los inventos.
Inventar es crear algo que no existe. Esto no necesariamente es una demanda del
mercado. Quien inventa algo muchas veces no es quien lo convierte en un producto
de consumo masivo.
Crear es una de las características que definen al ser humano, sin importar
la edad, ni el género, ni ninguna otra condición, ya que las personas siempre
están imaginando cosas que luego serán plasmadas como ideas y en un
momento se realizarán en la práctica. Para que la persona tenga un proceso
creativo no hace falta más que imaginación, determinación y sensibilidad,
para poder desarrollar algo que sea interesante.
Un proceso de innovación requiere habilidades y capacidades particulares, entre las
cuales destaca de manera especial, la capacidad de escuchar con sentido de
anticipación las necesidades de los mercados objetivos de una organización. En
tanto que al interior de una empresa resalta la capacidad de formar equipos, la
disposición a tomar riesgos y la tenacidad para enfrentar las dificultades de transitar
por terrenos desconocidos.
LA INNOVACION
IDEAS DE NEGOCIO Las ideas provienen de la capacidad imaginativa y creativa del individuo
y pueden tener cualquier orientación y propósito, pero no siempre están orientadas a la
creación de una empresa. Esto sucede muchas veces con gente de una gran capacidad
intelectual que indagan y generan nuevas ideas, nuevas tecnologías, nuevos productos, etc.
pero nunca son capaces de llevar esas ideas a actividades empresariales, pues su propósito
es totalmente diferente en muchos casos.
PERFIL MOTIVACIONAL
La motivación laboral es el determinante principal de la conducta laboral junto con
la capacidad del trabajador y las condiciones situacionales. Basado en el modelo de
"Rueda de Motivos" de Valderrama (2010), el APM tiene el objetivo de evaluar los
motivos y los "contramotivos" relacionados con la actividad laboral: afiliación-
autonomía, cooperación-poder, hedonismo-logro,seguridad-exploración y
conservación-contribución.
La taxonomía de motivos propuesta por este modelo aporta información sobre las
motivaciones subyacentes a las conductas de la persona evaluada así como
alternativas más ajustadas para su gestión en el campo laboral, para el
autoconocimiento y autodesarrollo.
El APM es un cuestionario en formato autoinforme que permite detectar de manera
sencilla y útil el perfil motivacional del evaluado de cara a la selección, la gestión del
talento, la orientación vocacional y el desarrollo personal y profesional. Es, además,
un instrumento valioso en procesos de coaching, dado que permite profundizar en
el autoconocimiento de la persona y elaborar un plan de desarrollo.