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¿A que venimos?

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Luc 5:1-10 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el
gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. (2) Y vio dos
barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores,
habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. (3) Y entrando en
una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase
de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
(4) Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y
echad vuestras redes para pescar. (5) Respondiendo Simón, le dijo:
Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos
pescado; mas en tu palabra echaré la red. (6) Y habiéndolo hecho,
encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. (7) Entonces
hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para
que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal
manera que se hundían. (8) Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas
ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre
pecador. (9) Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había
apoderado de él, y de todos los que estaban con él, (10) y asimismo
de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de
hombres.

Jesús no obligó a nadie a seguirle. Algunos de los que lo siguieron


tuvieron razones poderosas para hacerlo. Unos se asombraron, otros
fueron por lo que Cristo les daba, pero hubo aquellos que le siguieron
por motivos del alma y del corazón, que fueron capaces de dejarlo
todo, sin temor a las burlas, a la persecución, a lo que dijeran sus
cercanos. Otros por un verdadero amor hacia Dios por un sincero
arrepentimiento porque se dieron cuenta que estaban ante Dios y su
Santidad.
Este texto refleja tres razones que hicieron y hoy en día también hacen
rendir nuestras vidas ante Cristo Jesús.
I. Es por un sincero arrepentimiento. V. 8
1. Apártate de Mí, Señor, porque soy hombre pecador.
2. Cuando nos damos cuenta de que estamos ante el dador
de la vida ante Dios nuestra moral y justicia no es nada.
3. Es reconocer nuestro pecado el primer paso para
acercarnos a Dios.
4. Luego, pasamos a tomar la más grande decisión de la vida
que tiene que relación con nuestra eternidad.
5. “No importa cuán lejos te hayas alejado de Dios, Él está a
una oración de distancia” "El camino de regreso a Dios
comienza con un corazón quebrantado."
6. Después, le damos la espalda a todo lo demás para
volvernos a Dios. Decisión de abandonar nuestros pecados
desde lo más íntimo hasta nuestro carácter para que sea
moldeado por su Espíritu.
II. Es por un sincero deseo de adorarle. V. 8a
1. Cayó de rodillas ante Jesús
2. Nuestras actitudes pueden ser de distinta forma, pero si
hay algo que Dios no tolera es a los ojos altivos, la
soberbia, y el orgullo. . Es lo contrario a la jactancia que
dice yo lo hice por mis fuerzas por mi sacrificio, etc.
3. Ej. El águila y el Gallo
4. En contraste con la humildad que se postra. Porque “Tiene
sentido usar nuestros sentidos para glorificar a Dios”
5. Postrarse es signo de adoración. Hoy en día lo podemos
hacer y caer de rodillas ante Jesús, y también postrarnos
en nuestro corazón, porque eso es adorar.
6. Es presentarnos como somos y solo reconocer que Él es
Dios y adorar con las manos alzadas, con alegría o como
uno quiera manifestarlo, pero si con un corazón humilde.
7. Es que nos rendimos ante Él para estar en intimidad, eso
es adorar. Es cuando quedamos solos frente al Señor para
Darle la Gloria es el reconocimiento de lo que él hace y está
haciendo por nosotros
III. Es por venir a recibir una respuesta, una palabra departe de
Dios. V.10b
1. “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”
2. El Señor no envió a nadie vacío, siempre dio una palabra,
una respuesta a la situación de las personas. Vino un
Leproso-recibió sanidad, vino un Padre necesitado porque
su hija estaba agonizando-fue resucitada, Estaba frente a
una mujer adúltera-fue perdonada y restaurada su
dignidad.
3. Dios nos habla si somos sinceros, si le reconocemos a él y
nuestra condición de pecador delante de Él.
4. Si usted ha venido buscando una palabra, Recibirá junto
con ello una misión, algo continuo para seguirle.
5. ¿a qué has venido hoy?
Estos son motivos y razones suficientes para saber a qué venimos sino
a adorarle en humildad dándole a Él la Gloria, es ese amor que nos
impulsa a seguirle y a caminar con él por siempre hasta la eternidad.
Amén.

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