La Ética se ocupa de la MORALIDAD: Una cualidad que
responde a los actos humanos exclusivamente por el hecho de proceder de la libertad en orden a un fin último. Determina la consideración de un acto en cuanto bueno o malo en un sentido muy concreto, no extensible a los actos no libres. La inteligencia advierte de modo natural la bondad o maldad de los actos libres: cualquiera tiene la experiencia de cierta satisfacción o remordimiento por las acciones realizadas. La Ética como ciencia tiene como objeto de estudio los actos humanos en tanto son buenos o malos. 2. El Bien Moral La naturaleza humana y los fines que ella nos señala constituyen el fundamento ontológico de nuestra conducta, los indicadores que marcan el camino hacia nuestro bien. La persona humana es libre, de manera que la consecusión de su bien depende y es causada por su libre determinación. La bondad moral es la rectitud de la voluntad libre del hombre que depende de su obediencia o desobediencia al orden o ley natural. Sto Tomás de Aquino:”la razón entiende como bienes todas aquellas cosas hacia las que tiende la naturaleza”. Considerando que al momento de plantearse la satisfacción de alguna determinada inclinación natural, es preciso tener en cuenta a todas la demás y eso a veces implica renunciar a esa satisfacción. 3. El Mal “El mal es la privación de un bien debido” ausencia de algo que debería poseer. El mal es real, pero no es nada positivo, no es una naturaleza o escencia. El mal está sustentado por el bien porque la privación del bien debido se apoya en un sujeto que es bueno. El mal físico es la privación de un bien debido a la naturaleza corpórea individual: enfermedad, el dolor, los defectos corporales o psiquicos. El mal moral es la libre transgreción por parte del hombre de las exigencias esenciales de la naturaleza, el orden moral natural. El mal de pena es la privación del hombre contraria a su voluntad y originada por alguna culpa: la infelicidad, la cárcel. La culpa es el mál de la acción libre. 4. El profesional y sus valores La actitud moral fundamental Es la orientación básica frente a la vida. Es una estructura de conciencia que condiciona su capacidad de captar y priorizar los valores. Cuando es sana consiste en el deseo habitual de cumplir con lo moralmente recto: El beneficio personal está subordinado a las exigencia de la moral objetiva. Caso contrario, la actitud moral fundamental puede llegar a ser malsana Toda persona que ha llegado a la madurez tiene una actitud moral fundamental, aunque no todos son consientes de ella. La actitud moral fundamental no debe ser considerada como algo ya terminado, que no se puede cambiar. La actitud moral fundamental y los valores La actitud moral fundamental determina qué valores morales se aceptan. Desde los primeros años de la vida se va asimilando una serie de valores éticos y antivalores. En la infancia es inconsciente y acrítico. Después de la juventud se escoge deliberadamente los valores que se acepta o rechaza. Se establece una serie de jerarquías de valores primarios, secundarios y terciarios. Si una persona falta a la ética profesional a causa de una AMF malsana habrá que ayudarle a comprender que las raíces del problema están dentro de sí mismo. La actitud moral fundamental y la vida profesional La AMF también tiene expresión en la vida profesional y en muchos ambientes de trabajo las condiciones dejan mucho que desear. El profesional con una AMF sana descubre cómo luchar en forma realista por sus ideales. Gracias a su madurez puede distinguir entre tres cosas: - Sus ideales - Un análisis realista de la situación en la que se encuentra - Las metas que puede alcanzar a corto y mediano plazo. Diferenciar lo que se puede hacer, lo que se debe hacer y lo que se quiere hacer. 4. Algunos criterios fundamentales Los Ingenieros debemos - Actuar y asumir nuestra responsabilidad frente a la sociedad. - Actuar siempre en orden a la verdad. - Ofrecer servicios y/o desarrollar productos de calidad y que beneficien a las personas, clientes que los reciban. - Considerar los principios científicos y valores sociales en nuestras actividades laborales. - Buscar perfeccionar nuestras competencias siempre. - Actuar con justicia, equidad, honestidad y respeto a las personas y las leyes. - Conocer y respetar los principios de la libertad y la propiedad privada.