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SENTIMUS

ERGO SUMUS
El surgimiento del “giro
afectivos” y su impacto
sobre la filosofía política

De Cecilia Macón
Presentado por Prof. M. Luz Moreno
Propuesta de lectura.
Los nuevos debates en los estudios de género han complejizado las tematicas dentro de la filosofía
política apelando a una serie de premisas que nos llevan al terreno de lo corporal.

En este sentido el llamado “giro afectivo” aparece como una variante de giro lingüístico, en tanto a la
necesidad de centrar el analisis en el lenguaje para sortear los problemas conceptules. Macón plantea
que el estudio crítico sobre el giro afectivo permite dar cuenta de alcances y paradojas en el mismo
debate. Para esto apela a 3(tres) puntos para el abordaje:

a) Presentación del Giro afectivo (con antecedentes en las teorías de género)

b) Laurent Berlant, dentro de la corriente crítica como caso paradigmático.

c) Impacto del giro afectivo en diferentes áreas de estudio.


El giro afectivo
Antecedentes:
El tema de las pasiones y los afectos ya aparece en la filosofía moderna como referencia.
Específicamente se centran autores como Descartes, Hobbes y Espinoza, en separar las afecciones del
pensamiento racional y/o tenerlas en cuenta para el desarrollo del pensamiento “objetivo”.
● La autora retoma un rastreo desde los años 80s donde se desarrollo la teoría del “cuidado” dentro
del feminismo. Esta mirada de Carol Gillian proporciona una visión ética que sostiene que las
mujeres despliegan emociones de manera más abierta y establecen vínculos morales bajados en la
lógica del cuidado, más que en la justicia. El cuidado aparece como una estrategia femenina que se
centra en el detalle, cercana a las necesidades del otro y predominantemente narrativa. Esta
propuesta actualmente ha sido desacreditada por su sesgo binarista y esencialista.
● Otros aportes centrales son los de Martha Nussbaum en relación, fundamentalmente, con la
cuestión de la justicia. Nussbaum se ocupa de argumentar a favor de una justicia donde las emocio-
nes sean atendidas, pero poco después en 2006 y en 2010 advierte sobre los efectos adversos de
la presencia de la vergüenza y el asco en el marco del derecho y la vida pública.
El giro afectivo
Antecedentes:
● Los aportes de Iris Young que argumenta a favor de la inclusión en la deliberación pública de la
retórica, las pasiones y el testimonio en tanto modalidades que dan cuenta de experiencias
situadas, no meramente abstractas y por ello más realistas (Macón 2013).
● En el mismo contexto Chantal Mouffe desarrolló argumentos a favor de una democracia radical que
implica también una especial atención a las emociones (Mouffe 2000). Efectivamente, en su
valorización del rol de la conflictividad en la política, Mouffe entiende que las pasiones cumplen un
papel fundamental: mientras que la razón parece poner límites al debate político, las emociones
exponen el rol fundamental del agonismo político, para ella irrenunciable(Mouffe 2000).
● Uso de emociones y pasiones como sinónimo, que posteriormente Sara Ahmed, Deborah Gould,
entre otros harán, distinciones.
● Desarrollo de las teorías queer en los años 90s, con fuerte foco en las emociones para superar las
dicotomías mente cuerpo, entre otras.
El giro afectivo
El proyecto de una definición:
“El giro afectivo puede ser entonces presentado como un proyecto destinado a indagar en
formas alternativas de aproximarse a la dimensión afectiva, pasional o emocional–y discutir las
diferencias que pueda haber entre estas tres denominaciones– a partir de su rol en el ámbito público.
Así como los desarrollos citados de Martha Nussbaum, Carol Gilligan o Chantal Mouffe establecieron
los cimientos de una perspectiva que intentó desde siempre cuestionar las jerarquías de la dicotomía
emociones/razones, los debates más recientes intentan trascender aquella primera aproximación y
profundizar en una perspectiva más radical. De este modo, la reivindicación del papel de la dimensión
afectiva en la vida pública y en los modos en que nos aproximamos al pasado implican la introducción
en la discusión de la filosofía práctica y de la teoría social del análisis de afectos específicos–tales como
vergüenza, odio, amor, rabia, disgusto, enojo, etc.(Ahmed, Tomkins, Sedgwick)– (…)” (Macón. 2013).
El giro afectivo
Algunas características:
● Cuestionamiento de la dicotomía entre afectos positivos y negativos (Ahmed),
● Reivindicación del papel de los afectos llamados ‘feos’ (Ngai) y del modo en que este giro obliga a
revisar la idea de agencia y el papel de gran parte de los dualismos –interior/exterior; públi-
co/privado; acción/pasión–.
● Los afectos están vinculados ala labilidad, a la contingencia y a la sutileza (Segwick 2003:21)
constituyéndose también en articuladores de experiencia.
● Las emociones, en este marco, son sociales (Ahmed 2004: 8): no son estados psicológicos, sino
prácticas sociales y culturales (Ahmed 2004: 9) capaces de producir la superficie y los límites que
permiten que lo individual y lo social sea limitado.
● La resignificación de la acción colectiva, el papel de las emociones en una teoría política informada
por la perspectiva de género, el problema de testimonio, la categoría de trauma, la cuestión de la
violencia y la victimización, los desafíos de la representación política.
● El giro afectivo va a objetar sobre algunas interpretaciones del posestructuralismo (reificación en
Sedgwick, la cuestión de la vergüenza.
Dos vertientes en conflicto.
A) Brian Massumi: la carta de la autenticidad.
Esta vertiente asocia lo afectos a una instancia de autenticidad social que toma como punto de partida
la postura deleuziana de Massumi. Para quién, lo afectivo en tanto informe cumple un papel clave para
analizar la política.
“ Uno de los ejes clave de esta versión del giroque nos ocupa es la distinción que se establece con
respecto a la dimensión emocional. Al respecto señala Massumi “las emociones son la expresión del
afecto en los gestos y el len-guaje, su expresión codificada o convencional” (Massumi 2003:232).”
Una emoción, por lo tanto, introduce cierta intensidad corporal al reino del significado cultural y a la
normatividad (Gould 2009: 21). En este punto, el cuerpo aparece como activo/pasivo dentro del
denominado “empirismo radical” donde las interrelaciones entre los afectos y modos emergentes de
poder.
Limitaciones de esta postura: Desde nuestra perspectiva, encontrarla motivación última de la acción e
inacción políticas en el reservorio afectivo no solo deviene en reduccionismo, sino que además puede
transformarse en una operación que tiende a desplazar los problemas hacia una instancia marcada por
el misterio y la sacralización. Lo que hace perder el potencial del giro afectivo.
Dos vertientes en conflicto.
B) La apuesta crítica.
Si bien los afectos deben ser considerados como una dimensión clave a la hora de evaluar la acción
política, lejos está la posibilidad de conceptualizarlos como una aproximación a cierta dimensión
cercana a la autenticidad, garante de desplazamientos emancipatorios.
Sara Ahmed
Afectos como el asco (2004: 82) o el miedo (2004: 62) lideran, en muchos casos, los caminos
argumentativos de la discriminación y el rechazo. Si la vergüenza de los perpetradores y de los
bystanders puede transformarse en excusa para evitar asumir la responsabilidad colectiva (Ahmed
2004: 116), las narrativas del amor (Ahmed 2004:130) suelen ser también las que generan los efectos
fatales de la normatividad. La autora tiene un extenso trabajo sobre la felicidad y sus efectos en las
vidas de las personas, especialmente en el sometimiento de las mínorias.
Según Macón ,a primera postura la vuelta a un realismo ingenuo donde de lo que se trata es de
encontrar una piedra de toque que garantice un trabajo de develamiento de conductas más auténticas y
naturalmente emancipatorias. La segunda, en cambio, des-pliega sus armas críticas sobre los afectos
con una estrategia similar a la del giro lingüístico volcada ahora sobre la dimensión corporal.
Lauren Berlant.
La autora propone una “esfera pública íntima” para referirse a la circulación de lo privado en la
producción de la política, indaga sobre cómo los afectos colaboran en la constitución de vínculos que
abonan la lógica de la opresión.
Para esto argumentara:
 En primer termino sobre “la poderosa relación entre la elaboración de los mundos políticos y las
emociones como experiencias de articulación de “lo nacional” y “lo identitario”.
 En segundo lugar, sobre la clave interclasista de esta sentimentalidad que tiende a producir la
fantasía de la desaparición de las desigualdades.
 Otro línea, que ofrece está autora, es la de tomar el dolor com punto de partida para pensar las
estructuras hegemónicas y la normatividad. Señala también que el sentimentalismo opera como la
base utópica de un campo imaginario moderno, es decir, las fantasías de progreso. (crítica a
Butler).
 Va a reemplazar la idea de trauma por la de crisis para pensar la idea de “agencia lateral” para
despegar el concepto de agencia de intencionalidad y soberanía. ( Teoría de la mujer enferma).
Tres impactos y un problema.
Macón plantea tres áreas de impacto del enfoque sobre el giro afectivo:
I. La revisión sobre la idea de agencia, indagando sobre los modos de capacidad de acción, pero
atendiendo a los desafíos de considerar los afectos. (Identidad cómo quebrada o herida dentro de
los estudios subalternos, las emociones como la vergüenza, el dolor, la envidia como elementos
que complejizan la dicotomía victima/agente, la idea de empoderamiento en los procesos de
agencia, etc.)
II. La relación entre presente y pasado: desde la reformulación de la idea de trauma y la noción de
temporalidad (toda la línea de trabajo sobre la dimensión afectiva del Holocausto, la noción de
experiencia en Benjamín, la persistencia del trauma en tanto vergüenza, etc.) Abrir la posicibilidad
a la relación entre temporalidad y corporalidad se dan en modos fragmentarios atravesados por al
dimensión afectiva.
III. Los nuevos materialismos con su apelación al giro afectivo para superar los problemas de la
materialidad. En este sentido la agencia esta en la biomaterialidad sin comprometerse en planteos
esencialistas. Hay un reclamo a la recuperación del cuerpo pero resolviendo los problemas de la
lógica desestabilizadora del posestructuralismo.
A modo de cierre
Podemos dar cuenta de una serie de conceptos a repensar en la lectura de
Macón.
 Narrativas.
 Corporalidad y/o materialidad.
 Noción de agencia en relación al cuerpo y al espacio público.
 La productividad de los afectos en las instaciaciones políticas y sociales.
(idea de orgullo, etc.).
 El uso de la noción de empoderamiento.

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