La obra de Dios ha sufrido siempre la más acérrima oposición por parte de
los enemigos de la verdad. Desde el mismo momento en que Dios facilitó los eventos necesarios para reconstruir el templo y la ciudad de Jerusalén, el pueblo judío tuvo que hacer frente a la oposición. Siempre que el pueblo se derrumbaba ante la presión, Dios los animaba enviándoles a las personas idóneas para reanudar la obra.
La reconstrucción del templo:
Los enemigos quieren ayudar. La obra se termina. La reconstrucción de la ciudad: La obra se detiene. Nehemías entra en acción. Enfrentando oposición. Los hechos históricos relatados en Esdras 3-7 no siguen un orden cronológico, tal como estamos acostumbrados a utilizar. Después de mencionar la oposición de los samaritanos, se indica que Darío permite la reanudación de las obras del templo (Esdras 3:1-4:5). Entonces, en Esdras 4:6-23, se relatan las distintas oposiciones que tuvieron que afrontar DESPUÉS del decreto de Darío, para reconstruir la ciudad. A partir de Esdras 4:24, se retoma la historia de la reconstrucción del templo, según la orden de Darío.
520 –Darío RECONSTRUCCIÓN DE LA CIUDAD
536 –Construcción autoriza la del altar y reconstrucción colocación de los del templo 484 –Jerjes detiene 450? –Artajerjes detiene cimientos del (Esdras 4:5; la reconstrucción de la obra (Esdras 4:7-23) templo (Esdras 3) 5:1-6:12) la ciudad (Esdras 4:6)
535 –Los 515 –Con la ayuda de 457 –Artajerjes 444 –Nehemías
samaritanos Hageo y Zacarías se envía a Esdras y termina la detienen la obra termina la construcción del autoriza la construcción del (Esdras 4:1-4, 24) templo (Esdras 6:13-18) reconstrucción muro (Nehemías 2-6) (Esdras 7) RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO [Todas las fechas son antes de Cristo] “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” (2ª de Corintios 6:14)
Cuando los israelitas comenzaron a edificar el templo,
recibieron un amable ofrecimiento de ayuda de parte de sus vecinos, los samaritanos: “Edificaremos con vosotros, porque como vosotros buscamos a vuestro Dios” (Esdras 4:2). Esta solicitud de ayuda fue rechazada por dos motivos:
Su adoración era, en realidad, idolatría: “Temían a Jehová, y
honraban a sus dioses” (2ª de Reyes 17:33). • Los judíos no querían contaminarse nuevamente con la idolatría.
Eran enemigos declarados de los israelitas (Esdras 4:1).
• Una vez rechazada su ayuda, demostraron sus intenciones ocultas (Esdras 4:4). Los samaritanos se obstinaron en impedir la edificación del templo durante los reinados de Ciro, de Cambises y del falso Esmerdis. Los judíos no soportaron esta crisis. Usaron la madera que era para el templo para construir sus casas. Dios les envió “señales” para hacerles recapacitar (Hageo 1:5-11). Como no reaccionaron, envió a dos profetas: Hageo y Zacarías. Afortunadamente, sí que escucharon su mensaje. Cuando pusieron manos a la obra, Dios animó el corazón del rey Darío para que también les apoyase (Esdras 5). “Durante toda la historia del pueblo de Dios, los que hayan procurado ejecutar los propósitos del Cielo se han visto frente a montañas de dificultades, aparentemente insuperables. El Señor permite esos obstáculos para probar nuestra fe. Cuando nos vemos rodeados por todos lados, es el momento cuando más debemos confiar en Dios y en el poder de su Espíritu. El ejercicio de una fe viva significa un aumento de fuerza espiritual y el desarrollo de una confianza inquebrantable. Así llega a ser el alma una fuerza vencedora. Ante la demanda de la fe, desaparecerán los obstáculos puestos por Satanás en la senda del cristiano; porque las potestades del cielo acudirán en su ayuda. “Nada os será imposible.” Mateo 17:20” E.G.W. (Profetas y reyes, pg. 437) “Entonces, cuando la copia de la carta del rey Artajerjes fue leída delante de Rehum, y de Simsai secretario y sus compañeros, fueron apresuradamente a Jerusalén a los judíos, y les hicieron cesar con poder y violencia” (Esdras 4:23) El templo fue terminado el año 515 a.C. Inmediatamente después, comenzaron las obras de reconstrucción de la ciudad de Jerusalén. Entonces, los samaritanos volvieron a oponerse a la obra. Consiguieron paralizar la obra en tiempo de Asuero [Jerjes] (Esdras 4:6). En 457 a.C. Artajerjes envió a Esdras, dando autonomía a Judá, lo cual permitió que la ciudad volviese a ser reconstruida. Pero el año 465 a.C., la obra volvió a ser interrumpida (Esdras 4:23). El miedo paralizó a los judíos, que se vieron impotentes para hacer frente a la violenta oposición. Lo que no pudo hacerse en 15 años se realizó en 52 días. Pero no fue fácil. Hubo mucha oposición. Nehemías tuvo que tomar diversas medidas:
Estas medidas se tomaron después de haber orado al respecto.
Ellos hicieron su parte, Dios hizo el resto. “Y les envié mensajeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros” (Nehemías 6:3) Según nos relata Nehemías, la oposición llegó de muchas formas: a) Burlas: 4:1-3. b) Ataque físico: 4:7-8. Norte: Sanbalat el samaritano. Este: Tobías el amonita. Sur: Gesem el árabe. Oeste: Los filisteos de Asdod. c) Problemas internos: 5:1. d) Conspiraciones: 6:2. e) Acusaciones de traición: 6:6-7. f) Falsos profetas: 6:10-13. El falso profeta Semaías invitó a Nehemías a refugiarse en el lugar santo para salvar su vida. Pero Nehemías prefirió arriesgar su vida a quebrantar la ley de Dios (pues solo los sacerdotes podían entrar en los lugares santos). E.G.W. (Profetas y reyes, pg. 476)
“Como Nehemías, los hijos de Dios no deben temer ni
despreciar a sus enemigos. Cifrando su confianza en Dios, deben ir adelante con firmeza, hacer su obra con abnegación y entregar a su providencia la causa que representan… En toda crisis sus hijos pueden declarar confiadamente: “Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros?” Romanos 8:31. Por grande que sea la astucia con que Satanás y sus agentes hagan sus maquinaciones, Dios puede discernirlas y anular todos sus consejos. La respuesta que la fe dará hoy será la misma que dio Nehemías: “Nuestro Dios peleará por nosotros;” porque Dios se encarga de la obra y nadie puede impedir que ésta alcance el éxito final”