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CENÁCULO DE MARÍA

Te saludamos María, Reina de la Paz

 ORACIÓN

 «Oh María, Reina y Mensajera de la Paz, nosotros te suplicamos, trae la Paz al mundo
entero, paz en la Iglesia, Paz en las familias, Paz en los corazones, Que todos nosotros
seamos mensajeros e instrumentos de la Paz.

 Que el Espíritu Santo, el Santificador, venga con el Don de la Paz, por la puerta de TU
Corazón Inmaculado. Oh Jesús, Príncipe y Señor de la Paz, tened piedad de nosotros y del
mundo entero. Amén.
“Ven Espíritu Santo, ven por medio
de la dulce y poderosa intercesión
del corazón Inmaculado de María, tu
amadísima esposa”
Yo confieso ante Dios Todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión,
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran
culpa.
Por eso ruego a Santa María, siempre
Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros,
hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro
Señor. Amen.
INTENCIONES DEL ROSARIO

El Santo Padre, nos ha pedido en estos


días: ¡Que se eleve fuerte en toda la
Tierra el grito de la paz!», «la fe es una
fuerza poderosa capaz de hacer que el
mundo sea más justo y más bello». Con
confianza sincera en el Dios de la Paz, en
su Hijo Jesús y en la fuerza
transformadora del Espíritu Santo que es
Amor, imploramos juntos el don de la
Paz para la humanidad toda.
1ER MISTERIO:

Jesús ofrece la paz ORACIÓN


 Señor Jesucristo, que eres llamado Príncipe de la Paz, que eres
a mi corazón Tú mismo nuestra paz y reconciliación, que tan a menudo
dijiste: «La Paz contigo, la paz les doy.» Haz que todos hombres
y mujeres den testimonio de la verdad, de la justicia y del amor
fraternal. Destierra de nuestros corazones cualquier cosa que
podría poner en peligro la paz. Ilumina a nuestros gobernantes
para que ellos pueden garantizar y puedan defender el gran
regalo de la paz. Que todas las personas de la tierra se sientan
hermanos y hermanas. Que el anhelo por la paz se haga presente
y perdure por encima de cualquier situación.
 «Prometamos convertir nuestra comunidad en un
2DO. MISTERIO: nuevo Belén, en otro Nazaret. Amémonos
mutuamente como amamos a Jesús. En el hogar
de Nazaret se respiraba amor, unidad, oración,
Jesús ofrece la paz a sacrificio y trabajo infatigable; pero, sobre todo,
una profunda comprensión, mutua estima y
mi familia permanente solicitud de todos por todos».

 ORACIÓN : Padre Celestial, nos has dado un


modelo de vida en la Sagrada Familia de Nazaret.
Ayúdanos, Padre amado, a hacer de nuestra
familia otro Nazaret, donde reine el amor, la paz y
la alegría.
 La paz terrenal es imagen y fruto de la paz de
3ER. MISTERIO: Cristo. Por la sangre de su cruz, ‘dio muerte al
odio en su carne. ‘El es nuestra paz. Jesús nos
Jesús ofrece la paz a la dice: ‘bienaventurados los que construyen la paz’
Iglesia y la llama a
difundirla  Virgen Reina de la Paz, acuérdate de cuantos son
víctimas de la guerra, haz que se unan a los
sufrimientos de Cristo, tu Hijo, ayúdales a
seguirlo por el camino del Calvario, para
descubrir en la Cruz el secreto de una vida nueva,
no ya sujeta a muerte. Habla a los corazones de
los responsables de la suerte de los pueblos, que
trabajen por una paz duradera y benéfica. Reina
de la paz, reaviva en todos los hombres el
sentimiento de la Paz verdadera. Amén.
4º MISTERIO:
 Te suplicamos Oh Señor, Dios Nuestro; que
Jesús ofrece la paz a su pongas Tu Paz en los corazones de los hombres,
para que puedas unir a las naciones en una alianza
pueblo. inquebrantable, en el Honor de Tu Santo Nombre.

 Purifícanos con la limpieza de Tu Verdad y guía


nuestros pasos en santidad interior. Danos
concordia y paz a nosotros y a todos los seres
vivos de la tierra, como la distes a nuestros padres
cuando te suplicaron, con fe verdadera, dispuestos
a obedecer al Santísimo y Todo poderoso.
5º MISTERIO:  “Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. El Señor está
cerca. No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a
Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la
 Jesús ofrece la paz al acción de gracias.”

mundo entero Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Todo cuanto habéis aprendido y recibido y
oído y visto en mí, ponedlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros.
Señor envía tu Espíritu sobre nosotros, para que él pueda obrar en la intimidad de
nuestros corazones; para que los enemigos puedan empezar a dialogar; para que los
adversarios puedan estrecharse las manos; y para que las personas puedan
encontrar entre sí la armonía.
Ayúdanos a estar alertas a la voz seductora del maligno, que nos confunde para que
prescindamos de ti y nos deshumanicemos. Ven en auxilio de tus hijos. Te lo
pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Vía crucis con María
(Origen del Vía Crucis)
Durante el tiempo en que los príncipes de los sacerdotes y los
ancianos del pueblo, junto con la agitada muchedumbre azuzada
por ellos, bramaban frente al pretorio de Pilato, exigiendo la
liberación de Barrabás y la crucifixión de Jesús, ¿dónde se
hallaba su Madre Santísima?

De la Beata Ana Catalina Emmerich se puede conocer algunas


circunstancias que rodearon este hecho.
Cuenta la beata que, mientras se desarrollaban los sucesivos episodios del juicio, la
Madre de Jesús, con María Magdalena y el apóstol Juan, permanecían en una
esquina de la plaza, observando y escuchando, sumergidos en profundo dolor. Y
cuando Jesús fue llevado al pretorio de Pilato, la Santísima Virgen, junto con Juan y
la Magdalena, salieron para recorrer todos los sitios donde Él había estado desde su
prisión.

Regresaron, entonces, a la casa de Caifás, a la de Anás, al jardín de Getsemaní y al


huerto de los Olivos. En todos los lugares donde el Señor había caído o había sido
sometido a algún sufrimiento especial, se detenían en silencio, lloraban y sufrían por
Él. Una vez más, la Virgen de las Vírgenes se postró y besó la tierra en el sitio
donde había caído su Hijo. La Magdalena se retorcía las manos, Juan lloraba y
trataba de proporcionarles algún consuelo. Después las conducía hasta otro lugar.
Según las revelaciones de la santa Catalina de Emerich, Nuestra
Señora sobrevivió 15 años a la ascensión de Jesucristo al cielo. De
estos, 5 habitó en Jerusalén y los otros 10 en Efeso, junto a San
Juan, el discípulo amado.

Estando en Jerusalén, visitaba a menudo los lugares donde padeció


su Santísimo Hijo y siguiendo la misma ruta por la que pasara
Nuestro Salvador cargando con la cruz a cuestas, se detenía en cada
uno de aquellos sitios que ofrecían un recuerdo especial para
meditar y considerar la angustia que allí sufriera todo un Dios para
salvar a los hombres.
Algunas veces, el gran dolor que inundaba a aquella madre, crecía
en tales proporciones, que desvanecía con un desmayo y luego
quedaba enferma para largos días. Muchos creían que tarde o
temprano, María fallecería a consecuencia de uno de estos
desvanecimientos, tan así, que se le preparó una sepultura que no
ocupó jamás, pues murió luego estando en Efeso con San Juan.
Allí en Efeso vivía en una pequeña casa adosada a una colina y en este
pequeño monte, acomodó una representación de la vía que siguiera
Jesús hasta alcanzar el Calvario.
María sabía de memoria el número de pasos entre una y otra de las
estaciones que acostumbraba en Jerusalén. Señaló aquí iguales
distancias y marcó los lugares a los que correspondían a los que
padeciera Jesucristo con sencillos monumentos de piedra que llevaban
la inscripción correspondiente al hecho que recordaban.
En lo más alto, excavó una caverna que le sugería la sepultura del
Señor. Al igual que la madre de Dios, acudían los cristianos a los
Santos lugares de Jerusalén y seguían con piadosa solicitud la vía
dolorosa.

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