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La Fe Como Acto Personal
La Fe Como Acto Personal
H. FRIES
Libro primero
FE Y CIENCIA DE LA FE
Parte primera
La Fe
I. Condicionamientos antropológicos de la fe
Con este tema se busca un posible punto de apoyo para la fe teológica en el campo de la
antropología.
La fe y de sus contenidos no son una realidad incontrovertida y aceptada como algo evidente
en todas partes, sacando después algunos desarrollos o derivaciones.
Se estudiará sin advertirlo en la fe cristiana, sino que hemos de centrar la atención en las
conexiones explícitas que hoy se establecen. Pueden incluso servir de guía a la fe cristiana, que
consta de conexiones internas.
1. LA FE COMO ACTO PERSONAL
En el lenguaje cotidiano:
¿qué connotaciones asigna cada uno a la palabra fe y al verbo creer?
Los significados del «creer»
• Creer en ese sentido es realmente no saber. • En estos sentidos la fe se refiere a una persona.
• La fe así entendida se encuentra por debajo del saber y • La fe es primordialmente un acto de encuentro y de
conocimiento. confianza, que abarca inteligencia, voluntad y sentimiento.
Significa que mediante el conocimiento tengo acceso a la La fe, en la forma aquí descrita, es un conocimiento en el sentido
persona, tengo comunión con ella, participo de ella, de su vida, eminente de la palabra. El conocimiento, posibilitado por la fe, se
pensamiento, saber y querer, en la forma y manera con que se ve realiza cuando se trata de conocer a la persona.
a sí misma y el mundo de las cosas y de las personas.
La fe afirmativa
la fe en el tú.
Su núcleo es
el conocimiento de lo que en ella
la confianza la afirmación y reconocimiento de la persona se manifiesta
Las afirmaciones o contenidos de la misma —lo cual es decisivo para la fe— no son accesibles, por la propia intuición y
experiencia.
Se aceptan más bien de aquel, en quien creo y a quien creo, se Y mediante esa acogida ocurre algo:
acogen en virtud: • entro en comunión,
• de su testimonio, • comparto la visión,
• de su conocimiento, • pensamientos,
• de su visión, • ideas y conocimientos de aquel al que creo,
• en virtud de la «autoridad» que subyace en sus palabras. • soy acogido en la comunión de su espíritu y de su corazón.
De lo cual síguese que si no hubiera nadie que conociera, viese y supiera, y que lo diera a conocer, no habría fe alguna.
La fe afirmativa
se convierten en modelo básico antropológico a la comprensión de la fe que quiere ser una fe en Dios
y su revelación
Esa credibilidad no puede en principio ser creída de una vez; tiene que ser sabida y conocida: tengo que saber a
quién creo, debo conocer a aquel al que le otorgo mi fe.
En la expresión,
«confía, pero mira en quien confías»
se ve clara esa conexión y se expresa de forma gráfica.
La credibilidad
• No se trata de un conocimiento conceptual y abstracto, del conocimiento que culmina en una definición, sino
de un conocimiento ordenado a lo concreto.
• Tampoco es una conclusión lógica sacada de unas premisas evidentes, sino un conocimiento en el sentido de
una visión panorámica, que incluye muchas cosas, valora numerosos indicios, sopesa muchas pruebas y signos
y contempla el conjunto.
La dimensión trascendente
Con estas reflexiones no se prueba y ni siquiera se muestra suficientemente que exista Dios como el tú infinito ni
que Dios se revele y se haya revelado al hombre.
Pero sí se dice —y eso es suficientemente importante— que en el hombre mismo, en el proceso básico de la fe
como acto personal, como acto de encuentro y de confianza, se da un supuesto, una condición de posibilidad para
la fe en Dios y su revelación posible.