El mundo produce actualmente lo suficiente como para alimentar a la población mundial
de 7 000 millones de personas. Hoy día, el mundo produce un 17 % más de alimentos por persona que hace 30 años, al haber aumentado la producción alimentaria a mayor ritmo que el de crecimiento de la población en los últimos dos decenios. De todos los servicios ecosistémicos, la producción de alimentos es uno de los que han mostrado una constante tendencia ascendente en la historia reciente. No obstante, en la actualidad se reconoce que los aumentos de la producción y productividad agrícolas fueron acompañados a menudo de efectos adversos sobre la base de recursos naturales de los que depende la agricultura, efectos tan graves que ponen en peligro su potencial productivo en el futuro. En los dos últimos decenios han surgido enfoques ecosistémicos de intensificación agrícola a medida que los agricultores empezaron a adoptar prácticas sostenibles, fundamentales para lograr los beneficios de los servicios ecosistémicos reduciendo al mismo tiempo los efectos negativos de las actividades agrícolas. El mundo produce actualmente lo suficiente como para alimentar a la población mundial de 7 000 millones de personas. Hoy día, el mundo produce un 17 % más de alimentos por persona que hace 30 años, al haber aumentado la producción alimentaria a mayor ritmo que el de crecimiento de la población en los últimos dos decenios. De todos los servicios ecosistémicos, la producción de alimentos es uno de los que han mostrado una constante tendencia ascendente en la historia reciente. No obstante, en la actualidad se reconoce que los aumentos de la producción y productividad agrícolas fueron acompañados a menudo de efectos adversos sobre la base de recursos naturales de los que depende la agricultura, efectos tan graves que ponen en peligro su potencial productivo en el futuro. En los dos últimos decenios han surgido enfoques ecosistémicos de intensificación agrícola a medida que los agricultores empezaron a adoptar prácticas sostenibles, fundamentales para lograr los beneficios de los servicios ecosistémicos reduciendo al mismo tiempo los efectos negativos de las actividades agrícolas. La captura y el cultivo de pescado marino y de agua dulce aportan una importante cantidad de proteína animal a las dietas de la población mundial. Se calcula que entre el 15 % y el 20 % de todas las proteínas de origen animal provienen de animales acuáticos. El pescado es muy nutritivo y sirve como valioso complemento en las dietas que no proveen las vitaminas y minerales esenciales; además, constituye una fuente única de grasas omega-3 de cadena larga. Asimismo, los servicios alimentarios aportan al sector ingresos en efectivo y oportunidades de empleo esenciales. La acuicultura es uno de los sectores de producción alimentaria de más rápido crecimiento y propor Los productos forestales no madereros contribuyen asimismo en gran medida a la nutrición en los países en desarrollo.ciona la mitad de todo el pescado destinado al consumo humano.