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Principales Aplicaciones de La Biotecnología Vegetal
Principales Aplicaciones de La Biotecnología Vegetal
aplicaciones de la
biotecnología
vegetal
INGENIERO : FROY ENGELBERT COLOMA DONGO
Alumno : JESUS QUISPE APAZA
LA Biotecnología Vegetal
La humanidad actualmente enfrenta un crecimiento demográfico acelerado y
por ende existe una explotación indiscriminada de los recursos naturales, lo
que plantea el reto de elevar la productividad en el sector agrícola para
poder satisfacer la demanda de alimentos. Teniendo en cuenta este
panorama, la Biotecnología Vegetal tiene un papel fundamental como apoyo
para el cultivo de plantas. En este capítulo se abordan conceptos, técnicas y
herramientas de la Biotecnología Vegetal que son utilizadas en especies de
plantas para la agricultura y para programas de desarrollo de cultivos.}
Agricultura: la próxima revolución
Fusión de protoplastos
Aplicaciones en la
biotegnologia vegetal
Técnica de la
fragmentación de hojas
Tecnología antisentido
Pistolas de genes
Fertilización selectiva convencional e hibridación
La manipulación genética de las plantas no es algo nuevo. Desde el nacimiento de la agricultura, los
granjeros han seleccionado plantas con las características deseadas. A pesar de que la tan
cuidadosa fertilización cruzada ha seguido mejorando las plantas durante milenios, lo que nos ha
proporcionado grandes mazorcas de maíz, jugosas manzanas y un sinfín de otros cultivos
modernizados, los métodos de la clásica fertilización de las plantas son lentos e inestables. La
creación de una planta con las características deseadas requiere un cruce sexual entre dos líneas y
el cruce repetido entre la descendencia híbrida y uno de los padres. Aislar una característica
deseada de este modo puede llevar años. Por ejemplo, el desarrollo de la zarza blanca llevado a
cabo por Luther Burbank supuso 65.000 cruces sin éxito. De hecho, las plantas de distintas especies
no se hibridan en general, de modo que una característica genética no puede aislarse ni purificarse
a menos que ya exista en una variedad vegetal. Transferir genes mediante el cruce de plantas no es
la única forma de crear plantas con unas características determinadas. Las plantas poliploides
(varios juegos cromosómicos más grandes de lo normal, en general más de 2N) se han utilizado
durante años como una forma de aumentar las características deseables (especialmente el tamaño)
de muchos cultivos (sandías, boniatos, plátanos, fresas, trigo, etc.). El uso del fármaco colchicina
(que impide la división de las células después de que éstas hayan duplicado sus cromosomas)
seguido de la hibridación, es una forma de introducir características comercialmente importantes
de especies relacionadas en cultivos nuevos (véase la Figura 10.9). Este proceso ofrece plantas
híbridas en las que pueden transferirse juegos completos de cromosomas de plantas relacionadas en
lugar de un solo gen. Los cromosomas adicionales suelen producir un tamaño mayor que las
variedades silvestres originarias y además tienen nuevas características que pueden ser beneficiosas
en el ámbito comercial.
Clonación: plantas que crecen a partir
de una sola célula
Las células vegetales difieren de las células animales en
muchos sentidos, pero tienen una característica
especialmente relevante para la biotecnología: muchos
tipos de plantas pueden regenerarse a partir de una sola
célula. La planta resultante es una réplica genética (o
clon) de la célula precursora (los animales también pueden
clonarse, pero el proceso es más complicado. En el
Capítulo 7 se explica detalladamente). Esta capacidad
natural de las células vegetales hace que sean ideales para
la investigación genética. Tras introducir el material
genético nuevo en una célula vegetal, la célula produce
rápidamente una planta madura y el investigador puede
ver los resultados de la modificación genética en un
período de tiempo relativamente corto. A continuación,
explicaremos algunos de los métodos utilizados para
insertar la información genética en las células vegetales.
Fusión de protoplastos
Cuando se hiere a una planta, alrededor de la herida
crece una masa de células denominada callo. Las
células del callo tienen la capacidad de rediferenciarse
entre brotes y raíces, y puede producirse toda una
planta en flor en la zona de la herida. Puede que ya te
hayas percatado de esta capacidad si alguna vez has
«clonado» tu planta favorita de casa plantando un
esqueje. El potencial natural de estas células para
«reprogramarse» las convierte en candidatas ideales
para la manipulación genética. Sin embargo, al igual
que cualquier célula vegetal, las células callo están
rodeadas por una gruesa pared de celulosa, una barrera
que impide cualquier absorción de DNA nuevo.
Afortunadamente, la pared celular puede disolverse
con la enzima celulasa, que deja una célula desnuda
denominada protoplasto. El protoplasto puede
fusionarse con otro protoplasto de otra especie
distinta, lo que crea una célula capaz de dar lugar a
una planta híbrida. Este método, denominado fusión de
protoplas
Técnica de la fragmentación de hojas
La transferencia genética se produce de forma natural en las plantas en respuesta a
algunos organismos patógenos. Por ejemplo, una herida puede infectarse por una
bacteria de la tierra denominada Agrobacterium tumefaciens (Agrobacter). Esta
bacteria contiene una gran molécula de doble cadena circular de DNA denominada
plásmido, que desencadena un crecimiento celular incontrolado (tumor) en la planta.
Por este motivo, se conoce como plásmido inductor de tumores (Ti). El tumor
resultante se conoce como agallas de la corona. Si alguna vez han visto una
inflamación en un árbol o rosal, puede que hayas comprobado los efectos del
Agrobacter (véase la Figura 6.3). El plásmido bacteriano proporciona a los
biotecnólogos un vehículo ideal para transferir el DNA. Para utilizar ese vehículo, los
investigadores emplean a menudo la técnica de fragmentación de hojas. En este
método, se cortan pequeños discos de una hoja. Cuando los fragmentos empiezan a
regenerarse, se cultivan brevemente en un medio que contiene Agrobacter modificado
genéticamente, como se muestra en la Figura 6.4. Durante esta exposición, el DNA del
plásmido Ti se integra con el DNA de la célula huésped y se distribuye la carga
genética. A continuación, los discos de las hojas se tratan con hormonas vegetales para
estimular el desarrollo de los brotes y raíces antes de que las nuevas plantas se planten
en la tierra. La limitación principal de este proceso es que el Agrobacter no puede
infectar a las plantas monocotiledóneas (plantas que crecen a partir del embrión de
una hoja primordial), como el maíz y el trigo. No obstante, las plantas dicotiledóneas
(plantas que crecen a partir de dos hojas primordiales), como los tomates, patatas,
manzanas y brotes de soja, son unas buenas candidatas para el proceso.
Pistolas de genes
Poligalacturonasa (PG)
Utilizando Agrobacter
como organismo vector,
transfirieron el nuevo
gen a las células del
tomate. En la célula el
gen codificó una
molécula de mRNA que
se une e inactiva la
molécula normal de
mRNA para producción
de PG. Molécula
antisentido
Ingeniería de cloroplastos