Moral social y medio

ambiente
AC
1. La destrucción del ambiente y la
crisis moral de nuestro tiempo

AC
 La falta del debido respeto a la
naturaleza, la explotación desordenada
de sus recursos y el deterioro
progresivo de la calidad de la vida
tienen particular gravedad en nuestro
tiempo: son incluso una amenaza para
AC la paz.
 Efecto invernadero.
Residuos industriales: basura.
(naturaleza usada). Contaminación.
Deforestación incontrolada.

AC
 Cambios meteorológicos y
atmosféricos por emisiones de gases.
Manipulación genética.
Amenaza de la guerra química,
bacteriológica y biológica (terrorismo).

AC
 Inteligencia artificial.
Nanotecnología.
Pandemias mundiales, como la que
estamos viviendo.

AC
AC
 La tecnología nos otorga un
extraordinario poder sobre la
naturaleza.
Pero el desarrollo tecnológico de
nuestro tiempo no va acompañado
por el desarrollo ético.
AC
 Nuestra sociedad afirma el valor de la
técnica en sí misma, al margen de
consideraciones éticas: verum est
factum. Se afirma que todo lo que
técnicamente se puede hacer es lícito
hacerlo.

AC
 Por esa vía la técnica se puede
convertir en poder de destrucción y
amenaza para el hombre.
Algunos daños son ya quizás
irreversibles.

AC
 La crisis ecológica revela de modo
evidente su carácter moral. El
deterioro ambiental es uno de los
aspectos más preocupantes de la
profunda crisis moral de nuestro
tiempo que ha renunciado a la ética como
fuente de conocimiento.

AC
 El empirismo ha negado el carácter
científico de la ética. El empirismo
afirma que no hay verdades éticas: es un
error lógico pasar del ser al deber ser
(Hume).
Solo es científico lo empírico, lo
fáctico, lo positivo, lo físico, lo
fenomenológico.
AC
 La ética es para muchos una cuestión
de opiniones, creencias, sentimientos,
sensibilidades.
Se afirma equivocadamente que cada cual
tiene “su ética”. No hay verdades éticas
objetivas y universales.

AC
 Este modo de pensar es trágico. Es
necesario recuperar la ética como
fuente de conocimiento. Fuente de verdades
objetivas, universales, válidas para todos.
No matarás y tantos otros principios
morales son verdades objetivas,
universales, no opinables: no es cuestión
de sensibilidades.
AC
Todo ser humano que llega al
uso de razón y a la
responsabilidad experimenta
una llamada interior a hacer el
bien y a evitar el mal. Los
demás preceptos de la ley
natural se fundan sobre este
principio (Cf. Summa Theologiae,
I-II, q. 94, a. 2).
AC
 Reducir la verdad a lo empírico asfixia
el ámbito de la razón. Lo
metaempírico, la metafísica es también
un ámbito de la razón. La ética es un
ámbito esencial de la razón.

AC
 2. Fundamentos de Moral Social

AC
 El mundo no es producto de un
destino ciego o del azar. La evolución
sigue un orden.
Principio antrópico: mutación +
selección natural + Razón ordenadora.

AC
La sabiduría judeo
cristiana considera que
Dios confió al hombre
—varón y mujer— la
creación, en una relación
ordenada y llena de
equilibrio. Adán y Eva
ejercen su dominio
(cuidado) con sabiduría y
amor.
AC
 El pecado original destruye esa
armonía de la Creación. Tiene una
dimensión cósmica. Rompe la armonía
del hombre con Dios, con los demás,
con la naturaleza y consigo mismo.
La naturaleza pierde su equilibrio y se
convierte en una amenaza para el
hombre: se rebela; tiene efectos
destructivos y autodestructivos.
AC
 Toda la creación se vio sometida al
desequilibrio y a la caducidad; y desde
entonces la naturaleza espera también de
modo misterioso ser liberada para entrar en
la libertad gloriosa con todos los hijos de Dios
(Rom 8,20-21).
AC
 Los cristianos profesamos que la
muerte y resurrección de Cristo realiza
la obra de reconciliación de la
humanidad con el Padre pacificando,
mediante la sangre de su cruz, lo que hay
en la tierra y en los cielos (Col 1,20), que
llegará a su plenitud en el final de los
tiempos.
AC
 Así la creación ha sido renovada (Ap
21,5) y sobre ella se ha derramado una
nueva vida, mientras nosotros
esperamos nuevos cielos y nueva tierra en
los que habite la justicia (2Pe 3,13).

AC
 De este modo el Padre nos ha dado a
conocer el Misterio para realizarlo en
la plenitud de los tiempos: hacer que
todo tenga a Cristo por Cabeza (Ef 1, 9-
10). Cristo es el inicio de una nueva
creación.

AC
 La fe nos impulsa a reconducir la
naturaleza: introducir belleza, razón
(equilibrio), orden, perfección,
perdidos por el pecado original.
AC
 Los Santos Padres se refieren a la
naturaleza como Liber naturae (Libro
de la naturaleza).
La Creación lleva la marca imborrable
de la Razón creadora que ordena y
guía.

AC
 Salmos: “Cuando contemplo el cielo,
obra de tus dedos…” (8); “La palabra
del Señor hizo el cielo” (33); “El cielo
proclama la gloria de Dios” (19)
S. Buenaventura: “Toda criatura es
Palabra de Dios, en cuanto que
proclama a Dios”.
AC
 Dios ofrece a los hombres un testimonio
perenne de sí mismo en la creación
(CVII, Dei Verbum, n. 3).
AC
 La naturaleza misma habla de Dios: es
fuente de Revelación.
La creación tiene un lenguaje que
conviene escuchar (obedecer).

AC
 Si el hombre no está en paz con Dios la
tierra misma tampoco está en paz: Por
eso la tierra está en duelo y se marchita
cuanto en ella habita, con las bestias del
campo y las aves del cielo: y hasta los peces
del mar desaparecen (Os 4,3).

AC
 El hombre redimido está llamado a
restaurar todas las cosas en Cristo.
El hombre ha de intervenir en la
naturaleza: está llamado a corregir en
la medida de lo posible los desórdenes
naturales para restablecer y garantizar
el orden natural. No toda intervención
en la naturaleza es mala.

AC
 En el Universo existe un orden que
debe respetarse; la persona humana
tiene la responsabilidad de conservar
este orden, de intervenir para
mantener este orden, incluso con miras
al bienestar de las futuras
generaciones.

AC
 Dios ha destinado la tierra y todo
cuanto ella contiene para uso de todos
los hombres y pueblos (GS 69). Ese es
el principio del Destino Universal de los
Bienes.

AC
 La moral social nos recuerda nuestro
cometido dentro de la creación:
tenemos responsabilidades con la
naturaleza.

AC
 La moral social tiene una
responsabilidad respecto a la creación
y se siente en el deber de ejercerla
también en el ámbito público, para
defender la tierra, el agua y el aire,
dones recibidos para todos, y sobre
todo para proteger al hombre frente al
peligro de la destrucción de sí mismo.
AC
 Ecología ambiental y ecología
humana son inseparables.
Separar o presentar como antagónicas
la protección del medio ambiente y la
protección de la vida humana (incluso
la del no nacido) no es legítimo.
Tomás de Aquino: “El hombre
representa lo más noble del universo”.
AC
 Se ha de favorecer la conciencia
ecológica: conviene que se desarrolle y
madure encontrando una adecuada
expresión en programas e iniciativas
concretas.
Modo ecológico de pensar.
Derechos humanos al medio ambiente.
AC
 3. Una antropología respetuosa
con la dignidad de la persona

AC
 Es necesario mantener un concepto
“fuerte” de persona:
—Todo ser humano es persona.
—No hay seres humanos que no sean
persona.
—Se es persona siempre con la misma
intensidad: no hay crecimiento o disminución.

AC
 —La persona está dotada de cuerpo y
alma en unidad sustancial: dimensión
material y dimensión espiritual
(racional).
—La dimensión espiritual hace a la
persona única e irrepetible. La persona
es dueña de sí misma.
AC
 —La persona es fin en sí misma. No es
pieza de un engranaje.
—Nadie es dueño de nadie.

AC
 —La dimensión espiritual sitúa a la
persona por encima del resto de los seres
vivos. La introduce en el ámbito de la
libertad y de la responsabilidad.
—Ese es el fundamento de la dignidad
humana y de sus obligaciones hacia la
naturaleza.
AC
—La persona es un ser-en-relación: se
constituye como tal en relación con el otro. Es
un ser social.
—La persona se relaciona mediante el
conocimiento y el amor. Solo el amor
humaniza. Solidaridad.
—Leal solidaridad global e
intergeneracional.
AC
 —La negación de la condición espiritual
de la persona conduce a una reducción
antropológica: se considera al hombre
sólo como el animal más evolucionado,
el último eslabón de la evolución… se
borran los límites entre hombre-animal.

AC
 La persona ya no se percibe como un
valor primordial que ha de ser
respetado y protegido, especialmente
si son pobres o discapacitados, si aún
no sirve —como el niño que está por
nacer— o ya no es necesario —como
los ancianos—.

AC
 Los deberes respecto al ambiente se
derivan de los deberes para con la
persona, considerada en sí misma y en
su relación con los demás.

AC
 4. Las relaciones del hombre
con la naturaleza

AC
 Tres corrientes:
1.—Antropocentrismo tecnocrático
2.—Ecologismo radical
3.—Ecologismo personalista

AC
 1. Antropocentrismo tecnocrático
—Considera la naturaleza como mera
res extensa, materia (Descartes); res
nullius (propiedad de nadie).
—Confianza absoluta en la capacidad
de la técnica para solucionar todos los
problemas derivados del dominio sobre
la naturaleza.
AC
 —El hombre usa de la naturaleza sin
límites. Avidez. La técnica (y el mercado)
lograrán resolver todos los problemas
del futuro. El optimismo del progreso.
No hay responsabilidad.
—Se considera a la naturaleza como
casi infinita y al hombre dueño absoluto
de ella.
AC
 2. Ecologismo radical
—Biocentrismo que equipara la
humanidad con el resto de especies y la
subordina al desarrollo de la vida en
general.
—El hombre es el enemigo de la
naturaleza. Es un ecologismo
antihumanista.
AC
 —Derechos de las rocas; de los
simios…
—Se inspira en Malthus y en el
evolucionismo afinalista.
—Culmina en la deep ecology:
considera necesaria una reducción de la
población humana.
AC
 —Wiliam Aiken: “una mortalidad
humana masiva sería una buena cosa.
Nuestro deber es provocarla. El deber de
nuestra especie frente al medio ambiente
es eliminar el 90 por 100 de nuestros
efectivos.”

AC
 3. Ecologismo personalista
—El hombre depende de la naturaleza
y es su custodio. Debe corregir sus
efectos autodestructivos.
—Las relaciones con la naturaleza se
han de regir por el respeto y la
sobriedad.
AC
 —”Obra de tal modo que tu nivel de
consumo pueda convertirse en máxima
de conducta universal, por ser
compatible con condiciones de vida
dignas para la presente y futuras
generaciones”.
—Opciones de consumo limitado,
ahorro e inversiones.
AC
 Partiendo de la diversidad biológica el
hombre ha de tomar conciencia de ser
custodio de la naturaleza; buscar un
desarrollo sostenible; fomentar la
solidaridad planetaria; superar el
nacionalismo; rechazar el consumismo;
recuperar la familia.
AC
 El ecologismo personalista busca una
alianza entre el ser humano y el
medio ambiente. No hay oposición
sino complementariedad.

AC
 A partir de esta ecología personalista
es posible construir un desarrollo
humano integral que tenga en cuenta a
los más pobres y a las generaciones
futuras.

AC
 El desarrollo integral implica un modelo
basado en el papel central del ser
humano, en la promoción y participación
en el bien común, en la responsabilidad,
en la toma de conciencia de la necesidad
de cambiar el estilo de vida y en la
prudencia, virtud que indica lo que se ha
de hacer hoy, en previsión de lo que
puede ocurrir mañana.
AC
 5. La mentalidad economicista

AC
 La mentalidad economicista se
complementa con el antropocentrismo
tecnocrático: si éste confía plenamente
en la técnica, el economicismo sostiene
la capacidad absoluta del mercado
para solucionar todos los problemas.

AC
 El economicismo surge cuando se
considera que el mercado es perfecto
en sí mismo. Y no necesita
correcciones. Pretende además
solucionar todas las cuestiones
humanas.

AC
 El mercado sería autorreferencial.
Las decisiones económicas no son
neutras (Caritas in veritate, 37).
La fascinación por el dinero y el
beneficio hace olvidar el sentido de la
economía y su finalidad.

AC
 “Estamos viviendo un momento de crisis;
lo vemos en el ambiente, pero sobre todo
lo vemos en el hombre. ¡La persona
humana está en peligro! Y el peligro es
grave porque la causa del problema no es
superficial, sino profunda: no es solo una
cuestión de economía, sino de ética y de
antropología. El que manda hoy no es el
hombre, es el dinero. Dios, nuestro Padre
ha dado la tarea de custodiar la tierra, no
AC el dinero” (Francisco).