Aunque el concepto competencia tiene su origen en la esfera profesional e
industrial, su incorporación al ámbito educativo le confiere una significación más amplia y compleja. En torno al concepto competencia y a su incorporación a los sistemas educativos, se ha generado un debate en Europa, en la medida en que viene a «revolucionar» la «cultura educativa» tradicional, sobre todo en países que, como España, tenían un sistema educativo con claro enfoque curricular centrado en contenidos. El término competencia ha irrumpido con fuerza en todas las etapas del sistema educativo español, desde la Educación Primaria a la universidad, al igual que ya sucediera en otros países de nuestro entorno. En las etapas de Educación Primaria y de Educación Secundaria Obligatoria ha sido la Ley Orgánica de Educación (LOE, 2006) la que las ha incorporado a su currículum, dándoles la consideración de básicas, en tanto que en Formación Profesional se trata de competencias profesionales, y en las titulaciones universitarias de Grado y Postgrado se trata de competencias genéricas o académicas a la vez que de competencias específicas. En sus conclusiones clasifica las competencias a usar en la vida cotidiana en tres ámbitos: 1. Competencias sociales e interpersonales 2. Competencias referidas a la autonomía personal, y 3. Competencias interactivas. En el seno de la sociedad del conocimiento, el desarrollo de competencias integra tres elementos: 1. El qué (contenidos o formas de saber). 2. El cómo (métodos o formas de hacer). 3. El para qué (capacidades, actitudes y valores). A estos tres componentes que se integran en forma de actividades como estrategias de aprendizaje que posibilitan la adquisición de competencias, habría que añadir alguno más: 1. ¿Qué aptitudes o capacidades desarrollar? 2. 2. ¿Qué habilidades movilizar? 3. 3. ¿Qué estrategias de aprendizaje utilizar? En un intento de clarificar la terminología y las relaciones entre diversos conceptos relacionados con las competencias, Román y Díez (2005) han elaborado un panel de capacidades para posibilitar la identificación de objetivos por capacidades como punto de partida de las competencias a adquirir. Dichos autores clasifican las capacidades en cuatro grandes grupos: 4. Cognitivas. 5. Psicomotoras. 6. 3. De comunicación. 7. 4. De inserción laboral.