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TESTAMENTO CERRADO

LICENCIATURA EN DERECHO
JENNIFER MILEIDY ZARATE ROBLERO.
TESTAMENTO

Un testamento cerrado es un
documento en el que una persona
expresa sus últimas voluntades y la
manera como desea que sean repartidos
sus bienes y lo entrega en un sobre
cerrado a un notario, para que su
contenido se conozca únicamente
después del fallecimiento de la persona
que lo otorga..
Quien hace un testamento cerrado tiene
la expresa voluntad de que solo
después de su fallecimiento se conozca En el testamento cerrado el testador declara su última voluntad de forma secreta.
la manera en que van a repartirse los
bienes que deja en el plano terrenal.
¿DÓNDE SE REGULAN LOS
TESTAMENTOS CERRADOS?

El Código Civil Federal regula los testamentos en


México, incluyendo los testamentos públicos cerrados.
Según el artículo 1522, en este tipo de testamentos
el testador debe rubricar todas las páginas y firmar al
final.
¿QUIÉN PUEDE HACER UN TESTAMENTO CERRADO?

Cualquier persona mayor de 14 años y que tenga las facultades


intelectuales correspondientes, podrá hacer un testamento cerrado.
Por tanto, existen algunas limitaciones, por ejemplo, si una
persona no sabe leer ni escribir no puede hacer un testamento
cerrado, ya que es requisito que el mismo sea escrito por la
persona que lo otorga, entre otras cosas porque solo ella conocerá
su contenido.
Las personas con discapacidad visual podrán realizar un
testamento cerrado empleando las herramientas mecánicas y
tecnológicas que les permitan escribirlo y leerlo.
Así como leer también en el momento de su presentación la
certificación del notario de que en el sobre cerrado está contenido
su testamento.
No pueden hacer testamento cerrado las personas que no sepan o no puedan
leer.
Las personas con discapacidad visual podrán otorgarlo, utilizando medios
mecánicos o tecnológicos que les permitan escribirlo y leerlo, siempre que se
observen los restantes requisitos de validez establecidos en este Código.

Artículo 708 del Código Civil


¿CÓMO SE HACE UN TESTAMENTO CERRADO?
La persona que va a hacer un testamento cerrado debe escribir en una hoja, bien sea a
mano o imprimiendo después de haberlo redactado en medios electrónicos, cuáles son
sus últimas voluntades y explicar claramente cómo quiere que se distribuyan los
bienes que deja al fallecer.
Este documento debe especificar día, mes y año en que se escribió y deber ser un
escrito limpio, sin tachaduras.
En caso de que el documento incluya inevitablemente alguna tachadura, enmienda o
corrección, deberá hacerse una nota que explique la misma, de tal manera que se
pueda estar seguro que la enmienda, tachadura o corrección se aplican, es decir, deben
ser tomadas en cuenta. Pero esto debe evitarse en la medida de lo posible. El
documento debe estar firmado, según como establece el artículo 706 del Código
Civil.
• El testamento cerrado habrá de ser escrito.
• Si lo escribiese por su puño y letra el testador pondrá al final su firma.
• Si estuviese escrito por cualquier medio técnico o por otra persona a ruego del
testador, este pondrá su firma en todas sus hojas y al pie del testamento. Si el
testamento se ha redactado en soporte electrónico, deberá firmarse con una firma
electrónica reconocida.
• Cuando el testador no sepa o no pueda firmar, lo hará a su ruego al pie y en todas
las hojas otra persona, expresando la causa de la imposibilidad.
• En todo caso, antes de la firma se salvarán las palabras enmendadas, tachadas o
escritas entre renglones.
• Artículo 706 del Código Civil
¿QUÉ SE HACE DESPUÉS DE QUE SE REDACTA UN
TESTAMENTO CERRADO?
Una vez que se ha redactado un testamento cerrado, el mismo debe ser entregado en un sobre
cerrado a un notario. Redactar un testamento cerrado es un acto absolutamente privado, ya que
quien decide hacerlo así desea que su última voluntad solo sea conocida tras su muerte, por lo que
esta no debe ser compartida con nadie antes de ese momento.
El notario levantará un acta donde dejará constancia de haber recibido el testamento en cuestión.
Procederá a estampar su firma y sello en el anverso y reverso del sobre, para asegurarse de que no
será abierto sino en el momento en que proceda y siempre después de la muerte del otorgante.
A partir de ese momento ese testamento queda bajo la custodia de ese notario, quien además
inscribirá en el Registro de Últimas Voluntades que se ha otorgado ese testamento y que está bajo
su custodia, para que en el momento del fallecimiento del otorgante se conozca de su existencia.
También puede decidir el testador guardar bajo su custodia su testamento cerrado después de que
lo haya entregado al notario y que este haya formalizado que lo recibió y lo haya cerrado con su
firma y sello. Si se hace de esta manera, existe el riesgo de que se extravíe y no pueda ser
localizado para abrirlo tras la muerte del otorgante.

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