You are on page 1of 11

Séptimo día:

María, Madre de
Dios
Motivación
Bienvenidos al séptimo día de la novena. Hoy
reflexionaremos acerca del papel de Nuestra Madre
María como Madre de Dios y Madre nuestra, aquella
guía en el encuentro con Jesús. Desde el primer
momento dispuso su vida con sencillez al llamado de
Dios, fue la primera en acoger la Palabra de Dios en su
corazón y decir Sí a la voluntad del Señor. María, la
doncella de Dios prometida, ternura divina, nuestro
camino seguro y más hermoso hacia Jesús.
Villancico
A la nanita nana nanita ea
https://www.youtube.com/watch?v=gzrYhiI9S38
Oración inicial
Dios de infinito amor, prepara nuestro corazón para
recibir el regalo más grande que has pensado para
nosotros, has querido que tu Hijo se encarne en el
vientre de María siempre Virgen y nazca en un humilde
pesebre para salvarnos. Con este regalo, moldea
nuestro corazón en fe, esperanza y caridad para con los
demás y así podamos acercarnos cada día más a ese
propósito de santidad para el que nacimos. Jesús, José
y María tomen nuestro corazón, nuestra alma y nuestra
vida. Amén.
Oración inicial
Palabra de Dios
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (Lc 1, 39-56)
Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los
cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y
exclamó en alta voz: '¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!'
¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó tu saludo a mis
oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas.
¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!' María dijo entonces:
Proclama mi alma la grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque
se fijó en su humilde esclava, y desde ahora todas las generaciones me llamarán feliz.
El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí: ¡Santo es su Nombre! Muestra su misericordia
siglo tras siglo a todos aquellos que viven en su presencia. Dio un golpe con todo su poder:
deshizo a los soberbios y sus planes. Derribó a los poderosos de sus tronos y exaltó a los
humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su siervo, se acordó de su misericordia, como lo había prometido a nuestros
padres, a Abraham y a sus descendientes para siempre. María se quedó unos tres meses con
Isabel, y después volvió a su casa. Palabra del Señor
Reflexión
Homilía solemnidad María, Madre de Dios – Papa
Francisco, 2017
María es la mujer que sabe conservar, es decir proteger,
custodiar en su corazón el paso de Dios en la vida de su
Pueblo. Desde sus entrañas aprendió a escuchar el latir del
corazón de su Hijo y eso le enseñó, a lo largo de toda su vida,
a descubrir el palpitar de Dios en la historia. Aprendió a ser
madre y, en ese aprendizaje, le regaló a Jesús la hermosa
experiencia de saberse Hijo. En María, el Verbo Eterno no
sólo se hizo carne, sino que aprendió a reconocer la ternura
maternal de Dios. Con María, el Niño-Dios aprendió a
escuchar los anhelos, las angustias, los gozos y las esperanzas
del Pueblo de la promesa. Con ella se descubrió a sí mismo
Hijo del santo Pueblo fiel de Dios. Celebrar la maternidad de
María como Madre de Dios y madre nuestra, significa
recordar una certeza que acompañará nuestros días: somos un
pueblo con Madre, no somos huérfanos.
Valor: CONSTANCIA
Pidiendo al Señor que nos ayude a practicar
la CONSTANCIA en nuestra fe a semejanza
de María, juntos decimos:

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


GOZOS
Exaltando a Jesús, ¡Rey de las naciones! a quien esperamos con alegría decimos:

Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
Ábranse los cielos y llueva de lo alto
¡Bienhechor rocío como riego santo!
¡Ven hermoso niño, ven Dios humanado!,

Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
¡Ven que ya María muestra en sus brazos
a su amado niño que nos ama en tiempo cercano!
¡Ven, que ya José, con anhelo sacro,
se dispone a hacerse de tu amor sagrario!

Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
¡Del débil auxilio del doliente amparo,
consuelo del triste, luz del desterrado!
¡Vida de mi vida, mi dueño adorado,
mi constante amigo, mi divino hermano!

Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
Compromiso

En este día nos comprometemos a practicar el valor


de la CONSTANCIA, vamos a cumplir nuestras
tareas del día con mucha alegría dando lo mejor de
nosotros en cada actividad.
Oración final
Niño Jesús: tu como rey naciste en un pesebre, para
enseñarnos a ser sencillos de corazón, ayúdanos a prepararnos
para que esta navidad podamos recibirte en nuestros hogares.
Ayúdanos a seguir la ruta que nos lleve hacia ti, permite que
cada novena vaya sensibilizando nuestras vidas y vayamos
soltando las cosas que no nos ayuda a crecer en la fe.
Niño Jesús enséñanos como debemos acogerte para que este
año te quedes con nosotros. A Ti que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén.
Villancico
Rin, Rin.
https://www.youtube.com/watch?v=LOc4Un2UEIk

You might also like