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TRASTORNO DE

ELIMINACIÓN/EXCREC
IÓN
ENURESIS
ENCOPRESIS
Los trastornos de la excreción implican la
eliminación inapropiada de orina o heces y se suelen
diagnosticar por primera vez durante la infancia o la
adolescencia. Este grupo de trastornos incluye:
■ La enuresis, la emisión repetida de orina en
lugares inapropiados,
■ y la encopresis, la excreción repetida de
heces en lugares inapropiados.
Se incluyen subtipos para diferenciar la eliminación
nocturna de la diurna (durante las horas de vigilia), en
el caso de la orina, y la presencia o ausencia de
estreñimiento e incontinencia por desbordamiento, en
el caso de la encopresis.
ENURESIS
Criterios diagnósticos
A. Emisión repetida de orina en la cama o en la ropa, ya sea voluntaria o
involuntaria.
B. El comportamiento es clínicamente significativo cuando se manifiesta con
una frecuencia de al menos 2 veces por semana durante un mínimo de 3 meses
consecutivos o por la presencia de malestar clínicamente significativo o
deterioro en lo social, académico (laboral) u otras áreas importantes del
funcionamiento.
C. La edad cronológica es de por lo menos 5 años (o un grado de desarrollo
equivalente).
D. El comportamiento no puede atribuirse a los efectos fisiológicos de una
sustancia (p. ej., un diurético, un antipsicótico) u otra afección médica (p. ej.,
diabetes, espina bífida, epilepsia).
Especificar si:
■ Sólo nocturna: Emisión de orina solamente durante el sueño nocturno.
■ Sólo diurna: Emisión de orina durante las horas de vigilia.

 El subtipo de enuresis sólo nocturna, también conocida
como enuresis monosintomática, es el tipo más común y
en él la incontinencia se produce únicamente durante el
Subtipos sueño nocturno, especialmente durante el primer tercio de
la noche.
 El subtipo de enuresis sólo diurna se presenta en ausencia
de enuresis nocturna y puede ser referido como una
simple incontinencia urinaria. Las personas que
pertenecen a este subtipo pueden dividirse en dos grupos.
 Las personas con "incontinencia urgente" presentan síntomas
urgentes repentinos e inestabilidad del detrusor,
 mientras que las personas con "emisión pospuesta" retrasan
conscientemente las ganas de orinar hasta que se produce la
incontinencia.
Etiología
Las causas pueden deberse a distintos factores:
■ Factores Genéticos: Si durante la infancia, ambos progenitores sufrieron de enuresis, la
probabilidad de que el hijo la sufra es de un 77%. En el caso de haberlo sufrido un solo
progenitor la probabilidad se reduce a un 44% . Cuando ninguno de los progenitores ha
presentado enuresis, entonces la probabilidad de que la presente su hijo es de un 15%.
■ Factores Fisiológicos: Pueden darse problemas en la capacidad vesical o la secreción de
hormona antidiurética (ADH).
■ Factores relacionados con el sueño: No existe ninguna fase concreta durante el patrón
del sueño en que tenga que aparecer. Puede producirse en cualquiera de ellas.
■ Factores Psicológicos: el estrés puede aumentar que los episodios sucedan con más
frecuencia aunque por lo general, no suele ir asociado a problemas emocionales.
■ Enfermedades orgánicas: Enfermedades como la alteración en la estructura del aparato
genitourinario, infecciones urinarias, anomalías neurológicas y enfermedades que
produzcan poliurina.
Factores de riesgo y pronostico As
pe
ct o
La sd
■ Ambientales. Se han señalado varios factores e iag
en n u r co n ó s
predisponentes a la enuresis entre los que están el tr e s
diu e l is n e tic
retraso o la laxitud del aprendizaje para ir al baño y el rn o s no c l g é o s
a e niñ tu n re
estrés psicosocial. s m os rn ero lac
ás . La a es ion
fre in m ad
■ Genéticos y fisiológicos. La enuresis se ha asociado a niñ cu co s á os
e n
as nt tin om c
retrasos del desarrollo normal de los ritmos . e e en ú
n tr c i n
circadianos de la producción de orina, lo que origina el a
as
poliuria nocturna o anormalidades de la sensibilidad
del receptor central de vasopresina y deterioro
funcional de la capacidad de la vejiga con
hiperreactividad de la misma (síndrome de la vejiga
inestable). La enuresis nocturna es un trastorno
genéticamente heterogéneo. La heredabilidad se ha
demostrado en estudios de familias, de gemelos y de
segregación. El riesgo de enuresis nocturna en la
infancia es aproximadamente 3,6 veces mayor en los
hijos de madres enuréticas y 10,1 veces mayor en caso
ENCOPRESIS
Criterios diagnósticos
A. Excreción repetida de heces en lugares inapropiados (p.
ej., en la ropa, en el suelo), ya sea involuntaria o voluntaria.
B. Al menos uno de estos episodios se produce cada mes
durante un mínimo de 3 meses.
C. La edad cronológica es de por lo menos 4 años (o un
grado de desarrollo equivalente).
D. El comportamiento no se puede atribuir a los efectos
fisiológicos de una sustancia (p. ej., laxantes) u otra afección
médica, excepto por un mecanismo relacionado con el
estreñimiento.
Especificar si:
■ Con estreñimiento e incontinencia por
desbordamiento: Existen pruebas de la presencia de
estreñimiento en la exploración física o la historia clínica.
■ Sin estreñimiento e incontinencia por
desbordamiento: No existen pruebas de la presencia de
estreñimiento en la exploración física o la historia clínica.
■ Las heces en el subtipo con estreñimiento e
Subtipos incontinencia por desbordamiento están
característicamente (aunque no
invariablemente) poco formadas y la pérdida
puede ser de frecuente a continua,
produciéndose sobre todo durante el día y
raramente durante el sueño. Sólo parte de las
heces se eliminan al ir al baño y la
incontinencia se soluciona después de tratar el
estreñimiento.
■ Las heces en el subtipo sin estreñimiento e
incontinencia por desbordamiento suelen ser
de forma y consistencia normales, y la
deposición es intermitente. Las heces se
pueden depositar en un lugar visible. Este
hecho se asocia normalmente al trastorno
negativista desafiante o a un trastorno de
conducta, o puede ser consecuencia de una
masturbación anal. La deposición sin
estreñimiento parece ser menos frecuente que
la deposición con estreñimiento.
Etiología
■ La encopresis con frecuencia es una complicada interrelación entre los factores psicológicos y
fisiológicos. La escasa o inadecuada adquisición de hábitos higiénicos puede retrasar el logro de la
continencia por parte del niño.
■ La encopresis puede ocurrir en niños con un control intestinal adecuado que, por una variedad de razones
emocionales, que incluye la ira, ansiedad, el miedo o la combinación de estos, no depositan sus heces
adecuadamente. Hasta un 75% de los niños con encopresis sufren estreñimiento y tienen un
desbordamiento por acumulación excesiva de líquidos.
■ Cualquier combinación de estos factores puede provocar una lucha de poder entre el niño y sus padres
sobre cuestiones de autonomía y control, lo que puede generar dificultades conductuales secundarias. Sin
embargo, la mayoría de estos niños no tiene problemas de conducta y al aparecer esto se debe a las
consecuencias sociales de defecar. Los niños encopreticos que son capaces de controlar su función
intestinal de modo adecuado y depositan heces de consistencia relativamente normal en lugares
anormales, con frecuencia, son niños con algún trastorno psiquiátrico. La encopresis puede estar asociada
a otros problemas del desarrollo neurológico, con fácil distracción, atención breve, baja tolerancia a la
frustración, hiperactividad y escasa coordinación.
■ La encopresis puede ser ocasionada por miedo especial a usar el retrete o también puede ser precipitada
por acontecimientos vitales, como el nacimiento de un hermano. A veces se de una regresión, después de
un largo periodo de continencia fecal aparece la encopresis tras situaciones estresantes como la
separación de los padres, cambio de domicilio o ingreso a la escuela.
■ Factores parentales ■ Factores personales
La enseñanza del control de esfínteres Un niño con retraso en la maduración puede también tener
debe empezar cuando el niño ha un retraso en el aprendizaje de la defecación. Las heces y el
control o no de las mismas, puede utilizarlas el niño como
alcanzado un desarrollo motor moneda para controlar a los padres. Algunos niños en edad
adecuado, por ello nunca se debe preescolar pueden tener fantasías sobre los excrementos y/o
empezar antes de que el niño ande solo sobre la taza del inodoro que les provoque retener las
y de que admita sentarse en un orinal deposiciones. Un niño muy ansioso o hiperactivo puede “no
apropiado. En líneas generales, no antes encontrar momento” para ir a defecar, provocándose una
retención de heces que ponga en marcha todo el trastorno.
de los 18-24 meses de edad. No es raro Procesos explicados en el apartado anterior, que provoquen
encontrar niños con encopresis que dolor al defecar, hay que preguntarlos, porque nos
comenzaron el adiestramiento en los permitirán entender los orígenes del cuadro que estamos
primeros meses de vida. La actitud de tratando.
los padres durante la etapa de Diferentes enfermedades médicas, malformaciones y
trastornos psiquiátricos van asociados o pueden tener
entrenamiento debe ser flexible,
encopresis como síntoma. Sucesos estresantes (miedo
mostrándose pacientes y comprensivos. intenso, divorcio, enfermedad física, etc.) en un niño que
Actitudes excesivamente rígidas y lleva poco tiempo controlando la defecación pueden
punitivas se consideran perjudiciales. provocar un retroceso y escapársele los excrementos..
Evaluación Clínica
■ 1. Anamnesis. Hay que hacer una buena recogida de los síntomas. Cuándo
apareció el estreñimiento, si es ocasional o no. Circunstancias que podamos
considerar desencadenantes.
■ 2. Aspectos psicológicos. Hay que saber cómo y a qué edad se inició el
entrenamiento esfinteriano. Si existen factores desencadenantes físicos
(experiencias dolorosas) o emocionales.
■ 3. Examen físico. Toda anomalía anatómica en la zona anal o en el canal
neuronal nos debe hacer pensar en una causa orgánica.
■ 4. Pruebas complementarias. El pediatra, mediante la anamnesis y la
exploración física cuidadosa, puede decidir la necesidad de añadir otras
pruebas como: hemograma, determinación de electrólitos, hormonas tiroideas
y suprarrenales. La mayoría de los niños y lactantes con estreñimiento
funcional necesitan pocas pruebas.
Prevención
■ Evita el estreñimiento (alimentación equilibrada
Otros consejos basados ​en el
acorde a sus necesidades físicas y biológicas) sentido común:
Recuerde a su niño que se levante en
■ Infórmate sobre técnicas para aprender a ir al la noche para ir al baño
baño. Asegúrese de que el camino al baño
sea accesible para él
– Controlar el enojo y consuela al niño Estimule a su niño a ir al baño antes
de acostarse. Otra opción es pedir a su
■ Recibir tratamiento temprano para le encopresis niño que vaya al baño al comienzo de
(orientación del médico de tu hijo o de un su rutina antes de acostarse, y otra vez
inmediatamente antes de ir a la cama
profesional de la salud mental, puede ayudar a Coloque una funda plástica sobre el
prevenir la repercusión social y emocional de la colchón
Incluya al niño en toda rutina matinal
encopresis. Las visitas periódicas de de lavado, pero de una manera que no
seguimiento con el médico pueden ayudar a sea humillante ni punitiva
identificar problemas continuos o recurrentes, de
modo que se puedan hacer los ajustes necesarios
en el tratamiento).
Puntos clave
■ La enuresis nocturna es común en niños
pequeños
■ Cada niño desarrolla el control de la vejiga a
su propio ritmo
■ Consulte a un médico si su niño tiene
dificultad para controlar la vejiga durante el
día y la noche después de los 6 años de edad
■ Parte del tratamiento consiste en consolar y
recordar delicadamente al niño la rutina del
cuarto de baño
■ El castigo y la humillación no ayudan al niño
a desarrollar un mejor control de la vejiga
tratamiento
■ Educación: Explicar a los padres y al propio niño mediante dibujos sencillos lo que ocurre
cuando el recto está lleno a rebosar de heces y porqué entonces el ano no informa
correctamente sobre si tenemos que empujar o retener, será de gran utilidad.
– Desimpactación o evacuación completa. Ningún plan terapéutico tendrá éxito si
primero no se logra una evacuación completa.
■ Prevención de la acumulación de heces Una vez que se ha logrado la evacuación rectal, el
objetivo siguiente es mantener el recto vacío. Se logra mediante el hábito de defecación
regular, la utilización de sustancias que ablandan la materia fecal y laxantes que estimulen la
motilidad, de forma que todos los días se logre una defecación completa.
■ Instaurar un hábito de defecación en el niño No se debe empezar hasta que el niño tenga
las deposiciones blandas y nunca antes de que el niño tenga dos años de edad. A los niños
mayores se les pondrá en el inodoro después de la comida o cena, para aprovechar la acción
dinámica del reflejo gastrocólico, durante diez minutos, y se pactará con ellos un sistema de
recompensas pequeñas, que servirán de refuerzo positivo.
■ Tratamiento farmacológico

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