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EL CORPUS DE

JEREMÍAS Y EZEQUIEL
PARTE IV
Contenido
Cap. I: El libro de Jeremías
Cap. II: El libro de las
Lamentaciones
Cap. III: El libro de Baruc y la Carta
de Jeremías
Cap. IV: El libro de Ezequiel
EL LIBRO DE LAS
LAMENTACIONES
Capítulo II
Índice
1. Lugar en el canon, autor y fecha
de composición
2. Estructura y contenido
3. Mensaje teológico
El libro de las Lamentaciones
contiene cinco composiciones
poéticas (qinah, «lamento fúnebre»).
Tema: duelo por la devastación
y destrucción de la ciudad santa.
Título: El texto hebreo no tiene
título propio; se denomina con la
primera palabra: ’Êkāh («¡Ay!»,
«¡Cómo!»). En griego, Θρηνοί.
1. Lugar en el canon, autor y fecha
de composición
Lugar en el canon
El texto hebreo coloca las Lm entre
los «Escritos», entre los Megillôt (textos
que se leen en la liturgia sinagogal en
determinadas ocasiones).
Se recitan, también actualmente, el
día de ayuno establecido para
conmemorar la destrucción del templo
(Tisha be-Av, julio-agosto).
Autor
2C 35,25 funda una tradición que
atribuye este libro al profeta Jeremías.
Por eso se coloca detrás de Jr (lat.) o
después de Jr y Br (gr.).
«Jeremías compuso una elegía sobre
Josías. Todos los cantores y cantoras
siguen recordando a Josías hasta el día
de hoy en sus elegías; se han transmitido
como tradición y están escritas en las
Lamentaciones»
Dificultades de la atribución a
Jeremías, debido a Ideas contrastantes:

 Sentimiento antibabilónico de Lm:


 Tampoco Jeremías hubiera esperado en
Egipto como el autor de Lm (Lm 4,17).
 Lm habla de responsabilidad colectiva
(5,7), mientras Jeremías de
responsabilidad personal (31,29-30).
 Lm da tanta importancia al templo,
mientras Jeremías no (c. 7).
Lm 1: después del 597 y antes del
587.
Según 1,10, los opresores han
profanado y depredado el templo, pero no
lo han destruido.
1,5.18 no da indicios de que
Jerusalén haya sido destruida; los jóvenes
sí han ido al exilio y la ciudad ha de pagar
tributo.
1,4 indica que la gente ya no se reúne
en las puertas, como antiguamente, pero
tampoco han sido destruidas.
1,4.6 indica que en la ciudad todavía
hay sacerdotes y autoridades.

Este ambiente dividido, entre los


partidarios probabilonios y los que
estaban en contra, se ve reflejado en el
libro del profeta Jeremías (27,9.22; 28).
Lm 2 y 4: de después del 587.
Según Lm 2, las murallas, fortalezas y
el templo están derribados; el altar ha sido
profanado; ya no se celebra el sábado, el
rey está deportado (vv. 1-9).
Con detalles menos descriptivos, Lm
4 revela una situación análoga, la
destrucción es casi total: las piedras
sagradas están esparcidas (v. 1), los
cimientos de la ciudad están quemadas (v.
11).
Efectos de la hambruna (vv. 3-5.7-
10):

 los niños no tienen qué comer (v. 4),


 los antes opulentos buscan en la basura
(vv. 5-8),
 los cadáveres sirven de alimento (v. 10).
Lm 5: quizá date del inicio del asedio
a Jerusalén (587), cuando las aldeas
habían caído en manos de los babilonios y
habían sufrido violencia (vv. 11-12).
Lm 3: Esta lamentación tiene carácter
de oración individual, lo que dificulta su
datación precisa.
El autor sufre los dolores
experimentados por el pueblo y la ciudad
santa, lo que más amaba.
2. Estructura y contenido
Estructura
Los 4 primeros cánticos están
compuestos a manera de acrósticos
alfabéticos: La 1ª y la 4ª comienzan
cada estrofa con una letra del alfabeto
hebreo de modo progresivo.
La 3ª es más compleja, ya que a
cada letra corresponden tres dísticos.
La 5ª tiene 22 versos (22 letras).
Contenido
El contenido es homogéneo, que gira
alrededor del tema central: la situación
ruinosa de la ciudad santa (Lm 1,1).
Como se ha visto, no se puede
establecer una sucesión cronológica en
los 5 cantos, pero en Lm 3 se puede
observar esta progresión de ideas: 1)
descripción de la catástrofe, 2) el dolor
personal y colectivo por la ruina, 3)
súplica enardecida al Señor para que no
tarde en traer la salvación.
Lamentaciones 1: describe la
situación de Jerusalén. Pasa de la 1ª a la
3ª persona.
 vv. 1-11: vista por un observador,

Jerusalén es una «princesa» que se ha


convertido en viuda inconsolable.
 vv. 12-22: la ciudad misma es la que

toma la palabra para expresar su


angustia y desolación (v. 12).
El paso de la primera a la tercera
persona constituye un recurso literario
para implicar más al lector.
Lamentaciones 2: afronta los motivos
que han llevado a Jerusalén a la ruina.

La Lamentación denuncia los pecados


de la nación, de los reyes, de los
sacerdotes, de los falsos profetas, de los
ancianos y los mancebos.
La causa de la desolación es la justa
ira de Dios que, para purificarla, ha
cumplido lo que había decretado contra la
ciudad para purificarla (v. 17).
Lamentaciones 3: el himno más
extenso (66 vv.), expresa los sentimientos
de un hombre que ha experimentado el
dolor, a manera de Jeremías, Job y el
«siervo» de Is 53.
El lamento colectivo de los vv. 40-47
se parecen al tono que tienen los salmos
de lamentación.
El autor llama a un hondo examen de
conciencia y reconocimiento del propio
pecado (vv. 40s.) para obtener el perdón.
Lamentaciones 4: continúa la
lamentación sobre las desgracias que
afligen a Sión con referencia de los
responsables de la situación. El autor
parece regresar al hecho del 587 a.C.
El pecado de Sión es grande (v. 6),
también el de los sacerdotes y falsos
profetas (v. 13).
El v. 22 ofrece una esperanza
próxima.
Los vv. 21-22 hablan del castigo a
Edom por haberse alegrado de la ruina de
Jerusalén.
Lamentaciones 5: Este himno es una
súplica apremiante a Dios para que envíe
la salvación: «¡Acuérdate, Señor, de lo que
nos ha ocurrido, contempla y mira nuestro
oprobio!» (v. 1).
En Lm 4 faltaba la acostumbrada
oración al Señor; Lm 5 constituye esa
oración que le falta.
3. Mensaje teológico
La progresión de los cantos, lo que
ayuda a profundizar en el significado de
los acontecimientos.
El libro parece promover un
examen de conciencia personal y
colectivo, entrelazado con oraciones de
arrepentimiento, confianza y petición de
salvación.
Con gran claridad se vislumbra que el
castigo enviado por Dios se debe a los
pecados del pueblo (Lm 2,5; cfr. 1,8; etc.),
que son la causa última de la tragedia, por
su gravedad y abandono de la alianza.

Pero también reafirman la confianza


en la misericordia de Dios y su bondad,
que se manifestará tras la conversión del
pueblo (Lm 5,21-22).
Dios no se ha olvidado de sus
promesas: las Lamentaciones no son
poemas tristes y dolorosas sin más.
El 9 de Av (Tisha be-Av), día de ayuno
y conmemoración de la destrucción del
primero y segundo templo (587/586 a.C.
y 70 d.C.), el pueblo judío reflexiona
sobre el significado del pecado y del
dolor: durante este tiempo leen el libro de
las Lm.
En la tradición cristiana, la lectura de
las Lm hace revivir, con no menos dolor y
contrición, la aflicción por los sufrimientos
de Cristo en su Pasión y Muerte
redentoras, causadas por los pecados de
los hombres.
EL LIBRO DE BARUC
Capítulo III
Índice
1. Configuración del libro en el
canon
2. Contexto histórico-social
3. Contenido y estructura
4. Formación del libro y estilo
literario
5. Mensaje teológico
«Baruc» significa «Bendito». Baruc es
hijo de Nerías, fiel colaborador de Jeremías
(Jr 32; 36; 43; 45).
Es uno de los libros
deuterocanónicos.
El c. 6 se presenta como una carta
dirigida por Jeremías a los exiliados. En los
manuscritos griegos aparece separado.
Al autor interesa el sentido de la
historia, especialmente lo relacionado con
el exilio y la diáspora del pueblo de Israel.
Sin ambigüedades, el autor
atribuye la deportación a la gravedad
del pecado cometido por Israel, en
cuanto constituía una clara
transgresión de la ley otorgada por
Dios y expresaba el abandono de la
alianza.
1. Configuración del libro en el
canon
Muchos consideran que este libro es
traducción de un original hebreo perdido.
Es un libro «deuterocanónico».
Orden en el canon (LXX): Jr, Bar, Lm,
«Carta de Jeremías».
En la Vg: Jr, Lm Bar (+ c. 6: «Carta de
Jeremías»).
La relación con el conjunto es clara:
la situación de los deportados en
Babilonia.
2. Contexto histórico-social
El libro presenta ideas forjadas en
la tradición bíblica (parece calcar la
situación de tiempos pasados,
adaptadas a nuevas situaciones).
Se distinguen dos niveles de
referencias históricas: 1) la del exilio
babilónico, narrado por el texto; 2) del
postexilio (con probabilidad), la de los
últimos redactores.
Se puede, entonces, pensar
en la actualización de fuentes
preexílicas, oportunamente
adaptadas a las nuevas
circunstancias históricas.
Ejemplos:

Fecha: 1,1-5 indica que se leyó el


libro de Bar ante el rey Jeconías el año 5
de la destrucción del templo (hacia el 582
a.C.). 1,6-10, en cambio, narra algo que
parece haber sucedido después del exilio,
pero que el texto narra después del pasaje
anterior.
Ídolos: 6,1-2 se ambienta poco antes
del exilio, pero el culto idolátrico es según
una consideración posterior (como en Sb
13,10-19).
En Jeremías , el ídolo es visto como
«representación de la falsa divinidad (los
ídolos no son nada: Jr 2,5.8; 10,15; 16,19;
51,18); en la «Carta de Jeremías», la
estatua es considerada «encarnación» de
la divinidad misma.
Oración de 1,15-3,8 (supuestamente
hacia el inicio del exilio): presupone el
restablecimiento del culto en el templo.
Trae a la memoria la celebración de la
fiesta de los Tabernáculos narrada en Ne
8, y el himno de Ne 9,1-36 (segunda
mitad del s. V).
“Dios ha enviado castigos por los
pecados de la nación” es idea postexílica,
común a escritos considerados
postexílicos: Dn 3,26-45; 9,1-19; Tb 3,1-
6; Est 4,14-18; Esd 9,6-15.
3. Contenido y estructura
a) 1,1-14: Introducción histórica
b) 1,15-3,8: confesiones colectivas
públicas
c) 3,9-4,4: elogio de la Sabiduría
d) 4,5-5,9: mensaje a Jerusalén:
conversión y gozo
e) 6,1-72: la Carta de Jeremías
a) Introducción histórica (1,1-14)

 Presentación del autor: 1,1


 Ceremonia de los exiliados: 1,2-9
 Lectura de la carta dirigida a los
habitantes de Jerusalén: 1,10-14
Esta primera parte está ambientada
en Babilonia. Presenta al autor de la obra,
los motivos del libro y sus circunstancias.

Contiene una carta enviada a quienes


se habían quedado en Jerusalén para que
ofrecieran sacrificios y oraciones de
súplica.

En esta parte no se vislumbra una


esperanza inmediata de liberación.
Esta parte presenta unas dificultades
desde el punto de vista crítico.
El «año quinto» mencionado en el v. 2
no indica desde qué fecha se empieza a
contar.
Igualmente con la indicación «el día
siete del mes». ¿De qué mes se trata?
Ciertamente podría ser «el día siete del
mes quinto del año diecinueve» de 2R
25,8-9 (año 587). Entonces estas
indicaciones querrían indicar el año 582.
Pero la indicación del v. 9, la de la
deportación de Jeconías («Yoyaquín»,
según 2R 24,8-17; 609-598) y gran parte
del pueblo, parece referirse a la primera
deportación (cfr. Jr 28,3-4), el año 592. La
mención de Jeconías se explica mejor con
esta fecha.
En el v. 11 se menciona a Baltasar
como hijo de Nabucodonosor, siendo en
realidad hijo de Nabonid y quinto sucesor
de Nabucodonosor (Dn 5,1-4 se ambienta
en el año 539 a.C.).
Y, ¿qué hace Baruc en Babilonia?
Según Jr 43,5-7, acompañó a Jeremías
cuando fue llevado a Egipto.
¿Y la «fiesta» de 1,14? Parece la de los
Tabernáculos (o Sukkot, cfr. Lv 23,33-43).
No tiene sentido celebrarla con tanto
alborozo («en el templo») durante siete
días, cuando la ciudad estaba reducida a
escombros. Esto es un anacronismo.
Las «confesiones públicas», entonces,
pueden datarse de después del exilio.
b) Las confesiones colectivas
públicas (1,15-3,8)

Estructura:

 Primera lista de pecados: 1,15-


2,10
 Primera súplica: 2,11-18
 Segunda lista de pecados: 2,19-35
 Segunda súplica: 3,1-8
Al regresar del exilio, había que revisar
la historia desde la perspectiva religiosa.
En la antigüedad, la mentalidad
corriente (cfr. Ez 20,9.14.22) sostenía que
la derrota de un pueblo era considerada la
derrota de su Dios, que se demostraba
incapaz de defender a sus devotos.
Jeremías combatió esta mentalidad,
proclamando que Dios había llamado a los
enemigos de Israel para castigar sus
pecados (Jr 7,12-15).
Las confesiones colectivas surgen de
la preocupación por defender el honor de
Dios de la acusación de debilidad o de
incapacidad para defender a su pueblo,
adosando al pueblo toda la
responsabilidad de los males que le han
afectado. Hace falta, pues, una conversión
sincera.
Otro elemento de base: la solidaridad
del pueblo para lo bueno o lo malo, desde
los antepasados hasta la generación
presente.
La primera confesión (1,15-2,18)
Dos partes: 1) 1,15-2,10: confesión
verdadera y propia; 2) 2,11-18: petición de
perdón.
1,15 recoge la idea primordial (cfr.
2,6).
La petición de perdón mezcla el
recuerdo genérico de los pecados con
invocaciones utilizadas en los salmos de
súplica (vv. 13-16).
En el centro, el motivo de la
intervención divina tanto deseada (2,15).
La segunda confesión (2,19-3,8)
La primera parte (2,19-35) recoge la
acusación de los pecados, unida con la
conciencia del merecido castigo del exilio
(del que se prevé el fin).
En la segunda parte (3,1-8) se pide
perdón poniendo como centro la grandeza
de Dios (leer 3,5-6).
Luego viene el compromiso que el
pueblo asume en relación con Dios (leer
3,7-8).
c) Elogio de la Sabiduría (3,9-4,4)
Es un texto escrito en verso.
Invita a seguir los caminos de la
sabiduría.
 Israel ha abandonado la

Sabiduría: 3,9-14
 Ningún otro pueblo la ha

encontrado: 3,15-31
 Dios ha dado la Sabiduría a Israel:

3,32-4,4
Primer momento: 3,9-14
Utilizando expresiones de estilo
sapiencial, localiza los males que han
afligido a Israel: el abandono de la
«sabiduría» que Dios le había otorgado y
se le exhorta a escuchar los
«mandamientos de vida», pues, si hubiera
andado por el «camino de Dios», habitaría
«siempre en paz».
Expresiones de lenguaje sapiencial:
«aprender la prudencia», «fuente de la
sabiduría», «camino de Dios», «conocer la
longevidad y la vida».
Segundo momento: 3,15-31
La «sabiduría» verdadera es la que
viene de Dios, y no es la que buscan los
príncipes de las naciones y los hombres
con su poder y riqueza, sabiduría que no
da frutos.
Esta sabiduría solo Dios la puede
conceder, dándola a quien quiere, sin
tener en cuenta las capacidades humanas
(leer 3,29-31).
Tercer momento: 3,32,4-4
La verdadera Sabiduría se refleja en la
creación, aunque con un lenguaje que evita
toda interpretación politeísta, al afirmar que
todo está sometido a Su Voluntad («éste es
nuestro Dios, no hay otro que pueda
comparársele» 3,36).
Surge, espontánea, la alegría por haber
recibido como regalo esa Sabiduría que hace
tan inmenso a Dios y que ha sido donada por
medio de la Ley a Israel. Quien siga sus
enseñanzas alcanzará la victoria (4,1).
Este último momento se cierra con una
afirmación (4,3-4) que llevará a desarrollos
posteriores y que es ya una consecuencia de
la tradición anterior: el rechazo de Israel a
compartir con los extranjeros los privilegios
recibidos de Dios, tema que afronta el libro
de Jonás.
Aunque 3,38 mitiga este «nacionalismo»
con una frase universalista.
Israel ha de tomar esta indicación como
una advertencia para no abandonar estos
privilegios.
d) Mensaje a Jerusalén: conversión y
gozo (4,5-5,9)

Escrita también en forma


poética.
Estructura:

 El lamento de la ciudad: 4,5-29


 Exhortaciones del profeta y gozo
de Jerusalén: 4,30-5,9
Funde los temas de las dos
confesiones colectivas: reconocimiento de
los pecados cometidos y confianza en el
perdón que Dios concede.
4,5-9a: pronunciada por el profeta.
4,9b-29: Jerusalén personificada.
4,30-5,9: habla el profeta.

El tema utiliza imágenes que pasan


desde el desconsuelo y el luto hasta la
esperanza y la alegría.
Reconociendo sus pecados, Jerusalén
exclama que se «ha puesto el sayal» de
sus súplicas (4,20) en vez del «vestido de
paz».

El final es apoteósico: Jerusalén es


restablecida (5,1-2); en cambio, Babilonia
pasará de la exultación a la desesperación
por su propia derrota (4,33-35).
El mensaje de esperanza es
frecuente: «¡Ten ánimo, pueblo mío,
resto de Israel!» (4,5; en la tradición
bíblica, cfr. Is 10,20; Jr 31,7; Ez 9,8;
11,13; Mi 2,12).
De tono semejante, 4,21.27.
«Ten ánimo, Jerusalén, que el
mismo que te dio nombre te
consolará» (4,30).
d) La Carta de Jeremías (c. 6)

Estructura:

 Introducción: 6,1-6
 Nuevas descripciones de la
idolatría: 6,7-71
 Conclusión: 6,72
La Carta se presenta como una
exhortación dirigida a los hebreos
deportados a Babilonia para
prevenirles de la vanidad de los
dioses paganos. Trata, por tanto, del
peligro de la idolatría y de la
impotencia de los ídolos.
La descripción del culto
idolátrico, sin embargo, parece
reflejar más bien los usos griegos.
El v. 2 indica «siete generaciones» la
duración del exilio (Jr indica setenta años:
25,12; 29,10; cfr. Dn 9,2), lo que nos lleva
al período helenista, si se parte de la
época de Esdras y Nehemías.

¿»Carta»? Quizá debido a Jr 29 (año


597) hayan dado a Baruc 6 esta acepción.
Debido al contenido, más bien debería
referirse a Jr 10,1-16 , aunque los temas
son más cercanos a Sb 13-15.
La polémica contra la idolatría se
desarrolla en nueve cuadros, que caricaturizan
de diversas maneras los ídolos; cierra cada
cuadro esta exhortación: «Por eso conocerán
que no son dioses: no les tengan miedo»
(6,14. 22.28.39.44.51.56.64.71; cfr. Jr 2,11).
La corrosiva ironía se refiere a los
aspectos más exteriores de los ídolos. Su
incapacidad de reaccionar ante las conductas
y sucesos humanos es signo de la
inconsistencia de la divinidad que
representan.
Recapitulación final: 6,69-72:
«Porque, como un espantajo en un
melonar no defiende nada, así son
sus dioses de madera, dorados y
plateados.
Lo mismo que una zarza en un
huerto, sobre la que se posa
cualquier pájaro, o como un difunto
echado en las tinieblas, así son sus
dioses de madera, dorados
»Por la púrpura y el lino que se pudren
sobre ellos sabrán que no son dioses.

A la postre, ellos mismos son


comidos, y vienen a ser una vergüenza
para el país.

Más vale, por tanto, un hombre


justo, que no tiene ídolos, pues así
estará lejos del oprobio».
4. Formación del libro y estilo
literario
El contenido es heterogéneo.
Lengua original: algunos indican
que fueron traducidas del hebreo: 3,9-
4,4; 6,1-72.
Aspecto literario: pasa de la prosa
(1,16-3,8) a la poesía ritmada (3,9-5,9),
con abundante uso de imágenes, no
siempre originales.
Debido a que no se sabe más de la
suerte de Baruc (habiendo sido
colaborador estrecho de Jeremías –Jr 32;
36; 43; 45- y habiéndole acompañado a
Egipto –Jr 43,2-7-), se discute todo sobre
su libro (autenticidad, unidad, proceso de
redacción, lengua original).
Quienes defienden su autoría y
unidad, arguyen que las secciones fueron
redactadas en circunstancias históricas
diferentes.
Si datara el libro de la época
posexílica inmediata o posterior, se
trataría de un caso de
pseudoepigrafía (como se atribuyen a
Salomón, Eclesiastés, Cantar de los
Cantares o Sabiduría).

La datación sigue siendo una


cuestión abierta.
5. Mensaje teológico
Se alaba la omnipotencia, unicidad
y eternidad del Dios de Israel,
contraponiéndolo a la falsedad de los
ídolos, lo que explica los dolorosos
hechos que llevaron al exilio, adosando
toda la responsabilidad a los pecados
del pueblo, especialmente la seducción
experimentada por los ídolos.
Motivo de esperanza:

La confianza se basa en las grandes


promesas hechas por Dios desde antiguo y
que la alianza garantiza.

También esta esperanza se basa en la


superioridad de la religión hebrea sobre
todas las demás formas de culto
practicado por los demás pueblos.
Es maravillosa la identificación de la
Sabiduría con la Torah (4,1-4).

El final de este pasaje parece


vislumbrarse un orgullo semejante al de
Jonás (celoso de que los ninivitas se
convirtieran) o al del Sirácide (24,22). Ésta
es una actitud del ambiente religioso de
los siglos III y II a.C.
Baruc en el NT:
El libro de Baruc no es citado
expresamente en el NT, aunque hay algunas
alusiones. En la tradición cristiana, con
frecuencia se ha interpretado 3,36-38 en
sentido mesiánico, como anuncio de la
Encarnación: «Éste es nuestro Dios, y ningún
otro es comparable a él. Él descubrió el
camino del conocimiento y se lo enseñó a su
siervo Jacob y a su amado Israel. Después
apareció en la tierra y convivió entre los
hombres».

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