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Poemas inéditos de Eladio CABANERO (del libro «La Mancha al Sol») Dedicatoria a las cuatro provincias Sr et tiempo’ es el. més sabio y el hombre es lo dramitico y lo digno, este poema, horro de poesta, ya curado del arte en si, quisiera durar en homenaje de épico amor, unirse a estos nombres escritos en arena reciente: Albacete, Toledo, Cuenca y Ciudad Real, nombres que nombran vida, dolor, destierro, anchura, que son la viva humana verdad, el sentimiento que mueve el canto mfo por La Mancha. Si el tiempo es el mis sabio entre Ios sabios y todos los manchegos adoptaron un dia por refrén vengador del mundo el dicho, yo, en este pensamiento también, encomendado a esta verdad con alma que habita pura y pobre este mucho paisaje de ahora no el de un dia calatravo, o sea, Ordenes, Fueros, Simbolos Eladio Cabatiero del miedo y sus poderes, tiempo ya con tres metros de tierra por encima, hoy quiero ante estos muros al resistero siempre, este anchurén que atin yace, este Iugar que atin vive a pesar de ser hijos de nada casi todos, cantar, contar la historia de esta region de Espafia, Luz mia, campo mio de siempre tundido, zaleado por frfos, soles terrestres, vientos. Liberta soledad, pais mio manchego, geografia en desgracia ya entonces, cuando el érabe Ia Hamé tierra seca; liego de piedra y grama; frontera de Ja Iuvia, tarda, avara, remisa; via de los solanos y el tizén y Ja escarcha; tierra, muerte, silencio, guerra oscura, le, espera que no teme el brutal carpido de os afios. Aqui viven los hérocs que el hambre condecora, aqui los que defienden su honor de seres, su honda raz6n de hombres que buscan mortalmente los vinculos, tropezando Ja misma piedra amarga de siempre, rescatando cada afio del desastre a los suyos. Esta es la Ginica historia. A ellos estas palabras. A cllos: los de la eterna pana “para toda la vida”, Jos de la misma azada “que dure” jqué tristeza!, los del largo callar esperando—quién sabe—Ias seguras respuestas que oyen los que han vivido 1a causa de los pobres. Esta es Ia tinica historia, 1a de ellos: gente a zapaterron, sufridos sabedores que hay que mirar de frente y aceptar, castellanos de claridad, Ia vida. Gente firme, de cuajo arrancada del bloque visceral de la raza; iberos con Espafia fermentada en Jos huesos; Poemas inéditos St contra Ja tierra siempre yueltos sus ojos, como descifrando no sé qué misteriosos viejos signos. Amando los estratos calcdreos, las arenas cristalizadas, los pequefios Jimosos filamentos, corpiisculos brillantes entre sus manos enterragadas, que avisan de repente del destino del polvo mineral de nuestros cuerpos. ‘Amando su pequefio caudal: ropas, objetos en donde Ja pobreza s¢ descubre, venida desde padres y abuelos enterrados, humilde patrimonio, tan querido, herencia del naufragio de unas gentes que hoy no defiende nadie, que se fueron en realidad sin nunca haber notado apenas la belleza que existe en siegas o vendimias, por aqui tan corriente ser bellas por octubre, cuando el paisaje pinta fantasticos vitrales, murales visionarios de reinos entrevistos a esa hora de la tarde, escenogréfica, que Ja Hanura cambia sus fuegos por verduras, sus calinas por altas, transparentes cortinas de claridad venida del alma del otofio. Visién de Campo de Criptana Al poeta José Gonzélez Lara. Ex sot, surto en Io alto. Molinerias quemadas. A mitad de camino del surco y de Ia nube, esta Criptana, {Siempre es de dia? Siempre, el paisaje, obrador de las distancias, sobre esta soledad incandescente deja ver la gran {ébula del pueblo y los molinos,.quietos, blancos, pésito de la luz fija, encanada. Cuando a noche cierra, cierne el aire la luna enjalbegada. A contraluz, la sierra y sus motinos: arqueologia y heraldica, historia maquilera de los suefios de Don Quijote puro de La Mancha, Poemas inéditos 83 El tiempo ara tan yunto que se confunden surcos y semanas. Por aqui hubo canciones, Jas cantan, las cantaban; pero la historia de estas gentes sigue sin ser contada. La vida de este pueblo més que vivida acaso fué sofiada. {Quién no canté el creciente de las siembras junto al verde vifiero de Jas pampanas? ZQuién no miraba en alto los centenos de larguirucha espiga y tornasol en cafias, Jas olas del candeal y de la jeja, Ja avena tan menor y Ja cebada? Pero a los artesanos que remiendan aperos o en Ja fragua aguzan rejas, forjan ejes dando golpes en rojo con la envaina, os peones, vifieros y gaftanes que tenfan la carne mosteada de sudor y vendimia, ciegos, sordos, al campo y su belleza, ,quién miraba? No, Campo de, Criptana: testa vibrante, puerto Juminoso, alminar almo mirador de infinitas lontananzas, tti no eres de este mundo; intermedio del cielo y de las hazas, entre vifias sangradas y barbechos —troje, surco y tinaja— asciendes por los brazos de los santos molineros, vifieros de tu alma, a ese reino—espejismo verdadero— de Ja belleza en libertad, con aspas. En Puertollano Purrrortano, qué buen puerto, —mar de La Mancha emigrante— nadie sale de tus campos, nadie. En tu paisaje se alzan torres futuras... Quién sabe, alo mejor hay mas torres en los pechos que en el aires a lo mejor es tu nombre, tu corazén, quien mas vale. Trigos y carbén de piedra dan tu blanco pan de panes, vides enterradas, uvas minerales, manantiales, dicen Mano en castellano que hay trabajo y quien trabaje como ti, pueblo en creciente, en vez de morirse nace Poemas inéditos Se van gentes vinateras, bodegueros y gafianes ay, campo pobre manchego, a otros lugares. Y mientras se van, jqué triste!, a las grandes capitales, yo escribo acaso estos versos para consolarme, Quién vera, Hanura mia, volver tantos hijos padres a estos campos de alta luz y sol grande, a estas tierras rasas, anchas, de ocho puntos cardinales. Quién vera otro Guadiana més ancho y més navegable y moler a los molinos ‘como siempre y més que antes. Los tiempos estén tan duros que no es de honrados quejarse pero, campo mio, zeuindo vamos a volver a ararte brazos tuyos, frentes, ojos tuyos, ciegos de mirarte? Ejemplo y templo te miro, Puertollano, que ti eres pueblo que puedes ser Manchego por tu mano y pienso que tu fortuna, tus altas torres, quién sabe sino estén mas en tu pecho que en el aire. Sonetos del Paisaje y del Otofo I LA MANCHA AL SOL 4 Florencio Martinez Ruiz. Lia Mancha: surco en cruz, ambito, ejido, parador del verano, en cuya anchura un ave humana vucla a media altura, ya tantos afios viento azul perdido. Hacia el otofio, surto en el olvido, uva yacente, el campo en su largura recuenta soles, siglos, y madura el paisaje en el tiempo repartido. Recuerda sus molinos, al rasero mural del horizonte todavia, espejismos de Ianza en astillero. La Mancha frente al sol: una sandia de coraz6n quemante y duradeto frente a un circo de cal y lejania. Poemas inéditos & 1 LA MANCHA DESDE El. TREN Primero hay unos cospes: grama cura, aliagas, tobas, piedras alanchadas... Al fondo—alto paisaje—desflecadas, Jas nubas blancas sobre la Hanura. La Mancha surge en toda su largura, sirve su mesa al raso, sus hornadas de candeales y vifias vendimiadas, su polvorienta y verde ar quitectura. Los viajeros miran los secanos, las hazas caldeadas que respiran humores Ientos, vahos de labranza. Siompre es otofio aqui. Cruzan Iejanos Jos trenes. Los viajeros duermen, miran algiin sueno famoso en Jontananza. Ht LA MANCHA VENDIMIADA Pasaros de los puntos cardinales cruzan Ia soledad distribuida. Qué temprano se han ido todos, ida Ja vendimia a sus sedes anuales. Cuénta amarilla pampana, a rodales verde como hasta ha poco y encendida; oh vereado Goya, ch luz transida, oh sol marchito y sombras cenitales. Siempre pinta el otofo en Ia ladera donde infinitamente te resbalas, vifia sin uvas, sola en tu longuera. Mancha de Norte a Sur, ya sin escalas hacia un reino imposible; quién pudiera dilvirse contigo, tener alas... Eladio Cabaiero Iv SIGNO DE OTONO Hono una vez un dia y no era el viento. Bebimos vino y no supimos nada. Era, seguro, un signo, una Hamada y un repentino desfallecimiento. Cuando el otofio marcha en seguimiento del membrillo, 1a Iuvia y la nevada, se cumplen afios cada vez y coda uno que muere miralo un momento. A veces se ha tendido en ta Nlanura con el ofdo a todos los rumores, dibujado en la faz de las semanas. Algunas tades viene, oh racha oscura, y en nuestros ojos filma sus colores como ese sol parado en las ventanas. ANOCHECIDA EN Ei CAMPO Se esta poniendo el sol de otofio Jento y en el haza hacen sombra los terrone Cantan Jos que trabajan, jay!, canciones que por Jo bajo canta el pensamiento. La noche va encerrandose. Un momento cruzan ahogos Jejanos, vagos sones, y algo sucede que los corazones y el campo callan en recogimiento. Se alarga el miedo entonces como un rio, os contornos se encogen y procura el horizonte cerrar bien la puerta. Y cl primer cierzo, cada vez més frio, cada sol menos, cada noche oscura, pone Ja vida un poco nvis desierta. Poemas in¢ditos VI SEGUNDO SONETO AL VINO DESAHUCIADO (Quemado ya y hecho alcohol) A José Pérez Torres, nuevamente. Les dire tu epitatio a los que beben el vino crudo de Ja pena entero, Pues ti en alcohol, no en coplas cancionero, yaces alli con los que no se mueven, Ya la vinaza y la ceniza pueden referir tu agonia al bodeguero; de la tinaja al pozo sangradero, cudntas muertes cada afio te suceden, Bebida del Seftor y el hombre, oh vino, équién arrancé el racimo colorado y arrojé aquella pimpana al camino? Estabas tii en Ia vifia, confiado, y de repente el sol se puso y vino Ja flama oscura y fuiste desahuciado.

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