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LA EVIDENCIA
DE LA EXPERIENCIA
Apuntes de la intervención de Julián Carrón en la Asamblea de responsables
de Comunión y Liberación de Italia, Pacengo (VR), 27 de febrero de 2011
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frecuencia lo estamos. Como cuando, para sa- corrido este camino. Primero: “Cristo me atrae Bernardo Strozzi,
lir de la confusión política, leemos todos los pe- por entero, tal es su hermosura”, como dice el Cristo con los fariseos.
Galería de los Uffizi,
riódicos, ¡y todo se vuelve más confuso aún! O título de los Ejercicios de la Fraternidad que Florencia.
bien cuando nos dirigimos a los “expertos” para cambiaron mi vida. Segundo: entonces, sólo
afrontar los problemas en la política, en la edu- quiero vivir así; si la realidad me da la posibi-
cación o en la vida afectiva. Con lo que, de he- lidad de elegir, no quiero nada que sea menos
cho, el cristianismo se demuestra inútil, a pe- que esto. Ahora quiero contarte que durante
sar de nuestras intenciones, a pesar de nuestros muchos años he sufrido en la Escuela de co-
discursos, a pesar de nuestras lógicas. Y entonces munidad, porque era pesada y aburrida. Pen-
nos encontramos alienados como todos: de- saba que era un problema mío, aunque nunca
pendemos siempre de alguien al margen de la he dejado de ir; no para “fichar”, sino porque
experiencia. Y uno se pregunta: entonces, ¿cuál objetivamente era el único camino para vivir
es la conveniencia humana de la fe? ¿Cuál es la la relación con Cristo según el carisma que he
razonabilidad de la fe? encontrado. Y para mí esto es indispensable, sea
A esto se añaden otras dos formas de com- al coste que sea. Después llegó tu Escuela de co-
plicación. munidad: ha sido un regalo infinito, más allá
Una tiene que ver con la relación entre la co- de cualquier esperanza e imaginación. He re-
nexión por vídeo con la Escuela de comunidad cuperado el gusto del inicio, y la Escuela de co-
y los gestos en las comunidades locales. Una per- munidad se ha convertido nuevamente en
sona me comentó en una reunión que se había algo vital. Cuando llegan los avisos me digo:
dado cuenta de que algunos participaban en la “Pero, ¿ya se ha terminado?”. La clave no es que
conexión y no en la Escuela de comunidad lo- tú seas más capaz, sino que eres como un ami-
cal. ¿En dónde radicaría el problema? «En la co- go que está haciendo un descubrimiento, nos
nexión, que hace que las personas no se res- lo comunica y nos empuja a que también
ponsabilicen», dijo ella. Yo le repliqué: «¿No es nosotros lo hagamos. En definitiva, para mí su-
tal vez lo contrario? ¿No es acaso que, si no es- pone un horizonte infinito. Por eso no tengo ga-
tamos a ese nivel en nuestras comunidades lo- nas de ir a la Escuela de comunidad local, tan
cales, es difícil soportar el hecho de encon- encajonada y pesada, en donde no sólo no hay
trarnos?». Al día siguiente recibí esta carta de ningún atractivo para mí, sino que tengo la ten-
una amiga nuestra: «Durante estos años he re- tación de ver sólo lo que no funciona. Te lo »
Aleksandr Ivanov,
Aparición de Cristo
al pueblo. Galería Estatal
Tretjakov, Moscú.
» pregunto a ti, porque, si no, ¿a quién podría Y hay quien lo hace, tratando de reducir el ca-
preguntárselo?». A ella le responderé lo que sea risma a alguna de estas variantes, en nombre de
conveniente para su camino personal. Pero, a una presunta incidencia histórica. Como si en
cada uno de nosotros, ¿qué nos dice la urgen- nuestra historia no hubiese sucedido nada,
cia que experimenta esta persona? como si no hubiésemos vivido ya el 68, cuan-
En estas últimas semanas he señalado a me- do todo parecía incidir más que el cristianismo
nudo la segunda dificultad: algunos piensan que y la comunión cristiana. Todos recordamos
tendríamos una incidencia histórica mayor si aquel episodio en el que don Giussani, al ver a
hiciésemos cosas distintas de las que hacemos, un universitario que hacía una barricada, le pre-
por ejemplo si ofreciésemos juicios distintos y guntó: «¿Qué haces?». «Estoy aquí, con las fuer-
“detallados”, porque los nuestros serían dema- zas que cambian la historia». Y Giussani le res-
siado abstractos. ¿Qué nos dice este “comple- pondió con la frase genial que hemos utiliza-
jo de inferioridad”? do recientemente en un manifiesto: «Las fuer-
zas que cambian la historia son las mismas que
En estos tres días se ha puesto de manifies- cambian el corazón del hombre».
to con claridad lo que está en el centro de nues- Por eso queremos preguntarnos cada vez más,
tro método (y sobre lo que debemos tener una junto al Papa, «qué puede mover al hombre por
idea clara, sometiendo la razón a la experien- encima de todo y en lo más íntimo» (Benedicto
cia): cuál es la naturaleza del cristianismo, cuál XVI, Sacramentum caritatis, 2): ¿Hay algo
es la naturaleza de nuestro movimiento. Por- verdaderamente concreto, algo que incida
que si no ganamos en claridad a este respecto, verdaderamente en la raíz del “yo”, de modo que
siempre pensaremos en el fondo que sería pueda cambiar también la historia? Si no so-
mejor hacer otra cosa (un partido, un gabine- mos claros en este aspecto –y esto dice hasta
te psicológico o un centro de asistencia social). qué punto es adecuado el trabajo que estamos
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Lorenzo Lotto,
Anunciación (detalle).
Museo Cívico, Recanati.
que se trata de la historia del presente: en nom- respondió: “Sí, lo que dices es verdad; a menos
bre de lo “ya sabido” podemos medir el presente, que lo que sabes te sea dado de nuevo por al-
en vez de dejarnos impactar por él y hacer ex- guien que está presente”. Esta frase me gustó
periencia de la liberación. muchísimo, pero no la comprendí, y tampoco
Me ha impresionado el relato que hace una me di cuenta de que no la comprendía. Sin em-
persona que lleva muchos años en el Grupo bargo, la he recordado muchos años como un
Adulto, en el que ha recordado cuando en 1992 trasfondo presente en mi memoria, y como un
don Giussani, citando al filósofo Finkielkraut, río subterráneo ha vuelto explícitamente a mi
había dicho que sólo se puede conocer a través conciencia escuchado en estos años hablar a Ca-
de un acontecimiento: «Cuanto más miraba esta rrón: al escucharle hablar he hecho y hago la ex-
afirmación, más conciencia tomaba de ella, y periencia de la que hablaba don Gius». Puedo
más me parecía que ante mis ojos emergía el ser yo o cualquier otro, esto no es lo importante.
tipo humano que hace una experiencia de este Lo decisivo es si yo estoy disponible ante aquel
tipo, es decir, un hombre con coraje, un hom- a través del cual el Misterio se hace presente,
bre libre. Me fascinaba muchísimo esta con- dándome de nuevo lo que ya sabía, porque si
cepción del conocimiento como aconteci- yo no estoy dispuesto a acogerlo como presente,
miento. Entonces le pregunté a Giussani: “Todo estamos acabados. ¿En qué se ve esto, en qué se
el trabajo que he hecho en este tiempo en el pone de manifiesto? En que yo estoy disponi-
Grupo Adulto ha sido querer aprender si- ble, aunque no comprenda, pero me siento afe-
guiéndote. Si todo esto que he aprendido es una rrado de nuevo; en que vuelvo a respirar, y esto
jaula, entonces, ¿cómo puedo vivir constante- me permite comprender verdaderamente.
mente ante este acontecimiento? Ese trabajo que Amigos, ésta es la única posibilidad de que el
he construido en torno a mi persona puede con- movimiento siga siendo movimiento: que nos
vertirse en una jaula, y quedo aprisionado así dejemos generar por algo presente, sea cual sea
por el resultado de mi pasión, que era apren- la modalidad a través de la cual el Misterio lo
der. ¡Ni rastro de hombre libre, de hombre po- hace suceder de nuevo, que puede ser –como
bre, con coraje, libre y creativo! Don Gius me decíamos ayer– el último que ha llegado, un »
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Nicolas Tournier, Cristo entre los niños. Galería Nacional de Arte Antiguo, Roma.
» “viejo”, uno “nuevo”, con historia o sin ella, guna otra cosa nos permite mantenernos en pie
cualquiera. Porque la libertad del Misterio se ante los verdaderos desafíos de la vida! Por eso,
manifiesta así. Nosotros lo hemos visto en mu- es como si la palabra amistad adquiriese ante
chas ocasiones, como testimoniabais ayer, nuestros ojos una intensidad de relación an-
porque cuando las personas se dejan generar, tes desconocida, y esto se ve en el florecimiento
sorprendemos el florecimiento de figuras con de las comunidades, que son también genera-
autoridad, que salen de la minoría de edad, por- das por estos “yos” nuevos, por estas criaturas
que se apoyan sobre la evidencia de las razo- nuevas, por estos protagonistas que son, ante
nes que proceden de la experiencia que han he- todo, un don para las mismas comunidades, y
cho, convirtiéndose así en protagonistas, no en que, al mismo tiempo, necesitan de un espa-
borregos necesitados siempre de una confir- cio, necesitan acogida, un abrazo, si no que-
mación por parte del responsable por falta de remos perderles –porque estos tienen una
evidencias. Y la prueba de este protagonismo evidencia, no son personas sometidas–.
es el modo de estar ante la realidad, la realidad Amigos, todo esto requiere una intensa con-
con sus datos, el afecto, hasta llegar a la di- versión a todos los que tienen una responsa-
mensión cósmica de lo que se vive. bilidad, porque no se trata de un programa de
A diferencia de lo que podíamos pensar, plan- conversión diseñado en un despacho: se trata
tear este tema no sólo no ha hecho disminuir de convertirse a lo que el Misterio hace. ¿Qué
la amistad, sino que ha generado una intensi- otro modo de afrontar la Cuaresma hay más
dad desconocida en nuestras relaciones de interesante, más incisivo y más adecuado que
amistad, una intensidad no formal, una verdad acoger el Acontecimiento presente, que el Se-
que llena de asombro, una amistad en lo ñor nos regala haciéndolo suceder ante nues-
esencial, en aquello que más nos importa, y no tros ojos? Porque la responsabilidad es la con-
sólo en las consecuencias, en los aspectos se- versión del “yo” al Acontecimiento presente. Pi-
cundarios. Porque cuando el drama de la damos a la Virgen tener su misma sencillez: la
vida llama a nuestra puerta –como nos contaba capacidad de acoger todo lo nuevo que el Se-
ayer un amigo, hablando de la muerte de su ñor hace, que se nos da para nosotros y para
hijo–, no basta otra cosa que no sea Cristo: ¡nin- todo el mundo.